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“UNIANDES”
CARRERA DE MEDICINA
MÉDICO CIRUJANO
TEMA:
AMBATO – ECUADOR
2017
APROBACIÓN DEL ASESOR DEL TRABAJO DE TITULACIÓN
CERTIFICACIÓN:
______________________________
_____________________________
Yo, Santamaría Acosta Danilo Paul, declaro que conozco y acepto la disposición
constante en el literal d) del Art. 85 del Estatuto de la Universidad Regional Autónoma
de Los Andes, que en su parte pertinente textualmente dice: El Patrimonio de Ia
UNIANDES, está constituido por: La propiedad intelectual sobre las Investigaciones,
trabajos científicos o técnicos, proyectos profesionales y consultaría que se realicen en
la Universidad o por cuenta de ella;
_____________________________
Santamaría Acosta Danilo Paul
C.I.: 1804110128
AUTOR
DEDICATORIA
Gracias a todos,
Danilo Santamaría
AGRADECIMIENTO
Danilo Santamaría
RESUMEN
PORTADA
DECLARACIÓN DE AUTENTICIDAD
DERECHOS DE AUTOR
DEDICATORIA
AGRADECIMIENTO
RESUMEN
ABSTRACT
ÍNDICE GENERAL
INTRODUCCIÓN .......................................................................................................... 1
Sublínea: ................................................................................................................... 5
Objetivos ................................................................................................................... 5
Objetivos Específicos............................................................................................. 5
CAPÍTULO I. ................................................................................................................. 7
1.6.5 Medidas para la prevención del contagio y control del medio ................ 15
1.7 Seguimiento.................................................................................................. 16
CONCLUSIONES GENERALES................................................................................. 39
RECOMENDACIONES ............................................................................................... 40
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
ANEXOS
Antecedentes de la Investigación
Sarcoptes es un vocablo griego (sarx, carne; copto, cortar), mientras que escabiosis
deriva del latín scabere, que significa rascar. Según Galvañ en su artículo de la Revista
Piel (2004), probablemente, la sarna ha sido una enfermedad conocida por la
humanidad desde el principio de su historia, interpretándose Inicialmente la enfermedad,
como la consecuencia de «algún pecado» cometido por el paciente. Con el
advenimiento de la medicina griega y de su más emblemático representante, Hipócrates,
pasó a ser considerada como consecuencia de “un desequilibrio humoral”. Hipócrates
de Cos (siglo v a. C) desconocía la existencia del ácaro y tampoco se hace referencia
al mismo en el Corpus Hippocraticum, supuesta recopilación de sus conocimientos.
Aristóteles (384-322 a. C) fue el primero en usar el término “akari” para designar al ácaro
de la madera. Los médicos romanos, entre ellos Galeno de Pérgamo (133-200 d.C),
mantuvieron teorías similares a las anteriores, atribuyendo el origen de la enfermedad
a una “corrupción de la sangre”. Por el contrario, en la medicina oriental, y
concretamente en la china de la época Han (206 a. C-220 d. C), puede encontrarse la
primera referencia de la existencia de un ácaro en los pacientes con sarna. Los médicos
chinos distinguían tres tipos de escabiosis: la húmeda, la costrosa y la que contenía
larvas. A pesar de lo anterior, se creía que el ácaro era una consecuencia de la
enfermedad más que su causa. (Díaz y Vidaurrázaga, 2003).
1
Giovan Cosimo Bonomo (1663-1696), médico naval, remite a Francesco Redi,
naturalista empírico, describió cómo las mujeres extraían un “insecto” de las pústulas de
los enfermos, que es posible su transmisión a través de la ropa y de algunos objetos del
paciente y la eficacia de los tratamientos tópicos frente a la de los de uso interno. En
1812, Jean Chrysostome Gàles (1783-1854), un discípulo de Alibert, publicó su tesis
doctoral, afirmando que había “descubierto” el agente etiológico de la escabiosis.
Realmente, sus hallazgos correspondían a los ácaros que parasitan el grano y el queso.
