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FANTASÍAS Y PENSAMIENTOS SEXUALES:

REVISIÓN CONCEPTUAL Y RELACIÓN CON LA SALUD SEXUAL


FANTASIES AND SEXUAL COGNITIONS:
CONCEPTUAL REVIEW AND RELATION TO SEXUAL HEALTH
Recibido: 09 de Julio del 2014 | Aceptado: 01 de Septiembre del 2014

Nieves Moyano1, Juan Carlos Sierra2


(UNIVERSIDAD DE GRANADA, Granada, España)

RESUMEN
Las fantasías sexuales generalmente han sido descritas como pensamientos de contenido sexual que se experimentan
de modo agradable. Sin embargo, el término “pensamiento sexual”, resulta más amplio que el de fantasía ya que
permite conocer el modo o afecto con el que se experimentan, al distinguir entre pensamientos sexuales positivos y
negativos. En este artículo, se revisan las líneas de investigación centradas en las fantasías y los pensamientos sexuales
–aunque sobre este constructo la investigación ha sido más escasa-. En concreto: 1) la evaluación de su frecuencia y
contenido; 2) factores asociados a su producción; 3) las similitudes y diferencias entre hombres y mujeres; 4) el papel
que juegan sobre el funcionamiento sexual, al relacionarse con aspectos como el deseo, la excitación o la satisfacción
sexual; 5) las fantasías y los pensamientos sexuales en quienes perpetran conductas sexuales agresivas; y 6) en quienes
han sufrido experiencias de abuso. Finalmente, los autores describirán las limitaciones de la investigación previa, para
establecer así las necesidades que deben considerarse para futuras líneas de investigación.

PALABRAS CLAVE: Fantasías sexuales, pensamientos sexuales, salud sexual.

ABSTRACT
Sexual fantasies have been generally described as sexual thoughts with erotic content which are experienced as
pleasant. However, the term “sexual cognitions” is a broader term than sexual fantasies, which distinguishes between
positive and negative sexual cognitions. In this work, we review the different lines derived from research about both
sexual fantasies and sexual cognitions –although research about the latter is scarce-. We address the following aspects:
1) the assessment of their frequency and content, 2) the factors that are associated with their production, 3) the
similarities and differences between men and women, 4) the role they play on sexual functioning, through their
relationship with desire, excitation and sexual satisfaction, 5) their presence in individuals who have perpetrated sexual
aggression and 6) in individuals who have been victims of sexual abuse. Finally, we will describe the limitations of
previous research and we will propose some aspects that should be of interest for further research.

KEY WORDS: Sexual fantasies, sexual cognitions, sexual health.

1. Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento (CIMCYC) de la Universidad de Granada, España. E-mail: nmoyano@ugr.es
2. Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento (CIMCYC) de la Universidad de Granada, España. E-mail: jcsierra@ugr.es
* Dirección: Campus Universitario de Cartuja, s/n. 18011. Granada, España.

| REVISTA PUERTORRIQUEÑA DE PSICOLOGÍA | V. 25 | No. 2 | PP. 376 – 393 | JULIO - DICIEMBRE | 2014 | ISSN 1946 – 2016 |
Fantasías y pensamientos sexuales: Revisión conceptual y relación con la salud sexual

La mayoría de personas admite que incluye ser escasos los trabajos que relacionan las
fantasías en su actividad sexual, durante la fantasías sexuales con la agresión sexual y
masturbación o cuando sueñan despiertos las experiencias de abuso. Una nueva
(Zamboni & Crawford, 2002; Zimmer, búsqueda en Scopus introduciendo los
Borchardt, & Fischle, 1983). Es por ello que términos “sex* fantas*” and “sexual abuse”
la Organización Panamericana de la Salud y proporcionó 61 documentos. En cuanto a
la Organización Mundial de la Salud (OPS- estudios que relacionan fantasías sexuales y
OMS, 2002) reconocen que las fantasías son conducta sexual agresiva, introduciendo los
una de las diversas manifestaciones de la términos “sex* fantas*” and “aggression” se
sexualidad humana. De este modo, las obtuvieron 34; empleando los términos “sex*
fantasías sexuales resultan de especial fantas*” and “offender” se obtienen 76
importancia para la promoción de la salud documentos. Para ampliar la búsqueda con
sexual, en el sentido propuesto por Lottes términos en castellano se hizo uso de la
(2000) quien define la salud sexual, como la base Redalyc, en la que se introdujeron
capacidad de una persona para disfrutar y como términos más generales las palabras
expresar su sexualidad. Esta capacidad “fantasía sexual” ó “pensamiento sexual”
incide en aspectos como el sexo seguro, siendo 156 los documentos encontrados.
sexo agradable e informado, sexo basado en
la autoestima, perspectiva positiva de la Por tanto, dada la escasez de estudios
sexualidad humana y respeto mutuo en las que examinen el papel de las fantasías
relaciones sexuales (Lottes, 2000). sexuales sobre la salud sexual, no es
Asimismo, su consideración para el extraño que existan muchos aspectos sin
diagnóstico de disfuncionalidad en el DSM-5, clarificar aún. En concreto, y de manera
como se describirá a continuación, reciente, Brotto (2010) plantea ciertas dudas
convierten a las fantasías en un indicador de sobre el papel que juegan en la sexualidad
salud. Llama la atención que, pese a la de hombres y mujeres, al sugerir que “los
importancia de las fantasías sexuales en la pensamientos sexuales pueden ser más
salud sexual, sea tan escasa la relevantes para el deseo sexual del hombre
investigación sobre las mismas, que de la mujer” (p. 227). Pese a todo, “la
especialmente en la relación que éstas presencia de pensamientos
mantienen con aspectos del funcionamiento sexuales/eróticos o fantasías”, tal como
sexual, tal como se observa de la búsqueda aparece en el Diagnostic Statistical Manual 5
bibliográfica realizada en Scopus, base de (DSM-5) (American Psychiatric Association,
datos que incluye una amplia cobertura de APA, 2013), sigue considerándose un
revistas (Granda-Orive, Alonso-Arroyo, indicador de salud sexual, de tal modo que la
García-Rio, Reina, Jiménez-Ruiz, & “ausencia/disminución de pensamientos
Aleixandre-Benavent, 2013). Si bien, para la sexuales/eróticos o fantasías” es uno de los
búsqueda se complementó con el uso de criterios diagnósticos del deseo sexual
Redalyc. En concreto, al utilizar Scopus, la hipoactivo en el hombre y del trastorno del
búsqueda se limitó al título, resumen y interés/excitación sexual en la mujer.
palabras clave, sin ninguna restricción sobre
el período de publicación. Al introducir como Otra de las dificultades que caracterizan
términos “sex* fantas*” and “sex* funct*” se el estudio de las fantasías sexuales es la
obtienen 50 documentos. Al especificar en la ausencia de una definición consensuada,
búsqueda, el término “sex* fantas*” con cada siendo diferentes las que se ofrecen en cada
una de las dimensiones de la respuesta estudio. Este aspecto dificulta por tanto la
sexual (“desire”, “arousal”, “orgasm” o comparación de resultados entre diferentes
“satisfaction”) se obtienen 98, 97, 45 y 59 investigaciones. De modo general, la idea
documentos, respectivamente. En este que subyace a la mayoría de definiciones es
ámbito de la salud sexual, también parecen que constituyen algo placentero y voluntario.

