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El juicio de la riqueza era, en la antigüedad, fundamentalmente sencillo e inequívoco.

La riqueza era necesaria y buena; requisito indispensable para la


vida buena. Desde Odiseo, quien dijo al rey Alcino de los feacios que aguardaría un año, de ser necesario, los muchos regalos que se le habían
prometido, porque “más ventajoso será l egar a mi querida patria con las manos l enas, y así seré más amado y reverenciado entre los hombres”
(Odisea 11.358-360)
El Satiricón, escrito por un cortesano y cónsul de Nerón, es una obra satírica y chusca.
Sócrates l egó hasta sugerir, en su propio modo de vida, que la riqueza no era esencial ni aun necesariamente útil para l evar una buena vida. Platón
fue más lejos, al menos en la República, dónde negó a sus filósofos-estadistas toda propiedad (junto con otros bienes normalmente aceptados).
El principal discípulo del cínico Diógenes fue Crates de Tebas, quien voluntariamente cedió sus posesiones como después los héroes de las vidas de los
santos durante el imperio romano. Se han compilado antologías de frases en que se idealiza la vida sencilla, filosófica o bucólica, y aun la pobreza.
Pero se las debe tratar con espíritu crítico.
La pobreza siempre ha sido la criada de la filosofía. Está, en suma, ha sido desde el principio de los tiempos la fundadora de Estados, la inventora de
artes. Fuera de contexto, esto parece bastante claro; sin embargo, el contexto tiene su importancia. Apuleyo, hijo de un alto funcionario de
Madauro, colonia romana del norte de África, había pasado muchos años en el extranjero, especialmente en estudios filosóficos y retóricos. Entre los
pormenores se afirmaba que Apuyelo era un pobre cazador de fortunas; el en su defesa a la que pertenece la cita, contestó con la inconsecuencia
que puede perdonarse a un acusado.
Los antiguos moralistas, al menos desde el tiempo de los sofistas, examinaron todos los valores recibidos de su sociedad, incluso la riqueza.
La historia de la palabra filantropía (amor al hombre) ilustra esta distinción. Se la utiliza para definir una cualidad divina o el acto benéfico de un dios,
y tal sentido persistió hasta el fin de la antigüedad, en contexto cristiano o pagano. No obstante, la filantropía pronto l egó a atribuirse a seres
humanos en posiciones elevadas. Las palabras griegas ploutos y penia, habitualmente traducidas como riqueza y pobreza, respectivamente, tenían en
realidad un matiz diferente, lo que Veblen l ama “la distinción entre hazaña y tráfago”. Un plousios era un hombre lo bastante rico para vivir
decorosamente de sus ingresos, un penes no lo era. Penia significaba la dura obligación de laborar, en tanto que el indigente, el hombre totalmente
desprovisto de recursos, por lo general era l amado ptcohos, mendigo no penes.
Los plousioi de la antigüedad, las categorías de la división social ajenas a la ocupación tienen prioridad en todo análisis.
Orden (latín ordo), un orden o posición es un grupo jurídicamente definido que forma parte de una población, con privilegios e incapacidades en uno o
más campos de actividad gubernamental, militar, jurídica, económica, religiosa, marital y que se halla en una relación jerárquica con otros ordenes .
A lo que Finley l ama ordenes solonianos es comúnmente nombrado las clases solonianas
La existencia de ordenes implica la subordinación de los grupos jerárquicamente inferiores a los grupos superiores, así las ordenes superiores controlan
todos los factores productivos.
A la par de las ordenes existirá el status; podemos decir que es básicamente como una condición que aparejaban la participación política, la participación
en el ejercito hoplítico o la marina entre otros. Se diferenciaba por el status ya sea de que fuera ciudadano o no, sus privilegios y obligaciones.
Por tanto las ordenes como el status son la unión de los factores productivos, políticos y religiosos, que sería una categoría que controlaría la economía
desde su base agrícola como garantizadora de la riqueza..
amos y esclavos
Un esclavo es una propiedad sujeta a las reglas y procedimientos de la propiedad respecto a venta, alquiler, robo,
multiplicación natural etc. Los esclavos huían eran azotados y quemados, pero también los animales.; tanto esclavos como
animales causaban daños a otras personas y propiedades, por lo que eran responsables sus amos, según lo que el derecho
romano l amaba acciones noxales.
Hay 2 cualidades exclusivas del esclavo como propiedad:
1. Las esclavas podían parir hijos engendrados por hombres libres.
2. Los esclavos eran humanos a ojos de los dioses, al menos hasta el grado en que su asesinato requería alguna
forma de purificación y que ellos mismos participaban en actos rituales, como el bautismo.
Este doble aspecto del esclavo, ser a la vez persona y propiedad creo, ambigüedades.
La ambigüedad aumenta más aun por la práctica no poco común de dar libertad a esclavos que, aun cuando como libertos
seguían padeciendo ciertas incapacidades habían, sin embargo, rebasado la gran separación y cuyos hijos, si nacían después
eran totalmente libres desde su nacimiento.
Los esclavos eran el sustento real de la economía agraria, la base de la democracia ateniense y la republica romana.
El sistema de los ilotas de Esparta formaban un grupo numeroso, muy superior en numero a los espartanos cuyas
propiedades trabajaban en Laconia y Mesenia, y para quienes desempeñaban las tareas de sirvientes otras varias.
Los griegos referían regularmente a los ilotas como esclavos, pero es significativa y fácil de ver la diferencia con los
esclavos-cosa, como los de Atenas. No eran ho9mbreslibres, pero tampoco eran propiedad de espartanos particulares; no
se les compraba ni vendía, ni podían ser manumitidos, se autoperpetuaban.
La institución del peculium, es más conocida por Roma, donde se desarrolló más que en Grecia. Lo que los romanos l amaron
peculium fue una propiedad asignada al uso, la administración y dentro de ciertos límites, la disposición de alguien que por
derecho carecía del derecho de propiedad, fuese esclavo o alguien en patria potestas, En estricto derecho, un peculium era
una donación puramente voluntaria hecha por el amo o pater, que significaba para él una responsabilidad jurídica para con
terceras partes, hasta la cantidad del peculium, y que él era libre de retirar en cualquier momento. En la práctica, empero,
el posesor tenía normalmente mano libre en la administración y, si era esclavo, podía esperar comprar su libertad con las
ganancias, seguir después en el negocio como liberto si así lo deseaba, y transmitirlo a sus herederos. Además, en la práctica
una parte considerable de la actividad urbana comercial, financiera e industrial de Roma, en Italia y en cualquier parte del
imperio en que hubiese romanos activos, era realizada de esta manera por esclavos y libertos.
El sistema esclavista fue eficiente en el imperio romano ya que se generaron grandes superávits en los latifundios.
La precariedad del mercado laboral provocó la necesidad dela importación de esclavos, estos l egaron a dominar todo
tipo de labores urbanas y rurales, se encontraban en las minas y en el servicio doméstico. Desde los grandes terratenientes,
hasta artesanos y campesinos podían ser poseedores de esclavos.
El sistema esclavista colapsó con el gran cambio de estructura del imperio romano, el mayor
coste de transporte, el fin del expansionismo, y la pérdida del status de grupos pobres libres.

Daniela Becerril Alcántara

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