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Andrés Magnano
Autor
Equipo de Cátedra
Tesina presentada para cumplir con los requisitos finales para la obtención del título de
Licenciado en Trabajo Social
2020
2
Resumen
“Del Sujeto al Grupo a lo Comunitario”
Fundamentos y análisis de la importancia de los aportes del Trabajo Social en los abordajes
integrales comunitarios, en contextos de vulnerabilidad social en las adolescencias que estén
transitando consumos de sustancias psicoactivas, entre los años 2018 y 2019
Índice
Portada.................................................................................................................................... I
Resumen.................................................................................................................................. II
Índice...................................................................................................................................... III
Agradecimientos................................................................................................................... IV
Introducción............................................................................................................................ 1
Breve reseña de estudios sobre el tema seleccionado.......................................................4
Capítulo I. Marco Teórico....................................................................................................... 6
I.I Modos de consumo y clasificaciones de las sustancias psicoactivas................................6
I.II Modelos de intervención en los CSPA..............................................................................8
I.III "Adolescencias sujetas al consumo".............................................................................10
I.IV El Trabajo Social........................................................................................................... 12
Capitulo II. Desarrollo Histórico...........................................................................................13
II.I Construcción histórica del “problema” de las drogas......................................................13
II.II Relación entre la Cuestión Social y las políticas de drogas en Argentina......................18
II.III Situación del Trabajo Social en Argentina....................................................................24
II.IV Adolescencias, de incapaces a sujetos de derecho.....................................................26
Capitulo III. SEDRONAR.......................................................................................................28
III.I Cambios en la lógica de los abordajes de los CSPA (2013-2015).................................28
III.II Periodo 2016-2019, continuidades y rupturas..............................................................29
III.III Dispositivos Integrales de Abordaje Territorial (DIAT)..................................................31
III.IV Dispositivos de Tratamiento Comunitario (TC)............................................................33
Capitulo IV. El Trabajo Social en los dispositivos DIAT y TC............................................36
IV.I Intervenciones Interdisciplinarias...................................................................................36
IV.II Sujeto, grupo y comunidad en las intervenciones del TS.............................................36
IV.III Factores de Riesgo y Protección.................................................................................42
IV.IV Intervención del TS desde la diversidad en las adolescencias....................................46
Capítulo V. Presentación y Análisis de Datos.....................................................................48
V.I Estrategia metodológica.................................................................................................48
V.II Datos Cualitativos......................................................................................................... 49
V.III Datos Cuantitativos......................................................................................................62
V.IV Triangulación................................................................................................................ 70
Conclusión............................................................................................................................ 79
ANEXO 1................................................................................................................................ 86
ANEXO 2................................................................................................................................ 91
Bibliografía............................................................................................................................ 97
4
Agradecimientos
En primer lugar deseo agradecer a mi madre y padre por permitirme llegar a este
objetivo, siendo una parte fundamental del mismo, al brindarme herramientas para poder
ingresar en esta hermosa carrera. Me dieron desde la ternura, la posibilidad de construir el
pensamiento crítico necesario, para desarrollar la empatía hacia otros, cualidad de suma
importancia para transitar esta carrera.
A mis compañeras y compañeros con quienes compartí este andar por el IUNMA, por
las grandes enseñanzas e intercambios en los años de cursada. Y en especial a Ovidio y a
Matías por permitirme conocerlos y ser sostenes importantes.
Introducción
La presente temática de investigación surge en el marco de la asignatura “Seminario de
Tesina” de la carrera de Licenciatura en Trabajo Social en el Instituto Universitario Nacional de
DDHH Madres de Plaza de Mayo, en el año 2019.
Identificar las diversas respuestas de abordaje de los CSPA y su relación con el Estado.
Más allá de estos avances en Argentina todavía continua vigente la Ley N° 23737 de
tenencia de estupefacientes, la cual se enmarca en un paradigma prohibicionista-abstencionista
con un discurso moral que demoniza a las sustancias y a los consumidores, estableciendo como
modo de tratamiento el aislamiento del sujeto de su comunidad. Es así que nuestro país
coexisten actualmente diferentes modelos de abordaje algunos con importantes contradicciones
y tipos de respuestas del Estado frente a los CSPA.
Reflexionaré sobre la mirada social que existe sobre las adolescencias e identificare y
analizare los factores de riesgo y protección de los sujetos que transitan los CSPA, para realizar
esto utilizare cuestionarios.
Capítulo II, se realizará un desarrollo histórico que pondrá en relieve como se construyó
el “problema de las drogas” y cuáles fueron las respuestas para abordarla, en particular
de la Argentina. También reflexionaré sobre cómo se construyó la disciplina del Trabajo
Social en este país, y por último sobre los cambios de paradigma tutelar al de sujetos de
derecho en las adolescencias.
Capítulo III, expondré los cambios en la SEDRONAR desde el 2014 al 2015, donde se
podrá visualizar como los dispositivos de abordaje territorial empiezan a ser el eje de las
políticas llevadas a cabo después de la implementación de la ley 26657 de Salud Mental
y el Plan IACOP, y cuáles fueron las rupturas y continuidades con respecto a las políticas
para abordar esta temática en la etapa del 2016 al 2019.
Capítulo IV, presentaré diversos modos (sujeto, grupo, red vincular y comunitaria) de
abordar los CSPA de los TS dentro de equipos interdisciplinarios en los DIAT y las
experiencias de TC. Además se reflexionara sobre la importancia de la identificación de
los factores de riesgo y protección para realizar un diagnóstico, y un siguiente plan de
abordaje. Por último habrá un aporte para pensar y problematizar la necesidad de
realizar intervenciones desde una lógica de género e intercultural.
1 Filósofo, ensayista y profesor universitario español cuyas obras, si bien centradas principalmente en el derecho, la filosofía y la
sociología, han abordado una gran variedad de campos.
2 Doctora en Historia y Civilización por el European University Institute, Florencia, Italia.
3 Trabajadora social y Especialista en Ciencias Sociales y Salud. Presidenta de la Asociación Civil Intercambios. Profesora e
investigadora de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires desde 1990.
4 Raúl Alejandro Corda es abogado de la Universidad de Buenos Aires (UBA) desde 1998. También es docente e investigador de la
UBA. Trabaja en el Poder Judicial de la Nación desde 1993. Es integrante de Intercambios Asociación Civil.
5 Trabajadora Social, U.B.A. Becaria de Doctorado, U.B.A. Docente T.I.F. Carrera de Trabajo Social, U.B.A. Maestranda en Salud
Mental Comunitaria, U.N.L.A. Integrante de la Asociación Civil Intercambios.
6 Trabajadora Social y Especialista en Problemáticas Sociales Infanto Juveniles graduada en la Universidad de Buenos Aires. Es
docente investigadora de la Carrera de Trabajo Social de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA.
7 Licenciado en Ciencia Política, Universidad de Buenos Aires (UBA). Magíster en Ciencia Política, Universidad Torcuato Di Tella.
Becario doctoral del CONICET. Docente, de la carrera de Ciencia Política, UBA.
5
priorizar los abordajes ambulatorios y comunitarios por sobre los tratamientos de internación. De
esta manera da lugar a nuevos enfoques que entienden el consumo de drogas como una
cuestión de inclusión social.
8 Doctor en Sociología por la École des Hautes Études en Sciences Sociales de París (EHESS), es investigador principal del
Conicet y profesor titular en la UNLP y en el Idaes-Unsam.
9 Licenciada en Ciencias de la Educación (UBA) y profesora de Educación Preescolar, con experiencia de trabajo en ámbitos no
formales, así como en programas de política pública referidos a la educación secundaria. Es docente en la carrera de Pedagogía y
Educación Social del Instituto Superior de Tiempo libre y Recreación.
6
investigadores latinoamericanos, entre quienes se destacan Marilda Iamamoto 10, José Paulo
Netto11, y Margarita Rozas12.
El uso de una sustancia es un consumo aislado, ocasional, sin una dependencia. Puede
ser recreativo o peligroso. Cabe tener en cuenta, que aun así un único episodio puede
generar una intoxicación aguda, o un daño en el organismo de la persona.
Esta diferenciación, permite que no se estigmatice a los sujetos, sino que se tenga en cuenta
un abordaje diferente del consumo, centrado en disminuir los daños que ocasiona el CSPA.
Existen además clasificaciones focalizadas en las sustancias, que nos permiten determinar
diversos factores desde los niveles de toxicidad, jurídicos, efectos en los organismos, entre
otros. A continuación, se señalan algunas de las más utilizadas:
“Duras” y “blandas”: Esta es una forma de tipificación muy ambigua y peligrosa. Por un
lado, es ambigua porque resulta difícil decidir qué criterios hacen a una droga más “dura”
que otra, y por el otro, es peligrosa porque al calificar de “blanda” una sustancia puede
inducir a pensar que es menos amenazadora o tóxica (Pérez, 2000).
Nivel de toxicidad y riesgo para la salud: Teniendo en cuenta las variables de la tolerancia, la
dependencia y la toxicidad de las sustancias en relación con la gravedad de los efectos para la
salud del consumidor, se consideran como factores de mayor riesgo aquellas drogas con las
siguientes características:
Las que son capaces de desarrollar la tolerancia del organismo con mayor rapidez.
Las que tienen la distancia más pequeña entre la dosis mínima, pero capaz de
producir efectos en el sistema nervioso central (SNC) y la máxima, para la
intoxicación con riesgo de muerte.
conocer cómo actúan en el organismo y que efectos generan y buscan los consumidores en
estas sustancias.
Drogas depresoras: Son las que reducen o disminuyen la actividad del SNC.
Tranquilizan, relajan e inducen al sueño. Son sustancias que al ser consumidas
generan depresión de las funciones psíquicas y biológicas. Esto no quiere decir que
produzcan trastornos de depresión y tristeza, sino que básicamente disminuyen el
tono psicológico con el retraso o decrecimiento de los impulsos. Dentro de este grupo
se incluyen los opiáceos y todos sus derivados, el alcohol, los inhalables, los
sedantes y los tranquilizantes.
A lo largo de las décadas, se han ido configurando distintos modelos como estrategias para
abordar la problemática y que aún hoy subsisten superpuestos. Cada uno analiza y pone en
interacción desde su perspectiva los tres elementos presentes en el consumo: la sustancia, la
persona y el contexto.
sujeto. Las sustancias, los sujetos y el contexto se analizan en términos de “agente”, “huésped”
y “ambiente”, según la misma lógica con la que se estudian las “enfermedades
infectocontagiosas” (Touzé, 2006). Desde esta perspectiva, cualquier consumo simple de
sustancias se equipara a un consumo problemático o una adicción.
Priorizar la voz del sujeto a la hora de diseñar las intervenciones implica vislumbrar estas
necesidades y propiciar acciones para atenderlas, incluyendo de forma activa a la persona en
todo el proceso. El abordaje integral de la problemática requiere comprender su inevitable
vinculación con el sufrimiento y el dolor. El sufrimiento altera la relación con los demás y la
capacidad de actuar. Desde esta perspectiva, durante el tratamiento es necesario acompañar el
proceso de reconstrucción de la red social de apoyo. Requiere por tanto enfrentarse a la
exclusión social, lo cual significa trabajar por una sociedad inclusiva.
mercado hoy por hoy nos brinda distintas posibilidades a la hora de consumir. Distintos planes
de pagos y cuotas van incluidos dentro de la oferta. No se puede no consumir. Consumir es un
imperativo. Es esta la lógica que propone el sistema capitalista, en estos últimos años de
globalización, se ha generado una pluralización y consumo indiscriminado de diferentes objetos
de diversa índole, y las sustancias psicoactivas no escapan a esta realidad.
Esta lógica del consumo interactúa y atraviesa a las adolescencias 13, periodo donde se
genera la primera gran reestructuración del aparato psíquico que consiste en dar de baja lo
anterior, lo conocido, para reinventarse. Según Débora Kantor (2008 y 2015) es el momento del
estallido hormonal, de la sexualidad, de la genitalidad, del descubrimiento del amor. Es el tiempo
de la reapropiación del cuerpo y el espacio subjetivo, de la resignificación de los espacios
cercanos y de la apropiación de lo social; el comienzo del proceso emancipatorio. Es una etapa
caracterizada por la incertidumbre identidataria. Todo lo cual genera extrañamiento, confusión,
malestar y angustia. La adolescencia duele; duele descubrirse potente y vulnerable.
Las adolescencias, al igual que los CSPA, son fenómenos plurales con manifestaciones
que varían según la cultura, el momento histórico, el modelo económico, la situación particular
de un país, así como por los significados que los sujetos asignan a sus prácticas. Por lo tanto, lo
que sí puede ser definido como “nuevo” en relación con los jóvenes y los usos de sustancias
psicoactivas son las transformaciones de las prácticas, la diversidad de situaciones de consumo
y la heterogeneidad de los contextos. Esto nuevo desafía los modos en que tradicionalmente las
instituciones abordan esas situaciones, los saberes vigentes sobre lo que deben hacer o no los
adolescentes, así como también el modo de reconocerse como adultos frente a ellos (Kantor,
2008).
13 La Organización Mundial de la Salud (OMS) definen al grupo adolescente como la población comprendida entre los 10 y 19 años
y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) clasifica en primera adolescencia, precoz o temprana de 10 a 14 años y la
segunda o tardía que comprende entre 15 y 19 años de edad. Para el Código Civil Argentino (Ley N° 26.994 de 2014) la
adolescencia abarca desde los 13 hasta los 18 años (art. 26).
12
sino que es parte de las soluciones que ofrece la sociedad de consumo para tramitar emociones,
soluciones rápidas, individuales, sin pensamiento crítico, ni creación alguna.
El Trabajo Social como práctica cultural que aporta desde el mundo de las
significaciones, de la constelación de símbolos y formas culturales que se muestran en la vida
cotidiana de los sujetos, es una posibilidad de movilización, de desinhibición, de ruptura con los
límites de exclusión que la segregación provoca. De este modo se intenta significar en palabras
la cotidianeidad de los sujetos, desde su contexto y su territorio. Pensar modalidades de
intervención que representen canales comunicacionales y operativos que le permitan a los
sujetos y su entorno reconocer, al menos en parte, aquello que ese sujeto tiene y porta como
sujeto, pero que envuelto en una serie de construcciones históricas, políticas y sociales le
impiden o le dificultan develar (Stehlik, 2007). Los y las TS al momento de abordan los CSPA,
deben en primera instancia diagnosticar el compromiso subjetivo que una persona pueda tener o
no con una sustancia, viene asociado inexorablemente a la dinámica de su vida cotidiana
(Carballeda, 2004; Melano, 2001).
La corriente del TS Critico, a la cual adhiere este trabajo final, considera que dentro de la
división socio-técnica del trabajo en la sociedad capitalista, el TS interviene en la vida cotidiana
de los sectores con alta vulnerabilidad social. Dentro de la cuestión social de cada época, se
manifiestan problemáticas sociales que impactarán en la vida cotidiana de los sujetos. Las
problemáticas sociales son entendidas como aquellas situaciones que afectan, desorganizan,
desequilibran a un colectivo de sujetos, que se constituyen por y en una red de relaciones. Son
situaciones que actúan como freno a la realización de la vida cotidiana de las familias. No tienen
una única causa, sino que operan en una multicausalidad para su producción y una recursividad
que las refuerza (Montaño, 2005). Dentro del TS hay corrientes que reconocen como trabajo
social solamente las acciones volcadas hacia lo sociológico/político y otras que reconocen
solamente la atención clínica y psico-social para intervenir junto al individuo o mismo de los
grupos y colectividades. Hay dos cuestiones distintas en pauta (Faleiros, 2002). En este trabajo
mi intención es tomar aportes teóricos de ambos enfoques para realizar una síntesis entre los
procesos macro, meso y micro sociales, para poder realizar una mejor interpretación de los
procesos de intervención.
13
En principio se debe considerar que, las hoy llamadas drogas han estado presentes
desde tiempos inmemoriales, formando parte del conjunto de las medicinas y de los mitos,
circunscriptas a usos acotados y aceptados, acompañando a los individuos en diversos ritos:
sociales, religiosos y festivos. De este modo, constituían emblemas de renovación del lazo
social, medios de comunicación con las divinidades y con el culto a los muertos. O sea, estos
usos estaban regulados por ritos culturales aceptados (Escohotado, 1989)
Desde que empezaron las sociedades ancestrales a dejar registros nos dejaron
información sobre su relación con la naturaleza entre estos sus experiencias con el CSPA. La
primera noticia escrita sobre la adormidera 14 aparece en tablillas sumerias del tercer milenio
antes de Cristo. Los egipcios ya mencionan el jugo extraído de las cabezas de adormidera, y lo
recomiendan como analgésico y calmante. En China se encontraron los primeros restos de
cáñamo, fechables aproximadamente 4.000 años antes de Cristo. También en la India su uso es
inmemorial. El arbusto de la coca es originario de las regiones andinas sudamericanas, y hay
esculturas desde el siglo III antes de Cristo registrando esta práctica. De África son originarios la
nuez de cola y el kat. También son numerosísimas en la antigüedad, las referencias a las
bebidas alcohólicas, obtenidas de una infinidad de plantas. (Escohotado, 1989)
Es recién en la segunda mitad del siglo XIX, cuando el uso de drogas comienza a ser
percibido como anormal y definido como problema. Se acuña el término toxicomanía, para
designar a aquellos que abusan de sustancias psicoactivas. “Para las sociedades occidentales,
sólo a partir del siglo XIX la toxicomanía plantea un problema social. Momento que se puede
formalizar de la siguiente manera: cuando una sociedad no puede ya conformarse con movilizar
sus regulaciones tradicionales para enmarcar el consumo de los productos. Este momento no
puede simplemente pensarse en la lógica del abuso o del exceso, sino en la de la ruptura”.
