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BOLILLA 3: problemática del poder constituyente en el Estado Federal.

Punto 1:
poder constituyente: concepto. Posiciones doctrinarias.

PODER CONSTITUYENTE
Es la facultad soberana del pueblo a darse un ordenamiento político-jurídico
fundamental originario por medio de una constitución y a proceder a la
revisación de ella cuando lo crea necesario.
CARACTERES: el poder constituyente reside en el pueblo y en nuestro sistema
federal, la CN faculta a las provincias a dictar sus constituciones en los artículos
5 y 123 de la la misma.

PRESENTA LA SIGUIENTES CONDICIONES:


ORIGINARIA: porque da origen al orden jurídico superior
EXTRAORDINARIA: porque actúa cuando es necesario dictar una constitución o
reformarla y cesa cuando cumple su cometido.
SUPREMA: porque es superior a toda otra normatividad y todo el ordenamiento
jurídico le debe acatamiento.
DIRECTA: porque su ejercicio requiere la intervención directa del pueblo

Emanuel Sieyès fue uno de los primeros constitucionalistas en materializar el


concepto de Poder Constituyente y fue un redactor en el primer proceso
constitucional francés. Es quien plantea que la mayoría del pueblo francés (el tercer
estado) no tenía ningún tipo de representación y ningún poder real para gobernar o
incidir en el destino de su pueblo, no tomaba ninguna clase de decisión política.
Son numerosas las definiciones sobre el Poder Constituyente:
• Schmitt lo define como la voluntad política envestida de fuerza suficiente para
promover la decisión de conjunto sobre el modo y la forma en que habrá de
desenvolverse el devenir de su existencia política propia.
• Hauriou lo entiende como una operación fundacional la cual supone un poder
fundador y un procedimiento.
• Linares Quintana propone que es la facultad soberana del pueblo a darse un
ordenamiento jurídico-político fundamental originario por medio de una
constitución, y a revisar a esta total o parcialmente, cuando sea necesario.
• Bidart Campos indica que es la competencia, capacidad o energía para constituir
o dar construcción al estado, es decir, para organizarlo.

El poder constituyente es la potestad suprema que tiene el pueblo, por sí o por


medio de sus representantes, para establecer una constitución o para modificar una
anterior cuando sea necesario. Es un poder anterior, ya que no existe ningún poder
antes de él, no hay un reconocimiento de otro poder anteriormente, y es un poder
superior, por lo que no existe ningún otro poder por encima de él.

PODER CONSTITUYENTE ORIGINARIO


Es aquel que se ejerce para constituir originariamente, por primera vez, el país. Es
el que ejerce el pueblo para sentar las bases fundamentales de la estructura y los
límites del ejercicio del poder en el seno de la comunidad.
El poder constituyente originario es el ejercido por el pueblo cuando da origen o
nacimiento a su organización constitucional.

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PODER CONSTITUYENTE DERIVADO:
Es el que se ejerce para modificar la constitución a través del mecanismo establecido
El poder constituyente derivado es, como indica su nombre, el que deriva del
originario y podrá ser ejercido tantas veces como sea necesario en forma parcial o
total.

Clásicamente se interpretó que el único constituyente era el Poder Constituyente


Originario, ya que el Poder Constituyente Derivado no posee calidades de
constituyente, sino que sería la continuidad en el ejercicio de la soberanía popular
que actualiza el ordenamiento jurídico.

EL PODER CONSTITUYENTE EN LAS PROVINCIAS o SECUNDARIO


Es la potestad otorgada por la constitución de un país federal a cada uno de los
estados internos autónomos, para darse su propia constitución local, con sujeción
a las normas y principios que fije la constitución federal (art.5 y 123).

Titularidad.
El pueblo es el titular del poder constituyente, es decir, de la potestad de auto-regirse.
Hay coincidencia en la doctrina en atribuir al pueblo la titularidad del ejercicio del
poder constituyente. Nuestra constitución adoptó el principio según el cual el pueblo
es titular del poder constituyente, ya que en el preámbulo hace referencia a la
autoridad de la cual emana la ley fundamental: “nos los representantes del pueblo de
la Nación Argentina”.
Punto 2: poder constituyente de primer, segundo, tercero y cuarto grado.
Concepto y distinciones.
El poder constituyente de primer grado es el ejercido por el conjunto del pueblo para
organizar jurídicamente al Estado (poder constituyente originario) o para proceder a su
reforma (poder constituyente derivado). En base a su soberanía.
El poder constituyente de Segundo Grado es aquel que en el Estado de forma federal,
ejercen los estados miembros en base a su autonomía, con la finalidad de sancionar su
primera constitución local (poder constituyente originario) o para reformar la misma
(poder constituyente derivado).
El poder constituyente de tercer grado (estatuido por el art. 129) es el ejercido por los
ciudadanos de la ciudad autónoma de buenos aires cuando fueran convocados por el
Congreso Nacional para que, mediante los representantes que eligieron a ese efecto,
dictaran el Estatuto Organizativo de sus instituciones (poder constituyente originario) y
las reformas que se produjeren en el futuro (poder constituyente derivado).
El poder constituyente de cuarto grado (estatuido por el art. 123 y respectivos arts. de
las constituciones de los estados miembros que lo hubieran establecido con
anterioridad) son los denominados municipios de convención o de carta, en nuestro

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país son aquellos que en base a la autonomía señalada en la CN y establecida por las
constituciones de los estados miembros, faculta a los municipios a dictarse su primer
carta orgánica (poder constituyente originario) o que faculta a los municipios a realizar
reformas de dicha carta (poder constituyente derivado).
Punto 3: límites del poder constituyente originario.
La doctrina clásica consideró que el poder constituyente originario por ser supremo
carecía de límites. Sin embargo, a posteriori se interpretó que esa misma libertad
suprema tenía ciertos límites: la historia de un pueblo, su idiosincrasia, sus
costumbres, los valores considerados como superiores en dicha sociedad. Por lo que el
poder constituyente originario debe un sometimiento a los valores jurídicos ideales y
a los requisitos del bienestar general conforme al momento histórico
correspondiente.
También le debe respeto a los principios fundamentales del derecho natural y a la
dignidad y libertad del hombre, por la cual han luchado todas las sociedades.
El poder constituyente originario que sienta las bases del estado no tiene límites
jurídicos, puesto que no existen normas preexistentes que lo condicionen.
LIMITES DEL ORIGINARIO: se dividen en 2, primero los límites extrajurídicos primero
los ideológicos, por ejemplo la libertad y la vida ya que toda comunidad política debe
respetar al momento de ejercerlo, y segundo los jurídicos que son los que emanan de
la conformación de la sociedad a la que está destinada la constitución como son los
pactos, tratados internacionales y los provenientes del derecho estatal, como por ej.
Los estados miembros no pueden contrariar los criterios federales establecidos.
LÍMITES DEL DERIVADO O REFORMADOR: tiene límites que fija la propia constitución,
para considerar una propuesta de reforma, en cuanto a los limites extrajudicos,
reconoce los mismos que la originaria, en cuanto a los límites jurídicos, por un lado
están los procesales es decir tramites y solemnidades que deben cumplirse frente a la
reforma, el tiempo en que deberá efectuarse etc. En cuanto a los limites sustanciales
se vinculan con las clausulas o principios pétreos que contenga la constitución.
En art.30 los divide en los de procedimiento y los de contenido.
Límites del poder constituyente derivado.
Los límites de este poder provienen del constituyente anterior y de los derivados de las
cláusulas pétreas. Por lo que la gran diferencia está entre las constituciones rígidas y
las constituciones flexibles. Las primeras son la que establece un procedimiento
extraordinario para ser reformadas, por ejemplo de la Argentina, y las segundas son
aquellas que se modifican por el mismo procedimiento para la sanción de las leyes
comunes, por ejemplo la de Inglaterra.

