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Portada

INSTITUTO UNIVERSITARIO NACIONAL DE DERECHOS


HUMANOS MADRES DE PLAZA DE MAYO

“Del Sujeto al Grupo a lo Comunitario”


“Abordajes integrales comunitarios en las adolescencias que transitan consumos de sustancias
psicoactivas en dispositivos territoriales de la SEDRONAR en el municipio de Quilmes de la
Provincia de Buenos Aires (2018-2019)”

Andrés Magnano
Autor

Equipo de Cátedra

Tesina presentada para cumplir con los requisitos finales para la obtención del título de
Licenciado en Trabajo Social

2020
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Resumen
“Del Sujeto al Grupo a lo Comunitario”

Fundamentos y análisis de la importancia de los aportes del Trabajo Social en los abordajes
integrales comunitarios, en contextos de vulnerabilidad social en las adolescencias que estén
transitando consumos de sustancias psicoactivas, entre los años 2018 y 2019

En la siguiente elaboración, enmarcada dentro del Trabajo Final de la Licenciatura en


Trabajo Social, desarrollaré y analizaré distintos contenidos en relación con los paradigmas
vigentes en el abordaje de los consumos de sustancias psicoactivas (CSPA), la convivencia
entre ellos, la concepción que se tiene de las adolescencias y la importancia del trabajo social
(TS) con sus formas de intervenir sobre esta temática y población. Asimismo se desarrollará la
importancia en los procesos de restitución y promoción de derechos en los equipos que
integran los Dispositivos Integrales de Abordajes Territoriales (DIAT) y las Experiencias de
Tratamiento Comunitario (TC), que integraron la Dirección Nacional de Abordaje Estratégico
(DNAE) dependiente de la Secretaria de Políticas integrales sobre Drogas de la Nación
Argentina (SEDRONAR). Estos se encuentran situados en diversas provincias de la Argentina,
si bien para realizar este trabajo se prioriza los dispositivos y experiencias que funcionaron en
la localidad bonaerense de Quilmes.
3

Índice
Portada.................................................................................................................................... I
Resumen.................................................................................................................................. II
Índice...................................................................................................................................... III
Agradecimientos................................................................................................................... IV
Introducción............................................................................................................................ 1
Breve reseña de estudios sobre el tema seleccionado.......................................................4
Capítulo I. Marco Teórico....................................................................................................... 6
I.I Modos de consumo y clasificaciones de las sustancias psicoactivas................................6
I.II Modelos de intervención en los CSPA..............................................................................8
I.III "Adolescencias sujetas al consumo".............................................................................10
I.IV El Trabajo Social........................................................................................................... 12
Capitulo II. Desarrollo Histórico...........................................................................................13
II.I Construcción histórica del “problema” de las drogas......................................................13
II.II Relación entre la Cuestión Social y las políticas de drogas en Argentina......................18
II.III Situación del Trabajo Social en Argentina....................................................................24
II.IV Adolescencias, de incapaces a sujetos de derecho.....................................................26
Capitulo III. SEDRONAR.......................................................................................................28
III.I Cambios en la lógica de los abordajes de los CSPA (2013-2015).................................28
III.II Periodo 2016-2019, continuidades y rupturas..............................................................29
III.III Dispositivos Integrales de Abordaje Territorial (DIAT)..................................................31
III.IV Dispositivos de Tratamiento Comunitario (TC)............................................................33
Capitulo IV. El Trabajo Social en los dispositivos DIAT y TC............................................36
IV.I Intervenciones Interdisciplinarias...................................................................................36
IV.II Sujeto, grupo y comunidad en las intervenciones del TS.............................................36
IV.III Factores de Riesgo y Protección.................................................................................42
IV.IV Intervención del TS desde la diversidad en las adolescencias....................................46
Capítulo V. Presentación y Análisis de Datos.....................................................................48
V.I Estrategia metodológica.................................................................................................48
V.II Datos Cualitativos......................................................................................................... 49
V.III Datos Cuantitativos......................................................................................................62
V.IV Triangulación................................................................................................................ 70
Conclusión............................................................................................................................ 79
ANEXO 1................................................................................................................................ 86
ANEXO 2................................................................................................................................ 91
Bibliografía............................................................................................................................ 97
4

Agradecimientos
En primer lugar deseo agradecer a mi madre y padre por permitirme llegar a este
objetivo, siendo una parte fundamental del mismo, al brindarme herramientas para poder
ingresar en esta hermosa carrera. Me dieron desde la ternura, la posibilidad de construir el
pensamiento crítico necesario, para desarrollar la empatía hacia otros, cualidad de suma
importancia para transitar esta carrera.

A mi hermano y hermana, que me permitieron referenciarme con el esfuerzo y la


superación para lograr mis objetivos. Pery te agradezco por brindarme el horizonte en una
carrera de grado con tu ejemplo, y también por Juanita mi sobrina que más allá de la distancia
me llena de amor y asombro día a día. Ale gracias por incentivarme a repensarme y poder
reflexionar juntos.

A mi compañera Aixa y a su hija Ambar, en principio por encontrarnos y compartir estos


últimos años, que coincidieron con mi último año de la carrera, gracias por acompañarme a
deconstruirme como sujeto y como futuro trabajador social. Esperemos que en tiempo cercano,
el llamarnos colegas y transitar nuevos caminos.

Agradezco profundamente a esta institución por permitirme formarme como profesional,


el IUNMA no es como cualquier otra universidad o instituto, este espacio se construyó con el
camino trazado por las resistencias de las Madres de Plaza de Mayo, faro este de suma
importancia para todo aquel que transite este lugar y que nos induce a tener un compromiso
ético y político.

A mis compañeras y compañeros con quienes compartí este andar por el IUNMA, por
las grandes enseñanzas e intercambios en los años de cursada. Y en especial a Ovidio y a
Matías por permitirme conocerlos y ser sostenes importantes.

A las profesoras de la materia de Tesina, que en este proceso me acompañaron y


ayudaron a elaborar este trabajo final.
1

Introducción
La presente temática de investigación surge en el marco de la asignatura “Seminario de
Tesina” de la carrera de Licenciatura en Trabajo Social en el Instituto Universitario Nacional de
DDHH Madres de Plaza de Mayo, en el año 2019.

El Objetivo General es:

Fundamentar y analizar la importancia de los aportes del TS en los abordajes integrales


comunitarios, en contextos de vulnerabilidad social en las adolescencias que estén transitando
CSPA, entre los años 2018 y 2019

En cuanto a los objetivos específicos, estos son:

 Identificar las diversas respuestas de abordaje de los CSPA y su relación con el Estado.

 Describir y analizar a la SEDRONAR, más específicamente a los DIAT y las experiencias


de TC a partir de su modalidad de intervención en el CSPA.

 Analizar e identificar herramientas de intervención para el abordaje integral comunitario


de los CSPA en adolescentes usuarios de los dispositivos.

 Especificar las metodologías y estrategias utilizadas en las intervenciones, a partir del


trabajo social y su aplicación para el abordaje, desde la singularidad de los adolescentes
que transitan CSPA.

 Identificar y analizar factores de riesgos y de protección en los adolescentes que son


sujetos de las intervenciones.

En relación a lo anteriormente se propone la siguiente hipótesis:

“Las mejoras en la accesibilidad a acciones de restitución y promoción de derechos, desde un


abordaje interdisciplinario, integral y comunitario, por parte de equipos territoriales con
trabajadores sociales participando en las intervenciones en las adolescencias que transiten un
consumo de sustantivas psicoactivas, permiten la disminución de los factores de riesgo y la
construcción o refuerzo de los factores de protección”

En este contexto encuentro fundamental mi trayectoria como referente técnico dentro de


la Secretaria (2015-actualidad), donde realice acompañamientos a los equipos que integran los
Dispositivos Integrales de Abordajes Territoriales (DIAT) y las Experiencias de Tratamiento
Comunitario (TC). Estos se encuentran situados en diversas provincias de la Argentina,
específicamente mi área de intervención es dentro de la región de Patagonia (Tierra del Fuego;
Rio Negro; Neuquén y Santa Cruz), como también en el municipio de Quilmes de la Provincia de
Bs As, donde funcionan tres dispositivos, un DIAT y dos TC. Estos últimos son lo que tomare
para realizar este trabajo.
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Desde el año del 2013 la Secretaría de Programación de la Drogadicción y la Lucha


contra el Narcotráfico (SEDRONAR) empezó a concebir al sujeto con consumo problemático de
sustancias psicoactivas de forma diferente, esto se debió a que se aprobó el Plan de Salud
Mental, donde el núcleo gira en torno al trabajo articulado entre las instituciones del Estado y los
distintos actores sociales de un territorio. En este sentido, y enmarcado en el Plan Integral para
el Abordaje de los Consumos Problemáticos (Plan I.A.CO.P, Ley Nacional 26.934) se crea el
Programa Recuperar Inclusión, impulsado por el Ministerio de Planificación Federal e Ingresos
Públicos y en acuerdo con la SEDRONAR.

En principio fueron los dispositivos Casas Educativas Terapéuticas (CET), Centro


Prevención Local de las Adicciones (CEPLA), Programa de Apoyo a la Integración Socio laboral
(PAIS) y Puntos de Encuentro Comunitarios (PEC) y. A partir de 2016 las CET, los CePLA y el
PAIS fueron reconvertidos en Dispositivos Integrales de Abordaje Territorial (DIAT) (Resolución
N° 150-E/2017), con el objetivo de unificar las tareas de prevención y asistencia en
correspondencia con el marco previamente mencionado, en tanto que los PEC fueron
transformados en Experiencias de Tratamiento Comunitario (TC), orientados hacia personas y
comunidades en situación de vulnerabilidad social frente a situaciones relacionadas con el
consumo de sustancias psicoactivas, adaptándose a las características y necesidades de la
localidad en la que se ubiquen.

Más allá de estos avances en Argentina todavía continua vigente la Ley N° 23737 de
tenencia de estupefacientes, la cual se enmarca en un paradigma prohibicionista-abstencionista
con un discurso moral que demoniza a las sustancias y a los consumidores, estableciendo como
modo de tratamiento el aislamiento del sujeto de su comunidad. Es así que nuestro país
coexisten actualmente diferentes modelos de abordaje algunos con importantes contradicciones
y tipos de respuestas del Estado frente a los CSPA.

Si bien hasta el momento hay producciones escritas y lineamientos planteados sobre


cierta convivencia entre los paradigmas mencionados, a lo largo de esta elaboración busco
incorporar la experiencia y la mirada de los profesionales ante un nuevo dispositivo, que
considero aportara a la reflexión para el Trabajo Social, como de las Ciencias Sociales en virtud
del área que nos convoca. Por lo expuesto anteriormente me detendré en explicar los
paradigmas vigentes exponiendo la convivencia que considero existe entre ellos, como fueron
surgiendo y su relación histórica.

Reflexionaré sobre la mirada social que existe sobre las adolescencias e identificare y
analizare los factores de riesgo y protección de los sujetos que transitan los CSPA, para realizar
esto utilizare cuestionarios.

Considerare de importancia el poder indagar sobre las herramientas de análisis e


intervención con respecto al rol del Trabajo Social en los dispositivos y experiencias que
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pertenecen a la SEDRONAR, por medio de entrevistas semi-estructuradas y la observación


participante.

Esta investigación pretende realizar un aporte a la intervención de aquellos profesionales


que trabajan con la problemática del consumo, especialmente en las adolescencias, a fin de
problematizar sobre sus formas de abordar y por ende el acceso al derecho a la salud de las
adolescencias que transitan esta situación. Por ello es pertinente pensar sobre la visión actual
acerca del consumo en general y tener algunos elementos necesarios para reflexionar sobre el
contexto social en el que estamos insertos y del cual formamos parte además de construirlo.

El desarrollo de este trabajo estará divido en cinco capítulos.

 Capítulo I, se desarrolla una construcción teórica donde se encuentran los conceptos y


categorías desde los cuales se encauza la investigación, para esto es necesaria la
construcción de un marco teórico, que pueda describir las formas de abordaje de los
CSPA.

 Capítulo II, se realizará un desarrollo histórico que pondrá en relieve como se construyó
el “problema de las drogas” y cuáles fueron las respuestas para abordarla, en particular
de la Argentina. También reflexionaré sobre cómo se construyó la disciplina del Trabajo
Social en este país, y por último sobre los cambios de paradigma tutelar al de sujetos de
derecho en las adolescencias.

 Capítulo III, expondré los cambios en la SEDRONAR desde el 2014 al 2015, donde se
podrá visualizar como los dispositivos de abordaje territorial empiezan a ser el eje de las
políticas llevadas a cabo después de la implementación de la ley 26657 de Salud Mental
y el Plan IACOP, y cuáles fueron las rupturas y continuidades con respecto a las políticas
para abordar esta temática en la etapa del 2016 al 2019.

 Capítulo IV, presentaré diversos modos (sujeto, grupo, red vincular y comunitaria) de
abordar los CSPA de los TS dentro de equipos interdisciplinarios en los DIAT y las
experiencias de TC. Además se reflexionara sobre la importancia de la identificación de
los factores de riesgo y protección para realizar un diagnóstico, y un siguiente plan de
abordaje. Por último habrá un aporte para pensar y problematizar la necesidad de
realizar intervenciones desde una lógica de género e intercultural.

 Capítulo V, se enfoca la metodología utilizada en la investigación, en el análisis e


interpretación de los datos obtenidos y finalmente se expone la conclusión de la
investigación, para poder demostrar la hipótesis propuesta en este trabajo final de grado,
terminando el mismo con la conclusión.
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Breve reseña de estudios sobre el tema seleccionado


Al indagar en los antecedentes sobre esta temática, me encontré con que son reducidas
las investigaciones que abordan la problemática de consumos de sustancias psicoactivas en las
adolescencias, desde el rol del trabajo social y desde el paradigma de reducción de riegos y
daños. Hay bastante aporte teórico y empírico sobre la problemática de drogas y los diferentes
modelos que históricamente se usaron para dar alguna respuesta desde los Estados. Como
referencia para pensar estas relaciones, utilizaré a Antonio Escohotado1 y Adriana Luna-
Fabritius2, también será de importancia el aporte de Graciela Touzé 3. Los tres comparten en
general, que el caso del uso de sustancias psicoactivas, constituye un fenómeno que adquiere
distintas expresiones y al que se le asignan diversas significaciones. Ello de acuerdo al
momento histórico, la cultura, el modelo económico, la situación particular de un país, los
sentidos que le otorgan los sujetos y las propias diferencias entre las sustancias. Pese a su
carácter plural –y merced a una compleja trama de representaciones y de prácticas–, se insiste
en homogeneizar el “problema de la droga” y presentarlo como un fenómeno uniforme, universal
y ahistórico. Esta construcción social del problema refuerza procesos de normatización y
disciplinamiento social y se expresa en políticas criminalizadoras y estigmatizantes de prácticas
y grupos sociales.

Además interrogaré en las investigaciones conjuntas e individuales de Raúl Alejandro


Corda , Araceli Galante5, Diana Rossi6 y Santiago Cunial7. Para estos investigadores las
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primeras respuestas terapéuticas a los consumos problemáticos de drogas en Argentina surgen


en las décadas de 1960 y 1970, impulsadas tanto desde el Estado como desde la sociedad civil.
La gran mayoría de estas respuestas se ubicó dentro de una matriz prohibicionista-
abstencionista, que definió a los consumidores de drogas como “delincuentes-enfermos”. Sin
embargo, a comienzos del siglo XXI en Argentina, se dan respuestas alternativas -tanto
estatales como desde la sociedad civil- al paradigma abstencionista, donde se empieza a

1 Filósofo, ensayista y profesor universitario español cuyas obras, si bien centradas principalmente en el derecho, la filosofía y la
sociología, han abordado una gran variedad de campos.
2 Doctora en Historia y Civilización por el European University Institute, Florencia, Italia.
3 Trabajadora social y Especialista en Ciencias Sociales y Salud. Presidenta de la Asociación Civil Intercambios. Profesora e
investigadora de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires desde 1990.
4 Raúl Alejandro Corda es abogado de la Universidad de Buenos Aires (UBA) desde 1998. También es docente e investigador de la
UBA. Trabaja en el Poder Judicial de la Nación desde 1993. Es integrante de Intercambios Asociación Civil.
5 Trabajadora Social, U.B.A. Becaria de Doctorado, U.B.A. Docente T.I.F. Carrera de Trabajo Social, U.B.A. Maestranda en Salud
Mental Comunitaria, U.N.L.A. Integrante de la Asociación Civil Intercambios.
6 Trabajadora Social y Especialista en Problemáticas Sociales Infanto Juveniles graduada en la Universidad de Buenos Aires. Es
docente investigadora de la Carrera de Trabajo Social de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA.
7 Licenciado en Ciencia Política, Universidad de Buenos Aires (UBA). Magíster en Ciencia Política, Universidad Torcuato Di Tella.
Becario doctoral del CONICET. Docente, de la carrera de Ciencia Política, UBA.
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priorizar los abordajes ambulatorios y comunitarios por sobre los tratamientos de internación. De
esta manera da lugar a nuevos enfoques que entienden el consumo de drogas como una
cuestión de inclusión social.

Para entender las dificultades es importante poder visibilizar las vulnerabilidades de


derechos en la población adolescente, en la cual se va a focalizar esta experiencia, recuperar lo
expuesto por Gabriel Kessler8 y Débora Kantor9, que proponen una mirada desde la perspectiva
de derechos, la cual según Kessler “asombra por su soledad”. Esto según los autores se
refuerza por las imágenes que predominan en las pantallas de televisión, donde de manera
sensacionalista y estigmatizante casi sin excepción, se refuerza la idea de la adolescencia como
un problema, una amenaza y un riesgo. La preocupación por la adolescencia real y en particular
por sus derechos, está prácticamente ausente del espacio público. Por discursos
paradójicamente “redentores”, adolescentes y jóvenes se miran en el espejo deformante que les
tienden los adultos y construyen de ese modo una mala imagen de sí mismos. Así a menudo,
sus modos de estar en el mundo dan cuenta de la vivencia de malestar propia del estigma: el de
ser adolescente o joven, al que se le adosa el de ser pobre. Donde la emergencia y la visibilidad
de los jóvenes son subsidiarias –entre otros factores– del mercado de consumo y de la poderosa
industria cultural, que contribuyó a constituirlos como tales a mediados del siglo XX. Así,
adolescentes de diferentes sectores sociales viven atravesados por el ideal del acceso y la
ilusión de estar incluidos en un mercado que tiende a homologarlos a la hora de suscitar
aspiraciones y deseos, y que diferencia, incluye y excluye a la hora del acceso.

Por último en esta investigación recuperaremos la creación de la profesión del Trabajo


Social, la cual se va fraguando en diversas experiencias donde las transformaciones
económicas del mercantilismo van a ir configurando a la economía capitalista. A su vez la
revolución científico-tecnológica, la revolución burguesa, el Estado liberal, los nuevos problemas
sociales, la aparición del proletariado y del movimiento sindicalista y el cuestionamiento al nuevo
estado de cosas provenientes del anarquismo y del socialismo naciente, configuran una nueva
situación en la que surgen nuevas instituciones de ayuda y las primeras legislaciones de tipo
social para atender a los problemas de las poblaciones más vulnerables. En este complejo
marco económico, político y social, la Iglesia y el Estado comienzan a preocuparse por la
llamada cuestión social, tal vinculación es analizada bajo algunos de los fundamentos de la
perspectiva histórico-crítica, que son la base de la profesión, y cuyas propuestas provienen de

8 Doctor en Sociología por la École des Hautes Études en Sciences Sociales de París (EHESS), es investigador principal del
Conicet y profesor titular en la UNLP y en el Idaes-Unsam.
9 Licenciada en Ciencias de la Educación (UBA) y profesora de Educación Preescolar, con experiencia de trabajo en ámbitos no
formales, así como en programas de política pública referidos a la educación secundaria. Es docente en la carrera de Pedagogía y
Educación Social del Instituto Superior de Tiempo libre y Recreación.
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investigadores latinoamericanos, entre quienes se destacan Marilda Iamamoto 10, José Paulo
Netto11, y Margarita Rozas12.

Capítulo I. Marco Teórico


I.I Modos de consumo y clasificaciones de las sustancias psicoactivas

Al momento de reflexionar sobre el uso de sustancias psicoactivas, hay diferentes


interpretaciones morales sobre los vínculos entre los sujetos y las sustancias. En este trabajo
final retomare la definición del antropólogo Oriol Romaní donde define que los CSPA son las que
“producen algún tipo de alteración del estado psíquico y del estado de conciencia, pero cuyas
consecuencias, funciones, efectos y significados son el producto de las definiciones sociales,
culturales, económicas y políticas que las diferentes formaciones sociales (grupos, colectivos e
individuos) elaboran, negocian y/o disputan en el marco histórico en el que se sitúan sus
prácticas” (2008, p. 302). Si bien esta definición es la elegida para este trabajo, es necesario
aclarar que este autor utiliza el termino drogas en vez de hablar de sustancias psicoactivas. Esto
se debe a que generalmente al hablar de “drogas”, la mayoría solamente piensa en las ilegales,
sin embargo es necesario problematizar todos los consumos de sustancias, tanto las prohibidas
como la las llamada legales. Esta clasificación más adelante la pondré en discusión y expondré
diferentes formas de clasificar las sustancias psicoactivas.

El consumo problemático de sustancias constituye un fenómeno social complejo, que


abarca múltiples causas. Esto implica poder diferenciar los vínculos y formas de CSPA, tomare
como referencia a la clasificación más universalizada, que incorpora las categorías de uso,
abuso y dependencia de las sustancias, para que de esta forma no se generalice que todo
consumo es problemático, pasare a describir a estos mismos:

 El uso de una sustancia es un consumo aislado, ocasional, sin una dependencia. Puede
ser recreativo o peligroso. Cabe tener en cuenta, que aun así un único episodio puede
generar una intoxicación aguda, o un daño en el organismo de la persona.

 El abuso es un uso inadecuado por su cuantía, frecuencia o finalidad. Genera un


incumplimiento en las tareas habituales y/o alteraciones en las relaciones
interpersonales.

 La dependencia de la sustancia, surge cuando la persona tiene la necesidad inevitable


de consumirla y se depende física y/o psíquicamente de ella.
10 Nacida en Minas Gerais (Brasil), es Asistente Social y Master en Sociología Rural. Profesora Titular jubilada de la Universidad
Federal de Río de Janeiro (UFRJ); actualmente es Profesora Visitante en la Universidad Federal Fluminense (UFF). Fue consultora
en la Coordinación de Perfeccionamiento del Personal de Enseñanza Superior (CAPES - Ministerio de Educación y Cultura del
Gobierno de Brasil) y aún lo es en la Asociación Brasileña de Enseñanza e Investigación en Servicio Social (ABEPSS - Brasil).
11 Nacido en Minas Gerais (Brasil), es Doctor en Servicio Social, Profesor Titular de la Universidad Federal de Río de Janeiro
(UFRJ), Coordinador del Postgrado en Servicio Social de esta universidad y Profesor Visitante de la Pontificia Universidad Católica
de São Paulo (PUC-SP).
12 Es Lic. en Trabajo Social, Mg. en Trabajo Social, Doctora en Servicio Social. Es docente e investigadora de la Universidad
Nacional de La Plata, directora del Equipo de Investigación Interdisciplinario sobre la Intervención y las Políticas Sociales. Es
directora del Centro de Estudios en Trabajo Social y Sociedad de la Facultad de Trabajo Social de la Universidad Nacional de La
Plata y directora del Doctorado en Trabajo Social de la misma facultad y universidad.
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Esta diferenciación, permite que no se estigmatice a los sujetos, sino que se tenga en cuenta
un abordaje diferente del consumo, centrado en disminuir los daños que ocasiona el CSPA.

Existen además clasificaciones focalizadas en las sustancias, que nos permiten determinar
diversos factores desde los niveles de toxicidad, jurídicos, efectos en los organismos, entre
otros. A continuación, se señalan algunas de las más utilizadas:

 “Duras” y “blandas”: Esta es una forma de tipificación muy ambigua y peligrosa. Por un
lado, es ambigua porque resulta difícil decidir qué criterios hacen a una droga más “dura”
que otra, y por el otro, es peligrosa porque al calificar de “blanda” una sustancia puede
inducir a pensar que es menos amenazadora o tóxica (Pérez, 2000).

 Legales e ilegales: Esta clasificación responde a criterios ordenados por la legislación


sobre sustancias tóxicas. Al hablar de “drogas”, muchas veces la gente solamente piensa
en las ilegales como la cocaína, marihuana, éxtasis o el paco, y en algunos casos
algunos hasta incluyen en la idea de droga al pegamento. Cuando se habla de las drogas
legales, normalmente hablamos de sustancias que tienen una tolerancia social y una
aceptación que no están discutidas. Hoy, pensar que el alcohol es una droga es algo no
fácilmente aceptado; y sin embargo, junto con los psicofármacos, son las sustancias que
más problemas nos generan.

 Naturales, sintéticas y semisintéticas: Este criterio se basa en el origen de la sustancia. A


veces, se puede llegar a pensar que una sustancia natural es mejor o menos nociva que
una sintética, sin embargo, es importante saber que las sustancias naturales también
tienen sus riesgos.

Nivel de toxicidad y riesgo para la salud: Teniendo en cuenta las variables de la tolerancia, la
dependencia y la toxicidad de las sustancias en relación con la gravedad de los efectos para la
salud del consumidor, se consideran como factores de mayor riesgo aquellas drogas con las
siguientes características:

 Las que son capaces de desarrollar la tolerancia del organismo con mayor rapidez.

 Las que tienen una mayor capacidad de crear dependencia física.

 Las que tienen la distancia más pequeña entre la dosis mínima, pero capaz de
producir efectos en el sistema nervioso central (SNC) y la máxima, para la
intoxicación con riesgo de muerte.

Finalmente, la clasificación que más se acerca al posicionamiento de este trabajo final se


fundamenta en el efecto principal que producen las sustancias sobre el sistema nervioso central
(SNC) (Bayés, 1977). La siguiente categorización no solo es aplicable a las drogas, sino que
también es válida para numerosos psicofármacos, esta clasificación nos sirve para poder
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conocer cómo actúan en el organismo y que efectos generan y buscan los consumidores en
estas sustancias.

 Drogas depresoras: Son las que reducen o disminuyen la actividad del SNC.
Tranquilizan, relajan e inducen al sueño. Son sustancias que al ser consumidas
generan depresión de las funciones psíquicas y biológicas. Esto no quiere decir que
produzcan trastornos de depresión y tristeza, sino que básicamente disminuyen el
tono psicológico con el retraso o decrecimiento de los impulsos. Dentro de este grupo
se incluyen los opiáceos y todos sus derivados, el alcohol, los inhalables, los
sedantes y los tranquilizantes.

 Drogas estimulantes: Son sustancias que tienen un efecto estimulante y aceleran la


actividad del SNC. Producen un estado de excitación y de celeridad de las funciones
psíquicas y biológicas. Aumentan la percepción y reducen la sensación de sueño y
fatiga. Pertenecen a este grupo la cocaína y sus derivados, las anfetaminas, la
nicotina, la cafeína y algunas drogas de síntesis.

 Drogas alucinógenas: Son aquellas drogas que alteran o perturban la sensación de la


realidad. El efecto predominante son los cambios en la percepción, el pensamiento y
el humor. Se incluyen en este apartado el cannabis y sus derivados, el LSD, la
mescalina, la psilocibina, y también algunas drogas de síntesis. Hay sustancias que
pueden tener diferentes efectos y por ello, a veces, son difíciles de tipificar, como por
ejemplo ocurre con el “éxtasis” o MDMA.

I.II Modelos de intervención en los CSPA

A lo largo de las décadas, se han ido configurando distintos modelos como estrategias para
abordar la problemática y que aún hoy subsisten superpuestos. Cada uno analiza y pone en
interacción desde su perspectiva los tres elementos presentes en el consumo: la sustancia, la
persona y el contexto.

Modelo ético-jurídico: Este modelo busca dificultar la disponibilidad de la sustancia. Para


ello, su estrategia preventiva se basa en divulgar las terribles consecuencias que genera la
utilización de drogas, lo cual está motivado por la necesidad de garantizar seguridad a la
sociedad, destinando para realizar este objetivo una gran cantidad de recursos públicos y
privados (Touzé, 2006). En los casos en los cuales las personas se encuentran consumiendo
sustancias psicoactiva este modelo, propone aislar del resto de la sociedad para castigarlas por
su conducta desviada.

Modelo médico-sanitario: Para este modelo el “drogadicto” es considerado un “enfermo”,


se asocia al modelo medico hegemónico donde se realiza un análisis lineal sobre los procesos
de salud-enfermedad (de ahora en más S/E). En general las intervenciones se apoyan en dar
respuestas estandarizadas que en la “escucha” personalizada de lo que está necesitando cada
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sujeto. Las sustancias, los sujetos y el contexto se analizan en términos de “agente”, “huésped”
y “ambiente”, según la misma lógica con la que se estudian las “enfermedades
infectocontagiosas” (Touzé, 2006). Desde esta perspectiva, cualquier consumo simple de
sustancias se equipara a un consumo problemático o una adicción.

Modelo psicosocial: Basado principalmente en el encuadre psicológico, es el de mayor


peso en comunidades terapéuticas (CCTT) y centros de rehabilitación actuales. Las causas que
se esgrimen para explicar porque un sujeto CSPA, enfatizan la importancia que tiene en primer
lugar la familia y en segundo lugar el grupo de pertenencia (amigos, compañeros). Se pone el
foco principalmente en el peso del medio social cercano (micro), disminuyendo el del medio
social más amplio (macro) –político, económico, cultural, social –. Este modelo es
abstencionista, sus estrategias y dispositivos se orientan exclusivamente a la supresión
obligatoria de sustancias, como condición de inicio y despliegue de un tratamiento, a estos
requisitos los posiciona con un umbral máximo de exigencia a la hora de acceder a estos
dispositivos.

Modelo sociocultural: Los programas de reducción de riesgos y daños (RRDD)


implementados en la última década parten de este modelo, que posibilitó el surgimiento de
políticas más inclusivas, que buscan generar un entendimiento sobre los consumos y los
consumidores en nuestras sociedades; pudiendo ofrecer información sobre los riesgos en los
CSPA, tener en cuenta a los procesos de cada sujeto y generar dispositivos de bajo umbral de
exigencia (Touzé, 2006). Este modelo postula que el significado asociado a los CSPA están
determinados no por las sustancias, sino por la forma en que una sociedad define el consumo
de las mismas y por las estrategias preventivas-asistenciales que se utilizan con los
consumidores. El fundamento que lo rige es que una verdadera política preventiva-asistencial no
puede hacer abstracción de la estructura socioeconómica y de los aspectos culturales que
constituyen el contexto social de los consumidores de drogas, sin embargo no alcanza con
reflexionar sobre como la sociedad de consumo interpela a los usuarios de sustancias, sino que
es necesario poder reflexionar cada situación a partir del análisis de diversos factores
individuales, familiares, comunitarios entre otros, y como los mismo interactúan con los sujetos
que CSPA.

Modelo de Abordaje Integral: El abordaje integral en el ámbito de la Salud, implica un


conjunto de acciones individuales y colectivas que incluyan a todos los sujetos que participan en
los procesos de salud-enfermedad. Supone entonces, llevar adelante acciones en todos los
niveles de atención que no se limiten a los ámbitos “clásicos” del sistema de salud. De esta
manera, se comprende el proceso de S/E desde la perspectiva de derechos para diseñar
estrategias que consideren la fragilidad social, política y/o jurídica de las personas y la
promoción, protección y/o garantía de sus derechos de ciudadanía (Camarotti y Kronblit, 2015).
De este modo, las necesidades invocadas por los sujetos atraviesan un conjunto de aspectos
que trascienden la problemática de consumo – vivienda, trabajo, educación, entre otros –.
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Priorizar la voz del sujeto a la hora de diseñar las intervenciones implica vislumbrar estas
necesidades y propiciar acciones para atenderlas, incluyendo de forma activa a la persona en
todo el proceso. El abordaje integral de la problemática requiere comprender su inevitable
vinculación con el sufrimiento y el dolor. El sufrimiento altera la relación con los demás y la
capacidad de actuar. Desde esta perspectiva, durante el tratamiento es necesario acompañar el
proceso de reconstrucción de la red social de apoyo. Requiere por tanto enfrentarse a la
exclusión social, lo cual significa trabajar por una sociedad inclusiva.

I.III "Adolescencias sujetas al consumo"

Es preciso analizar al consumo como una práctica que atraviesa a la sociedad en la


actualidad, es necesario reconocerlo como un proceso que surge bajo el sistema capitalista, en
el cual las leyes del mercado regulan la vida cotidiana de los ciudadanos. Aunque el consumo
siempre existió, tuvo diferentes características a lo largo del tiempo. Las sociedades industriales
se caracterizaban por la adquisición de bienes durables que generaban una sensación de
estabilidad y seguridad dentro de la sociedad. En las últimas décadas, en cambio, se piensa en
el consumo inmediato de bienes y servicios desechables cuyo fin es satisfacer deseos y generar
felicidad. Este pasaje es lo que Bauman (2007) llama “del consumo al consumismo”.