(Castel y Coppel, 1994, p. 222). Esta nueva definición del consumo de drogas como problema
se ubica en un nivel estrictamente sociopolítico y da como resultado, a finales del siglo XIX, el
surgimiento del prohibicionismo. Entre las diversas razones surgidas de la bibliografía
consultada están:
En primer lugar se vincula con la progresiva expansión administrativa del Estado a partir
de la segunda mitad del siglo XIX -que devendría un siglo más tarde en el Estado de
Bienestar- y que condujo a una asunción estatal de funciones y servicios, antes
reservados a la sociedad civil. "Tras milenios de uso festivo, terapéutico y sacramental,
los vehículos de ebriedad se convirtieron en una destacada empresa científica, que
empezó incomodando a la religión y acabó encolerizando al derecho, mientras
comprometía a la economía y tentaba al arte” (Escohotado, 1989, p. 24). La asistencia
del Estado (a los alcohólicos entre otros) legitimó formas de control en momentos en que
15 Puede decirse que no existe una sola definición de lo que significa “globalizarse”. Los especialistas aún no han llegado a un
acuerdo sobre el momento histórico en que este proceso comenzó. Varios autores lo sitúan en el siglo XVI, con la expansión
capitalista y la modernidad occidental. Otros, lo ubican a mediados del siglo XX junto con las innovaciones tecnológicas y
comunicacionales que comienzan a articular los mercados a escala mundial. Los primeros privilegian el aspecto más económico,
mientras que los segundos conceden más peso a las dimensiones políticas, culturales y comunicacionales.
15
Otro factor fue el conflicto chino-inglés respecto del opio, que generó nuevos estereotipos
y pautas coloniales, y que condujo finalmente a la Conferencia de Shanghai en 1909, que
sería el antecedente de los posteriores acuerdos internacionales sobre drogas, aunque
reducidos a la formulación de simple recomendaciones emanadas de un principio (un
ideal), que vendría a perdurar durante todo el siglo XX: la limitación del comercio de las
drogas perjudiciales solamente a fines médicos. La creciente evolución relacionada a
diversos avances del movimiento higienista17, entre ellos del estamento médico y su
asunción de competencias antes reservadas a lo eclesiástico, empieza a preparar a los
futuros profesionales médicos como celosos guardianes del bienestar general, desde una
perspectiva autoritaria patriarcal. A partir de esta consolidación del “saber jerarquizado”
se va ir edificando la “medicalización de la vida”, proceso que va ir definiendo y
etiquetando lo normal-anormal. Al mismo tiempo que la medicina se afianzaba como
agente de control social, movimiento que se asocia con el despliegue de los dispositivos
de poder sobre la vida –biopolítica de la población–, que se inició a mediados del siglo
XVIII. Ese bio-poder fue un elemento indispensable en el desarrollo del capitalismo, para
afirmarse a la inserción controlada de los cuerpos en el aparato de producción, mediante
un ajuste de los fenómenos de población a los procesos económicos (Foucault, 2002).
Durante el siglo XIX en los suburbios de las ciudades del este de EEUU crecieron grupos
étnicos de obreros que engendraron un mosaico urbano de colores, religiones, costumbres,
culturas y también, por supuesto, sus CPSA. (Kundt, 2015). En pocas décadas, el consumo de
drogas pasó de ser una práctica privada a considerarse una muestra de la “debilidad moral” de
grupos considerados amenazantes (chinos, negros, latinos, irlandeses e italianos), para
convertirse durante el siglo XX en un delito de carácter planetario (Touzé, 2006). La lucha de
clases aparecía como un conflicto racial.
Las clases dominantes alzaron la voz contra lo que ellos -falsamente- reputaron como
consecuencias de las drogas: sexualidad desenfrenada, delincuencia, corrupción de las
costumbres, vagancia, etc. El cine, la prensa, la radio, las editoriales comenzaron a intoxicar con
16 Es la clase socioeconómica con un nivel de dinero muy restringido pues solo tienen acceso a cosas muy importantes como es la
salud, alimentación, educación y acceso a un hogar, y por lo general suelen estar estancados en el concepto pasivo, por lo que
frecuentemente su estilo vida esta caracterizada por carencias y limitaciones respecto al acceso secundario a muchos bienes
económicos y a una educación superior, por lo que algunos de sus miembros pueden llegar a ser vulnerables a problemas sociales.
17 Basado en la medicina social tiene sus bases en el positivismo, corriente de pensamiento que centrada en las ciencias naturales
se desplaza hacia las ciencias sociales alcanzando gran auge desde fines del siglo XIX, hasta las primeras décadas del siglo XX. Se
considera a Augusto Comte (1798-1857) el fundador de este posicionamiento en las ciencias sociales quien argumenta la aplicación
del método de conocimiento de las ciencias naturales al estudio de la sociedad y la historia
16
Estas medidas solo lograron criminalizar a un gran número de personas que son
consumidores de sustancias o personas que son el último eslabón de la cadena del narcotráfico,
no frenando el avance del mismo como organización internacional, sino más bien le dio un
escenario que favoreció su ampliación. Los Estados pierden la posibilidad de esta manera de
regular este mercado en diversos niveles, primero de salud al poder realizar controles a las
sustancias para detectar alguna sustancia de riesgo en su composición química como también
de promover información y prácticas de cuidado ante posibles CSPA, igual de importante es el
control impositivo y financiero sobre este mercado. Según los datos más conservadores de la
ONU (2014), el narcotráfico genera ganancias de alrededor de 500 mil millones de dólares al
año, lo que equivale al 8% del comercio mundial. La implementación de la guerra a las drogas
genera extensas ganancias para unos pocos y un gran número de consecuencias negativas
para las sociedades en países que son productores, de tránsito18 y consumidores de sustancias
psicoactivas.
18 Este término se refiere a los países que no producen o procesan las drogas, sino que son parte del entramado del narcotráfico a
la hora de permitir mejores rutas de acceso a la distribución.
17
armas, de personas, estamos hablando de un negocio que obtiene 800 mil millones de dólares
al año (Maillard, 2002). Pero no se trata solo de mafias y carteles: para que funcione el narco,
debe lavarse el dinero ilegal19, convirtiéndolo en dinero legal. Para ello colaboran varios actores,
entre ellos los paraísos fiscales20 que existen a nivel mundial.
Desplazamiento geográfico, conocido a menudo como ‘el efecto globo’, a través del cual
la producción de drogas cambia de ubicación para evitar la atención de las fuerzas del
orden.
Las Naciones Unidas en el año 2016 hicieron una estimación conservadora de que hay 250
millones de usuarios de drogas ilícitas en el mundo, y que hay millones más involucrados en el
cultivo, la producción y la distribución. De los 250 millones de usuarios de drogas estimados en
el mundo, estiman que menos del 10 por ciento pueden clasificarse como usuarios con consumo
problemático de sustancias psicoactivas.
19 Es el proceso a través del cual es encubierto el origen de los fondos generados mediante el ejercicio de algunas actividades
ilegales (siendo las más comunes, tráfico de drogas o estupefacientes, contrabando de armas, corrupción, fraude, trata de personas,
prostitución, extorsión, piratería, evasión.
20 Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), cuatro factores clave son utilizados para
determinar si una legislación configura un paraíso fiscal: 1) Si la legislación no impone tributos o estos son solo nominales. Si no hay
impuestos directos pero sí indirectos, se utilizan los otros tres factores para determinar si una legislación configura un paraíso fiscal.
2) Si hay falta de transparencia. 3) Si las leyes o las prácticas administrativas no permiten el intercambio de información para
propósitos fiscales con otros países en relación a contribuyentes que se benefician de los bajos impuestos. 4) Si se permite a los no
residentes beneficiarse de rebajas impositivas, aun cuando no desarrollen efectivamente una actividad en el país.
18
Durante la dictadura de Juan Carlos Onganía (1966-1970) se dicta una nueva norma de
estupefacientes, la Ley 17.567. En ella, se detallan las conductas penadas y se aumentan las
penas de 1 a 6 años de cárcel. Se mantiene la tenencia ilegítima de estupefacientes y se agrega
en el artículo 204 del Código Penal, que las penas se apliquen para los casos en que las
tenencias “excedan las correspondientes a un uso personal”. Ese mismo año, se introducen
21 Según Robert Castells, la “cuestión social” puede caracterizarse por la inquietud acerca de la capacidad para mantener la
cohesión de una sociedad. Amenazan con la ruptura ciertos grupos cuya existencia hace vacilar la cohesión del conjunto. Las
poblaciones que son objeto de intervenciones sociales difieren fundamentalmente según sean capaces o no de trabajar, y en función
de este criterio de las trata de maneras totalmente distintas
19
modificaciones en el Código Civil. La Ley 17.711 incorpora el artículo 152 bis, incluyendo “al
régimen de inhabilitaciones a los ebrios crónicos, drogadictos, disminuidos mentales y pródigos”.
Aquí se equiparan cuadros psíquicos de origen y tratamiento muy diverso, atribuyéndoles las
mismas limitaciones, sin tener en cuenta las características propias de cada sujeto (Aquaviva;
Innamoratto, 2017).
En 1966 surge la primera institución dedicada al abordaje de los consumos de drogas fue
el Fondo de Ayuda Toxicológica (FAT), creado en el marco de la cátedra de Toxicología de la
Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos, a cargo del profesor Alberto Calabrese
(Rodríguez, 2009). Pocos meses después, a través de un convenio entre dicha cátedra y la
entonces Secretaría de Salud Pública, se creó el Centro de Prevención de la Toxicomanía
(CEPRETOX), dedicado a tareas de prevención y abordajes ambulatorios de los consumos de
drogas (Touzé, 2006; Levin, 2013). Durante estos años, se crearon las primeras residencias de
Salud Mental, las salas de internación en Hospitales Generales, los Hospitales de Día y las
Comunidades Terapéuticas. Sin embargo la estructura manicomial siguió vigente, apoyada por
los diferentes poderes políticos que atraviesan las décadas del ´60 y ´70, los cuales prohibieron
y reprimieron algunas de estas experiencias alternativas. En paralelo a estas respuestas
estatales, desde mediados de la década de 1970 comenzaron a funcionar en diferentes iglesias
grupos de autoayuda integrados y conducidos por ex adictos, sin participación de profesionales
(Camarotti; Güelman, 2017).
En 1973 con el gobierno del entonces presidente Héctor Campora, se creó el Centro
Nacional de Reeducación Social (CENARESO), primera institución especializada, residencial y
monovalente para el tratamiento del uso de sustancias psicoactivo (Camarotti, 2010). En el
mismo año en 1973, se deroga la reforma del Código Penal de 1968 por la Ley 20.509, a partir
de la cual se retornó a la redacción de 1926, siguiendo la perspectiva de políticas
internacionales de la década del ‘70 y, particularmente, la de los EEUU que asociaban el
problema de las drogas a un tema de seguridad nacional y la campaña antidrogas a una
persecución de guerrillas. Así, el tema adquiere un neto peso político y social (Gomez, 2013). En
línea con estas prácticas, el texto de la Ley 20771, primera ley especial de estupefacientes,
impuso penas de notable severidad al tenencia de drogas, aun cuando fuese para uso personal
y determinó que cuando el condenado dependiera física o psíquicamente de estupefacientes,
amén de la pena, debía imponérsele una “medida de seguridad curativa” que consistía en un
tratamiento de desintoxicación y cuidado terapéutico que no podía exceder el término de la
pena.
Luego del gobierno de Isabel Perón y la triple AAA, viene el golpe cívico, militar y clerical,
que instala el Terror de Estado, para llevar adelante la Doctrina de Seguridad Nacional. El caso
argentino ha sido considerado paradigmático en la aplicación de esta política, no solamente por
el genocidio cometido sino por lo siniestro y clandestino de las metodologías utilizadas. El
campo de la Salud Mental también se vio afectado por el desmantelamiento de los servicios
20
22 La Conferencia Internacional sobre Atención Primaria de Salud de Alma-Ata, realizada en Kazajistán, del 6 al 12 de septiembre
de 1978, fue el evento de política de salud internacional más importante de la década de los setenta. La conferencia fue organizada
por la OMS/OPS y UNICEF, y patrocinado por la entonces URSS.
21
políticas, cuyo cumplimiento solía ser parte de los compromisos de renegociación de la deuda
externa con el Fondo Monetario Internacional.
Como una de las políticas de mayor importancia en este periodo, en 1992 se creó el
Programa de Subsidio para Asistencia Individual en el Tratamiento de Adictos con Internación en
Institutos No Gubernamentales, a cargo de la SEDRONAR. Este programa otorgaba un subsidio
a personas de bajos recursos económicos y sin cobertura de obra social, para que efectuaran un
tratamiento en organizaciones no gubernamentales (Garbi, 2016). Tres años más tarde, en
1995, se sancionó la ley 24.455, que estableció la obligatoriedad de las obras sociales de
prestar tratamientos médicos, psicológicos y farmacológicos a las personas que dependan física
o psíquicamente del uso de estupefacientes. Esta obligación fue extendida al año siguiente
(1996) a las entidades que prestan servicios de medicina prepaga, con la sanción de la ley
24.754. En virtud de estas medidas, la cantidad de instituciones de la sociedad civil dedicadas al
abordaje de los consumos de drogas aumentó considerablemente durante la década de 1990.
Estas instituciones fueron adoptando distintas metodologías de trabajo.
En América Latina, particularmente en algunos de sus países, pasaron a finales del siglo
XX y comienzos del XXI por grandes crisis políticas. En el caso de Argentina, esta se produjo
hacia el año 2001 donde parte de la sociedad se movilizó. El impacto fue de tal magnitud que
terminó desplazado el presidente Fernando de la Rúa de la Casa de Gobierno. Pero este fue
solo uno de los efectos causados por la crisis a la cual podemos caracterizar de sistémica
porque se expresó en una conjunción simultánea de múltiples crisis. Algunas de estas
tendencias fueron revertidas a partir de 2003, mediante la implementación de un conjunto de
medidas económicas y sociales que produjeron un creciente proceso de ascenso social, y
permitieron denominar la etapa como posneoliberal (Kessler, 2016). Durante los sucesivos
gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, conceptualmente las políticas sociales en sí
mismas se implementan a fin de regular la fuerza de trabajo y también constituyen una
herramienta de integración social.
cuajar en un momento propicio para intentar una transformación necesaria (Stolkiner, 2018).
Finalmente surge la Ley Nacional de Salud Mental 26657 (2010) que fue un avance clave para el
reconocimiento de las personas con padecimiento mental como sujetos de derecho y para la
sustitución del manicomio por tratamientos dignos. Sanción en el año 2014 de la Ley 26.934 que
crea el Plan Integral para el Abordaje de los Consumos Problemáticos (IACOP). El mismo surge
en el marco del Plan de Acción Hemisférico sobre Drogas 2011-2015, el cual se constituyó como
marco internacional para el abordaje de la problemática de los consumos en la región.
Durante este mandato presidencial, la “lucha contra el narcotráfico” fue una de sus
principales consignas sobre cómo tratar el problema de la droga. Respecto a la distribución de
los recursos económicos, según el último presupuesto nacional (2019), el Gobierno destinó para
dicha problemática el 90% al ministerio de Seguridad para ejecutar la “lucha contra el
narcotráfico”, y sólo el 10% para la promoción, prevención y asistencia (a través de la
SEDRONAR, como organismo estatal responsable de ejecutar dicha política). Su correlato a
nivel provincial y municipal, también de corte punitivista, se expresó en leyes de
“narcomenudeo”23 estas medidas lo que más consiguió fue perseguir la mano de obra barata de
los eslabones más débiles de la cadena de narcotráfico, pero nunca lograron atacar el cuantioso
mercado negro de producción o investigar el flujo de capitales con el consecuente lavado de
dinero provenientes de este mercado.
23 El narcomenudeo o comercio de drogas ilícitas en pequeña escala, es una actividad ilícita originada con la prohibición de las
drogas, a principios del siglo XX.
23
palabras de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, donde afirmó que entre diciembre 2015 y
septiembre de 2018 las detenciones relacionadas con las drogas realizadas por las fuerzas
federales aumentaron de manera significativa alrededor de un 85%. Por su parte, el ministerio
de Seguridad de la provincia de Buenos Aires comunicó a la prensa que en esa provincia
“111.183 individuos fueron puestos a disposición de la Justicia por venta o tenencia de
estupefacientes” entre diciembre de 2015 y enero de 2019. Esto implicaría que las policías
bonaerenses realizaron un promedio de 37 mil detenciones por año (más de 100 detenciones al
día) que están relacionadas con las drogas.
A fines del 2017 el Gobierno intentó promulgar una nueva reglamentación de la Ley de
Salud Mental, pretendiendo derogar la lograda a duras penas en el 2013. Esta normativa, en
realidad, iba mucho más allá de su título y modificaba ilegítimamente algunos aspectos centrales
de la ley, impidiendo la transformación de un sistema centrado en hospitales monovalentes a
uno comunitario, integrado al sistema general de salud e inclusivo. Devolvía el privilegio de la
hegemonía a la corporación psiquiátrica, por encima de la perspectiva interdisciplinaria y sobre
todo, de la libertad en la toma de decisiones y los derechos de las personas. Una gran
movilización de rechazo se produjo cuando se hizo público este hecho. Cientos de
organizaciones sociales, de usuarios, de derechos humanos, académicas, profesionales de todo
el país participaron de diversas formas movilizándose para repudiar ese intento. La gran
movilización logró frenarlo y apuró la renuncia de Blake.