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Sin embargo, las fantasías sexuales no como desencadenantes o facilitadores de la


siempre se viven de forma placentera agresión sexual; y 6) presencia en víctimas
(Renaud & Byers, 1999, 2001), sino que en de abuso sexual. De este modo se
ocasiones pueden experimentarse como examinará en detalle la relación que las
algo inaceptable, displacentero y fantasías y los pensamientos sexuales
egodistónico (Little & Byers, 2000; Sierra, mantienen con la salud sexual.
Ortega, & Zubeidat, 2006), siendo importante
considerar no solamente la presencia o 1. Fantasías sexuales
ausencia de las fantasías sexuales, sino
también la actitud y modo en que se 1.1. Definición y evaluación
experimentan (Desvarieux, Salamanca,
Ortega, & Sierra, 2005). Renaud y Byers En ocasiones, se han planteado definiciones
(1999) acuñaron el término “pensamiento poco concisas, en las que el significado
sexual”, como más general que el de sexual de la fantasía es particular e
fantasía sexual, el cual permite distinguir idiosincrásico. En este sentido, la fantasía
entre pensamiento sexual positivo y/o sexual “puede ser una historia elaborada, un
negativo. Ante la posibilidad de que las pensamiento que surge repentinamente o
fantasías no tengan siempre un carácter una mezcla de imágenes que aparecen de
placentero, sino que puedan experimentarse manera caótica. El contenido puede ser
en ocasiones con malestar y de modo bizarro o realista. Puede incluso no ser
negativo, resulta necesario revisar de qué sexual y provocar excitación. La fantasía
modo este constructo más amplio y general puede ocurrir espontáneamente, puede ser
que el de fantasía está presente en hombres desencadenada voluntariamente, o generada
y mujeres de la población general, así como por otros pensamientos, sentimientos o
cuál sería su relación con la salud sexual, información sensorial” (Wilson, 1978, p. 62).
destacándose en este sentido la relación que La definición aportada por Ellis y Symons
mantienen con el funcionamiento sexual y (1990) destaca que la fantasía sexual es
con las experiencias de la victimización y la autodefinida por la persona. De forma
perpetración de conductas sexuales similar, Leitenberg y Henning (1995) las
agresivas. definen como “pensamientos que posean
algún significado erótico o sexual para la
La presente revisión examina el concepto persona” (p. 470). Sin embargo, otras
de fantasía sexual y profundiza en el definiciones han resaltado la deseabilidad y
constructo de pensamiento sexual, valorado la excitación sexual como elementos de la
como positivo y negativo. Para ello se fantasía sexual. De este modo, Crepault y
revisarán los estudios publicados sobre el Couture (1980) definen las definen como
constructo fantasía sexual y pensamiento “representaciones mentales de los deseos
sexual, –basándonos en este último caso, eróticos” (p. 565) y, por su parte, Plaud y
en la serie de investigaciones que realizan Bigwood (1997) las describen como una
Renaud y Byers desde 1999 hasta 2006 en “experiencia privada en que la imaginación
población canadiense-. A través de la de una actividad sexual deseable con una
búsqueda previamente detallada, se pareja es sexualmente excitante para el
describirán los datos más relevantes al individuo” (p. 222). Otros autores destacan
respecto, en relación a las siguientes en sus definiciones el momento en que se
cuestiones: 1) definición y evaluación de las experimentan. Ejemplo de ello es la
fantasías y pensamientos sexuales; 2) definición propuesta por McCauley y Swann
factores asociados a su producción; 3) (1978) según la cual, las fantasías sexuales
similitudes y diferencias entre hombres y son “pensamientos o ideas durante la
mujeres; 4) papel que desempeñan en el actividad sexual” (p. 78). Para Wilson (1978),
funcionamiento sexual; 5) papel que juegan las fantasías pueden ocurrir durante la

