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Metafísica

La metafísica (del latín metaphysica, y este del griego μετὰ [τὰ] φυσικά, «más
allá de [la] naturaleza»)1 es la rama de la filosofía que estudia la naturaleza,
estructura, componentes y principios fundamentales de la realidad.234 Esto
incluye la clarificación e investigación de algunas de las nociones
fundamentales con las que entendemos el mundo, como entidad, ser,
existencia, objeto, propiedad, relación, causalidad, tiempo y espacio.

Antes del advenimiento de la ciencia moderna, muchos de los problemas que


hoy pertenecen a las ciencias naturales eran estudiados por la metafísica bajo
el título de filosofía natural.56 Hoy la metafísica estudia aspectos de la realidad
que son inaccesibles a la investigación empírica. Según Immanuel Kant, las
afirmaciones metafísicas son juicios sintéticos a priori, que por principio
escapan a toda experiencia sensible. 7

Aristóteles designó la metafísica como «primera filosofía». 8 En la química se


asume la existencia de la materia y en la biología la existencia de la vida, pero
ninguna de las dos ciencias define la materia o la vida; solo la metafísica
suministra estas definiciones básicas.9

La ontología es la parte de la metafísica que se ocupa de investigar qué


entidades existen y cuáles no, más allá de las apariencias.1011 La metafísica
tiene dos temas principales: el primero es la ontología, que en palabras de
Aristóteles es la ciencia que estudia al ser en cuanto tal. El segundo es la
teleología, que estudia los fines como causa última de la realidad. Existe, sin
embargo, un debate que sigue aún hoy sobre la definición del objeto de estudio
de la metafísica, y sobre si sus enunciados tienen propiedades cognitivas.

A lo largo de los siglos, muchos filósofos han sostenido de alguna manera u


otra, que la metafísica es imposible.12 Esta tesis tiene una versión fuerte y una
versión débil.12 La versión fuerte es que todas las afirmaciones metafísicas
carecen de sentido o significado.12 Esto depende por supuesto de una teoría
del significado.12 Ludwig Wittgenstein y los positivistas lógicos fueron
defensores explícitos de esta posición. Por otra parte, la versión débil es que si
bien las afirmaciones metafísicas poseen significado, es imposible saber cuáles
son verdaderas y cuáles falsas, pues esto va más allá de las capacidades
cognitivas del hombre.12 Esta posición es la que sostuvieron, por ejemplo,
David Hume e Immanuel Kant. Por otra parte, algunos filósofos han sostenido
que el ser humano tiene una predisposición natural hacia la metafísica. Kant la
calificó de «necesidad inevitable», y Arthur Schopenhauer incluso definió al ser
humano como «animal metafísico».

Etimología

La palabra «metafísica» deriva del griego μετὰ φύσις, que significa «más allá
de la naturaleza o más allá de la física», proviene del título puesto por
Andrónico de Rodas (Siglo I a. C.) a una colección de escritos de Aristóteles.
Esto no implica que la metafísica haya nacido con Aristóteles, sino que es de
hecho más antigua, dado que hay casos de pensamiento metafísico en los
filósofos presocráticos. Platón estudió en diversos diálogos lo que es el ser, con
lo que preparó el terreno a Aristóteles de Estagira, que elaboró lo que él
llamaba una «filosofía primera», cuyo principal objetivo era el estudio del ser en
cuanto tal, de sus atributos y sus causas.

El término «metafísica» proviene de la obra de Aristóteles compuesta por


catorce volúmenes (rollos de papiro), independientes entre sí, que se ocupan
de diversos temas generales de la filosofía. Estos libros son de carácter
esotérico, es decir, Aristóteles nunca los concibió para la publicación. Por el
contrario, son un conjunto de apuntes o notas personales sobre temas que
pudo haber tratado en clases o en otros libros sistemáticos.

El peripatético Andrónico de Rodas al sacar la primera edición de las obras de


Aristóteles ordenó estos libros detrás de los ocho libros sobre física (μετὰ [τὰ]
φυσικά). De allí surgió el concepto de «metafísica», que en realidad significa:
«aquello que en el estante está después de la física», pero que también de
manera didáctica significa: «aquello que sigue a las explicaciones sobre la
naturaleza» o «lo que viene después de la física», entendiendo «física» en su
acepción antigua que se refería al estudio de la φύσις, es decir, de la
naturaleza y sus fenómenos, no limitados al plano material necesariamente.
En la Antigüedad la palabra «metafísica» no denotaba una disciplina particular
concerniente al interior de la filosofía, sino el compendio de rollos de Aristóteles
ya mencionado. Solo es a partir del siglo XIII que la metafísica pasa a ser una
disciplina filosófica especial que tiene como objeto el ente en cuanto ente. Es
hacia ese siglo cuando el conocimiento de las teorías aristotélicas se comienza
a conocer en el Occidente latino gracias al influjo de pensadores musulmanes
como el persa Avicena y el andalusí Averroes.

A partir de entonces la metafísica pasa a ser la más alta disciplina filosófica,


llegando así hasta la Edad Moderna. Con el tiempo la palabra «metafísica»
adquirió el significado de «difícil» o «sutil» y en algunas circunstancias se utiliza
con un carácter peyorativo, pasando a significar «especulativo, dudoso o no
científico». En este sentido, también la metafísica es considerada como un
modo de reflexionar con demasiada sutileza en cualquier materia que
discurriese entre lo oscuro y difícil de comprender.

Definiciones

En la Metafísica de Aristóteles se encuentran diversas definiciones de la


metafísica como ciencia. La metafísica considerada como «aiteología» es la
ciencia de las causas supremas (A, 1). Como ontología es la ciencia del ente
en cuanto ente (G, 1). Como teología es la ciencia de las cosas divinas (E, 1) y
como «useología» es la ciencia de la sustancia (Z, 1). A través de la historia las
posiciones en cuanto a estas definiciones han sido diversas. De hecho, algunos
consideran que en la Metafísica de Aristóteles se encuentran cuatro
metafísicas distintas; mientras que otros piensan que las cuatro definiciones se
integran para formar una sola metafísica. La metafísica encuentra su unidad de
la siguiente manera: la ontología y la useología poseen universalidad de
predicación, mientras que la ontología y la useología son universales por
causalidad. De esta forma, el subiectum de la metafísica sería en el ente en
cuanto ente, ahora bien el ente se dice primariamente de la sustancia, por ello
el subiectum integra las ciencias universales por predicación. Los principios de
la metafísica provienen de las ciencias universales por causalidad.

Para Immanuel Kant, «La metafísica es un conocimiento especulativo de la


razón, enteramente aislado, que se alza por encima de las enseñanzas de la
experiencia mediante meros conceptos (no como la matemática, mediante
aplicación de los mismos a la intuición), y en donde, por lo tanto, la razón debe
ser su propio discípulo».13

La Real Academia Española define a la metafísica como la «parte de la filosofía


que trata del ser en cuanto tal, y de sus propiedades, principios y causas
primeras».

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