Si bien se considera que la intervención del Trabajo Social en la sociedad se inicia como tal
en la época de la modernidad, podemos afirmar que considerando la atención de la pobreza
como una de las formas de intervención en lo social, con anterioridad se observa este tipo de
intervenciones. Según María Inés Peralta (2001), quien, al realizar un análisis de la asistencia a
24
La relación de la proximidad que debía existir entre el beneficiario del “socorro” y quien lo
dispensa.
El criterio de ineptitud para el trabajo, lo que implica que son objeto de la ayuda quienes
no pueden resolver sus propias necesidades dado que son incapaces para trabajar.
Este origen coincidió asimismo con la entrada del ideario higienista y la presencia de los
médicos-políticos que aportaron perspectivas de cuidado de la salud de las poblaciones. Según
Oliva (2007) el surgimiento del TS se relaciona con estas acciones y reclamos de las
organizaciones de los trabajadores, ya que estas no fueron demandas individuales sino
colectivas. En las décadas del 20 y el 30, la clase obrera comienza a insertarse en las
instituciones apuntando a ganar espacios dentro del sistema y a hacer cambios radicales en el
mismo. Surgen los servicios sociales, las luchas obreras han sido y son un polo fundamental
para comprender la dinámica contradictoria del TS. Distintos autores coinciden en señalar como
momentos de particular significatividad en este proceso, la fundación de la primer Escuela de
Servicio Social dependiente del Museo Social Argentino en 1930.
A partir del 55, la forma en que intervendrían algunos de los trabajadores sociales seria a
través del método de “desarrollo de la comunidad”, estos tratarían de “educar a los pobres”, ya
que según ellos es en la “ignorancia” donde radica la causa de la pobreza. Esta intervención
tendrá características comunitarias y se centrará en el llamado polo de marginalidad de las
consecuencias de un crecimiento dual de la sociedad. Lo rural y lo urbano-marginal serán los
escenarios privilegiados por la mirada de los nuevos métodos modernos desarrollistas, más
tecnificados, con más sustento teórico, con mayores grados de planificación y con un estilo de
gerenciamiento programático.
ante las políticas de achicamiento del Estado- la sociedad civil y los organismos no
gubernamentales, que se supone desarrollan tareas sobre las bases voluntarias y apolíticas”.
Existe un discurso que da cobertura ideológica a este “retiro” del Estado y apela a la
responsabilidad de los individuos y la comunidad, recurriéndose de vuelta a la filantropía para la
atención de la cuestión social a la par que habla de derechos, creciendo la oferta de servicios
del llamado tercer sector.
Luego de este periodo se empiezan a visualizar durante los gobiernos de Néstor Kirchner
y Cristina Fernández, políticas que contienen un acervo de fortalecimiento de los lazos
comunitarios, a partir del cual se puede producir un proceso de acumulación e
institucionalización del capital social colectivo de base local-comunitaria-territorial. Tal acervo
resultó favorable para la disciplina del Trabajo Social, un escenario que propicio la promoción de
derechos y el fortalecimiento organizativo de sujetos colectivos. El 18 de diciembre de 2014 fue
anunciada la promulgación de la Ley (N° 27072) Federal de Trabajo Social, tras ser tratada y
aprobada en el Congreso de la Nación. Dentro de los puntos más destacados de la ley se
destacan, que el establecimiento de derechos en el ejercicio profesional, que incluye la
posibilidad de rechazar el cumplimiento de directivas e indicaciones que vayan en contra de las
competencias profesionales, los códigos de ética y los derechos humanos. También se unifica la
denominación y el nivel de grado universitario que define la formación. Se reconocen
incumbencias y competencias, estableciendo lo que corresponde al ejercicio profesional.
población. Esto quiere decir que no se enfoca en actuar sobre los individuos sino frente a la
situación en que se encuentran, para facilitar su desarrollo autónomo y habilitarles de manera
directa el ejercicio de sus derechos. NNyA son sujetos de Derechos por tanto se les considera
“titulares de derechos” y de acuerdo con sus capacidades pueden ejercerlos autónomamente.
Se abandona el concepto rígido de “incapacidad” para centrarse en las capacidades y
competencias que tienen NNyA y la asistencia que necesitan para ejercer sus derechos
(Navarrete, 2015).
siglo XX, da lugar a nuevos enfoques que entienden el consumo de drogas como una cuestión
de inclusión social (Cunial, 2014).
Dentro de estos cambios en esta década actual se pueden ver las siguientes políticas
estatales: 1) la sanción de la Ley Nacional de Salud Mental N° 26.657 en 2010, que incluye a las
adicciones como parte integrante de las políticas de salud mental, y prioriza los abordajes
ambulatorios a los tratamientos de internación; 2) la decisión del Gobierno Nacional de
circunscribir la actividad de la SEDRONAR a la prevención, capacitación y asistencia de
adicciones, quitando de su órbita las tareas relacionadas con el combate al narcotráfico (decreto
48/2014); 3) la sanción de una nueva Ley Nacional de Abordaje Integral de los Consumos
Problemáticos en 2014 (Ley 26.934), que prioriza los tratamientos ambulatorios y considera la
internación como un recurso terapéutico de carácter restrictivo y extremo; 4) la modificación del
nombre de la SEDRONAR, que pasó a llamarse Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas,
dando cuenta de su trabajo enfocado en la reducción de la demanda de drogas y no en la lucha
contra su oferta. En consonancia con este cambio de perspectiva, en el año 2014 comienzan a
desarrollarse desde la SEDRONAR nuevos dispositivos de abordaje de los consumos de
drogas, que se localizan en territorios de alta vulnerabilidad social: los Puntos de Encuentro
Comunitario (PEC), los Centros Preventivos Locales de Adicciones (CEPLA), y las Casas
Educativas Terapéuticas (CET).
A partir del 30 de abril de 2014, fecha en que se sancionó, comienza a estructurarse una
política pública del Estado que enfatizará en el fortalecimiento de los vínculos comunitarios, a
través de “Dispositivos especiales de integración” entre sociedad civil, instituciones públicas y
Estado. A partir de entonces comienzan a establecerse las estrategias de esta política pública
universal, de integración comunitaria plasmada en el Programa “Recuperar Inclusión”24, que fue
destinado a las personas que se encontraban en situación de consumo, pero también a la
población en su conjunto. Tal como figuraba en la fundamentación de la propuesta, se iniciaba
un nuevo paradigma en la atención del consumo problemático de sustancias, que ya no
centraba el “tratamiento” en las sustancias a partir de un modelo médico sanitario, sino que
enfatizaba en la necesidad de promover la articulación y el involucramiento del entramado
comunitario: “en pos de la salud social y colectiva, es menester construir a la par las tramas del
lazo social que han sido fragmentadas, permitiendo que los tratamientos de consumo
problemático de sustancias, no dependan solo del acto voluntario del sujeto, como un individuo
enfermo, sino que este mismo sea integrado al entramado comunitario al cual pertenece y que le
otorga identidad como un sujeto de derecho.
A estos fines se dispone la creación de tres dispositivos: las CET, los CEPLA y los PEC.
Las CET se propusieron como “dispositivos de integración comunitaria para la atención y
24 “Recuperar Inclusión” fue el rótulo asignado a la política que se tradujo en la creación de instituciones en “zonas vulnerables”
para la “prevención y asistencia de las adicciones” durante la gestión del sacerdote Juan Carlos Molina en la Sedronar, durante 2013
y 2015.
29
A partir de la asunción de Roberto Moro como Secretario en diciembre de 2015 las CET y las
CEPLA fueron reconvertidas en DIAT, con el objetivo de unificar las tareas de prevención y
asistencia. Los DIAT fueron definidos como “centros preventivos asistenciales gratuitos, de
abordaje integral ambulatorio, cuya gestión se encuentra a cargo de Asociaciones Civiles,
Organizaciones No Gubernamentales, Municipios o Provincias, dirigidos a personas sin
cobertura médica en situación de vulnerabilidad frente a las problemáticas relacionadas con el
consumo de sustancias” (Resolución 150-E/2017). Los PEC, por su parte, fueron transformados
en experiencias de Tratamiento Comunitario (TC), a partir de la implementación de una
metodología de trabajo utilizada por distintas organizaciones en otros países de la región, que
más adelante describiré.
Al funcionar como co-gestiones con los municipios, provincias y en algunos pocos casos con
Organizaciones No Gubernamentales (ONG), el mantenimiento edilicio (en los lugares donde
hay obras construidos o espacios cedidos para el funcionamiento del DIAT) y los materiales de
uso cotidiano están a cargo de las co-gestiones, sin embargo los mismos acuerdos son escasos
y representan un 30% del total de los DIAT, teniendo que muchas veces los dispositivos
autogestionarse los mismos con acuerdos informales, en el mejor de los casos, con otras
instituciones u organizaciones. En el caso de las experiencias de TC estos convenios son aún
más escasos.
Por último es necesario realizar un balance sobre la relación entre SEDRONAR y las CCTT
en la última etapa. Según el Observatorio Argentino de Drogas (2019), las transferencias
monetarias a raíz de estas internaciones fueron de aproximadamente 70 millones de pesos
para 6918 tratamientos. Estos tratamientos incluyen no sólo los iniciados en el período en
cuestión, sino que incluyen los iniciados anteriormente que se sostuvieron en este tiempo. La
provincia de Buenos Aires (tanto GBA como el interior) recibe cerca del 70% de dichas
transferencias. Un dato a resaltar, durante el 2018, es que el 75% de las internaciones se dieron
de baja por “abandono voluntario” del tratamiento. Un 12% entra en la categoría “Otros” sin
especificar. Además, habría que mencionar que en las prácticas llevadas a cabo en las CCTT no
25 Algunas de estas iniciativas fueron reconocidas por la SEDRONAR como Casas de Atención y Acompañamiento Comunitario
(CAAC), mediante la Resolución No 266, de septiembre de 2014. Las CAAC son definidas por la SEDRONAR como: [...] espacios
comunitarios con presencia permanente en el territorio y reconocimiento por parte de los actores de la comunidad, que facilitan el
acceso a la orientación, contención, atención y acompañamiento de personas que se encuentran en situación de exclusión social y
consumo problemático de sustancias (Resolución No 266/2014, Anexo II: 1).
31
tiene injerencia directa ninguna entidad del Estado. Según la ley Nacional de Salud Mental,
dichas instituciones deberían reorientar sus acciones para el año 2020, quedando prohibida la
habilitación de instituciones nuevas de esta índole, situación que se viene prorrogando.
Los DIAT pueden definírselos como centros preventivos asistenciales gratuitos, del
abordaje integral ambulatorio, para personas que se encuentren en situación de vulnerabilidad
social, frente a las problemáticas relacionadas con el consumo de sustancias psicoactivas. Uno
de sus objetivos principales es promover un abordaje territorial e integral, orientado a la
promoción y restitución de derechos, entendidos estos como procesos potencialmente
terapéuticos.
Las actividades que allí se realizan están orientadas a la atención primaria de la salud,
mediante estrategias de abordaje psicosocial, educativo, cultural, recreativo y laboral. A su vez,
se implementan programas de prevención tanto a nivel personal como en el ámbito familiar y
comunitario, acorde con las realidades regionales. A diferencia de las prácticas más habituales
de asistencia con relación al consumo problemático, prácticas que han encontrado límites en la
accesibilidad de las y los usuarios a los servicios de salud, los DIAT proponen una intervención
asistencial en términos integrales. Es decir, en lugar de plantearse como primer objetivo del
tratamiento, la abstención y/o eliminación del consumo de sustancias, la asistencia refiere a la
posibilidad de brindar respuestas que logren ubicar cierto límite al padecimiento ocasionado por
históricas vulneraciones de derechos que imposibilitan la construcción de proyectos y por ende,
la inclusión comunitaria. Los DIAT forman parte de las redes comunitarias y trabajan en conjunto
con centros de salud, hospitales, comunidades terapéuticas, instituciones educativas,
organismos de protección de derechos, espacios culturales, deportivos, centros de acceso a la
justicia, etcétera. Se privilegia de ese modo la circulación por redes institucionales e
intersubjetivas, involucrando actores locales, referentes territoriales, organizaciones
gubernamentales y no gubernamentales. Sus intervenciones tienden así a identificar y reforzar
los recursos disponibles, como así también a minimizar los factores de vulnerabilidad de cada
comunidad.
las actividades de los DIAT en conjunto con los equipos de trabajo, la visión conjunta de las
prácticas llevadas a cabo en territorio, y el intercambio constante con los referentes del nivel
central con el objetivo de revisar, ampliar y/o construir las estrategias de abordaje, así como
también acompañar en la recolección de la información que permita nutrir el modelo de abordaje
de los dispositivos a partir de su implementación.
CANTIDAD DE
USUARIOS TOTALES 23298
2016-2019
Distribución por género
Femenino 45%
Masculino 54,88%
Trans 0,12%
Distribución por rango etario
0 a 11 años 7,52%
12 a 17 años 31,33%
18 a 24 años 27,53%
25 o más años 33,62%
VULNERACIONES AL PRIMER
CONTACTO
Salud mental y consumo
38,21%
problemático de sustancias
Violencias 42,30%
Conflictos con la ley 35,67%
Accesibilidad 39,61%
Violencias 42,30%
Nota. Recuperado de “Informe de gestión”, DNAE, 2019
Object 3
Object 5
En virtud de ello, durante el año 2016 se realizó una “prueba piloto” con diez equipos de
trabajo localizados en distintas localidades del país, al final del 2019 son treinta y cinco los
dispositivos de TC. Algunos de los miembros de estos equipos venían ya trabajando en los
territorios desde los Puntos de Encuentro Comunitarios conformados en 2014. Los equipos de
trabajo de los dispositivos de TC están conformados por cuatro personas de distintos perfiles
(profesionales, técnicas/os operadoras/es, talleristas, referentes barriales) que trabajan
conjuntamente. La participación en los equipos de miembros de la propia comunidad favorece la
inserción en el territorio, lo que redunda en la visibilización de las redes comunitarias y en el
acceso de las personas usuarias a las mismas. Los dispositivos de TC no cuentan con un
referente del dispositivo en el territorio, por lo que el trabajo en equipo y el debate colectivo de
las situaciones emergentes es una cuestión fundamental para el abordaje territorial. En este
sentido, resultan fundamentales las reuniones de equipo. Ellas permiten diseñar las estrategias
de intervención, sistematizar las experiencias y evaluar las prácticas, con el objetivo de
revisarlas y modificarlas si fuera necesario. En las reuniones de equipo se planifican los
recorridos por el territorio, los talleres a iniciar, las articulaciones y redes a conformar, el
acompañamiento que se debe brindar a las diferentes situaciones, etcétera. Asimismo, cada
equipo territorial cuenta con un referente técnico o tutor/a de la sede central de la SEDRONAR,
que lo acompaña en la elaboración del plan integral de abordaje, la utilización de las
herramientas de sistematización y el proceso de evaluación.
está compuesta por todas las personas que pertenecen a la comunidad y pueden ser
consideradas recursos para la acción social que se quiere implementar. La construcción de la
red de recursos comunitarios es un proceso que permite pasar del estado de potencialidad de
los recursos comunitarios al estado de actuación: que los recursos comunitarios participen
directamente en las actividades del programa con sus competencias y con su capital social. La
existencia de una red de recursos comunitarios es la prueba material de la existencia de un
dispositivo de tratamiento comunitario. Otra de las redes es la de líderes de opinión, tanto
formales (instituciones, organizaciones), como informales (personas o grupos con liderazgo
comunitario). Esta red está integrada por un conjunto de actores comunitarios que ejercen una
influencia en las opiniones de los otros miembros de la comunidad, por medio de sus discursos,
actitudes y estilos de vida.
CANTIDAD DE
USUARIXS TOTALES 4025
2016-2019
VULNERACIONES AL PRIMER
Distribución por género CONTACTO
Femenino 52% Consumo
Masculino 47,7% problemático de 26%
Trans 0.3% sustancias
Distribución por rango etario Violencias 22%
Hasta 9 años 5% Conflictos con la ley 2%
De 10 a 17 años 31% Accesibilidad 46%
De 18 a 24 años 21% Salud 14%
De 25 o más años 43% Nota. Recuperado de “Informe de gestión”, DNAE, 2019
Nota. Recuperado de “Informe de gestión”, DNAE, 2019
Object 7
Object 9
36
En el armado del plan de abordaje, el trabajador social como parte del equipo
interdisciplinario, diseñará estrategias para garantizar el acceso a derechos y a la vez trabajará
en el fortalecimiento de la red comunitaria y vincular de cada sujeto. Los lazos sociales y
vínculos afectivos son aspectos fundamentales a trabajar en el plan de abordaje. Cuando
hablamos de lazo social nos referimos a aquellas redes existentes en espacios colectivos,
institucionales, comunitarios que funcionan como significativos para el sujeto y a los vínculos
afectivos que trasciende el núcleo familiar (instituciones, en la calle, entre amigos, etc.). Otra de
las tareas del trabajador social, como parte del equipo interdisciplinario dentro de los
dispositivos, estará relacionada con el acompañamiento en la protección ante situaciones de
vulneración de derechos graves, informando los circuitos a realizar, pensando las estrategias
desde la protección de quien se encuentra más vulnerable, realizando las articulaciones
correspondientes, y en caso de ser necesario y dependiendo la situación, acompañando las
denuncias y conformación de informes.