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Límites al poder constituyente derivado en las constituciones rígidas.
Dependiendo de ciertas características presentas límites distintos:
a. El procedimiento establecido para la enmienda.
b. Conforme a la intangibilidad de ciertas normas: hay quienes creen que hay ciertos
contenidos que son intangibles, más allá de que no esté expresamente regulado (por
ejemplo Bidart Campos que nuestra constitución tenía ciertos contenidos
irreformables: la forma republicana de gobierno, la forma de estado federal y la
confesionalidad del Estado en sus relaciones con la Iglesia Católica), para Luna el
reconocimiento de cláusulas constitucionales intangibles no es pasible de quedar
sujeto a la mera interpretación del doctrinario. Hay quienes creen que las cláusulas
pétreas deben estar expresamente establecidas para generar límites, es decir, que si la
prohibición de reformar surge de una cláusula precisa de la Constitución devendría
como un límite del poder constituyente derivado.
c. La prohibición temporal para el ejercicio del poder constituyente derivado, por
ejemplo la constitución de 1853 impedía su reforma por 10 años).
Punto 4: la reforma constitucional: promoción de la misma.
El congreso debe sancionar una ley de necesidad de reforma, se debe reunir a una
convención de reforma, la cual va a dar origen a la convención constituyente, tiene un
periodo determinado previamente establecido para analizar y reformar lo acordado,
esta convención es soberana por lo tanto puede disponer de la modificación de todo
su articulado. ART.30
Las Constituciones rígidas pueden presentar una rigidez orgánica (es aquella en la cual
la reforma constitucional debe materializarse por medio de un órgano especial, en
nuestra CN el art. 30 establece la Convención Constituyente) o una rigidez formal (la
reforma se realiza por medio de órganos comunes, pero se utiliza un procedimiento
especial).
El procedimiento de reforma exige dos etapas: etapa de promoción y etapa
reformadora expresa. La etapa de promoción es aquella en que se declara la necesidad
de una reforma constitucional, en nuestro caso para el orden nacional la realiza el
Congreso de la Nación y en los Estados Miembros las legislaturas locales.
En el caso del Estado Nacional:
a. La CN establece en el art. 30 que “la necesidad de reforma debe ser declarada por el
Congreso son el voto de dos terceras partes, al menos, de sus miembros (͙)”.
Anteriormente han considerado que el constituyente de 1853 hacía referencia a los
miembros PRESENTES. Ahora bien, surgió una discusión con la reforma de 1949, y se
interpretó que dada la superior entidad de tal declaración que genera la reforma de la
CN, el constituyente de 1853 estableció como piso mínimo para tal declaración que se
debería obtener al menos las dos terceras partes de los miembros TOTALES.

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b. Otra cuestión surge en torno a si la declaración debe ser realizada en asamblea
legislativa (con ambas cámaras sesionando) o lo debe hacer cada cámara por
separado. La mayoría de la doctrina se inclina por esta última postura.
c. Otra cuestión se basa en si el acto de declaración de necesidad de reforma debe ser
realizado a través de una ley o de una declaración, hay quienes creían que debía
realizarse por declaración ya que la ley podía ser vetada por el Ejecutivo, ahora
quienes consideraban que podía ser establecido por ley proponían que sería
prácticamente imposible que el ejecutivo se opusiera a la voluntad expresa de las dos
terceras partes de los miembros presentes de ambas cámaras.
d. Otra controversia se ha dado en cuanto a si la declaración de necesidad de reforma
debe establecer taxativamente o no los artículos a reformar. La mayoría de la doctrina
considera que deben ser puntualmente señalados los arts. a reformar, dada la
trascendencia de la cuestión y la necesidad de esclarecer al electorado. Linares
Quintana dice: “la convención reformadora no ejerce el poder constituyente originario,
sino el poder constituyente derivado, por lo que su actuación está limitada por las
normas establecidas en la constitución (͙) Por consiguiente la convención no puede
considerar la reforma de otros puntos de la constitución que aquellos determinados en
la declaración del Congreso”. Hay que tener en cuenta, además, que si se llega a la
conclusión de que la reforma constitucional debe ser parcial es porque se ha llegado al
convencimiento de que determinadas cláusulas pueden ser mejoradas.
La reforma en sí.
Han surgido varias controversias en cuanto a la etapa de reforma expresa, al igual que
en la etapa anterior:
a. La primera cuestión gira en torno a quién realiza la reforma, nuestro art. 30
claramente dice: “no se efectuará sino por una Convención convocada al efecto”, esto
en cuanto al orden nacional. Empero, algunas constituciones estaduales establecen
otras formas, por ejemplo: BA establece dos medios para producir la reforma: la
clásica convención constituyente y una reforma propuesta por la legislatura ad
referéndum del pueblo que votará por sí o por no.
b. Otra cuestión que se ha planteado es si la convención reformadora debe
necesariamente o no modificar todos los artículos enunciados en la declaración de
necesidad de reforma, la mayoría de la doctrina entiende que NO debe agotar todos
los artículos, sí puede hacerlo, pero nunca deberá excederse de los establecidos.
c. También se ha planteado si el plazo fijado a la convención debe ser tenido como
fatal y si el exceso en dicho plazo importa la caducidad de la misma. Anteriormente se
realizaron convenciones sin un plazo fijado, y otras se han realizado con un plazo
determinado el cual fue cumplido, hoy en día se establece un plazo idóneo para la
reforma y un plazo supletorio en caso de ser necesario utilizado.

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d. Por último, ¿la convención posee facultades financieras de carácter implícito? Si, ya
que si el órgano preconstituyente no establece explícitamente dichos recursos, los
posee la convención para poder materializar su trascendente función.
Inconstitucionalidad de una Reforma Constitucional.
En cuanto a esto existen dos tesis: una amplia a la cual adhieren Linares Quintana y
Bidart Campos, quienes proponen que se puede dar una inconstitucionalidad en 3
casos: cuando la reforma haya sido sancionada en violación de aspectos formales
establecidos en la Constitución, cuando el contenido de la reforma esté expresamente
prohibido por la Constitución y si la entidad de la reforma va contra principios basales
que devienen como inalterables (las denominadas cláusulas pétreas); una restringida a
la cual adhiere Cueto Rúa quien propone que solo cabe establecer la
inconstitucionalidad en dos supuestos: si en la sanción de la reforma se hubiere dejado
de lado el procedimiento fijado por la Constitución o cuando el contenido de la
reforma sea violatorio de una prohibición expresa de dicha Constitución.
Jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia argentina.
¿Es admisible que uno de los poderes constituidos (en este caso, el poder judicial)
declare inconstitucional una reforma de la Constitución?
Si lo que se discute es la constitucionalidad de los contenidos materiales de la reforma,
la revisión judicial aparece como poco factible, salvo que sean alterados los principios
sustanciales. En cambio, cuando se pretende revisar las cuestiones formales, que
tienen que ver con el procedimiento empleado en la reforma constitucional, la
doctrina se muestra más permeable a aceptar la posibilidad de revisión judicial.
La CSJN se expidió en el caso “Guerrero, Juana Ana Soria c. Bodegas y Viñedos Pulenta
y Hermanos” en el cual surgió el planteo de inconstitucionalidad formal del art. 14 bis,
incorporado por la reforma de 1957. Se planteaba que era inconstitucional porque la
convención constituyente luego de la sanción propiamente dicha quedó sin quórum y
definitivamente disuelta, por lo que no llegó a concretarse la sesión aprobatoria;
además quien decreta la ley de necesidad de reforma fue un gobierno de facto, por lo
que había vicios en el procedimiento. La CSJN consideró a la cuestión no judiciable, por
ser una cuestión política. (Boffi Boggero, voto en disidencia: entendía el caso como
justiciable y que por lo tanto la Corte debía expedirse sobre el mismo).
Ahora bien, se genera la posibilidad de que se revea la doctrina de la no judiciabilidad
absoluta de las cuestiones referentes a la reforma constitucional en el caso “Fayt”. En
dicho caso se plantea la invalidez de una de las cláusulas introducidas en la reforma del
94 (art. 99 inc. 4 que establecía que los jueces al cumplir 75 años debían jubilarse en
forma automática). Según Fayt dicho art. violaba una garantía del PJ: inamovilidad del
cargo siempre que dure su buena conducta. La CSJN establecióque es una cuestión
judiciable, reconoció la legitimidad de Fayt y declaró la invalidez de la cláusula
introducida por la reforma del 94 por ser inconstitucional. De tal modo la CSJN ha
aceptado la posibilidad de controlar la constitucionalidad de la reforma constitucional

