Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Abriendo el
debate.
Resumen
Abstract
In the present article, an outline of the origins of the marimba proposed by some academics
is shown, and then we will speak fully about the role played by the marimba in the
construction projects of the nation, undertaken by the Central American states at the
beginning of Century, with a strong emphasis on the Salvadoran case, where it was strongly
linked to an Afro-descendant component within public opinion, but this did not make it
difficult for it to be retaken by the subordinate sectors, which were key to its integration
into the identity component of El Salvador.
Introducción
1
Ambos autores son estudiantes de la Licenciatura en Historia de la Universidad de El Salvador. Correo
electrónico de referencia: dayalavega93@hotmail.es
Este trabajo plantea una exploración del instrumento de la marimba en El Salvador en las
primeras décadas del siglo XX, precisamente en la década de 1920 y su vinculación al
elemento de la población afrodescendiente en los debates suscitados en torno al proceso de
construcción de nación. Este esfuerzo constituye a su vez una mirada a los diferentes usos,
significaciones y contexto histórico del instrumento de la marimba y su arraigo entre los
sectores subalternos durante la década de 1920-1930 a través de la prensa escrita de la
época.
Arraigo que vendría en cierta medida condicionado por la vinculación cultural de dicho
instrumento musical, calificado de pertenecer a la población “negra”, y como a la vez que
se fue popularizando dicho elemento, fue retomado ya no solamente por los sectores
subalternos, sino en cierta medida adoptado por las élites, en mayor medida después de la
década de 1920, lo cual generó que este constituyera después de todo este proceso, un
símbolo de la nación salvadoreña.
En este sentido, el estudio aquí expuesto constituye una labor inédita en el país. El objetivo
de este trabajo es abordar las líneas temáticas principales de la teoría social para contribuir,
según el trabajo pionero de Cáceres, a la transformación de la visión histórico- regional con
respecto al tema de la afrodescendencia en Centroamérica, particularmente aportando
material que busca rasgar la invisibilidad, producto de los constructos sociales de “raza” y
el racismo como matriz paradigmática en los estudios académicos y en todos los matices
del espectro social. Esta teoría en conjunto constituye a su vez un aporte en cuanto a la
“cosificación” imperante en el tema de la africanidad tratando de puntualizar el devenir
histórico de estos sectores sociales: origen, sitios de residencia, condiciones de trabajo,
creación cultural, etc.2
2
Rina Cáceres Gómez, Del Olvido a la memoria. Africanos y afromestizos en la historia colonial de
Centroamérica (San José: Oficina Regional de la UNESCO para Centroamérica y Panamá, 2008).
2
afrodescendientes en su vinculación a la marimba que pasaría a representar la imperfección,
por lo cual se sigue hablando de ella como “el piano de la selva”, donde las comunidades
revitalizan y reconfiguran su existencia con este instrumento, que sigue siendo calificado de
“desafinado”, en contraste con el piano que sería el instrumento del canon, el de la
perfección, el de la estética universal en el modernismo3. Estos debates suscitados nos
permitirán darle seguimiento a la reflexión de la marimba en el proceso de construcción de
nación.
Los escenarios artísticos y musicales son espacios en los que los individuos recrean
imágenes y sonidos condicionados por una identidad artística, étnica y cultural. Estos
espacios permiten comprender la identidad como la construcción de un conjunto de
imágenes compartidas o no, que se movilizan en una dinámica constante de aceptación,
rechazo o creación de nuevas formas, sonidos, olores, colores y sabores. Así, la identidad se
consolida en la negación, integración y desintegración de elementos que nos remiten a un
pasado, un presente y un futuro, propio o ajeno 4. La vitalidad de estas músicas se da en el
marco de los afectos, el trabajo, la familia, la cotidianidad, la resignificación permanente,
basada en la esperanza de un mejor mañana.
6
Ibíd. 322.
7
Melo, "Realidades y ficciones de una búsqueda", 53.
4
convenciones sonoras y el entendimiento de ellas. Por otra parte, tales convenciones en el
mundo musical africano y afroamericano, no se pueden reducir simplemente a las
situaciones de un pasado lejano que se remonta a la trata esclavista en la colonia, sino más
bien deben de retomarse también en el momento en que los estados nacionales estaban
emprendiendo un proceso que pretendía llevar a cabo la creación de un nacionalismo
homogeneizador, momento último en que la herencia instrumental musical africana pudo
ser visualizada popularmente con una claridad a medias, pero aún visible.