Los espacios de trabajo grupal proponen compartir experiencias y que los equipos
interdisciplinarios pongan a trabajar los discursos para generar algún efecto colectivo. Las y los
TS que sean parte de estos espacios, resaltarán aquello que vaya surgiendo en la participación
para repensarlo colectivamente y reflexionar con otros, en un marco de acompañamiento pero
también de responsabilidad que comienza desde la inclusión en un “posible grupo”. Al igual que
en el trabajo individual, los profesionales intentarán posibilitar vía el uso de la palabra, construir
algún modo de hablar del padecimiento, resignificar construcciones históricas, deconstruir
afirmaciones que generan sufrimiento y así propiciar la circulación de nuevas herramientas
discursivas.
El TS con grupos se presenta como un método de intervención social. En los espacios grupales
se puede visualizar que la interacción de sus miembros en un grupo se dotan de identidad y
conciencia, ya que nuestra identidad se configura a través de la relación con los otros, a través
de interacciones, en definitiva somos animales sociales. El individuo no toma por sí mismo las
decisiones sino a través de la influencia de la sociedad, para analizar esto hay que atender a las
39
Existe evidencia comprobada de que una red personal estable, sensible, activa y confiable
protege a las personas de las enfermedades, actúa como agente de ayuda y derivación, afecta
la pertinencia y la rapidez de la utilización de los servicios de salud, acelera los procesos de
curación y aumenta la sobrevida, es decir, es salutogénica. Podemos afirmar que existe una
correlación directa entre calidad de la red social y calidad de la salud (Sluzki, 1996). Las redes
pueden ser predecibles, permiten organizar los recursos de sus integrantes y actúan como
fuentes de información, que en la actualidad la circulación de la misma está ampliamente
relacionada con la sobrevivencia. Estas redes actúan como espacios de contención y de
socialización. El fortalecimiento o resignificación de los lazos sociales y vínculos afectivos, será
una forma de trabajar en pos de la disminución del padecimiento de los mismos, a la vez que su
acompañamiento puede funcionar como potencialidad en la inclusión de los sujetos en los
dispositivos.
Por estas razones esta modalidad de abordaje desde el TS, será un espacio destinado a
trabajar con los aportes y obstáculos que encuentre ese sujeto en sus vínculos significativos. Se
interpelará sobre los lugares de cada integrante en la dinámica compartida, en la implicación
propia en la problemática y las posibilidades de ser todos partes de la búsqueda de aliviar el
padecimiento grupal. Hacer parte de la problemática y de su abordaje a los vínculos
significativos del sujeto, no será culparlos sino responsabilizarlos de los lugares en los que se
insertan en una dinámica compartida. Es común que los contextos en los que encontramos
sujetos con problemáticas de consumo, los actores involucrados refieran desborde y falta de
recursos para acompañar. Además, el consumo de sustancias, suele adquirir un protagonismo
tal que puede dejar invisibilizadas muchas otras problemáticas que suelen ser aún más graves.
Al no considerar la perspectiva de red, la calidad, eficacia y eficiencia del nivel promocional y
asistencial, se ve muchas veces disminuida por situaciones que desde el sector salud se
consideran ajenas y externas al mismo.
Fortalecer los vínculos afectivos, acompañar los sentimientos emergentes por las
situaciones problemáticas a fin de potenciar vínculos de sostén.
Otro concepto vertebrador de la materia será la noción de territorio y junto con él los
aportes que brinda el enfoque territorial en el campo de las políticas públicas. Conceptualmente
definimos al/los territorio/s en tanto estos son entidades geo-históricas que se constituyen
permanentemente a través de prácticas materiales y simbólicas (Benedetti, 2009). Cada ámbito,
en tanto territorio desarrolla una particular estructura social y una lucha por el poder
espacializado. En este sentido el espacio territorial expresa una construcción social activa y
sumamente compleja en el cual se despliegan disputas, se incuban problemas sociales y
también donde los diferentes grupos sociales desarrollan estrategias de resolución de los
mismos. Es la instancia estratégica de articulación entre ampliación de derechos que se
garanticen a través de la política pública. El aporte central del enfoque territorial nos permitirá
una reflexión crítica desde el campo del Trabajo Social y en el marco de la intervención, a fin de
poder repensar la construcción de políticas públicas que respondan a necesidades y
problemáticas contextualizadas en tanto demanda, desde la esfera de la intervención en lo
social y específicamente en el campo de la planificación y gestión social.
De esta forma, se busca que los distintos actores puedan realizar un trabajo en red, es
decir en un ‟conjunto relativamente estable de relaciones de naturaleza no jerárquica e
interdependiente, que vinculan a una diversidad de actores que comparten un interés común
sobre una política e intercambian recursos para conseguir este interés compartido, a sabiendas
de que la cooperación es la mejor forma de conseguir los objetivos perseguidos” (Börzel, 1998,
p. 254). Este proceso de afianzamiento de la red institucional, no solo redundaría en beneficio de
42
la atención del usuario sino que al mismo tiempo mejoraría notablemente las condiciones de
trabajo de los equipos.
La revisión realizada por Hermida et al. (2004) a partir de cinco estudios españoles y 52
internacionales desarrollados en la última década relativos a la identificación de los factores de
riesgo y protección asociados al consumo de sustancias en la población que asiste a
establecimientos educativos secundarios, en los que se ha empleado como técnica analítica la
regresión logística, revela que el uso y abuso de sustancias psicoactivas en este período del
ciclo vital se encuentran estrechamente relacionados con variables personales (etnia, género,
edad, nivel educativo alcanzado, personalidad, creencias religiosas e ideológicas, actitudes y
expectativas frente al consumo, entre otros), el entorno social y familiar (estatus
socioeconómico, nivel educativo, consumo de sustancias por familiares e iguales, calidad en las
relaciones familiares y simultaneidad de estudios y trabajo), como también la misma gestión de
la vida recreativa y de ocio.
Las definiciones más básicas de los predeterminantes de riesgo y protección del CSPA son
las siguientes (Clayton, 1992):
Teniendo en cuenta una serie de principios fundamentales sobre los que se asientan la
comprensión de este tipo de factores dentro de un marco más dinámico cercano a la realidad de
los hechos y lejos del carácter estático de los mismos expuesto en su conceptualización
(Clayton, 1992). Éstos son:
f) Las intervenciones directas son posibles en el caso de algunos de los factores de riesgo
detectados y pueden tener como resultado la eliminación o la reducción de los mismos,
disminuyendo la probabilidad del abuso de sustancias. Por el contrario, en el caso de
otros factores de riesgo, la intervención directa no es posible, siendo el objetivo principal
atenuar su influencia y, así, reducir al máximo las posibilidades de que estos otros
factores lleven al consumo de sustancias.
La construcción de vínculos.
La Ley de Salud Mental sostiene que la internación será el último recurso de intervención
al momento de diseñar los tratamientos. En este sentido, plantea al “riesgo cierto e inminente
para sí o para terceros” como el indicador clínico que deberá fundamentar dicha intervención.
Aquí, nos encontramos en el campo de la salud, con un sujeto en situación de padecimiento
psíquico grave. Es un riesgo, para su vida o la de terceros, asociado a los recursos subjetivos.
Es el indicador que habla de la presencia o cercanía a una desestabilización psíquica, el
pródromo26 de un desencadenamiento psicótico o el pasaje al acto. La evaluación de este riesgo
estará a cargo de un profesional de la salud y la articulación deberá ser con cualquier institución
que pueda llevar a cabo la estabilización pertinente. Los dispositivos ante la lectura de este
riesgo deberán orientar la articulación indicada con el área de salud y pensar el
acompañamiento para la urgencia y el plan de abordaje para el después de ese momento.
En dicha evaluación de riesgo cierto e inminente deben fundamentarse con precisión los
criterios que definan la medida a implementar. Es decir, en algunas situaciones evaluamos a un
26 El término pródromo se utiliza en las ciencias de la salud para hacer referencia a los síntomas iniciales que preceden al
desarrollo de una enfermedad
45
Para generar un escenario que posibilite estas posibilidades, se debe tener en cuenta a
otros factores de protección que son definidos, como aquellas “circunstancias, características,
condiciones y atributos que facilitan el logro de la salud integral del adolescente y sus relaciones
con la calidad de vida y el desarrollo de éstos como individuos y como grupo” (Smith, 1989, p.
57). Para Arrieta y otros autores (1997, p. 46) los factores de protección son “eventos,
situaciones o condiciones, cualidades y acciones que hacen que disminuya la probabilidad de
que se presente un problema. Por otra parte, fortalecen los aspectos positivos de una sociedad,
comunidad, familia o individuo, para la promoción del bienestar en procura de una mejor calidad
de vida”. No debe interpretarse que es en oposición al modelo de riesgo, sino que lo
complementa y lo enriquece, acrecentando así su aptitud para analizar las situaciones y diseñar
intervenciones eficaces.
46
Las adolescencias son muchas y distintas y los itinerarios vitales están fuertemente
condicionados por los datos duros del origen, que definen un lugar social para cada quien. Así
algunos niños se vuelven infancia o adolescencia, mientras que otros se vuelven menores,
delincuentes, marginales, excluidos, vulnerables, pobres. Las adolescencias han sido
convertidos en relato expiatorio y en el enemigo del orden social, los medios de comunicación
los han satanizado; pero no a todas en general, sino a las pobres en concreto (estigmatización,
demonización, victimización).
A la vez debemos elucidar los problemas sociales, que se pueden expresar como
individuales, dentro de las implicancias de la asimetría de poder entre los géneros y en función
de los roles que se le ha asignado arbitrariamente a cada persona. Es decir, si desde las
47
Como ha sido ampliamente estudiado (Arana y otros, 2012; Camarotti y Kornblit, 2010;
Camarotti y Touris, 2010; Romo Avilés y Camarotti, 2015), en virtud de los roles y estereotipos
de género las mujeres sufren mayor estigmatización social por CSPA, lo que dificulta muchas
veces su acercamiento a espacios de tratamiento y atención. Ello se ve reforzado por la
ausencia de espacios que trabajen desde una perspectiva de género y contemplen las
condiciones particulares que asume el trabajo con mujeres (embarazos, hijas e hijos a cargo,
situaciones de violencia de género, estigmatización, etcétera). En este sentido, las situaciones
de violencia de género impactan en las problemáticas de consumo, aumentando los riesgos y
daños asociados a las prácticas y agravando el padecimiento en ambos sentidos.
Es asi que en los CSPA como en otras áreas el sujeto según a que género, clase social,
si tiene alguna discapacidad o diversidad funcional, diversidad sexual, edad, cultural, las
personas en función de los grupos sociales a los que pertenezcan, tendrán más o menos acceso
al goce pleno de sus derechos. La activista y teórica feminista negra Patricia Hill Collins (2002)
conceptualiza que los diferentes ejes de opresión, están entrelazados en una matriz en el marco
de la cual se constituyen los individuos en diferentes y cambiantes posiciones de poder. Con ello
se pone el énfasis en la interacción e interdependencia entre líneas de opresión y en la
posibilidad de que las personas se encuentren en posiciones diferentes, de opresor y oprimido,
simultáneamente.
Desde lo cuantitativo analizaré como fuente primaria las Hojas de Primer Contacto
27
(HPC) formato encuesta, como también los registros sobre las redes vinculares y comunitarias
que se fueron construyendo desde la Dirección Nacional de Abordaje Estratégico de la
SEDRONAR. Principalmente para construir una base de datos necesarios para determinar
ciertos indicadores etarios, género, problemáticas psico-sociales, matrices de redes, entre otros
datos de importancia, que nos ayudan a construir estadísticas de los usuarios de los dispositivos
de SEDRONAR. Como fuentes secundarias, tomaré a diversos estudios del Observatorio
Nacional de Drogas que dependen de SEDRONAR.
Dentro del municipio la SEDRONAR tiene diversas formas de intervenir, en principio los
anteriormente mencionados dispositivos DIAT y TC, como también a través dispositivos CAAC y
con CCTT conveniadas, en estos últimos la Secretaria destina recursos económicos por la vía
de subsidios, sin tener una línea rectora tan determinante como en los primeros. Según el mapa
interactivo de la SEDRONAR existen un DIAT, dos TC, cuatro CAAC y tres CCTT, a efectos de
este trabajo final serán los primeros los que se tendrán en cuenta.
Nota. Encontrar la SEDRONAR en mi barrio. (s.f). (Mapa Quilmes, Bs As). Recuperado el 11 de diciembre, 2019,
http://pics.sedronar.gov.ar/sedronar-suit/publico/#/visualizacion_mapa/3
27 La HPC se completa a partir de los datos que se construyen en un proceso de primera escucha, por lo que cabe destacar que
hay múltiples situaciones de vulneración que se conocen después de completada la herramienta una vez iniciados los procesos de
acompañamiento y asistencia que correspondan a cada situación. Cabe además aclarar que la herramienta HPC por una cuestión
analítica toma en consideración las situaciones de salud que pueda estar atravesando la persona por separado de las situaciones de
consumo problemático. Por otro lado la variable de violencias incluye distintos tipos y modalidades de violencia por la que puede
estar atravesando la persona. La referencia a conflictos legales, incluye cualquier proceso ya sea penal o civil, que afecte a la
persona usuaria. Los problemas de accesibilidad refieren a las vulneraciones en el acceso a derechos, como a la educación, a la
salud, a la documentación, al trabajo, a la vivienda y a programas sociales.
50
Cada uno de estos dispositivos se encuentra en diferentes barrios dentro del municipio,
con diferentes lógicas a la hora de intervenir sobre los CSPA, pero también existen otras
instituciones públicas locales por fuera de la SEDRONAR que realizan acciones, como son la
policía, los hospitales, las escuelas, entre otras, cada una con diferentes modos de abordar los
CSPA. Por ultimo hay instituciones privadas, como son las CCTT, centros de día, etc.
B: “… también tenemos respuestas que abordan desde un abordaje integral con una
perspectiva de derechos humanos, a personas que están en situación de consumo, a partir de
tener en cuenta la ley de Salud Mental o el Plan IACOP. Aunque sigamos teniendo respuestas
que tienen que ver con el alejar a las personas entendiéndolo desde lo patológico, quizás por
ello es tan alto el número de internaciones que sigue habiendo. Y después también hay otro tipo
de respuestas que fortalecen lo integral, que tiene que ver más con otro tipo de programas que
quizás no necesariamente ven a todo tipo de consumos de sustancias como problemático”
B: “… la Ley de Salud Mental, incorpora a los consumos dentro del marco de la salud
mental y entenderlo como una problemática de esta área. Y los aportes que va dando la Ley
sobre de cómo abordar esa práctica, entendiendo que el sujeto no hay que excluirlo de la
sociedad y que eso en tal caso será el último recurso frente a haber abordado anteriormente
todas las instancias posibles. La enmarca, en un lugar de como se entiende la persona que
consume. Esto que decía, en cuanto que entendemos por consumo, y cuáles son las causas y
respuestas, si entendemos entonces que la causa no sacarlo de su contexto, sino que hay un
montón de otras variables que se interjuegan”
Los dispositivos de DIAT y TC, como también los CAAC, tienen una lógica de
intervención comunitaria y en general son de bajo umbral de exigencia, en general más
cercanos a la dinámica de centros de día, salvo un porcentaje menor que son semi-
residenciales, donde se les permite alojar a los sujetos por un periodo corto. Si bien en la
mayoría la abstención no es un requisito, en algunos casos está presente el discurso desde lo
prohibitivo, aunque en general trabajan desde el Paradigma de Reducción de Riesgos y Daños.
En el caso de los DIAT y TC, la Secretaria tiene una línea rectora que logra ajustarse a los
lineamientos de Plan IACOP y a la Ley de Salud Mental, lo que permite generar lineamientos en
común a los equipos, esto se puede percibir a la hora de realizar acompañamientos a personas
51
que transiten los CSPA, siendo un factor protector el reconocer la voz de los sujetos durante las
intervenciones de restitución y promoción de derechos. Para poder encuadrarse en estos
marcos normativos, la primera acción es poder discernir con los dispositivos los diferentes
modos de consumo y el vínculo subjetivo en los CSPA.
V: “… este sistema que impulsa a consumir también impulsa a pertenecer a partir del
consumo, y muchas veces el consumo es como uno de los dos rectores en cuanto a la
idealización de que se puede llegar a ser, y marca mucho también el pertenecer en cuanto al
lazo y con quien uno se vincula y como se van generando, digamos todas las estructuras
sociales también dentro de este mismo sistema. Entonces es bueno poder partir un poco de ahí,
de relacionar también el consumo en el lazo social…Todos los individuos somos individuos de
consumo, nos mediatizamos y nos relacionamos con el medio que tenemos, en base a ese
vínculo. O sea crea una identidad el estar en situación de consumo”
Las vulneraciones sociales de los barrios tienen semejanzas, esto lo podemos ver en
términos de infraestructura, en servicios públicos, en accesibilidad a diferentes instituciones y
recursos, también en cuestiones medio ambientales y condiciones de salubridad, problemáticas
socio ambientales de hace varias decadas. Esto se puede visualizar en estos asentamientos, en
el caso de Monte Matadero (1950) y en Villa Itatí (1970), los dos tienen una historia de 40 años o
más de permanencia territorial, en el caso de Santísima Trinidad (1990) vemos un barrio con
menor antigüedad, sin embargo lo que los une son las condiciones socio-geográficas, terrenos
bajos y cercanos a la ribera de Quilmes.