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en sus aspectos formales. Según Quiroga Lavié la Corte Suprema no ha producido
doctrina coherente en esta materia.
Jurisprudencia en el Derecho Público Provincial argentino.
En 1904 la Suprema Corte bonaerense se expidió en el caso de los Dres. García y
Sánchez Viamonte con referencia a la petición de declarar la inconstitucionalidad de
una segunda convocatorio a elecciones de convencionales constituyentes, emanada de
la Legislatura provincial, luego que anulara una primera elección. Pese a la famosa
“cuestión política no judiciable”, la Suprema Corte bonaerense entendió que era
materia justiciable, por cuanto afectaba cuestiones propias de la constitución.
En 1989 la Suprema Corte de Justicia de Mendoza se expidió en el caso “Unión del
Centro Democrático y otro c. Gobierno de la Pcia. De Mendoza”, en el cual se
planteaba que en las elecciones cumplidas en esta provincia no se dieron las mayorías
de votos necesario para considerar que el electorado se había pronunciado a favor de
la convocatoria de la Convención Constituyente (tal como lo exige el art. 221 de su
constitución), y en consecuencia el decreto del PE local que convocaba a elecciones de
convencionales resultaba inconstitucional. La Corte declaró judiciable la cuestión y se
pronunció por la inconstitucionalidad del referido decreto.

BOLILLA 4: garantía federal e intervención federal.


Punto 1: garantía federal: concepto.
La garantía federal junto a la intervención federal son dos instituciones que se
encuentran ligadas. Tal así, que la intervención federal deviene como consecuencia
lógica del no respeto a las obligaciones surgidas en la garantía federal (art. 5 de la CN).
La garantía federal es una garantía pública o institucional, que se diferencia en tal
sentido, de las garantías individuales o personales. El gobierno federal debe ejercerla
tanto por omisión, no entorpeciendo la autonomía, como por acciona ya que deberá
adoptar las medidas necesarias para preservarla o reestablecerla: advertencias a sus
autoridades, requerimientos a sus gobernadores para que actúen como agentes del
gobierno federal (art. 128), prestarles auxilio económico (art. 75 inc. 9), intervenir sus
institucionales (art. 6), etc.
La garantía federales la seguridad de protección que un órgano de gobierno federado
debe otorgar a las entidades federativas -Estados, Provincias, Autonomías regionales-,
para asegurar en éstas la forma republicana de gobierno, entre tantas otras
finalidades.
Derecho comparado.
Estados Unidos en la Constitución de 1787 establecía en el art. 4: “Los Estados Unidos
garantizan a cada Estado en esta unión una forma republicana de gobierno, y
protegerán a cada uno de ellos contra la invasión (͙)”. Actualmente la Constitución

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estadounidense se refiere a la garantía para casos de protección de la forma
republicana de gobierno y ante situaciones de desorden interno en alguno de sus
Estados.
La confederación helvética establecía en el art. 5 de su constitución: “La
confederación garantiza a los cantones su territorio, su soberanía dentro de los límites
establecidos por el art. 3, sus constituciones, la libertad y los derechos del pueblo, los
derechos constitucionales de los ciudadanos, así como los derechos y atribuciones que
el pueblo ha conferido a las autoridades”.
Estados Unidos Mexicanos en su constitución señalan la obligación de los poderes del
Estado Federal Central a brindar su protección a los Estados Miembros ante los
supuestos de invasión o violencia exterior y en casos de disturbios internos.
La constitución federal. Estudio del artículo 5.
La constitución de 1853 establecía “cada provincia confederada dictara para sí una
constitución bajo el sistema representativo republicano, de acuerdo con los principios,
declaración y garantías de la Constitución Nacional; que asegure su administración de
justicia, su régimen municipal y la educación primaria gratuita; las constituciones
provinciales serán revisadas por el Congreso antes de su promulgación. Bajo estas
condiciones el Gobierno Federal garante a cada provincia el goce y el ejercicio de sus
instituciones”.
En la Convención de 1860 se suprimió el requisito de la previa revisión de las
constituciones provinciales por el Congreso y la condición de la gratuidad de la
educación primaria.
Con la reforma de 1994 el art. 5 quedó redactado de la siguiente manera: “Cada
provincia dictará para sí una Constitución bajo el sistema representativo republicano,
de acuerdo con los principios, declaraciones y garantías de la Constitución Nacional; y
que asegure su administración de justicia, su régimen municipal, y la educación
primaria. Bajo de estas condiciones el Gobierno federal, garante a cada provincia el
goce y ejercicio de sus instituciones.”
 El art. 5 exige como primera condición que las provincias respeten el sistema
representativo republicano. Cabe aclarar que el sistema republicano establece la
división de poderes, pero en un sistema federal como el nuestro esos poderes pueden
organizarse de diversas maneras. Los poderes ejecutivos se han conformado de forma
unipersonal, pero nada impediría que fuera colegiado; con respecto a los poderes
legislativos las provincias han seguido el sistema clásico de bicameralidad o el sistema
que tiene a estructurar un sistema de legislatura unicameral; en cuanto a los poderes
judiciales se da un sistema clásico de doble instancia y un sistema de única instancia (el
de la pcia. de BA es un sistema mixto que prevé casos de doble y otros de única
instancia).
 Deben establecer el sistema representativo republicano “de acuerdo” con los
principios, declaraciones y garantías de la Constitución Nacional, esto es una obligación