Los consumos en estas sociedades se asientan en un entorno social de individualismo


extremo, donde los lazos sociales e institucionales se debilitan y las personas se alejan de lo
colectivo y lo tradicional. Bajo el imperio del “hedonismo” -la tendencia al placer inmediato y a la
evitación del dolor y el sufrimiento-, los sujetos se entregan libremente al consumo como vía de
consecución de su felicidad individual y de satisfacción de sus deseos. El mayor valor está en
vivir el presente, y en función a uno mismo. Por ello, los consumos tienden a una satisfacción
siempre inmediata y personal, apartada de proyectos compartidos, de marcos de sentido
colectivos y de lazos comunitarios, donde “El consumidor lo que espera no es la realización de
un proyecto sino un estado de plenitud” (Lewkowicz, 1999, p. 10).

Inventando nuevas necesidades constantemente, el mercado promete éxito, felicidad o


bienestar inmediato a través de los productos y servicios que ofrece, los cuales portan un
significado: emociones, sensaciones, vivencias, gustos personales, identidades, autoestima,
imagen de sí, reconocimiento. “A través de las marcas consumimos dinamismo, elegancia,
potencia, esparcimiento, virilidad, feminidad, edad, refinamiento, seguridad, naturalidad y tantas
otras imágenes que influyen en nuestra elección” (Terán, 2014, p. 50). Para ello, como
consumidores, se nos pide que invirtamos toda nuestra energía vital –de deseo, de afecto, de
conocimiento, de intelecto, de erotismo, de imaginación, de acción, etc. – para que estas
promesas de felicidad y de experimentación de sensaciones se encarnen en nuestras vidas.

Siguiendo esta lógica, el capitalismo conlleva como efecto el industrializar el deseo


mismo. El mercado al ordenar gozar de un único modo, nos dice cómo, cuándo y dónde,
ofreciéndonos para esto objetos señuelo que están llamados a cubrir una falta estructural. El
11

mercado hoy por hoy nos brinda distintas posibilidades a la hora de consumir. Distintos planes
de pagos y cuotas van incluidos dentro de la oferta. No se puede no consumir. Consumir es un
imperativo. Es esta la lógica que propone el sistema capitalista, en estos últimos años de
globalización, se ha generado una pluralización y consumo indiscriminado de diferentes objetos
de diversa índole, y las sustancias psicoactivas no escapan a esta realidad.

Esta lógica del consumo interactúa y atraviesa a las adolescencias 13, periodo donde se
genera la primera gran reestructuración del aparato psíquico que consiste en dar de baja lo
anterior, lo conocido, para reinventarse. Según Débora Kantor (2008 y 2015) es el momento del
estallido hormonal, de la sexualidad, de la genitalidad, del descubrimiento del amor. Es el tiempo
de la reapropiación del cuerpo y el espacio subjetivo, de la resignificación de los espacios
cercanos y de la apropiación de lo social; el comienzo del proceso emancipatorio. Es una etapa
caracterizada por la incertidumbre identidataria. Todo lo cual genera extrañamiento, confusión,
malestar y angustia. La adolescencia duele; duele descubrirse potente y vulnerable.

Es importante entender el movimiento por el cual el mercado ganó lugar en el proceso de


socialización como parte de las transformaciones sociales y culturales contemporáneas en los
adolescentes. A partir de consumos y producciones culturales, la importancia de las industrias de
dicho tipo (medios masivos, cine, TV, música, videojuegos, etc.), son factores clave en la
construcción de identidades individuales y colectivas. Los adolescentes de diferentes sectores
sociales viven atravesados por el ideal del acceso y la ilusión de estar incluidos en un mercado,
que tiende a homologarlos a la hora de suscitar aspiraciones y deseos y que diferencia, incluye y
excluye a la hora del acceso. En esta matriz cultural adolescentes basada en el consumo, se
describen y denuncian desigualdades e injusticias (Kantor, 2008).

Las adolescencias, al igual que los CSPA, son fenómenos plurales con manifestaciones
que varían según la cultura, el momento histórico, el modelo económico, la situación particular
de un país, así como por los significados que los sujetos asignan a sus prácticas. Por lo tanto, lo
que sí puede ser definido como “nuevo” en relación con los jóvenes y los usos de sustancias
psicoactivas son las transformaciones de las prácticas, la diversidad de situaciones de consumo
y la heterogeneidad de los contextos. Esto nuevo desafía los modos en que tradicionalmente las
instituciones abordan esas situaciones, los saberes vigentes sobre lo que deben hacer o no los
adolescentes, así como también el modo de reconocerse como adultos frente a ellos (Kantor,
2008).

Es entonces que en estas coordenadas sociales, culturales y de época, que debemos


enmarcar y situar los consumos problemáticos en las adolescencias. Porque recurrir a una
sustancia y/o actividad que de manera individual, inmediata y eficaz promete bienestar –evitar o
aliviar un sufrimiento, procurarse placer, etc.-, no nace de la nada ni de un mal hábito personal,

13 La Organización Mundial de la Salud (OMS) definen al grupo adolescente como la población comprendida entre los 10 y 19 años
y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) clasifica en primera adolescencia, precoz o temprana de 10 a 14 años y la
segunda o tardía que comprende entre 15 y 19 años de edad. Para el Código Civil Argentino (Ley N° 26.994 de 2014) la
adolescencia abarca desde los 13 hasta los 18 años (art. 26).
12

sino que es parte de las soluciones que ofrece la sociedad de consumo para tramitar emociones,
soluciones rápidas, individuales, sin pensamiento crítico, ni creación alguna.

I.IV El Trabajo Social

El Trabajo Social como práctica cultural que aporta desde el mundo de las
significaciones, de la constelación de símbolos y formas culturales que se muestran en la vida
cotidiana de los sujetos, es una posibilidad de movilización, de desinhibición, de ruptura con los
límites de exclusión que la segregación provoca. De este modo se intenta significar en palabras
la cotidianeidad de los sujetos, desde su contexto y su territorio. Pensar modalidades de
intervención que representen canales comunicacionales y operativos que le permitan a los
sujetos y su entorno reconocer, al menos en parte, aquello que ese sujeto tiene y porta como
sujeto, pero que envuelto en una serie de construcciones históricas, políticas y sociales le
impiden o le dificultan develar (Stehlik, 2007). Los y las TS al momento de abordan los CSPA,
deben en primera instancia diagnosticar el compromiso subjetivo que una persona pueda tener o
no con una sustancia, viene asociado inexorablemente a la dinámica de su vida cotidiana
(Carballeda, 2004; Melano, 2001).

La corriente del TS Critico, a la cual adhiere este trabajo final, considera que dentro de la
división socio-técnica del trabajo en la sociedad capitalista, el TS interviene en la vida cotidiana
de los sectores con alta vulnerabilidad social. Dentro de la cuestión social de cada época, se
manifiestan problemáticas sociales que impactarán en la vida cotidiana de los sujetos. Las
problemáticas sociales son entendidas como aquellas situaciones que afectan, desorganizan,
desequilibran a un colectivo de sujetos, que se constituyen por y en una red de relaciones. Son
situaciones que actúan como freno a la realización de la vida cotidiana de las familias. No tienen
una única causa, sino que operan en una multicausalidad para su producción y una recursividad
que las refuerza (Montaño, 2005). Dentro del TS hay corrientes que reconocen como trabajo
social solamente las acciones volcadas hacia lo sociológico/político y otras que reconocen
solamente la atención clínica y psico-social para intervenir junto al individuo o mismo de los
grupos y colectividades. Hay dos cuestiones distintas en pauta (Faleiros, 2002). En este trabajo
mi intención es tomar aportes teóricos de ambos enfoques para realizar una síntesis entre los
procesos macro, meso y micro sociales, para poder realizar una mejor interpretación de los
procesos de intervención.
13

Capitulo II. Desarrollo Histórico


II.I Construcción histórica del “problema” de las drogas

En principio se debe considerar que, las hoy llamadas drogas han estado presentes
desde tiempos inmemoriales, formando parte del conjunto de las medicinas y de los mitos,
circunscriptas a usos acotados y aceptados, acompañando a los individuos en diversos ritos:
sociales, religiosos y festivos. De este modo, constituían emblemas de renovación del lazo
social, medios de comunicación con las divinidades y con el culto a los muertos. O sea, estos
usos estaban regulados por ritos culturales aceptados (Escohotado, 1989)

Desde que empezaron las sociedades ancestrales a dejar registros nos dejaron
información sobre su relación con la naturaleza entre estos sus experiencias con el CSPA. La
primera noticia escrita sobre la adormidera 14 aparece en tablillas sumerias del tercer milenio
antes de Cristo. Los egipcios ya mencionan el jugo extraído de las cabezas de adormidera, y lo
recomiendan como analgésico y calmante. En China se encontraron los primeros restos de
cáñamo, fechables aproximadamente 4.000 años antes de Cristo. También en la India su uso es
inmemorial. El arbusto de la coca es originario de las regiones andinas sudamericanas, y hay
esculturas desde el siglo III antes de Cristo registrando esta práctica. De África son originarios la
nuez de cola y el kat. También son numerosísimas en la antigüedad, las referencias a las
bebidas alcohólicas, obtenidas de una infinidad de plantas. (Escohotado, 1989)

Es importante resaltar que en las sociedades ancestrales, el consumo de drogas estaba


equilibrado por pautas culturalmente establecidas y sus efectos eran funcionales e incluso
beneficiosos para los individuos y la organización social “Tradicionalmente los psicótropos
jugaron el doble rol de facilitadores del vínculo social (ilustrado en los cristianos por el milagro de
la transformación del agua en vino en las bodas de Canáa) y de vehículos hacia lo sagrado
(ilustrado por la transformación del vino en sangre de Cristo). Los consumos ritualizados no se
consideran problemas. Su uso no se define como abuso y el abuso eventual es considerado
como un accidente.” (Ralet, 2000, p. 43)

Desde esos periodos al tránsito de la modernidad, la tradición y lo divino dejaron de ser


los valores dominantes que dan sentido a la existencia, se produjeron rupturas en las formas de
regulación colectiva que ponen en cuestión la estabilidad de los lazos sociales, permitiendo el
desarrollo y la valoración de la subjetividad individual. Apareció la burguesía como clase, el
comercio se institucionaliza bajo las leyes del mercado que va desplazando el poderío de los
Estados. Junto con la emergencia de la subjetividad, diversas prácticas se privatizaron. Se
constituyó la familia moderna como familia nuclear, los ámbitos de lo doméstico y lo privado se
delimitan con mayor fuerza. También cambiaron la representación del cuerpo y la apropiación
del sujeto de su propio cuerpo. Según Ralet (2000, pág. 44) los CPSA pasan “de práctica
14 Papaver somniferum, comúnmente conocido como la adormidera o adormidera, es una especie de planta con flores
perteneciente a la familia Papaveraceae. Es la especie de planta de la cual se derivan las semillas de opio y amapola y es una
valiosa planta ornamental, cultivada en jardines
14

religiosa o distracción social, se convierte en una experiencia artística y psicológica”. En este


movimiento, el uso de drogas va perdiendo su sentido de ser facilitador del vínculo social o de
vehículo hacia lo sagrado y se convierte en una práctica privada que refiere a la predilección por
un producto.

En paralelo a este movimiento surge el comercio global de sustancias psicoactivas como


el tabaco, el café, el opio y el alcohol, comenzó a desarrollarse en el mundo occidental a finales
del siglo XVIII y principios del XIX; sin embargo, su importancia en el proceso de globalización 15
del comercio ha sido ignorada por diversos autores (Diamond, 1999). Gracias a esta situación
los comerciantes coloniales negociaban con nativos de países africanos, donde se producía la
mayor parte de estas sustancias, quienes a su vez aprovechaban la presencia de los europeos
para venderles sus productos; de esta forma, el comercio de esclavos floreció paralelamente al
tráfico de sustancias estimulantes. Este vínculo comercial fue el que hizo posible en gran parte
la consolidación de las élites europeas, cuya existencia quedó condicionada a los ingresos
producidos por las drogas y los esclavos en el mercado colonial. De esta forma, tanto las élites
europeas como sus contrapartes americanas y africanas aseguraron la existencia de este
mercado, un modus operandi que se repetiría a lo largo de la historia (Fabritius, 2015).

Es recién en la segunda mitad del siglo XIX, cuando el uso de drogas comienza a ser
percibido como anormal y definido como problema. Se acuña el término toxicomanía, para
designar a aquellos que abusan de sustancias psicoactivas. “Para las sociedades occidentales,
sólo a partir del siglo XIX la toxicomanía plantea un problema social. Momento que se puede
formalizar de la siguiente manera: cuando una sociedad no puede ya conformarse con movilizar
sus regulaciones tradicionales para enmarcar el consumo de los productos. Este momento no
puede simplemente pensarse en la lógica del abuso o del exceso, sino en la de la ruptura”.
(Castel y Coppel, 1994, p. 222). Esta nueva definición del consumo de drogas como problema
se ubica en un nivel estrictamente sociopolítico y da como resultado, a finales del siglo XIX, el
surgimiento del prohibicionismo. Entre las diversas razones surgidas de la bibliografía
consultada están:

 En primer lugar se vincula con la progresiva expansión administrativa del Estado a partir
de la segunda mitad del siglo XIX -que devendría un siglo más tarde en el Estado de
Bienestar- y que condujo a una asunción estatal de funciones y servicios, antes
reservados a la sociedad civil. "Tras milenios de uso festivo, terapéutico y sacramental,
los vehículos de ebriedad se convirtieron en una destacada empresa científica, que
empezó incomodando a la religión y acabó encolerizando al derecho, mientras
comprometía a la economía y tentaba al arte” (Escohotado, 1989, p. 24). La asistencia
del Estado (a los alcohólicos entre otros) legitimó formas de control en momentos en que
15 Puede decirse que no existe una sola definición de lo que significa “globalizarse”. Los especialistas aún no han llegado a un
acuerdo sobre el momento histórico en que este proceso comenzó. Varios autores lo sitúan en el siglo XVI, con la expansión
capitalista y la modernidad occidental. Otros, lo ubican a mediados del siglo XX junto con las innovaciones tecnológicas y
comunicacionales que comienzan a articular los mercados a escala mundial. Los primeros privilegian el aspecto más económico,
mientras que los segundos conceden más peso a las dimensiones políticas, culturales y comunicacionales.
15

la explosiva relación entre capital y trabajo amenazaba al orden establecido. Las


tensiones sociales -producto del proceso de proletarización e industrialización y la
consecuente concentración urbana- provocaron que comenzaran a “aceptarse”, por un
lado, algunas formas de ebriedad como “desviación” admitida en ciertos grupos y por
otro, la implementación de formas de control orientadas a las clases populares16 y los
sectores con vulnerabilidad social.

 Otro factor fue el conflicto chino-inglés respecto del opio, que generó nuevos estereotipos
y pautas coloniales, y que condujo finalmente a la Conferencia de Shanghai en 1909, que
sería el antecedente de los posteriores acuerdos internacionales sobre drogas, aunque
reducidos a la formulación de simple recomendaciones emanadas de un principio (un
ideal), que vendría a perdurar durante todo el siglo XX: la limitación del comercio de las
drogas perjudiciales solamente a fines médicos. La creciente evolución relacionada a
diversos avances del movimiento higienista17, entre ellos del estamento médico y su
asunción de competencias antes reservadas a lo eclesiástico, empieza a preparar a los
futuros profesionales médicos como celosos guardianes del bienestar general, desde una
perspectiva autoritaria patriarcal. A partir de esta consolidación del “saber jerarquizado”
se va ir edificando la “medicalización de la vida”, proceso que va ir definiendo y
etiquetando lo normal-anormal. Al mismo tiempo que la medicina se afianzaba como
agente de control social, movimiento que se asocia con el despliegue de los dispositivos
de poder sobre la vida –biopolítica de la población–, que se inició a mediados del siglo
XVIII. Ese bio-poder fue un elemento indispensable en el desarrollo del capitalismo, para
afirmarse a la inserción controlada de los cuerpos en el aparato de producción, mediante
un ajuste de los fenómenos de población a los procesos económicos (Foucault, 2002).

Durante el siglo XIX en los suburbios de las ciudades del este de EEUU crecieron grupos
étnicos de obreros que engendraron un mosaico urbano de colores, religiones, costumbres,
culturas y también, por supuesto, sus CPSA. (Kundt, 2015). En pocas décadas, el consumo de
drogas pasó de ser una práctica privada a considerarse una muestra de la “debilidad moral” de
grupos considerados amenazantes (chinos, negros, latinos, irlandeses e italianos), para
convertirse durante el siglo XX en un delito de carácter planetario (Touzé, 2006). La lucha de
clases aparecía como un conflicto racial.

Las clases dominantes alzaron la voz contra lo que ellos -falsamente- reputaron como
consecuencias de las drogas: sexualidad desenfrenada, delincuencia, corrupción de las
costumbres, vagancia, etc. El cine, la prensa, la radio, las editoriales comenzaron a intoxicar con

16 Es la clase socioeconómica con un nivel de dinero muy restringido pues solo tienen acceso a cosas muy importantes como es la
salud, alimentación, educación y acceso a un hogar, y por lo general suelen estar estancados en el concepto pasivo, por lo que
frecuentemente su estilo vida esta caracterizada por carencias y limitaciones respecto al acceso secundario a muchos bienes
económicos y a una educación superior, por lo que algunos de sus miembros pueden llegar a ser vulnerables a problemas sociales.
17 Basado en la medicina social tiene sus bases en el positivismo, corriente de pensamiento que centrada en las ciencias naturales
se desplaza hacia las ciencias sociales alcanzando gran auge desde fines del siglo XIX, hasta las primeras décadas del siglo XX. Se
considera a Augusto Comte (1798-1857) el fundador de este posicionamiento en las ciencias sociales quien argumenta la aplicación
del método de conocimiento de las ciencias naturales al estudio de la sociedad y la historia
16

los binomios droga-marginación, droga-violaciones, droga-vagancia, etc. Lo hasta aquí


planteado puede sintetizarse en la siguiente cita del antropólogo catalán Oriol Romani (1992, p.
261): “Los usos de drogas son un fenómeno universal, mientras que la existencia de la
drogodependencia como fenómeno social es característica de las sociedades urbano-
industriales”. El discurso construido a lo largo del siglo XX tiene su clave en la noción de
prohibición. Sobre este concepto se construye socialmente el problema de las drogas -en tanto
sustancias prohibidas-, y de su uso, en tanto desvío. La prohibición se constituye en una
encrucijada en la que se reencuentran dos lógicas: la sanitaria, de cura, y la punitiva, de control.

Como resultado de estos hechos históricos surge la creación en 1961 de la Convención


Única de Estupefacientes de Naciones Unidas, que tendría al entonces presidente de EEUU
Richard Nixon, declarando la guerra a las drogas, de esta forma incentivaban a los países
integrantes a implementar medidas de castigo y disciplinamiento severas para el cumplimiento
de la ley contra los que estaban involucrados en la producción de drogas, su distribución y su
uso, por supuesto la promesa era que estas acciones conducirían a una constante disminución
del mercado, y al eventual logro de un “mundo sin drogas”. Desde un principio en los EEUU los
medios de comunicación al servicio de la clase dominante, para legitimizar estas políticas a nivel
global, empezaron a asociar a diversos grupos o países que estaban en contra de estas forma
de control y dominación sobre las sociedades, aún hoy continúan variando según las épocas
(Kundt, 2015). Estas políticas lograron seguir consolidando a EEUU tanto a nivel externo como
interno como “guardián de la moral y la democracia”, y así posicionarse como hegemonía
política, militar, económica y cultural a nivel global.

Estas medidas solo lograron criminalizar a un gran número de personas que son
consumidores de sustancias o personas que son el último eslabón de la cadena del narcotráfico,
no frenando el avance del mismo como organización internacional, sino más bien le dio un
escenario que favoreció su ampliación. Los Estados pierden la posibilidad de esta manera de
regular este mercado en diversos niveles, primero de salud al poder realizar controles a las
sustancias para detectar alguna sustancia de riesgo en su composición química como también
de promover información y prácticas de cuidado ante posibles CSPA, igual de importante es el
control impositivo y financiero sobre este mercado. Según los datos más conservadores de la
ONU (2014), el narcotráfico genera ganancias de alrededor de 500 mil millones de dólares al
año, lo que equivale al 8% del comercio mundial. La implementación de la guerra a las drogas
genera extensas ganancias para unos pocos y un gran número de consecuencias negativas
para las sociedades en países que son productores, de tránsito18 y consumidores de sustancias
psicoactivas.

Estas ganancias extraordinarias se basan en la ilegalidad de la producción y


comercialización de las drogas. Si a esto se suman las ganancias obtenidas por el tráfico de

18 Este término se refiere a los países que no producen o procesan las drogas, sino que son parte del entramado del narcotráfico a
la hora de permitir mejores rutas de acceso a la distribución.
17

armas, de personas, estamos hablando de un negocio que obtiene 800 mil millones de dólares
al año (Maillard, 2002). Pero no se trata solo de mafias y carteles: para que funcione el narco,
debe lavarse el dinero ilegal19, convirtiéndolo en dinero legal. Para ello colaboran varios actores,
entre ellos los paraísos fiscales20 que existen a nivel mundial.

Estas consecuencias negativas fueron bien resumidas por el ex Director Ejecutivo de la


Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, Antonio María Costa, al agruparlas en
cinco amplias categorías (ONUDD, 2008):

 El crecimiento de un “enorme mercado negro criminal”, financiado por la escalada de


utilidades obtenidas al abastecer la demanda internacional de drogas ilícitas.

 Desplazamiento político de consideración, el resultado de financiar desde recursos


escasos un vasto esfuerzo de aplicación de la ley, con la intención de confrontar este
mercado criminal.

 Desplazamiento geográfico, conocido a menudo como ‘el efecto globo’, a través del cual
la producción de drogas cambia de ubicación para evitar la atención de las fuerzas del
orden.

 Desplazamiento de sustancias, o el movimiento de consumidores hacia nuevas


sustancias cuando sus previas drogas de elección se vuelven difíciles de obtener, por
ejemplo, por la presión de la aplicación de la ley.

 La percepción y el tratamiento de los usuarios de drogas, que son estigmatizados,


marginalizados y excluidos.

 El impacto de la mayoría de las estrategias de la “guerra contra las drogas” se evalúa


comúnmente por el nivel de cultivos erradicados, arrestos, incautaciones y castigos
aplicados a usuarios y cultivadores.

Las Naciones Unidas en el año 2016 hicieron una estimación conservadora de que hay 250
millones de usuarios de drogas ilícitas en el mundo, y que hay millones más involucrados en el
cultivo, la producción y la distribución. De los 250 millones de usuarios de drogas estimados en
el mundo, estiman que menos del 10 por ciento pueden clasificarse como usuarios con consumo
problemático de sustancias psicoactivas.

19 Es el proceso a través del cual es encubierto el origen de los fondos generados mediante el ejercicio de algunas actividades
ilegales (siendo las más comunes, tráfico de drogas o estupefacientes, contrabando de armas, corrupción, fraude, trata de personas,
prostitución, extorsión, piratería, evasión.
20 Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), cuatro factores clave son utilizados para
determinar si una legislación configura un paraíso fiscal: 1) Si la legislación no impone tributos o estos son solo nominales. Si no hay
impuestos directos pero sí indirectos, se utilizan los otros tres factores para determinar si una legislación configura un paraíso fiscal.
2) Si hay falta de transparencia. 3) Si las leyes o las prácticas administrativas no permiten el intercambio de información para
propósitos fiscales con otros países en relación a contribuyentes que se benefician de los bajos impuestos. 4) Si se permite a los no
residentes beneficiarse de rebajas impositivas, aun cuando no desarrollen efectivamente una actividad en el país.
18

II.II Relación entre la Cuestión Social y las políticas de drogas en Argentina

A continuación realizaré una articulación entre el tipo de organización de la economía y el


Estado Argentino, las políticas referentes a “la cuestión social” 21 de cada periodo y los abordajes
a las drogas, tanto desde lo punitivo como también desde lo terapéutico según la lógica de cada
época.

A principios del siglo XX se construyeron los primeros dispositivos para abordar la


construcción social del “problema de la droga” en Argentina, principalmente por el esfuerzo
mancomunado de la institución policial y los médicos higienistas que respondieron a las
preocupaciones de una elite moral obsesionada con el desorden y la “insalubridad criminalidad”
(Salessi, 1995; Tiscornia, 2000). De esta forma los asilos psiquiátricos y depósitos de
contraventores devinieron en especies de ‘laboratorios vivos’ destinados a contener y segregar,
pero sobre todo a observar, examinar y vigilar a las poblaciones consideradas peligrosas para el
orden social. En 1924, la Ley 11.309 fue la primera normativa para regular el comercio de estas
sustancias, introduciendo modificaciones al artículo 204 del Código Penal y definiendo por
primera vez los conceptos ‘narcóticos’ y ‘alcaloides’. Estipulaba como delito la importación
clandestina al país de estas sustancias y la venta sin prescripción médica o en dosis mayores a
las indicadas en la receta. Dos años más tarde, en 1926, se dicta la Ley 11.331 que avanza un
paso más en la prohibición, penando la tenencia de estas sustancias sin autorización debida,
cualquiera fuera su fin, y estableciendo una pena que variaba entre 6 meses y 2 años de prisión
(Aquaviva; Innamoratto, 2017)

Durante el periodo (1945-1955) surge en Argentina el peronismo, que desarrolló el


Estado de bienestar, jugando un importante papel en la implementación de políticas de
protección para los trabajadores, en favorecer la incorporación de la mano de obra al sistema
productivo y en aumentar el consumo. En salud, como en otras áreas, fue un momento
refundacional del sistema de asistencia: se creó primero la Secretaría y en 1949 el primer
Ministerio de Salud del país, a cargo del Dr. Ramón Carrillo (Stolkiner, 2018). Pero mientras
desde el Ministerio de Salud se proponía construir un sistema de salud universal, público y de
acceso gratuito, la organización de los trabajadores en la CGT –uno de los pilares del
movimiento gobernante– absorbía y transformaba las mutuales en obras sociales ahora con
aporte patronal, generando un modelo de seguridad social de corte bismarckiano.

Durante la dictadura de Juan Carlos Onganía (1966-1970) se dicta una nueva norma de
estupefacientes, la Ley 17.567. En ella, se detallan las conductas penadas y se aumentan las
penas de 1 a 6 años de cárcel. Se mantiene la tenencia ilegítima de estupefacientes y se agrega
en el artículo 204 del Código Penal, que las penas se apliquen para los casos en que las
tenencias “excedan las correspondientes a un uso personal”. Ese mismo año, se introducen

21 Según Robert Castells, la “cuestión social” puede caracterizarse por la inquietud acerca de la capacidad para mantener la
cohesión de una sociedad. Amenazan con la ruptura ciertos grupos cuya existencia hace vacilar la cohesión del conjunto. Las
poblaciones que son objeto de intervenciones sociales difieren fundamentalmente según sean capaces o no de trabajar, y en función
de este criterio de las trata de maneras totalmente distintas
19

modificaciones en el Código Civil. La Ley 17.711 incorpora el artículo 152 bis, incluyendo “al
régimen de inhabilitaciones a los ebrios crónicos, drogadictos, disminuidos mentales y pródigos”.
Aquí se equiparan cuadros psíquicos de origen y tratamiento muy diverso, atribuyéndoles las
mismas limitaciones, sin tener en cuenta las características propias de cada sujeto (Aquaviva;
Innamoratto, 2017).

En 1966 surge la primera institución dedicada al abordaje de los consumos de drogas fue
el Fondo de Ayuda Toxicológica (FAT), creado en el marco de la cátedra de Toxicología de la
Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos, a cargo del profesor Alberto Calabrese
(Rodríguez, 2009). Pocos meses después, a través de un convenio entre dicha cátedra y la
entonces Secretaría de Salud Pública, se creó el Centro de Prevención de la Toxicomanía
(CEPRETOX), dedicado a tareas de prevención y abordajes ambulatorios de los consumos de
drogas (Touzé, 2006; Levin, 2013). Durante estos años, se crearon las primeras residencias de
Salud Mental, las salas de internación en Hospitales Generales, los Hospitales de Día y las
Comunidades Terapéuticas. Sin embargo la estructura manicomial siguió vigente, apoyada por
los diferentes poderes políticos que atraviesan las décadas del ´60 y ´70, los cuales prohibieron
y reprimieron algunas de estas experiencias alternativas. En paralelo a estas respuestas
estatales, desde mediados de la década de 1970 comenzaron a funcionar en diferentes iglesias
grupos de autoayuda integrados y conducidos por ex adictos, sin participación de profesionales
(Camarotti; Güelman, 2017).

En 1973 con el gobierno del entonces presidente Héctor Campora, se creó el Centro
Nacional de Reeducación Social (CENARESO), primera institución especializada, residencial y
monovalente para el tratamiento del uso de sustancias psicoactivo (Camarotti, 2010). En el
mismo año en 1973, se deroga la reforma del Código Penal de 1968 por la Ley 20.509, a partir
de la cual se retornó a la redacción de 1926, siguiendo la perspectiva de políticas
internacionales de la década del ‘70 y, particularmente, la de los EEUU que asociaban el
problema de las drogas a un tema de seguridad nacional y la campaña antidrogas a una
persecución de guerrillas. Así, el tema adquiere un neto peso político y social (Gomez, 2013). En
línea con estas prácticas, el texto de la Ley 20771, primera ley especial de estupefacientes,
impuso penas de notable severidad al tenencia de drogas, aun cuando fuese para uso personal
y determinó que cuando el condenado dependiera física o psíquicamente de estupefacientes,
amén de la pena, debía imponérsele una “medida de seguridad curativa” que consistía en un
tratamiento de desintoxicación y cuidado terapéutico que no podía exceder el término de la
pena.

Luego del gobierno de Isabel Perón y la triple AAA, viene el golpe cívico, militar y clerical,
que instala el Terror de Estado, para llevar adelante la Doctrina de Seguridad Nacional. El caso
argentino ha sido considerado paradigmático en la aplicación de esta política, no solamente por
el genocidio cometido sino por lo siniestro y clandestino de las metodologías utilizadas. El
campo de la Salud Mental también se vio afectado por el desmantelamiento de los servicios
20

hospitalarios y de investigación, los cierres de carreras universitarias, el secuestro y exilio de


profesionales, así como por las formas autoritarias que fueron alejando a los profesionales del
padecimiento en el campo de lo social. En este contexto en 1978, la Corte Suprema de Justicia
resuelve un caso argumentando que el uso personal de marihuana era punible (Fallo Colavini,
tenencia de 2 cigarrillos de marihuana). El tribunal sostuvo “que la represión de la tenencia de
drogas es un medio eficaz para combatir la drogadicción y el narcotráfico, ya que la tenencia de
droga configura uno de los elementos indispensables del tráfico, y el consumidor una condición
necesaria de tal negocio”, ya que el consumidor por los efectos de la droga, produce acciones
antisociales que representan un peligro para la sociedad.

A partir de la recuperación de la democracia en 1983, las medidas de gobierno abrieron


la puerta a impulsos transformadores a los que se sumaba la fuerza con que los trabajadores del
sector salud tomaron el ideario de Atención Primaria de la Salud, acordado en Alma Ata 22 (1978).
Este período aportó la confluencia novedosa entre Atención Primaria de la Salud -con eje en su
enfoque participativo- y salud mental, dejando la semilla de la posibilidad de su integración. En
1985 se impulsó la conformación de la Comisión Nacional para el Control del Narcotráfico y el
Abuso de Drogas (CONCONAD), bajo la órbita del Ministerio de Salud y Acción Social. La
CONCONAD fue creada con el objetivo de promover el diseño de políticas preventivas y
asistenciales para reducir la oferta y la demanda de drogas (Decreto 1383/85). En 1986, un
nuevo fallo de la Corte Suprema ante el caso Bazterrica, se opone al Fallo Colavini, declarando
en ese momento, la inconstitucionalidad del artículo 6° de la Ley 20.771 que penalizaba la
tenencia de drogas para uso personal, priorizando las libertades personales basadas en el
artículo 19 de la Constitución Nacional y entendiendo al consumo como una acción de índole
privada. Considera que la respuesta penal no necesariamente tiene un efecto “disuasivo
moralizador positivo” para el consumidor (Aquaviva; Innamoratto, 2017).

La crisis hiperinflacionaria de 1989 operó como un disciplinador social de gran magnitud


para que se iniciara una dramática transformación de la relación entre estado, mercado y
sociedad. El ideario del Consenso de Washington (1989) de liberar las fuerzas del mercado,
desregulando la economía y reduciendo el “gasto” social de los estados. La reforma propuesta
para el sistema de salud suponía arribar a un mercado de seguros en competencia en el cual el
acceso dependía de la capacidad de cada unidad familiar de proveerse los servicios. Para
quienes no pudieran hacerlo, se proponían políticas focalizadas de servicios mínimos que el
estado podía contratar en el sector privado. Se produce de esta forma una fragmentación dentro
del mismo Estado y sumado ello, a su “retiro” de la prestación de servicios, comienza una
revalorización de “lo privado”, “lo comunitario” y del mercado que se integra a la vida cotidiana a
partir de la necesidad de supervivencia (Stolkiner, 2018). El Banco Mundial promovió estas

22 La Conferencia Internacional sobre Atención Primaria de Salud de Alma-Ata, realizada en Kazajistán, del 6 al 12 de septiembre
de 1978, fue el evento de política de salud internacional más importante de la década de los setenta. La conferencia fue organizada
por la OMS/OPS y UNICEF, y patrocinado por la entonces URSS.
21

políticas, cuyo cumplimiento solía ser parte de los compromisos de renegociación de la deuda
externa con el Fondo Monetario Internacional.

