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“El alma que pecare, esa morirá . El hijo no llevará la iniquidad del padre, ni el
padre llevará la iniquidad del hijo; la justicia del justo será sobre él, y la
iniquidad de los impíos será sobre él ".
Note que el texto dice “el alma (individuo) que peca, morirá …” entendemos
que este “morir” es una referencia a la muerte o pérdida eterna. Es sinó nimo
del que perece en Juan 3:16. Los hijos no son culpados por los pecados de sus
padres ni viceversa. Sin embargo, algunos pueden mirar este texto y recordar
un segmento del segundo mandamiento que dice lo siguiente, con respecto a
la prohibició n de adorar imá genes esculpidas:
"No te inclinará s ante ellos, ni les servirá s; porque yo, el Señ or tu Dios, soy un
Dios celoso, que visito la iniquidad de los padres sobre los hijos hasta la
tercera y cuarta generació n de los que me aborrecen ..." (É xodo 20 : 5)
Ahora bien, si bien este texto parece indicar que Dios visita o "juzga"
contextualmente a los niñ os por los pecados que cometió su antepasado, es
exactamente lo contrario. Una comprensió n de la historia de los israelitas y los
cananeos nos da nuestra respuesta. Lo que Dios realmente está tratando de
describir en esta secció n del segundo mandamiento es, no que É l juzga a las
generaciones presentes por los pecados de las generaciones pasadas, sino que
É l juzga a las generaciones presentes en relació n con los pecados de sus
antepasados, porque ellos [el presente generació n] continuó cometiendo o
practicando esos mismos pecados. Debido a que durante un período de
tiempo de 400 añ os, los descendientes cananeos perpetuaron las
abominaciones de las generaciones anteriores, Dios los juzgó y se cerró su
período de prueba para arrepentirse.
“Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre [ADÁ N], y por el
pecado la muerte; y así la muerte pasó a todos los hombres ... "
Ahora, algunos podrían decir: "Mire ... el texto muestra que la muerte reinó
sobre todos los hombres, debido a la transgresió n de Adá n". Si bien al
principio se ve así, es por eso que el versículo 12 es importante. En este
versículo se revelan dos cosas.
El versículo 18 es otro versículo que se usa comú nmente para propagar la idea
de que el juicio viene sobre todos debido a la transgresió n de Adá n. El verso
dice:
“Por tanto, como por la transgresió n de uno vino la condenació n a todos los
hombres; así también por la justicia de uno vino a todos los hombres la
justificació n de vida ”.
Observe que en la Biblia King James, las palabras “vino el juicio” y “vino la
dá diva”, está n ambas en cursiva, lo que significa que fueron suministradas.
Cuando se lee el versículo sin estas frases, se conecta y concuerda fá cilmente
con el contexto en el que está bamos leyendo el versículo 18. El versículo 18 se
leería entonces:
“Por tanto, como por la ofensa de uno… sobre todos los hombres para
condenació n; así por la justicia de uno ... sobre todos los hombres para
justificació n de vida ".
Algunos también mirará n la ú ltima parte del versículo 18 y afirmará n que por
la vida justa de Cristo todos son justificados, porque dice "así por la justicia de
uno (Jesú s) ... sobre todos los hombres para la justificació n de vida". Pero
leemos quién es el "todos", quién recibe la justificació n o justicia que lleva a la
vida, específicamente en el versículo 17. Donde dice
Por lo tanto, quienes son “todos” los condenados, son particularmente los que
eligieron el pecado y siguieron el ejemplo de Adá n. Quienes son “todos” que
son justificados para vida, nada menos que aquellos que eligieron recibir la
justicia de Cristo, que resulta en vida eterna. Sin duda, al recibir la justicia de
Jesú s, también recibimos el poder de seguir Su ejemplo.
Por lo tanto, mediante este aná lisis contextual, entendemos lo que significa el
versículo 19 cuando dice:
“Los seres humanos se han degenerado. Caen uno tras otro bajo la maldició n,
porque el pecado ha entrado en el mundo, y la muerte por el pecado. . . .
PODEMOS ELEGIR el camino y la vida de Dios; PODEMOS ELEGIR nuestro
propio camino, y saber [la idea que se describe aquí es saber 'por experiencia'
como Adá n] que el pecado ha entrado en el mundo y la muerte por el pecado ”.