Hace más de un siglo atrás, la cultura musical de los pueblos de las distintas regiones de
Centroamérica, ha estado vinculada a las marimbas. Desde finales del siglo XIX este
instrumento musical labrado rústicamente, de carácter percutido y melódico al mismo
tiempo, que consiste en una armazón de madera, sobre el cual se disponen teclas,
colocándose bajo cada tecla frutos cucurbitáceos secos con abertura superior y
11
Luis Enrique Navarro, “La marimba. La identidad a través de un instrumento. Entrevista con el doctor
Helmut Brenner”, Artes 3, no. 2 (2009): 41. 10 Ibíd.
12
Cuellar, “Estudio etnomusicológico”, 223.
6
de idiomas en la región, pero hay uno que destaca: el K’ojom. Durante la etapa posterior a
la Independencia, el k’ojom fue despreciado, por parte de los gobernantes, como un
instrumento primitivo de los salvajes13. Tras siglos de desprecio, el k’ojom ganó
rápidamente en los umbrales del siglo XX gran popularidad entre la población ladina de las
ciudades bajo el nombre de marimba.
Un factor decisivo para el caso centroamericano a nivel general, fue la importación desde
Europa del piano de armazón de hierro, que en el año de 1901, condujo a Guatemala a una
revolución en el campo de la construcción de instrumentos. El 15 de septiembre del mismo
año, el día de la Independencia, Sebastián Hurtado de Almolonga presentó en
Quezaltenango la primera marimba en honor del dictador Estrada Cabrera14.
Para el caso local la marimba significa un dialogo constante entre el presente y el pasado y
la evocación de todos los elementos simbólicos que caracterizaron el proyecto civilizador
de corte liberal en la región y también lo local. La creación de identidades nacionales en
este país, obedece al periodo de las primeras tres décadas del siglo XX. En este periodo se
da un crecimiento de la vida urbana y una metropolización de las capitales en
Centroamérica18, y El Salvador no fue ajeno a este “afrancesamiento” de las élites
económicas en muy diversos tópicos. Tal es el caso de la música y sus instrumentos,
específicamente el piano como representativo de la modernidad y el progreso como lo más
representativo del canon de la musical local. Por otra parte, fuera del discurso político y
moral, la marimba siguió fuertemente arraigada a las élites y en especial a los sectores
subalternos: obreros, artesanos, mozos, indios, etc. Este debate no ha ocupado un lugar
central en los estudios contemporáneos, pero ha sido destacado en diversos escritos de
corte musicológico, folclórico y antropológico.
16
“Aportes de la población afrodescendiente en Costa Rica”, Boletín Afrodescendencia en Costa Rica:
Sociedad Multiétnica y Pluricultural, no. 3 (septiembre, 2013): 11. Consultado el 25 de noviembre, 2015,
http://www.mcj.go.cr/corredorcaribe/boletincaribe/boletin03afrodescendencia.pdf
17
Elizabeth Fonseca, Centroamérica: su historia (San José: FLACSO/EDUCA, 1996): 113.
18
Víctor Hugo Acuña ortega, "Clases subalternas y movimientos sociales en Centroamérica (1870-1930)", en
Historia General de Centroamérica, ed. Edelberto Torres Rivas (Madrid: FLACSO, 1993). 257-263.
8
sobre su autenticidad y pertenencia a una nación19. Se trata de posiciones encontradas que
defienden o niegan el origen local del instrumento. Actualmente los usos de este
instrumento se extienden a una variedad de espacios de interacción social: actos festivos
públicos y privados, religiosos, políticos y también como recurso para el aprendizaje
musical. Sin embargo, su incorporación al ambiente acústico local, obedece, según cierta
literatura, a que este instrumento fue una “invención de los pueblos mayas” que habitaron
estas tierras y por lo tanto, debe ser considerado como un símbolo cultural nacional o local
que hay que fomentar y preservar.