En uno de los “achicamientos” del Estado, desapareció la Dirección Nacional de Salud


Mental. También culminó el proceso de descentralización, sin asignación especial de recursos.
Durante este periodo se disolvió la CONCONAD, y en su lugar se creó la Secretaría de
Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico
(SEDRONAR), dependiente de Presidencia de la Nación. Ese mismo año, se sancionó la ley
nacional 23737 -vigente hasta la fecha-, que establece la penalización de la tenencia de drogas
para consumo personal, y brinda la posibilidad de llevar a cabo un tratamiento compulsivo por
derivación judicial como alternativa a la condena penal (art. 14).

Como una de las políticas de mayor importancia en este periodo, en 1992 se creó el
Programa de Subsidio para Asistencia Individual en el Tratamiento de Adictos con Internación en
Institutos No Gubernamentales, a cargo de la SEDRONAR. Este programa otorgaba un subsidio
a personas de bajos recursos económicos y sin cobertura de obra social, para que efectuaran un
tratamiento en organizaciones no gubernamentales (Garbi, 2016). Tres años más tarde, en
1995, se sancionó la ley 24.455, que estableció la obligatoriedad de las obras sociales de
prestar tratamientos médicos, psicológicos y farmacológicos a las personas que dependan física
o psíquicamente del uso de estupefacientes. Esta obligación fue extendida al año siguiente
(1996) a las entidades que prestan servicios de medicina prepaga, con la sanción de la ley
24.754. En virtud de estas medidas, la cantidad de instituciones de la sociedad civil dedicadas al
abordaje de los consumos de drogas aumentó considerablemente durante la década de 1990.
Estas instituciones fueron adoptando distintas metodologías de trabajo.

En América Latina, particularmente en algunos de sus países, pasaron a finales del siglo
XX y comienzos del XXI por grandes crisis políticas. En el caso de Argentina, esta se produjo
hacia el año 2001 donde parte de la sociedad se movilizó. El impacto fue de tal magnitud que
terminó desplazado el presidente Fernando de la Rúa de la Casa de Gobierno. Pero este fue
solo uno de los efectos causados por la crisis a la cual podemos caracterizar de sistémica
porque se expresó en una conjunción simultánea de múltiples crisis. Algunas de estas
tendencias fueron revertidas a partir de 2003, mediante la implementación de un conjunto de
medidas económicas y sociales que produjeron un creciente proceso de ascenso social, y
permitieron denominar la etapa como posneoliberal (Kessler, 2016). Durante los sucesivos
gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, conceptualmente las políticas sociales en sí
mismas se implementan a fin de regular la fuerza de trabajo y también constituyen una
herramienta de integración social.

En el campo de la salud mental habían aparecido nuevos actores: las organizaciones de


derechos humanos y las de usuarios y familiares, que desequilibraban la tradicional puja
corporativa anterior. Años de debate e intentos, de experiencias parciales y de lucha parecían
22

cuajar en un momento propicio para intentar una transformación necesaria (Stolkiner, 2018).
Finalmente surge la Ley Nacional de Salud Mental 26657 (2010) que fue un avance clave para el
reconocimiento de las personas con padecimiento mental como sujetos de derecho y para la
sustitución del manicomio por tratamientos dignos. Sanción en el año 2014 de la Ley 26.934 que
crea el Plan Integral para el Abordaje de los Consumos Problemáticos (IACOP). El mismo surge
en el marco del Plan de Acción Hemisférico sobre Drogas 2011-2015, el cual se constituyó como
marco internacional para el abordaje de la problemática de los consumos en la región.

La asunción de Mauricio Macri como presidente de la Argentina en diciembre del año


2015, derivó en un rápido cambio de rumbo de la inserción argentina en varios sentidos, tanto
hacia la región como hacia el sistema internacional en su conjunto. En los aspectos
políticos y estratégico militares que habían caracterizado a la política exterior de los gobiernos
anteriores del 2003 al 2015 se evidenció un cambio importante, y en cuanto a las cuestiones
económicas, éstas pasaron al centro de la escena pareciendo retomar una política exterior en
clave económica. Es así que "se verifica una retracción de ciertos tipos de políticas sociales, la
desvalorización de la vigencia de los derechos y una transferencia hacia concepciones más de
neofilantropía, de concepciones cuasi de trabajo voluntario u optativo que nada tiene que ver
con la vigencia de los derechos que es lo central", (Alayón, 2017, s/p). El 8 de mayo de 2018 el
gobierno argentino inició un proceso de retorno al tutelaje político y económico del FMI. El
préstamo fue concedido a cambio de un severo programa de recortes financieros que terminó
por generar grandes desigualdades. Como parte de los recortes, disminuyó la cifra de
ministerios a la mitad. En el sector de salud se desfinanció y sub ejecutó programas.

Durante este mandato presidencial, la “lucha contra el narcotráfico” fue una de sus
principales consignas sobre cómo tratar el problema de la droga. Respecto a la distribución de
los recursos económicos, según el último presupuesto nacional (2019), el Gobierno destinó para
dicha problemática el 90% al ministerio de Seguridad para ejecutar la “lucha contra el
narcotráfico”, y sólo el 10% para la promoción, prevención y asistencia (a través de la
SEDRONAR, como organismo estatal responsable de ejecutar dicha política). Su correlato a
nivel provincial y municipal, también de corte punitivista, se expresó en leyes de
“narcomenudeo”23 estas medidas lo que más consiguió fue perseguir la mano de obra barata de
los eslabones más débiles de la cadena de narcotráfico, pero nunca lograron atacar el cuantioso
mercado negro de producción o investigar el flujo de capitales con el consecuente lavado de
dinero provenientes de este mercado.

Si bien desde el 2002 se muestra un crecimiento sostenido del encarcelamiento por


delitos de drogas, es así que es la tercera causa de encarcelamiento en el país, luego de los
delitos de robo y homicidio, constituyéndose en uno de los factores que más inciden en el
aumento de la población carcelaria. Se puede ver que esto se agravó, según las propias

23 El narcomenudeo o comercio de drogas ilícitas en pequeña escala, es una actividad ilícita originada con la prohibición de las
drogas, a principios del siglo XX.
23

palabras de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, donde afirmó que entre diciembre 2015 y
septiembre de 2018 las detenciones relacionadas con las drogas realizadas por las fuerzas
federales aumentaron de manera significativa alrededor de un 85%. Por su parte, el ministerio
de Seguridad de la provincia de Buenos Aires comunicó a la prensa que en esa provincia
“111.183 individuos fueron puestos a disposición de la Justicia por venta o tenencia de
estupefacientes” entre diciembre de 2015 y enero de 2019. Esto implicaría que las policías
bonaerenses realizaron un promedio de 37 mil detenciones por año (más de 100 detenciones al
día) que están relacionadas con las drogas.

En este contexto de políticas regresivas y punitivas, renacieron las esperanzas de volver


al estado anterior o, mejor dicho, a una mixtura entre el viejo modelo de encierro, segregación y
las novedades de la industria farmacológica y las neurociencias. La gestión de Andrew Blake al
frente de la Dirección Nacional de Salud Mental significó retrocesos significativos para la Ley de
Salud Mental. Donde hubo un incumplimiento en los compromisos internacionales asumidos por
el país ante organismos como la OPS y la ONU, donde depreció la jerarquía de la CONISMA,
comisión que articula organismos públicos para una política pública transversal en salud mental,
al pasarlo de la Jefatura de Gabinete al Ministerio de Salud (degradada luego a Secretaría);
además desfinanció y desconvocó el Consejo Consultivo Honorario, espacio en el que participan
organizaciones de usuarios, profesionales, gremiales y sociales, en cambio promovió la creación
de un consejo de expertos elegidos por el mismo director del organismo.

A fines del 2017 el Gobierno intentó promulgar una nueva reglamentación de la Ley de
Salud Mental, pretendiendo derogar la lograda a duras penas en el 2013. Esta normativa, en
realidad, iba mucho más allá de su título y modificaba ilegítimamente algunos aspectos centrales
de la ley, impidiendo la transformación de un sistema centrado en hospitales monovalentes a
uno comunitario, integrado al sistema general de salud e inclusivo. Devolvía el privilegio de la
hegemonía a la corporación psiquiátrica, por encima de la perspectiva interdisciplinaria y sobre
todo, de la libertad en la toma de decisiones y los derechos de las personas. Una gran
movilización de rechazo se produjo cuando se hizo público este hecho. Cientos de
organizaciones sociales, de usuarios, de derechos humanos, académicas, profesionales de todo
el país participaron de diversas formas movilizándose para repudiar ese intento. La gran
movilización logró frenarlo y apuró la renuncia de Blake.

II.III Situación del Trabajo Social en Argentina

Si bien se considera que la intervención del Trabajo Social en la sociedad se inicia como tal
en la época de la modernidad, podemos afirmar que considerando la atención de la pobreza
como una de las formas de intervención en lo social, con anterioridad se observa este tipo de
intervenciones. Según María Inés Peralta (2001), quien, al realizar un análisis de la asistencia a
24

la pobreza en la Edad Media, señala la existencia de una intervención (de su atención) y la


intersección de 2 ejes:

 La relación de la proximidad que debía existir entre el beneficiario del “socorro” y quien lo
dispensa.

 El criterio de ineptitud para el trabajo, lo que implica que son objeto de la ayuda quienes
no pueden resolver sus propias necesidades dado que son incapaces para trabajar.

Observamos, así, que la asistencia a la pobreza implicaba la condición de “incapaz” del


destinatario, que recibiera ayuda lo rotulaba como sujeto incapaz de producir. Se va
construyendo una idea de sujeto destinatario de la intervención.

En el proyecto de la Modernidad, formulado en el siglo XVIII por los filósofos de la


Ilustración, de la mano del positivismo en el cual el sujeto era el ciudadano que ostentaba
derechos civiles y políticos individuales, pero había cantidad de excepciones, aquellos que no
podían o debían ejercer tales derechos por sus falencias. Para aquellos que “fracasaban” o no
estaban “habilitados” para la competencia y el trabajo, el estado preveía formas de asistencia en
aras del ordenamiento social, fundadas en una lógica “filantrópica”, ese mix “público-privado”
que se propone brindar ayuda sin generar derecho (Donzelot J, 1977).

Para José P. Netto (1997, p. 68), el surgimiento de la profesión obedece a determinadas


condiciones histórico-sociales, en un movimiento de continuidad y ruptura, donde emerge un
espacio socio ocupacional de inserción del trabajo social: “... no es la continuidad evolutiva de
las protoformas del servicio social la que explica su profesionalización, sino la ruptura con
ellas...”. De modo que el origen del trabajo social no responde a una simple evolución de las
formas de ayuda que pasaron a institucionalizarse, adquiriendo un rango “científico”, sino que es
un proceso que se inscribe en la dinámica de la historia de la sociedad capitalista, atravesada
por la lucha de clases.

Este origen coincidió asimismo con la entrada del ideario higienista y la presencia de los
médicos-políticos que aportaron perspectivas de cuidado de la salud de las poblaciones. Según
Oliva (2007) el surgimiento del TS se relaciona con estas acciones y reclamos de las
organizaciones de los trabajadores, ya que estas no fueron demandas individuales sino
colectivas. En las décadas del 20 y el 30, la clase obrera comienza a insertarse en las
instituciones apuntando a ganar espacios dentro del sistema y a hacer cambios radicales en el
mismo. Surgen los servicios sociales, las luchas obreras han sido y son un polo fundamental
para comprender la dinámica contradictoria del TS. Distintos autores coinciden en señalar como
momentos de particular significatividad en este proceso, la fundación de la primer Escuela de
Servicio Social dependiente del Museo Social Argentino en 1930.

En este contexto la profesionalización de la Asistencia Social en Argentina se produjo en


una pugna de matrices, actores e intereses, en la que se involucraron aquellas instituciones que
25

venían históricamente dando respuesta a lo social (sociedades de beneficencia, organizaciones


del catolicismo social, círculos obreros, entre otros), los intereses de algunos grupos
profesionales, el pensamiento y la acción de obreros organizados, y determinadas necesidades
de legitimación del Estado.

A partir del 55, la forma en que intervendrían algunos de los trabajadores sociales seria a
través del método de “desarrollo de la comunidad”, estos tratarían de “educar a los pobres”, ya
que según ellos es en la “ignorancia” donde radica la causa de la pobreza. Esta intervención
tendrá características comunitarias y se centrará en el llamado polo de marginalidad de las
consecuencias de un crecimiento dual de la sociedad. Lo rural y lo urbano-marginal serán los
escenarios privilegiados por la mirada de los nuevos métodos modernos desarrollistas, más
tecnificados, con más sustento teórico, con mayores grados de planificación y con un estilo de
gerenciamiento programático.

En el periodo de los 70 se sitúa el movimiento de “reconceptualización” del Trabajo Social


en Latinoamérica, produciéndose entonces un análisis crítico de los fundamentos teóricos, de
las metodologías y de las técnicas utilizadas. Era un movimiento que abarcó no solo a una
corriente ideológica sino varias, ya que se nutrió del marxismo, de las ideas de Mao Tse Sung,
de la Teoría de la Dependencia, de los conceptos de la educación popular de Freire. También
recibió influencia del peronismo de izquierda, Althusser y hasta del cristianismo (curas
tercermundistas). De esta forma se expresa la decisión de no adoptar acríticamente las técnicas
y métodos utilizados en otras regiones (EEUU y Europa sobre todo) y se comienza a cuestionar
el sistema económico y social vigente, como productor de miseria y explotación, buscándose
causas globales de ello. Este proceso es guiado por una necesidad de relegitimización de la
profesión a partir de una mayor rigurosidad teórica (Fossini, 2003).

Durante el gobierno de Isabel de Perón, se pone en funcionamiento la triple AAA (Alianza


Anticomunista Argentina), periodo que fue la antesala de la dictadura que empezó el 24 de
marzo de 1976, en estos periodos se reprimió todo proceso de politización, clausurando las
escuelas y facultades de Trabajo Social. Carina Moljo (2006) informa que conforme el “estudio
realizado por Castronovo (1999, p. 8) de un total de 45 escuelas de Trabajo Social que existían
en ese momento, 14 fueron cerradas o suspendidas, recordando que la Universidad Argentina
ya había sido intervenida en 1975”. Se prohibió la circulación de textos y revistas, a la par que se
produjeron numerosas desapariciones y secuestros de integrantes de la categoría profesional.

En la década del 90 se comienza fortalece el proceso de la “globalización”, lo que tendrá


fuertes impactos sobre los Estados-Nación. Se observa entonces, lo que Castels (1995) ha
denominado la “metamorfosis de la cuestión social”. Se apela a un pensamiento tecnocrático,
esto es se reduce la razón a una racionalidad técnica que selecciona estrategias al margen de la
inclusión de otras racionalidades; los problemas sociales se expresan en una relación costo-
beneficio. Como dice Bustelo (1999, p. 9) “en el rol asistencial adquieren un rol predominante-
26

ante las políticas de achicamiento del Estado- la sociedad civil y los organismos no
gubernamentales, que se supone desarrollan tareas sobre las bases voluntarias y apolíticas”.
Existe un discurso que da cobertura ideológica a este “retiro” del Estado y apela a la
responsabilidad de los individuos y la comunidad, recurriéndose de vuelta a la filantropía para la
atención de la cuestión social a la par que habla de derechos, creciendo la oferta de servicios
del llamado tercer sector.

Luego de este periodo se empiezan a visualizar durante los gobiernos de Néstor Kirchner
y Cristina Fernández, políticas que contienen un acervo de fortalecimiento de los lazos
comunitarios, a partir del cual se puede producir un proceso de acumulación e
institucionalización del capital social colectivo de base local-comunitaria-territorial. Tal acervo
resultó favorable para la disciplina del Trabajo Social, un escenario que propicio la promoción de
derechos y el fortalecimiento organizativo de sujetos colectivos. El 18 de diciembre de 2014 fue
anunciada la promulgación de la Ley (N° 27072) Federal de Trabajo Social, tras ser tratada y
aprobada en el Congreso de la Nación. Dentro de los puntos más destacados de la ley se
destacan, que el establecimiento de derechos en el ejercicio profesional, que incluye la
posibilidad de rechazar el cumplimiento de directivas e indicaciones que vayan en contra de las
competencias profesionales, los códigos de ética y los derechos humanos. También se unifica la
denominación y el nivel de grado universitario que define la formación. Se reconocen
incumbencias y competencias, estableciendo lo que corresponde al ejercicio profesional.

II.IV Adolescencias, de incapaces a sujetos de derecho

Es de apreciar que el concepto de la adolescencia se ha ido transformando a lo largo de


las diferentes épocas, habiendo producido un giro importante en base a esta concepción desde
una visión socio-cultural. En donde el concepto está vinculado con procesos históricos y
construcciones sociales. En Argentina hasta 1990 rigió el “paradigma tutelar” (Ley N° 10.903 de
Patronato de Menores) para el abordaje de la infancia y la adolescencia. Este paradigma
caracterizó a Niños, Niñas y Adolescentes (de ahora en más NNyA) como inferiores respecto de
las personas adultas, ya que se les consideraba “incapaces” de hacerse cargo de sus propios
asuntos. Se ordenaba que las personas “capaces” tomaran decisiones en su nombre, ya fueran
sus progenitores o el Estado. Estos quedaban relevados de participar en sus asuntos, era
“sustituida su voluntad” para protegerle supuestamente en su propio beneficio.

Con la ratificación de la Convención de los Derechos del Niño en 1990, y su posterior


incorporación a la Constitución Nacional en 1994, la Argentina adquiere el compromiso de
modificar completamente el abordaje de toda su legislación e incorporar el nuevo “paradigma de
la protección de derechos”, que se basa en el enfoque de derechos humanos. Este modelo
impone el reconocimiento de NNyA como sujetos plenos de derechos, se reconocen como
ciudadanas/os con los mismos derechos que todas las demás personas, e impone deberes
especiales a progenitores, al Estado y a la comunidad, para la garantía de los derechos de esta
27

población. Esto quiere decir que no se enfoca en actuar sobre los individuos sino frente a la
situación en que se encuentran, para facilitar su desarrollo autónomo y habilitarles de manera
directa el ejercicio de sus derechos. NNyA son sujetos de Derechos por tanto se les considera
“titulares de derechos” y de acuerdo con sus capacidades pueden ejercerlos autónomamente.
Se abandona el concepto rígido de “incapacidad” para centrarse en las capacidades y
competencias que tienen NNyA y la asistencia que necesitan para ejercer sus derechos
(Navarrete, 2015).

En la Argentina, la Convención de los Derechos del Niño ha sido la principal inspiradora


de la ley nacional 26.061, que recepta los postulados de la “Protección Integral de Derechos de
Niñas, Niños y Adolescentes”, y que fue sancionada por el Congreso Nacional en el año 2005.
Dicha Ley incorpora derechos específicos, como el derecho a la alimentación por parte de sus
progenitores, de la sociedad o del Estado, derecho a la educación, derecho a la salud en su
máximo nivel, derecho a ser oído, y a que su opinión deba ser tenida en cuenta de acuerdo a su
edad y grado de madurez. Derecho a participar en las cuestiones que les atañen según la edad
y madurez que los connote (principio de capacidad progresiva). Además se les reconoce como
un derecho fundamental que todas las decisiones que se adopten en todos los ámbitos, ya sea
por los organismos administrativos, legislativos o judiciales o de cualquier otra índole tengan
como finalidad ser dictadas en su “interés superior”.

Teniendo en cuenta este marco normativo, el potenciar el desarrollo de las autonomías


en las adolescencias, es un proceso que se inicia a temprana edad y no guarda relación directa
con la edad ni con los tiempos transcurridos, sino con las características individuales,
contextuales y sociales. Es por ello que el acompañamiento de las familias (en su enorme
diversidad), la comunidad (compuesta por referentes de confianza de las/os adolescentes como
amigas/os, vecinas/os, parientes, etc.) y el Estado debe adecuarse a las necesidades,
capacidades y deseos de cada adolescente. Sin embargo todavía esta tensión resulta visible en
muchos aspectos específicos, como las lógicas institucionales que privilegian el mundo adulto, la
racionalidad de una sociedad de mercado, que sólo ve en los adolescentes a potenciales
consumidores, colisionan -a veces de manera violenta- con nuevas sensibilidades, formas de
relacionarse, de conocer y experimentar el mundo y de construir su futuro, propias de una parte
importante de los jóvenes actuales. (Vignoli; 2001)

Capitulo III. SEDRONAR


III.I Cambios en la lógica de los abordajes de los CSPA (2013-2015)

A partir de comienzos del siglo XXI en Argentina, comienzan a desarrollarse respuestas


alternativas -tanto estatales como desde la sociedad civil- al paradigma abstencionista, que
priorizan los abordajes ambulatorios y localizados territorialmente por sobre los tratamientos de
internación. De esta manera, el paradigma prohibicionista-abstencionista, hegemónico durante el
28

siglo XX, da lugar a nuevos enfoques que entienden el consumo de drogas como una cuestión
de inclusión social (Cunial, 2014).

Dentro de estos cambios en esta década actual se pueden ver las siguientes políticas
estatales: 1) la sanción de la Ley Nacional de Salud Mental N° 26.657 en 2010, que incluye a las
adicciones como parte integrante de las políticas de salud mental, y prioriza los abordajes
ambulatorios a los tratamientos de internación; 2) la decisión del Gobierno Nacional de
circunscribir la actividad de la SEDRONAR a la prevención, capacitación y asistencia de
adicciones, quitando de su órbita las tareas relacionadas con el combate al narcotráfico (decreto
48/2014); 3) la sanción de una nueva Ley Nacional de Abordaje Integral de los Consumos
Problemáticos en 2014 (Ley 26.934), que prioriza los tratamientos ambulatorios y considera la
internación como un recurso terapéutico de carácter restrictivo y extremo; 4) la modificación del
nombre de la SEDRONAR, que pasó a llamarse Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas,
dando cuenta de su trabajo enfocado en la reducción de la demanda de drogas y no en la lucha
contra su oferta. En consonancia con este cambio de perspectiva, en el año 2014 comienzan a
desarrollarse desde la SEDRONAR nuevos dispositivos de abordaje de los consumos de
drogas, que se localizan en territorios de alta vulnerabilidad social: los Puntos de Encuentro
Comunitario (PEC), los Centros Preventivos Locales de Adicciones (CEPLA), y las Casas
Educativas Terapéuticas (CET).

A partir del 30 de abril de 2014, fecha en que se sancionó, comienza a estructurarse una
política pública del Estado que enfatizará en el fortalecimiento de los vínculos comunitarios, a
través de “Dispositivos especiales de integración” entre sociedad civil, instituciones públicas y
Estado. A partir de entonces comienzan a establecerse las estrategias de esta política pública
universal, de integración comunitaria plasmada en el Programa “Recuperar Inclusión”24, que fue
destinado a las personas que se encontraban en situación de consumo, pero también a la
población en su conjunto. Tal como figuraba en la fundamentación de la propuesta, se iniciaba
un nuevo paradigma en la atención del consumo problemático de sustancias, que ya no
centraba el “tratamiento” en las sustancias a partir de un modelo médico sanitario, sino que
enfatizaba en la necesidad de promover la articulación y el involucramiento del entramado
comunitario: “en pos de la salud social y colectiva, es menester construir a la par las tramas del
lazo social que han sido fragmentadas, permitiendo que los tratamientos de consumo
problemático de sustancias, no dependan solo del acto voluntario del sujeto, como un individuo
enfermo, sino que este mismo sea integrado al entramado comunitario al cual pertenece y que le
otorga identidad como un sujeto de derecho.

A estos fines se dispone la creación de tres dispositivos: las CET, los CEPLA y los PEC.
Las CET se propusieron como “dispositivos de integración comunitaria para la atención y

24 “Recuperar Inclusión” fue el rótulo asignado a la política que se tradujo en la creación de instituciones en “zonas vulnerables”
para la “prevención y asistencia de las adicciones” durante la gestión del sacerdote Juan Carlos Molina en la Sedronar, durante 2013
y 2015.
29

tratamiento de sujetos que se encuentren en consumo problemático de sustancias”. Siendo su


objetivo general brindar atención y asistencia profesional para la intervención en situaciones
específicas. Los CEPLA se constituyeron como “espacios de prevención y contención, que se
materializan tanto en la realización de actividades de recreación, formación y concientización,
como en el acompañamiento personal”. Los PEC por su parte, fueron definidos como “equipos
de actores territoriales” que se referencian en un “espacio comunitario” y articula recursos
locales para desarrollar “tareas de prevención y asistencia en su comunidad”.

III.II Periodo 2016-2019, continuidades y rupturas

A partir de la asunción de Roberto Moro como Secretario en diciembre de 2015 las CET y las
CEPLA fueron reconvertidas en DIAT, con el objetivo de unificar las tareas de prevención y
asistencia. Los DIAT fueron definidos como “centros preventivos asistenciales gratuitos, de
abordaje integral ambulatorio, cuya gestión se encuentra a cargo de Asociaciones Civiles,
Organizaciones No Gubernamentales, Municipios o Provincias, dirigidos a personas sin
cobertura médica en situación de vulnerabilidad frente a las problemáticas relacionadas con el
consumo de sustancias” (Resolución 150-E/2017). Los PEC, por su parte, fueron transformados
en experiencias de Tratamiento Comunitario (TC), a partir de la implementación de una
metodología de trabajo utilizada por distintas organizaciones en otros países de la región, que
más adelante describiré.

Durante este periodo, la gestión efectiviza la continuación de la territorialidad de la política


pública de drogas desarrollada durante la gestión que finalizó en 2015, sin embargo eso no
significo en una ampliación de condiciones materiales fundamentales, principalmente ante la
fragmentación que sucedió en todas las áreas del Estado.

En cuanto a la “infraestructura”, si bien se inauguraron algunos dispositivos territoriales


propios cuya construcción comenzó durante la etapa 2014-2015, se detuvo la construcción de
nuevas locaciones. De los sesenta y dos DIAT, veintisiete funcionan en edificio propio construido
o reciclado con el objetivo de alojar a los equipos. Estos fueron diseñados como espacios
multipropósitos que cuentan con áreas de deportes (canchas de fútbol, vóley, gimnasio, ring de
box), culturales (microcine, aulas taller), educativas (sala multimedia, aulas), asistencia
(consultorios, zona de descanso); además en todos se pueden encontrar cocinas-taller, espacios
de usos múltiples y espacios verdes para la instalación de huertas y jardinería en general. Es
para destacar que hubo dispositivos que al no contar con estos edificios se instalaron en
espacios acordados con la cogestión local, en total son treinta y cuatro DIAT, intentando que se
acerquen lo más posible al ideal propuesto, sin embargo muchos de estos dispositivos tuvieron
que auto gestionarse estos espacio, generando una atención descentralizada en varios espacios
y muchas veces en diferentes territorios. En el caso de las experiencias de TC, estos espacios
eran parte del trabajo que venían haciendo los referentes comunitarios donde se asentaron, en
algunos igualmente esto no sucedia y hubo que encontrar un lugar. De esta forma, se
30

encuentran dispositivos ubicados en centros integradores comunitarios, espacios comunitarios y


similares, que permitan el fácil acceso y la participación comunitaria.

Al funcionar como co-gestiones con los municipios, provincias y en algunos pocos casos con
Organizaciones No Gubernamentales (ONG), el mantenimiento edilicio (en los lugares donde
hay obras construidos o espacios cedidos para el funcionamiento del DIAT) y los materiales de
uso cotidiano están a cargo de las co-gestiones, sin embargo los mismos acuerdos son escasos
y representan un 30% del total de los DIAT, teniendo que muchas veces los dispositivos
autogestionarse los mismos con acuerdos informales, en el mejor de los casos, con otras
instituciones u organizaciones. En el caso de las experiencias de TC estos convenios son aún
más escasos.

Para entender la proyección de esta política, es necesario desglosar el presupuesto de


2018 de la SEDRONAR, el 28 % del mismo fue adjudicado a los CAAC25 y el 8% a los DIAT y
TC. Buena parte del porcentaje restante fue destinado a las ciento tres CCTT y al pago del
personal de la sede central, datos proporcionados por el Observatorio Argentino de Drogas
(2019). Cuando nos referimos a los recursos que se destinan para los DIAT es al utilizado para
el pago de becas “Fondo Estímulo”, mediante las cuales se contrata a los trabajadores de los
sesenta y dos DIAT y de los treinta y cinco TC, que se encuentran emplazados en distintos
puntos del país. Es para destacar, hasta diciembre del 2019, que entre los DIAT y TC hubo un
total de 1109 trabajadores, el primero con 832 bajo el formato de F.E (Cat. A y Cat. B), 55 con
contrato 048 y 160 bajo contratos municipales en su mayoría. En cambio TC cuenta con 165
trabajadores, de los cuales 139 son contratados con el formato F.E el resto son trabajadores con
otras contrataciones (municipales, universidad, 048) que participan de los equipos. Es para
destacar que entre todos estos trabajadores hay 310 profesionales, entre ellos existen un gran
número de profesionales del TS, como también estudiantes avanzados de la carrera que ejercen
como operadores o talleristas, esto se debe a la preferencia a la hora de contratar de estos
perfiles por su formación.

Por último es necesario realizar un balance sobre la relación entre SEDRONAR y las CCTT
en la última etapa. Según el Observatorio Argentino de Drogas (2019), las transferencias
monetarias a raíz de estas internaciones fueron de aproximadamente 70 millones de pesos
para 6918 tratamientos. Estos tratamientos incluyen no sólo los iniciados en el período en
cuestión, sino que incluyen los iniciados anteriormente que se sostuvieron en este tiempo. La
provincia de Buenos Aires (tanto GBA como el interior) recibe cerca del 70% de dichas
transferencias. Un dato a resaltar, durante el 2018, es que el 75% de las internaciones se dieron
de baja por “abandono voluntario” del tratamiento. Un 12% entra en la categoría “Otros” sin
especificar. Además, habría que mencionar que en las prácticas llevadas a cabo en las CCTT no

25 Algunas de estas iniciativas fueron reconocidas por la SEDRONAR como Casas de Atención y Acompañamiento Comunitario
(CAAC), mediante la Resolución No 266, de septiembre de 2014. Las CAAC son definidas por la SEDRONAR como: [...] espacios
comunitarios con presencia permanente en el territorio y reconocimiento por parte de los actores de la comunidad, que facilitan el
acceso a la orientación, contención, atención y acompañamiento de personas que se encuentran en situación de exclusión social y
consumo problemático de sustancias (Resolución No 266/2014, Anexo II: 1).
31

tiene injerencia directa ninguna entidad del Estado. Según la ley Nacional de Salud Mental,
dichas instituciones deberían reorientar sus acciones para el año 2020, quedando prohibida la
habilitación de instituciones nuevas de esta índole, situación que se viene prorrogando.

III.III Dispositivos Integrales de Abordaje Territorial (DIAT)

Los DIAT pueden definírselos como centros preventivos asistenciales gratuitos, del
abordaje integral ambulatorio, para personas que se encuentren en situación de vulnerabilidad
social, frente a las problemáticas relacionadas con el consumo de sustancias psicoactivas. Uno
de sus objetivos principales es promover un abordaje territorial e integral, orientado a la
promoción y restitución de derechos, entendidos estos como procesos potencialmente
terapéuticos.

Las actividades que allí se realizan están orientadas a la atención primaria de la salud,
mediante estrategias de abordaje psicosocial, educativo, cultural, recreativo y laboral. A su vez,
se implementan programas de prevención tanto a nivel personal como en el ámbito familiar y
comunitario, acorde con las realidades regionales. A diferencia de las prácticas más habituales
de asistencia con relación al consumo problemático, prácticas que han encontrado límites en la
accesibilidad de las y los usuarios a los servicios de salud, los DIAT proponen una intervención
asistencial en términos integrales. Es decir, en lugar de plantearse como primer objetivo del
tratamiento, la abstención y/o eliminación del consumo de sustancias, la asistencia refiere a la
posibilidad de brindar respuestas que logren ubicar cierto límite al padecimiento ocasionado por
históricas vulneraciones de derechos que imposibilitan la construcción de proyectos y por ende,
la inclusión comunitaria. Los DIAT forman parte de las redes comunitarias y trabajan en conjunto
con centros de salud, hospitales, comunidades terapéuticas, instituciones educativas,
organismos de protección de derechos, espacios culturales, deportivos, centros de acceso a la
justicia, etcétera. Se privilegia de ese modo la circulación por redes institucionales e
intersubjetivas, involucrando actores locales, referentes territoriales, organizaciones
gubernamentales y no gubernamentales. Sus intervenciones tienden así a identificar y reforzar
los recursos disponibles, como así también a minimizar los factores de vulnerabilidad de cada
comunidad.