No fue hasta agosto de 1834, que Simon François Renucci, un estudiante corso del
“Hotel Dieu”, que había visto cómo las mujeres de su isla extraían, con la ayuda de la
punta de una aguja, un ácaro de los surcos de los pacientes con sarna, realiza la misma
operación ante un público expectante reunido en el hospital de Saint-Louis de París. Un
año más tarde, Renucci publicó su tesis sobre el tema, ilustrándola con un dibujo realista
del acarus scabiei. Su teoría, basada en postulados científicos, fue aceptada por la
comunidad médica internacional (Díaz & Vidaurrázaga, 2003).
Hoy se sabe que la escabiosis humana está causada por el ácaro Sarcoptes scabiei,
variedad humanus, y que su transmisión es por contacto directo. Sarcoptes es un
vocablo griego (sarx, carne; copto, cortar) mientras que escabiosis deriva del latín
scabere, que significa rascar. A lo largo de la historia ha recibido numerosas
denominaciones: picor de campo, picor de Michigan, picor de la armada, picor de la
tienda de campaña, etc.
En los últimos años ha vuelto a estar de actualidad, porque se han constatado brotes
epidémicos de sarna en pacientes infectados por el virus de la inmunodeficiencia
humana (VIH) (Atri, Candiz, Lois, y Restifo, 2010).
Una enfermedad milenaria, de las primeras descritas en el mundo antiguo, quizá tan
antigua como la humanidad misma, sigue sorprendiendo en la actualidad por su
capacidad para producir una gran diversidad de manifestaciones clínicas, muchas de
ellas atípicas, cuyo reconocimiento puede ser dificultoso para el clínico generalista y aún
para el dermatólogo experimentado. La escabiosis, afecta a cualquier persona,
independiente de su raza, sexo o clase socioeconómica; incluso, independiente de sus
hábitos de higiene. Se calculan más de 300 millones de casos en el mundo por esta
enfermedad en un año, siendo una dermatosis muy contagiosa, particularmente
mediante contactos prolongados y frecuentes, y puede desatar epidemias en orfanatos
2
y asilos. Suele complicarse por el prurito que ocasiona (severo y de predominio
nocturno) y las infecciones agregadas, que incluyen impétigo, abscesos, linfadenopatía
regional y complicaciones graves como glomerulonefritis post-estreptocócica (Ortiz,
Ruffini, Gubiani, Boldrini, y Pinardi, 2016).
En Latinoamérica la sarna tiene una frecuencia similar, entre el 1%-8%, pero los brotes
epidémicos suceden con más frecuencia, sobre todo en Chile y Argentina. El porcentaje
aumenta entre las personas más ancianas, llegando hasta un 15% en algunos países,
sobre todo si sufren otras enfermedades al mismo tiempo (Atri, Candiz, Lois, y Restifo,
2010).
No hay diferencias entre estratos sociales; es decir, tanto las personas con un nivel
económico bajo, como aquellas que tienen un alto nivel económico, sufren la sarna con
la misma frecuencia. Lo habitual es que surjan pequeñas epidemias dentro de una
misma familia, y en residencias de ancianos o estudiantes, ya que el ácaro se transmite
por contacto directo con una persona infectada. Suele observarse más en invierno (tal
vez debido al hacinamiento) en áreas urbanas de nivel socioeconómico bajo y en
3
centros de concentración como guarderías, orfanatos, asilos y regiones de clima
tropical, como Yucatán (Bujaico y Zuñiga, 2016).
Un estudio efectuado por (Stanton, Khanam, Nazrul, y et, 1987) en Bangladesh, reveló
que la incidencia de esta infección en menores de 5 años fue de 952/1,000 niños/año,
lo que sugiere que 100% de la población sufrirá una infestación en algún momento de
su vida.
En Ecuador. las poblaciones mayormente afectadas son las de zonas rurales, con
deficientes estructuras sanitarias y con estratos sociales de bajos ingresos o pobreza.
Aunque el país no ha reportado cifras globales, estudios realizados por Soria Ripalda
(2015) en el cantón Píllaro y por Medina (2016) en la comunidad Quisapincha, ambos
de la provincia Tungurahua, corroboran lo planteado anteriormente, e identificando
problemas en el control estadístico y la prevención de esta enfermedad infecciosa.
4
Delimitación del Problema
escabiosis
Objetivos
Objetivo General
Determinar cuáles fueron los barrios y comunidades más afectados por la escabiosis en
la comunidad Quisapincha, para elaborar un plan de prevención y promoción de salud
basado en la capacitación a los Técnicos de Atención Primaria de Salud (TAPS).