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impuesta a los Estados Miembros de respetar dichos principios. Ahora bien, no deben
repetirse textualmente, sino que pueden ser mejorados y corregidos dentro de su
natural alcance.
 Todas las constituciones provinciales han cumplido con el mandato imperativo del
art. 5 de “asegurar la administración de justicia”, creando los tribunales necesarios al
efecto y determinando sus atribuciones respectivas. Por lo que podemos considerar
cumplido el requisito del preámbulo de la constitución nacional destinado a “afianzar
la justicia”.
 Además deben asegurar su régimen municipal, ahora bien, este imperativo incurre
en algunas vaguedades: ¿qué entendemos por régimen? Con la reforma del 94 (como
no se podía modificar la parte dogmática) se establece el art. 123, el cual reforma
subrogatoria u oblicuamente el art. 5, por lo que se debe interpretar a régimen
municipal como gobierno municipal. El art. 123 establece: “Cada provincia dicta su
propia constitución, conforme a lo dispuesto por el Artículo 5° asegurando la
autonomía municipal y reglando su alcance y contenido en el orden institucional,
político, administrativo, económico y financiero”.
 Por último, la constitución nacional impone a las constituciones provinciales
“asegurar la educación primaria”, se suprime el requisito de la gratuidad ya que la
educación común está basada en la obligación que recae sobre la propiedad de
soportar las cargas del Estado, y que por tanto había de imponerse contribuciones
para su sostén.
Punto 2: Intervención federal: concepto.
La intervención federal es uno de los institutos extraordinarios del Derecho
Constitucional, según el cual el Estado Federal, en casos de suma gravedad, asume la
autonomía de las provincias con el fin de asegurar el cumplimiento de los fines
estatuidos por la Constitución Nacional. Es decir, en situaciones especiales o de
conflicto interno, el Estado Federal va a poder adentrarse en el territorio de las
provincias e intervenir para garantizar el federalismo.
Art. 6 CN: “El Gobierno federal interviene en el territorio de las provincias para
garantir la forma republicana de gobierno, o repeler invasiones exteriores, y a
requisición de sus autoridades constituidas para sostenerlas o restablecerlas, si
hubiesen sido depuestas por la sedición, o por invasión de otra provincia.”
Derecho comparado.
Estados Unidos: la constitución otorga la facultad al Congreso Federal para ejecutar las
leyes del Estado Federal, reprimir insurrecciones y repeler invasiones.
Confederación Helvética: la constitución autoriza al poder legislativo a realizar a través
de la asamblea federal la mentada intervención.
Estados Unidos Mexicanos: se establece la facultad del senado federal de designar un
gobernador provisorio en el caos de inexistencia de los poderes constitucionales de
alguno de sus estados.

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El tema en el derecho argentino.
1. Antecedentes.
a. El Pacto Federal de 1831: en su art. 13 se establecía lo siguiente “si llegase el caso
de ser atacada la libertad e independencia de alguna de las tres provincias litorales
(corriente no había adherido al pacto para el 4/1/1832, por alguna otra de las que no
entran al presente o por cualquier otro poder extraño, la auxiliaran las otras dos
provincias litorales con cuántos recursos y elementos están en la esfera de su poder ͙”
b. El Acuerdo de San Nicolás de los Arroyos de 1852: establecía en su art. 14 “si la
paz interior de la República fuese perturbada por hostilidades abiertas entre una y otra

provincia o por sublevaciones armadas dentro de la misma provincia, queda


autorizado el encargado de las relaciones exteriores para emplear todas las medidas
que su prudencia le sugiera, para reestablecer la paz, sosteniendo a las autoridades ͙”
c. Proyecto de Juan Bautista Alberdi de 1852: el poder de la intervención federal era
notoriamente amplia según dicho proyecto. El art. 5 de ese proyecto autorizaba al
gobierno de la nación para intervenir sin requisición, en el territorio de las provincias,
al solo efecto de reestablecer el orden público perturbado por la sedición
(levantamiento de un grupo de personas contra un gobierno con el fin de
derrocarlo).

2. La Constitución federal: análisis del art. 6.


a. La constitución nacional de 1853: siguen en general el proyecto alberdiano, y en
aras de la unidad nacional, brindan una amplitud que menoscaba la autonomía de las
provincias. El artículo referido a la intervención federal establecía “el gobierno federal
interviene a requisición de las Legislaturas o gobernadores provinciales, o sin ella, en el

territorio de cualquiera de las provincias, al solo efecto de reestablecer el orden


público perturbado por la sedición, o de atender a la seguridad nacional amenazada
por un ataque o peligro exterior”.
b. La constitución nacional de 1860: la convención constituyente ad hoc realizada por
BA le realizó varios cuestionamientos al art. 6 del texto de 1853, ya que consideraban
que dicho art. daba una amplia discrecionalidad para que el poder central interviniera
arbitrariamente a las provincias. Cuando lo reforma, se ha limitado a distinguir
genéricamente en qué casos se debe ejercer el derecho de intervención y en cuales
está obligado el gobierno federal a intervenir a requisición de la provincia.
El actual art. 6 establece: “El Gobierno federal interviene en el territorio de las
provincias para garantir la forma republicana de gobierno, o repeler invasiones
exteriores, y a requisición de sus autoridades constituidas para sostenerlas o

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restablecerlas, si hubiesen sido depuestas por la sedición, o por invasión de otra
provincia.”

3. Clasificación de los distintos tipos de intervención federal consagrados en la


Constitución.

De la lectura del art. 6 podemos encontrar dos tipos de intervención federal:


1) por propia decisión del Estado Federal Central, ya sea para garantizar la forma
republicana de gobierno (la cual aparece como amplia, empero se viola la forma
republicana cuando se afecta al libertad e igualdad de los habitantes, cuando no se
respeta la división de poderes, cuando no se mantiene el sistema representativo, etc.),
o ya sea para repeler invasiones exteriores, la misma es protectora del territorio
nacional;
2) por decisión del Estado Federal Central, a requisitoria de las autoridades
provinciales, ya sea ante sedición para que las autoridades locales sean sostenidas o
reestablecidas, ya sea ante invasión de otra provincias para que las autoridades locales
sean sostenidas o reestablecidas.
Punto 3: Etapa declarativa.
Anteriormente a la reforma del 94, la mayoría de la doctrina nacional reconocía el
derecho a decretar la intervención federal al Congreso.
Con la reforma de 1994 se incorporan los siguientes artículos: el art. 75 inc. 31
establece: “Corresponde al Congreso: disponer la intervención federal a una provincia
o a la ciudad de Buenos Aires”. Por otro lado, el art. 99 inc. 20 establece: “El
Presidente de la Nación tiene las siguientes atribuciones: decreta la intervención
federal a una provincia o a la ciudad de Buenos Aires en caso de receso del Congreso, y
debe convocarlo simultáneamente para su tratamiento”.
Todas estas cuestiones se han puesto de manifiesto por la falta de una ley orgánica de
las intervenciones federales.
La etapa declarativa se inicia con el proyecto de ley (emanado por el Poder ejecutivo) y
finaliza con la sanción de la misma por ambas cámaras del Congreso.
La intervención federal puede tener diversos alcances, generalmente abarca a los 3
poderes de la provincia (intervención amplia), pero puede ser a uno a dos de ellos
(intervención restringida). Si la intervención federal abarca a los 3 poderes, se nombra
un interventor federal, el cual se hace cargo del PE provincial, se disuelve el PL local y
al PJ local se lo declara en comisión, lo cual significa suspender la inamovilidad de los
magistrados.
Etapa ejecutiva.

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Una vez promulgada la ley de intervención federal por el Poder Ejecutivo, dicho poder
realizará la designación del Interventor Federal. Las facultades propias del interventor
surgen de la misma ley y de las instrucciones que le imparta al presidente de la nación.
El interventor es un funcionario federal y como tal se halla sujeto al cumplimiento de la
Constitución Nacional, la ley que haya establecido la intervención federal y las
instrucciones del presidente.
El interventor debe actuar con la finalidad de subsanar la problemática que motivó la
intervención. Su accionar debe estar expresamente restringido al motivo que lo llevó a
tales funciones, nunca debería actuar como un gobernador.
La ley de intervención debe establecer concretamente el plazo de intervención, más
aún no existiendo en nuestro caso una ley orgánica al respecto.

Punto 4: teoría y práctica de la intervención federal en Argentina.