El equipo de trabajo de cada DIAT se compone por un referente territorial de dispositivo,


un equipo técnico (integrado por profesionales del ámbito de la psicología, trabajo social,
psiquiatría, enfermería, terapia ocupacional, entre otras disciplinas), operadoras/es y
talleristas/docentes. A su vez, el equipo es acompañado desde el nivel central por una/o
referente técnica/o de abordaje territorial, y una/o referente técnica/o de asistencia técnica. Las y
los referentes territoriales de los DIAT tienen como función la coordinación de los equipos
territoriales, la gestión de los recursos necesarios para el dispositivo y la articulación entre la
SEDRONAR y la contraparte local. Están a cargo de la conducción del dispositivo, lo que implica
propiciar su participación en las redes institucionales y comunitarias locales, la planificación de
32

las actividades de los DIAT en conjunto con los equipos de trabajo, la visión conjunta de las
prácticas llevadas a cabo en territorio, y el intercambio constante con los referentes del nivel
central con el objetivo de revisar, ampliar y/o construir las estrategias de abordaje, así como
también acompañar en la recolección de la información que permita nutrir el modelo de abordaje
de los dispositivos a partir de su implementación.

Registros a nivel nacional de los DIAT

CANTIDAD DE
USUARIOS TOTALES 23298
2016-2019
Distribución por género
Femenino 45%
Masculino 54,88%
Trans 0,12%
Distribución por rango etario
0 a 11 años 7,52%
12 a 17 años 31,33%
18 a 24 años 27,53%
25 o más años 33,62%

VULNERACIONES AL PRIMER
CONTACTO
Salud mental y consumo
38,21%
problemático de sustancias
Violencias 42,30%
Conflictos con la ley 35,67%
Accesibilidad 39,61%
Violencias 42,30%
Nota. Recuperado de “Informe de gestión”, DNAE, 2019

Nota. Recuperado de “Informe de gestión”, DNAE, 2019

Object 3

Nota. Recuperado de “Informe de gestión”, DNAE, 2019


33

Object 5

Nota. Recuperado de “Informe de gestión”, DNAE, 2019

Nota. Recuperado de “Informe de gestión”, DNAE, 2019

III.IV Dispositivos de Tratamiento Comunitario (TC)

A principios del año 2016, la Dirección Nacional de Abordaje Estratégico de la


SEDRONAR creó los Dispositivos de TC, con el objetivo de profundizar el abordaje territorial
impulsado por la SEDRONAR, a partir de la implementación de una metodología de trabajo con
presencia en diversos países de América Latina.

La metodología de TC, constituyó una iniciativa novedosa en el campo de los abordaje


de los consumos de drogas en situaciones de sufrimiento social en América Latina, impulsada
34

por un conjunto de organizaciones de la sociedad civil, enmarcadas en lo que se denominó el


Modelo ECO2 (Epistemología de la Comunidad/ Ética y Comunitaria). Las primeras experiencias
de TC se desarrollaron en México entre los años 1995 y 1998, y desde entonces distintas
organizaciones de la sociedad civil han implementado esta metodología de trabajo, en una gran
cantidad de países de América Latina: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, El
Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay (Machín,
2010). Estas organizaciones conforman la Red Americana de Organizaciones que Intervienen en
Situaciones de Sufrimiento Social (RAISS). Argentina es el primer país de la región en
implementar esta metodología de trabajo desde el Estado, es decir, en implementar el TC como
una política pública.

En virtud de ello, durante el año 2016 se realizó una “prueba piloto” con diez equipos de
trabajo localizados en distintas localidades del país, al final del 2019 son treinta y cinco los
dispositivos de TC. Algunos de los miembros de estos equipos venían ya trabajando en los
territorios desde los Puntos de Encuentro Comunitarios conformados en 2014. Los equipos de
trabajo de los dispositivos de TC están conformados por cuatro personas de distintos perfiles
(profesionales, técnicas/os operadoras/es, talleristas, referentes barriales) que trabajan
conjuntamente. La participación en los equipos de miembros de la propia comunidad favorece la
inserción en el territorio, lo que redunda en la visibilización de las redes comunitarias y en el
acceso de las personas usuarias a las mismas. Los dispositivos de TC no cuentan con un
referente del dispositivo en el territorio, por lo que el trabajo en equipo y el debate colectivo de
las situaciones emergentes es una cuestión fundamental para el abordaje territorial. En este
sentido, resultan fundamentales las reuniones de equipo. Ellas permiten diseñar las estrategias
de intervención, sistematizar las experiencias y evaluar las prácticas, con el objetivo de
revisarlas y modificarlas si fuera necesario. En las reuniones de equipo se planifican los
recorridos por el territorio, los talleres a iniciar, las articulaciones y redes a conformar, el
acompañamiento que se debe brindar a las diferentes situaciones, etcétera. Asimismo, cada
equipo territorial cuenta con un referente técnico o tutor/a de la sede central de la SEDRONAR,
que lo acompaña en la elaboración del plan integral de abordaje, la utilización de las
herramientas de sistematización y el proceso de evaluación.

El sujeto de la intervención en los Dispositivos de TC son las redes. La red subjetiva


comunitaria está conformada por todas las personas con las cuales un/a operador/a considera
tener relaciones amigables y que supone tienen también una relación amigable con él/ella. Esta
red puede ser definida como el capital social del equipo de trabajo. La modalidad más indicada
para construir una red subjetiva comunitaria es por medio de las relaciones personales y directas
con otras personas, y el contexto más apropiado es por medio de la participación en la vida
comunitaria. La red operativa, por su parte, está compuesta por todas las personas que
participan en la realización de las diferentes tareas del proyecto que se lleva a cabo, con
independencia si son miembros del equipo o no. La red de recursos comunitarios, por otro lado,
35

está compuesta por todas las personas que pertenecen a la comunidad y pueden ser
consideradas recursos para la acción social que se quiere implementar. La construcción de la
red de recursos comunitarios es un proceso que permite pasar del estado de potencialidad de
los recursos comunitarios al estado de actuación: que los recursos comunitarios participen
directamente en las actividades del programa con sus competencias y con su capital social. La
existencia de una red de recursos comunitarios es la prueba material de la existencia de un
dispositivo de tratamiento comunitario. Otra de las redes es la de líderes de opinión, tanto
formales (instituciones, organizaciones), como informales (personas o grupos con liderazgo
comunitario). Esta red está integrada por un conjunto de actores comunitarios que ejercen una
influencia en las opiniones de los otros miembros de la comunidad, por medio de sus discursos,
actitudes y estilos de vida.

Registros a nivel nacional de las experiencias de TC

CANTIDAD DE
USUARIXS TOTALES 4025
2016-2019
VULNERACIONES AL PRIMER
Distribución por género CONTACTO
Femenino 52% Consumo
Masculino 47,7% problemático de 26%
Trans 0.3% sustancias
Distribución por rango etario Violencias 22%
Hasta 9 años 5% Conflictos con la ley 2%
De 10 a 17 años 31% Accesibilidad 46%
De 18 a 24 años 21% Salud 14%
De 25 o más años 43% Nota. Recuperado de “Informe de gestión”, DNAE, 2019
Nota. Recuperado de “Informe de gestión”, DNAE, 2019

Object 7

Nota. Recuperado de “Informe de gestión”, DNAE, 2019

Object 9
36

Nota. Recuperado de “Informe de gestión”, DNAE, 2019

Capitulo IV. El Trabajo Social en los dispositivos DIAT y TC


IV.I Intervenciones Interdisciplinarias

Procesos de intercambios de conocimientos, información y consulta mutua no involucran


una interdisciplinariedad entre los interactuantes, la interdisciplinariedad se orienta a favorecer la
integración y producción de conocimientos. Lo “interdisciplinario” por lo tanto, implica la
interacción, diálogo y colaboración de varias disciplinas para lograr la meta de un nuevo
conocimiento. No supone una tarea sencilla sino de tensión permanente, porque constituye un
proceso de aprendizaje, intercambios de conocimientos, metodologías, etc, con el objeto de
enfrentar una situación nueva o solucionar un problema específico. Por lo tanto, se requiere de
profesionales y técnica/os con capacidad crítica y autocrítica. Stolkiner (2005) escribe, que la
interdisciplinareidad es un posicionamiento, no una teoría unívoca. Ese posicionamiento obliga
básicamente a reconocer la incompletud de las herramientas de cada disciplina. Legitima algo
que existía previamente: las importaciones de un campo a otro, la multireferencialidad teórica en
el abordaje de los problemas y la existencia de corrientes de pensamiento subterráneas -de
época- atravesando distintos saberes disciplinarios.

En el armado del plan de abordaje, el trabajador social como parte del equipo
interdisciplinario, diseñará estrategias para garantizar el acceso a derechos y a la vez trabajará
en el fortalecimiento de la red comunitaria y vincular de cada sujeto. Los lazos sociales y
vínculos afectivos son aspectos fundamentales a trabajar en el plan de abordaje. Cuando
hablamos de lazo social nos referimos a aquellas redes existentes en espacios colectivos,
institucionales, comunitarios que funcionan como significativos para el sujeto y a los vínculos
afectivos que trasciende el núcleo familiar (instituciones, en la calle, entre amigos, etc.). Otra de
las tareas del trabajador social, como parte del equipo interdisciplinario dentro de los
dispositivos, estará relacionada con el acompañamiento en la protección ante situaciones de
vulneración de derechos graves, informando los circuitos a realizar, pensando las estrategias
desde la protección de quien se encuentra más vulnerable, realizando las articulaciones
correspondientes, y en caso de ser necesario y dependiendo la situación, acompañando las
denuncias y conformación de informes.

IV.II Sujeto, grupo y comunidad en las intervenciones del TS

Al momento de diseñar un plan de abordaje integral se tomarán en cuenta las distintas


dimensiones que atraviesan la vida de los sujetos, ya que pueden encontrarse en íntima relación
con el padecimiento. Atender a la escolarización, la inclusión en el mercado laboral, los vínculos
afectivos debilitados, la identidad, vulneraciones de derechos graves entre otras cuestiones,
implica escuchar a la problemática desde la integralidad. Además de orientar y acompañar la
37

demanda relacionada con el acceso a derechos, el trabajador social trabajará desde la


dimensión socio educacional, en el reconocimiento de los sujetos como sujeto de derechos, co-
creando herramientas para el fortalecimiento de la ciudadanía y la construcción de procesos de
autonomía. Cuando se habla de la dimensión socio educacional, no se refiere a un lugar de
saber para el profesional, sino de construir en conjunto problematizaciones sobre la vida
cotidiana, sobre el contexto, buscando fortalecer la idea del sujeto como ciudadano y lo que esto
implica en términos de deberes y garantías, la exigencia de cumplimiento de los mismos, etc.
Hay diversas modalidades de intervenir de los y las TS, a continuación, se presentarán algunos
ejes de importancia para el abordaje de los CSPA sin entrar en un análisis extenso, pero que
rescata lineamientos que se ven reflejadas en diversas acciones que se realizan en los
dispositivos DIAT y de TC. Si bien hay diferencias que anteriormente se mencionaron, hay
muchas similitudes por lo cual los ejes incluyen a los dos dispositivos.

Trabajo Social en individuos

En principio es pensar en la singularidad como posibilidad instituyente de todo sujeto,


esto significa reconocer al otro como sujeto de derechos, a la vez que nos exige la reflexión
sobre las condiciones de vida presentes e históricas para entender sus capacidades,
necesidades, intereses y deseos, resultados de su expresión como ser singular.

El sujeto de la intervención es entendido como un actor, que a su vez, permanentemente


interpreta situaciones, capta motivaciones e intenciones de los demás y adquiere entendimientos
intersubjetivos. Es decir que dentro de un dispositivo de intervención planteado desde la
perspectiva analítico-interpretativa, tratamos de entender a ese sujeto como alguien que a su
vez interpreta dentro de un contexto, que va cobrando nuevas significaciones. Desde esta idea,
el contexto de ese sujeto es la vida cotidiana. Esos relatos, forman parte del núcleo significativo
del sujeto ubicado dentro del marco de la intervención (Carballeda, 2005).

En el espacio de trabajo individual se delineará un encuadre específico y estará a cargo


del equipo interdisciplinario, siendo parte importante de los mismos la incorporación de los y las
TS. Algunos de los objetivos de este espacio podrán ser: La posibilidad de generar un espacio
de escucha, instancias de reflexión, historización de sus problemáticas y la construcción de
nuevas perspectivas. La construcción de nuevos modos de hacer lazo a partir del trabajo con su
modalidad de vinculación histórica. Los espacios físicos en los cuales se llevará adelante el
trabajo individual pueden variar. Pueden ser entrevistas espontáneas, propuestas abiertas o
acordadas. La prioridad será garantizar la escucha y que el encuadre se construya con el otro.

El espacio de abordaje deberá constituirse como un lugar de privacidad en el que el


sujeto podrá ser escuchado sin consignas específicas sobre temas a trabajar. El sujeto hablará
allí de lo que desee y elija contar. Los dispositivos instalan como proceso de primera escucha un
tiempo de construcción de la demanda. En el pedido de respuestas a la problemática del
consumo, se encuentran con una gran diversidad de presentaciones de la demanda en los
38

dispositivos territoriales. Los primeros encuentros son planteados en términos de


confidencialidad y respeto a los tiempos del consultante, orientados por la construcción de
indicadores a partir de una escucha integral. Por ello se desprende que el objetivo principal de la
primera escucha es organizar la demanda.

No es habitual que la demanda se presente formulando un pedido de tratamiento relativo


a la pregunta por su sufrimiento o padecer, más bien la consulta con frecuencia se reduce a la
búsqueda de una respuesta, solución o recurso en términos del pedido de extracción de un
tóxico por la vía de la internación, o por la gestión en el consumo de algunas sustancias. El
pedido frecuentemente se enmarca en un “deposito” de la situación más que en un enlace
corresponsable. La demanda construida da cuenta siempre de algo del orden de la ruptura, por
eso es necesario localizar y hacer visible qué es lo que se ha roto, lo que se ha desvinculado. Se
trata de comenzar a ubicar el momento de este quiebre que pone en cuestión el lazo social con
los otros, la relación con quienes lo rodean, pero también con su propio cuerpo, con su propia
capacidad para resolver situaciones. Una demanda pone en crisis toda la relación del sujeto con
el adentro y con el afuera. Desde ahí que la intervención de la primera escucha, al recibir y
escuchar, habilita a un nuevo tiempo y espacio para que el sujeto recupere su palabra y de ahí la
capacidad de enlazar y vincular.

Es frecuente, en esta variedad y diversidad de presentaciones de la demanda en los


dispositivos territoriales, localizar diversas situaciones de riesgos que recorren un amplio
espectro que incluye también la irrupción de situaciones de riesgo cierto e inminente. Es
necesario ser cuidadosos con las definiciones de riesgos, esto se desarrollara más adelante con
mayor detenimiento.

Trabajo Social con grupos

Los espacios de trabajo grupal proponen compartir experiencias y que los equipos
interdisciplinarios pongan a trabajar los discursos para generar algún efecto colectivo. Las y los
TS que sean parte de estos espacios, resaltarán aquello que vaya surgiendo en la participación
para repensarlo colectivamente y reflexionar con otros, en un marco de acompañamiento pero
también de responsabilidad que comienza desde la inclusión en un “posible grupo”. Al igual que
en el trabajo individual, los profesionales intentarán posibilitar vía el uso de la palabra, construir
algún modo de hablar del padecimiento, resignificar construcciones históricas, deconstruir
afirmaciones que generan sufrimiento y así propiciar la circulación de nuevas herramientas
discursivas.

El TS con grupos se presenta como un método de intervención social. En los espacios grupales
se puede visualizar que la interacción de sus miembros en un grupo se dotan de identidad y
conciencia, ya que nuestra identidad se configura a través de la relación con los otros, a través
de interacciones, en definitiva somos animales sociales. El individuo no toma por sí mismo las
decisiones sino a través de la influencia de la sociedad, para analizar esto hay que atender a las
39

identidades construidas socio-culturalmente. El “somos” está condicionado por una trayectoria


histórica y cultural, la cual nos hace preguntarnos qué queremos ser. De ahí que fenómenos
como la exclusión social no puedan ser reducidos a lo individual. En este sentido, la función del
trabajador social no es la de impregnar una identidad determinada sino de generar una
interacción entre los individuos tal que, se produzca un aumento de sus capacidades y
configuren una identidad propia (López Peláez y Fernández García, 2012).

El TS con Grupos, a través de las dinámicas grupales promueve la mejora,


restablecimiento y potenciación de habilidades sociales, propiciando una transformación tanto
individual y social a sus participantes. Por ello, es fundamental aislar todo tipo de
reduccionismos, tanto los de tipo biológico y genético como culturales e ideológicos. A la hora
de realizar dinámicas de grupo se debe considerar siempre el poder, el conflicto y la negociación
que surgen en los grupos sociales. El poder es inherente a la condición humana, ha existido
siempre y se encuentra presente en todas las relaciones sociales. El poder impulsa nuestras
voluntades. Sin embargo en nuestro ejercicio profesional nos podemos encontrar situaciones, en
las cuales el poder de los sujetos con los que trabajamos es muy limitado en múltiples
dimensiones de su vida. Conforme son las sociedades más complejas, aumentan las distintas
expresiones de poder. El trabajador social debe promover la interacción social, limitando la
desigualdad en el acceso al poder. Ambos conceptos están vinculados y por tanto se debe
evitar, que el poder limite la interacción grupal y provoque desigualdad en la participación social.
Como objeto de análisis, la evaluación del “poder” del que disponen personas, grupos y
comunidades, con el objetivo de establecer metodologías que permitan aumentar dicho poder, y
así transformar su entorno personal, grupal y comunitario (López Peláez y Fernández García,
2012).

Trabajo con redes personales, comunitarias e institucionales

La complejidad de la temática del uso de sustancias psicoactivas y la diversidad de


realidades de los territorios y comunidades, demandan una mirada y un abordaje territorial que
sea a la vez intersectorial, interdisciplinar e intergubernamental, para brindar respuestas que se
adecuen a las particularidades de cada territorio y de cada sujeto. Al mismo tiempo, es necesario
concebir a las personas que atraviesan situaciones de consumo problemático no como sujetos
aislados, sino vinculadas en diversas redes personales y comunitarias –enmarcadas en
contextos sociales más amplios– que condicionan y habilitan cierto tipo de prácticas y no otras.

La perspectiva de redes permite a los equipos visibilizar situaciones de vulnerabilidad y tener


información fehaciente de las dinámicas comunitarias y su desarrollo. Asimismo, posibilita
establecer contactos y relaciones más fluidas con redes institucionales y formales, para dar
mejores respuestas a las demandas comunitarias. Las redes no formales, entendidas como
recursos en los procesos de transformación de las dinámicas sociales –así como su registro y
reconocimiento– constituyen una respuesta posible para el abordaje del consumo problemático
40

de sustancias; a la vez es necesaria su articulación con redes formales (institucionales, de


servicios, estatales en todos sus niveles, etc.), en función de lograr desde la comunidad una
mejor y más amplia gama de respuestas a las demandas de las personas que en ella conviven.

Existe evidencia comprobada de que una red personal estable, sensible, activa y confiable
protege a las personas de las enfermedades, actúa como agente de ayuda y derivación, afecta
la pertinencia y la rapidez de la utilización de los servicios de salud, acelera los procesos de
curación y aumenta la sobrevida, es decir, es salutogénica. Podemos afirmar que existe una
correlación directa entre calidad de la red social y calidad de la salud (Sluzki, 1996). Las redes
pueden ser predecibles, permiten organizar los recursos de sus integrantes y actúan como
fuentes de información, que en la actualidad la circulación de la misma está ampliamente
relacionada con la sobrevivencia. Estas redes actúan como espacios de contención y de
socialización. El fortalecimiento o resignificación de los lazos sociales y vínculos afectivos, será
una forma de trabajar en pos de la disminución del padecimiento de los mismos, a la vez que su
acompañamiento puede funcionar como potencialidad en la inclusión de los sujetos en los
dispositivos.

Por estas razones esta modalidad de abordaje desde el TS, será un espacio destinado a
trabajar con los aportes y obstáculos que encuentre ese sujeto en sus vínculos significativos. Se
interpelará sobre los lugares de cada integrante en la dinámica compartida, en la implicación
propia en la problemática y las posibilidades de ser todos partes de la búsqueda de aliviar el
padecimiento grupal. Hacer parte de la problemática y de su abordaje a los vínculos
significativos del sujeto, no será culparlos sino responsabilizarlos de los lugares en los que se
insertan en una dinámica compartida. Es común que los contextos en los que encontramos
sujetos con problemáticas de consumo, los actores involucrados refieran desborde y falta de
recursos para acompañar. Además, el consumo de sustancias, suele adquirir un protagonismo
tal que puede dejar invisibilizadas muchas otras problemáticas que suelen ser aún más graves.
Al no considerar la perspectiva de red, la calidad, eficacia y eficiencia del nivel promocional y
asistencial, se ve muchas veces disminuida por situaciones que desde el sector salud se
consideran ajenas y externas al mismo.

El trabajo con las redes personales se debe orientar a:

 Indagar sobre las dinámicas integrales a fin de ubicar otras problemáticas.

 Diseñar estrategias para resolver diversas problemáticas que se encuentran


invisibilizadas por la problemática de consumo. Aliviar otras fuentes de sufrimiento a fin
de aliviar también la mirada sobre aquel sujeto al cual se le atribuye todo el desborde.

 Responsabilizar a la dinámica de la situación empoderándolos para que se constituyan


como parte del abordaje.
41

 Fortalecer los vínculos afectivos, acompañar los sentimientos emergentes por las
situaciones problemáticas a fin de potenciar vínculos de sostén.

 Considerar posibles estrategias de articulación en aquellas situaciones en la que los


referentes afectivos requieran de un abordaje específico para su situación individual.

Otro concepto vertebrador de la materia será la noción de territorio y junto con él los
aportes que brinda el enfoque territorial en el campo de las políticas públicas. Conceptualmente
definimos al/los territorio/s en tanto estos son entidades geo-históricas que se constituyen
permanentemente a través de prácticas materiales y simbólicas (Benedetti, 2009). Cada ámbito,
en tanto territorio desarrolla una particular estructura social y una lucha por el poder
espacializado. En este sentido el espacio territorial expresa una construcción social activa y
sumamente compleja en el cual se despliegan disputas, se incuban problemas sociales y
también donde los diferentes grupos sociales desarrollan estrategias de resolución de los
mismos. Es la instancia estratégica de articulación entre ampliación de derechos que se
garanticen a través de la política pública. El aporte central del enfoque territorial nos permitirá
una reflexión crítica desde el campo del Trabajo Social y en el marco de la intervención, a fin de
poder repensar la construcción de políticas públicas que respondan a necesidades y
problemáticas contextualizadas en tanto demanda, desde la esfera de la intervención en lo
social y específicamente en el campo de la planificación y gestión social.

La articulación con las instituciones de la comunidad en la que se encuentra inserta en


los dispositivos, será una de las tareas del trabajador social. La inserción del dispositivo en la
red territorial será fundamental, tanto para la articulación en relación a las situaciones que se
trabajen (entendiendo que los sujetos circularán dentro y fuera del espacio y que además hay
situaciones que corresponderá trabajar desde otras instituciones), como por su función de
traccionar a las instituciones en pos de trabajar sobre una mirada inclusiva y acorde a derechos.
Será una tarea fundamental conocer las instituciones del territorio, su modalidad de trabajo, su
funcionamiento, la identificación de referentes, realizar reuniones institucionales de presentación
del dispositivo, de trabajo sobre situaciones de sujetos que transitan por distintos espacios, etc.
Una de las posibles líneas para pensar la articulación es el armado de mesas inter-actorales con
los dispositivos territoriales, donde se puedan poner en tensión abordajes, trabajar situaciones
particulares, construcción de protocolos, pensar actividades de prevención en el barrio, realizar
diagnósticos territoriales, etc.

De esta forma, se busca que los distintos actores puedan realizar un trabajo en red, es
decir en un ‟conjunto relativamente estable de relaciones de naturaleza no jerárquica e
interdependiente, que vinculan a una diversidad de actores que comparten un interés común
sobre una política e intercambian recursos para conseguir este interés compartido, a sabiendas
de que la cooperación es la mejor forma de conseguir los objetivos perseguidos” (Börzel, 1998,
p. 254). Este proceso de afianzamiento de la red institucional, no solo redundaría en beneficio de
42

la atención del usuario sino que al mismo tiempo mejoraría notablemente las condiciones de
trabajo de los equipos.

Se destacan así un conjunto de dimensiones que permiten distinguir a los abordajes


comunitarios desde el TS de los CSPA de otro tipo de respuestas: la promoción de la salud, la
integralidad, la importancia asignada a la vulnerabilidad social, el trabajo en redes, la
participación social, la autogestión y la sostenibilidad.

IV.III Factores de Riesgo y Protección

Estos factores son características o condiciones presentes que facilitan, disminuyen o


deshabitúan los usos, consumos y abusos de sustancias psicoactivas.

Entendiendo que la complejidad de la problemática requiere de respuestas integrales, resulta


fundamental determinar cuáles serán las intervenciones inmediatas en el proceso de “primera
escucha”. Determinar los factores será el objetivo de las primeras entrevistas y será a partir de
ello que se orientarán las estrategias en función de las prioridades.

La revisión realizada por Hermida et al. (2004) a partir de cinco estudios españoles y 52
internacionales desarrollados en la última década relativos a la identificación de los factores de
riesgo y protección asociados al consumo de sustancias en la población que asiste a
establecimientos educativos secundarios, en los que se ha empleado como técnica analítica la
regresión logística, revela que el uso y abuso de sustancias psicoactivas en este período del
ciclo vital se encuentran estrechamente relacionados con variables personales (etnia, género,
edad, nivel educativo alcanzado, personalidad, creencias religiosas e ideológicas, actitudes y
expectativas frente al consumo, entre otros), el entorno social y familiar (estatus
socioeconómico, nivel educativo, consumo de sustancias por familiares e iguales, calidad en las
relaciones familiares y simultaneidad de estudios y trabajo), como también la misma gestión de
la vida recreativa y de ocio.

Las definiciones más básicas de los predeterminantes de riesgo y protección del CSPA son
las siguientes (Clayton, 1992):

 Un factor de riesgo es un atributo y/o característica individual, condición situacional y/o


contexto ambiental que incrementa la probabilidad del uso y/o abuso de sustancias
(inicio) o una transición en el nivel de implicación con las mismas (mantenimiento).

 Un factor de protección es un atributo o característica individual, condición situacional y/o


contexto ambiental que inhibe, reduce o atenúa la probabilidad del uso y/o abuso de
drogas o la transición en el nivel de implicación con las mismas.
43

Teniendo en cuenta una serie de principios fundamentales sobre los que se asientan la
comprensión de este tipo de factores dentro de un marco más dinámico cercano a la realidad de
los hechos y lejos del carácter estático de los mismos expuesto en su conceptualización
(Clayton, 1992). Éstos son:

a) Los factores de riesgo (características individuales o condiciones ambientales) pueden


estar presentes o no en un caso concreto. Cuando un factor de riesgo está presente, es
más probable que la persona use o abuse de las sustancias psicoactivas que cuando no
lo está.

b) La presencia de un solo factor de riesgo no es garantía para que vaya a producirse el


abuso de sustancias y, por el contrario, la ausencia del mismo no garantiza que el abuso
no se produzca. Lo mismo sucede en el caso de los factores de protección.

c) El abuso del CSPA es el resultado de la intervención conjunta de muchos factores de


influencia.

d) El número de factores de riesgo presentes está directamente relacionado con la


probabilidad del abuso del CSPA, aunque este efecto adictivo puede atenuarse según la
naturaleza, contenido y número de factores de riesgo implicados.

e) La mayoría de los factores de riesgo y de protección tienen múltiples dimensiones


medibles y cada uno de ellos influye de forma independiente y global en el abuso de
drogas.

f) Las intervenciones directas son posibles en el caso de algunos de los factores de riesgo
detectados y pueden tener como resultado la eliminación o la reducción de los mismos,
disminuyendo la probabilidad del abuso de sustancias. Por el contrario, en el caso de
otros factores de riesgo, la intervención directa no es posible, siendo el objetivo principal
atenuar su influencia y, así, reducir al máximo las posibilidades de que estos otros
factores lleven al consumo de sustancias.

Factores de Riesgos asociadas a sus prácticas

El consumo problemático de sustancias, en muchas situaciones, conllevan riesgos


asociados a sus prácticas. Existen sustancias particulares que generan estados de alteración de
la conciencia. Además, efectos en el estado de salud (deshidratación, contagio de
enfermedades, nutrición) y en el cuidado de la misma. Las intervenciones desde los dispositivos
estarán orientadas por el paradigma de “reducción de riesgos y daños”, lo cual requiere de:

 La construcción de vínculos.

 La búsqueda de implicación del sujeto en espacios que lo convoquen.

 El acompañamiento en prácticas cuidadas.


44

 La construcción de herramientas para proyectos propios.

Factores de Riesgo por fuera de las prácticas de consumo

Los riesgos asociados a otras problemáticas (violencia intrafamiliar, violencia de género,


padecimientos mentales graves, abusos, etc.) también serán objetos de intervenciones en
términos urgentes. Si bien cada sujeto presenta una situación singular y se podrán habilitar
intervenciones únicas para cada caso, los dispositivos deberán considerar primordial el registro
de los organismos locales, que deberán dar respuestas y realizar la articulación y el
acompañamiento necesario. En estos casos, los organismos podrán considerar medidas de
resguardo, sugerencias concretas, otras articulaciones locales a fin de proteger con la mayor
brevedad posible. En términos generales, el diseño de estrategias deberá contemplar acuerdos
entre el equipo y los sujetos que reciben asistencia, serán acuerdos de bajo umbral de
exigencias y que puedan flexibilizarse si es necesario.

En el marco de esta escucha integral, una vez despejada la lectura de riesgos,


posibilitará identificar referentes afectivos e instituciones por las que transita o ha transitado el
sujeto. Se cuenta así con la información para elaborar un posible abordaje que incluya la red por
fuera de los dispositivos que podría acompañar el proceso que comenzará dentro de la misma.
Los referentes que se incluirán en el trabajo de acompañamiento serán determinados a partir de
la voz del sujeto que requiere abordaje, nunca a partir del discurso de terceros o por implicación
espontánea de personas que el sujeto no considera como tales.

Riesgo cierto e inminente

La Ley de Salud Mental sostiene que la internación será el último recurso de intervención
al momento de diseñar los tratamientos. En este sentido, plantea al “riesgo cierto e inminente
para sí o para terceros” como el indicador clínico que deberá fundamentar dicha intervención.
Aquí, nos encontramos en el campo de la salud, con un sujeto en situación de padecimiento
psíquico grave. Es un riesgo, para su vida o la de terceros, asociado a los recursos subjetivos.
Es el indicador que habla de la presencia o cercanía a una desestabilización psíquica, el
pródromo26 de un desencadenamiento psicótico o el pasaje al acto. La evaluación de este riesgo
estará a cargo de un profesional de la salud y la articulación deberá ser con cualquier institución
que pueda llevar a cabo la estabilización pertinente. Los dispositivos ante la lectura de este
riesgo deberán orientar la articulación indicada con el área de salud y pensar el
acompañamiento para la urgencia y el plan de abordaje para el después de ese momento.

En dicha evaluación de riesgo cierto e inminente deben fundamentarse con precisión los
criterios que definan la medida a implementar. Es decir, en algunas situaciones evaluamos a un
26 El término pródromo se utiliza en las ciencias de la salud para hacer referencia a los síntomas iniciales que preceden al
desarrollo de una enfermedad
45

paciente que en ese momento consideramos que de retirarse de la institución en la que se


encuentra, la probabilidad de hacerse daño o dañar a otro es inminente. Cuando nos
encontramos con esta situación, debemos realizar una evaluación exhaustiva que determine el
riesgo cierto e inminente, entonces recién ahí podremos definir una internación involuntaria.
Determinando a través de ello, que las condiciones clínicas en las que está siendo evaluado el
paciente ameritan tomar una medida por encima de su voluntad.

A veces el sujeto evaluado acepta su internación, lo que permitirá continuar con la


estrategia terapéutica y la obtención de su consentimiento informado, una vez cesada la
situación evaluada como de riesgo cierto e inminente. Si no podemos justificar que la situación
es de riesgo cierto e inminente, pero la estrategia terapéutica que consideramos adecuada es de
internación, requerimos que el paciente consienta con la indicación firmando su consentimiento.
Si no está de acuerdo con la medida propuesta, será necesario trabajar en equipo en pos de
lograr que la estrategia que se lleve a cabo sea la que el equipo considere adecuada, pero
conociendo que de no aceptarlo el paciente, no podremos forzar una indicación, situación que
en la historia de nuestra práctica ha traído tantas desventuras.

Factores de protección en personas con CSPA

Se considera fundamental pensar prácticas como parte de la construcción de un proyecto


individual inserto en uno colectivo. Un proyecto a través del cual las personas puedan expresar
sus anhelos, sueños y expectativas de crecimiento, progreso y transformación, en el que puedan
imaginarse a sí mismos a mediano y a largo plazo, dado que eso constituye un factor de
protección importante e implica además un mejoramiento de la autoestima y la confianza.