En este despliegue exploraremos sobre ambas perspectivas y el lugar que ocupan las
marimbas como parte de los programas político culturales en El Salvador durante la década
de 1920. El objetivo será estudiar el carácter multidimensional de la producción de este
instrumento y sus usos en diversos ámbitos de interacción social.
En 1920 algunos periódicos apoyaron los esfuerzos por fortalecer la identidad nacional. Es
19
Martín de la Cruz López Moya, "El sonido de las marimbas y las políticas de la música en Chiapas,"
Versión, estudios de comunicación y política, no. 16 (2005). 257.
20
Sergio Ramírez Mercado, “Ritmos lejanos, músicas cercanas”, en Del olvido a la memoria. Esclavitud,
resistencia y cultura, ed. Rina Cáceres (San José: Oficina Regional de la UNESCO para Centroamérica y
Panamá, 2008), 38.
9
preciso señalar menciona López Bernal, que en este proceso no se dio una formación
homogénea. Algunos medios, haciendo eco de la postura de los intelectuales, optaron por el
racismo y la xenofobia y por otra parte, están quienes se ocuparon de darle mayor
importancia a la cuestión cultural21 Siguiendo este análisis de la lectura de los escritos de la
época se desprende una campaña nacionalista que pretendía fomentar en los habitantes un
sentimiento de arraigo. Debido a esta presión por parte del gobierno en la cuestión cultural
se dio un cambio de actitud hacia la marimba que no contaba con el beneplácito de los
intelectuales y colaboradores de los periódicos, generadores y voceros de la opinión
pública.
En 1920, un columnista del Diario del Salvador hacia un llamado a nacionalizar la música
centroamericana, para ello era necesario valorizar la música indígena 22, pero como
menciona López Bernal, sus llamamientos no tuvieron eco 23. En 1925, apareció en el Diario
del Salvador un artículo que hacía referencia a la costumbre de las serenatas, la cual
consideraba que había caído en franca degeneración echándole la culpa a la marimba. De
esas serenatas decía: “Se pedía un grupo orquestal más o menos numeroso y selecto; se
exigían suficientes repasos, para que todo fuera digno de ofrecerse en holocausto a una
pasión profunda y bien nacida.” También agregaba: “Pero vino la vulgar marimba, la
primitiva, la barata marimba, y todo ha cambiado por completo.” El autor del artículo
consideraba que la marimba era “invención de negros africanos, venida en mal hora a
ciudadanizarse entre nosotros, con enorme perjuicio para el arte, grave daño para las
costumbres y tormento matador de la tranquilidad”24.
Esta cita cobra especial interés si se contrasta con los programas de conciertos de grandes
pianistas y violinistas y músicos en general que visitaron nuestro país, tal es el caso de
Andrés Dalmau, violinista argentino, considerado por la crítica española, Le temps y Le
figaro de París de 1925 como “ilustre virtuoso,” el cual interpretó sus éxitos en los
principales teatros mundiales y locales entre los cuales aparecen: “La Chaccone de Bach,
Nocturno No 2 de Choppin, La Marcha Turca de Beethoven y especialmente el prodigioso
21
Carlos Gregorio López Bernal, Tradiciones inventadas y discursos nacionalistas: el imaginario nacional de
la época liberal en El Salvador, 1876-1932 (San Salvador: Editorial e Imprenta Universitaria, 2007). 170.
22
"Nacionalicemos nuestra música," Diario del Salvador, 1 de junio, 1920. 5.
23
López Bernal, Tradiciones inventadas, 157.
24
"Tristezas de la calle. Las serenatas," Diario del Salvador, 7 de octubre 1925. 8.