[Signs of the Times, 27 de junio de 1900]
La idea que se comunica en estos versículos es que hay una secuencia que
sucede y que conduce al pecado. Todos se enfrentan a la tentació n, cuando el
individuo es atraído por su propia lujuria y seducido, pero note que esto no se
llama pecado. En otras palabras, la tentació n no es pecado. Este punto se
revela aú n má s en Hebreos 4:15, cuando se habla de Jesú s como nuestro sumo
sacerdote. Allí aprendemos acerca de nuestro gran Salvador que “… no
tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras
debilidades; pero fui tentado en todo como nosotros, PERO SIN PECADO ”.
Jesú s fue tentado, pero no pecó , lo que significa que la tentació n no es pecado.
También es importante señ alar que incluso esa "voluntad o libertad de elegir"
no puede ser forzada. El diablo no puede obligarnos a pecar, ni heredamos el
pecado de Adá n sin una opció n en el asunto. Sin embargo, hay ocasiones en las
que se utilizan ciertas declaraciones de Elena de White para comunicar una
idea que es totalmente contraria a esto. Por ejemplo, las dos siguientes
declaraciones parecen dar la idea de que los hombres nacen pecadores, que el
pecado de Adá n ha sido heredado por su posteridad. Dice lo siguiente:
“La caída de Adá n en el jardín del Edén hizo que todos pecaran; pero en el
huerto de Getsemaní, Cristo bebió la amarga copa del sufrimiento y la muerte,
y todo aquel que en él cree, no se pierda, sino que tenga vida eterna ”. [Signs of
the Times, 13 de junio de 1900]
Sin embargo, recuerde que de acuerdo con Romanos 5:12 y Ezequiel 18:20,
vimos que la razó n de esto se debió al hecho de que todos los hombres
eligieron seguir el ejemplo de Adá n. No solo eso, sino que debemos tomar
estas declaraciones inspiradas y unirlas a las muchas otras declaraciones que
está n conectadas con este mismo tema, para que podamos tener una imagen
má s completa. Tales declaraciones SON:
“Sataná s sabe que no puede vencer al hombre a menos que pueda controlar su
voluntad. Puede hacer esto engañ ando al hombre para que coopere con él en
transgredir las leyes de la naturaleza al comer y beber, lo cual es transgresió n
de la ley de Dios ”. [Templanza, pá g. dieciséis]
"Aunque el pecado era la cosa terrible que había abierto las compuertas del ay
sobre el mundo, É l (Cristo) se convertiría en la propiciació n de una raza que
había DESEADO pecar". [Desde el corazó n, pá g. 253]
Por lo tanto, nadie fue forzado a heredar el pecado o la culpa de Adá n por
nacimiento, ni un solo humano, es forzado a pecar contra Dios, ni siquiera por
el enemigo de las almas. Má s bien, vemos que somos pecadores, por elecció n.
¡¡¡OH EL AMOR DE JESÚ S, QUE VINO AL MUNDO, A MORIR POR UNA
CARRERA, QUE QUIERA PECAR !!!
Definiciones
"Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; porque el pecado es
infracció n de la ley".
"Y el que duda, si come, es condenado, porque no come por fe; porque todo lo
que no es por fe, es pecado".
Sin embargo, este texto se vuelve má s claro cuando se conecta con Hebreos
11: 6. Allí, la Biblia dice que "sin fe es imposible agradarle [a Dios]". Es cuando
uno posee fe en la palabra de Dios, que es la extrapolació n adicional de su ley,
que podemos obedecer y agradar a Dios. Sin embargo, si falta el ingrediente de
la fe en Dios y sus mandamientos… entonces nos falta el ú nico poder
disponible para resistir la tentació n. Como nos dice 1 Juan 5: 4:
"Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que
vence al mundo, nuestra fe".
Por lo tanto, 1 Juan 3: 4 y Romanos 14:23 dicen lo mismo ... incluso que el
pecado [la decisió n voluntaria de violar los principios de Dios] sucede, donde
falta el ingrediente de la fe.
Ahora que hemos definido el pecado como una decisió n voluntaria, un acto
que primero ocurre en el corazó n, debemos ver otro factor crucial, ya que se
refiere a lo que juega el diablo, en un esfuerzo por inducirnos a caer en el
pecado, a saber, el pecado. naturaleza. Como hemos visto hasta ahora, no
hemos heredado el pecado o la culpa de Adá n. Sin embargo, el pecado de Adá n
dejó a su posteridad con una predisposició n al pecado, una inclinació n hacia el
mal. A esto se refiere la Biblia cuando usa los términos "yo" y "carne".