Objetivos Específicos
5
Preguntas Científicas
Por otra parte, la información obtenida tiene un alto valor teórico, al aportar estadísticas
actuales regionales sobre la escabiosis, lo cual sin duda constituirá un referente teórico
a tener en cuenta en futuras investigaciones sobre el tema, e incrementará el caudal de
conocimientos producidos en nuestra universidad y nuestra región.
6
CAPÍTULO I.
MARCO TEÓRICO
7
día. Sólo el 10% de los huevos llegan a adultos. El parásito no es vector de ninguna
enfermedad sistémica. La transmisión suele ser directa por contacto estrecho, muchas
veces sexual, pero también se han visto casos de contacto casual (p. ej.: los auxiliares
de clínica). Puede contagiarse indirectamente a través de ropa de la cama o de toallas
(De la Caridad, 1997).
Los ácaros de la escabiosis no pueden volar ni saltar, pero pueden avanzar a una
velocidad 2,5cm por minutos en la piel caliente. Es un huésped específico del ser
humano, pero sobrevive entre 24 y 36 horas en ambientes templados. Las condiciones
de temperatura más elevada y menor humedad ocasionan la muerte del ácaro, de allí
que en invierno se observe una mayor incidencia de escabiosis, aunque se ha sugerido
que algunos péptidos antimicrobianos del sudor pueden actuar contra el parásito,
disminuyendo así su prevalencia en verano (Valdés, 1997).
La forma predominante de transmisión es por contacto directo -piel con piel- siendo rara
en la sarna clásica la transmisión mediante el uso compartido de ropa u otros métodos
indirectos. La transmisión indirecta a través de fómites, es el medio de diseminación
más común en la variedad costrosa. Es común el contagio entre los miembros de una
familia y en las instituciones cerradas, pudiendo también existir el contagio sexual,
hecho que ha sido señalado por autores ingleses (Raoult, Foucault, y Brouqui, 2001),
los que aconsejan el screening de otras ETS en pacientes diagnosticados de
escabiosis, la cual es considerada, conjuntamente con la Pediculosis Pubis (ladillas),
una enfermedad de transmisión sexual (ETS) porque se transmite por contacto humano
estrecho y porque se ha documentado la asociación de escabiosis con otras ETS. El
ácaro no succiona sangre, de modo que no se considera un vector de VIH.
1.2 Fisiopatología
El ácaro penetra la epidermis en apenas 30 minutos y sólo las hembras excavan el túnel
hasta el estrato granuloso. En general, el huésped infectado alberga 5 a 15 hembras,
pero esa cifra puede dispararse a miles, incluso millones, en la escabiosis costrosa. Una
vez dentro de la epidermis, el parásito madura en 10 a 15 días, durante los cuales los
machos mueren después de aparearse y las hembras grávidas desovan 2 a 3
huevecillos diarios en su recorrido por la epidermis; cuando estos eclosionan, 2-3 días
después, las larvas horadan nuevos túneles y así se reinicia el ciclo de S. scabiei, pero
ahora dentro de la epidermis del huésped. Las hembras pueden poner hasta 90 huevos
durante su ciclo vital de 30 a 60 días.
8
El ácaro posee varios antígenos que ocasionan el prurito y la característica inhibición de
la respuesta inflamatoria que les caracteriza. Glutation-N-transferasa, paramiosina,
catepsina-L y Sar S-3 (esta última es excretada en las heces de los ácaros) son algunas
proteasas no funcionales denominadas parálogos de proteasas inactivadas de
Sarcoptes scabiei (scabies mite inactivated protease paralogyes; SMIPP, por sus siglas
en inglés), los cuales actúan como antagonistas de las proteasas activas de los
queratinocitos e inhiben la respuesta inflamatoria (Plascencia, Proy, Eljure, Atoche, y
Calderón, 2013).
