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Instituto Tecnológico Superior de Las Choapas

proyecto;
Figura jurídica de la empresa

Nombre de la materia:
Relaciones industriales

Asesor:
Ing. Francisco Cruz Hervert

Presenta:
Carlos Daniel Gómez Hernández
Carrera:
Ingeniería Industrial
No. De control
171A0217

Zaragoza, Ver a 22de mayo de 2021


¿Qué significa forma jurídica?

La definición de forma jurídica de una empresa podría darse afirmando que es


la identidad que asume legalmente una empresa teniendo en cuenta su titularidad y a
la responsabilidad que sus propietarios tienen en términos legales.

Así pues, una empresa puede tener carácter individual, societario o cooperativo.


Dependiente del tipo de forma escogida el proceso de creación será más o menos
farragoso.

Una empresa tendrá una forma jurídica individual si es propiedad de solo una persona.
El propietario responde ante terceros con todos y cada uno de sus bienes, esto es, de
forma ilimitada, o solo con la cantidad que haya aportado en el momento de su
constitución, en este caso se hablará de responsabilidad limitada.

Por su parte, las sociedades o empresas societarias están constituidas por más de una
persona. En este apartado se pueden encontrar distintos tipos de empresa
societaria como:

o Sociedad anónima
o Sociedad limitada
o Sociedad comanditaria
o Sociedad colectiva

Las cooperativas y otros tipos de organizaciones de economía social, tienen  socios


que tienen responsabilidad en función del capital aportado a la sociedad y lo que se
estime según los recogidos en sus estatutos

A la hora de escoger la forma jurídica con la que va a operar tu negocio tendrás que
tener en cuenta una serie de factores de distinta naturaleza que tendrás que analizar
para hallar la fórmula más adecuada. De este modo, tendrás que tener en
consideración el número de socios que vais a ser, si los socios van a trabajar en la
empresa o no lo van a hacer, cuántos de vosotros lo haréis, la responsabilidad
patrimonial que va a asumir cada socio, la previsión de ingresos, la planificación fiscal
atendiendo a los ingresos y el tipo de negocio. Todo esto, formará parte del plan
jurídico-mercantil que debemos realizar antes de la creación de una empresa.

A día de hoy el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad considera unos


veinte tipos de formas jurídicas con sus características y trámites particulares.

Qué tener en cuenta a la hora de escoger forma jurídica

No todas las empresas son iguales, ni nacen en los mismos contextos ni tienen las
mismas necesidades. Principalmente, los factores que condicionan la elección de la
forma jurídica son:

1. Tipo de actividad de la empresa y sector en el que va a operar. Dependiendo de


la actividad que vaya a ejercer la nueva organización y el sector en el desarrolle su
actividad la nueva empresa deberá adoptar formas jurídicas concretas por exigencia
legal. Por ejemplo, hay actividades en las que si se quiere entrar a operar hay que
adoptar la forma de sociedad mercantil como es el caso de los seguros, la banca o las
agencias de viaje.
2. Número de participantes en el negocio. En función del número de individuos que
vayan a participar en el proyecto se optará por una forma u otras, como autónomos,
sociedades o cooperativas.
3. Necesidades económicas propias del proyecto. Hay tipos de sociedades que
precisan un capital social mínimo para poder operar.
4. Relación entre los socios. Se puede restringir la incorporación de nuevos socios
o puede ser que se valore la aportación económica sin más.
5. Responsabilidad de los participantes. La forma jurídica también puede variar si
se restringe la responsabilidad del que participa limitándose al capital aportado o si se
sume responder con el patrimonio personal y social.
6. Cuestiones fiscales que afectan a la empresa. Si se analiza el tipo de imposición
fiscal de cada forma jurídica según el tipo de actividad económica.

Tipos de formas jurídicas


La forma jurídica puede ser resumida en dos grandes tipos: invidual o societaria. La ley
las ordena de la siguiente manera según su responsabilidad:
 Autónomo.
 Sociedad Limitada.
 Sociedad Anónima.
 Cooperativa.
 Sociedad civil.
 Comunidad de bienes.

Solo las formas de autónomo, sociedad civil y comunidad de bienes tienen


responsabilidad ilimitada frente a terceros. En el resto de modalidades, la
responsabilidad está limitada al capital aportado por los socios.

Criterios para elegir una forma jurídica


Aunque la elección de la forma jurídica dependa exclusivamente de la persona o
grupos de personas que vayan a emprender la actividad, se puede hablar de unos
criterios más o menos objetivos para la elección de la forma jurídica.

1) El tipo de actividad
Determinados sectores como la banca, agencias de viajes o seguros obligan a la
elección de una forma jurídica determinada (sociedad mercantil).

2) Número de promotores
Si se trata de más de una persona es aconsejable constituir una sociedad. En caso de
aventuras individuales, la forma de autónomo o sociedad individual sería la más
recomendable.

3) Inversión económica inicial


Para constituir una sociedad se exige por ley un aporte de capital inicial de 3.000 euros.
Ser autónomo, por el contrario, no conlleva ninguna obligación legal de aporte inicial de
ninguna cuantía.

Los trámites, además, de constituirse como autónomos son más fáciles como darse de
alta como autónomo en la Seguridad Social y en Hacienda.

4) Responsabilidad frente a terceros


La forma jurídica determina la responsabilidad que el negocio tendrá frente a terceros
como es el caso del pago de deudas. Autónomos, sociedad civil y comunidad de bienes
han de responder con todo su patrimonio, incluido el personal.

El resto de sociedades, sin embargo, solo responde de forma limitada (patrimonio de la


empresa).
5) Fiscalidad
Las diferencias esenciales, con respecto a las obligaciones tributarias, van por el lado
del IRPF y el Impuesto de Sociedades. Autónomos, sociedades civiles y comunidad de
bienes tributan por el primero; el resto de sociedades, por el segundo.

El IRPF es un impuesto progresivo, por lo que a mayor ingresos, mayor tributación. El


Impuesto de Sociedades, por contra, tiene un tipo fijo (25%) con independencia de
la facturación.

6) Contabilidad
Al igual que con la fiscalidad, las obligaciones contables varían entre autónomo y
sociedad (cualquiera). El autónomo no está sujeto a las directrices del Plan General de
Contabilidad, vinculante para las sociedades.

La contabilidad del autónomo es más sencilla y sus obligaciones dependen del tipo de
actividad y cómo se tribute en el IRPF (estimación directa o módulos).

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