52
sujeto de manera integral. Y como decía antes, desde una mirada de derechos humanos y de
restitución de esos derechos, entendiendo que muchas veces en las situaciones de consumo
que estamos trabajando, estas están asociadas a vulneraciones de derechos y a otras
situaciones. Una lógica integral, entre otras cosas debe ser de abordaje territorial, esto es tener
en cuenta a la comunidad en la cual ese sujeto transita, rescatando los recursos tanto del sujeto
como los comunitarios. Esto también es muy característico de lo que es tratamiento comunitario.
V: “La lógica de lo comunitario tiene que ver también, con poder problematizar que
paradigmas se ponen en juego en esa comunidad, que también va a acompañar a las personas
que están en situación de consumo, porque inclusive entonces sirva para pensar efectivamente
quiénes están en situación de consumo problemático y qué es lo que estamos esperando hacer
o qué es lo que espera la comunidad que se realice. Entonces una de las lógicas también es la
de sensibilizar y problematizar con la comunidad, qué son todas las lógicas que se vienen
poniendo en juego históricamente”
2003. Las bases territoriales del equipo de tratamiento comunitario en el barrio son la Capilla
“Nuestra Señora de Caacupé” y la Parroquia “La Anunciación del Señor”. En el año 2019 en el
mes de mayo, se le otorgó a un grupo de vecinos desde la municipalidad un SUM, el equipo de
TC se hizo cargo del espacio, contando con instalaciones que posibilitan realizar acciones en
otro parte del barrio. Aunque el espacio está abierto, hasta el momento no se finalizó la obra,
una de las más importantes es la instalación de agua, en razón de lo cual tienen que recibir
bidones de agua.
A partir del 2017 el equipo se conforma como un DIAT, a mitad del año 2018 como
consecuencia de una profundización de ampliación de la red local y para brindar espacios
cuidados, nuestra sede principal fue la de la Subsecretaria de Niñez y Adolescencia de Quilmes,
conformándose como un espacio de orientación y escucha. En agosto de ese mismo año
empezaron a realizar actividades en el Centro Educativo Complementario (CEC) Nº 801 en el
barrio de la Ribera de Quilmes, zona bastante alejada de los dos espacios anteriormente
mencionados. Allí durante casi dos meses el objetivo fue el armado de un recursero institucional,
con recorridas barriales y armado de diagnóstico situacional. Luego, se armó un espacio
recreativo/ deportivo para los jóvenes que utilizaban la cancha casera de futbol en el predio
pegado al CEC. También en Villa Itatí se acompañó al Taller de Cine Comunitario junto con la
organización de Cine en Movimiento.
En cuanto a los equipos podemos decir que son diversos en su conformación y alcance a
la hora de realizar intervenciones. En su gran mayoría son contrataciones bajo la modalidad de
“Fondos Estímulos” lo que denota una precarización en las condiciones de trabajo, ya que no
son contratos formales y donde se vieron a lo largo de estos años con serias dificultades por no
haber actualizaciones de los montos y porque no hay hasta el momento una fecha de cobro fija,
en algunos periodos hubo veces que los trabajadores estuvieron algunos meses sin cobrar. En
cuanto a los perfiles en TC podemos decir que si bien hubo cambios, en su mayoría son
referentes comunitarios de larga vinculación con los territorios, complementándose con perfiles
técnicos del área psicosocial y educativa. En el DIAT desde 2014 hasta la fecha, el equipo tuvo
varios cambios, las razones son las anteriormente mencionadas. Pero a esto se le sumó lo
descripto en la conformación de estos dispositivos, nunca se pudo consolidar un acuerdo con el
municipio, lo que generó múltiples mudanzas a diferentes espacios. En común los tres espacios
cuentan con trabajadoras sociales, en gran parte los equipos son interdisciplinarios, donde por
contrataciones propias de SEDRONAR, por el personal propio del espacio (El Garelli), o por la
construcción de las redes locales, se pudo trabajar desde una lógica interactoral, donde cada
perfil pudo sumar su saber y experiencias a los dispositivos.
V: “… sin duda lo interdisciplinario es clave. Para los equipos porque implicaba poder
pensar en las distintas variables y cada disciplina aportando en ese proceso de
acompañamiento. Por otro lado, entendiendo que el consumo problemático de sustancias se da
en sujetos diversos y que por ende se da de manera diversa, es que uno considera que hay que
acompañarlo de una multiplicidad de propuestas, pensando en los intereses de los sujetos que
van a qué van a acercarse al dispositivo. En los dispositivos teníamos equipos donde había una
cantidad de propuestas diferentes de talleres de formación profesional, de acompañamiento
educativo, cines. Todo eso lo que posibilitó, era poder hacer un acompañamiento en las distintas
variables a ese sujeto y la formación del equipo interdisciplinario, que servía para aunar todos
esos criterios y no pensarlo como fragmentaciones en el acompañamiento de esa persona”
TC B° Monte Matadero
Perfil Modo de contratación
Referente barrial F.E B
Lic. En Trabajo Social F.E B
Equipo no dependiente de SEDRONAR profesionales, talleristas,
docentes, cooperativistas, voluntarios
TC B° Santísima Trinidad
Diaconal / Formador en doctrina social de F.E B
la Iglesia
Auxiliar en Enfermería F.E B
Trabajo Social F.E B
Las acciones llevadas a cabo por los dispositivos presentan una variada oferta, tanto en
lo preventivo/promocional, asistencial y de abordaje territorial, ya sea como actor principal,
generando y construyendo estas líneas por su cuenta o articulando con otros actores locales y
territoriales. El aporte de las trabajadoras sociales logró generar muchos de estos escenarios,
permitiendo dimensionar y ampliar lo comunitario dentro de estos espacios, pero también la
capacidad de realizar diagnósticos e intervenciones individuales, grupales y comunitarias. En el
caso del DIAT de Villa Itatí y TC Santísima Trinidad, los perfiles TS se incorporaron en el primero
en mayo del 2018 y en el segundo en agosto del 2019. Con sus incorporaciones se logró ampliar
la red de articulaciones locales, donde se vio un salto cuantitativo y cualitativo en los objetivos
de las mismas, pero además como decíamos anteriormente se logró incentivar diversos
espacios grupales con dinámicas educativas y recreativas, como también a la mejora de los
espacios de escucha individuales.
V: “… el rol de trabajo social muchas veces tiene que ver con poder indagar en todo lo
que le pasa a ese sujeto, hay que tener en cuenta que un sujeto, es un individuo o un cuerpo y
una psiquis. A partir de los años pudimos poner en valor que ese sujeto está situado en un
contexto, el cual tiene diferentes características, que remite a tener diferentes recursos, que
ubica posibilidades mayores o menores de construir lazos sociales”
B: “Los trabajadores sociales fueron muchas veces quienes potenciaron, no solo con los
profesionales, con talleristas, con los operadores y sobre todo con los referentes barriales, el
laburo con y en la comunidad, desde sensibilizar, pensar y planificar capacitaciones, espacios de
formación, mesas de trabajo y articulación desde lo familiar. En algunos equipos había espacios
para el laburo con familiares o referentes afectivos, y en eso también había trabajadores
sociales, que acompañaban en lo grupal, haciendo duplas de trabajo con talleristas para pensar
la observación y empezar a ver cómo circulaban otras lógicas dentro de dentro de esos espacios
grupales. También en lo individual, por lo menos desde nuestro rol había mucho de potenciar las
entrevistas interdisciplinarias en algunos espacios”
TC Monte Matadero
Servicios Actividades de Vinculación que los abordan
Trabajo de Se realizan recorridas en ambos barrios Monte y Eucaliptus, que favorecen el
Calle contacto y vinculación con los vecinos.
En el primer momento de la experiencia de TC identificamos y dialogamos con
Vinculación
referentes de instituciones presentes en el barrio, Club de fútbol, comedor.
Espacios de salud. De acuerdo a la demanda, con espacios de terapia
Escucha individual, o momentos de grupo operativo. Los espacios asociativos y
recreativos, cuentan con momentos de escucha grupal y/o individual
Consejería Articulación con el Plan ENIA y el Plan AMBA.
Seguimiento Se creó un legajo de historias, donde registramos las estrategias de
58
TC Santísima Trinidad
Servicios Actividades de Vinculación que los abordan
Trabajo de Censo, recorridas barriales
Calle
Vinculación Murga, Juegoteca TATETI, Envión y el Primario de Adultos nº 702
Escucha Espacios de escucha
Orientación Charlas con mujeres, charlas con familiares de participantes de la Juegoteca
Seguimiento de Estrategias de acompañamiento e intervención según la particularidad de cada
casos caso. Fortalecimiento de redes subjetivas.
Área Descripción
Generar desde un abordaje integral acciones dirigidas con el fin de
generar efectos en lxs usuarixs como límite a su padecimiento.
Proceso realizado con la participación del usuarix.
Asistencia
Espacio de escucha interdisciplinario.
Espacio terapéutico individual
Seguimiento y articulación con los servicios de salud.
Área que habilita a poder recuperar el deseo de aprender y construir
un proyecto de vida posible.
Educativa Articulación con escuelas de la zona.
Apoyo escolar.
Acompañamiento en la reinserción educativa.
Actividades lúdicas asociadas a generar el deseo de aprender.
Articulación de acciones, instrumentos y prácticas organizadas cuyo
objetivo es promover el mejoramiento de las condiciones de vida de
Promocion
las personas y que se encuentren en situación de vulnerabilidad de
al
derechos.
Taller de Hip-Hop
Espacio de arte- ciclo de cine.
Sistematización de datos e información.
Preparación de material para actividades preventivas y de
Logística
promoción.
Realización y presentación de informes
atravesado por un montón de otras variables. Es por eso como que esos acompañamientos
tienen que ser en red. Entonces creo que uno de los aportes tiene que ver justamente con cómo
se entiende ese laburo en red y pensar a esas redes en lógicas de poder e intereses dentro de
una comunidad particular. En cómo poder poner en juego a estas características, dentro de esa
comunidad y articularlas con el resto del equipo profesional que por ahí va estar enfocando
también desde otro lado. Inclusive también pensándolo desde lo institucional, cómo esas redes
se pueden ir fortaleciendo o no en esos lugares. Cuando pensamos en la cantidad de
complejidades o vulneraciones de derechos que los equipos fueron recibiendo ahí también, es
donde el trabajo social ya no era meramente pensado dentro del campo de la salud mental en sí
mismo, sino en el campo de las problemáticas sociales diversas que fueron llegando a los
dispositivos. Entonces ahí también creo que uno de los aportes clave de la disciplina fue
problematizar lo qué es lo que sucedía con todas esas problemáticas en general”
TC Monte Matadero
Se propició el trabajo en diversas dimensiones:
En relación a Justicia, se promovió la articulación ya existente con el
Patronato de Liberados, Juzgados de Responsabilidad Penal y Civil y el
Centro de Referencia de Florencio Varela.
En el eje de salud, surge como la posibilidad de articulación con la
CAAC del Garelli. A partir del año 2018, se inaugura la CAAC en la
Organización, posibilitando en la misma la creación del EACS, el
equipo de salud para acompañar la salud comunitaria.
Respecto a la temática de educación, se propició un espacio de
Articulación de articulación con las escuelas cercanas al barrio Monte y Eucaliptus,
Redes habilitando espacio de diálogo. Asimismo, recientemente comienza el
Centro de Día en Monte, que propone un espacio de acompañamiento
pedagógico, para lo cual se articuló con las escuelas de la zona, a fin
de realizar un recorrido en la trayectoria educativa de los niños y
adolescentes que participan de esta experiencia.
Articulación con organismos públicos pertinentes.
En situaciones que involucran a niños, articulación con el Servicio Local
de Derechos del Niño
Respecto a situaciones de las condiciones del barrio, hemos canalizado
la demanda en Servicios Públicos del Municipio de Quilmes
TC Santísima Trinidad
Sala de Salud Antártida Argentina y el Hornero, Línea 144, Comisaría
Articulación de
de la mujer en José C. Paz, Subsecretaría de Niñez y Dirección de
Redes
Género "La Fortaleza" Quilmes. Desarrollo Social
UnQui prácticas pre profesionales, Escuelas Nº 73 primaria y
secundaria, Jardín La Pachamama
Referentes barriales
Adicciones Dispensario
Secretaria de Derechos Referencia y contrareferencia por situaciones puntuales
Humanos de Quilmes que requieren dicha articulación.
Secretaria de Desarrollo Social Gestión de recursos materiales por situaciones en
Quilmes acompañamiento
Referencia y contrareferencia para situaciones
Dirección de Juventud Quilmes
particulares de Salud Mental
Estación La Plaza Acompañamiento de situaciones en conjunto
Centro Educación
Realización de actividades DIAT ( enero- julio)
Complementaria N 801
Centro de Acceso a la Justicia Acompañamiento en conjunto en tramitación de pensión
de Quilmes no contributiva
La Casita de La Cava de Villa
Acompañamos el taller de Cine en Movimiento.
Itatí
Defensorías Territoriales en Acompañamiento en conjunto por situaciones de
Derechos Humanos violencia policial
Hospital Isidro Iriarte Quilmes Solicitud de información sobre recursos disponibles
Realización de actividades en conjunto. Seguimiento de
Programa Envión
usuarixs de ambos espacios.
Dirección de Niñez/Servicio
Acompañamiento en conjunto
Local
Sociedad de Fomento La Ribera Presentación del Dispositivo/Acompañamiento conjunto
Consejería de Género Furia Solicitud de información
Hermanada por situación en acompañamiento
Acompañamiento en conjunto/Participación en
Zapatillas Gastadas
actividades del espacio
Participación en Encuentros Intersectoriales
organizados por la Dirección de Salud Mental y
Dirección de Salud Mental Y
Adicciones.
Adicciones
Referencia y contrareferencia con el subdirector de
Salud Mental de Quilmes.
Inspección de Psicología en Participación conjunta en Encuentro Intersectorial.
Educación Referencia y contrarefencia.
Presentación de ambos espacios. Articulaciones
Mesas de Gestión/Andamiaje futuras/Solicitud de información por situación en
acompañamiento
Escuelas Secundarias Nº 1; 8 y Presentación del equipo y referencia para situaciones
61 de consumo.
Se puede percibir que la mayoría de las intervenciones de los dispositivos son orientadas
hacia las adolescencias, como más adelante veremos es una franja etaria con bastante
concurrencia, la cual la convierte en una población objetivo. A partir de estos años pudimos
identificar en estos sujetos diversos factores de protección y riesgo.
B: “Al ser inicialmente una política pública que viene o que continúa históricamente, los
procesos de otros programas que estaban enfocados prácticamente a pensar el trabajo con
adolescentes y jóvenes. Algo de eso da cuenta a que actualmente hay mayoritariamente una
población de adolescentes y jóvenes, ya que desde un principio cuando se planificaron eran la
población sujetos de intervención. Por lo menos en el dispositivo que acompaño se amplió
bastante también el trabajo con adultos, pero no dejan de ser los adolescentes y jóvenes, una
61
población que participa y se acerca, esto tiene que ver no solo con que los dispositivos trabajan
desde una lógica meramente asistencial, sino también promocional y preventiva”
Con respecto a los factores de riesgo y protección podemos encontrar una descripción
cualitativa de los mismos, a partir de lo expresado en las entrevistas.
V: “En relación a ello, también la cuestión es más de género. Si bien me voy a los
números estadísticos de cierre de gestión, hay una paridad en cuanto a la población masculina y
femenina; en cambio la población trans está altamente invisibilizada. Sigue siendo una deuda
para volver a pensar los diagnósticos y acciones, ya que solamente un 1% se acerca de toda la
población de 18 mil usuarios o más. Pero bueno, el porcentual es ese y se tuvo que trabajar
específicamente por convocar también dentro de la población adolescente a las mujeres. Por
qué por el rol social que ocupan las mujeres, las chicas, las jóvenes desde lo cultural, desde los
mandatos y desde el deber ser de una mujer. Los hombres sí pueden y pudieron transitar,
históricamente, todas las instituciones públicas ya que siempre estuvieron armadas en general
para responder a las problemáticas de los hombres, a partir del sistema de patriarcado. Donde
las mujeres son aquellas que cuidan, son aquellas que acompañan, son aquellas que no están
en los lugares públicos y no están en un lugar de prioridad. Las mujeres no tienen permitido
tener problemas y si lo tienen, son doblemente estigmatizadas. Ahí también aparece la
transversalidad de que no solamente es una mujer, es una adolescente, es de una población
pobre, y ni hablar si esa mujer encima está en una situación de consumo y si es madre”
B: “Como factores de riesgo, creo que uno de los de los más generales que se ha podido
ver, es en términos de vulneraciones de derecho la exposición a distintos tipos de violencias.