En la práctica la intervención federal ha sido usada reiteradamente para voltear
aquellos gobiernos de provincia de distinto enfoque político, o enfrentados con el
Ejecutivo Nacional de turno. En un siglo y medio de vida institucional, bajo la vigencia
de la Constitución Nacional, el gobierno federal utilizó el recurso de la intervención
federal en 174 oportunidades (casi por un año).
Podemos decir entonces, desde que fue instituida en la CN de 1853 significó un claro
avance sobre la autonomía de las 14 provincias históricas y un concreto elemento
distorsionante de los equilibrios que deben sustentar a un sistema federal.
La CN de 1860 si bien mejoró notoriamente el sistema del 53, también incurrió en una
mala técnica, no definió cuestiones fundamentales.
La posterior y constante ausencia de una Ley Orgánica de Intervenciones Federales, no
mejoró ni complementó con la debida reglamentación.
Como fue usada con fines de “bajas” políticas, las provincias en el transcurso de la
historia trataron de establecer límites a la intervención federal y diversos tipos de
frenos a la misma, lo cual generó desnaturalizar la facultad más importante delegada al
Gobierno Federal.
Doctrina de la Corte Suprema de Justicia Federal.
La CSJN ha considerado, desde su primer fallo al respecto, que la declaración de
intervención federal de una provincia “es un acto político no judiciable”. Su primer
fallo en este sentido se dio en el caso “Cullen, Joaquín c. Llerena, Baldomero” (1893).
Por otra parte, la doctrina de la Corte ha entendido que el Interventor Federal no
representa a la provincia, en tal sentido ha dicho: “el interventor es solo un
representante directo del Presidente de la República, que obra en una función
nacional, en representación de él, al efecto de cumplir una ley del Congreso, y
sujetándose de las instrucciones que de aquel reciba”.

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Punto 5: las constituciones estaduales argentinas y sus referencias al instituto y la
práctica de la intervención federal.
No corresponde que las provincias se expidan sobre tal cuestión, ya que se trata de
una atribución expresamente delegada por las provincias al Estado Federal (por el art.
6 de la CN).
Empero, algunas de las legislaciones locales han legislado sobre esto:
 Tanto la constitución de La Rioja de 1986, como la constitución de Río Negro de
1988, señalan “en caso de intervención federal, los actos que sus representantes
ejecuten en el desempeño de sus funciones será exclusivamente administrativos, con
excepción de los que deriven del estado de necesidad. Serán válidos en la provincia
solo si hubieren sido realizados de acuerdo con esta constitución y las leyes
provinciales. La nulidad emergente puede ser declarada a instancia de parte ͙”
 La constitución de San Juan de 1986 y La constitución de Jujuy de 1986 establecen
“las intervenciones que ordene el gobierno de la nación, deben circunscribir sus actos
de gobierno a los determinados en la ley que la disponga y a los derechos,
declaraciones, libertades y garantías expresadas en esta constitución. Los
nombramientos o designaciones realizados tienen el carácter de transitorios.”

BOLILLA 5: Distribución de competencias y facultades en el Estado Federal Argentino.


1: Autonomía Estadual: concepto.
La autonomía estadual es la facultad que le permite a los Estados Miembros darse sus
propias constituciones, sus propias leyes y sus correspondientes autoridades, pero que
no siendo soberanas reconocen en una escala jurídica lógica la grada superior del
Estado Federal Central.
La CN establece en su art. 122: “Se dan sus propias instituciones locales y se rigen por
ellas. Eligen sus gobernadores, sus legisladores y demás funcionarios de provincia, sin
intervención del Gobierno federal” (título segundo: gobiernos de provincia).
Estados o Provincias.
La provincia nace en el Derecho Romano, como mera división administrativa de ese
vasto imperio. En el transcurrir de la historia fue adoptada por el imperio español y
luego pasó a nuestro sistema político-institucional.
La provincia es una institución que, observada desde el punto de vista histórico, tiene
una característica de simple división administrativa.
En nuestro país poco a poco se fueron dando las denominaciones oficiales de todos
nuestros Estados Miembros (esta definición expresa con mayor propiedad el carácter

13
de Estado Autónomo propio de un Estado Federal), desde la provincia de Santa Fe la
cual fue la primera en organizarse jurídicamente (1819), hasta la última que se creó, la
provincia de Tierra del Fuego (1990), todas y cada una de ellas reciben la
denominación oficial de provincias.
Breve historia de la formación de los Estados Miembros del Estado Federal
Argentino.
La primera provincia en organizarse como tal es Santa Fe, a través la sanción del
Estatuto Provisorio de Santa Fe de 1819 la misma se da su propio ordenamiento
jurídico.
A partir de 1820 y a lo largo de los siguientes años, se produce la formación de las
demás provincias argentinas, con el rechazo de la Constitución de 1819, la caída del
Directorio y la disolución del Congreso de Tucumán. Así van formándose las provincias
que aparecen algunas como autónomas y otras como soberanas, conforme a la
inexistencia de una Constitución Nacional abarcativa de las mismas que ordenara y
estructuraran.
Es así que luego de la Batalla de Cepeda (1820) Buenos Aires es obligada a organizarse
como una provincia más. Luego se darán su propia estructura: Tucumán en 1820,
Córdoba en 1821, Corrientes a fines del mismo año, Entre Ríos en 1822, Catamarca en
1823, San Juan en 1825. Así sucesivamente las 14 históricas provincias argentinas se
darán su propia organización jurídica entre 1819 y 1835 (cuando Jujuy se da su primer
Estatuto).
Por lo tanto, constituyen personas jurídicas de existencia necesaria en el ámbito del
Derecho Público.
Punto 2: problemática general de la región. El tema en nuestro país. El artículo 124
de la Constitución de 1994.
La región es el territorio que dentro de un Estado posee fisonomía peculiar por su
lengua o dialecto, antecedentes históricos, topografía, clima, producción y otras
singularidades de importancia. Tanto en estados unitarios como federales se han
creado instituciones regionales para establecer puntos intermedios de
descentralización.
Por ejemplo en España, conforme a la constitución de 1931, se establecen las regiones,
las cuales se regían según su Estatuto Regional, por lo que se les reconocía autonomía
legislativa. También existen regiones, con diversos caracteres y amplitud, en otros
estados de origen unitario, como Italia y Chile.
En nuestro país, históricamente por las características regionales, se han dado
“naturalmente” diversas regiones, como la de Cuyo o del Litoral. Pero tales
características propias carecían de sustento legal. Recién con la reforma de 1994 se
establece el nuevo artículo 124 el cual señala: “Las provincias podrán crear regiones
para el desarrollo económico y social y establecer órganos con facultades para el

14
cumplimiento de sus fines y podrán también celebrar convenios internacionales en
tanto no sean incompatibles con la política exterior de la Nación y no afecten las
facultades delegadas al Gobierno federal o el crédito público de la Nación; con
conocimiento del Congreso Nacional. La ciudad de Buenos Aires tendrá el régimen que
se establezca a tal efecto”.
Este artículo brinda a las Estados Miembros la posibilidad de unirse, dos o más de ellos,
para mejorar y fortalecer su desarrollo económico y social. También para establecer
órganos con facultades para el cumplimiento de sus fines, lo cual le permite mejorar
los servicios y ordenar sus gastos presupuestarios. Por otra parte la unidad regional
importa un mayor crédito para acelerar convenios internacionales, siempre que los
mismos no afecten las facultades delegadas al Gobierno Federal.
El 15 de agosto de 1998 se constituyó la Región Centro, mediante el tratado
interprovincial regional al que suscribieron los gobernadores de Córdoba y Santa Fe, al
que se sumó posteriormente la provincia de Entre Ríos en 1999. Lamentablemente con
el transcurso de los años no se han llegado a implementar los trascendentes aspectos
institucionales, políticos, económicos y estratégicos que se intentaban llevar adelante
mediante aquel Tratado.
Punto 3: clasificación de las facultades.
a. Facultades delegadas: son las otorgadas por los Estados Miembros al Estado
Federal Central. Se subdividen en (1) facultades delegadas expresamente y (2)
facultades delegadas implícitamente. No están indicadas específicamente en la
Constitución Nacional. Hay quienes creen que son delegadas por la Constitución, otros
sostienen que la delegación es realizada por los Estados Miembros. La postura más
acertada, que sostienen tanto Bidart Campos como Linares Quintana es que se trata de
facultades delegadas por las provincias en los términos especificados de las
Constitución Nacional.
1) Facultades delegadas expresamente:
a. Intervención Federal (art. 6)
e. Legislación sobre aduanas: el art. 9 establece: “En todo el territorio de la Nación no
habrá más aduanas que las nacionales, en las cuales regirán las tarifas que sancione el
Congreso”.
c. Comercio interestadual: al mismo se refieren los arts. 10, 11 y 12. El art. 10: “En el
interior de la República es libre de derechos la circulación de los efectos de producción
o fabricación nacional, así como la de los géneros y mercancías de todas clases,
despachadas en las aduanas exteriores” (establece la libertad de circulación económica