La variedad costrosa, también denominada “sarna noruega” debido a que fue descrita
en 1848 en una población de leprosos de ese país escandinavo, suele afectar pacientes
inmunocomprometidos, diabéticos, con neuropatías o física/mentalmente
discapacitados (por ejemplo, síndrome de Down) y en individuos bajo tratamiento con
inmunosupresores (como metrotexato, tacrolimus, micofenolato de mofetilo o
ciclosporina). Se caracteriza por una grave infestación de ácaros (de miles a millones)
y por tanto, es altamente contagiosa. Su presentación clínica consiste de placas
queratósicas de aspecto costroso, agrietado y fisurado, pero con prurito de mediana o
escasa intensidad. La escabiosis costrosa es indicativa de infección por el virus
9
linfotrópico humano de células T tipo1 (HTLV-1), sobre todo en zonas endémicas como
Perú (Hernández, Prieto, Morales, y Ara, 2016).
Según Matthey (2016), dado que 40% de los casos de sarna costrosa carecen de un
factor predisponente, se ha sugerido que existe predisposición genética. Hasta 58% de
los pacientes presentan hipereosinofilia, detectándose hiper IgE en 96% de esa
población.
La variedad nodular es la menos común (7% de los casos) y se manifiesta con nódulos
eritematosos o pardos de hasta 2 cm de diámetro, que afectan glúteos, genitales,
escroto, ingles o axilas. Se ha sugerido que esas lesiones son una reacción de
hipersensibilidad a los productos de secreción del ácaro más que a la presencia del
mismo, de allí las particularidades de su tratamiento (Ponce-Oliverab, 2016).
Moreno, Rodríguez, Salgueiro y otros (2016), plantea que se ha descrito un cuarto tipo
de sarna llamada “escabiosis incógnita” debido a que los síntomas están enmascarados
por el uso indiscriminado de esteroides. Su principal (diríase única) manifestación clínica
es el prurito intenso, molesto y de predominio nocturno que ocasionan las 8 patas del
ácaro, su saliva o los productos de secreción de la hembra y las larvas. La comezón es
mediada por una respuesta de hipersensibilidad tipo IV que inicia a días después de la
infestación, aunque puede manifestarse apenas día después en casos de reinfestación.
1.4 Diagnóstico
10
la pápula del extremo distal del túnel (los pliegues interdigitales son sitios idóneos).
También se ha propuesto el uso de hidróxido de potasio ya que disuelve la queratina,
pero también las heces, lo que disminuye la sensibilidad de la prueba. La tinción del
túnel ocasiona que el orificio de salida absorba el colorante, aumentando la sensibilidad
de la prueba de raspado. La dermatoscopia revela manchas triangulares de color pardo
al final del túnel, las cuales evidencian la presencia del ácaro. Las dificultades para
desarrollar una prueba serológica para escabiosis estriban en la falta de un sistema de
cultivo, un modelo animal, y la frecuente mimetización con antígenos de otros ácaros,
incluidos los del polvo doméstico (Bujaico y Zuñiga, 2016).
1.6 Tratamiento
11
casa, los contactos íntimos («piel con piel») y las parejas sexuales a pesar de estar
asintomáticos, explicando por escrito, la naturaleza de la enfermedad y aconsejando
evitar el contacto físico hasta haber concluido la terapia.
12
el uso en niños y mujeres embarazadas es cuestionable, por lo que no debe utilizarse
como monoterapia.
Chhaiya, Patel, Dave, Mehta, y Shah, 2012, compararon permetrina 5%, ivermectina
loción 1% e ivermectina oral demostró que los dos primeros son más eficaces que
ivermectina vía oral hacia la segunda semana de tratamiento, mientras que permetrina
5% e ivermectina loción 1% no arrojaron diferencias significativas, produciendo ambas
resolución clínica y alivio del prurito desde la primera semana. Ivermectina se une al
receptor de glutamato y los canales iónicos de cloruro en nervios y músculos de
invertebrados, lo cual incrementa la permeabilidad de la membrana celular en los
13
canales de sodio y facilita la hiperpolarización, parálisis y muerte del parásito. Su
principal desventaja es que no posee acción ovicida, por lo 30 que es indispensable
aplicar una segunda dosis después de 7 a 14 días de la aplicación inicial.
14
1.6.4 Tratamiento coadyudante
Se debe tratar simultáneamente a todos los contactos del paciente infestado aunque no
convivan o no tengan prurito: padres, hijos, hermanos, parejas, personas que colaboran
con las tareas del hogar o el cuidado de los niños, aún sin cohabitar en la misma
vivienda. La ropa de cama y la del paciente deben ser lavadas con agua caliente y
posteriormente planchadas. Los artículos que no se puedan lavar deben ser puestos en
bolsas plásticas durante cuatro días ya que el parásito muere si no está en contacto con
el huésped humano.