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actividad sexual, las actividades autoeróticas instrumento ofrece un enfoque


o durante la actividad sexual con otra pareja. multidimensional de las fantasías sexuales al
Esta falta de consenso ha dado lugar a la distinguir entre cuatro tipos según su
ausencia de definiciones claras y precisas en contenido: íntimas, exploratorias,
numerosos estudios de fantasías sexuales, sadomasoquistas e impersonales. Las
en los que se prescinde de dar una definición fantasías íntimas están relacionadas con la
a las personas que forman parte de un búsqueda y placer del compromiso profundo
estudio, limitándose a preguntar cuestiones con un número limitado de parejas sexuales
como “¿Con qué frecuencia tiene fantasías o e incluyen actividades sexuales como besar,
pensamientos sobre sexo?” (véanse Ellis & recibir o dar sexo oral, masturbar a la pareja,
Symons, 1990; MacDonald & Nail, 2005; etc.; las exploratorias están referidas a la
Pelletier & Herold, 1988; Seto, Lalumiére, tendencia a la excitación y variedad sexual e
Harris, & Chivers, 2012). incluyen temas como sexo en grupo y
promiscuidad; las fantasías
Inicialmente, la investigación en fantasías sadomasoquistas están asociadas con el
sexuales sienta sus bases sobre los estudios sometimiento o provocación de dolor durante
pioneros de Kinsey, quien ofrece los la excitación sexual e incluyen tanto
primeros datos de prevalencias en la conductas dominantes como sumisas.
sociedad norteamericana de mediados del Finalmente, las fantasías impersonales son
siglo pasado. Años más tarde, el principal las relacionadas con el interés por fetiches,
interés de la investigación se centró en ropa, películas u otras manifestaciones
conocer el contenido específico de las sexuales indirectas, dando escaso valor a los
fantasías sexuales en hombres y mujeres, y sentimientos. La mayoría de estudios que
en distinguir entre las fantasías “apropiadas” evalúan las fantasías sexuales con
y “desviadas”. De este modo resultaba posterioridad hacen uso de este instrumento,
necesario contar con instrumentos que tanto en población general (Santos-Iglesias,
permitiesen evaluar de algún modo las Calvillo, & Sierra, 2013; Sierra, et. al., 2006)
fantasías sexuales. Sobre esta cuestión, y como en individuos con algún tipo de
como se describe en la revisión de fantasías parafilia (Baumgartner, Scalora, & Huss,
sexuales realizada por Leitenberg y Henning 2002). Sin embargo, ciertos estudios han
(1995), comúnmente han sido tres los demostrado la debilidad en algunos de sus
métodos utilizados para evaluar las fantasías ítems y de su estructura factorial tanto en
sexuales, y han consistido en: a) ofrecer un muestras anglosajonas (Baumgartner, et. al.,
“checklist” o listado de fantasías y que el 2002; O'Donohue, Letourneau, & Dowling,
participante indique cuál de ellas ha 1997) como españolas (Sierra, Ortega,
experimentado, en qué contexto y con qué Martín-Ortiz, & Vera-Villaroel, 2004).
frecuencia; b) cuestionarios con preguntas
abiertas, en las que el participante narra o 1.2. Factores asociados a su producción
describe algunas de sus fantasías (favoritas)
o las que experimenta con mayor frecuencia; Las fantasías sexuales han gozado de gran
c) a través de diarios o listados, escribir o interés por parte de la Psicología evolutiva,
indicar la fantasía que tiene en un momento al considerarse éstas una experiencia
determinado. privada que podría dar información sobre la
naturaleza del ser humano. Desde esta
Será en los trabajos de Wilson (1978) y perspectiva, diversos factores que podrían
Gosselin y Wilson (1980) en los que aparece influir en su creación y producción han sido
el primer instrumento para evaluar la analizados. En concreto, los rasgos de
frecuencia y el contenido de las fantasías personalidad han sido en diversas ocasiones
sexuales de un modo preciso: el Wilson Sex relacionados con diferentes aspectos de la
Fantasy Questionnaire (WSFQ). Este sexualidad, por considerarse éstos

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importantes estrategias adaptivas para la embargo, como apuntan Conley, Moors,


resolución de problemas sociales (Buss, Matsick, Ziegler y Valentine (2011), “las
2009). Sin embargo, pocos son los estudios diferencias de género pueden deberse a
que analizan la relacion entre personalidad y menudo a las fuerzas que ejerce nuestro
las fantasías sexuales. En este sentido, mundo social actual” (p. 299). Desde esta
destacan el estudio realizado en España por visión, la sexualidad interactúa con otras
Sierra, Álvarez-Castro y Miró (1995) y, más variables, de modo que tanto las similitudes
recientemente, el de Hawley y Hensley como las diferencias en determinados
(2009). Otros aspectos de carácter aspectos pueden verse mejor explicadas por
sociodemográfico como el sexo, la edad o la los roles sexuales de género, más que solo
religión se han asociado con las fantasías, por el sexo biológico (Eagly & Wood, 2011).
demostrándose en general que los hombres
tienen más fantasías sexuales (Baumeister, La frecuencia de las fantasías sexuales
Catanese, & Vohs, 2001; Sierra, Vera- ha sido ampliamente explorada y comparada
Villarroel, & Martín-Ortiz, 2002), que la edad entre sexos. De manera consistente, en la
está asociada negativamente con la mayoría de culturas, los hombres indican
frecuencia de fantasías (Purifoy, Grodsky, & significativamente una mayor frecuencia de
Giambra, 1992), y que quienes se identifican pensamientos y fantasías sexuales en
con la religión cristiana suelen inhibir sus comparación con las mujeres, observándose
fantasías, reflejándose generalmente en una en países anglosajones como Estados
menor frecuencia de éstas y una menor Unidos (Carpenter, Janssen, Graham, Vorst,
frecuencia en determinadas conductas & Wicherts, 2008; Hicks & Leitenberg, 2001)
sexuales, siendo así en diversas culturas y o Canadá (Fischtein, Herold, & Desmarais,
países como Estados Unidos (Ahrold, 2007; Renaud & Byers, 1999), en culturas
Farmer, Trapnell, & Meston, 2011), y países orientales como Japón (Iwasaki & Wilson,
de Latinoamérica (Cañón et al., 2011) Sin 1983) o China (Chi, Yu, & Winter, 2012), y
embargo, aún existen dudas sobre la países europeos como Inglaterra (Wilson,
relación que estos elementos mantienen no 1988) o España (Diéguez, López, & Sueiro,
sólo con la frecuencia general de fantasías, 2002; García-Vega, Fernández, & Rico,
sino también con su contenido específico. 2005; Sierra et al., 2002). Desde una
perspectiva evolutiva, las fantasías sexuales
1.3. Similitudes y diferencias entre hombres y se han considerado estrategias que
mujeres promueven la adaptación a nivel
reproductivo. Sin embargo, se han ofrecido
Entre las manifestaciones sexuales, otros argumentos. Por ejemplo, el estudio de
probablemente sean las fantasías sexuales Fisher, Moore y Pittenger (2012) revela que
las que nos permitan una mejor los hombres piensan más en sexo que las
aproximación al estudio de las diferencias mujeres, pero también piensan más en
entre hombres y mujeres, al ser éstas comer y dormir. Este hallazgo podría indicar
privadas (Ellis & Symons, 1990). En este que los hombres son en mayor medida
sentido, el debate que se ha generado ha socializados para prestar mayor atención a
sido extenso, dando lugar a argumentos que sus propias necesidades, siendo por tanto
han oscilado desde perspectivas más conscientes que las mujeres de sus
esencialistas (e.g. Buss & Schmitt, 2011) este tipo de necesidades básicas (Prentice &
hasta teorías de cohorte social y cultural Carranza, 2002).
(e.g. Eagly & Wood, 2011). Las evidencias
sobre las diferencias de sexo encontradas en En general, el contenido de las fantasías
diversos países han sido con frecuencia sexuales de los hombres suele incluir una
utilizadas como apoyo a la influencia de las amplia variedad de temas, suelen ser más
raíces evolutivas de hombres y mujeres. Sin explícitos y visuales, e incluir más