Para generar un escenario que posibilite estas posibilidades, se debe tener en cuenta a
otros factores de protección que son definidos, como aquellas “circunstancias, características,
condiciones y atributos que facilitan el logro de la salud integral del adolescente y sus relaciones
con la calidad de vida y el desarrollo de éstos como individuos y como grupo” (Smith, 1989, p.
57). Para Arrieta y otros autores (1997, p. 46) los factores de protección son “eventos,
situaciones o condiciones, cualidades y acciones que hacen que disminuya la probabilidad de
que se presente un problema. Por otra parte, fortalecen los aspectos positivos de una sociedad,
comunidad, familia o individuo, para la promoción del bienestar en procura de una mejor calidad
de vida”. No debe interpretarse que es en oposición al modelo de riesgo, sino que lo
complementa y lo enriquece, acrecentando así su aptitud para analizar las situaciones y diseñar
intervenciones eficaces.
46

IV.IV Intervención del TS desde la diversidad en las adolescencias

Las adolescencias son muchas y distintas y los itinerarios vitales están fuertemente
condicionados por los datos duros del origen, que definen un lugar social para cada quien. Así
algunos niños se vuelven infancia o adolescencia, mientras que otros se vuelven menores,
delincuentes, marginales, excluidos, vulnerables, pobres. Las adolescencias han sido
convertidos en relato expiatorio y en el enemigo del orden social, los medios de comunicación
los han satanizado; pero no a todas en general, sino a las pobres en concreto (estigmatización,
demonización, victimización).

El plural (adolescencias) viene a denunciar que no hay expresión singular capaz de


albergar a semejante desigualdad. Las diferencias aluden a la diversidad cultural, a la magnitud
de la injusticia y a la profundidad de sus marcas. El plural también significa un cuestionamiento a
visiones homogéneas. Su uso tiene el sentido de discutir las identidades estáticas, definidas en
torno a supuestos atributos naturales que portan los sujetos (Kantor, 2008). La intervención
social contemporánea, requiere avanzar hacia la unidad de la razón en la multiplicidad de sus
voces (Habermas 1990). En este marco, el diálogo no solo es factible sino deseable, requiriendo
como condición de posibilidad un análisis del contexto en que se produce y de las
particularidades de los sujetos que participan, para a partir de allí elaborar las reglas
procedimentales que posibiliten el entendimiento comunicativo, entre los diversos actores que
concurren al proceso de intervención social.

De esta forma la intervención en lo social se presenta como un instrumento de


transformación no solo de las circunstancias donde concretamente actúa, sino también como un
dispositivo de integración y facilitación del diálogo entre diferentes lógicas que surgen de distinta
forma comprensiva explicativa, no solo de los problemas sociales, sino de las Instituciones en sí
mismas. De allí que la Intervención en tanto dispositivo, entendiéndolo desde la perspectiva de
Michel Foucault, sería una trama de relaciones que se pueden establecer entre componentes
diversos. De este modo la Intervención da cuenta de una importante capacidad para articular y
generar diálogos entre diferentes instancias, lógicas y actores institucionales

Es necesario y prioritario considerar las realidades de cada comunidad, los sentidos


atribuidos a sus prácticas, para construir los diagnósticos y las estrategias de intervención desde
un modelo participativo y comunitario, que tome en consideración y respete las particularidades
de cada contexto. Atender a la diversidad de culturas implica una revisión de los encuadres de
las propuestas teniendo en cuenta la historia, la modalidad de vinculación, los sentidos diversos
de las acciones cotidianas y los lazos construidos en comunidades específicas dentro de un
mismo territorio, de un mismo barrio.

A la vez debemos elucidar los problemas sociales, que se pueden expresar como
individuales, dentro de las implicancias de la asimetría de poder entre los géneros y en función
de los roles que se le ha asignado arbitrariamente a cada persona. Es decir, si desde las
47

prácticas profesionales e institucionales se asignan roles establecidos de manera rígidas y


estereotipadas, o si se contemplan los intereses y necesidades de cada sujeto sin
discriminación. De lo contrario, corremos el riesgo de invisibilizar las múltiples situaciones de
violencia que viven las mujeres y la poblacion LGTBQ+, cercenando el pleno goce de los
derechos sociales, políticos, económicos y culturales de las mismas. La interpretación y el
análisis de los significados que adquieren las diferentes formas de violencia de género (ejercidas
por el solo hecho de ser mujer), deben integrarse a la compleja trama de opresiones
vivenciadas. La desnaturalización, a través de su enunciación y denuncia de los diferentes tipos
de violencia, implica deslegitimar las relaciones asimétricas de género (Velázquez, s/f).

Como ha sido ampliamente estudiado (Arana y otros, 2012; Camarotti y Kornblit, 2010;
Camarotti y Touris, 2010; Romo Avilés y Camarotti, 2015), en virtud de los roles y estereotipos
de género las mujeres sufren mayor estigmatización social por CSPA, lo que dificulta muchas
veces su acercamiento a espacios de tratamiento y atención. Ello se ve reforzado por la
ausencia de espacios que trabajen desde una perspectiva de género y contemplen las
condiciones particulares que asume el trabajo con mujeres (embarazos, hijas e hijos a cargo,
situaciones de violencia de género, estigmatización, etcétera). En este sentido, las situaciones
de violencia de género impactan en las problemáticas de consumo, aumentando los riesgos y
daños asociados a las prácticas y agravando el padecimiento en ambos sentidos.

Es asi que en los CSPA como en otras áreas el sujeto según a que género, clase social,
si tiene alguna discapacidad o diversidad funcional, diversidad sexual, edad, cultural, las
personas en función de los grupos sociales a los que pertenezcan, tendrán más o menos acceso
al goce pleno de sus derechos. La activista y teórica feminista negra Patricia Hill Collins (2002)
conceptualiza que los diferentes ejes de opresión, están entrelazados en una matriz en el marco
de la cual se constituyen los individuos en diferentes y cambiantes posiciones de poder. Con ello
se pone el énfasis en la interacción e interdependencia entre líneas de opresión y en la
posibilidad de que las personas se encuentren en posiciones diferentes, de opresor y oprimido,
simultáneamente.

Estos conceptos y las dimensiones analítica relacionales y unidimensionales que


engloban desigualdades económicas, desigualdades socioculturales y que operan
permanentemente, cada diferencia o más bien cada particularidad nos afecta de forma distinta,
frente al goce pleno de derechos y el acceso efectivo a servicios. No se trata de una suma
agregada de desigualdades, sino de diferentes grados de desigualdad que añade cada una de
las características de las personas, alejando a las mismas del alcance de la justicia y del logro
de mejores condiciones de vida.

Para ello, resulta importante diagnosticar en cada territorio, la situación de exclusión de la


población LGTBQ+, crear acciones de accesibilidad a los servicios de acuerdo con la realidad
local y promover miradas inclusivas en la comunidad. A su vez, requiere del armado de redes
claves, tanto institucionales como comunitarias, para dar respuestas en situaciones de urgencia,
pero también en procesos de restitución de derechos.
48

Capítulo V. Presentación y Análisis de Datos


V.I Estrategia metodológica

La investigación se llevará a cabo en los campos de salud mental, más específicamente


en dispositivos de abordajes CSPA. En un primer momento la misma se realizaría a partir de
diversas experiencias que vivencié durante el periodo 2015-2019 en la SEDRONAR. Sin
embargo al avanzar en el proceso de investigación, surgió la necesidad de recortar y delimitar
los campos de análisis, es por esto mismo que se va a seleccionar a los dispositivos ubicados
en la localidad bonaerense de Quilmes. En el presente trabajo se tuvo en cuenta que al ampliar
los campos se complejizaría la investigación, perdiendo así la posibilidad de profundizar y
analizar exhaustivamente los datos obtenidos en los campos mencionados anteriormente, y así
aportar a la investigación.

La investigación a realizar, parte desde un modelo Interpretativo, donde la teoría se


caracteriza por plantearse como una estructura flexible y referencial u orientadora. Vale aclarar
que este trabajo es de tipo no experimental, por lo cual se realiza sin manipular deliberadamente
las variables.

Para su realización se requirió de un modelo metodológico de investigación, tal que


contemple las particularidades de los fenómenos que se intenta estudiar. Por esta razón el
presente trabajo va a ser un estudio mixto, para así obtener resultados más extensos de las
personas que son sujeto de investigación y las intervenciones de los equipos técnicos de los
DIAT. Esto se llevará a cabo a través de técnicas e instrumentos variables y flexibles, según los
sujetos y contextos.

Cabe destacar que el universo de investigación es el municipio de Quilmes y la población


seleccionada para someterla a análisis científico, son los dispositivos DIAT y TC ubicados en
esta localidad. Las muestras son probabilísticas y tienen como sujetos de investigación a los
adolescentes entre 13 a 18 años de edad, que son usuarios de los dispositivos anteriormente
mencionados. Como también a los equipos interdisciplinarios, focalizando en los y las TS que
trabajan en estos mismos.

Desde lo cualitativo realizaré entrevistas semi-estructuradas a referentes técnicos de los


de los DIAT y TC, todos los entrevistados con perfil de TS a fin de cumplir con los objetivos
planteados. Los informes realizados por y de los dispositivos, serán una fuente de importancia
donde la observación participante a partir del seguimiento como referente de estos dispositivos y
experiencias, es de gran importancia en este trabajo final.

Como fuentes secundarias indagaré en bibliografía especifica de la problemática a


investigar, como asimismo en las herramientas de registro del tránsito de las personas que
asisten a los dispositivos. También se tendrá en cuenta la observación participante realizada a
partir de la referencia técnica que desempeño en la SEDRONAR con los equipos de TC y DIAT.
49

Desde lo cuantitativo analizaré como fuente primaria las Hojas de Primer Contacto
27
(HPC) formato encuesta, como también los registros sobre las redes vinculares y comunitarias
que se fueron construyendo desde la Dirección Nacional de Abordaje Estratégico de la
SEDRONAR. Principalmente para construir una base de datos necesarios para determinar
ciertos indicadores etarios, género, problemáticas psico-sociales, matrices de redes, entre otros
datos de importancia, que nos ayudan a construir estadísticas de los usuarios de los dispositivos
de SEDRONAR. Como fuentes secundarias, tomaré a diversos estudios del Observatorio
Nacional de Drogas que dependen de SEDRONAR.

V.II Datos Cualitativos

El municipio de Quilmes se localiza en el eje sudeste de la Provincia de Buenos Aires,


sobre la margen derecha del estuario del Río de La Plata y a 17 km del centro de la Ciudad de
Buenos Aires, conformando el aglomerado AMBA junto a otros municipios y CABA.

Dentro del municipio la SEDRONAR tiene diversas formas de intervenir, en principio los
anteriormente mencionados dispositivos DIAT y TC, como también a través dispositivos CAAC y
con CCTT conveniadas, en estos últimos la Secretaria destina recursos económicos por la vía
de subsidios, sin tener una línea rectora tan determinante como en los primeros. Según el mapa
interactivo de la SEDRONAR existen un DIAT, dos TC, cuatro CAAC y tres CCTT, a efectos de
este trabajo final serán los primeros los que se tendrán en cuenta.

Nota. Encontrar la SEDRONAR en mi barrio. (s.f). (Mapa Quilmes, Bs As). Recuperado el 11 de diciembre, 2019,
http://pics.sedronar.gov.ar/sedronar-suit/publico/#/visualizacion_mapa/3

27 La HPC se completa a partir de los datos que se construyen en un proceso de primera escucha, por lo que cabe destacar que
hay múltiples situaciones de vulneración que se conocen después de completada la herramienta una vez iniciados los procesos de
acompañamiento y asistencia que correspondan a cada situación. Cabe además aclarar que la herramienta HPC por una cuestión
analítica toma en consideración las situaciones de salud que pueda estar atravesando la persona por separado de las situaciones de
consumo problemático. Por otro lado la variable de violencias incluye distintos tipos y modalidades de violencia por la que puede
estar atravesando la persona. La referencia a conflictos legales, incluye cualquier proceso ya sea penal o civil, que afecte a la
persona usuaria. Los problemas de accesibilidad refieren a las vulneraciones en el acceso a derechos, como a la educación, a la
salud, a la documentación, al trabajo, a la vivienda y a programas sociales.
50

Cada uno de estos dispositivos se encuentra en diferentes barrios dentro del municipio,
con diferentes lógicas a la hora de intervenir sobre los CSPA, pero también existen otras
instituciones públicas locales por fuera de la SEDRONAR que realizan acciones, como son la
policía, los hospitales, las escuelas, entre otras, cada una con diferentes modos de abordar los
CSPA. Por ultimo hay instituciones privadas, como son las CCTT, centros de día, etc.

V: “… podemos hacer un poco de historia paradigmática en cuanto a pensar el consumo


como una cuestión penal, como también desde algo más patológico. Con clara decisión de
expulsar de la sociedad a esa persona que consume lo que no está permitido consumir, y no así
a lo que está permitido consumir. Siempre las respuestas tendientes con respecto a lo prohibido,
fue la exclusión por una u otra vía”

Estas diferencias paradigmáticas generan políticas y discursos diversos que se


contradicen, siendo la mayoría desde los modelos ético-jurídico y médico-sanitario, vulnerando
los derechos de muchas personas que transitan CSPA.

B: “… también tenemos respuestas que abordan desde un abordaje integral con una
perspectiva de derechos humanos, a personas que están en situación de consumo, a partir de
tener en cuenta la ley de Salud Mental o el Plan IACOP. Aunque sigamos teniendo respuestas
que tienen que ver con el alejar a las personas entendiéndolo desde lo patológico, quizás por
ello es tan alto el número de internaciones que sigue habiendo. Y después también hay otro tipo
de respuestas que fortalecen lo integral, que tiene que ver más con otro tipo de programas que
quizás no necesariamente ven a todo tipo de consumos de sustancias como problemático”

B: “… la Ley de Salud Mental, incorpora a los consumos dentro del marco de la salud
mental y entenderlo como una problemática de esta área. Y los aportes que va dando la Ley
sobre de cómo abordar esa práctica, entendiendo que el sujeto no hay que excluirlo de la
sociedad y que eso en tal caso será el último recurso frente a haber abordado anteriormente
todas las instancias posibles. La enmarca, en un lugar de como se entiende la persona que
consume. Esto que decía, en cuanto que entendemos por consumo, y cuáles son las causas y
respuestas, si entendemos entonces que la causa no sacarlo de su contexto, sino que hay un
montón de otras variables que se interjuegan”

Los dispositivos de DIAT y TC, como también los CAAC, tienen una lógica de
intervención comunitaria y en general son de bajo umbral de exigencia, en general más
cercanos a la dinámica de centros de día, salvo un porcentaje menor que son semi-
residenciales, donde se les permite alojar a los sujetos por un periodo corto. Si bien en la
mayoría la abstención no es un requisito, en algunos casos está presente el discurso desde lo
prohibitivo, aunque en general trabajan desde el Paradigma de Reducción de Riesgos y Daños.
En el caso de los DIAT y TC, la Secretaria tiene una línea rectora que logra ajustarse a los
lineamientos de Plan IACOP y a la Ley de Salud Mental, lo que permite generar lineamientos en
común a los equipos, esto se puede percibir a la hora de realizar acompañamientos a personas
51

que transiten los CSPA, siendo un factor protector el reconocer la voz de los sujetos durante las
intervenciones de restitución y promoción de derechos. Para poder encuadrarse en estos
marcos normativos, la primera acción es poder discernir con los dispositivos los diferentes
modos de consumo y el vínculo subjetivo en los CSPA.

V: “… este sistema que impulsa a consumir también impulsa a pertenecer a partir del
consumo, y muchas veces el consumo es como uno de los dos rectores en cuanto a la
idealización de que se puede llegar a ser, y marca mucho también el pertenecer en cuanto al
lazo y con quien uno se vincula y como se van generando, digamos todas las estructuras
sociales también dentro de este mismo sistema. Entonces es bueno poder partir un poco de ahí,
de relacionar también el consumo en el lazo social…Todos los individuos somos individuos de
consumo, nos mediatizamos y nos relacionamos con el medio que tenemos, en base a ese
vínculo. O sea crea una identidad el estar en situación de consumo”

B: “¿qué significa el consumo problemático de sustancias, cuál es la causa y cuál es la


respuesta que se le da a eso? Mientras que esas respuestas a las tres preguntas se van
modificando, se modifica entonces la manera de abordar esos consumos. Entonces sí un
espacio entiende que es una enfermedad, va a estar buscando dar respuesta dentro de la cura
de ese consumo. Si otro espacio entiende que es una cuestión de riesgo social o peligro, van a
pensar entonces en buscar lógicas más restrictivas o punitivas, para no poner en riesgo a la
sociedad. Si uno piensa que eso está siendo una variable que entrecruza al sujeto, al contexto, a
la forma de consumir o a cómo se entiende ese consumo, estará pensado como otra forma para
articular esos tres ejes”

Las vulneraciones sociales de los barrios tienen semejanzas, esto lo podemos ver en
términos de infraestructura, en servicios públicos, en accesibilidad a diferentes instituciones y
recursos, también en cuestiones medio ambientales y condiciones de salubridad, problemáticas
socio ambientales de hace varias decadas. Esto se puede visualizar en estos asentamientos, en
el caso de Monte Matadero (1950) y en Villa Itatí (1970), los dos tienen una historia de 40 años o
más de permanencia territorial, en el caso de Santísima Trinidad (1990) vemos un barrio con
menor antigüedad, sin embargo lo que los une son las condiciones socio-geográficas, terrenos
bajos y cercanos a la ribera de Quilmes.
52

Nota. Relevamientos de Asentamientos. Techo. (2016). Recuperado el 14 de diciembre, 2019, http://relevamiento.techo.org.ar/?


latlng=-37.134045371264456,-59.85351562500001&z=6&l=mapa&f=2&y=r2016&chart=0&table=0&details=0&detailsTab=0&nid=

El factor de antigüedad de estos asentamientos es importante al momento de ver cómo


fueron disputando recursos y derechos al Estado, y por ende en sus formas de organización
comunitarias para hacer cumplir y gestionar estos mismos. En cuestión de habitantes son
bastantes disimiles, siendo Itatí el que más población condensa, según el censo nacional del
2010, eran 40000, Monte Matadero 5000 y Santísima Trinidad 1400 habitantes. Se puede
presuponer que estos números fueron creciendo después de casi 10 años de realizado este
censo. En cuanto a la conformación de la población la mayoría son migrantes de otras
provincias, de otras localidades de Bs As y de países limítrofes, pero estos últimos son un
porcentaje minoritario. Estos datos nos permiten ver los recursos materiales y simbólicos de la
comunidad para poder analizar los factores de protección y de riesgos, los cuales son de
importancia según la lógica de los DIAT y TC.

B: “Los DIAT como dispositivo integral de abordaje territorial, si hablamos de integrales.


Pensamos a los sujetos que está atravesado por un montón de variables. Entonces el
acompañamiento o la lógica de la cual se va a intervenir, también tiene que ver con entender ese
53

sujeto de manera integral. Y como decía antes, desde una mirada de derechos humanos y de
restitución de esos derechos, entendiendo que muchas veces en las situaciones de consumo
que estamos trabajando, estas están asociadas a vulneraciones de derechos y a otras
situaciones. Una lógica integral, entre otras cosas debe ser de abordaje territorial, esto es tener
en cuenta a la comunidad en la cual ese sujeto transita, rescatando los recursos tanto del sujeto
como los comunitarios. Esto también es muy característico de lo que es tratamiento comunitario.

V: “La lógica de lo comunitario tiene que ver también, con poder problematizar que
paradigmas se ponen en juego en esa comunidad, que también va a acompañar a las personas
que están en situación de consumo, porque inclusive entonces sirva para pensar efectivamente
quiénes están en situación de consumo problemático y qué es lo que estamos esperando hacer
o qué es lo que espera la comunidad que se realice. Entonces una de las lógicas también es la
de sensibilizar y problematizar con la comunidad, qué son todas las lógicas que se vienen
poniendo en juego históricamente”

A partir de los informes de los equipos y la observación realizada en estos años, se


puede ver como se fueron conformando los dispositivos de SEDRONAR. En el caso de los
equipo de TC se puede ver que se asentaron en experiencias que ya contaban con cierta
legitimidad territorial por tiempo y permanencia. En el caso del DIAT se fue conformando de
forma descentralizada en varios espacios de trabajo, más adelante se desarrollara, ocasionando
dificultades de anclaje a un territorio aunque siempre teniendo una parte de su trabajo ligado al
B° Villa Itatí. Estos factores nos permiten reflexionar sobre la conformación en la comunidad de
los dispositivos y experiencias.

V: “Haciendo un poco de memoria y contextualizar, un facilitador fue que esta política


pública no empezó de cero, sino que hubo una previa. Estos dispositivos, los DIAT y tratamiento
comunitario se desprenden de dispositivos originales que se formaron o se empezaron a formar
en 2014, muy asociados al Plan IACOP. Donde hubo una primera impronta importante de salida
territorial que sentó los cimientos, que después se pudieron ir perfeccionando con mucho trabajo
a pulmón y muy enmarcados en un contexto de una década donde hubo mucho espacio para
pensar en una promoción de derechos”

La experiencia de Tratamiento Comunitario se desarrolla desde el 2016 en el Barrio


Monte Matadero, en “El Garelli” (Asociación Civil Villa Valdocco), donde hace base el equipo de
TC, el cual también desde el año 2018 es un CAAC. El espacio funciona en una fábrica
abandonada (curtiembre), vinculada a la zona del Matadero, el cual fue recuperado y
acondicionado para que accedan los miembros de la comunidad. Comenzó sus actividades
comunitarias en el barrio en el año 2001, en un contexto socio histórico y económico crítico.

En el barrio Santísima Trinidad funciona un Dispositivo de Tratamiento Comunitario


(DTC) de la SEDRONAR desde abril de 2017. Este dispositivo se asentó sobre el trabajo de la
Capilla “Nuestra Señora de Caacupé” que desarrolla actividades en la comunidad desde el año
54

2003. Las bases territoriales del equipo de tratamiento comunitario en el barrio son la Capilla
“Nuestra Señora de Caacupé” y la Parroquia “La Anunciación del Señor”. En el año 2019 en el
mes de mayo, se le otorgó a un grupo de vecinos desde la municipalidad un SUM, el equipo de
TC se hizo cargo del espacio, contando con instalaciones que posibilitan realizar acciones en
otro parte del barrio. Aunque el espacio está abierto, hasta el momento no se finalizó la obra,
una de las más importantes es la instalación de agua, en razón de lo cual tienen que recibir
bidones de agua.

El equipo del DIAT, anteriormente CEPLA, se encuentra trabajando de manera


interrumpida desde el 2014 en las cercanías de Villa Itatí. En un primer momento en el barrio
Santo Domingo, donde no tenían un lugar fijo, sino que hacían las actividades al aire libre en el
mismo predio donde se iba a construir el edificio del dispositivo. Contaban como espacio cerrado
ante los factores climáticos, con un obrador en el predio que les permitía realizar algunas
actividades. La construcción del edificio en principio se cogestionó con la Asociación Civil Hijos
de Fierro, que fue quien brindó la personería jurídica para la ejecución de la obra. Se fueron
presentando diferentes situaciones de disputas político-territoriales con respecto al terreno y el
uso del futuro edificio, después de un tiempo de negociación, se pudo gestionar que el espacio
del CIC Santo Domingo pudiera alojar al equipo permitiendo otras condiciones de trabajo para el
equipo.

A partir del 2017 el equipo se conforma como un DIAT, a mitad del año 2018 como
consecuencia de una profundización de ampliación de la red local y para brindar espacios
cuidados, nuestra sede principal fue la de la Subsecretaria de Niñez y Adolescencia de Quilmes,
conformándose como un espacio de orientación y escucha. En agosto de ese mismo año
empezaron a realizar actividades en el Centro Educativo Complementario (CEC) Nº 801 en el
barrio de la Ribera de Quilmes, zona bastante alejada de los dos espacios anteriormente
mencionados. Allí durante casi dos meses el objetivo fue el armado de un recursero institucional,
con recorridas barriales y armado de diagnóstico situacional. Luego, se armó un espacio
recreativo/ deportivo para los jóvenes que utilizaban la cancha casera de futbol en el predio
pegado al CEC. También en Villa Itatí se acompañó al Taller de Cine Comunitario junto con la
organización de Cine en Movimiento.

En septiembre del 2019 a partir de conversaciones con el Municipio de Quilmes nos


ceden un espacio exclusivo que fue refaccionado para el equipo DIAT, dentro del predio donde
se encuentra el “Hospitalito” de Don Bosco, por estos motivos pasan a centralizar su trabajo en
este lugar. El mismo cuenta con infraestructura adecuada para llevar a cabo las actividades de
promoción y asistencia, el mobiliario fue parte de SEDRONAR. Sin embargo el final de obra del
espacio no fue ejecutado, faltando completar la puesta a punto para el funcionamiento óptimo,
aunque a pesar de esta situación el equipo lo utiliza cotidianamente.
55

B: “…estos dispositivos están enmarcados en un formato de cogestión entre el Estado


nacional, provinciales, municipales, con organizaciones, etcétera. Ese formato de cogestión por
momentos puede haber sido un facilitador o un obstaculizador, dependiendo de cómo se dio.
Donde se dieron las cogestiones en cada lugar o en lugares donde había una cogestión
presente que potenciaban esta política pública, que la tomaban como un tema de agenda
política o social propia, han aportado recursos materiales, personal, espacio edilicio; también
han facilitado articulaciones con otros actores locales. En lugares donde las gestiones por ahí no
lo tenían como una prioridad en su agenda o que por distintas razones no fortalecieron a los
dispositivos han sido un gran obstaculizador, porque impedían las articulaciones, no facilitaban
espacios de trabajo para los equipos, se negaban al trabajo del equipo. Otro facilitador que se
me ocurre es también el acompañamiento desde los referentes en la sede central que tenían
estos dispositivos, el cual era un acompañamiento muy cercano que servía tanto para ayudar en
la organización del equipo o en distintas dificultades que podían tener, como también para la
supervisión o revisión de prácticas. Inclusive muchas veces facilitar articulaciones cuando en
otros lugares se dificultaba”

En cuanto a los equipos podemos decir que son diversos en su conformación y alcance a
la hora de realizar intervenciones. En su gran mayoría son contrataciones bajo la modalidad de
“Fondos Estímulos” lo que denota una precarización en las condiciones de trabajo, ya que no
son contratos formales y donde se vieron a lo largo de estos años con serias dificultades por no
haber actualizaciones de los montos y porque no hay hasta el momento una fecha de cobro fija,
en algunos periodos hubo veces que los trabajadores estuvieron algunos meses sin cobrar. En
cuanto a los perfiles en TC podemos decir que si bien hubo cambios, en su mayoría son
referentes comunitarios de larga vinculación con los territorios, complementándose con perfiles
técnicos del área psicosocial y educativa. En el DIAT desde 2014 hasta la fecha, el equipo tuvo
varios cambios, las razones son las anteriormente mencionadas. Pero a esto se le sumó lo
descripto en la conformación de estos dispositivos, nunca se pudo consolidar un acuerdo con el
municipio, lo que generó múltiples mudanzas a diferentes espacios. En común los tres espacios
cuentan con trabajadoras sociales, en gran parte los equipos son interdisciplinarios, donde por
contrataciones propias de SEDRONAR, por el personal propio del espacio (El Garelli), o por la
construcción de las redes locales, se pudo trabajar desde una lógica interactoral, donde cada
perfil pudo sumar su saber y experiencias a los dispositivos.

B: “… como gran obstaculizador es la precarización de los equipos en la manera en la


que están contratados y están armados los mismos. Es un obstaculizador a la hora de pensar
cómo fortalecer el trabajo, ordenar inclusive las tareas de los trabajadores, entendiendo que uno
no les puede estar pidiendo o exigiendo un desarrollo de tareas, cuando sabemos que están
necesitando otros trabajos para sostener su práctica profesional o inclusive para seguir
formándose”
56

V: “… sin duda lo interdisciplinario es clave. Para los equipos porque implicaba poder
pensar en las distintas variables y cada disciplina aportando en ese proceso de
acompañamiento. Por otro lado, entendiendo que el consumo problemático de sustancias se da
en sujetos diversos y que por ende se da de manera diversa, es que uno considera que hay que
acompañarlo de una multiplicidad de propuestas, pensando en los intereses de los sujetos que
van a qué van a acercarse al dispositivo. En los dispositivos teníamos equipos donde había una
cantidad de propuestas diferentes de talleres de formación profesional, de acompañamiento
educativo, cines. Todo eso lo que posibilitó, era poder hacer un acompañamiento en las distintas
variables a ese sujeto y la formación del equipo interdisciplinario, que servía para aunar todos
esos criterios y no pensarlo como fragmentaciones en el acompañamiento de esa persona”

A continuación se detallará cada perfil y modalidad de contratación.

TC B° Monte Matadero
Perfil Modo de contratación
Referente barrial F.E B
Lic. En Trabajo Social F.E B
Equipo no dependiente de SEDRONAR profesionales, talleristas,
docentes, cooperativistas, voluntarios

TC B° Santísima Trinidad
Diaconal / Formador en doctrina social de F.E B
la Iglesia
Auxiliar en Enfermería F.E B
Trabajo Social F.E B

DIAT B° Villa Itati


Lic. En Psicología SEDRONAR 0-48
Lic. En Psicología F.E A
Lic. En Trabajo Social F.E A
Lic. En Psicología F.E A
Operadora en Psicología Social F.E B
Bachiller F.E B
Bachiller F.E B
Auxiliar De Enfermería F.E B
Est. Prof. De Historia F.E A
Profesora de historia y de arte F.E B
Formación en Hip Hop F.E B
57

Las acciones llevadas a cabo por los dispositivos presentan una variada oferta, tanto en
lo preventivo/promocional, asistencial y de abordaje territorial, ya sea como actor principal,
generando y construyendo estas líneas por su cuenta o articulando con otros actores locales y
territoriales. El aporte de las trabajadoras sociales logró generar muchos de estos escenarios,
permitiendo dimensionar y ampliar lo comunitario dentro de estos espacios, pero también la
capacidad de realizar diagnósticos e intervenciones individuales, grupales y comunitarias. En el
caso del DIAT de Villa Itatí y TC Santísima Trinidad, los perfiles TS se incorporaron en el primero
en mayo del 2018 y en el segundo en agosto del 2019. Con sus incorporaciones se logró ampliar
la red de articulaciones locales, donde se vio un salto cuantitativo y cualitativo en los objetivos
de las mismas, pero además como decíamos anteriormente se logró incentivar diversos
espacios grupales con dinámicas educativas y recreativas, como también a la mejora de los
espacios de escucha individuales.

V: “… el rol de trabajo social muchas veces tiene que ver con poder indagar en todo lo
que le pasa a ese sujeto, hay que tener en cuenta que un sujeto, es un individuo o un cuerpo y
una psiquis. A partir de los años pudimos poner en valor que ese sujeto está situado en un
contexto, el cual tiene diferentes características, que remite a tener diferentes recursos, que
ubica posibilidades mayores o menores de construir lazos sociales”

B: “Los trabajadores sociales fueron muchas veces quienes potenciaron, no solo con los
profesionales, con talleristas, con los operadores y sobre todo con los referentes barriales, el
laburo con y en la comunidad, desde sensibilizar, pensar y planificar capacitaciones, espacios de
formación, mesas de trabajo y articulación desde lo familiar. En algunos equipos había espacios
para el laburo con familiares o referentes afectivos, y en eso también había trabajadores
sociales, que acompañaban en lo grupal, haciendo duplas de trabajo con talleristas para pensar
la observación y empezar a ver cómo circulaban otras lógicas dentro de dentro de esos espacios
grupales. También en lo individual, por lo menos desde nuestro rol había mucho de potenciar las
entrevistas interdisciplinarias en algunos espacios”

TC Monte Matadero
Servicios Actividades de Vinculación que los abordan
Trabajo de Se realizan recorridas en ambos barrios Monte y Eucaliptus, que favorecen el
Calle contacto y vinculación con los vecinos.
En el primer momento de la experiencia de TC identificamos y dialogamos con
Vinculación
referentes de instituciones presentes en el barrio, Club de fútbol, comedor.
Espacios de salud. De acuerdo a la demanda, con espacios de terapia
Escucha individual, o momentos de grupo operativo. Los espacios asociativos y
recreativos, cuentan con momentos de escucha grupal y/o individual
Consejería Articulación con el Plan ENIA y el Plan AMBA.
Seguimiento Se creó un legajo de historias, donde registramos las estrategias de
58

de casos acompañamiento y acciones desarrolladas

TC Santísima Trinidad
Servicios Actividades de Vinculación que los abordan
Trabajo de Censo, recorridas barriales
Calle
Vinculación Murga, Juegoteca TATETI, Envión y el Primario de Adultos nº 702
Escucha Espacios de escucha
Orientación Charlas con mujeres, charlas con familiares de participantes de la Juegoteca
Seguimiento de Estrategias de acompañamiento e intervención según la particularidad de cada
casos caso. Fortalecimiento de redes subjetivas.