y por lo tanto la libertad de comercio), el art. 11: “Los artículos de producción o


fabricación nacional o extranjera, así como los ganados de toda especie, que pasen por

territorio de una provincia a otra, serán libres de los derechos llamados de tránsito,

15
siéndolo también los carruajes, buques o bestias en que se transporten; y ningún otro
derecho podrá imponérseles en adelante, cualquiera que sea su denominación, por el
hecho de transitar el territorio”, el art. 12: “Los buques destinados de una provincia a
otra, no serán obligados a entrar, anclar y pagar derechos por causa de tránsito, sin
que en ningún caso puedan concederse preferencias a un puerto respecto de otro, por
medio de leyes o reglamentos de comercio”.
d. Declaración del Estado de Sitio: el art. 23 establece al respecto: “En caso de
conmoción interior o de ataque exterior que pongan en peligro el ejercicio de esta
Constitución y de las autoridades creadas por ella, se declarará en estado de sitio la
provincia o territorio en donde exista la perturbación del orden, quedando suspensas
allí las garantías constitucionales. Pero durante esta suspensión no podrá el presidente
de la República condenar por sí ni aplicar penas. Su poder se limitará en tal caso
respecto de las personas, a arrestarlas o trasladarlas de un punto a otro de la Nación, si
ellas no prefiriesen salir fuera del territorio argentino”, históricamente surgió la
controversia con respecto a si los Estados Miembros podían declarar el estado de sitio
en su territorio, al respecto surgieron dos posturas: hay quienes se expiden por la
positiva como Sarmiento o Alberdi, y quienes niegan esta facultad a las provincias
como Rawson o González Calderón.
e. Manejo de las relaciones exteriores: dice el art. 27: “El Gobierno federal está
obligado a afianzar sus relaciones de paz y comercio con las potencias extranjeras por
medio de tratados que estén en conformidad con los principios de derecho público
establecidos en esta Constitución”.
f. Aumento de la cantidad de legisladores: el art. 47, el cual complementa el art. 46,
establece: “Para la segunda Legislatura deberá realizarse el censo general, y arreglarse
a él el número de diputados; pero este censo sólo podrá renovarse cada diez años”.
g. Dictado de leyes electorales: el art. 49 establece: “Por esta vez las Legislaturas de
las provincias reglarán los medios de hacer efectiva la elección directa de los diputados
de la Nación: para lo sucesivo el Congreso expedirá una ley general”, cabe aclarar que
existen leyes electorales nacional como estaduales.
h. Manejo del crédito del Estado Federal: el art. 75 inc. 4 establece: “Corresponde al
Congreso: 4. Contraer empréstitos sobre el crédito de la Nación”, y el inc. 7 señala: “7.
Arreglar el pago de la deuda interior y exterior de la Nación”.
i. Legislación sobre tierras públicas: el art. 75 inc. 5 establece: “Corresponde al
Congreso: 5. Disponer del uso y de la enajenación de las tierras de propiedad
nacional”.
j. Emisión de moneda: el art. 75 inc. 6 establece: “Corresponde al Congreso: 6.
Establecer y reglamentar un banco federal con facultad de emitir moneda, así como
otros bancos nacionales”.
k. Fijación anual del presupuesto: el art. 75 inc. 8 señala: “Corresponde al Congreso: 8.

16
Fijar anualmente, conforme a las pautas establecidas en el tercer párrafo del inc. 2 de
este artículo, el presupuesto general de gastos y cálculo de recursos de la
administración
nacional, en base al programa general de gobierno y al plan de inversiones públicas y
aprobar o desechar la cuenta de inversión”, y por otro lado el art. 99 inc. 10.
l. Concepción de subsidios a las provincias: art. 75 inc. 9
m. Reglamentación de la libre navegación de los ríos interiores: art. 75 inc. 10
n. Mandar sellar moneda, fijarle valores y adoptar un sistema uniforme de pesas y
medidas: art. 75 inc. 11
o. Dictado de los Códigos de Fondo: art. 75 inc. 12
p. Reglado del comercio: art. 75 inc. 13
q. Régimen de correos: art. 75 inc. 14
r. Fijar los límites de la Nación y de las provincias, régimen de los territorios
nacionales: art. 75 inc. 15
s. Atender la seguridad de las fronteras: art. 75 inc. 16
t. Reconocer la preexistencia étnica y cultural de los pueblos aborígenes
argentinos: art. 75 inc. 17
u. Creación de los tribunales y fuero federal: art. 75 inc. 20
v. Facultad de crear y suprimir empleos: art. 75 inc. 20 y 99 inc. 7
w. Decretar honore y otorgar amnistías generales: art. 75 inc. 20
x. Derecho de patronato: art. 75 inc. 22

2) Facultades delegadas implícitamente: se encuentran establecidas en el art. 75 inc.


32: “Corresponde al Congreso: 32. Hacer todas las leyes y reglamentos que sean
convenientes para poner en ejercicio los poderes antecedentes, y todos los otros
concedidos por la presente Constitución al Gobierno de la Nación Argentina”. Este
texto es genérico, sería imposible dar una enumeración completa de todas las
facultades necesarias para poner en ejercicio los poderes y facultades concedidas al
Estado Federal. Esto ha redundado en un avance del presidencialismo sobre las
autonomías estaduales que deviene de un centralismo desnaturalizante del art. 1 de la
CN.
b. Facultades reservadas: son aquellas facultades que los Estados Miembros se han
guardado al integrar el Estado Federal. El art. 121 establece: “Las provincias conservan
todo el poder no delegado por esta Constitución al Gobierno federal, y el que
expresamente se hayan reservado por pactos especiales al tiempo de su
incorporación”. La última parte fue establecida a causa de la incorporación del Estado