10
concierto en Re Menor de Niccólo Pagannini” 25. El estado a su vez consintió la estadía y el
patrocinio a muchos de estos músicos modernos, andarines, clowns, volatines, etc.26 como
el aparecido por San Salvador en 1929: “Programa del concierto único que dará el gran
violinista ruso Toscha Seidel, (…) acompañado del pianista Herbert Jafte en el Teatro
Colón.” En dicho programa se escuchaba música clásica “Concierto en E menor,
Mendelson, Romanza en F mayor, Beethoven y la Danza Húngara.” 27 Por otra parte ese
mismo año, en el mes de julio, aparece otra nota significativa por su peculiaridad que se
titulaba “La serenata de los dioses,” esta representaba para El Salvador de la época, un salto
de primer mundo en materia de tecnología con la grabación ortofónica de la Victor Talking
Machine, “La fábrica más grande del mundo en su género.” El disco Victor fue grabado por
Manuel Montoya, en forma de obsequio al periódico la cual en sí, era una pieza
“exquisitamente instrumentada y grabada con esmerado gusto artístico.” 28 Con estos
ejemplos se trata de describir el grado de cultura musical al que estaban teniendo acceso
intelectuales y público de las más variadas clases, que asistían al concierto de
“nacionalización” de las “refinadas y exquisitas” costumbres de los “ciudadanos del mundo
civilizado,” tarea que emprendió el Estado a través de sus intelectuales y sus dependencias.
Debido a este proceso político y cultural elitista antes descrito, la marimba era fuertemente
criticada, ya que no era considerada un instrumento digno de personas civilizadas. En 1925
se firmó un artículo por “unos filarmónicos” que expresaban: “lo raro del caso y que causa
no poca admiración, es el hecho de que personas que aparentan ser cultas e ilustradas
continúen en su terquedad de elogiar la marimba y sus inocentes teñedores.” Los
marimbistas eran considerados del “vulgo”: “en su mayoría son zapateros, mozos y hasta
lustradores. Nada tenemos que decir porque si es cierto que son petulantes en sumo grado,
también lo es que no saben lo que hacen.” 29 Al final hacían manifiestas sus pretensiones de
que se organizara en el país un Conservatorio de Música, dirigido por autoridades musicales
25
"Concierto del violinista Andrés Lamau extracto de algunos juicios de crítica sobre este insigne artista,"
Diario Latino, 1925. 1-8.
26
El énfasis es nuestro, partimos de lo observado en la revisión de los periódicos: Diario del Salvador, Diario
del Día, Diario Latino y Periódico Patria (1929) entre el periodo estudiado.
27
"Programa del concierto único que dará el gran violinista ruso Toscha Seidel," Diario del Salvador, 10 de
octubre 1929. 4.
28
"La serenata de los dioses ", Diario del Salvador, 1929. 29 de junio. 4.
29
"Carta de unos filarmónicos para nuestro colaborador Clemente Mirador ", Diario del Salvador 1925. 22 de
septiembre. 2.
11
de reconocida competencia.
En contestación a sus muestras de apoyo, Clemente Mirador nos permite ver su parecer el
por qué se ha proliferado la marimba. “La falta de centros de cultura es la que tiene la culpa
de que nos llenemos de marimbistas en distintos géneros de pseudo manifestaciones
culturales.”30 Otra nota dejaba ver el sesgo racista: “Decir que no se puede bailar sin la
Marimba equivale a compararnos con la raza negra ya que prácticamente la imitamos
adoptando el tipo genuino de sus instrumentos musicales.”31
Al parecer estos debates dentro de la opinión pública no tenían mayor eco en una población
que, crecida por el experimento democratizador de la Dinastía Meléndez-Quiñones, veía
todo un horizonte político por conquista. Los artesanos y obreros de diversos ramos de la
economía eran también reproductores del uso de la marimba, en muchos salones, clubs
políticos, logias masónicas, partidos unionistas y vitalistas, donde seguramente se debió
utilizar en sesiones, congresos, aniversarios, etc.
Este es el caso de La Sociedad Fraternidad de Obreros de Santa Tecla que en 1925 celebró
su XIII aniversario, en un lugar para repensar la alta carga simbólica de la marimba en el
grueso de los obreros, en el Palacio Municipal de dicha ciudad, cuyo asistente de honor fue
el Dr. Alfonso Quiñones Molina, luego de las vitoreadas y aplausos del manifiesto final de
la sociedad y entrega de medalla al presidente por parte de su Miembro Honorario Paulino
Cea , se procedió según la lectura de los periódicos, al baile y “En unas de las marimbas
suena un superfox y numerosas parejas lanzase al torbellino del baile en el salón y las
galeras. Hubo derroche de champaña, ponches, exquisitos licores y bebidas refrescantes”.