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Fantasías y pensamientos sexuales: Revisión conceptual y relación con la salud sexual

actividades sexuales en grupo, en interpretado desde algunas teorías como un


comparación con las fantasías femeninas deseo de resultar irresistibles (Critelli &
(Alfonso, Allison, & Dunn, 1992; Ellis & Bivona, 2008). Por otro lado, según Oliver y
Symons, 1990; Leitenberg & Henning, 1995; Hyde (1993), el contenido de las fantasías
Meuwissen & Over, 1991; Sierra et al., 2002; sexuales suele ser congruente con las
Zurbriggen & Yost, 2004). Por el contrario, normas y roles que generalmente son
las fantasías que con mayor frecuencia reforzados, de modo que mientras los
experimentan las mujeres suelen estar hombres suelen ser recompensados por
caracterizadas por contener en ellas una mostrarse predispuestos para la actividad
menor variedad de actividades sexuales, sexual, las mujeres suelen ser recriminadas
involucrar temas íntimos y románticos por ello (Greene & Faulkner, 2005). Del
frecuentemente con un menor número de mismo modo, en tanto que los hombres son
parejas sexuales (Ellis & Symons, 1990; socializados para ser asertivos, agresivos y
Hicks & Leitenberg, 2001). Asimismo, las competitivos, de las mujeres se espera que
fantasías de sumisión suelen ser frecuentes busquen vínculos emocionales y sociales
en mujeres (Birnbaum, 2007; Critelli & (Rudman & Glick, 2008).
Bivona, 2008). En una muestra de hombres y
mujeres británicos, Wilson (1988) encontró 1.4. Su papel en el funcionamiento sexual
que los primeros reportaron una frecuencia
más alta de las cuatro dimensiones de las En la actualidad se admite la importancia de
fantasías sexuales que las segundas, siendo las fantasías sexuales en la sexualidad
las diferencias más llamativas para las humana, asumiendo que su presencia es un
dimensiones de fantasías exploratorias e indicador de salud sexual. En esta línea,
impersonales. Resultados similares se Fuertes y López (1997) afirman que la
obtuvieron en estudios realizados en experiencia del deseo sexual es
Estados Unidos (Plaud & Bigwood, 1997) y consecuencia de la interacción entre un
Japón (Iwasaki & Wilson, 1983). En España estado de activación neurofisiológica, una
(Sierra et al., 2002, 2004) y Suecia disposición cognitivo emocional y la
(Carsltedt, Bood, & Norlander, 2011), los presencia de estímulos sexuales efectivos
hombres informaron de una mayor externos e internos; entre estos últimos
frecuencia de fantasías exploratorias e destacan las fantasías sexuales,
impersonales en comparación con las constituyéndose en un componente
mujeres. explicativo del deseo. Su presencia, por
tanto, contribuye a un mayor deseo sexual
Los contenidos más comunes de las (Zubeidat, Ortega, & Sierra, 2004; Santos-
fantasías de hombres y mujeres parecen Iglesias, Calvillo, & Sierra, 2013). Otros
estar relacionados con estrategias estudios ofrecen evidencias de que las
adaptativas. Probablemente, debido a los fantasías desempeñan una función
mayores costes de la reproducción, las estimuladora de comportamientos sexuales
mujeres a menudo son más exigentes en su (Diéguez et al., 2002), actuando como un
elección de pareja y menos interesadas en el elemento inductor y potenciador de la
sexo fuera de un contexto romántico o de excitación sexual, tanto en hombres (Smith &
relación (Buss & Schmitt, 1993). Asimismo, Over, 1987) como en mujeres (Meuwissen &
los roles sexuales tradicionales de hombres Over, 1991). Por su parte, Lentz y Zeiss
y mujeres son diferentes. Así, mientras en (1983) señalan que las mujeres que
los hombres tener un papel dominante se ha experimentan un mayor número de fantasías
entendido como señal de fuerza y de valor eróticas durante la masturbación, alcanzan
potencial para el apareamiento (Pawlowski, más orgasmos durante sus relaciones
Atwal, & Dunbar, 2008), en las mujeres sus sexuales. Esta relación entre fantasías
pensamientos pasivos y de sumisión se han sexuales y obtención de orgasmos fue

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encontrada también en hombres (Wilson, pensamientos sexuales y el funcionamiento