17
de Buenos Aires, por el Pacto de San José de Flores a la Confederación, este mismo en
su art. 7 establecía: “Todas las propiedades de la provincia que
le dan sus leyes particulares como sus establecimientos públicos de cualquier clase y
género que sean, seguirán correspondiendo a la provincia de Buenos Aires y serán
gobernados y legislados por la autoridad de la provincia”. Por lo tanto el Crédito
Hipotecario del Banco de la Provincia de Buenos Aires mantiene sus propias políticas
crediticias, sin considerarse bajo la dependencia del Estado Federal.
Conforme al art. 122 de la Constitución Nacional: “Se dan sus propias instituciones
locales y se rigen por ellas. Eligen sus gobernadores, sus legisladores y demás
funcionarios de provincia, sin intervención del Gobierno federal”. Es decir que
respetando el sistema republicano de división de funciones, pueden organizar sus
poderes conforme a criterio (PE: colegiado, unipersonal; PL: unicameral, bicameral; PJ:
de única instancia, de doble instancia, mixto).
Aparece como la facultad reservada más importante la establecida en el art. 123:
“Cada provincia dicta su propia constitución, conforme a lo dispuesto por el Artículo 5°
asegurando la autonomía municipal y reglando su alcance y contenido en el orden
institucional, político, administrativo, económico y financiero”. El juego entre los arts.
1, 5 y 123, consagra el llamado poder constituyente de segundo grado, dada la
autonomía propia de los Estados Miembros.
En cuanto a las declaraciones, derechos y garantías establecidos expresamente en la
CN, los Estados Miembros pueden mejorar y ampliar dichos contenidos en la medida
en que no los violenten o tergiversen. Por ejemplo, antes de la reforma del 94, muchas
provincias ya habían incorporado en sus legislaciones la “acción de amparo”, varias ya
habían establecido la “autonomía municipal”.
Otras facultades reservadas son: derecho a requerir la intervención federal en
determinados casos (art. 6), derecho a que sus actos públicos y procedimientos
judiciales gocen de plena fe en los restantes estados miembros (art. 7), derecho a que
sus ciudadanos gocen en las otras provincias de todos los derechos, privilegios e
inmunidades propios de la citada condición (art. 8), derecho a aprobar o rechazar
cualquier modificación geográfica de su territorio (art. 13), derecho a la
reglamentación de la libertad de imprenta (art. 32), derecho a recibir subsidios del
Estado Federal Central (art. 75 inc. 9).
c. Facultades de acción concurrente: son aquellas que corresponden conjuntamente
al Estado Federal Central y a los Estados Miembros, es decir, se trata de las facultades
sobre cuyo ejercicio convergen el Estado Federal y los Estados Miembros que lo
constituyen. A saber: (1) la enseñanza secundaria y universitaria: distintas provincias
prevén la posibilidad de la existencia de universidades provinciales (BA, Mendoza,
Neuquén, entre otras), el dictado de tratados parciales y cláusulas de progreso, esto
está establecido en el art. 125: “Las provincias pueden celebrar tratados parciales para
fines de administración de justicia, de intereses económicos y trabajos de utilidad
común, con conocimiento del Congreso Federal; y promover su industria, la

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inmigración, la construcción de ferrocarriles y canales navegables, la colonización de
tierras de propiedad provincial, la introducción y establecimiento de nuevas industrias,
la importación de capitales extranjeros y la exploración de sus ríos, por leyes
protectoras de estos fines, y con sus recursos propios.
Las provincias y la ciudad de Buenos Aires pueden conservar organismos de seguridad
social para los empleados públicos y los profesionales; y promover el progreso
económico, el desarrollo humano, la generación de empleo, la educación, la ciencia, el
conocimiento y la cultura.”

1. Facultades vedadas: (tipologías)


1. Facultades vedadas al Estado Federal Central: al mismo le está prohibido afectar
cualquiera de las facultades reservadas por los Estados Miembros,
2. Facultades vedadas a los Estados Miembros: le está vedado afectar las
facultades delegadas al Estado Federal, el art. 126 se expide sobre esto y claramente
establece: “Las provincias no ejercen el poder delegado a la Nación. No pueden
celebrar tratados parciales de carácter político; ni expedir leyes sobre comercio, o
navegación interior o exterior; ni establecer aduanas provinciales; ni acuñar moneda;
ni establecer bancos con facultad de emitir billetes, sin autorización del Congreso
Federal; ni dictar los Códigos Civil, Comercial, Penal y de Minería, después que el
Congreso los haya sancionado; ni dictar especialmente leyes sobre ciudadanía y
naturalización, bancarrotas, falsificación de moneda o documentos del Estado; ni
establecer derechos de tonelaje; ni armar buques de guerra o levantar ejércitos, salvo
el caso de invasión exterior o de un peligro tan inminente que no admita dilación
dando luego cuenta al Gobierno federal; ni nombrar o recibir agentes extranjeros.”,
3. Facultades vedadas al Estado Federal y a los Estados Miembros: son todos los
disvalores violatorios del art. 1 de la CN y que particularmente recepta el art. 29: “El
Congreso no puede conceder al Ejecutivo nacional, ni las Legislaturas provinciales a los
gobernadores de provincia, facultades extraordinarias, ni la suma del poder público, ni
otorgarles sumisiones o supremacías por las que la vida, el honor o las fortunas de los
argentinos queden a merced de gobiernos o persona alguna. Actos de esta naturaleza
llevan consigo una nulidad insanable, y sujetarán a los que los formulen, consientan o
firmen, a la responsabilidad y pena de los infames traidores a la patria”.

UNIDAD 6 PROBLEMÁTICAS GENERADAS POR EJECUTORIAS PRÁCTICAS DEL


FEDERALISMO
1. Problemática emanada de los lugares sometidos a la jurisdicción federal y situados
en el territorio de los Estados Miembros: a) examen del antiguo artículo 67 inciso 27
de la Constitución federal de 1860. Controversia doctrinaria. Teorías. Contenidos de
la ley 18.310. Doctrina de la Corte Suprema de Justicia Federal. Etapas. Casos; b) el

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actual artículo 75 inciso 30 dela Constitución federal de 1994: Su génesis, contenidos
y crítica.
Problemática emanada de los lugares sometidos a la jurisdicción federal situados en el
territorio de los Estados Miembros
El viejo art 67 inc 27 de la CN de 1860, dio lugar a numerosas controversias derivadas
de la interpretación del mismo. Dicho art. Disponía: “Ejercer una legislación exclusiva
en todo el territorio de la capital de la nación y sobre los demás lugares adquiridos por
compra o cesión en cualquiera de las provincias, para establecer fortalezas, arsenales,
almacenes u otros establecimientos de utilidad Nacional”
La controversia se generó al interpretar “legislación exclusiva” por jurisdicción
exclusiva, al respecto surgieron las siguientes tesis:
A) Tesis afirmativa: sostiene que dichos territorios hay que considerarlos
federalizados. El constituyente argentino se propuso dotar al Estado Federal central de
mayores facultades en esta cuestión,(tesis sostenida por Estrada, Gonzalez)
B) Tesis negatoria: sostiene que dichos territorios no están federalizados y que no se
puede confundir “legislación exclusiva” con “jurisdicción exclusiva”. Y que dicha
legislación exclusiva es solo en relación a la finalidad del establecimiento
correspondiente. Es decir que los lugares adquiridos “en cualquiera de las provincias”
por el Estado federal central que tengan por destino instalar fortalezas, arsenales,
almacenes u otros establecimientos de utilidad federal, el Congreso ejerce una
legislación exclusiva con referencia a la finalidad del mismo. (Tesis sostenida por Bidart
Campos, Linares Quintana etc)
C) Tesis intermedia: es la que conceptúa “federalizados” los territorios en que la
Legislatura correspondiente ha manifestado su expreso consentimiento.
Contenidos de la ley 18310
El decreto ley redactado para tratar de compatibilizar las posturas ya señaladas (tesis
afirmativa, negatoria, e intermedia) fue redactado por una comisión presidida por el
recordado catedrático Gnecco. El decreto-ley de marras trata de concatenar la tesis
negatoria con la tesis intermedia. Al respecto la corte suprema de justicia declaró la
inconstitucionalidad de los artículos 2 y 3 de dicho decreto-ley 18310.
B) El artículo 75 inciso 30 introducido por la reforma de 1994, el cual reemplaza al viejo
67 inc 27, trata de superar las controversias que se suscitaran en la doctrina y en la
jurisprudencia. Establece el nuevo artículo que el congreso debe: ejercer una
legislación exclusiva en el territorio de la capital de la Nación y dictar la legislación
necesaria para el cumplimiento de los fines específicos de los establecimientos de
utilidad nacional en el territorio de la república- Las autoridades provinciales y
municipales conservarán los poderes de policía e imposición sobre estos
establecimientos en tanto no interfieran en el cumplimiento de aquellos fines” Natale
considero que el articulo 75 inc 30 ha resuelto una cuestión controvertida en doctrina