La fiesta terminó de madrugada, pero unas horas después el cronista obrero escribió al final
de su artículo que “los obreros de Santa Tecla ha evidenciado su comedimiento y su
educación exquisita al grado de poder alternar con personas de refinada cultura social.”32
Esto nos demuestra la ambigüedad con que era vista esta práctica que al parecer tenía una
30
"Contestación a una carta," Diario del Salvador 1925. 24 de septiembre. 2.
31
"Por la cultura musical. A don Clemente Mirador, admirador de la música y de todo lo que significa progreso
y adelanto," Diario del Salvador, 1926. 3. El énfasis es nuestro.
32
"La Sociedad Fraternidad de Obreros de Santa Tecla celebra el XIII aniversario de su fundación," Diario
Latino 1925. 12 de octubre. 5.
12
gran aceptación de mucho y muy variado público, constituyéndose de esta forma en una
apropiación de este elemento simbólico por una parte y la segregación y el racismo por otra,
dentro de una parte de la opinión pública de la época. Al final estos elementos se han ido
arrastrando durante muchos períodos políticos, y esta ambigüedad queda siempre satisfecha
al evocar los “valores nacionalistas,” los símbolos y la reconstrucción-reelaboración de
identidades culturales colectivas contemporáneas.
Conclusión
El Salvador no fue ajeno a este proyecto, pero antes de que se consolidase el mismo, la
utilización de la marimba como instrumento musical tuvo una diversidad de puntos de vista
dentro de la opinión pública: desde las peyorativas o las que no lo eran, de estar relacionada
a personas “incivilizadas”, hasta las de relacionarla a una raza negra en términos netamente
despectivos, que contrastaba con la promoción e identificación de la cultura indígena
llevada a cabo por el proyecto de construcción de la nación, que finalmente salió avante.
Solo así fue que con el tiempo, la marimba se rescata como un símbolo nacional, ignorando
e invisivilizando su componente afrodescendiente.
Pero como también vimos anteriormente en el desarrollo del escrito, fueron los sectores
subalternos quienes realmente se apropiaron del instrumento, y ya cimentado el enorme
proyecto, la identidad de estos –especialmente el sector indígena-, estuvo fuertemente
vinculada a él. Por ello tampoco podemos desvirtuar los vínculos de la creación de estados
nacionales, movimientos intelectuales, movimientos sociales del período con la marimba.
13
Maximiliano Hernández Martínez, intentaron homogeneizar a la nación bajo la bandera de
lo “mestizo”, llevando esto a la negación de un pasado afrodescendiente en El Salvador,
solamente comenzado a ser reconocido en nuestros días.
Anexos
14
http://www.elsalvadorhistorico.org/articulos/musica-y-arte/49-historia-de-las-marimbas-
deel-salvador.html
Bibliografía.
Irigoyen, Karla y Luz. “Historia de las marimbas de El Salvador de los años 20’s a 40’s”,
El Salvador Histórico. Comunidad salvadoreña virtual en pro de la búsqueda de
nuestras raíces culturales. Consultado el 28 de noviembre, 2015,
http://www.elsalvadorhistorico.org/articulos/musica-y-arte/49-historia-de-las-
marimbas-deel-salvador.html
Melo, Ana María Arango. "Realidades y ficciones de una búsqueda de herencias musicales
y simbólicas Bakongo (Angola)." Universitas Humanística, no. 57 (2004): 49-59.
Moya, Martín de la Cruz López. "El sonido de las marimbas y las políticas de la música en
Chiapas". Versión, estudios de comunicación y política, no. 16 (2005): 257- 67.
Fuentes Primarias
"Carta de unos filarmónicos para nuestro colaborador Clemente Mirador”. Diario del
Salvador, 22 de septiembre, 1925. 3.
"Concierto del violinista Andrés Lamau extracto de algunos juicios de crítica sobre este
insigne artista". Diario Latino, 10 de octubre, 1925. 1-8.
16
"La serenata de los dioses”. Diario del Salvador, 29 de junio, 1929. 4.
"Por la cultura musical. A don Clemente Mirador, admirador de la música y de todo lo que
significa progreso y adelanto". Diario del Salvador, 26 de marzo, 1926. 3.
"Programa del concierto único que dará el gran violinista ruso Toscha Seidel". Diario del
Salvador, 10 de octubre, 1929. 4.
17