1978). Algunos estudios han examinado la sexual es importante considerar el contenido
influencia que tienen las fantasías sexuales de los mismos.
sobre la satisfacción sexual, mostrando que
la presencia de fantasías sexuales 1.5. Conducta sexual agresiva
incrementa la misma (Covarrubias, 1997;
Davison, Bell, LaChina, Holden, & Davis, En cuanto a la conducta sexual agresiva, los
2008; Trudel, 2002), aunque la relación estudios sugieren que los individuos que
mantenida entre ambas variables no ha sido cometen agresiones sexuales a menudo
claramente identificada por otros autores, experimentan una mayor frecuencia de
observándose incluso una relación negativa fantasías sexuales desviadas que los no
en el caso de los hombres (Alfonso et al., agresores (Bartels & Gannon, 2011;
1992). Por otro lado, la ausencia de Baumgartner, et al., 2002; Dandescu &
fantasías sexuales suele estar asociada a Wolfe, 2003; Maniglio, 2010; Seto &
trastornos del deseo sexual (Nutter & Lalumière, 2010). En general, usando la
Condron, 1985; Sierra, Zubeidat, Carretero- clasificación de Wilson (1978), se obtiene
Dios, & Reina, 2003), insatisfacción (Renaud que los agresores sexuales informan tener
& Byers, 1999, 2001) y, en general, peor más fantasías sexuales de los cuatro tipos –
ajuste sexual (Renaud & Byers, 2006). En intimas, exploratorias, sadomasoquistas e
este sentido, y en el contexto de la terapia impersonales-, en comparación con quienes
sexual, resulta importante utilizar las no han perpetrado agresiones sexuales
fantasías sexuales como herramienta de (Smith, Wampler, Jones, & Reifler, 2005).
reducción de la ansiedad y para la mejora de
la vida sexual (Sierra & Buela-Casal, 2001). 1.6. Experiencias de victimización sexual

Son escasos los estudios que han Las personas que han sufrido algún tipo de
examinado la relación entre los subtipos abuso sexual informan, por lo general, de
específicos de las fantasías sexuales según una alta frecuencia de pensamientos
su contenido y el funcionamiento sexual. Los sexuales no deseados e intrusivos (Maltz,
escasos datos que existen indican que 2012). Diversos estudios realizados en
fantasear con la pareja, en comparación a mujeres han revelado que aquellas que han
fantasear con otra persona diferente, se sido víctimas de abusos sexuales informan
asocia con mayores niveles de excitación de fantasías sexuales acerca de ser forzadas
sexual subjetiva (Carvalho, Quinta-Gomes, & o ser sumisas sexualmente. Asimismo,
Nobre, 2013). De forma más concreta, las experimentan con mayor frecuencia
fantasías sexuales íntimas fueron asociadas fantasías violentas y aberrantes, y otros
positivamente con el deseo sexual diádico, pensamientos sexuales no deseados, tales
pero no con el deseo solitario, las como recuerdos asociados con el trauma o
exploratorias con el deseo sexual solitario y reminiscencia de su abuso (Briére,
diádico, y las fantasías impersonales con el Smiljanich, & Henschel, 1994; Gold, Balzano,
deseo solitario (Santos-Iglesias, Calvillo, & & Stamey, 1991; Knight & Sims-Knight,
Sierra, 2013). Por su parte, Zubeidat et al. 2005; Shulman & Home, 2006). En varones,
(2004) informaron que las fantasías apenas existen estudios sobre la relación
sadomasoquistas se relacionaban con un entre las experiencias de victimización
menor deseo sexual en los varones, pero no sexual y las fantasías sexuales. Los estudios
en las mujeres. Por último, Trudel (2002) realizados indican un amplio repertorio de
encontró que los pensamientos extradiádicos fantasías en quienes fueron abusados,
estaban relacionados con menor satisfacción destacando las relacionadas con temática
sexual. En general, estos estudios sugieren homosexual (Bramblett & Darling, 1997).
que, para entender la asociación entre

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Fantasías y pensamientos sexuales: Revisión conceptual y relación con la salud sexual