DIAT Villa Itati

Área Descripción
Generar desde un abordaje integral acciones dirigidas con el fin de
generar efectos en lxs usuarixs como límite a su padecimiento.
Proceso realizado con la participación del usuarix.
Asistencia
Espacio de escucha interdisciplinario.
Espacio terapéutico individual
Seguimiento y articulación con los servicios de salud.
Área que habilita a poder recuperar el deseo de aprender y construir
un proyecto de vida posible.
Educativa Articulación con escuelas de la zona.
Apoyo escolar.
Acompañamiento en la reinserción educativa.
Actividades lúdicas asociadas a generar el deseo de aprender.
Articulación de acciones, instrumentos y prácticas organizadas cuyo
objetivo es promover el mejoramiento de las condiciones de vida de
Promocion
las personas y que se encuentren en situación de vulnerabilidad de
al
derechos.
Taller de Hip-Hop
Espacio de arte- ciclo de cine.
Sistematización de datos e información.
Preparación de material para actividades preventivas y de
Logística
promoción.
Realización y presentación de informes

En cuanto a la construcción de redes podemos ver acciones que propiciaron


articulaciones dentro del territorio y por fuera para realizar actividades de promoción/prevención
y asistencia, tanto con actores formales e informales, esto generó una apropiación de la
comunidad por parte de los dispositivos, vale aclarar que difieren las experiencias.

B: “Entendiendo que la formación como trabajadores sociales tenemos en términos de


red y articulación, y entendiéndonos como profesionales cuando pensamos que ese sujeto está
59

atravesado por un montón de otras variables. Es por eso como que esos acompañamientos
tienen que ser en red. Entonces creo que uno de los aportes tiene que ver justamente con cómo
se entiende ese laburo en red y pensar a esas redes en lógicas de poder e intereses dentro de
una comunidad particular. En cómo poder poner en juego a estas características, dentro de esa
comunidad y articularlas con el resto del equipo profesional que por ahí va estar enfocando
también desde otro lado. Inclusive también pensándolo desde lo institucional, cómo esas redes
se pueden ir fortaleciendo o no en esos lugares. Cuando pensamos en la cantidad de
complejidades o vulneraciones de derechos que los equipos fueron recibiendo ahí también, es
donde el trabajo social ya no era meramente pensado dentro del campo de la salud mental en sí
mismo, sino en el campo de las problemáticas sociales diversas que fueron llegando a los
dispositivos. Entonces ahí también creo que uno de los aportes clave de la disciplina fue
problematizar lo qué es lo que sucedía con todas esas problemáticas en general”

TC Monte Matadero
Se propició el trabajo en diversas dimensiones:
En relación a Justicia, se promovió la articulación ya existente con el
Patronato de Liberados, Juzgados de Responsabilidad Penal y Civil y el
Centro de Referencia de Florencio Varela.
En el eje de salud, surge como la posibilidad de articulación con la
CAAC del Garelli. A partir del año 2018, se inaugura la CAAC en la
Organización, posibilitando en la misma la creación del EACS, el
equipo de salud para acompañar la salud comunitaria.
Respecto a la temática de educación, se propició un espacio de
Articulación de articulación con las escuelas cercanas al barrio Monte y Eucaliptus,
Redes habilitando espacio de diálogo. Asimismo, recientemente comienza el
Centro de Día en Monte, que propone un espacio de acompañamiento
pedagógico, para lo cual se articuló con las escuelas de la zona, a fin
de realizar un recorrido en la trayectoria educativa de los niños y
adolescentes que participan de esta experiencia.
Articulación con organismos públicos pertinentes.
En situaciones que involucran a niños, articulación con el Servicio Local
de Derechos del Niño
Respecto a situaciones de las condiciones del barrio, hemos canalizado
la demanda en Servicios Públicos del Municipio de Quilmes

TC Santísima Trinidad
Sala de Salud Antártida Argentina y el Hornero, Línea 144, Comisaría
Articulación de
de la mujer en José C. Paz, Subsecretaría de Niñez y Dirección de
Redes
Género "La Fortaleza" Quilmes. Desarrollo Social
UnQui prácticas pre profesionales, Escuelas Nº 73 primaria y
secundaria, Jardín La Pachamama
Referentes barriales

DIAT Villa Itati


Participación en Encuentros Intersectoriales. Referencia
Dirección
y contrareferencia con el subdirector de Salud Mental
de Salud Mental Y Adicciones
de Quilmes.
Servicio de Salud Mental Y Referencia con especialidad de Psiquiatría.
60

Adicciones Dispensario
Secretaria de Derechos Referencia y contrareferencia por situaciones puntuales
Humanos de Quilmes que requieren dicha articulación.
Secretaria de Desarrollo Social Gestión de recursos materiales por situaciones en
Quilmes acompañamiento
Referencia y contrareferencia para situaciones
Dirección de Juventud Quilmes
particulares de Salud Mental
Estación La Plaza Acompañamiento de situaciones en conjunto
Centro Educación
Realización de actividades DIAT ( enero- julio)
Complementaria N 801
Centro de Acceso a la Justicia Acompañamiento en conjunto en tramitación de pensión
de Quilmes no contributiva
La Casita de La Cava de Villa
Acompañamos el taller de Cine en Movimiento.
Itatí
Defensorías Territoriales en Acompañamiento en conjunto por situaciones de
Derechos Humanos violencia policial
Hospital Isidro Iriarte Quilmes Solicitud de información sobre recursos disponibles
Realización de actividades en conjunto. Seguimiento de
Programa Envión
usuarixs de ambos espacios.
Dirección de Niñez/Servicio
Acompañamiento en conjunto
Local
Sociedad de Fomento La Ribera Presentación del Dispositivo/Acompañamiento conjunto
Consejería de Género Furia Solicitud de información
Hermanada por situación en acompañamiento
Acompañamiento en conjunto/Participación en
Zapatillas Gastadas
actividades del espacio
Participación en Encuentros Intersectoriales
organizados por la Dirección de Salud Mental y
Dirección de Salud Mental Y
Adicciones.
Adicciones
Referencia y contrareferencia con el subdirector de
Salud Mental de Quilmes.
Inspección de Psicología en Participación conjunta en Encuentro Intersectorial.
Educación Referencia y contrarefencia.
Presentación de ambos espacios. Articulaciones
Mesas de Gestión/Andamiaje futuras/Solicitud de información por situación en
acompañamiento
Escuelas Secundarias Nº 1; 8 y Presentación del equipo y referencia para situaciones
61 de consumo.

Se puede percibir que la mayoría de las intervenciones de los dispositivos son orientadas
hacia las adolescencias, como más adelante veremos es una franja etaria con bastante
concurrencia, la cual la convierte en una población objetivo. A partir de estos años pudimos
identificar en estos sujetos diversos factores de protección y riesgo.

B: “Al ser inicialmente una política pública que viene o que continúa históricamente, los
procesos de otros programas que estaban enfocados prácticamente a pensar el trabajo con
adolescentes y jóvenes. Algo de eso da cuenta a que actualmente hay mayoritariamente una
población de adolescentes y jóvenes, ya que desde un principio cuando se planificaron eran la
población sujetos de intervención. Por lo menos en el dispositivo que acompaño se amplió
bastante también el trabajo con adultos, pero no dejan de ser los adolescentes y jóvenes, una
61

población que participa y se acerca, esto tiene que ver no solo con que los dispositivos trabajan
desde una lógica meramente asistencial, sino también promocional y preventiva”

V: “Pensándolo en grandes rasgos cuando llegan directamente, es por alguna acción


promocional o el interés por algunas actividades concretas y específicas, como por ejemplo
cuando se hacen torneos de fútbol o alguna jornada que se hacía puntualmente. Eso era una
puerta de convocatoria para los adolescentes, después la otra manera de llegar es a partir de
referentes afectivos. En algunos casos las madres, generalmente pidiendo ayuda, orientación o
tratamiento concretamente para su hijo o hija adolescente”

Con respecto a los factores de riesgo y protección podemos encontrar una descripción
cualitativa de los mismos, a partir de lo expresado en las entrevistas.

V: “En relación a ello, también la cuestión es más de género. Si bien me voy a los
números estadísticos de cierre de gestión, hay una paridad en cuanto a la población masculina y
femenina; en cambio la población trans está altamente invisibilizada. Sigue siendo una deuda
para volver a pensar los diagnósticos y acciones, ya que solamente un 1% se acerca de toda la
población de 18 mil usuarios o más. Pero bueno, el porcentual es ese y se tuvo que trabajar
específicamente por convocar también dentro de la población adolescente a las mujeres. Por
qué por el rol social que ocupan las mujeres, las chicas, las jóvenes desde lo cultural, desde los
mandatos y desde el deber ser de una mujer. Los hombres sí pueden y pudieron transitar,
históricamente, todas las instituciones públicas ya que siempre estuvieron armadas en general
para responder a las problemáticas de los hombres, a partir del sistema de patriarcado. Donde
las mujeres son aquellas que cuidan, son aquellas que acompañan, son aquellas que no están
en los lugares públicos y no están en un lugar de prioridad. Las mujeres no tienen permitido
tener problemas y si lo tienen, son doblemente estigmatizadas. Ahí también aparece la
transversalidad de que no solamente es una mujer, es una adolescente, es de una población
pobre, y ni hablar si esa mujer encima está en una situación de consumo y si es madre”

V: “Tratando de identificar factores de protección, y sobre todo desde tratamiento


comunitario, tenía que ver con las redes subjetivas y primarias, con quienes tenían los vínculos
más fuertes, afianzados y de permanencia dentro de esas redes. Es donde podíamos, en caso
contrario encontrar factores de riesgo o ambos, para poder pensar o empezar a pensar una
estrategia basada en la realidad que vive este sujeto sobre sí mismo y su posicionamiento
vincular”

B: “Como factores de riesgo, creo que uno de los de los más generales que se ha podido
ver, es en términos de vulneraciones de derecho la exposición a distintos tipos de violencias.
Desde violencia intrafamiliar hasta abuso sexual infantil, como distintas situaciones que los
mantenía a los sujetos en redes bastante complejas y de riesgo en términos de una exposición
constante y cotidiana a esas violencias. Y que por ende, implicaba pensar intervenciones que
son en diversos de ámbitos e inclusive hace pensar en qué redes hay que protejan, contengan,
62

acompañen y que no sean vulnerados los derechos al interior de esas adolescencia. También
como factores de protección, es la posibilidad de construcción de diversos intereses y en la
definición de los mismos a la hora de pensar las intervenciones”

V: “… también como factor de protección tiene que ver con las características abiertas del
dispositivo, que tenían que ver con que el sujeto podía tener una trayectoria irregular, donde no
estaba obligado a participar de las propuestas. Y eso también es respetar el tránsito y la
trayectoria, y permitir que haya un tratamiento según procesos de cada uno”

B: “Otro factor de riesgo de protección es la falta de accesibilidad a otro tipo de servicios


e inclusive también estas situaciones están asociadas a la exposición a violencias,
específicamente a la institucional. Que no es solamente que esté lejos el centro de salud, lejos el
club donde quería ir, sino es la expulsión que pueden tener estos pibes, en situación de
consumo en todos esos servicios, si quisieran acceder”

Con respecto al tema de la accesibilidad a las instituciones, es de destacar que no


solamente son simbólicas, sino también materiales en cuanto a recursos destinados a las
políticas sociales, según un informe del CEPA (Centro de Economía Política Argentina) de
noviembre del 2019, informó con relación al presupuesto de los programas del Ministerio de
Desarrollo Social destinados a niñez y adolescencia, entre 2015 y 2018, el Programa de
Atención a la Madre y el Niño disminuyó en términos reales 80%, el Programa de Acciones para
la Promoción y Protección Integral de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes 12%, y el
programa de Políticas Federales para la Promoción de los Derechos de Niños y Adolescentes
cayó 12%. A nivel agregado, los programas relacionados con niñez y adolescencia sufrieron
entre 2015 y 2018 un recorte del 42% en términos absolutos, que se reduce al 22% se si
considera el efecto inflacionario del período.

Estas instituciones se vieron deterioradas ante las políticas de la gestión del intendente
Martiniano Molina quien asumió en diciembre del 2015, sumado a la gobernación de la provincia
de Bs As de María Eugenia Vidal. La provincia y el municipio redujeron el presupuesto de gran
parte de las políticas sociales que se venían desarrollando, entre ellas las dirigidas a los NNyA,
despidiendo a trabajadores y desfinanciado áreas fundamentales para tratar las problemáticas
de esta población.

V.III Datos Cuantitativos

A continuación se verán los datos de las HPC de los dispositivos, del periodo 2018 y
2019, se realizaron en las experiencias de TC Monte Matadero y Santísima Trinidad, un total de
99 y 97 respectivamente, en el caso del DIAT de Villa Itatí, fueron 110. Muchas de estas HPC
por diferentes situaciones están incompletas, por eso rescataremos los datos que se registraron
en la mayoría de los dispositivos, estos mismos nos van a permitir determinar factores de riesgo
y de protección al momento de transitar CSPA y sus posibles abordajes. En cuestión de género,
63

encontramos una paridad con respecto a la accesibilidad al dispositivo, el único que muestra una
diferencia es Monte Matadero.

Object 11 Object 13

Object 15
64

Si bien en acceso es equitativo, en cuestión de permanencia y transito diario en los


dispositivos, principalmente son los varones los que más protagonismo tienen, ya que las
mujeres suelen quedar rezagadas por la obligación de hacerse cargo de las actividades en el
ámbito doméstico o con la responsabilidad de la crianza o cuidado de sus hijos o hermanos
menores. En los centros de tratamiento tradicionales (principalmente comunidades terapéuticas
y centros ambulatorios), la distribución por género de la población es de 18% de mujeres y 82%
de varones.

Object 17 Object 20

Object 23 Object 25
65

Object 27 Object 30

Con respecto a las franjas etarias se puede visualizar la importancia de estos dispositivos
y sus acciones para la población adolescente, en el caso de TC Monte Matadero y DIAT Villa
Itatí es bastante marcado con respecto a TC Santísima Trinidad, este dato se relaciona bien,
donde la población se concentra en los grupos etarios más jóvenes (de 0 a 14 años) con casi un
37% del total, muy superior al porcentaje que tiene la Provincia de Bs. As en ese rango, casi
25%. Los datos confirman una población joven, con una tasa de natalidad más alta que el
promedio provincial (ReNaBaP28, 2017).

28 Registro Nacional de Barrios Populares


66

Object 32

Object 34

Object 36

Otro dato que podemos visualizar es el nivel educativo, a nivel de educación primaria, los
niños y niñas presentan como rasgo característico la continuidad en su trayectoria educativa
formal y su terminalidad, como queda registrado también en las HPC. Sin embargo se presenta
un alto nivel de rezago escolar, sea por repitencia, abandono o la combinación de ambos
fenómenos. La inasistencia a la escuela se acentúa durante la escuela secundaria: solo dos
terceras partes de los adolescentes continúa estudiando o logró completar el nivel medio de
estudios. A su vez, los niveles de rezago se intensifican conformándose un amplio porcentaje de
jóvenes que asisten al secundario con sobre edad.
67

Object 38

Object 40

Object 42

Al acercarse los usuarios a los dispositivos se realizan diversas preguntas y se logra un


primer acercamiento a un diagnóstico de las vulnerabilidades de los mismos. Cabe aclarar que
la herramienta HPC, por una cuestión analítica, toma en consideración las situaciones de salud
que pueda estar atravesando la persona independientemente de las situaciones de consumo
problemático. Es el caso de la variable de violencias que incluye distintos tipos y modalidades de
violencia por la que puede estar atravesando la persona. La referencia a conflictos legales
incluye cualquier proceso penal o civil en el que pueda verse involucrada la persona usuaria. Los
problemas de accesibilidad refieren a las vulneraciones en el acceso a derechos tales como la
educación, la salud, la documentación, el trabajo, la vivienda y programas sociales.
68

Object 44 Object 46

Object 48

Los registros sobre los CSPA en los dispositivos, donde figuran las sustancia x sustancia.
Tres de cada diez personas que asisten a los dispositivos están atravesando situaciones de
consumo problemático, es decir consumos en los que mediando o sin mediar sustancia, la salud
física o psíquica y/o las relaciones sociales de la persona se ven afectadas. Una misma persona
puede consumir más de una sustancia, es decir, que puede llevar adelante prácticas
denominadas policonsumo. Al analizar el tipo de sustancia que consumen las personas
usuarias, se puede observar que la sustancia de mayor consumo es el alcohol. Este dato
coincide con los relevamientos a nivel nacional que posicionan al alcohol, sustancia legal, como
la de mayor consumo problemático en el país. Por su parte, la mitad de las personas con
consumo problemático consume marihuana. Respecto del consumo de pasta base o paco, pudo
comprobarse que lo consume una de cada cinco personas estimativamente que asisten a TC
Monte Matadero y DIAT Villa Itatí por consumo problemático, en este caso difiere con las
estadísticas a nivel nacional, donde es bastante bajo la consumición de esta sustancia. En el
primer grafico se identifica un consumo importante de la combinación de alcohol y pastillas.
69

Object 50

Object 52

Object 54

Al analizar la distribución por género y edad de las personas con consumo problemático,
se puede observar que en los dispositivos la mayoría de los usuarios de dicho tipo, son varones
mayores de 25 años. Si bien es importante destacar que el porcentaje de las personas con
consumos problemáticos en el DIAT y TC de niños, niñas y adolescentes, son importantes.

En cuanto a las redes, se pude ver en los dispositivos de TC a partir de las herramientas
propias de registro un aumento, en el caso de Monte Matadero de un 300% y un 60% en
Santísima Trinidad desde que comenzaron, la primera en 2016 y la segunda en 2017. En cuanto
a la cantidad de recursos informales en Monte Matadero del 1150%, en el caso de Santísima
Trinidad coincide con su crecimiento de la Red Comunitaria.

TC Monte Matadero

Red Comunitaria – Cantidad de nodos al comienzo (2016) 37


70

Red Comunitaria – Cantidad de nodos al última medición (2019) 119

Cantidad de recursos no formales al comienzo 7


80
Cantidad de recursos no formales última medición

Object 56

TC Santísima Trinidad

Red Comunitaria – Cantidad de nodos al comienzo 2017 100

Red Comunitaria – Cantidad de nodos al última medición 2019 169

Cantidad de recursos no formales al comienzo 94

Cantidad de recursos no formales última medición 155


71

Object 58

En el caso del DIAT Villa Itatí las herramientas utilizadas no permiten ver el crecimiento
año por año de las redes, pero se pueden ver los objetivos del porqué de cada articulación,
permitiendo que el abordaje territorial, las actividades promocionales y los seguimientos de
casos fueran las articulaciones. Entendiendo a las redes comunitarias como no formales
podemos ver una equidad con la red formal de instituciones.

Object 60
72

Object 62

V.IV Triangulación

En este capítulo se presenta la triangulación de los datos cuantitativos y cualitativos


sobre la importancia del TS en los dispositivos DIAT y las experiencias de TC, además de
analizar e identificar los factores de riesgo y protección en las adolescencias. La triangulación se
realiza con dos fines: para validar los datos obtenidos de las distintas fuentes, y para
complementar los datos e información obtenida con las técnicas de los enfoques cuantitativos y
cualitativos.

En primer lugar se presenta la triangulación de datos relativos a los factores de riesgo y


protección en las adolescencias que transitan CSPA, donde han sido divididos o clasificados
según niveles: sujeto, redes vinculares, comunitarios e institucionales, a partir de los análisis de
datos cuantitativos y cualitativos se realizará una sistematización.

Los factores de protección se eligieron a partir de las fuentes primarias de la bibliografía


consultada, como también por los métodos cualitativos de los registros de las observaciones
participantes y de las entrevistas realizadas. En cuanto a lo cuantitativo, si bien existen algunos
registros de las redes personales de los sujetos, no son las suficientes para realizar una lectura,
sin bien permiten ver la importancia en las intervenciones de los equipos.

En cuanto a los factores de riesgo, la fuente primaria fue el estudio de los datos de las
HPC realizadas por DIAT y TC en el periodo 2018-2019. Los resultados nos muestran diversas
vulnerabilidades, la mayoría referidos a los sujetos, con alguna indagación en la situación de los
sujetos que integran sus redes personales. La posibilidad de ver las redes comunitarias formales
e informales y la dinámica de articulaciones, estos registros son diferentes entre TC y DIAT, la
primera focalizada en los sujetos que las componen y su interacción con esa red, y la otra con el
objetivo de ver que actores la componen y los objetivos de las articulaciones. La bibliografía
73

consultada, la entrevista realizada y nuestra observación participante, nos permite identificar y


analizar estos factores.

A continuación se presentará la sistematización, luego se realizará una explicación de la


elección de cada factor y cuáles son las características más importantes a tener en cuenta para
realizar abordajes integrales comunitarios en adolescencias que transitan CSPA.

Factores Sujeto Redes Personales Comunitarios Institucional


Edad, La falta o Hacinamiento Recursos materiales,
Genero, irregularidad de Infraestructura Personal, espacio físico,
Educativa, vínculos personales, deficiente o nula Trabajadores
Judicial, Dificultad en la Falta de propuestas precarizados,
Salud física, integración, educativas, laborales, Co-gestión con los
Salud mental, Contacto y expresión recreativas y actores locales,
Discapacidad, de afectos, culturales No hay redes
Laboral, Dificultades de Violencia institucionales o espacio
Habitacional, integración al grupo intracomunitaria local que aborden la
Riesgo Ejerce o padece una de pares, Escasa organización y problemática,
o más violencias, Ejercen o padecen participación Internaciones
Identidad, violencia de género Fácil disponibilidad y compulsivas,
Frecuencia del y/o intrafamiliar, accesibilidad de las Discursos
consumo de Vínculos desde la drogas. estigmatizantes,
sustancias, lógica del consumo o Acciones punitivas ante
Policonsumo, la venta y compra de los usuarios.
Conductas de riesgo drogas. Bajos niveles de
en las prácticas de concientización por parte
consumo. de los proveedores de
servicios.
Percepción de Acompañamiento de Ambiente de Universalidad e igualdad,
riesgo, referentes afectivos protección, Equidad,
Sentido de responsables, Oportunidades para Solidaridad,
pertenencia, Habilidades para la participar activamente Pertinencia,
Puede asumirse resolución de en la comunidad, Corresponsabilidad,
como referente, conflictos Redes sociales y Accesibilidad,
Empatía, interpersonales, sistemas de apoyo Continuidad de la
Autonomía, Comunicación entre dentro de la atención,
Actitud propositiva, los miembros, comunidad, Confianza y participación
Tiene proyectos, Red consistente, Presencia de de la sociedad en las
Desarrolla flexible y con organizaciones instituciones
Protección actividades permanencia en el sociales,
educativas, tiempo, Actitud crítica frente al
deportivas, Favorece actitudes consumo,
recreativas y/o de solidaridad y Urbanización,
artísticas empatía. Instituciones
educativas, de salud,
culturales, recreativas,
Espacios de
sociabilización.

Factores de Protección

Sujeto: Estos se generan a través de la existencia de verdaderos escudos protectores,


que harán que dichas fuerzas no actúen linealmente, atenuando así sus efectos negativos. Esta
situación se da en la interacción existente entre la persona y el entorno. Nunca son absolutos ni
terminantemente estables. Estos factores nos permiten pensar la singularidad de los sujetos, al
momento de planificar una estrategia al evaluar las capacidades de respuesta ante diversas
74

situaciones y la posibilidad de proyección según las características de cada persona. Las


herramientas para prevenir riesgos al momento de los sujetos con CPSA, es de relevancia para
poder intervenir en estas situaciones, la capacidad de percepción en las prácticas establecidas o
posibles de consumos genera escenarios de cuidado hacia el mismo sujeto o a otros. La
autonomía, actitud propositiva, tiene proyectos, son estructuras psico-sociales que expresan
las direcciones esenciales de la persona, en el contexto social de relaciones materiales y
simbólicas, que determinan su posición y ubicación subjetiva en una sociedad concreta. A través
del cual las personas puedan expresar sus anhelos, sueños y expectativas de crecimiento,
progreso y transformación, en el que puedan imaginarse a sí mismos a mediano y a largo plazo.
En caso de preguntar si realiza alguna actividad, antes mencionadas, permite ver la circulación
que tiene el sujeto y las posibilidades de articulación que sean necesarios realizar, como
también investigar sobre el uso de su tiempo libre.

Redes Personales: Las redes personales contribuyen a la socialización del sujeto. Son
instancias que influyen en su desarrollo y le condicionan en la medida en que son el ámbito en el
que se desarrolla su vida, su entorno más próximo. El grupo proporciona sensación de
pertenencia, comprensión, reconocimiento, etc., por lo que se constituye como un foco de
grandes referencias. La manera en que se comuniquen y relacionen permite ver los sistemas de
apoyo existentes dentro de estas redes

Comunitarios: Hacen referencia aquellas características contextuales que favorecen


conductas de adaptación y convivencia, dentro de ellas se encuentran la convivencia
comunitaria donde se facilite las relaciones y la participación de los miembros de la comunidad;
también se encuentran las acciones e intervención institucional, donde instituciones y
organizaciones sociales intervienen en la comunidad y con sus miembros para abordar objetivos
que favorezcan a la misma; acuerdos comunitarios, estos entendidos como los mecanismos
mediante los cuales la comunidad regulan su convivencia. Los diferentes escenarios, contextos
o espacios físicos que se generan dentro de la misma comunidad, pueden convertirse en
factores de protección, cuando estos le permiten a sus miembros, mantener una participación
activa en la cual pueda compartir, dar y/o recibir algún tipo de beneficio, como manejo de su
tiempo libre, orientación, capacitación, conocimientos, preparación, entre otras.

Institucional: Universalidad e igualdad, sin distinción ni discriminación. Debe estar al


alcance de todos los individuos y familias de la comunidad. Equidad, la distribución de los
servicios de salud y de los recursos asignados para tal fin, se realizarán de acuerdo con las
necesidades de los habitantes. Solidaridad, asegurar la protección de la salud para la población
con énfasis en aquellos grupos más vulnerables. Pertinencia, se refiere a la atención
interdisciplinaria e interactoral oportuna, adecuada, congruente con las necesidades del sujeto,
redes personales y comunitarias. Corresponsabilidad, en virtud de la cual las instituciones,
sujetos, y comunidades adquieren responsabilidades en lo referente a su salud y bienestar.
Accesibilidad, hace posible que la población acceda a los servicios, desde el punto de vista
75

geográfico, económico, cultural, físico y funcional. Continuidad de la atención, lo cual significa un


contacto periódico, a lo largo del tiempo, entre los sujetos y comunidad con los profesionales de
la salud. Integralidad, considera al sujeto y la comunidad bajo un enfoque biopsicosocial, e
implica una atención orientada a sus propias necesidades. Confianza y participación de la
sociedad en las instituciones, que tipos de vínculos comunitarios tienen con los actores que la
componen, existencia de acciones que convoquen a participar activamente de las instituciones.

Factores de Riesgo

Sujeto: Permiten determinar características demográficas, donde según de que franja


etaria o edad presentaran diversos efectos sobre el problema del CSPA, principalmente en niños
y niñas, como también el consumo en una edad temprana en las adolescencias.

Con respecto al género podemos ver ciertas situaciones de riesgo principalmente para la
población trans, pero también en otras disidencias pero sobre todo por en las mujeres. En
principio las representaciones sociales en estas poblaciones que transitan CPSA, en tanto
permiten visibilizar las desigualdades existentes en el acceso a los servicios de asistencia entre
varones, mujeres y población LGTBIQ, así como diseñar estrategias que permitan su
superación. Desde lo educativo, ya sea desde lo formal o informal, se generan posibilidades de
desarrollo personal y social, su tránsito por estos espacios permite la socialización y el refuerzo
de las redes, la falta genera condiciones de vulnerabilidad en diversos aspectos, como también
cuando hay una trayectoria irregular y problemática, donde no solo el diagnóstico es individual,
sino grupal e institucional. En lo legal permite ver el acceso a la justicia; por el otro, las
situaciones singulares. En cuanto a la salud física y mental, se reconoce la capacidad jurídica de
las personas con padecimientos mentales o una situación grave de salud, en igualdad de
condiciones con las demás en todos los aspectos de la vida. Poder ver en qué situación de
salud, nos permite si existe algún padecimiento mental (alteración de tipo psíquica, cognitivo y/o
del comportamiento en el que quedan afectados procesos psicológicos básicos como la
emoción, la motivación, la cognición, la conciencia, la conducta, la percepción, el aprendizaje y/o
el lenguaje) o alguna situación de salud grave (alteración del estado de salud de la persona
causada por una enfermedad que implica un alto riesgo de mortalidad), para así realizar las
acciones y tratamientos terapéuticos correspondientes. En los casos de salud mental los
lineamientos de la Ley 26657 enmarcarán los abordajes.

La situación laboral, en el caso de NNyA, estos últimos menores de 16 años implican un


alto grado de vulnerabilidad. En adolescentes entre 16 y 18 años existe una legislación laboral
diferente (Ley 26844 y la Ley 26390) que lo permite pero en condiciones reguladas. En caso de
la situación habitacional, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización
Panamericana de la Salud (OPS), expresan que la vivienda es el ente facilitador del
cumplimiento de un conjunto de funciones específicas para el individuo y/o la familia: proteger de
las inclemencias del clima; garantizar la seguridad y protección; facilitar el descanso; permitir el
76

empleo de los sentidos para el ejercicio de las manifestaciones culturales; implementar el


almacenamiento; procesamiento y consumo de los alimentos; suministrar los recursos de la
higiene personal, doméstica y el saneamiento; favorecer la convalecencia de los enfermos; la
atención de los ancianos y personas.

Discapacidad, no significa que por transitar esta situación es un riesgo en sí, pero cuando
una persona presenta alguna condición física o mental que le impide desarrollar las actividades
de la vida diaria, deben abordase estas situaciones. El diagnóstico estará a cargo de
instituciones pertinentes para evaluar dicha cuestión, en caso de no haberlo se debe gestionar el
mismo, para poder acceder a derechos para estar en igual de condiciones y lograr la autonomía
del sujeto.

En el factor de riesgo en el registro de las violencias, se debe registrar tipo y modalidad


de las mismas, según lo relatado por la persona. Ejerce/es víctima/ambos: Qué posición tiene el
sujeto en relación a la situación de violencia. Tipos: Física, Psicológica, Sexual Económica y
patrimonial, Simbólica, Explotación sexual. Estas violencias son descriptas en las Leyes Nº
26.485 de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las
Mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus Relaciones Interpersonales; la reciente reforma y
unificación del Código Civil y Comercial; y la Ley de Protección Integral de los Derechos de
Niñas, Niños y Adolescentes. En cuanto a la Modalidad: Familiar - ejercida contra la persona por
un integrante del grupo familiar, independientemente del espacio físico donde ésta ocurra. Se
entiende por grupo familiar el originado en el parentesco, sea por consanguinidad o por afinidad,
el matrimonio, las uniones de hecho y las parejas o noviazgos. Incluye las relaciones vigentes o
finalizadas, no siendo requisito la convivencia. Auto infligida - la propia persona la que se daña a
sí misma mediante lesiones o maltrato, incluyendo actos como la automutilación y
comportamiento suicida (ya sea pensamientos suicidas o intentos de suicidio). Género - actos
agresivos y maltrato ejercidos por un hombre contra una mujer por el simple hecho de su
condición de mujer. Trata - el ofrecimiento, la captación, el transporte y/o traslado (ya sea dentro
del país, desde o hacia el exterior), la acogida o la recepción de personas, con fines de
explotación, cuando mediare engaño, fraude, violencia, amenaza o cualquier medio de
intimidación o coerción, abuso de autoridad o de una situación de vulnerabilidad, concesión o
recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga
autoridad sobre la víctima, aun cuando existiere asentimiento de ésta.

La identidad se define como la percepción que tienen de sí mismos o al conocimiento


acerca de sus características propias o su personalidad. Una de las tareas fundamentales
durante la adolescencia es lograr un sentido de identidad y solidez personal. A medida que un
adolescente se siente más seguro y protegido, comienza a utilizar su propio criterio, aprende a
ser autónomo, comienza a desarrollar un concepto de sí mismo como individuo y en
consecuencia, desarrolla una identidad. Sin embargo, cuando le resulta difícil definir los
conflictos acerca de su personalidad, su independencia, su sexualidad y/o género, el
77

adolescente no logra desarrollar plenamente en la construcción de su identidad. La Ley N°


26.743 de Identidad de Género; y los artículos de la Constitución Nacional N° 17 y 75 referidos a
las identidades de pueblos originarios; como la Ley N° 26.305 sobre la Protección y Promoción
de la Diversidad de las Expresiones Culturales.

Con respecto a los últimos factores, es respecto a los CSPA, sobre su forma de
uso/relación con las drogas en la que, bien por su cantidad, por su frecuencia y/o por la propia
situación física, psíquica y social del sujeto, produce o se pueden producir, consecuencias
negativas para la persona y/o su entorno.

Redes personales: La falta o irregularidad de vínculos personales, dificultad en la


integración, contacto y expresión de afectos, dificultades de integración al grupo de pares,
ejercen o padecen violencia de género y/o intrafamiliar, vínculos desde la lógica del consumo o
la venta y compra de drogas.

Es necesario registrar las principales personas que tengan una relación de referencia
afectiva con el consultante; entendiendo estas referencias como vínculos que pueden o no ser
de consanguinidad, pero que destaca una afinidad estrecha u otra relación afectiva estable
(independientemente de que conviva o no). La falta o irregularidad de vínculos con las personas
que pueden constituirse en figuras de apoyos del sujeto que consulta, pueden generar a ser más
vulnerables a situaciones de riesgo.