15
1.7 Seguimiento
Los pacientes deben ser informados que la erupción y el prurito pueden persistir hasta
dos semanas luego de terminado el tratamiento. Los signos y síntomas que persisten
por más de dos semanas pueden atribuirse básicamente a tres factores:
Sin embargo, también es frecuente la reinfección por contactos familiares, por no haber
cumplido con las medidas complementarias o, aun habiendo realizado un tratamiento
eficaz, estar relacionados a una dermatitis alérgica.
16
CAPÍTULO II.
2.2.1. Modalidad:
17
sanitarias de los pacientes afectados y las principales formas clínicas de presentación
de la escabiosis.
2.2.3. Universo:
2.2.4. Muestra:
Se conformó con todos los pacientes del universo durante el período de estudio.
18
capacitación tanto a los Técnicos de Atención Primaria de Salud (TAPS), como a la
población de la Parroquia Quisapincha.
19
En una etapa inicial la propuesta incluye reuniones semanales con los TAPS para
impartir charlas, videoconferencias y brindar materiales como trípticos y volantes, con
información clara, concisa y de lenguaje sencillo y asequible a toda la población,
respecto a la importancia de conocer cómo prevenir, tratar y controlar el contagio de la
escabiosis.
Los temas incluidos en la capacitación, así como los materiales educativos, pueden
encontrarse en los Anexos de este informe.
Introducción
El propósito de esta guía es orientar a los equipos de salud formados por médicos,
enfermeras y los Técnicos en Atención Promerias de Salud (TAPS), en la formulación
de planes integrados para la prevención, control y eliminación de la Escabiosis,
aplicando un enfoque de salud pública basado en evidencias.
La prioridad entonces es traducir el nuevo enfoque en una estrategia que permita unir
esfuerzos y potenciar los recursos existentes en las poblaciones pobres y por lo tanto
las más afectadas por esta enfermedad. Este es un enfoque integrado en el que se
incorporan acciones para mejorar tanto el estado de salud, como las condiciones de
20
vida de las poblaciones afectadas a través del trabajo multidisciplinario e intersectorial,
en los determinantes sociales, sin dejar de lado las intervenciones propias del sector
salud.
Glosario
Conceptos
Desarrollo
El primer paso será constituir un grupo de trabajo que coordine el proceso de diagnóstico
y de planificación, y que sea el encargado de conducir el proceso de recolección y
análisis de la información, basados en los resultados de la presente investigación. La
forma de organización de cada grupo será decisión de sus integrantes, pero se sugieren
algunos parámetros a continuación:
1) No más de 6 personas para que sea operativo, pero debe incluir, al menos, a
representantes del equipo de salud, del barrio o de la comunidad, de la Parroquia y si
es posible el municipio (o alcaldía), así como representantes de otro(s) sector(es)
involucrados en la problemática.
2) Este equipo podrá invitar a otros actores para analizar aspectos específicos o
conformar subgrupos de trabajo según necesidad. Es importante que estos subgrupos
21
participen en el análisis de la información. De esta manera el diagnóstico final contará
con los aportes y visiones de todos los actores relevantes.
3) Una vez que se recoja toda la información y se hagan los análisis correspondientes,
es conveniente presentar el diagnóstico a las organizaciones relevantes del gobierno y
de la comunidad (puede ser a través de una jornada de trabajo, seminario o similar),
para su discusión y aprobación. Una vez concluida esta etapa se puede proceder a la
priorización de acciones que darán lugar al programa integrado de abordaje de la o las
enfermedades definidas como problemas prioritarios.
4. La recolección de información sobre los recursos disponibles dentro y fuera del sector
salud (incluyendo planes, programas, proyectos y estrategias en implementación);
22
informe de tesis y otros materiales y planificará sesiones de capacitación a los TAPS,
principalmente en los temas de diagnóstico, prevención y tratamiento de la escabiosis.