2. Pensamientos sexuales positivos y negativos Considerando estos antecedentes que


analizan, aunque no fusionan en un mismo
2. 1. Definición y evaluación constructo, los pensamientos con contenido
sexual y el afecto que les acompañan, se
Antes de abordar el concepto de introduce el constructo de pensamiento
pensamiento sexual, es interesante reseñar sexual. Renaud y Byers (1999) acuñaron el
estudios previos que permiten comprender término “sexual cognition”, en castellano
mejor el recorrido conceptual existente entre “pensamiento sexual”, distinguiendo entre
los términos “fantasía sexual” y pensamiento sexual positivo (PSP) y
“pensamiento sexual”. En este sentido, se pensamiento sexual negativo (PSN). En
destaca un amplio número de estudios que tanto que el PSP es experimentado como
han examinado cómo la respuesta emocional aceptable, placentero y egosintónico, el PSN
que hombres y mujeres experimentan ante aludiría a un tipo de pensamiento
estímulos sexuales -en concreto, inaceptable, desagradable y egodistónico.
pensamientos con contenido sexual- puede En resumen, los PSP se caracterizan por el
alterar diversos aspectos de la respuesta afecto positivo, mientras que los PSN se
sexual (Desvarieux et al., & Sierra, 2005; caracterizan por el afecto negativo. Los PSP
Santos-Iglesias, Sierra, & Vallejo-Medina, incluyen tanto los pensamientos que las
2013; Sierra et al., 2014). Es decir, personas tienen de manera voluntaria para
experimentar un afecto positivo hacia las favorecer la excitación sexual como los que
fantasías o pensamientos sexuales se asocia surgen de manera espontánea en la mente.
con efectos positivos, en tanto que el afecto Los PSP son pensamientos que se
negativo implica efectos negativos (Carvalho experimentan de modo aceptable y
et al., 2013). Por ejemplo, Koukounas y agradable. Por el contrario, los PSN son
McCabe (2001) encontraron que los pensamientos que las personas no desean
hombres que experimentan fantasías tener, no quisieran decir o hacer. Son el tipo
sexuales con afecto positivo informan de de pensamiento que ninguna persona espera
mayor excitación sexual subjetiva. Del tener porque no forman parte de su
mismo modo, Rellini y Meston (2007) cotidianeidad o hábito. De modo que estos
mostraron que las mujeres que experimentan pensamientos son inaceptables, molestos y
un mayor afecto sexual positivo mientras desagradables. Sin embargo, debido a que
describen sus fantasías sexuales tenían tienen contenido sexual, pueden provocar
niveles más altos de deseo sexual; por su excitación sexual a pesar de que resulten
parte, Sierra et al. (2014) demuestran que la inaceptables, desagradables y molestos.
actitud favorable hacia las fantasías sexuales Tanto los PSP como los PSN se pueden
constituye un buen predictor del experimentar durante la masturbación, la
funcionamiento sexual en mujeres mayores. actividad sexual con una pareja, y durante
Por el contrario, se ha demostrado que los actividades no sexuales. Además, Renaud y
pensamientos sexuales asociados con afecto Byers (2001) encontraron que en
negativo se relacionan con más dificultades y comparación con los PSN, los PSP se
disfunciones sexuales, tales como problemas asociaron con más afecto positivo, menos
de bajo deseo, de excitación sexual, así afecto negativo, mayor excitación subjetiva
como estar menos satisfechos sexualmente tanto fisiológica como sexual, y con menor
(Carvalho & Nobre, 2011; Nobre & Pinto- malestar estomacal. También encontraron
Gouveia, 2006; Spiering, Everaerd, & Laan, que los PSP son experimentados en mayor
2004). Estos resultados ponen de relieve la medida como deliberados o voluntarios, en
importancia del procesamiento emocional de comparación con los PSN, y dan lugar a un
los pensamientos sexuales en el menor número de intentos por ser
funcionamiento sexual. controlados.

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Renaud y Byers (1999, 2011) 2.2. Factores asociados a su producción


desarrollaron el Sexual Cognitions Checklist
(SCC) para evaluar la frecuencia y valencia No existen datos concluyentes sobre qué
de los pensamientos sexuales. El SCC aspectos determinan la producción de
consiste en un listado de 56 pensamientos pensamientos sexuales positivos y
sexuales. Cuarenta de los ítems se negativos. No obstante, existen evidencias
extrajeron del Wilson Sex Fantasy indirectas en estudios previos en los que los
Questionnaire (WSFQ; Wilson, 1978, 1988); rasgos de personalidad parecen relacionarse
los restantes 16 ítems se tomaron del con el afecto positivo y negativo; por
Revised Obsessive Intrusives Inventory, Sex ejemplo, la extraversión y la apertura a la
Version (ROII-v2; Purdon & Clark, 1994). En experiencia suelen relacionarse más con el
una muestra de estudiantes universitarios (N afecto positivo (Evans & Rothbart, 2007), en
= 292), sus autores informan de una tanto que el neuroticismo suele asociarse
consistencia interna para la escala positiva con el afecto o la emoción negativa (Romero,
de 0,95 en hombres y mujeres, y para la Gómez-Fraguela, & Villar, 2012). Renaud y
escala negativa de 0,96 en hombres y 0,95 Byers (2001) caracterizaron a los
en mujeres. Como informan Renaud y Byers pensamientos sexuales negativos como de
(2001), respecto de la validez del naturaleza generalmente intrusiva. En este
instrumento, los pensamientos sexuales sentido, resulta relevante la consideración de
positivos, a diferencia de los negativos, están rasgos de personalidad obsesivos que
relacionados con un mayor afecto positivo, pudieran dar lugar a la creación de este tipo
mayor frecuencia de excitación sexual, así de pensamientos. Aunque variables como el
como un mejor ajuste sexual, mayor sexo, la edad y la religión han demostrado
frecuencia masturbatoria, mayor número de estar asociadas con las fantasías sexuales,
parejas sexuales y mayor satisfacción. Por el apenas se conoce cómo es la relación que
contrario, los pensamientos sexuales podrían mantener con los pensamientos
negativos, cuando la frecuencia de los sexuales tanto positivos como negativos.
pensamientos positivos es controlada, no
está asociada con peor ajuste sexual. Entre 2.3. Similitudes y diferencias entre hombres y
sus principales resultados se destaca que mujeres
determinados pensamientos sexuales
pueden ser positivos y negativos de forma Renaud y Byers (2001) señalan que los PSP
simultánea, siendo no solo el contenido y PSN que se experimentan con mayor
importante, sino las circunstancias en las frecuencia son similares en ambos sexos.
que ocurre el pensamiento (Renaud & Byers, Así, los PSP más comunes fueron aquellos
2001), pudiendo hablarse de la existencia de sobre intimidad, en tanto que los PSN más
un continuo entre pensamientos sexuales frecuentes estuvieron relacionados con el
positivos y pensamientos sexuales negativos sadomasoquismo. Resulta destacable que
más que de dos categorías diferenciadas posteriormente, Renaud y Byers (2005,
(Little & Byers, 2000). Asimismo, los 2006) encontraron que entre los
componentes que definen los pensamientos pensamientos sadomasoquistas, los
sexuales (aceptable / inaceptable, placentero hombres calificaron sus pensamientos de
/ no placentero, egosintónico / egodistónico) dominación más a menudo como
no son mutuamente excluyentes, de manera desagradables o negativos, y los de
que es posible experimentar un pensamiento sumisión como positivos, mientras que las
sexual como aceptable y placentero, y no por mujeres experimentaron los pensamientos
ello considerarse como correcto o adecuado de dominación como positivos y los de
(Renaud & Byers, 2001). sumisión como negativos, rompiendo así con
ideas previas sobre los roles tradicionales,