Dificultades de integración al grupo de pares, hablar de los intereses y las necesidades


de cada sujeto, de cómo estos se encuentran y relacionan en el seno de los grupos, es también
hablar de cómo los procesos individuales se entrelazan con el proceso de conformación grupal.
Observar si un sujeto convoca a otros para realizar su tarea 29 o si participa de las actividades
grupales nos estará dando información en ambas direcciones (lo grupal y lo individual).
Observando además si logra interactuar con otros desde la tarea podremos observar si la tarea
le genera interés y si por consiguiente, logra vincularse con sus compañeros desde esa tarea

Ejercen o padecen violencia de género y/o intrafamiliar, este factor se describió


anteriormente. La diferencia que en este se va a registrar las problemáticas que puede haber en
sus redes personales.

Vínculos desde la lógica del consumo o la venta y compra de sustancias psicoactivas,


este factor se refiere a si existen en su red vincular a diversos sujetos con consumos
problemáticos o si por diferentes circunstancias es una red que tiene una vinculación con la
obtención, distribución y/o venta de sustancias psicoactivas. Estas sustancias son para evaluar,
siempre y cuando nos permita determinar ciertos riesgos cuando el sujeto los presente para sí
mismo, pero también nos permite ampliar la posibilidad de intervención hacia estos vínculos,
cuando sea pertinente.
29 La Tarea, entendida en sentido amplio, en los talleres en el contexto del abordaje integral del consumo debiera
desarrollarse integrando las 3 áreas: la construcción de la grupalidad entre las/os participantes, la interacción con el
encuadre, y la tarea específica (aprendizaje, práctica y proyección) que el taller propone.
78

Comunitarios: hacinamiento; infraestructura deficiente o nula; falta de propuestas


educativas, recreativas y culturales; violencia intracomunitaria; escasa organización y
participación; fácil disponibilidad y accesibilidad al CPSA.

Los tres primeros factores se refieren a las condiciones que pueden tener las
comunidades y que no permiten la accesibilidad a diversos servicios esenciales para la vida
cotidiana, lo que genera problemáticas en los sujetos para poder desarrollarse a nivel personal y
comunitario.

Violencia intracomunitaria, es la que se produce entre personas que no guardan


parentesco, que pueden conocerse o no, y sucede por fuera del espacio de convivencia. En
muchos casos presenta un grave riesgo por diversas causas para el sujeto, donde se puede
contemplar la necesidad de pensar estrategias para una posible permanencia en la comunidad o
la posibilidad de hacerlo de forma permanente. O por un tiempo de pensar otros espacios para
alojar al sujeto.

Escasa organización y participación, se entiende como una falta toma de acciones de


forma colectiva por parte o la comunidad en general, por medio de la reflexión crítica y la
promoción de formas asociativas y organizativas que facilitan el bien común.

Fácil disponibilidad y accesibilidad al CSPA, se ha demostrado que la fácil accesibilidad


a la droga es un factor de alto riesgo en el inicio y mantenimiento de los consumos y que cuánto
más alta es la permisividad, entendida como los valores y actitudes sociales favorables al
consumo, las cifras de consumo tienden a ser mayores.

Institucional: recursos materiales, personal, espacio físico, trabajadores precarizados, co-


gestión con los actores locales, no hay redes institucionales o espacio local que aborden la
problemática, internaciones compulsivas, discursos estigmatizantes, acciones punitivas ante los
usuarios, bajos niveles de concientización por parte de los proveedores de servicios

Estos factores son parte de la violencia institucional, esta puede ser realizada por las/los
funcionarias/os, profesionales, personal y agentes pertenecientes a cualquier órgano, ente o
institución pública, que tenga como fin retardar, obstaculizar o impedir que la persona tenga
acceso a las políticas públicas y ejerza los derechos previstos en la ley. Quedan comprendidas,
además, las que se ejercen en los partidos políticos, sindicatos, organizaciones empresariales,
deportivas y de la sociedad civil.

Los primeros cuatro factores, tendrán que ver con los recursos que tengan las
instituciones donde se deben realizar las intervenciones, directamente o acompañar las
propuestas de otras instituciones. En capítulos anteriores expusimos las propias de los
dispositivos DIAT y las Experiencias de TC. Al momento de planificar una intervención es
necesario realizar este diagnóstico.
79

Los dos siguientes sirven para tener en cuenta nuestros recursos locales, es importante
establecer contactos y alianzas dentro de las redes locales. En caso de no tener las condiciones,
es necesario pensar en cómo realizar acciones para acercarnos a estos actores y pensar mesas
intercasos, barriales, de gestión; actividades de intercambio, jornadas de promoción/prevención,
mapeos comunitarios, etc.

Los últimos factores tienen que ver con los marcos éticos y políticos de las instituciones,
que existan dentro de nuestro campo de intervención. Estos factores actúan impidiendo la
accesibilidad de los sujetos con CPSA en las instituciones, que tienen la responsabilidad de
restituir y promover derechos a esta población. Es necesario tensionar con estos actores las
representaciones sociales que irrumpen las posibles trayectorias de los sujetos por estas redes.

En segundo lugar se presenta la triangulación de datos relativos a la importancia de los


aportes de los y las TS en los abordajes integrales comunitarios de los CSPA en las
adolescencias. En el desarrollo de este trabajo final se puede ver la importancia de los y las TS
a partir de las diferentes acciones que se desarrollan en los dispositivos DIAT y las experiencias
de TC, y más específicamente con nuestros sujetos de investigación del municipio de Quilmes.

En principio la importancia en las HPC con la incorporación de estos perfiles se logró


recolectar más información, con respecto a periodos anteriores, un factor importante es la
formación específica de los mismos al momento de realizar las entrevistas. Pudiendo detectar
desde la profesión los factores de riesgo, como también de protección. El conocimiento del
territorio, salvo en la experiencia de TC Monte Matadero, en las otras se realizó avanzada la
tarea, a partir de la incorporación en el DIAT en 2018 y en TC Santísima Trinidad en 2019, sin
embargo fueron importantes en los diagnósticos comunitarios para poder armar el mapa de
redes y reforzar las articulaciones existentes o a construir.

La formación en TS permite incorporar a estos perfiles en las diferentes propuestas de


los DIAT y TC, donde vemos que las intervenciones se orientan a actividades o espacios
individuales, grupales, comunitarios e institucionales. Donde se pueden visualizar acciones
educativas, promocionales, asistencia y abordaje territorial. Los y las TS realizaron diversas
planificaciones interdisciplinarias e interactorales. Los y las TS que transitan estos espacios
desde un lugar de acompañamiento y apoyo, les permitió realizar lecturas del funcionamiento
grupal y/o individual, construyendo espacios de intercambio, trabajar con los emergentes,
realizar las articulaciones con redes formales e informales en caso que sea necesario, entre
otras acciones.

En el armado de redes, los recursos con los que cuentan las TS desde lo metodológico y
teórico permiten desarrollar un diagnóstico de la dinámica propia de cada una de ellas. En
principio el registro y trabajo con las redes personales, más específicamente con los referentes
afectivos de los sujetos, como también las comunitarias, les permite a los equipos contar con
información sobre cómo se vincula el sujeto con su entorno. De esta forma el TS pesquisa las
80

debilidades y fortalezas para poder proyectar sus posibles intervenciones, sobre/con/en las
redes.

Al momento de llevar a cabo una política pública, un TS tanto en territorio como en la


sede central, les permite realizar diversos diagnósticos institucionales y situacionales, para
detectar posibles recursos a la hora de realizar una intervención desde la intersectorialidad y la
corresponsabilidad pertinentes. La interrelación de la salud mental con variables sociales como
la provisión de servicios básicos, la alimentación, el trabajo y el ingreso, las condiciones
ambientales y otras puede contribuir a realizar un seguimiento, desde el trabajo social, del
impacto de las condiciones macroeconómicas y las políticas sociales, en sus efectos en los
sistemas micro sociales, y en los obstáculos al objetivo de lograr cambios hacia estilos de vida
saludables en todas las personas, de todas las edades, en las familias, en las escuelas, en el
trabajo, en la comunidad.

Conclusión
Al realizar las últimas lecturas del contenido de este Trabajo Final de Investigación y con
el objetivo de realizar las conclusiones es necesario mencionar primeramente que los temas
trabajados aún se pueden seguir profundizando.

En las últimas décadas se puede visualizar un cambio de posicionamiento internacional y


nacional en la mirada sobre las políticas de drogas, diferenciando los abordajes de la demanda y
la oferta, buscando generar marcos normativos progresivos que no criminalicen a los CSPA, sin
embargo los avances en Argentina tienen un techo en Leyes que aún siguen vigentes como la
de estupefacientes N°23737 que se contradice a otras de carácter progresivo como la de Salud
Mental N° 26657 y el Plan IACOP. Desde el 2014 la SEDRONAR como órgano rector en los
abordajes en materias de drogas viene implementando una política territorial con dispositivos
que empezaron a construir otras lógicas por fuera de los discursos hegemónicos del
prohibicionismo y abstencionismo. Sin embargo estas iniciativas tuvieron varios inconveniente a
partir de diversos cambios de gestión a nivel de secretaria y nacional, sumado a la falta de
acuerdos con actores municipales y provinciales para su correcta aplicación.

Es de destacar que desde el 2016 a partir de asunción de Mauricio Macri a la presidencia


en Argentina, muchos avances se vieron afectados, con discursos y acciones que criminalizaron
y estigmatizaron a las personas que transitan CSPA, no brindado las respuestas terapéuticas
necesarias para los abordajes en los casos que existiera un consumo problemático de
sustancias psicoactivas. Al ser una problemática pluricausual, se pudo visualizar un claro
deterioro de las condiciones de vida de los sectores en situación de vulnerabilidad se vieron
afectados por las políticas sociales y económicas implementadas en este periodo, donde las
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adolescencias fueron actores especialmente perjudicados con incrementos en los factores de


riesgos y disminución en los de protección en los sujetos que transitan por los dispositivos.

Otra de las dificultades al momento de ejecutar esta política tiene que ver con los
paradigmas aun imperantes en las instituciones a la hora de abordar los CSPA, conviviendo
prácticas que siguen poniendo el foco en las sustancias en vez de los sujetos, lo mismo con
respecto a la Ley de protección integral de los NNyA, en ambos casos los sujetos intervenidos la
mayoría de las veces no tienen la posibilidad de acceder a información y a tomar decisiones
sobre sus personas, de esta forma en vez de ser sujetos de derecho se piensan como incapaces
o enfermos.

En este trabajo se tuvo como objetivo General “fundamentar y analizar la importancia de


los aportes del TS en los abordajes integrales comunitarios, en contextos de vulnerabilidad
social en las adolescencias que estén transitando CSPA, entre los años 2018 y 2019”.

Para ello en el capítulo I se desarrolló un marco teórico desde donde se sustenta la


investigación, describiendo las diversas lógicas existentes al momento de abordar los CSPA,
como también de las adolescencias desde las sociedades de consumo capitalistas actuales, por
ultimo destaco la importancia de la corriente del trabajo social critico al intervenir en la vida
cotidiana de los sectores con alta vulnerabilidad social, el hilo en común es el de comprender
que cada contexto histórico y cultural presenta nuevas formas identitarias, dando importancia a
la triada sujeto-sustancia-contexto al momento de intervenir desde el rol del TS.

Para esto es importante tener presente cual es el vínculo del sujeto con la sustancia, cual es
la forma en clasificar a las sustancias según sus efectos y los aportes del modelo de abordaje
integral de los CSPA al momento de resignificar el concepto de tratamiento, para considerarlo
como un proceso complejo, interdisciplinario y alejado de la noción de especialidad técnica
respecto de las sustancias.

Durante el Capítulo II se realizó un desarrollo histórico de forma breve sobre como se


construyó el “problema de las drogas” a nivel global, pero también los diversos vínculos entre los
sujetos con las sustancias y cuáles fueron las respuestas para abordar los CSPA por parte de
las sociedades modernas, en particular de la Argentina. Considerando importante destacar el
surgimiento del prohibicionismo como forma de en las prácticas culturales desde la moral y lo
comercial, con el objetivo de sostener una hegemonía a nivel cultural, étnico-racial, económica y
militar, utilizando a las drogas como una punta de lanza para generar las condiciones necesarias
para legitimizar discursos estigmatizantes a inmigrantes, campesinos, pueblos originarios,
diversidades sexuales y de género, a las adolescencias, entre otros grupos que disputan a la
normatividad diversos espacios.

A partir de la década de 1980 se refuerza el proceso de globalización y las consecuentes


políticas neoliberales que impone la sociedad de consumo en su forma más desarrollada,
dejando de lado la regulación del mercado por parte del Estado, se reforzó lo privado sobre lo
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público en las respuestas a la salud mental y los CSPA, se verifica así una retracción de ciertos
tipos de políticas sociales y el rol del Estado como garante de los derechos. Argentina en el
desarrollo de sus políticas de abordajes a los CSPA fueron atravesados por este contexto
histórico, donde se promovieron respuestas de encierro en cárceles y manicomios para abordar
las problemáticas de salud mental. A lo largo de las décadas siguientes este rol fue promovido o
cuestionado siendo las políticas anteriormente expuestas tendiendo a cambiar los marcos
normativos que regulaban las mismas y generando acciones para promover tratamientos y
dispositivos que implementen practicas integrales que pongan en cuestionamiento los abordajes
que se venían realizando por otros que se enmarquen en el paradigma de los derechos
humanos.

Las adolescencias como fenómeno plurales según el momento histórico, económico, cultural
y social, tiene cuestiones en común en Argentina con lo desarrollado anteriormente a partir de
pasar a ser sujetos tutelados a sujetos de derechos, donde para las instituciones los
consideraban incapaces. En las últimas décadas a partir de cambios en los marcos normativos,
donde se puso en discusión la antigua ley del patronato, al igual que la ley de salud mental, se
pudo tensionar las practicas que se venían desarrollando para cambiar a una concepción de
“sujeto de derecho” ante el posicionamiento tutelar que los ubicaba como “objeto de protección”.

El TS como disciplina se empieza a desarrollar en la Argentina a partir del modelo higienista,


con una mirada organicista de la sociedad, si bien también implicaba empezar a profesionalizar
una participación en políticas públicas destinadas a intervenir principalmente con poblaciones en
situación de vulnerabilidad social. Al igual que otras disciplinas sociales el TS empieza a
alimentarse con teorías de la sociología, antropología, psicología, entre otras, a la vez que se
empieza a construir la “descolonización del saber” de las ciencias sociales. Estas
transformaciones permitió a parte del colectivo del TS a construirse como sujetos políticos que a
través de su compromiso ético político hacia la justicia social, donde podían generar procesos de
cambios en los sujetos y las comunidades, sin embargo estas acciones según las épocas,
fueron prohibidas y reprimidas o se pudieron potenciar desde los Estados, ya que permitían una
posibilidad en intervenir en procesos de problematización de las vida cotidiana en los sujetos en
situacion de vulneración social, lo que posibilitaba proyectar políticas de promoción y restitución
de derechos para estos mismos potenciando la organización y participación en espacios
institucionales o de la comunidad.

En el Capítulo III reflexione sobre los cambios en la SEDRONAR el 2014 al 2019, a partir de
la implementación de la ley 26657 de Salud Mental y el Plan IACOP, se construyeron
dispositivos territoriales para abordar los CSPA, promoviendo de la integralidad acciones de
restitución y promoción de derechos de los sujetos que circulan por estos espacios. Sin embargo
a lo largo de estos años la secretaria tuvo diversos cambios de gestión, lo que condiciono el
fortalecer las políticas de abordaje de los CSPA, en esto se ve claramente en los presupuestos
destinados y los cambios de objetivos a la hora de ejecutar el mismo, según cada gestión y
83

gobierno. De esta forma en este capítulo podemos ver la precarización existente en las
modalidad de contratación, espacios de funcionamiento o con la falta de recursos materiales
para proyectar acciones de forma continuada, condicionada en la mayoría de las veces por
estos factores, sin embargo la permanencia durante este tiempo de los dispositivos en los
territorios permitió potenciar, problematizar y discutir otras miradas en los abordajes de los
CPSA.

En el desarrollo del Capítulo IV, destaco la importancia de la conformación de equipos


interdisciplinarios en los dispositivos de DIAT y TC, estas trayectorias y saberes diferentes
permiten la integralidad en los mismos, durante las intervenciones el dialogo y el intercambio
permanente construyen diagnósticos de las situaciones de los sujetos que circulan y participan
del dispositivo. La especificidad del TS, les permitirá diseñar estrategias para garantizar el
acceso a derechos y a la vez trabajar en el fortalecimiento de la red comunitaria y vincular de
cada sujeto, durante el acompañamiento en la protección ante situaciones de vulneración de
derechos graves, informando y co-pensando las estrategias desde la protección, realizando las
articulaciones correspondientes con diversos actores de la red comunitaria.

El TS como disciplina desarrolla diversas formas de intervenir en las diferentes


dimensiones que atraviesan a los sujetos desde lo material y lo simbólico, permitiendo que los y
las TS puedan participar y generar abordajes de los CPSA en los dispositivos. Como primer
momento generalmente con los sujetos que participan del espacio es el de la entrevista que
definimos como espacio de primera escucha, en el mismo se debe orientar y acompañar la
demanda relacionada con el acceso a derechos, ya sea por demanda directa o indirecta por
otras personas o instituciones. La prioridad será garantizar la escucha y que el encuadre se
construya con el otro. Siendo el objetivo principal de la primera escucha el organizar la demanda
y planificar el acompañamiento a realizar. Luego de realizado este proceso en los momentos de
escucha se dan espontáneamente durante el recorrido del sujeto en el dispositivos, donde
muchas veces se desarrollan en medio de actividades de promoción, es necesarios que los y las
TS estén atentos para percibir el surgimiento de estos procesos. Durante el acompañamiento es
necesario informar a los sujetos de todo el proceso de intervención e ir co-creando herramientas
al mismo tiempo para el fortalecimiento de la ciudadanía y la construcción de procesos de
autonomía en los mismos.

Durante el transcurso de los sujetos en el dispositivo, los y las TS deben poder identificar los
factores de riesgo y protección que permitirá pensar las estrategias necesarias para un plan de
abordaje, de esta forma pensar la intervención según cada posibilidad y capacidad de los
sujetos. Estableciendo prioridades ante padecimientos y derechos vulnerados graves que
necesitan una pronta respuesta por parte de los equipos. Estos factores al identificarlos nos
permiten pensar con qué recursos materiales y simbólicos contamos desde lo institucional y lo
comunitario para proyectar acciones de restitución y promoción de derechos en personas que
atraviesan los CSPA.
84

Por último se desarrolló la necesidad de realizar intervenciones desde una lógica de la


diversidad en las adolescencias a partir del proceso continuo de conformación de las identidades
en este periodo y como interaccionan con los contextos que circulan. Es una característica que
estas identidades se encuentren en constante movilidad al reafirmar u oponerse a ante lo
establecido por la sociedad, esta singularidad se inter relaciona con identidades colectivas que
pueden restringir o promover los derechos de las adolescencias como recursos contamos con
marcos normativos que lograron disputar a discursos hegemónicos sobre construcción de las
identidades de forma colonial, heteronormativa, patriarcal y adultocentrica de como tienen que
ser las mismas.

En el Capítulo V se realiza el análisis e interpretación del dialogo entre los datos obtenidos,
al elegir para este trabajo final la confección de un estudio mixto, donde se utilizó metodologías
cuantitativas y cualitativas para el análisis, permitiendo realizar lecturas de los datos de diversas
fuentes y realizar una triangulación. Estos fueron obtenidos a partir de mi experiencia como
referente técnico en la SEDRONAR de los equipos de TC y DIAT que se encuentran en la
municipalidad bonaerense de Quilmes, como también de la entrevista realizada a dos TS que
también son referentes técnicas de dispositivos de la secretaria.

En cuanto a los datos relevados se puede ver en qué condiciones y contexto se desarrolló
las políticas de abordaje de los CSPA. El municipio de Quilmes es uno de lo que más problemas
habitacionales cuentan con un gran número de asentamientos (906 hectáreas), en este contexto
que se desarrollan los dispositivos DIAT y TC. En los territorios que se asientan los mismos, se
puede ver un común denominador que es su informalidad, un deficitario nivel de acceso a los
servicios públicos (cloacas, agua, luz, transporte), tramas urbanas irregulares, viviendas
construidas con materiales precarios, alta densidad poblacional, escaso o nulo espacio verde y
falta de intervenciones públicas para regularizar la situación dominial (tenencia de las tierras) o
planificar el urbanismo.

A través de la red de dispositivos asociados a la SEDRONAR se puede ver que existen


diversos dispositivos (DIAT; TC´s; CAAC´s y CCTT´s) en el municipio, donde la línea de rectoría
de la secretaria varía en cuanto incumbencias en sus prácticas, pero con una presencia
importante en cuanto a recursos destinados en la localidad. Esta situación se presenta
principalmente en las articulaciones realizadas, donde la lectura de riesgos y las repuestas en
los abordajes de los CSPA tienen algunas diferencias al momento de priorizar las líneas de
intervención con los sujetos que circulan por estos dispositivos, si bien son prácticas desde los
modelos psicosocial y socio-cultural siendo el paradigma de RRDD parte de las mismas pero
con discursos desde lo prohibitivo, donde también ante un cierto riesgo se opta por la
internación. Los DIAT y TC tienen como ventaja el poder tener la posibilidad de bajar
lineamientos a los equipos, además de contar con un seguimiento de uno o más referentes
técnicos para trabajar las situaciones que vayan surgiendo. Es una dificultad el no tener dentro
de la red de dispositivos de SEDRONAR intervenciones enmarcadas dentro de la ley de salud
85

mental y el plan IACOP, sin embargo la dificultad es aún mayor cuando se articula con algún
efector, por fuera de la red, que abordan los CSPA desde modelos ético-jurídico y médico-
sanitario, donde los discursos y prácticas giran entorno del encierro o la expulsión. Los
dispositivos, en tanto actores participes de esa red despliegan acciones en distintos niveles,
promoviendo la articulación de actores formales e informales en pos de generar estrategias de
prevención de los consumos y promoción de los derechos hacia toda la comunidad. El trabajo
inter sectorial e inter actoral de los dispositivos buscan garantizar el funcionamiento de dichos
circuitos de articulación, lo que genera el marco de posibilidad para un abordaje integral de la
problemática a nivel local, estas intervenciones son de vital importancia porque permite discutir,
tensionar y generar cambios en prácticas que no garanticen los derechos de las personas que
transitan CSPA. La complejidad del problema pone de manifiesto la necesidad de cambiar el
modelo de prestaciones uniformes por aquel de las intervenciones que tengan en cuenta tanto
las singularidades de la subjetividad como las particularidades del territorio.

En cuanto a la conformación de los equipos podemos destacar que son inter disciplinarios, lo
que permite realizar abordajes integrales, con perfiles de trabajo social en la mayoría de los
dispositivos. Anteriormente hable de la precarización en cuanto a contratación y recursos
destinados a los DIAT y TC, esto condiciona ciertas líneas a construir especialmente cuando no
se generan acuerdos formales con los actores locales para la incorporación de trabajadores,
destinar un espacio para desarrollar sus tareas y la obtención de recursos materiales para el
sostén de actividades cotidianas. Especialmente al momento de generar un anclaje territorial, ya
que esto permite a partir de la presencia de los equipos en los barrios construir una legitimidad
ante los actores comunitarios para realizar sus intervenciones.

A partir de las HPC podemos relevar datos de importancia que nos permite ver lo pluri
causal de los CPSA, donde el nivel educativo alcanzado, las violencias que padecen o ejercen,
genero, edad, entre otras, nos presenta a un sujeto atravesado por diferentes problemáticas
sociales que en muchos casos en CSPA no es la principal, si bien al llegar a los dispositivos es
una de las principales demandas para acceder a un tratamiento. Al mismo tiempo permite
problematizar entre drogas legales e ilegales, a partir de que un alto porcentaje de los consumos
problemáticos que figuran en las HPC es el alcohol, y como se destinan recursos para “combatir”
a otras sustancias que en general presentan un porcentaje bastante menor de consumo, en
cuanto a frecuencia y modalidad de uso de las sustancias podemos decir que solo 3 de cada 10
personas que concurren tienen abusos o dependencias en sus consumos.

La accesibilidad es la demanda que más se encuentra en las HPC de los dispositivos de


Quilmes, esto se relaciona con los espacios promocionales en los DIAT y TC, que tienen la
potencia de facilitar el acceso a las propuestas. Que se presentan al realizar ciertas actividades
por fuera del dispositivo o proponer actividades fuera de los abordajes tradicionales suelen ser
fortalezas que amplían la posibilidad de acceder a abordajes en salud. En cuestión de tener
practicas inclusivas mas alla de la especificidad en abordajes de los CSPA, esto permite una
86

demanda espontanea que mucho tiene que ver con que los dispositivos se encuentren en
territorio. En los tratamientos históricos de los CSPA se puede ver una invisibilizacion de los
consumos en mujeres que condiciona al acceso a las instituciones que abordan esta
problemática. Los DIAT y TC presentan una paridad en cuanto a porcentajes, si bien en la
mayoría de las veces estas mujeres vienen a realizar demandas por otras personas, al ingresar
en el circuito nos permite intervenir sobre problemáticas que las atraviesan. En el caso de la
población adolescente sucede un caso similar en cuanto a lo territorial y actividades
promocionales, si bien en la conformación histórica de los dispositivos fue una población objetivo
podemos ver que al dar respuestas en un horario vespertino, posibilita dar respuestas y
espacios en momentos donde las instituciones en su mayoría no realizan tareas.

En referencia a la hipótesis sobre las mejoras en la accesibilidad a acciones de


restitución y promoción de derechos, desde un abordaje interdisciplinario, integral y comunitario,
por parte de equipos territoriales con trabajadores sociales participando en las intervenciones en
las adolescencias que transiten un consumo de sustantivas psicoactivas, permiten la
disminución de los factores de riesgo y la construcción o refuerzo de los factores de protección

En el desarrollo de este trabajo final se realizó una investigación teórica, histórica


y empírica, la cual puede seguir profundizándose, que permite en principio percibir como se
construyen en gran parte las políticas de abordaje de los CSPA hasta la actualidad, donde la
SEDRONAR como órgano rector a partir de los DIAT y TC llevan al territorio estas líneas de
abordajes, posibilitando otra mirada sobre los consumos y los sujetos, lo que permite acciones
disruptivas a las formas de tratamiento tradicionales de los CSPA. Para enmarcar estos
abordajes se cuenta con un marco normativo progresivo en cuanto a otros países de la región
que permite generar acciones que apunten a reconocer a las personas que transitan CSPA
como sujetos de derecho, dándole el protagonismo necesario en el plan de abordaje que busca
como objetivo principal dar respuestas a los padecimientos y construir autonomías.

Los dispositivos DIAT y TC en este marco generan condiciones para el abordaje de las
problemáticas de consumo en el marco de promoción, acceso, restitución y ejercicio de
derechos. Donde propician prácticas integrales de atención y acompañamiento que generen
espacios de umbral mínimo de exigencia en el abordaje de los consumos problemáticos. Lo
equipos al contar con trayectorias y saberes diferentes permite realizar un abordaje integral a
partir de la interdisciplina de los CSPA. La importancia del rol de TS en estos equipos, como dice
la Ley Federal del Trabajo Social, ley 27.072, se presenta ante la necesidad de “promover la
jerarquización de la profesión de trabajo social por su relevancia social y su contribución a la
vigencia, defensa y reivindicación de los derechos humanos, la construcción de ciudadanía y la
democratización de las relaciones sociales”. Los y las TS generan estos aportes a partir de
herramientas teóricas y prácticas para realizar diagnósticos e intervenciones de acuerdo a la
singularidad de cada sujeto prestando particular atención al contexto, a los lazos de los sujetos y
a las situaciones de vulneración de derechos que los afectan.
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Estas posibilidades permiten mejorar la accesibilidad de las personas que transitan


CSPA, entre ellas las adolescencias que encuentran en los dispositivos un espacio para
referenciarse a partir de las diversas actividades que realizan los dispositivos de DIAT y TC,
permitiendo otro recorrido institucional en la comunidad de la cual son parte, donde los deseos y
proyectos de esta población puedan ser construidos y vehiculizados por los equipos
interdisciplinarios. El que tengan conocimiento de los factores de riesgo pero también del
reconocimiento de sus factores de protección es un proceso que es necesario para construir un
plan de abordaje, estableciendo prioridades y respetando las singularidades de cada sujeto.
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ANEXO 1
ENTREVISTA SEMI-ESTRUCTURADA

¿Qué implica para usted un individuo en situación de consumo?

B: Un individuo en situación de consumo en particular, somos todos los individuos que estamos consumiendo
en la cotidianidad. Porque somos individuos situados en una sociedad de consumo por lo cual todos estamos
en distintas situaciones de consumo. Ahora bien, pensando en los consumos, estos se pueden dar de
distintas maneras. Y ahí es donde a veces podemos pensar en diferentes situaciones. Por ejemplo cuando un
individuo transita una situación de consumo problemático. Dentro de la lógica de consumo el pertenecer
funciona como constructores de identidades, donde la identidad parte a partir de lo que se consume o no,
V: Pensando que este sistema que impulsa a consumir también impulsa a pertenecer a partir del consumo y
muchas veces el consumo es como uno de los dos rectores en cuanto a la idealización de que se puede
llegar a ser, y marca mucho también el pertenecer en cuanto al lazo y con quien uno se vincula y como se
van generando, digamos, todas las estructuras sociales también dentro de este mismo sistema. Entonces es
bueno poder partir un poco de ahí, de relacionar también el consumo en el lazo social. Por supuesto hay
diferentes instancias en esos consumos, a veces es más permitido, más potenciador y hay instancias donde
se vuelve más problemático. Todos los individuos somos individuos de consumo, nos mediatizamos y nos
relacionamos con el medio que tenemos, en base a ese vínculo. O sea crea una identidad el estar en
situación de consumo. No significa solo comprar, sino generar una identidad desde donde uno va a
establecer ciertos lazos a partir de esas prácticas, desde la adquisición o no de sustancias u otros bienes.

¿Qué respuestas tiene el Estado a dicha problemática?

V: Me parece que tenemos que hacer la diferenciación de quien interpreta y define que es problemático con
consumir y que no. Y desde ahí tenemos como una punta para pensar si el Estado promueve políticas y
prácticas que promuevan el consumo, lo apoyen, y a la vez que hay prácticas que están más enmarcadas en
lo punitivo. Donde podemos hacer un poco de historia paradigmática en cuanto a pensar el consumo como
una cuestión penal, como también desde algo más patológico. Con clara decisión de expulsar de la sociedad
a esa persona que consume lo que no está permitido consumir, y no así a lo que está permitido consumir.
Siempre las respuestas fueron tendientes con respecto a lo prohibido fue la exclusión por una u otra vía. Si
bien con el tiempo empezaron a haber otros movimientos en relación a la interpretación de la problemática
del consumo y empiezan a ver nuevas vertientes que tienen más que ver con empezar a identificar que el
problema no es de la persona. Sino que hay un montón de otros elementos que complejizan entenderlo.
B: En el Estado a través de la historia se van generando distintas lógicas o paradigmas que hoy mismo
producen distintas respuestas que se pueden ir dando, teniendo en cuenta los distintos niveles del Estado, a
partir de las distintas líneas que conviven en el mismo donde se chocan estos paradigmas. Digo, tenemos
paradigmas punitivos que siguen vigentes, donde inclusive actualmente se siga deteniendo a gente que
consume. Si bien también tenemos respuestas que abordan desde un abordaje integral con una perspectiva
de derechos humanos a personas que están en situación de consumo, a partir de tener en cuenta la ley de
Salud Mental o el Plan IACOP. Aunque sigamos teniendo respuestas que tienen que ver con el alejar a las
personas entendiéndolo desde lo patológico entonces por eso es tan alto el número de internaciones que
sigue habiendo. Y después también hay otro tipo de respuestas que fortalecen lo integral, que tiene que ver
más con otro tipo de programas que quizás no necesariamente ven a todo tipo de consumos de sustancias
como problemático, como por ejemplo programas como envión u otros que trabajan con jóvenes y
adolescentes desde lo preventivo promocional, donde buscan dar respuesta a una manera acompañar
situaciones de consumo problemático,
V: interpretando una mirada donde se habla mucho de la triada de la problemática, de la sustancia, la
persona y el contexto. Estas líneas, que vienen a ser más promocionales y preventivas, ponen en la escena
este desafío la intervención, de poder pensar un poco más allá de la sustancia que era en un principio todo
para algunos.

¿Todos los consumos de sustancias deben ser abordados de la misma forma?