Estas son algunas medidas que pueden ayudar a prevenir la sarna o escabiosis:
Se debe explicar que la higiene personal es el concepto básico del aseo, limpieza y
cuidado de nuestro cuerpo. Aunque es una parte importante de nuestra vida cotidiana
en la casa, la higiene personal no es sólo acerca de tener el pelo bien peinado y
cepillarse los dientes; es importante para la salud y la seguridad de las personas en
cualquier sitio en donde se desenvuelvan (especialmente en las instituciones donde
estudian). Las personas que prestan atención a su higiene personal pueden prevenir la
propagación de gérmenes y enfermedades como la escabiosis.
Una vez que el equipo de salud, encabezado por los TAPS esté capacitado, se deben
visitar los barrios y comunidades más afectadas, así como los centros educacionales y
laborales de la parroquia, con la finalidad de detectar en el terreno los factores
condicionantes que favorecen la infestación y el contagio por el Sarcoptes scabiae y a
través de actividades como charlas, intercambios de opiniones, distribución de volantes
y trípticos, explicar detalladamente a la población qué medidas deben ser tomadas en
cuenta, tanto individual, como familiar y colectivamente para el control y eliminación de
la escabiosis y de esta manera, dar un paso más hacia su erradicación.
23
2.4. Conclusiones parciales del Capítulo II
24
CAPÍTULO III.
Al realizar un análisis comparativo de la incidencia de escabiosis entre los tres años que
abarcó el estudio, se observó una ligera tendencia a disminuir el número de casos, como
se observa en la Tabla y Gráfico 1.
Tabla y Gráfico 1
2016 96 29.4%
140 40,0%
120 (36,7%)
35,0%
120 111 (33,9%)
100
96 (29,4%) 30,0%
25,0%
80
20,0%
60
15,0%
40
10,0%
20 5,0%
0 0,0%
2014 2015 2016
Frecuencia Porcentaje
25
Análisis e Interpretación
Algunos países como México, han reportado una tendencia similar a la disminución.
Según reportes de la división de epidemiología de la Secretaría de Salud de ese país,
en el año 2000 se notificaron 87,155 casos y para el año 2009 se registraron sólo 59,542,
con una incidencia de 55 enfermos por 100,000 habitantes (Plascencia, Proy, Eljure,
Atoche, & Calderón, 2013).
26
Al analizar registros de escabiosis por meses, se observó una mayor incidencia de casos
en los meses de enero y julio (Tabla y Gráfico 2).
Tabla y Gráfico 2
70 20,0%
60 (18,3%) 18,0%
60 55 (16,8%)
16,0%
50 14,0%
40 12,0%
10,0%
30 8,0%
20 6,0%
4,0%
10
2,0%
0 0,0%
Frecuencia Porcentaje
27
Análisis e Interpretación
28
El promedio de edad de los individuos de la serie fue de 19 años, con un 62,7%
acumulativo de los casos entre 0 y 11 años de edad (Tabla y Gráfico 3).
Tabla y Gráfico 3
Porcentaje
Grupos de edades Frecuencia Porcentaje
Acumulativo
De 0 a 5 años 102 31.2% 31.2%
De 6 a 11 años 103 31.5% 62.7%
De 12 a 20 años 21 6.4% 69.1%
De 21 a 40 años 49 15.0% 84.1%
De 41 a 65 años 25 7.6% 91.7%
> 65 años 27 8.3% 100.0%
Total 327 100.00% 100.0%
120 35,0%
(31,2%) (31,5%)
102 103
30,0%
100
25,0%
80
20,0%
60
(15,0%)
49 15,0%
40
(8,3%)10,0%
(7,6%) 27
(6,4%) 25
21
20
5,0%
0 0,0%
De 0 a 5 años De 6 a 11 años De 12 a 20 De 21 a 40 De 41 a 65 > 65 años
años años años
Frecuencia Porcentaje
29
Análisis e Interpretación
30
Respecto al sexo, en el presente estudio se observó un predominio de la enfermedad
en las mujeres, con un 60,2% (Tabla y Gráfico 4).
Tabla y Gráfico 4
130 (39,8)
197 (60,2)
Femenino Masculino
Análisis e Interpretación
31
Tal y como se esperaba, se observó mayor incidencia de escabiosis en la población
indígena de la muestra, con un 76.8%, lo cual carece de valor estadístico si tenemos en
cuenta que esta es la etnia predominante en la Parroquia Quisapincha (Tabla y Gráfico
5).