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Fantasías y pensamientos sexuales: Revisión conceptual y relación con la salud sexual

especialmente sobre las preferencias de la 2.6. Experiencias de victimización sexual


mujer por ser sumisa en sus fantasías.
Las consecuencias, secuelas o traumas de
2.4. Su papel en el funcionamiento sexual las experiencias de abuso o victimización
sexual han sido ampliamente examinadas. A
Renaud y Byers (2001) examinaron la este respecto, se destacan considerables
asociación de los PSP y PSN con el prevalencias de abuso sexual,
funcionamiento sexual. Sus resultados especialmente en mujeres, tal como indican
señalan que una mayor frecuencia de PSP los datos en muestras españolas (Pereda,
se relaciona con un mejor funcionamiento Guilera y Abad, 2014), y países
sexual, incluyendo una mayor satisfacción latinoamericanos como Guatemala (Agustí,
sexual. Sin embargo, contrariamente a sus Sabidó, Guzman, Pedroz y Casabona, 2012)
hipótesis, encontraron que los hombres con o Puerto Rico (Díaz y Del Toro, 2012). Las
una mayor frecuencia de PSN informaron de fantasías de quienes sufrieron abuso suelen
realizar en mayor grado actividades de incluir reminiscencias relacionadas con la
masturbación, y estar más satisfechos experiencia traumática (Maltz, 2012). En
sexualmente. Sin embargo, la frecuencia de cuanto a los pensamientos sexuales,
los PSN en mujeres no se asoció con su Renaud y Byers (2006) analizaron la relación
funcionamiento sexual. Los autores entre las experiencias de abuso durante la
concluyeron que la frecuencia global de PSP infancia y la adultez con los pensamientos
y PSN no produce invariablemente una sexuales relacionados con la sumisión (“Ser
respuesta positiva y negativa. Finalmente, forzado a hacer algo sexual”) y la
sugieren que desde un enfoque dominación sexual (“Forzar a alguien a hacer
multidimensional en el que se considerase el algo sexual”). Entre sus resultados se
contenido de los pensamientos sexuales se destaca que las experiencias de abuso en la
reflejaría mejor la relación de los PSP y PSN infancia se asociaron con tener más
con aspectos sexuales. pensamientos de sumisión y dominación
como PSP, en hombres y mujeres. Por otro
2.5. Conducta sexual agresiva lado, quienes experimentaron abuso durante
la adultez informaron de mayor frecuencia de
Conocer las fantasías y pensamientos pensamientos de sumisión, tanto como PSP
sexuales de individuos que perpetran algún como PSN. Los autores señalan que los
tipo de agresión sexual ha sido de especial pensamientos sexuales positivos de
interés, debido a la prevalencia de este sumisión podrían interpretarse como el
fenómeno. En concreto, en países como establecimiento de un condicionamiento
España, Brasil o Chile se reportan casos de entre la sumisión y la excitación sexual.
agresión sexual que oscilan entre el 5% y el
7,5% (Baltieri y Andrade, 2008; Jiménez, CONCLUSIONES
2009; Pérez, Martínez, Luque & Redondo,
2010). En cuanto a los pensamientos Se puede plantear una una serie de
sexuales y su relación con la conducta conclusiones derivadas de la revisión llevada
sexual agresiva, Renaud y Byers (2005) a cabo. En primer lugar, se aprecia que el
señalaron que los PSP de dominación sexual término pensamiento sexual es más global y
están asociados con comportamientos amplio que el de fantasía sexual, ya que éste
sexuales coercitivos, mientras que los PSN permite distinguir entre pensamientos
de dominación no están asociados con sexuales positivos y/o negativos,
ninguna de estas conductas. considerando así el afecto con que se
experimentan los pensamientos de tipo
sexual. Si bien, la fantasía sexual es
generalmente referida a pensamientos

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eróticos que tienen una connotación sexuales, ya que aunque estudios previos de
agradable o positiva. Por otro lado, el Sexual fantasías coinciden en señalar que los
Cognitions Checklist (Renaud & Byers, 1999, contenidos más comunes en varones y
2011) es un instrumento que permite evaluar mujeres son diferentes y parecen coincidir
la frecuencia de los pensamientos sexuales con los roles tradicionales de género (e.g.,
positivos y negativos. Sus autores sólo mayor iniciativa y dominio sexual en el varón
informan de los valores alfa de Cronbach y roles pasivos en mujeres), se desconocía
globales para la escala de pensamientos que éstos son vividos de modo negativo para
sexuales positivos y para la de pensamientos cada sexo al realizar comparaciones por
sexuales negativos. En tercer lugar se da sexo. Por otro lado, la vertiente que en
cuenta de una serie de estudios que mayor medida pone en relación las fantasías
muestran cómo algunos factores tales como sexuales con la salud sexual, considerando
los rasgos de personalidad o variables de sus implicaciones, es la que muestra que las
tipo sociodemográfico tienen relación con las fantasías sexuales parecen asociarse con un
fantasías sexuales. Si bien, es necesario mejor funcionamiento sexual. En cuanto a
indicar que en cuanto a los pensamientos los pensamientos sexuales positivos y
sexuales, y concretamente en los que se negativos, Renaud y Byers (2001)
experimentan de modo desagradable y relacionaron su frecuencia global con
negativo, se desconocen los factores que algunos aspectos de la respuesta y el
influyen en su presencia. Otra extensa línea funcionamiento sexual como el caso de la
de investigación refleja que existen satisfacción sexual. En concreto,
diferencias en la frecuencia y contenido de experimentar de modo general más
las fantasías sexuales entre hombres y pensamientos sexuales positivos, al controlar
mujeres. En este sentido, se destaca de el efecto de los negativos, está asociado con
manera consistente una mayor frecuencia de mayor satisfacción sexual, en tanto que los
contenidos de dominación sexual en pensamientos sexuales negativos, al
varones, en comparación con las mujeres, controlar el efecto de los positivos, no están
quienes suelen informar de mayor frecuencia asociados con la satisfacción. En esta misma
de fantasías de sumisión sexual. Si bien en vertiente de salud sexual, se observan de
ambos sexos los pensamientos más modo especial las manifestaciones sexuales
comunes en distintos países son los de tipo en muestras como agresores o delincuentes
íntimo, tal como se ha demostrado en sexuales. En líneas generales, los agresores
Estados Unidos (Hicks y Leitenberg, 2001) sexuales, tienden a presentar una mayor
España (Diéguez, et al., 2002) o en países frecuencia de fantasías desviadas en
latinoamericanos (León y Puga, 1997; Moral comparación con los no agresores. Estas
de la Rubia, 2010). A través del estudio de suelen actuar como elemento facilitador de la
los pensamientos sexuales se puede conducta sexual agresiva, -aspecto
conocer el afecto que acompaña a estos especialmente analizado en varones-. A sus
pensamientos. Así, se demostró por ejemplo fantasías sexuales probablemente subyace
que estudiantes varones canadienses tenían su deseo de poder. El estudio de los
una mayor frecuencia de pensamientos de pensamientos sexuales señala que los
dominación sexual vividos de forma negativa varones que agreden sexualmente informan
y pensamientos de sumisión sexual de modo de mayor frecuencia de pensamientos de
positivo, en tanto que las mujeres dominación, vividos estos de modo
experimentaban sus pensamientos de agradable y placentero. En este sentido, al
dominación sexual de modo positivo y sus no experimentar los agresores sexuales una
pensamientos de sumisión sexual de modo mayor frecuencia de pensamientos
negativo (Renaud & Byers, 2005, 2006). En negativos, se puede considerar de modo
este sentido resulta necesario distinguir el más claro que los pensamientos agradables
afecto específico de los pensamientos podrían ser importantes en que un

