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Universidade Federal de Sergipe

Departamento de Letras Estrangeiras/DLES


Disciplina: Metodologia do Ensino Aprendizagem de Espanhol
Docente: Doris Matos
Discente: Néllida Freire Viana

Reseña del texto: BRASIL - MEC/SEB, Orientações Curriculares de Ensino Médio.


Linguagens, Códigos e suas Tecnologias. Brasília: MEC, Secretaria da Educação Básica,
2006.

Las “Orientações Curriculares para o Ensino Médio” conforman un documento


educacional “parametrizante”, o sea, no tiene el sentido de una implementación compulsoria
de la norma. Esas orientaciones, producidas a partir del trabajo conjunto entre las
comunidades escolares y académicas, fueron publicadas en 2006 con el objetivo de ofrecer a
los profesionales de la educación reflexiones acerca de las prácticas y abordajes pedagógicos
que pueden complementar y hacer más rica su formación.
La reseña trata sobre la porción del documento que se dedica a las lenguas extranjeras
en la educación pública, específicamente el español como lengua extranjera. Es importante
señalar, como un detalle, que la sección sobre las lenguas extranjeras tratan sobre y tienen
como referencias la lengua inglesa, como si esta fuera la lengua de la universalidad. En el
actual panorama político, esta noción continúa siendo corroborada. El hecho de que el
español esté destacado en el documento es una respuesta a una necesidad de explorar las
circunstancias de la enseñanza y aprendizaje del español en Brasil a partir de la vigencia de la
ley nº 11.161 de 2005, que establece la obligatoriedad de la oferta de la lengua española en la
enseñanza media.
El surgimiento de esa ley vino en un momento en que Brasil estrechaba su relación
con países del Cono Sur a partir del tratado de integración regional del Mercosur. Con tales
decisiones de política internacional y de políticas lingüísticas, el español y su presencia en el
currículo escolar pasó a ser reconsiderada. El documento apunta que se hizo necesario
adoptar un nuevo modelo de enseñanza opuesto a modelos basados en estereotipos acerca de
los nativos de la lengua, en métodos tradicionales que poco o nada tratan de la diversidad
cultural y heterogeneidad del mundo hispánico, además de priorizar nociones reduccionistas,
como la idea de que el español es suficientemente similar al portugués y, por ello, su estudio
puede ser dispensado. Las orientaciones exponen un modelo de enseñanza que destaca el rol
educativo de la lengua extranjera, no su "utilidad" para el mercado laboral, sino su
importancia en la formación de la ciudadanía.
Considerando esta misión, las orientaciones afirman que es necesario reflejar sobre la
lengua en su contexto social, ir más allá de su función comunicativa o instrumental, que, en la
tentativa de simular situaciones con las cuales los alumnos pueden enfrentar en su vivencia
con la lengua, ignora su aspecto subjetivo, su espontaneidad. Así, sería preciso intentar
abarcar la heterogeneidad inherente al español, sea lingüística, cultural, artística o social. De
esa forma, el estudiante puede reconocer y respetar el “otro” en sus propios términos.
Un punto crucial a que el documento se dedica es la cuestión de la variedad
lingüística del español y cómo incluirla en una sala de clase. Se queda claro que agotar todas
las variedades existentes del español, así como trabajar con sus contextos sociales, es una
tarea imposible. Las Orientaciones recomiendan, sí, que los profesores tengan conciencia de
los múltiplos “españoles” que viven en el mundo hispánico y del peligro de simplificar todo
un universo cultural a curiosidades reduccionistas que poco hacen para disminuir la
construcción de estereotipos.
Poner atención a las semejanzas entre el español y el portugués también es esencial.
No sería ideal ni el extremo de decir que son lenguas muy parecidas y que, por lo tanto, el
español es muy fácil, ni llegar al otro extremo de creer ser imposible aprender la lengua pues
no hay un medio de separarla de la lengua materna. Un medio término sano es saber destacar