B: Si uno piensa, ¿qué significa el consumo problemático de sustancias, cuál es la causa y cuál es la
respuesta que se le da a eso? Mientras que esas respuestas a las tres preguntas se van modificando, se
modifica entonces la manera de abordar esos consumos. Entonces sí un espacio entiende que es una
enfermedad, va a estar buscando dar respuesta dentro de la cura de ese consumo. Si otro espacio entiende
que es una cuestión de riesgo social o peligro, van pensar que entonces en buscar lógicas más restrictivas o
punitivas para no poner en riesgo a la sociedad. Si uno piensa que eso está siendo una variable que
entrecruza al sujeto, al contexto, a la forma de consumir o a cómo se entiende ese consumo, estar pensando
como otra forma para articular esos esos tres ejes.
89

V: El consumo está asociado, desde que comenzó el hombre como ser social en diferentes contextos, que
tenían muchas veces que ver con lo religioso, con lo placentero, con el encuentro, con un otro, con los
rituales y después, a partir de esto que el contexto social se fue modificando, se fueron interpretando y
poniendo cada uno de los de estos elementos en lugares diferentes. Entonces, a partir de ahí, las respuestas
tienen que ver con el momento histórico, dónde estamos situados y también quién tiene el poder para decidir
que es lo permitido y lo prohibido. Digamos que todo no genera padecimientos en el consumo, sino que
tambien crea lugares de encuentro o formas de vincularse
B: Entender que todo consumo genera padecimiento es correrse del lugar en que uno tiene en la sociedad
actual. Es negar la sociedad en la cual transitamos, porque no todos nos paramos de la base que todos
consumimos, después podemos ir evaluando qué situaciones problemáticas y cuál no. Si no, estaríamos
todos enmarcados dentro de lo que es una situación de consumo problemático, entonces porque algunas
abordan y otras no. Entonces, frente a la pregunta, ¿todos los comienzos deben ser la misma forma? No, no,
porque después de eso se van cruzando un montón variables que dan cuenta de qué manera son los
consumos e inclusive que consumos no implican ningún abordaje.

¿A partir de la Ley 26657 y el Plan IACOP, que cambios se pudieron visualizar?

B: En primer lugar con la Ley de Salud Mental, es incorporar a los consumos dentro del marco de la salud
mental y entenderlo como una problemática de esta área. Y los aportes que va dando la Ley sobre de cómo
abordar esa práctica, entendiendo que el sujeto no hay que excluirlo de la sociedad y que eso en tal caso
será el último recurso frente a haber abordado anteriormente todas las instancias posibles. La enmarca, en
un lugar de cómo se entiende la persona que consume. Esto que decía, en cuanto que entiendemos por
consumo, y cuales son las causas y respuestas, si entendemos entonces que la causa no sacarlo de su
contexto, sino que hay un montón de otras variables que se interjuegan. Entonces tengo que trabajar con
esos espacios y eso es uno de los aportes de la Ley de Salud Mental, a la hora de abordar.
V: En esta esta ola de leyes que hubo durante 2010, a principio del siglo XXI, donde muchos de los
esquemas empezaron a caer y encontrar realmente el sistema estallado por falta de respuestas. Estas leyes
vienen como a atraer los derechos humanos, los derechos de las personas, ponerlos en valor y subjetivar a
esas personas, a esos individuos que están atravesando situaciones particulares en momentos particulares.
Entonces, me parece que una de las potencialidades que tienen estas leyes, que nos resguardan cuando
pensamos en intervenir, es también desde un marco ético político, donde definimos que esa persona tiene
algo para decir de lo que le sucede. Sacamos del lado la LEY, la imposibilidad de la persona
B: Algunas cosas más tiene que ver con buscan disputar a la lógica punitiva. Digo, estas dos leyes buscan
como ir en contraposición a la mirada punitiva y represiva que pueda haber y, por ende, a los abordajes que
implicarían. Y después, sobre todo con el plan IACOP, ya darle fuerza también a lo que es el abordaje desde
lo comunitario. Entonces, tener en cuenta qué es lo necesario para poder trabajar entonces cada consumo.
En cada comunidad y en cada territorio.

¿Desde qué lógica intervienen los DIAT y las experiencias de TC?

B: En primer lugar si pensamos en los DIAT como dispositivo integral de abordaje territorial, si hablamos de
integrales. Pensamos a los sujetos que está atravesado por un montón de variables. Entonces el
acompañamiento o la lógica de la cual se va a intervenir también tiene que ver con entender ese sujeto de
manera integral. Y como decía antes, desde una mirada de derechos humanos y de restitución de esos
derechos, entendiendo que muchas veces en las situaciones de consumo estamos trabajando están
asociadas a vulneraciones de derechos y a otras situaciones. Entonces, una lógica integral, entre otras
cosas debe ser de abordaje territorial, esto es tener en cuenta a la comunidad en la cual ese sujeto transita,
rescantando los recursos tanto del sujeto como los comunitarios esto también es muy característico de lo que
es tratamiento comunitario.
V: La lógica de estos dispositivos, dentro de la triada que entendemos en la problemática del consumo le
quita fuertemente el peso central o exclusivo a la sustancia. Hablamos de la integralidad de la persona y de
las características de los contextos donde esa persona está situada y transitando la situación, que puede ser
de un consumo problemático, de alguna situación de abuso de consumo, podemos pensarlo incluso desde la
prevención, desde lo especifico o incluso inespecífico, que también aportan a entender como una de las
preguntas de antes, cómo y desde dónde lo abordamos, siempre en clave de promoción de derechos.
B: Si la lógica de lo comunitario tiene que ver también con poder problematizar que paradigmas se ponen en
juego en esa comunidad que también va a acompañar a las personas que están en situación de consumo,
porque inclusive entonces sirva para pensar efectivamente quiénes están en situación de consumo
problemático y qué es lo que estamos esperando hacer o qué es lo que espera la comunidad que se realice.
Entonces una de las lógicas también es la de sensibilizar y problematizar con la comunidad qué son todas las
lógicas que se vienen poniendo en juego históricamente.

¿Qué facilitadores y obstáculos se presentan en estos dispositivos?

B: Como facilitadores es el anclaje territorial. La construcción territorial que pudieron ir realizando los
equipos, y como gran obstaculizador es la precarización de los equipos en la manera en la que están
90

contratados y están armados los equipos. Es un obstaculizador a la hora de pensar cómo fortalecer el
trabajo, ordenar inclusive las tareas de los trabajadores, entendiendo que uno no les puede estar pidiendo o
exigiendo un desarrollo de tareas, cuando sabemos que están necesitando otros trabajos para sostener su
práctica profesional o inclusive para seguir formándose.
V: Haciendo un poco de memoria y contextualizar, un facilitador fue que esta política pública no empezó de
cero, sino que hubo una previa, estos dispositivos, los DIAT y tratamiento comunitario se desprenden de
dispositivos originales que se formaron o se empezaron a formar en 2014, muy asociados al Plan IACOP,
donde hubo una primera impronta importante de salida territorial que sentó los cimientos que después se
pudieron ir perfeccionando con mucho trabajo a pulmón y muy enmarcados en un contexto de una década
donde hubo mucho espacio para pensar en una promoción de derechos. Bueno, llegó último, como una de
las últimas políticas públicas, pero llegó y me parece que por eso se pudo colar también en la gestión que
empezó en el 2015.
B: Otra de las cosas es que estos dispositivos están enmarcados en un formato de cogestión entre el Estado
nacional, provinciales, municipales, con organizaciones, etcétera. Ese formato de cogestión por momentos
puede haber sido un facilitador o un obstaculizador, dependiendo de cómo se dio. Donde se dieron las
congestiones en cada lugar o en lugares donde había una congestión presente que potenciaban esta política
pública, que la tomaban como una tema de agenda política o social propia, han aportado recursos materiales,
personal, espacio edilicio, también han facilitado articulaciones con otros actores locales. En lugares donde
las gestiones por ahí no lo tenían como una prioridad en su agenda o que por distintas razones no
fortalecieron a los dispositivos han sido un gran obstaculizador, porque impedían las articulaciones, no
facilitaban espacios de trabajo para los equipos, se negaban al trabajo del equipo. Otro facilitador que se me
ocurre es también el acompañamiento desde los referente en la sede central que tenían estos dispositivos, el
cual era un acompañamiento muy cercano que servía tanto para ayudar en la organización del equipo o en
distintas dificultades que podían tener, como también para la supervisión o revisión de prácticas. Inclusive
muchas veces facilitar articulaciones cuando en otros lugares se dificultaba.
V: Un gran obstáculo fue y es el aumento de la crisis social, que se traducía en que las personas que se
acercaban a los dispositivos cada vez traían problemáticas más complejas y más atravesadas por múltiples
variables de vulneración de derechos que muchas veces hacía que se nos quemaran los papeles y que
también por momentos sintiéramos que se perdía la especificidad de un dispositivo enmarcado en la
Secretaría de Políticas de Drogas. Y gran responsabilidad tenía que ver con la pérdida parcial o total de
recursos de los circuitos locales

¿Cuál es la importancia del abordaje interdisciplinario en los equipos y en sus intervenciones?

B: De lo que venimos hablando, de la lógica en los dispositivos y de cómo se entendía, se ponía el foco en el
sujeto en términos de pensarlo integralmente y la cantidad de variables que había que ir reconstruyendo,
pensando a la hora de pensar un acompañamiento integral, sin duda lo interdisciplinario es clave. Para los
equipos porque implicaba poder pensar en las distintas variables y cada disciplina aportando en ese proceso
de acompañamiento. Por otro lado, entendiendo que el consumo problemático de sustancias se da en sujetos
diversos y que por ende se da de manera diversa, es que uno piensa que hay que acompañarlo de una
multiplicidad de propuestas pensando en los intereses de los sujetos que van a qué van a acercarse al
dispositivo, donde en los dispositivos donde teníamos equipos donde había una cantidad de propuestas
diferentes de talleres de formación profesional, de acompañamiento educativo, cines. Todo eso lo que
posibilitó era poder hacer un acompañamiento en las distintas variables a ese sujeto y la formación del
equipo interdisciplinario que servía para hacer era aunar todos esos criterios y no pensarlo como
fragmentaciones en el acompañamiento de esa persona.
V: Me parece que este laburo que se daba el equipo de poner cada uno su voz y su experiencia para poder
armar un diagnóstico que permite pensar una intervención que tiene algo de artesanal en cada caso, siempre
situado y singular. La interdisciplina me parece que ayuda a correrse de que todos somos iguales, como de
las respuestas prefabricadas. ¿Por qué? Porque ayuda a pensar complejamente cada situación y a entender
que cada sujeto puede tener recorridos diversos para su trayectoria. Era una diversidad que también partía
de cierta diversidad del sujeto, que se iba a construir a partir de la demanda, con respecto a las diferentes
vulnerabilidades y potenciales que traía el sujeto, permitiendo dar cierta heterogeneidad a las propuestas de
acompañamiento.

¿Cuál es el rol del trabajo social en estos equipos? ¿Qué aportes realizan estos profesionales al
campo de la salud mental desde dispositivos comunitarios?

V: A ver como el rol de trabajo social muchas veces tiene que ver con poder indagar en todo lo que le pasa a
ese sujeto, hay que tener en cuenta que un sujeto, es un individuo o un cuerpo y una psiquis. A partir de los
años pudimos poner en valor que ese sujeto está situado en un contexto, el cual tiene diferentes
características, que remite a tener diferentes recursos, que ubica posibilidades mayores o menores de
construir lazos sociales. Entonces, ¿cuál es el rol del trabajo social? idealmente poder fortalecer, esa parte
del sujeto en donde está situado.
B: Entendiendo que la formación como trabajadores sociales tenemos en términos de red y articulación, y
entendiéndonos como profesionales cuando pensamos que ese sujeto está atravesado por un montón de
91

otras variables. Es por eso como que esos acompañamientos tienen que ser en red. Entonces creo que uno
de los aportes tiene que ver justamente con cómo se entiende ese laburo en red y pensar a esas redes en
lógicas de poder e intereses dentro de una comunidad particular, en cómo poder poner en juego a estas
características dentro de esa comunidad y articularlas con el resto del equipo profesional que por ahí va estar
enfocando también desde otro lado. Inclusive también pensándolo desde lo institucional, cómo esas redes se
pueden ir fortaleciendo o no en esos lugares. Cuando pensamos en la cantidad de complejidades o
vulneraciones de derechos que los equipos fueron recibiendo ahí también es donde el trabajo social ya no
era meramente pensado dentro del campo de la salud mental en sí mismo, sino en el campo de las
problemáticas sociales diversas que fueron llegando a los dispositivos. Entonces ahí también creo que uno
de los aportes clave de la disciplina fue problematizar lo qué es lo que sucedía con todas esas problemáticas
en general.

¿Cuáles son las herramientas de diagnóstico que utilizan? ¿Cómo se evalúan los riesgos y las
prioridades a la hora de planificar una intervención?

V: En términos de diagnósticos, por un lado, en territorio, a partir de la vinculación con las personas que se
acercaban al dispositivo, se empezaba a abrir un espacio de primera escucha en contextos de bajo umbral,
se registraba en Hojas de Primer Contacto una herramienta que permitía sistematizar y pasar por algunos
puntos clave de información requerida. Pero en un marco de proceso, no necesariamente una entrevista
formal de una única vez, y que eso llevaba a dos cosas, primero a poder interdisciplinariamente colaborar en
el armado de ese diagnóstico y después, como política pública para poder pensar en estadísticas o
proporcionar números que reflejaran lo más fielmente posible las realidades de las personas en territorio en
cuanto a la asistencia directa. También se generaron instancias de diagnósticos comunitarios en el
entramado de redes, registrando los diversos actores, pudiendo diagnosticar esa área de relaciones y
vínculos sociales. Parece que esos dos momentos de diagnóstico con herramientas colectivas, como
intentando registrar desde lo popular, donde sea el territorio quien pueda hablar, y no perfiles técnicos que
van y definen una problemática que les es ajena.
B: Si eso se traduce en herramientas concretas donde los equipos tenían que escribir que tanto DIAT como
tratamiento comunitario tienen, que son la hoja de primer contacto, si bien con algunas modificaciones en su
uso y registro entre los dos dispositivos, como también herramientas de registro, porque entendemos que
igualmente el diagnóstico definitivo no eran las primeras entrevistas. Cada dispositivo después tenía
instrumentos para poder complementar el registro, este entendido como una manera de sistematizar algo que
va repensando el equipo y poniéndolo en común, que en tratamiento comunitario se registran en los diarios
seguimientos de procesos personales y en DIAT en la hoja de ruta. Y después, en términos de lo comunitario,
en algunos lugares se realizó la construcción de un mapeo comunitario con cierto diagnóstico. En otros
lugares se ha trabajado con el uso de las redes para poder pensar efectivamente, cómo funcionaban los
riesgos y las prioridades a la hora de planificar una intervención.
V: Yendo a lo concreto de la pregunta ¿cómo se evalúan los riesgos? Siguiendo a la ley de salud mental, que
es la que guía las problemáticas de los consumos. Estamos enmarcados desde ahí, interpretamos que hay
factores o indicadores que hacen que los riesgos pueden ser de diferentes niveles, siendo el riesgo cierto
inminente el botón máximo de alarma para la urgencia en una intervención que también tiene una
caracterización particular dentro de la Ley de Salud Mental. Al analizar los riesgos y las prioridades tiene que
ver con que entendemos como construir la categoría de riesgo y si nos encuadramos en el marco normativo,
esto pone en tensión las cuestiones paradigmáticas que hablábamos en otro momento. Entonces, ¿cuáles
son las prioridades? Bueno, sentémonos a pensarlo con el sujeto, a interpretarlas juntos. Si bien en el caso
de diagnosticar algo como riesgo cierto inminente, no hay duda y hay que intervenir desde nuestra
responsabilidad y obligación como profesionales. La importancia de Ley tiene que ver con situaciones del
pasado y del presente, donde con la estigmatización de los consumos, en general se tiende en sacar al
sujeto de tal lugar, con un nivel de alerta e inmediatez que también refuerza lo convulsivo de las internaciones
como única respuesta.
B: Y otro de los riegos, también pensando en la niñez y la adolescencia, lo que nos ordena la Ley de
Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes, que también encuadra nuestras líneas de intervención
concreta y directa que hay que activar en situaciones de riesgo, donde se registre vulneraciones de derechos
graves.

¿Qué cantidad estimada de adolescentes concurren a los dispositivos? ¿Que características tienen?

B: Al ser inicialmente una política pública que viene o que continúa históricamente los procesos de otros
programas que estaban enfocados prácticamente a pensar el trabajo con adolescentes y jóvenes. Algo de
eso da cuenta a que actualmente hay mayoritariamente una población de adolescentes y jóvenes, ya que
desde un principio cuando se planificaron eran la población sujetos de intervención. Por lo menos el
dispositivo que acompaño se amplió bastante también el trabajo con adultos, pero no dejan de ser los
adolescentes y jóvenes, una población que participa y se acerca, esto tiene que ver no solo con que los
dispositivos trabajan desde una lógica meramente asistencial, sino también promocional y preventiva. Por
ende hay un montón de otras acciones que son convocantes a la hora de pensar los intereses de los
adolescentes.
92

V: Esta población es también un núcleo muy difícil de llegar, porque están en ese proceso de transición. Las
características propias de la adolescencia, hace que uno no sepa o tenga que hay trabajar mucho para
interpretar esa etapa vital y las demandas, las necesidades y las características que tienen per se. Nos
pasaba mucho que al principio los dispositivos se llenaban de nenes y no venían. Porque los adolescentes,
no son niños y tampoco son adulto, porque es importan marcarlo, ya que como vemos hoy existe este gran
debate de la Ley de imputabilidad. Haber podido llegar a adolescentes fue una construcción que se dieron
mucho en los dispositivos, que nos dimos mucho también para pensar y orientar, las prácticas y la oferta que
se brindaba. En los dispositivos que acompaño hay un 40 por ciento estimado de la masa de usuarios que
son adolescentes.

¿Cómo llegan los adolescentes a los dispositivos y cuáles son los motivos de sus acercamientos?

B: Pensándolo en grandes rasgos cuando llegan directamente, es por alguna acción promocional o algún de
interés por desde actividades concretas y específicas, por ejemplo cuando se hacen torneos de fútbol o
alguna jornada que se hacía puntualmente. Eso era una puerta de convocatoria para los adolescentes,
después la otra manera de llegar es a partir de referentes afectivos. En algunos casos, las madres,
generalmente pidiendo ayuda, orientación o tratamiento concretamente para su hijo o hija adolescente. Y ahí
es cuando, como venimos hablábamos en la entrevista, que tiene que ver con cómo ir desconstruyendo cierta
mirada en relación a los consumos problemáticos porque también es cuál es la demanda que tiene ese
referente afectivo sobre ese adolescente y qué es lo que está pidiendo y volver a traer la voz de adolescente,
efectivamente, a ver qué es lo que está pasando y para determinar si es un problema o no y de qué manera
se lo puede acompañar.
V: En relación a también la cuestión más de género. Si bien me voy a los números estadísticos de cierre de
gestión, hay una paridad. En cuanto a la población masculina y femenina, en cambio la población trans está
altamente invisibilizada. Sigue siendo una deuda para volver a pensar los diagnósticos y acciones, ya que
solamente un 1% se acerca de toda la población de 18 mil usuarios o más. Pero bueno, el porcentual ed ese
y se tuvo que trabajar específicamente por convocar también dentro de la población adolescente a las
mujeres. Por qué por el rol social que ocupan las mujeres, las chicas, las jóvenes desde lo cultural, desde los
mandatos y desde el deber ser de una mujer. Los hombres sí pueden y pudieron transitar, históricamente,
todas las instituciones públicas ya que siempre estuvieron armadas en general para responder a las
problemáticas de los hombres, a partir del sistema de patriarcado. Donde las mujeres son aquellas que
cuidan, son aquellas que acompañan, son aquellas que no están en los lugares públicos y no están en un
lugar de prioridad. Las mujeres no permitido tener problemas y si lo tienen, son doblemente estigmatizadas.
Ahí también aparece la transversalidad de que no solamente es una mujer, es una adolescente, es de una
población pobre, y ni hablar si esa mujer encima está en una situación de consumo y si es madre.

¿Cuáles son los factores de riesgo y protección que se presentan más frecuentemente en las
intervenciones con adolescentes que transitan situaciones de consumo?

V: Tratando de identificar factores de protección, y sobre todo desde tratamiento comunitario, tenía que ver
con las redes subjetivas y primarias, con quienes tenían los vínculos más fuertes, afianzados y de
permanencia dentro de esas redes, es donde podíamos, en casi contrario encontrar factores de riesgo o
ambos para poder pensar o empezar a pensar una estrategia basada en la realidad que vive este sujeto
sobre sí mismo y su posicionamiento vincular.
B: Como factores de riesgo, creo que uno de los de los más generales que se ha podido ver es, en términos
de vulneraciones de derecho la exposición a distintos tipos de violencias. Desde violencia intrafamiliar hasta
abuso sexual infantil, como distintas situaciones que los mantenía a los sujetos en redes bastante complejas
y de riesgo en términos de una exposición constante y cotidiana a esas violencias y que, por ende, implicaba
pensar intervenciones que son en diversos de ámbitos e inclusive hace pensar en qué redes hay que
protejan, contengan, acompañen y que no sean vulnerados los derechos al interior de esas adolescencia.
También como factores de protección, es la posibilidad de construcción de diversos intereses y en la
definición de los mismos a la hora de pensar las intervenciones.
V: Sí, y me parece que también como factor de protección tiene que ver con las características abiertas del
dispositivo, que tenían que ver con que el sujeto podía tener una trayectoria irregular por el dispositivo no
estaba obligado a venir y participar. Y eso también es respetar el tránsito y la trayectoria y permitir que haya
un tratamiento según procesos de cada uno. Otro factor de riesgo de protección es la falta accesibilidad a
otro tipo de servicios e inclusive también estas situaciones están asociadas a la exposición a violencias,
específicamente a la institucional.
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ANEXO 2
HOJA DE PRIMER CONTACTO

Persona/s que completan la HPC:


…………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………
1. Fecha de alta

DATOS PERSONALES
2.Nombre/s 3.Apellido/s

4.Fecha de nacimiento Día Mes Año

5.Género (Subrayar con amarillo la respuesta) Femenino Masculino Trans Otros

6.¿Tiene documento de identidad? (Subrayar con amarillo la respuesta)

Lo tiene
Lo extravió
Si No, nunca tuvo
En trámite
7.Tipo de documento (Subrayar con amarillo la respuesta)

DNI –Documento Nacional de Identidad- LE –Libreta de Enrolamiento- LC –Libreta Cívica-

CI –Cédula de Identidad- Identificación Extranjera Pasaporte

8.Número de documento

9. Estado Civil (Subrayar con amarillo la respuesta)

Soltero/a Casado/a-Concubinato

Divorciado/a-Separado/a Viudo/a

10.País de nacimiento Argentina Otro. ¿Cuál?

11.Provincia de nacimiento

12. Situacion habitacional:

Vivienda digna Situación de calle

Hacinamiento Vivienda precaria

Hogar Parador (si está en situación de calle)

Hospital de noche Hospital gral.

Unidad Penal Centro de contención

Otro ¿Cuál?...................................................
En caso de residir en una institucion, especificar nombre y contacto
………………………………………………………………………………………………………………………………………………………
13.Dirección de residencia

Calle Intersección

N° Piso Depto Lote Manzana

Barrio Localidad

Departamento/Partido Municipio

14.Provincia de residencia

15.País de residencia
Carac.
16.Teléfono fijo Número
Local
17.Teléfono celular Carac. Local Número

PRIMER CONTACTO
18.Fecha de primer contacto Día Mes Año
94

19.Hora de primer contacto(Subrayar con amarillo la respuesta) 07:01 a 14:00 14:01 a 18:00

18.01 a 22:00 22:01 a 00:00 00:01 a 07.00

20.Presentación en el dispositivo (Subrayar con amarillo la respuesta) Solo Acompañado

21.Modo de acceso al dispositivo (Subrayar con amarillo la respuesta)

Conocía el dispositivo por su presencia en el barrio Se lo recomendó un referente afectivo

Lo orientó otra institución Lo orientó otro dispositivo SEDRONAR

Oficio Judicial Otro ¿Cuál?

22. Si lo derivó una institución Sector al que pertenece la institución que lo orientó (Subrayar con amarillo la respuesta)

Pública Privada ONG Otro ¿Cuál?

23. Si lo derivó una institución. Tipo de institución que lo orientó (Subrayar con amarillo la respuesta)

Comunidad terapéutica Comunidad educativa Hospital/Centro de Salud

Municipalidad Iglesia/Parroquia/Organización Religiosa Otro ¿Cuál?


24.Si lo derivó una institución. Nombre de la
Contacto:…………….
institución que lo orientó
25. Si lo derivó una institución de SEDRONAR. Detalle del dispositivo SEDRONAR que lo orientó (Subrayar con amarillo la respuesta)

Línea 141 Chat 141 Otro DIAT (ex CET/CePLA) CEDECOR central
CEDECOR CEDECOR
CAAC Prestadora
Local descentralizado
Tratamiento
Comunitario
26. Motivo de consulta actual (Subrayar con amarillo la respuesta)

Apoyo económico Orientación legal Orientación en salud

Orientación laboral Orientación educativa Orientación para servicio social

Orientación a la niñez Orientación en problemas comunitarios Orientación para internación

Realizar tratamiento en el DIAT por consumo de sustancias Otro ¿Cuál?

Observaciones:……………………………………………………………………………………………………………………………………

RELACIONES Y CONVIVENCIA
27.Referentes afectivos
Vinculo con el DNI (solo si asiste al
Nombre Teléfono / Dirección Asiste al dispositivo?
consultante dispositivo)

28.Estructura familiar
Vinculo con el DNI (solo si asiste al
Nombre Teléfono / Dirección Asiste al dispositivo?
consultante dispositivo)

29.¿Tiene hijos? (Subrayar con amarillo la respuesta) Sí No

30.Cantidad de hijos Menores de 2 años De 3 a 5 años

De 6 a 10 años De 11 a 15 años Mayores de 16 años

31.Personas con las que convive (Subrayar con amarillo la respuesta) Cantidad:….

Solo/a Padre Madre Hermanos/as

Abuelo/as Hijo/as Pareja del padre

Pareja de la madre Pareja Familiares de su pareja


95

Otros familiares Amigos/as Hogar

Otros ¿Cuál/es?................

SITUACION EDUCATIVA Y LABORAL


32.¿Sabe leer y escribir? (Subrayar con amarillo la respuesta) Sí No

33.Asistencia al colegio (Subrayar con amarillo la respuesta)

Asistió alguna vez Nunca asistió Asiste actualmente

34.Máximo nivel educativo alcanzado (Subrayar con amarillo la respuesta)

Primario/EPB/EGB1/EGB2 Secundario/EES/ESB/EGB3/Polimodal Terciario

Universitario o superior Educación especial NS/NC


35.¿Completó ese nivel? (Subrayar con
Sí No En Curso
amarillo la respuesta)

36.¿Asiste a alguna otra institución de educación no formal o espacio recreativo? (Subrayar con amarillo la respuesta)

Sí ¿Cuál? No

37.Situacion Laboral

Con Empleo Sin Empleo Ama de casa

38. Modalidad de trabajo Registrado No Registrado


39.Antecedentes laborales si NO TRABAJA (Subrayar con amarillo la Nunca trabajó Alguna vez trabajó
respuesta)

40.Si no trabaja, indique (Subrayar con amarillo la respuesta) Busca trabajo No busca trabajo

41.Es beneficiario de (Subrayar con amarillo la respuesta)

Asignación Universal por hijo Asignación por embarazo para protección social

Pensión por discapacidad/invalidez Pensión a adultos mayores

Pensión por madre de 7 o más hijos Pensión por fallecimiento del trabajador

Retiro por invalidez Jubilación

Seguro de desempleo Subsidio habitacional

Programa PROGRESAR Seguro de capacitación y empleo

Asignación provincial ¿Cuál? Asignación municipal ¿Cuál?

Otros ¿cuál?

CONDICIONES AL PRIMER CONTACTO


42.Cobertura de salud (Subrayar con amarillo la respuesta)

Obra Social (incluido PAMI) Prepaga/Mutual

Cobertura pública exclusiva Incluir Salud (ex Pro.Fe)

Otro ¿Cuál? Sin cobertura

DISCAPACIDAD

Sí No

43.Discapacidad ¿Presenta?

44. Si presenta discapacidad, ¿Cuá/es?


Auditiva Visual Motriz Mental
No presena dificulad
Del Habla Otro ¿Cuál?.........
permanten
45.¿Tiene CUD? (Subrayar con amarillo la respuesta) Sí No En trámite

46.¿Está realizando tratamiento para el diagnóstico que consta en el CUD? (Subrayar con amarillo la respuesta)
96

Sí ¿Qué tipo de tratamiento? No

OBSERVACIONES de discapacidad
……………………………………………………………………………………………………………………………………………………

SALUD
47. ¿Está embarazada?

Si No

Semanas de gestacion: Cantidad de embarazos previos:

48. ¿Realiza controles?

Si No

49.¿Tiene algún problema de salud? (Subrayar con amarillo la respuesta)


No tiene problemas de salud

Problemática ¿Realiza Controles de salud? ¿Toma medicación?


Consumo problemático de sustancias
Si NO
SI NO SI NO
(incluido alcohol) …………………………
Padecimiento mental SI NO Si NO
SI NO
…………………………
Situación de salud grave SI NO
Si NO
¿Cuál?............................... SI NO
…………………………
HIV SI NO Si NO
SI NO
…………………………
HPV SI NO Si NO
SI NO
…………………………
Si NO
Sifilis SI NO SI NO
…………………………
Hepatitis SI NO Si NO
SI NO
…………………………
Tuberculosis SI NO Si NO
SI NO
…………………………
Escabiosis/ Sarna SI NO Si NO
SI NO
…………………………
Otras enfermedades de Transmision
Si NO
Sexual SI NO SI NO
……………………………………………… …………………………
Si NO
Otra:……………………………………….. SI NO
…………………………
Observaciones de situaciones de salud:
……………………………………………………………………………………………………………………………………
VIOLENCIA
50.¿Presenta situaciones de violencia? (Subrayar con amarillo la respuesta) Sí No

51.Tipo y modalidad de violencia (Subrayar con amarillo la respuesta)

Tipo Modalidad
Doméstica/
Física Ejerce Es víctima Ejerce Es víctima
Familiar
Psicológica Ejerce Es víctima Institucional Ejerce Es víctima

Sexual Ejerce Es víctima Laboral Ejerce Es víctima


Económica y
Ejerce Es víctima Comunitaria Ejerce Es víctima
patrimonial
Simbólica Ejerce Es víctima Autoinfligida Ejerce Es víctima
Explotación
Ejerce Es víctima Género Ejerce Es víctima
Sexual
Explotación
Ejerce Es víctima Trata Ejerce Es víctima
Laboral

OBSERVACIONES de situaciones de violencia

......................................................................................................................................................................................

CONFLICTO/S LEGALE/S
97

52.¿Presenta algún conflicto legal? (Subrayar con amarillo la respuesta)

Penal Civil Familiar Laboral De Género Ninguno

Medidas excepcionales ¿Cuál?...............................................................................

OBSERVACIONES de conflicto/s legal/es


......................................................................................................................................................................................................................
.................................................................................................................................................................................................
ACCESIBILIDAD
53.¿Tiene algún problema de accesibilidad? (Subrayar con amarillo la respuesta)

A documentación A programas sociales A la salud

A la educación Ninguno Otros ¿Cuál?

OBSERVACIONES de accesibilidad
......................................................................................................................................................................................................................
..................................................................................................................................................................................................
CONSUMO
Sustancia/Fármaco Frecuencia
Menos de 1
Ninguna Mensualmente Semanalmente A diario o casi
vez al mes
Tabaco
Alcohol

Marihuana

Clorhidrato de cocaína

Alucinógenos como LSD, NBOME, etc


Alucinógenos vegetales como Hongos, San Pedro,
Ayahuasca, etc.
Éxtasis (MDMA)

Pasta Base – Paco

Crack / pedra

Alita de mosca

GHB

Ketamina
Inhalables como pegamentos, pinturas, lacas,
desodorantes, gasolina, bencina, tolueno o cosas
similares
Lanzaperfume o popper (nitritos) tales como Rush, Jolt,
Locker Room, Leather Man, etc.
Otro ¿Cuál/es?

54.Detallar el acceso a los fármacos (*) antes consignados (Subrayar con amarillo la respuesta y detallar especialidad)

Por tratamiento Con receta Especialidad del médico prescriptor


Tranquilizantes*
Sí No Sí No
Antidepresivos*
Sí No Sí No
Morfina/opioides*
Sí No Sí No

OBSERVACIONES de consumo

.....................................................................................................................................................................................

TRATAMIENTOS PREVIOS
55.¿Realizó tratamientos previos por consumo problemático? (Subrayar con amarillo la respuesta)

Sí No
98

56. Sector de la institucion

Publico Privado ONG

57.¿Dónde realizó el tratamiento previo por consumo de sustancias? (Subrayar con amarillo la respuesta)

Comunidad terapéutica CAAC DIAT (ex CET/CePLA)

Hospital/Centro de salud Prestadora Otro ¿Cuál?

58.Nombre de la institución dónde realizó el tratamiento previo por consumo de sustancias

RESPUESTA
59.Actividades de las que participará en el dispositivo

Actividad Dimensión Días Horarios Tallerista a cargo

60.Primera respuesta del DIAT (Subrayar con amarillo la respuesta)

Se brinda información específica Articulación con otro actor ¿Cuál?

Acompañamiento en la articulación Comienzo del proceso de primera escucha

Otro ¿Cuál?
99

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Boletín Oficial 29/5/2014, Ley N° 26.934, Buenos Aires, Argentina (Plan Integral para el
Abordaje de los Consumos Problemáticos).

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