Desde violencia intrafamiliar hasta abuso sexual infantil, como distintas situaciones que los
mantenía a los sujetos en redes bastante complejas y de riesgo en términos de una exposición
constante y cotidiana a esas violencias. Y que por ende, implicaba pensar intervenciones que
son en diversos de ámbitos e inclusive hace pensar en qué redes hay que protejan, contengan,
62
acompañen y que no sean vulnerados los derechos al interior de esas adolescencia. También
como factores de protección, es la posibilidad de construcción de diversos intereses y en la
definición de los mismos a la hora de pensar las intervenciones”
V: “… también como factor de protección tiene que ver con las características abiertas del
dispositivo, que tenían que ver con que el sujeto podía tener una trayectoria irregular, donde no
estaba obligado a participar de las propuestas. Y eso también es respetar el tránsito y la
trayectoria, y permitir que haya un tratamiento según procesos de cada uno”
Estas instituciones se vieron deterioradas ante las políticas de la gestión del intendente
Martiniano Molina quien asumió en diciembre del 2015, sumado a la gobernación de la provincia
de Bs As de María Eugenia Vidal. La provincia y el municipio redujeron el presupuesto de gran
parte de las políticas sociales que se venían desarrollando, entre ellas las dirigidas a los NNyA,
despidiendo a trabajadores y desfinanciado áreas fundamentales para tratar las problemáticas
de esta población.
A continuación se verán los datos de las HPC de los dispositivos, del periodo 2018 y
2019, se realizaron en las experiencias de TC Monte Matadero y Santísima Trinidad, un total de
99 y 97 respectivamente, en el caso del DIAT de Villa Itatí, fueron 110. Muchas de estas HPC
por diferentes situaciones están incompletas, por eso rescataremos los datos que se registraron
en la mayoría de los dispositivos, estos mismos nos van a permitir determinar factores de riesgo
y de protección al momento de transitar CSPA y sus posibles abordajes. En cuestión de género,
63
encontramos una paridad con respecto a la accesibilidad al dispositivo, el único que muestra una
diferencia es Monte Matadero.
Object 11 Object 13
Object 15
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Object 17 Object 20
Object 23 Object 25
65
Object 27 Object 30
Con respecto a las franjas etarias se puede visualizar la importancia de estos dispositivos
y sus acciones para la población adolescente, en el caso de TC Monte Matadero y DIAT Villa
Itatí es bastante marcado con respecto a TC Santísima Trinidad, este dato se relaciona bien,
donde la población se concentra en los grupos etarios más jóvenes (de 0 a 14 años) con casi un
37% del total, muy superior al porcentaje que tiene la Provincia de Bs. As en ese rango, casi
25%. Los datos confirman una población joven, con una tasa de natalidad más alta que el
promedio provincial (ReNaBaP28, 2017).
Object 32
Object 34
Object 36
Otro dato que podemos visualizar es el nivel educativo, a nivel de educación primaria, los
niños y niñas presentan como rasgo característico la continuidad en su trayectoria educativa
formal y su terminalidad, como queda registrado también en las HPC. Sin embargo se presenta
un alto nivel de rezago escolar, sea por repitencia, abandono o la combinación de ambos
fenómenos. La inasistencia a la escuela se acentúa durante la escuela secundaria: solo dos
terceras partes de los adolescentes continúa estudiando o logró completar el nivel medio de
estudios. A su vez, los niveles de rezago se intensifican conformándose un amplio porcentaje de
jóvenes que asisten al secundario con sobre edad.
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Object 38
Object 40
Object 42
Object 44 Object 46
Object 48
Los registros sobre los CSPA en los dispositivos, donde figuran las sustancia x sustancia.
Tres de cada diez personas que asisten a los dispositivos están atravesando situaciones de
consumo problemático, es decir consumos en los que mediando o sin mediar sustancia, la salud
física o psíquica y/o las relaciones sociales de la persona se ven afectadas. Una misma persona
puede consumir más de una sustancia, es decir, que puede llevar adelante prácticas
denominadas policonsumo. Al analizar el tipo de sustancia que consumen las personas
usuarias, se puede observar que la sustancia de mayor consumo es el alcohol. Este dato
coincide con los relevamientos a nivel nacional que posicionan al alcohol, sustancia legal, como
la de mayor consumo problemático en el país. Por su parte, la mitad de las personas con
consumo problemático consume marihuana. Respecto del consumo de pasta base o paco, pudo
comprobarse que lo consume una de cada cinco personas estimativamente que asisten a TC
Monte Matadero y DIAT Villa Itatí por consumo problemático, en este caso difiere con las
estadísticas a nivel nacional, donde es bastante bajo la consumición de esta sustancia. En el
primer grafico se identifica un consumo importante de la combinación de alcohol y pastillas.
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Object 50
Object 52
Object 54
Al analizar la distribución por género y edad de las personas con consumo problemático,
se puede observar que en los dispositivos la mayoría de los usuarios de dicho tipo, son varones
mayores de 25 años. Si bien es importante destacar que el porcentaje de las personas con
consumos problemáticos en el DIAT y TC de niños, niñas y adolescentes, son importantes.
En cuanto a las redes, se pude ver en los dispositivos de TC a partir de las herramientas
propias de registro un aumento, en el caso de Monte Matadero de un 300% y un 60% en
Santísima Trinidad desde que comenzaron, la primera en 2016 y la segunda en 2017. En cuanto
a la cantidad de recursos informales en Monte Matadero del 1150%, en el caso de Santísima
Trinidad coincide con su crecimiento de la Red Comunitaria.
TC Monte Matadero
Object 56
TC Santísima Trinidad
Object 58
En el caso del DIAT Villa Itatí las herramientas utilizadas no permiten ver el crecimiento
año por año de las redes, pero se pueden ver los objetivos del porqué de cada articulación,
permitiendo que el abordaje territorial, las actividades promocionales y los seguimientos de
casos fueran las articulaciones. Entendiendo a las redes comunitarias como no formales
podemos ver una equidad con la red formal de instituciones.
Object 60
72
Object 62
V.IV Triangulación
En cuanto a los factores de riesgo, la fuente primaria fue el estudio de los datos de las
HPC realizadas por DIAT y TC en el periodo 2018-2019. Los resultados nos muestran diversas
vulnerabilidades, la mayoría referidos a los sujetos, con alguna indagación en la situación de los
sujetos que integran sus redes personales. La posibilidad de ver las redes comunitarias formales
e informales y la dinámica de articulaciones, estos registros son diferentes entre TC y DIAT, la
primera focalizada en los sujetos que las componen y su interacción con esa red, y la otra con el
objetivo de ver que actores la componen y los objetivos de las articulaciones. La bibliografía
73
Factores de Protección
Redes Personales: Las redes personales contribuyen a la socialización del sujeto. Son
instancias que influyen en su desarrollo y le condicionan en la medida en que son el ámbito en el
que se desarrolla su vida, su entorno más próximo. El grupo proporciona sensación de
pertenencia, comprensión, reconocimiento, etc., por lo que se constituye como un foco de
grandes referencias. La manera en que se comuniquen y relacionen permite ver los sistemas de
apoyo existentes dentro de estas redes
Factores de Riesgo
Con respecto al género podemos ver ciertas situaciones de riesgo principalmente para la
población trans, pero también en otras disidencias pero sobre todo por en las mujeres. En
principio las representaciones sociales en estas poblaciones que transitan CPSA, en tanto
permiten visibilizar las desigualdades existentes en el acceso a los servicios de asistencia entre
varones, mujeres y población LGTBIQ, así como diseñar estrategias que permitan su
superación. Desde lo educativo, ya sea desde lo formal o informal, se generan posibilidades de
desarrollo personal y social, su tránsito por estos espacios permite la socialización y el refuerzo
de las redes, la falta genera condiciones de vulnerabilidad en diversos aspectos, como también
cuando hay una trayectoria irregular y problemática, donde no solo el diagnóstico es individual,
sino grupal e institucional. En lo legal permite ver el acceso a la justicia; por el otro, las
situaciones singulares. En cuanto a la salud física y mental, se reconoce la capacidad jurídica de
las personas con padecimientos mentales o una situación grave de salud, en igualdad de
condiciones con las demás en todos los aspectos de la vida. Poder ver en qué situación de
salud, nos permite si existe algún padecimiento mental (alteración de tipo psíquica, cognitivo y/o
del comportamiento en el que quedan afectados procesos psicológicos básicos como la
emoción, la motivación, la cognición, la conciencia, la conducta, la percepción, el aprendizaje y/o
el lenguaje) o alguna situación de salud grave (alteración del estado de salud de la persona
causada por una enfermedad que implica un alto riesgo de mortalidad), para así realizar las
acciones y tratamientos terapéuticos correspondientes. En los casos de salud mental los
lineamientos de la Ley 26657 enmarcarán los abordajes.
Discapacidad, no significa que por transitar esta situación es un riesgo en sí, pero cuando
una persona presenta alguna condición física o mental que le impide desarrollar las actividades
de la vida diaria, deben abordase estas situaciones. El diagnóstico estará a cargo de
instituciones pertinentes para evaluar dicha cuestión, en caso de no haberlo se debe gestionar el
mismo, para poder acceder a derechos para estar en igual de condiciones y lograr la autonomía
del sujeto.
Con respecto a los últimos factores, es respecto a los CSPA, sobre su forma de
uso/relación con las drogas en la que, bien por su cantidad, por su frecuencia y/o por la propia
situación física, psíquica y social del sujeto, produce o se pueden producir, consecuencias
negativas para la persona y/o su entorno.
Es necesario registrar las principales personas que tengan una relación de referencia
afectiva con el consultante; entendiendo estas referencias como vínculos que pueden o no ser
de consanguinidad, pero que destaca una afinidad estrecha u otra relación afectiva estable
(independientemente de que conviva o no). La falta o irregularidad de vínculos con las personas
que pueden constituirse en figuras de apoyos del sujeto que consulta, pueden generar a ser más
vulnerables a situaciones de riesgo.
Los tres primeros factores se refieren a las condiciones que pueden tener las
comunidades y que no permiten la accesibilidad a diversos servicios esenciales para la vida
cotidiana, lo que genera problemáticas en los sujetos para poder desarrollarse a nivel personal y
comunitario.
Estos factores son parte de la violencia institucional, esta puede ser realizada por las/los
funcionarias/os, profesionales, personal y agentes pertenecientes a cualquier órgano, ente o
institución pública, que tenga como fin retardar, obstaculizar o impedir que la persona tenga
acceso a las políticas públicas y ejerza los derechos previstos en la ley. Quedan comprendidas,
además, las que se ejercen en los partidos políticos, sindicatos, organizaciones empresariales,
deportivas y de la sociedad civil.
Los primeros cuatro factores, tendrán que ver con los recursos que tengan las
instituciones donde se deben realizar las intervenciones, directamente o acompañar las
propuestas de otras instituciones. En capítulos anteriores expusimos las propias de los
dispositivos DIAT y las Experiencias de TC. Al momento de planificar una intervención es
necesario realizar este diagnóstico.
79
Los dos siguientes sirven para tener en cuenta nuestros recursos locales, es importante
establecer contactos y alianzas dentro de las redes locales. En caso de no tener las condiciones,
es necesario pensar en cómo realizar acciones para acercarnos a estos actores y pensar mesas
intercasos, barriales, de gestión; actividades de intercambio, jornadas de promoción/prevención,
mapeos comunitarios, etc.
Los últimos factores tienen que ver con los marcos éticos y políticos de las instituciones,
que existan dentro de nuestro campo de intervención. Estos factores actúan impidiendo la
accesibilidad de los sujetos con CPSA en las instituciones, que tienen la responsabilidad de
restituir y promover derechos a esta población. Es necesario tensionar con estos actores las
representaciones sociales que irrumpen las posibles trayectorias de los sujetos por estas redes.
En el armado de redes, los recursos con los que cuentan las TS desde lo metodológico y
teórico permiten desarrollar un diagnóstico de la dinámica propia de cada una de ellas. En
principio el registro y trabajo con las redes personales, más específicamente con los referentes
afectivos de los sujetos, como también las comunitarias, les permite a los equipos contar con
información sobre cómo se vincula el sujeto con su entorno. De esta forma el TS pesquisa las
80
debilidades y fortalezas para poder proyectar sus posibles intervenciones, sobre/con/en las
redes.
Conclusión
Al realizar las últimas lecturas del contenido de este Trabajo Final de Investigación y con
el objetivo de realizar las conclusiones es necesario mencionar primeramente que los temas
trabajados aún se pueden seguir profundizando.
Otra de las dificultades al momento de ejecutar esta política tiene que ver con los
paradigmas aun imperantes en las instituciones a la hora de abordar los CSPA, conviviendo
prácticas que siguen poniendo el foco en las sustancias en vez de los sujetos, lo mismo con
respecto a la Ley de protección integral de los NNyA, en ambos casos los sujetos intervenidos la
mayoría de las veces no tienen la posibilidad de acceder a información y a tomar decisiones
sobre sus personas, de esta forma en vez de ser sujetos de derecho se piensan como incapaces
o enfermos.
Para esto es importante tener presente cual es el vínculo del sujeto con la sustancia, cual es
la forma en clasificar a las sustancias según sus efectos y los aportes del modelo de abordaje
integral de los CSPA al momento de resignificar el concepto de tratamiento, para considerarlo
como un proceso complejo, interdisciplinario y alejado de la noción de especialidad técnica
respecto de las sustancias.
público en las respuestas a la salud mental y los CSPA, se verifica así una retracción de ciertos
tipos de políticas sociales y el rol del Estado como garante de los derechos. Argentina en el
desarrollo de sus políticas de abordajes a los CSPA fueron atravesados por este contexto
histórico, donde se promovieron respuestas de encierro en cárceles y manicomios para abordar
las problemáticas de salud mental. A lo largo de las décadas siguientes este rol fue promovido o
cuestionado siendo las políticas anteriormente expuestas tendiendo a cambiar los marcos
normativos que regulaban las mismas y generando acciones para promover tratamientos y
dispositivos que implementen practicas integrales que pongan en cuestionamiento los abordajes
que se venían realizando por otros que se enmarquen en el paradigma de los derechos
humanos.
Las adolescencias como fenómeno plurales según el momento histórico, económico, cultural
y social, tiene cuestiones en común en Argentina con lo desarrollado anteriormente a partir de
pasar a ser sujetos tutelados a sujetos de derechos, donde para las instituciones los
consideraban incapaces. En las últimas décadas a partir de cambios en los marcos normativos,
donde se puso en discusión la antigua ley del patronato, al igual que la ley de salud mental, se
pudo tensionar las practicas que se venían desarrollando para cambiar a una concepción de
“sujeto de derecho” ante el posicionamiento tutelar que los ubicaba como “objeto de protección”.
En el Capítulo III reflexione sobre los cambios en la SEDRONAR el 2014 al 2019, a partir de
la implementación de la ley 26657 de Salud Mental y el Plan IACOP, se construyeron
dispositivos territoriales para abordar los CSPA, promoviendo de la integralidad acciones de
restitución y promoción de derechos de los sujetos que circulan por estos espacios. Sin embargo
a lo largo de estos años la secretaria tuvo diversos cambios de gestión, lo que condiciono el
fortalecer las políticas de abordaje de los CSPA, en esto se ve claramente en los presupuestos
destinados y los cambios de objetivos a la hora de ejecutar el mismo, según cada gestión y
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gobierno. De esta forma en este capítulo podemos ver la precarización existente en las
modalidad de contratación, espacios de funcionamiento o con la falta de recursos materiales
para proyectar acciones de forma continuada, condicionada en la mayoría de las veces por
estos factores, sin embargo la permanencia durante este tiempo de los dispositivos en los
territorios permitió potenciar, problematizar y discutir otras miradas en los abordajes de los
CPSA.
Durante el transcurso de los sujetos en el dispositivo, los y las TS deben poder identificar los
factores de riesgo y protección que permitirá pensar las estrategias necesarias para un plan de
abordaje, de esta forma pensar la intervención según cada posibilidad y capacidad de los
sujetos. Estableciendo prioridades ante padecimientos y derechos vulnerados graves que
necesitan una pronta respuesta por parte de los equipos. Estos factores al identificarlos nos
permiten pensar con qué recursos materiales y simbólicos contamos desde lo institucional y lo
comunitario para proyectar acciones de restitución y promoción de derechos en personas que
atraviesan los CSPA.
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En el Capítulo V se realiza el análisis e interpretación del dialogo entre los datos obtenidos,
al elegir para este trabajo final la confección de un estudio mixto, donde se utilizó metodologías
cuantitativas y cualitativas para el análisis, permitiendo realizar lecturas de los datos de diversas
fuentes y realizar una triangulación. Estos fueron obtenidos a partir de mi experiencia como
referente técnico en la SEDRONAR de los equipos de TC y DIAT que se encuentran en la
municipalidad bonaerense de Quilmes, como también de la entrevista realizada a dos TS que
también son referentes técnicas de dispositivos de la secretaria.