las semejanzas entre ambas y acoger la lengua materna cuando sea necesario y significativo
en el aprendizaje. En mis experiencias de regencia, por ejemplo, creo interesante referirse a la
lengua materna para poner atención a puntos que pueden confundirles a los alumnos en
cuestiones estructurales.
La enseñanza de gramática es otro punto de cuestionamiento que se destaca en el
documento. Las orientaciones son claras al considerar el estudio gramatical, los ejercicios
estructurales, no como un fin en sí mismo, sino como una consecuencia de la inmersión en la
lengua. El estudio estructural debe ser un recurso que permite comprender el funcionamiento
de la lengua y fundamentar la comprensión y expresión escrita y oral de los estudiantes - la
enseñanza del aspecto estructural del español necesita ser “en función de” una temática o una
necesidad, y no reglas normativas que son trabajadas en un vacío temático.
En términos generales, se puede concluir que las orientaciones hacen hincapié en una
serie de aspectos clave, como la importancia primordial del reconocimiento de sí mismo en el
reconocimiento de la alteridad del “otro”, por lo tanto en un respeto mutuo, así como la
fundamental actuación crítica y reflexiva del profesor sobre sus escojas metodológicas e
ideológicas que pretende utilizar en su modo de enseñar.
Esas orientaciones son uno de los principales puntos de referencia para mis propias
decisiones profesionales. Es un marco ideal para pensar críticamente sobre los objetivos y
efectos del aprendizaje de lenguas extranjeras. En mis experiencias en programas de
formación docente, tuve la oportunidad de poner práctica, y de reflejar sobre, los puntos
importantes que el documento traen como un direccionamiento, mientras estaba en una sala
de clase. Sin embargo, la transición de las ideas, conceptos y sugerencias promovidas por las
orientaciones no se trasladan con pura fidelidad para la sala de clase de un colegio de la red
pública de enseñanza por una serie de factores. Por experiencia propia, resalto el factor de la
carga horaria: un poco menos de una hora por semana de español no es el suficiente para
trabajar un planeamiento que observe, primero, la idea de la enseñanza de español como una
forma de desarrollar ciudadanos y, segundo, que trabaje la estructura de la lengua para
fundamentar las habilidades lingüísticas de los alumnos. Uno de los dos va a ser priorizado y,
comúnmente, es el según aspecto: los contenidos estructurales que suelen ser impartidos
como el centro del aprendizaje de una lengua extranjera.
Si esa problemática estaba presente antes, la situación empeora cuando consideramos
el escenario actual. Todos los puntos en las orientaciones traen tópicos de discursos
pertinentes y necesarios hasta hoy, quince años después de la publicación del documento. La
diferencia es que la realidad del Mercosur, de una aproximación entre naciones
latinoamericanas, como que se extinguió con las mudanzas de gobierno a lo largo de los años.
Con foco en un alineamiento con los Estados Unidos, políticas lingüísticas fueron
establecidas para promover el inglés a expensas del español. Rechazando la ley de 2005, la
Reforma de la Enseñanza Media de 2017 establece que el inglés debe ser ofertado
obligatoriamente, y que otras lenguas extranjeras modernas pueden ser ofertadas de forma
facultativa. En concreto, la Reforma hizo algo que las “Leis de Diretrizes e Bases da
Educação Nacional”, de 1996, hicieron de una manera indirecta: dar primacía a la lengua
inglesa.
Ahora, al problema de la carga horaria insuficiente son añadidas preocupaciones
acerca tanto del prestigio del español como su propia presencia en la educación pública
brasileña. Para trastornar este cuadro en nivel nacional son necesarias políticas lingüísticas
también de abrangencia nacional, que podrían volverse posibles con un cambio de gobierno.
Sin embargo, en niveles estaduales, municipales etc., el clamor de la comunidad de
investigadores, profesores y estudiantes a favor del español pueden traer resultados positivos.

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