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Impacto de la virtualidad en tiempos de pandemia

La virtualidad ha traído grandes cambios para la educación, debido a la pandemia


del COVID-19, el mayor cambio es que esta educación está agarrada cien por ciento por la
tecnología, y para muchos docentes y estudiantes es algo totalmente nuevo. Lo que llevó
a que el profesorado y el alumnado tengan una elevada presión, tanto en su trabajo como
en la adaptación al nuevo escenario. Además, la transición a esta docencia online ha sido
abrupta, desconociendo los largos procesos de formación, de rediseño de asignaturas y de
infraestructuras que soporten la demanda de la tele-enseñanza (González-Calvo, Barba-
Martín, Bores-García, GallegoLema, 2020).

Como se mencionó anteriormente, los docentes y estudiantes han tenido un gran


cambio, ya que con esta nueva metodología también ha incrementado las horas de
trabajo, incluso los padres se han quejado por la alta carga de trabajo de sus hijos y el
hecho de que se pase más de 8 horas sentados en frente de una pantalla conlleva a que el
profesorado y el alumnado sufran de cefalea, sedentarismo, problemas posturales.

Por otra parte, hay estudiantes de zonas rurales o escasos recursos que no han
podido estar al día con el modelo de enseñanza virtual debido a que en sus hogares no
cuentan con acceso a internet (Carla Silva, Ramos Silva y Montanari, 2020). También se ha
tenido inconvenientes incluso cuando las familias solo cuentan con un computador y en
los hogares hay varios estudiantes, lo que hace imposible que todos cumplan con sus
compromisos académicos (Aquino et al., 2020; Correa Filho & Segall-Corrêa, 2020).

En esta situación educativa de virtualidad, además de forzar a los docentes que se


capaciten en el uso de herramientas tecnológicas y mejorar en el proceso de enseñanza,
hizo que, el docente debe ser soporte, promotor de la resiliencia, guía en lo académico,
animador, asesor emocional (Villafuerte et al., 2020).
Otro cambio importante, es que las clases dejaron de ser una lista de temas,
talleres y exámenes, como tradicionalmente se venían realizando y se convirtió en ideas y
actividades encaminadas a dejar mensajes duraderos a los estudiantes. Además, se
encontró que en las clases virtuales hay mucha más participación de los estudiantes que
en una clase tradicional. Y contando que los estudiantes de ahora son nativos digitales, se
esmeran por realizar presentaciones innovadoras y creativas. Los docentes han
encontrado también un sinnúmero de aplicaciones donde los estudiantes tienen la
posibilidad de aprender mediante juegos. Estas herramientas han sido de gran ayuda
tanto para el profesorado como para el alumnado al momento de memorizar los
conceptos. Luego, el uso de la tecnología como proceso de enseñanza trae una nueva
relación entre docentes y estudiantes, donde los primeros se convierten en constructores
y encargados de ambientes de aprendizaje, en tanto que los estudiantes asumen un papel
activo en la construcción de su aprendizaje individual y colectivo. (Rodríguez et al., 2014)

A su vez, se evidencia la manera en que ha cambiado la forma de evaluar, ahora las


evaluaciones se hacen sobre solución de problemas, lectura crítica, escritos,
investigaciones o talleres. Por lo tanto, este sistema requiere buscar nuevas formas en que
el estudiante aprenda haciendo, no repitiendo, buscando cada vez que sean más creativos
y críticos. Teniendo presente el aprendizaje basado en problemas, el cual el estudiante
adquiere conocimientos y habilidades de situaciones de la vida real, donde aprenden a
aprender (JONES, 2006).

Por último, la pandemia se presenta entonces como una oportunidad de


reflexionar, junto con los estudiantes, acerca de nuestro rol en tiempo de crisis como
personas, como ciudadanos y como profesionales (Millán, Heresi, Díaz, Weisstaub y
Vargas, 2020). También, nos enseña a adaptarnos a los cambios y a las adversidades y nos
muestra los profundos cambios que requieren los programas de formación y las
competencias que demandan los profesionales del futuro.
Bibliografía

Calvo, S. T., Cervi, L., Tusa, F., & Parola, A. (2020). Educación en tiempos de pandemia:
reflexiones de alumnos y profesores sobre la enseñanza virtual universitaria en España,
Italia y Ecuador. Revista Latina de Comunicación Social, (78), 1-21.

Jattin, F. G. M., Pájaro, L. Q., & Periñán, M. Á. C. (2020). La pandemia: virtualidad en la


educación. Revista Ciencias Biomédicas, 9(2), 147-150.

Rodríguez, N. J. R., Torres, M. R. M., & Ferrer, L. G. (2014). Influencia de las Tecnologías de
Información y Comunicación en los roles e interrelaciones entre estudiantes y docentes en
programas presenciales de educación superior. Hallazgos, 11(22).
Las medias son iguales
Las medias son diferentes

las medias son diferentes

las medias son diferentes


Para el desarrollo del trabajo se analizó si hay diferencia entre los
promedios de las pruebas saber 11 del año 2020 con los años anteriores.
Para comparar las medias de los años se realizó una prueba T para muestras
independientes en SPSS, arrojando los siguientes resultados; en la imagen 1,
se observa que el promedio de los estudiantes en el año 2020 mantiene el
mismo resultado en las pruebas del año 2019. De igual forma, se evidencia
que, en los años 2018, 2017 no hay diferencia en los promedios a pesar de
que el año 2020 en su gran mayoría la enseñanza fue virtual, los estudiantes
no bajaron el rendimiento en las pruebas saber 11. También se puede
concluir que la educación ha avanzado con el tiempo ya que no es la misma
de hace 5 años, como se ve en la imagen 4, 5 y 6 que, si hay diferencia en los
promedios del año 2020 con los años 2016, 2015, 2014.

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