En cuanto a los datos relevados se puede ver en qué condiciones y contexto se desarrolló
las políticas de abordaje de los CSPA. El municipio de Quilmes es uno de lo que más problemas
habitacionales cuentan con un gran número de asentamientos (906 hectáreas), en este contexto
que se desarrollan los dispositivos DIAT y TC. En los territorios que se asientan los mismos, se
puede ver un común denominador que es su informalidad, un deficitario nivel de acceso a los
servicios públicos (cloacas, agua, luz, transporte), tramas urbanas irregulares, viviendas
construidas con materiales precarios, alta densidad poblacional, escaso o nulo espacio verde y
falta de intervenciones públicas para regularizar la situación dominial (tenencia de las tierras) o
planificar el urbanismo.
mental y el plan IACOP, sin embargo la dificultad es aún mayor cuando se articula con algún
efector, por fuera de la red, que abordan los CSPA desde modelos ético-jurídico y médico-
sanitario, donde los discursos y prácticas giran entorno del encierro o la expulsión. Los
dispositivos, en tanto actores participes de esa red despliegan acciones en distintos niveles,
promoviendo la articulación de actores formales e informales en pos de generar estrategias de
prevención de los consumos y promoción de los derechos hacia toda la comunidad. El trabajo
inter sectorial e inter actoral de los dispositivos buscan garantizar el funcionamiento de dichos
circuitos de articulación, lo que genera el marco de posibilidad para un abordaje integral de la
problemática a nivel local, estas intervenciones son de vital importancia porque permite discutir,
tensionar y generar cambios en prácticas que no garanticen los derechos de las personas que
transitan CSPA. La complejidad del problema pone de manifiesto la necesidad de cambiar el
modelo de prestaciones uniformes por aquel de las intervenciones que tengan en cuenta tanto
las singularidades de la subjetividad como las particularidades del territorio.
En cuanto a la conformación de los equipos podemos destacar que son inter disciplinarios, lo
que permite realizar abordajes integrales, con perfiles de trabajo social en la mayoría de los
dispositivos. Anteriormente hable de la precarización en cuanto a contratación y recursos
destinados a los DIAT y TC, esto condiciona ciertas líneas a construir especialmente cuando no
se generan acuerdos formales con los actores locales para la incorporación de trabajadores,
destinar un espacio para desarrollar sus tareas y la obtención de recursos materiales para el
sostén de actividades cotidianas. Especialmente al momento de generar un anclaje territorial, ya
que esto permite a partir de la presencia de los equipos en los barrios construir una legitimidad
ante los actores comunitarios para realizar sus intervenciones.
A partir de las HPC podemos relevar datos de importancia que nos permite ver lo pluri
causal de los CPSA, donde el nivel educativo alcanzado, las violencias que padecen o ejercen,
genero, edad, entre otras, nos presenta a un sujeto atravesado por diferentes problemáticas
sociales que en muchos casos en CSPA no es la principal, si bien al llegar a los dispositivos es
una de las principales demandas para acceder a un tratamiento. Al mismo tiempo permite
problematizar entre drogas legales e ilegales, a partir de que un alto porcentaje de los consumos
problemáticos que figuran en las HPC es el alcohol, y como se destinan recursos para “combatir”
a otras sustancias que en general presentan un porcentaje bastante menor de consumo, en
cuanto a frecuencia y modalidad de uso de las sustancias podemos decir que solo 3 de cada 10
personas que concurren tienen abusos o dependencias en sus consumos.
demanda espontanea que mucho tiene que ver con que los dispositivos se encuentren en
territorio. En los tratamientos históricos de los CSPA se puede ver una invisibilizacion de los
consumos en mujeres que condiciona al acceso a las instituciones que abordan esta
problemática. Los DIAT y TC presentan una paridad en cuanto a porcentajes, si bien en la
mayoría de las veces estas mujeres vienen a realizar demandas por otras personas, al ingresar
en el circuito nos permite intervenir sobre problemáticas que las atraviesan. En el caso de la
población adolescente sucede un caso similar en cuanto a lo territorial y actividades
promocionales, si bien en la conformación histórica de los dispositivos fue una población objetivo
podemos ver que al dar respuestas en un horario vespertino, posibilita dar respuestas y
espacios en momentos donde las instituciones en su mayoría no realizan tareas.
Los dispositivos DIAT y TC en este marco generan condiciones para el abordaje de las
problemáticas de consumo en el marco de promoción, acceso, restitución y ejercicio de
derechos. Donde propician prácticas integrales de atención y acompañamiento que generen
espacios de umbral mínimo de exigencia en el abordaje de los consumos problemáticos. Lo
equipos al contar con trayectorias y saberes diferentes permite realizar un abordaje integral a
partir de la interdisciplina de los CSPA. La importancia del rol de TS en estos equipos, como dice
la Ley Federal del Trabajo Social, ley 27.072, se presenta ante la necesidad de “promover la
jerarquización de la profesión de trabajo social por su relevancia social y su contribución a la
vigencia, defensa y reivindicación de los derechos humanos, la construcción de ciudadanía y la
democratización de las relaciones sociales”. Los y las TS generan estos aportes a partir de
herramientas teóricas y prácticas para realizar diagnósticos e intervenciones de acuerdo a la
singularidad de cada sujeto prestando particular atención al contexto, a los lazos de los sujetos y
a las situaciones de vulneración de derechos que los afectan.
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ANEXO 1
ENTREVISTA SEMI-ESTRUCTURADA
B: Un individuo en situación de consumo en particular, somos todos los individuos que estamos consumiendo
en la cotidianidad. Porque somos individuos situados en una sociedad de consumo por lo cual todos estamos
en distintas situaciones de consumo. Ahora bien, pensando en los consumos, estos se pueden dar de
distintas maneras. Y ahí es donde a veces podemos pensar en diferentes situaciones. Por ejemplo cuando un
individuo transita una situación de consumo problemático. Dentro de la lógica de consumo el pertenecer
funciona como constructores de identidades, donde la identidad parte a partir de lo que se consume o no,
V: Pensando que este sistema que impulsa a consumir también impulsa a pertenecer a partir del consumo y
muchas veces el consumo es como uno de los dos rectores en cuanto a la idealización de que se puede
llegar a ser, y marca mucho también el pertenecer en cuanto al lazo y con quien uno se vincula y como se
van generando, digamos, todas las estructuras sociales también dentro de este mismo sistema. Entonces es
bueno poder partir un poco de ahí, de relacionar también el consumo en el lazo social. Por supuesto hay
diferentes instancias en esos consumos, a veces es más permitido, más potenciador y hay instancias donde
se vuelve más problemático. Todos los individuos somos individuos de consumo, nos mediatizamos y nos
relacionamos con el medio que tenemos, en base a ese vínculo. O sea crea una identidad el estar en
situación de consumo. No significa solo comprar, sino generar una identidad desde donde uno va a
establecer ciertos lazos a partir de esas prácticas, desde la adquisición o no de sustancias u otros bienes.
V: Me parece que tenemos que hacer la diferenciación de quien interpreta y define que es problemático con
consumir y que no. Y desde ahí tenemos como una punta para pensar si el Estado promueve políticas y
prácticas que promuevan el consumo, lo apoyen, y a la vez que hay prácticas que están más enmarcadas en
lo punitivo. Donde podemos hacer un poco de historia paradigmática en cuanto a pensar el consumo como
una cuestión penal, como también desde algo más patológico. Con clara decisión de expulsar de la sociedad
a esa persona que consume lo que no está permitido consumir, y no así a lo que está permitido consumir.
Siempre las respuestas fueron tendientes con respecto a lo prohibido fue la exclusión por una u otra vía. Si
bien con el tiempo empezaron a haber otros movimientos en relación a la interpretación de la problemática
del consumo y empiezan a ver nuevas vertientes que tienen más que ver con empezar a identificar que el
problema no es de la persona. Sino que hay un montón de otros elementos que complejizan entenderlo.
B: En el Estado a través de la historia se van generando distintas lógicas o paradigmas que hoy mismo
producen distintas respuestas que se pueden ir dando, teniendo en cuenta los distintos niveles del Estado, a
partir de las distintas líneas que conviven en el mismo donde se chocan estos paradigmas. Digo, tenemos
paradigmas punitivos que siguen vigentes, donde inclusive actualmente se siga deteniendo a gente que
consume. Si bien también tenemos respuestas que abordan desde un abordaje integral con una perspectiva
de derechos humanos a personas que están en situación de consumo, a partir de tener en cuenta la ley de
Salud Mental o el Plan IACOP. Aunque sigamos teniendo respuestas que tienen que ver con el alejar a las
personas entendiéndolo desde lo patológico entonces por eso es tan alto el número de internaciones que
sigue habiendo. Y después también hay otro tipo de respuestas que fortalecen lo integral, que tiene que ver
más con otro tipo de programas que quizás no necesariamente ven a todo tipo de consumos de sustancias
como problemático, como por ejemplo programas como envión u otros que trabajan con jóvenes y
adolescentes desde lo preventivo promocional, donde buscan dar respuesta a una manera acompañar
situaciones de consumo problemático,
V: interpretando una mirada donde se habla mucho de la triada de la problemática, de la sustancia, la
persona y el contexto. Estas líneas, que vienen a ser más promocionales y preventivas, ponen en la escena
este desafío la intervención, de poder pensar un poco más allá de la sustancia que era en un principio todo
para algunos.
B: Si uno piensa, ¿qué significa el consumo problemático de sustancias, cuál es la causa y cuál es la
respuesta que se le da a eso? Mientras que esas respuestas a las tres preguntas se van modificando, se
modifica entonces la manera de abordar esos consumos. Entonces sí un espacio entiende que es una
enfermedad, va a estar buscando dar respuesta dentro de la cura de ese consumo. Si otro espacio entiende
que es una cuestión de riesgo social o peligro, van pensar que entonces en buscar lógicas más restrictivas o
punitivas para no poner en riesgo a la sociedad. Si uno piensa que eso está siendo una variable que
entrecruza al sujeto, al contexto, a la forma de consumir o a cómo se entiende ese consumo, estar pensando
como otra forma para articular esos esos tres ejes.
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V: El consumo está asociado, desde que comenzó el hombre como ser social en diferentes contextos, que
tenían muchas veces que ver con lo religioso, con lo placentero, con el encuentro, con un otro, con los
rituales y después, a partir de esto que el contexto social se fue modificando, se fueron interpretando y
poniendo cada uno de los de estos elementos en lugares diferentes. Entonces, a partir de ahí, las respuestas
tienen que ver con el momento histórico, dónde estamos situados y también quién tiene el poder para decidir
que es lo permitido y lo prohibido. Digamos que todo no genera padecimientos en el consumo, sino que
tambien crea lugares de encuentro o formas de vincularse
B: Entender que todo consumo genera padecimiento es correrse del lugar en que uno tiene en la sociedad
actual. Es negar la sociedad en la cual transitamos, porque no todos nos paramos de la base que todos
consumimos, después podemos ir evaluando qué situaciones problemáticas y cuál no. Si no, estaríamos
todos enmarcados dentro de lo que es una situación de consumo problemático, entonces porque algunas
abordan y otras no. Entonces, frente a la pregunta, ¿todos los comienzos deben ser la misma forma? No, no,
porque después de eso se van cruzando un montón variables que dan cuenta de qué manera son los
consumos e inclusive que consumos no implican ningún abordaje.
B: En primer lugar con la Ley de Salud Mental, es incorporar a los consumos dentro del marco de la salud
mental y entenderlo como una problemática de esta área. Y los aportes que va dando la Ley sobre de cómo
abordar esa práctica, entendiendo que el sujeto no hay que excluirlo de la sociedad y que eso en tal caso
será el último recurso frente a haber abordado anteriormente todas las instancias posibles. La enmarca, en
un lugar de cómo se entiende la persona que consume. Esto que decía, en cuanto que entiendemos por
consumo, y cuales son las causas y respuestas, si entendemos entonces que la causa no sacarlo de su
contexto, sino que hay un montón de otras variables que se interjuegan. Entonces tengo que trabajar con
esos espacios y eso es uno de los aportes de la Ley de Salud Mental, a la hora de abordar.
V: En esta esta ola de leyes que hubo durante 2010, a principio del siglo XXI, donde muchos de los
esquemas empezaron a caer y encontrar realmente el sistema estallado por falta de respuestas. Estas leyes
vienen como a atraer los derechos humanos, los derechos de las personas, ponerlos en valor y subjetivar a
esas personas, a esos individuos que están atravesando situaciones particulares en momentos particulares.
Entonces, me parece que una de las potencialidades que tienen estas leyes, que nos resguardan cuando
pensamos en intervenir, es también desde un marco ético político, donde definimos que esa persona tiene
algo para decir de lo que le sucede. Sacamos del lado la LEY, la imposibilidad de la persona
B: Algunas cosas más tiene que ver con buscan disputar a la lógica punitiva. Digo, estas dos leyes buscan
como ir en contraposición a la mirada punitiva y represiva que pueda haber y, por ende, a los abordajes que
implicarían. Y después, sobre todo con el plan IACOP, ya darle fuerza también a lo que es el abordaje desde
lo comunitario. Entonces, tener en cuenta qué es lo necesario para poder trabajar entonces cada consumo.
En cada comunidad y en cada territorio.
B: En primer lugar si pensamos en los DIAT como dispositivo integral de abordaje territorial, si hablamos de
integrales. Pensamos a los sujetos que está atravesado por un montón de variables. Entonces el
acompañamiento o la lógica de la cual se va a intervenir también tiene que ver con entender ese sujeto de
manera integral. Y como decía antes, desde una mirada de derechos humanos y de restitución de esos
derechos, entendiendo que muchas veces en las situaciones de consumo estamos trabajando están
asociadas a vulneraciones de derechos y a otras situaciones. Entonces, una lógica integral, entre otras
cosas debe ser de abordaje territorial, esto es tener en cuenta a la comunidad en la cual ese sujeto transita,
rescantando los recursos tanto del sujeto como los comunitarios esto también es muy característico de lo que
es tratamiento comunitario.
V: La lógica de estos dispositivos, dentro de la triada que entendemos en la problemática del consumo le
quita fuertemente el peso central o exclusivo a la sustancia. Hablamos de la integralidad de la persona y de
las características de los contextos donde esa persona está situada y transitando la situación, que puede ser
de un consumo problemático, de alguna situación de abuso de consumo, podemos pensarlo incluso desde la
prevención, desde lo especifico o incluso inespecífico, que también aportan a entender como una de las
preguntas de antes, cómo y desde dónde lo abordamos, siempre en clave de promoción de derechos.
B: Si la lógica de lo comunitario tiene que ver también con poder problematizar que paradigmas se ponen en
juego en esa comunidad que también va a acompañar a las personas que están en situación de consumo,
porque inclusive entonces sirva para pensar efectivamente quiénes están en situación de consumo
problemático y qué es lo que estamos esperando hacer o qué es lo que espera la comunidad que se realice.
Entonces una de las lógicas también es la de sensibilizar y problematizar con la comunidad qué son todas las
lógicas que se vienen poniendo en juego históricamente.
B: Como facilitadores es el anclaje territorial. La construcción territorial que pudieron ir realizando los
equipos, y como gran obstaculizador es la precarización de los equipos en la manera en la que están
90
contratados y están armados los equipos. Es un obstaculizador a la hora de pensar cómo fortalecer el
trabajo, ordenar inclusive las tareas de los trabajadores, entendiendo que uno no les puede estar pidiendo o
exigiendo un desarrollo de tareas, cuando sabemos que están necesitando otros trabajos para sostener su
práctica profesional o inclusive para seguir formándose.
V: Haciendo un poco de memoria y contextualizar, un facilitador fue que esta política pública no empezó de
cero, sino que hubo una previa, estos dispositivos, los DIAT y tratamiento comunitario se desprenden de
dispositivos originales que se formaron o se empezaron a formar en 2014, muy asociados al Plan IACOP,
donde hubo una primera impronta importante de salida territorial que sentó los cimientos que después se
pudieron ir perfeccionando con mucho trabajo a pulmón y muy enmarcados en un contexto de una década
donde hubo mucho espacio para pensar en una promoción de derechos. Bueno, llegó último, como una de
las últimas políticas públicas, pero llegó y me parece que por eso se pudo colar también en la gestión que
empezó en el 2015.
B: Otra de las cosas es que estos dispositivos están enmarcados en un formato de cogestión entre el Estado
nacional, provinciales, municipales, con organizaciones, etcétera. Ese formato de cogestión por momentos
puede haber sido un facilitador o un obstaculizador, dependiendo de cómo se dio. Donde se dieron las
congestiones en cada lugar o en lugares donde había una congestión presente que potenciaban esta política
pública, que la tomaban como una tema de agenda política o social propia, han aportado recursos materiales,
personal, espacio edilicio, también han facilitado articulaciones con otros actores locales. En lugares donde
las gestiones por ahí no lo tenían como una prioridad en su agenda o que por distintas razones no
fortalecieron a los dispositivos han sido un gran obstaculizador, porque impedían las articulaciones, no
facilitaban espacios de trabajo para los equipos, se negaban al trabajo del equipo. Otro facilitador que se me
ocurre es también el acompañamiento desde los referente en la sede central que tenían estos dispositivos, el
cual era un acompañamiento muy cercano que servía tanto para ayudar en la organización del equipo o en
distintas dificultades que podían tener, como también para la supervisión o revisión de prácticas. Inclusive
muchas veces facilitar articulaciones cuando en otros lugares se dificultaba.