Tabla y Gráfico 5
76; 23%
251; 77%
Indígena Mestizo
32
La Parroquia Quisapincha se ha ido expandiendo con el tiempo y actualmente consta
de 12 barrios y 18 comunidades, por lo que fue objetivo de la presente investigación,
determinar cuáles fueron los más afectados, para dirigir las acciones preventivas y
educativas fundamentalmente hacia esos lugares.
Tabla 6
33
Gráfico 6
60 18,0%
16,0%
50
14,0%
40 12,0%
10,0%
30
8,0%
20 6,0%
4,0%
10
2,0%
0 0,0%
Pucará Grande
Illagua Grande
Condezán
Pucará Chico
Illagua Chico
Bahía
Calguasig Chico
La Alborada
Cashauco
El Panecillo
Quindialó - Chumalica
Cachilvana Chico
Centro
El Galpón
Quillalli
Turuloma
Cachilvana Grande
Ouganza Chico
Puganza
Mirador
San Pedro
Calvario
Santa Elena
Calguasig Grande
Illagua Chaupiloma
Nueva Tondolique
Nueva Tondolique
Santa Rosapamba
Frecuencia Porcentaje
Análisis e Interpretación
34
Al analizar el lugar donde se realizó la consulta que permitió el diagnóstico, se observó
que un 12,8% acumulativo de los casos, fueron consultados en centros educativos o en
su domicilio, lo cual hace reflexionar, que, si se logra aplicar una estrategia de visitas de
terreno domiciliar, o campañas en los centros educativos, es probable que aparezcan
nuevos casos no diagnosticados aún (Tabla y Gráfico 7).
Tabla y Gráfico 7
Porcentaje
Lugar de la consulta Frecuencia Porcentaje
Acumulativo
Centro educativo 4 1.2% 1.2%
Domicilio 38 11.6% 12.8%
Centro de salud 285 87.2% 100.0%
Total 327 100.0% 100.0%
4; 1%
38; 12%
285; 87%
35
Respecto a la forma clínica de presentación, se observó que la gran mayoría de los
casos (92,4%) se presentó con la forma clásica de la escabiosis, caracterizada por
prurito y dolor, con lesiones que abarcan desde pápulas, vesículas y nódulos hasta
costras hemáticas, escoriaciones y, en menor grado, costras melicéricas,
fundamentalmente en pliegues interdigitales, pies y cuero cabelludo, por tronco, piernas
y brazos (Tabla y Gráfico 8).
Tabla y Gráfico 8
350 100,0%
90,0%
300
80,0%
250 70,0%
200 60,0%
50,0%
150 40,0%
100 30,0%
20,0%
50
10,0%
0 0,0%
Forma clásica Forma nodular Forma costrosa
Frecuencia Porcentaje
Estos resultados, coinciden con los de varios autores nacionales y extranjeros, que
plantean que la forma clásica es la más frecuente, a pesar de los posibles subregistros
y los errores diagnósticos por confusiones con otras dermatosis. Por otra parte, la forma
costrosa, o sarna noruega, parece presentarse principalmente en zonas endémicas
(Manteroa y otros, 2013; Martínez, Di Martino, Rodríguez y Bolla, 2011 y Ortiz, Ruffini,
Gubiani, Boldrini y Pinardi, 2016).
36
Como sucede en la mayoría de los sistemas de salud que manejan la infestación por
Sarcoptes scabiei, el tratamiento médico se instaura en base a un diagnóstico clínico
epidemiológico inicial, sin que se requiera necesariamente de una confirmación
parasitológica.
Tabla y Gráfico 9
350 100,0%
311 (95,1%)
90,0%
300
80,0%
250 70,0%
60,0%
200
50,0%
150
40,0%
100 30,0%
20,0%
50
16 (4,9%) 10,0%
0 (0,0%)
0 0,0%
Clínico epidemiológico Presuntivo Confirmatorio
inicial parasitológico
Frecuencia Porcentaje
37
Análisis e Interpretación
38
CONCLUSIONES GENERALES
2. Casi dos tercios de los casos fueron niños hasta los 11 años de edad.
3. Más de la mitad de los casos fueron del sexo femenino, con predominio de la
etnia indígena.
39
RECOMENDACIONES
40
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ANEXOS