REVISTA PUERTORRIQUEÑA DE PSICOLOGÍA | V. 25 | No. 2 | JULIO - DICIEMBRE | 2014 386


Fantasías y pensamientos sexuales: Revisión conceptual y relación con la salud sexual

determinado contenido resulte excitante, a ciertos rasgos de personalidad y variables de


diferencia de los pensamientos sexuales tipo sociodemográfico influyen en que los
negativos. Finalmente, las fantasías pensamientos sexuales se experimenten de
sexuales tienen una especial presencia en modo positivo y/o negativo, especialmente
víctimas de abuso. A este respecto se estos últimos, ya que su conocimiento
encuentra que las víctimas de abuso sexual - permitirá orientar mejor la intervención
generalmente se ha evaluado a mujeres- terapéutica en pacientes con problemas
suelen informar de fantasías sexuales sexuales. Asimismo, hasta la fecha el
relacionadas con reminiscencias de la estudio de las similitudes y diferencias en
experiencia de abuso, así como de contenido pensamientos sexuales se centró en
de sumisión sexual. En ocasiones, como se estudiantes universitarios. Como señalan
observa en muestras de estudiantes autores como Arnett (2008), este aspecto
universitarios de México, quienes sufrieron probablemente lleve a conclusiones
abuso también informan tener más fantasías sesgadas, además de limitar la
relacionadas con la promiscuidad o el generalización y representatividad de los
sadomasoquismo (Moral de la Rubia, 2010). datos. Por ello, futuros estudios deberían
Desde el estudio de los pensamientos utilizar muestras de la población general.
sexuales, parece ser que los pensamientos Basándonos en los estudios realizados por
de sumisión que caracterizan a quienes Renaud y Byers (2001), sólo se relacionó la
fueron abusados suelen tener una frecuencia global de los pensamientos
connotación positiva, especialmente cuando sexuales con algunos aspectos del
la experiencia de abuso se sufrió en la funcionamiento sexual, en concreto con la
infancia. Si el abuso se sufrió en la adultez satisfacción sexual. No existen por tanto
los pensamientos de sumisión suelen ser estudios que relacionen los pensamientos
frecuentes entre las víctimas, adquiriendo sexuales positivos y negativos, así como su
una connotación positiva y negativa. En este contenido específico, con otros aspectos del
sentido sería necesario aclarar si funcionamiento sexual tales como el deseo o
determinados pensamientos, al la excitación sexual. En relación a la
experimentarse de modo positivo han podido presencia de pensamientos sexuales en
ser erotizados, o si éstos generan agresores, en el estudio de Renaud y Byers
sentimientos desagradables, considerando (2005), únicamente se analizaron los
además el momento en que éstos fueron pensamientos de dominación y sumisión
sufridos. sexual. En este sentido, se desconoce si otro
tipo de contenidos en los pensamientos
Teniendo en cuenta esta revisión, se sexuales podrían propiciar conductas
aprecian algunas limitaciones en el estudio sexuales agresivas. Finalmente, y también
de los pensamientos sexuales positivos y derivado de un estudio posterior de Renaud
negativos. En primer lugar, dado que no se y Byers (2006), estos autores sólo analizaron
ha examinado la estructura factorial de la los pensamientos sexuales de dominación y
versión original del SCC, no es posible sumisión en víctimas de abusos sexuales y
distinguir el contenido específico de los ítems evaluaron la relación entre las experiencias
según dimensiones. Renaud y Byers (1999) de abuso durante la infancia y durante la
consideraron la frecuencia global de PSP y adolescencia/adultez de modo
de PSN o el contenido específico de cada independiente. Sin embargo, no se tuvo en
uno de los 56 ítems. Por ello, sería cuenta si se habían sufrido ambos tipos de
recomendable que el SCC distinguiese no victimización ni la severidad del tipo de
sólo el afecto de los pensamientos sexuales, abuso, siendo variables relevantes en
sino también su contenido específico, de estudios previos de fantasías desviadas
forma válida y fiable. Por otro lado, resulta (Looman & Marshall, 2001).
relevante y necesario conocer de qué modo

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NIEVES MOYANO • JUAN CARLOS SIERRA

La superación de estas limitaciones REFERENCIAS


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Asimismo se permitirá guiar mejor la de atención integral a víctimas de
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