V: Un gran obstáculo fue y es el aumento de la crisis social, que se traducía en que las personas que se
acercaban a los dispositivos cada vez traían problemáticas más complejas y más atravesadas por múltiples
variables de vulneración de derechos que muchas veces hacía que se nos quemaran los papeles y que
también por momentos sintiéramos que se perdía la especificidad de un dispositivo enmarcado en la
Secretaría de Políticas de Drogas. Y gran responsabilidad tenía que ver con la pérdida parcial o total de
recursos de los circuitos locales
B: De lo que venimos hablando, de la lógica en los dispositivos y de cómo se entendía, se ponía el foco en el
sujeto en términos de pensarlo integralmente y la cantidad de variables que había que ir reconstruyendo,
pensando a la hora de pensar un acompañamiento integral, sin duda lo interdisciplinario es clave. Para los
equipos porque implicaba poder pensar en las distintas variables y cada disciplina aportando en ese proceso
de acompañamiento. Por otro lado, entendiendo que el consumo problemático de sustancias se da en sujetos
diversos y que por ende se da de manera diversa, es que uno piensa que hay que acompañarlo de una
multiplicidad de propuestas pensando en los intereses de los sujetos que van a qué van a acercarse al
dispositivo, donde en los dispositivos donde teníamos equipos donde había una cantidad de propuestas
diferentes de talleres de formación profesional, de acompañamiento educativo, cines. Todo eso lo que
posibilitó era poder hacer un acompañamiento en las distintas variables a ese sujeto y la formación del
equipo interdisciplinario que servía para hacer era aunar todos esos criterios y no pensarlo como
fragmentaciones en el acompañamiento de esa persona.
V: Me parece que este laburo que se daba el equipo de poner cada uno su voz y su experiencia para poder
armar un diagnóstico que permite pensar una intervención que tiene algo de artesanal en cada caso, siempre
situado y singular. La interdisciplina me parece que ayuda a correrse de que todos somos iguales, como de
las respuestas prefabricadas. ¿Por qué? Porque ayuda a pensar complejamente cada situación y a entender
que cada sujeto puede tener recorridos diversos para su trayectoria. Era una diversidad que también partía
de cierta diversidad del sujeto, que se iba a construir a partir de la demanda, con respecto a las diferentes
vulnerabilidades y potenciales que traía el sujeto, permitiendo dar cierta heterogeneidad a las propuestas de
acompañamiento.
¿Cuál es el rol del trabajo social en estos equipos? ¿Qué aportes realizan estos profesionales al
campo de la salud mental desde dispositivos comunitarios?
V: A ver como el rol de trabajo social muchas veces tiene que ver con poder indagar en todo lo que le pasa a
ese sujeto, hay que tener en cuenta que un sujeto, es un individuo o un cuerpo y una psiquis. A partir de los
años pudimos poner en valor que ese sujeto está situado en un contexto, el cual tiene diferentes
características, que remite a tener diferentes recursos, que ubica posibilidades mayores o menores de
construir lazos sociales. Entonces, ¿cuál es el rol del trabajo social? idealmente poder fortalecer, esa parte
del sujeto en donde está situado.
B: Entendiendo que la formación como trabajadores sociales tenemos en términos de red y articulación, y
entendiéndonos como profesionales cuando pensamos que ese sujeto está atravesado por un montón de
91
otras variables. Es por eso como que esos acompañamientos tienen que ser en red. Entonces creo que uno
de los aportes tiene que ver justamente con cómo se entiende ese laburo en red y pensar a esas redes en
lógicas de poder e intereses dentro de una comunidad particular, en cómo poder poner en juego a estas
características dentro de esa comunidad y articularlas con el resto del equipo profesional que por ahí va estar
enfocando también desde otro lado. Inclusive también pensándolo desde lo institucional, cómo esas redes se
pueden ir fortaleciendo o no en esos lugares. Cuando pensamos en la cantidad de complejidades o
vulneraciones de derechos que los equipos fueron recibiendo ahí también es donde el trabajo social ya no
era meramente pensado dentro del campo de la salud mental en sí mismo, sino en el campo de las
problemáticas sociales diversas que fueron llegando a los dispositivos. Entonces ahí también creo que uno
de los aportes clave de la disciplina fue problematizar lo qué es lo que sucedía con todas esas problemáticas
en general.
¿Cuáles son las herramientas de diagnóstico que utilizan? ¿Cómo se evalúan los riesgos y las
prioridades a la hora de planificar una intervención?
V: En términos de diagnósticos, por un lado, en territorio, a partir de la vinculación con las personas que se
acercaban al dispositivo, se empezaba a abrir un espacio de primera escucha en contextos de bajo umbral,
se registraba en Hojas de Primer Contacto una herramienta que permitía sistematizar y pasar por algunos
puntos clave de información requerida. Pero en un marco de proceso, no necesariamente una entrevista
formal de una única vez, y que eso llevaba a dos cosas, primero a poder interdisciplinariamente colaborar en
el armado de ese diagnóstico y después, como política pública para poder pensar en estadísticas o
proporcionar números que reflejaran lo más fielmente posible las realidades de las personas en territorio en
cuanto a la asistencia directa. También se generaron instancias de diagnósticos comunitarios en el
entramado de redes, registrando los diversos actores, pudiendo diagnosticar esa área de relaciones y
vínculos sociales. Parece que esos dos momentos de diagnóstico con herramientas colectivas, como
intentando registrar desde lo popular, donde sea el territorio quien pueda hablar, y no perfiles técnicos que
van y definen una problemática que les es ajena.
B: Si eso se traduce en herramientas concretas donde los equipos tenían que escribir que tanto DIAT como
tratamiento comunitario tienen, que son la hoja de primer contacto, si bien con algunas modificaciones en su
uso y registro entre los dos dispositivos, como también herramientas de registro, porque entendemos que
igualmente el diagnóstico definitivo no eran las primeras entrevistas. Cada dispositivo después tenía
instrumentos para poder complementar el registro, este entendido como una manera de sistematizar algo que
va repensando el equipo y poniéndolo en común, que en tratamiento comunitario se registran en los diarios
seguimientos de procesos personales y en DIAT en la hoja de ruta. Y después, en términos de lo comunitario,
en algunos lugares se realizó la construcción de un mapeo comunitario con cierto diagnóstico. En otros
lugares se ha trabajado con el uso de las redes para poder pensar efectivamente, cómo funcionaban los
riesgos y las prioridades a la hora de planificar una intervención.
V: Yendo a lo concreto de la pregunta ¿cómo se evalúan los riesgos? Siguiendo a la ley de salud mental, que
es la que guía las problemáticas de los consumos. Estamos enmarcados desde ahí, interpretamos que hay
factores o indicadores que hacen que los riesgos pueden ser de diferentes niveles, siendo el riesgo cierto
inminente el botón máximo de alarma para la urgencia en una intervención que también tiene una
caracterización particular dentro de la Ley de Salud Mental. Al analizar los riesgos y las prioridades tiene que
ver con que entendemos como construir la categoría de riesgo y si nos encuadramos en el marco normativo,
esto pone en tensión las cuestiones paradigmáticas que hablábamos en otro momento. Entonces, ¿cuáles
son las prioridades? Bueno, sentémonos a pensarlo con el sujeto, a interpretarlas juntos. Si bien en el caso
de diagnosticar algo como riesgo cierto inminente, no hay duda y hay que intervenir desde nuestra
responsabilidad y obligación como profesionales. La importancia de Ley tiene que ver con situaciones del
pasado y del presente, donde con la estigmatización de los consumos, en general se tiende en sacar al
sujeto de tal lugar, con un nivel de alerta e inmediatez que también refuerza lo convulsivo de las internaciones
como única respuesta.
B: Y otro de los riegos, también pensando en la niñez y la adolescencia, lo que nos ordena la Ley de
Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes, que también encuadra nuestras líneas de intervención
concreta y directa que hay que activar en situaciones de riesgo, donde se registre vulneraciones de derechos
graves.
¿Qué cantidad estimada de adolescentes concurren a los dispositivos? ¿Que características tienen?
B: Al ser inicialmente una política pública que viene o que continúa históricamente los procesos de otros
programas que estaban enfocados prácticamente a pensar el trabajo con adolescentes y jóvenes. Algo de
eso da cuenta a que actualmente hay mayoritariamente una población de adolescentes y jóvenes, ya que
desde un principio cuando se planificaron eran la población sujetos de intervención. Por lo menos el
dispositivo que acompaño se amplió bastante también el trabajo con adultos, pero no dejan de ser los
adolescentes y jóvenes, una población que participa y se acerca, esto tiene que ver no solo con que los
dispositivos trabajan desde una lógica meramente asistencial, sino también promocional y preventiva. Por
ende hay un montón de otras acciones que son convocantes a la hora de pensar los intereses de los
adolescentes.
92
V: Esta población es también un núcleo muy difícil de llegar, porque están en ese proceso de transición. Las
características propias de la adolescencia, hace que uno no sepa o tenga que hay trabajar mucho para
interpretar esa etapa vital y las demandas, las necesidades y las características que tienen per se. Nos
pasaba mucho que al principio los dispositivos se llenaban de nenes y no venían. Porque los adolescentes,
no son niños y tampoco son adulto, porque es importan marcarlo, ya que como vemos hoy existe este gran
debate de la Ley de imputabilidad. Haber podido llegar a adolescentes fue una construcción que se dieron
mucho en los dispositivos, que nos dimos mucho también para pensar y orientar, las prácticas y la oferta que
se brindaba. En los dispositivos que acompaño hay un 40 por ciento estimado de la masa de usuarios que
son adolescentes.
¿Cómo llegan los adolescentes a los dispositivos y cuáles son los motivos de sus acercamientos?
B: Pensándolo en grandes rasgos cuando llegan directamente, es por alguna acción promocional o algún de
interés por desde actividades concretas y específicas, por ejemplo cuando se hacen torneos de fútbol o
alguna jornada que se hacía puntualmente. Eso era una puerta de convocatoria para los adolescentes,
después la otra manera de llegar es a partir de referentes afectivos. En algunos casos, las madres,
generalmente pidiendo ayuda, orientación o tratamiento concretamente para su hijo o hija adolescente. Y ahí
es cuando, como venimos hablábamos en la entrevista, que tiene que ver con cómo ir desconstruyendo cierta
mirada en relación a los consumos problemáticos porque también es cuál es la demanda que tiene ese
referente afectivo sobre ese adolescente y qué es lo que está pidiendo y volver a traer la voz de adolescente,
efectivamente, a ver qué es lo que está pasando y para determinar si es un problema o no y de qué manera
se lo puede acompañar.
V: En relación a también la cuestión más de género. Si bien me voy a los números estadísticos de cierre de
gestión, hay una paridad. En cuanto a la población masculina y femenina, en cambio la población trans está
altamente invisibilizada. Sigue siendo una deuda para volver a pensar los diagnósticos y acciones, ya que
solamente un 1% se acerca de toda la población de 18 mil usuarios o más. Pero bueno, el porcentual ed ese
y se tuvo que trabajar específicamente por convocar también dentro de la población adolescente a las
mujeres. Por qué por el rol social que ocupan las mujeres, las chicas, las jóvenes desde lo cultural, desde los
mandatos y desde el deber ser de una mujer. Los hombres sí pueden y pudieron transitar, históricamente,
todas las instituciones públicas ya que siempre estuvieron armadas en general para responder a las
problemáticas de los hombres, a partir del sistema de patriarcado. Donde las mujeres son aquellas que
cuidan, son aquellas que acompañan, son aquellas que no están en los lugares públicos y no están en un
lugar de prioridad. Las mujeres no permitido tener problemas y si lo tienen, son doblemente estigmatizadas.
Ahí también aparece la transversalidad de que no solamente es una mujer, es una adolescente, es de una
población pobre, y ni hablar si esa mujer encima está en una situación de consumo y si es madre.
¿Cuáles son los factores de riesgo y protección que se presentan más frecuentemente en las
intervenciones con adolescentes que transitan situaciones de consumo?
V: Tratando de identificar factores de protección, y sobre todo desde tratamiento comunitario, tenía que ver
con las redes subjetivas y primarias, con quienes tenían los vínculos más fuertes, afianzados y de
permanencia dentro de esas redes, es donde podíamos, en casi contrario encontrar factores de riesgo o
ambos para poder pensar o empezar a pensar una estrategia basada en la realidad que vive este sujeto
sobre sí mismo y su posicionamiento vincular.
B: Como factores de riesgo, creo que uno de los de los más generales que se ha podido ver es, en términos
de vulneraciones de derecho la exposición a distintos tipos de violencias. Desde violencia intrafamiliar hasta
abuso sexual infantil, como distintas situaciones que los mantenía a los sujetos en redes bastante complejas
y de riesgo en términos de una exposición constante y cotidiana a esas violencias y que, por ende, implicaba
pensar intervenciones que son en diversos de ámbitos e inclusive hace pensar en qué redes hay que
protejan, contengan, acompañen y que no sean vulnerados los derechos al interior de esas adolescencia.
También como factores de protección, es la posibilidad de construcción de diversos intereses y en la
definición de los mismos a la hora de pensar las intervenciones.
V: Sí, y me parece que también como factor de protección tiene que ver con las características abiertas del
dispositivo, que tenían que ver con que el sujeto podía tener una trayectoria irregular por el dispositivo no
estaba obligado a venir y participar. Y eso también es respetar el tránsito y la trayectoria y permitir que haya
un tratamiento según procesos de cada uno. Otro factor de riesgo de protección es la falta accesibilidad a
otro tipo de servicios e inclusive también estas situaciones están asociadas a la exposición a violencias,
específicamente a la institucional.
93
ANEXO 2
HOJA DE PRIMER CONTACTO
DATOS PERSONALES
2.Nombre/s 3.Apellido/s
Lo tiene
Lo extravió
Si No, nunca tuvo
En trámite
7.Tipo de documento (Subrayar con amarillo la respuesta)
8.Número de documento
Soltero/a Casado/a-Concubinato
Divorciado/a-Separado/a Viudo/a
11.Provincia de nacimiento
Otro ¿Cuál?...................................................
En caso de residir en una institucion, especificar nombre y contacto
………………………………………………………………………………………………………………………………………………………
13.Dirección de residencia
Calle Intersección
Barrio Localidad
Departamento/Partido Municipio
14.Provincia de residencia
15.País de residencia
Carac.
16.Teléfono fijo Número
Local
17.Teléfono celular Carac. Local Número
PRIMER CONTACTO
18.Fecha de primer contacto Día Mes Año
94
19.Hora de primer contacto(Subrayar con amarillo la respuesta) 07:01 a 14:00 14:01 a 18:00
22. Si lo derivó una institución Sector al que pertenece la institución que lo orientó (Subrayar con amarillo la respuesta)
23. Si lo derivó una institución. Tipo de institución que lo orientó (Subrayar con amarillo la respuesta)
Línea 141 Chat 141 Otro DIAT (ex CET/CePLA) CEDECOR central
CEDECOR CEDECOR
CAAC Prestadora
Local descentralizado
Tratamiento
Comunitario
26. Motivo de consulta actual (Subrayar con amarillo la respuesta)
Observaciones:……………………………………………………………………………………………………………………………………
RELACIONES Y CONVIVENCIA
27.Referentes afectivos
Vinculo con el DNI (solo si asiste al
Nombre Teléfono / Dirección Asiste al dispositivo?
consultante dispositivo)
28.Estructura familiar
Vinculo con el DNI (solo si asiste al
Nombre Teléfono / Dirección Asiste al dispositivo?
consultante dispositivo)
31.Personas con las que convive (Subrayar con amarillo la respuesta) Cantidad:….
Otros ¿Cuál/es?................
36.¿Asiste a alguna otra institución de educación no formal o espacio recreativo? (Subrayar con amarillo la respuesta)
Sí ¿Cuál? No
37.Situacion Laboral
40.Si no trabaja, indique (Subrayar con amarillo la respuesta) Busca trabajo No busca trabajo
Asignación Universal por hijo Asignación por embarazo para protección social
Pensión por madre de 7 o más hijos Pensión por fallecimiento del trabajador
Otros ¿cuál?
DISCAPACIDAD
Sí No
43.Discapacidad ¿Presenta?
46.¿Está realizando tratamiento para el diagnóstico que consta en el CUD? (Subrayar con amarillo la respuesta)
96
OBSERVACIONES de discapacidad
……………………………………………………………………………………………………………………………………………………
SALUD
47. ¿Está embarazada?
Si No
Si No
Tipo Modalidad
Doméstica/
Física Ejerce Es víctima Ejerce Es víctima
Familiar
Psicológica Ejerce Es víctima Institucional Ejerce Es víctima
......................................................................................................................................................................................
CONFLICTO/S LEGALE/S
97
OBSERVACIONES de accesibilidad
......................................................................................................................................................................................................................
..................................................................................................................................................................................................
CONSUMO
Sustancia/Fármaco Frecuencia
Menos de 1
Ninguna Mensualmente Semanalmente A diario o casi
vez al mes
Tabaco
Alcohol
Marihuana
Clorhidrato de cocaína
Crack / pedra
Alita de mosca
GHB
Ketamina
Inhalables como pegamentos, pinturas, lacas,
desodorantes, gasolina, bencina, tolueno o cosas
similares
Lanzaperfume o popper (nitritos) tales como Rush, Jolt,
Locker Room, Leather Man, etc.
Otro ¿Cuál/es?
54.Detallar el acceso a los fármacos (*) antes consignados (Subrayar con amarillo la respuesta y detallar especialidad)
OBSERVACIONES de consumo
.....................................................................................................................................................................................
TRATAMIENTOS PREVIOS
55.¿Realizó tratamientos previos por consumo problemático? (Subrayar con amarillo la respuesta)
Sí No
98
57.¿Dónde realizó el tratamiento previo por consumo de sustancias? (Subrayar con amarillo la respuesta)
RESPUESTA
59.Actividades de las que participará en el dispositivo
Otro ¿Cuál?
99
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empresas o entidades de medicina prepaga de cubrir las mismas prestaciones que las obras
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