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y jurisprudencia entendiendo a la misma como correcta, dado que los Estados
miembros y los municipios conservan las facultades en materia de poder de policía e
imposición mientras no interfieran con la finalidad propia de la presencia del Estado
federal central en dichos establecimientos. Bidart campos aborda la cuestión con
claridad, señalando que ya no se habla de legislación exclusiva, sino de legislación
necesaria, la cual quedaría atada a los fines específicos del establecimiento.
2. Problemática generada por los tratados parciales dentro del Estado Federal; a)
Introducción; b) Tipologías; c) Trámite Legislativo de los Tratados Interestaduales; d)
Las Cartas Estaduales Argentinas; sus normas respecto de la aprobación o el rechazo
de los Tratados Interestaduales.
a) Introducción
Las facultades propias de los Estados miembros para realizar este tipo de tratados
encontró un marco propicio con la reforma de 1994m es así que su artículo 126 al
impedir expresamente que los tratados parciales de carácter político, ratifico la idea
del viejo art 107. Se mantienen los viejos principios en el artículo 125, el cual señala
que “Las provincias pueden celebrar tratados parciales para fines de administración de
justicia, de intereses económicos y trabajos de utilidad común”.
Aunque los tratados interprovinciales fueran perdiendo su antigua importancia a partir
de la organización nacional, con la reforma del 1994 se mantuvo el articulado anterior
e incluso se motivó a la celebración de tratados internacionales.
b) Tipologías
Se pueden reconocer dos categorías. Una que es de los tratados celebrados entre el
estado federal central y los estados miembros, la cual se sub clasifica en
a) tratados específicos, realizados entre dos o más provincias ej en materia procesal
b) leyes convenios por adhesión, que son aquellas leyes del Estado federal central a
las cuales las provincias prestan aquiescencia.
Otra categoría es la de los tratados entre los estados miembro a) de administración de
justicia b) sobre intereses económicos c) sobre trabajos de utilidad común.

c) Trámite legislativo de los tratados interestaduales


Una vez negociados los respectivos tratados interestaduales, el acuerdo definitivo
deberá ser rubricado por los poderes ejecutivos de los estados que acuerdan y
debidamente comunicado al congreso. Luego se perfeccionara por la intervención de
las respectivas Legislaturas. En aquellas legislaturas de sistema bicameral ante
diferencias entre las cámaras, las mismas serán solucionadas conforme al
procedimiento general de legislación.

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d) LAS CARTAS ESTADULES ARGENTINAS; sus normas respecto de la aprobacion o el
rechazo de los tratados internacionales
Dicho tema no es amplio, pero es relevante mencionar ciertas constituciones que
abarcan el tema.
CASOS: Constitución catamarqueña 1988 se refiere a “acuerdos internaciones e
interprovinciales” (art 6).
Constitución riojana de 1986: “gestión interjurisdiccional” (art. 17)
Constitución de Salta de 1986: establece la posibilidad de la celebración de tratados
inter jurisdiccionales, tanto con el estado federal central como con los estados
miembros.
Constitución de Rio Negro: establece que el “gobierno provincial, promueve un
federalismo de concertación con el gobierno federal y entre las provincias, con la
finalidad de satisfacer intereses comunes y participar en organismos de consulta y
decisión, así como establecer relaciones intergubernamentales e interjurisdiccionales,
mediante tratados y convenios (art 12)
3. Problemática emergente de los conflictos interestaduales: a) examen del artículo
127 de la Constitución Federal de 1994; b) Jurisprudencia; c) El caso de La Pampa
contra Mendoza por las aguas del Río Atuel.
a) ARTICULO 127 Artículo 127.- Ninguna provincia puede declarar, ni hacer la guerra a
otra provincia. Sus quejas deben ser sometidas a la Corte Suprema de Justicia y
dirimidas por ella. Sus hostilidades de hecho son actos de guerra civil, calificados de
sedición o asonada, que el Gobierno federal debe sofocar y reprimir conforme a la ley.
Es decir que dichos conflictos deben ser sometidos la competencia originaria y
exclusiva de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (art 116 y 117)
b) JURISPRUDENCIA La jurisprudencia al respecto no es numerosa, y cabe analizar el
caso del conflicto que suscitó entre las provincias de La Pampa y Mendoza. El conflicto
nace en 1917 con el cierre del brazo mayor del Rio Atuel. En el año 1933 se registra el
primer reclamo formal dirigido al poder ejecutivo nacional, el cual se repite en 1937.
En 1947 la situación conflictiva se agrava, dictándose en 1949 la resolución 50 que
ordenaba las sueltas periódicas de agua. El conflicto no se solucionó y se dieron nuevos
planteos en 1950, 1953, 1971,1975 y 1976. Luego de 63 años en 1980, la pampa
demanda a Mendoza ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, conforme el viejo
artículo 109, por acción posesoria de aguas y regulación del uso del Rio Atuel.
El conflicto en vía judicial se resolvió con el fallo de la Corte Suprema de 1987 el cual
dispone: 1) La declaraciones de inter provincialidad del rio Atuel 2) el rechazo de la
acción posesoria de aguas pretendida por la pampa 3) La corte exhorto a La Pampa y

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Mendoza a celebrar convenios tendientes a una participación razonable y equitativa en
el uso del régimen de aguas del Rio Atuel, conforme los principios generales.
4. Problemática de la condición jurídico-institucional de los gobernadores de los
Estados Miembros. Polémica Sarmiento-Alberdi al respecto. Examen del artículo 128
de la Constitución Federal de 1994
Desde el viejo art 107 de la CN de 1853, pasando por del art 110 de la CN de 1860,
hasta el actual art 128 de la CN actual, ha cambiado solo la numeración y en la palabra
“Confederación” por la palabra “Nación”
Artículo 128.- Los gobernadores de provincia son agentes naturales del Gobierno
federal para hacer cumplir la Constitución y las leyes de la Nación.
Joaquin V Gonzalez busca homogenizar la problemática de la condición jurídico-
institucional de los gobernadores de Estados Miembros. Los cuales parecieran que a
primera vista se ven enfrentados en su carácter de gobernadores propietarios y a la
vez agentes naturales del gobierno federal. En tal sentido V Gonzalez dice que es
necesario interpretar el contenido del art 128 en relación a:
1) el principio de supremacía de la CN sobre toda autoridad nacional y de provincia y
decir que los gobernadores son los naturales agentes que ella tiene en vista para ser
obedecida y respetada dentro de los límites de la soberanía local.
2) a los límites fijados a los poderes nacionales y provinciales según la regla
fundamental de nuestro sistema federativo.
3) a la concordancia clara y estricta que existe entre todos los principios, derechos y
poderes generales y particulares, que la Constitución consagra, reconoce, concede o
prescribe. Los gobernadores de provincia son agentes naturales de gobierno federal
(siempre que uno y otro se mantengan en su propia esfera de acción) y al solo objeto
de los poderes de guerra ya sea que los ejerza el congreso, el presidente, dentro de sus
límites y para hacer cumplir la constitución y las leyes nacionales.

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