Cuando Jesú s le dijo a Nicodemo “Lo que es nacido de la carne, carne es…” É l
bá sicamente estaba ayudando a Nicodemo a ver la realidad de que el primer
nacimiento, fue uno en el que hombres, mujeres y niñ os tienden a seguir la
carne, también conocido como la naturaleza pecaminosa. De ahí la necesidad
de nacer de nuevo. Porque en el nuevo nacimiento, en lugar de seguir nuestra
naturaleza pecaminosa, por el poder del Espíritu, seguimos la naturaleza
divina. Dos nacimientos, dos naturalezas distintas. Uno nos atrae a la maldad,
el otro nos atrae a la justicia. El libro Educació n lo expresa de esta manera:
Ahora, algunos pueden decir, entonces, ¿qué pasa con el Salmo 51: 5 y el
Salmo 58: 3? Cuando David declara en el Salmo 51: 5 “He aquí, en maldad fui
formado; y en pecado me concibió mi madre ”, debemos tener en cuenta que
no hay en ninguna parte del texto que haya nacido pecador, má s bien
asumimos que esto es lo que significa. Sin embargo, al comparar Escritura con
Escritura y testimonio con testimonio, hemos visto lo contrario. Lo que el
texto realmente está señ alando es el contexto en el que nació David, incluso
un mundo pecaminoso. El texto se refiere má s al entorno que rodea a David
que a su condició n.
El Salmo 58: 3 dice: "Los impíos se apartaron desde el vientre; se extraviaron
desde que nacieron, hablando mentiras". Note que el texto dice "LOS MALOS",
y no toda la humanidad. Observe por qué se extravían:
“A los niñ os se les deja crecer en lugar de ser entrenados. Se cree que los
pobres niñ itos no conocen ni comprenden una correcció n a los diez o doce
meses de edad, y EMPIEZAN a mostrar terquedad desde muy pequeñ os.
[Review and Herald, 28 de marzo de 1893]
“Tiemblo especialmente por las madres, ya que las veo tan ciegas y sintiendo
tan poco las responsabilidades que recaen sobre una madre. Ven a Sataná s
obrando en el niñ o obstinado de incluso unos pocos meses de edad. Lleno de
una pasió n rencorosa, Sataná s parece estar tomando plena posesió n.
[Orientació n infantil, pá g. 289]
“Es inevitable que los niñ os sufran las consecuencias de las malas acciones de
los padres, pero no son castigados por la culpa de los padres, excepto cuando
participan en sus pecados. Sin embargo, suele ocurrir que los niñ os sigan los
pasos de sus padres ". [Patriarcas y profetas, pá g. 306]
Pero observe en la declaració n dos cosas "pero ellos [refiriéndose a los hijos]
no son castigados por la culpa de los padres, excepto cuando PARTICIPAN en
sus pecados". Entonces, la noció n de que el niñ o hereda la culpa de los padres
o incluso es castigado por ello, se tira por la ventana. En segundo lugar, la
declaració n establece que "es inevitable que los niñ os sufran las
consecuencias de las malas acciones de los padres". Observe que los niñ os
sufren las CONSECUENCIAS de las malas acciones de los padres. Entonces, hay
una transmisió n de las consecuencias del pecado, pero en ninguna parte la
declaració n dice que hay una transmisió n del PECADO MISMO.
CONCLUSIÓN
A la luz de todo lo que hemos visto hasta ahora, ¿qué podemos concluir?
Al participar del poder del Hijo de Dios, podemos seguir el ejemplo de Su vida
santa. Que recordemos esta declaració n al cerrar:
"Como vemos la condició n de la humanidad hoy, surge la pregunta en la mente
de algunos," ¿Es el hombre por naturaleza total y totalmente depravado? "
¿Está irremediablemente arruinado? No, no es. El Señ or Jesú s dejó las cortes
reales y, tomando nuestra naturaleza humana, vivió una vida como la que
todos pueden vivir en la humanidad, siguiendo Su ejemplo. Podemos
perfeccionar una vida en este mundo que es un ejemplo de justicia, y vencer
como Cristo nos ha dado un ejemplo en Su vida, revelando que la humanidad
puede conquistar como É l, el gran Modelo conquistó ". [Manuscript Releases,
vol. 9, pá g. 238]