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El capitán comenzaba a ponerse nervioso. solitario y silencioso.

Apenas iluminado por


unas cuantas luces auxiliares. “Espero que
—¿Y a todo esto, qué es el fallo 13? —Abel ni esto no sea una broma pesada porque si
siquiera se había molestado en saber qué no...” De repente, la luz de una ventanilla
era. Aquello era trabajo de mantenimiento. se iluminó. “¿Había alguien allí? Voy a
¡Por supuesto! Aquel código que había acercarme”.
aparecido en la pantalla era nada más que
pura rutina que ni le interesaba. El Capitán Abel ajustó su traje plateado y se
—Eh... señor... Creo que significa que... Hay aproximó. Nada más llegar, una puerta se
personal a bordo no autorizado... Pero ya abrió levemente como invitándole a entrar.
sabe, el ordenador de a bordo es una “Bueno, para dentro, a ver qué pasa”.
antigualla, como toda la nave. Debe de
tratarse de algún error, seguro. El interior era un pequeño cuarto, en el que
había alguien tras una mesa, pero del que
Y el Capitán Abel empezó a sudar sólo se intuía su silueta, ya que un foco que
copiosamente. iluminaba hacia delante impedía poder verlo
bien.
Nave Pingüino Loco II, unas horas antes de
partir con destino Puerto Desolación —Capitán Abel, me satisface que haya
(Planeta Kralibian). venido. No tiene usted muy buen aspecto —
dijo la voz.
Vaya puta mierda de trasto, se dijo el
Capitán Abel mirando la vieja nave que —Ejem... Esto... Bueno, ayer estuve
descansaba en el cochambroso hangar. A haciendo unas cosas... —respondió
continuación se frotó la cabeza, mareado. El disimuladamente.
cráneo le daba vueltas a consecuencia de la —Bien. No me importa. ¿Quiere que
resaca de alcohol hidrogenado que había hablemos claro?
estado bebiendo en un antro de mala —Por supuesto. —Abel, intentó discernir
muerte la noche anterior. ¡Oxtias! Cada vez quién había tras la mesa haciéndose sombra
me estoy haciendo más viejo, ya no aguanto con una mano; pero tan solo percibió una
nada. Bueno, voy a ver si pongo mi mente en silueta... amorfa.
orden porque si no esto va a ser una puta —¡Capitán! Deje de fisgonear y atienda.
mierda... Tengo, digamos, ciertos informes sobre
usted. Graduado en la prestigiosa escuela de
La llamada le había llegado precisamente la pilotos Portal Espacial, una hoja de vuelos
noche anterior, mientras ahogaba sus penas extensa e intachable hasta que...
en el alcohol. La depresión es lo que tiene, —Por favor, puede saltarse eso e ir al grano.
si le das juego te hunde más. Y cuando ya no —Como quiera... Bueno, los informes, si le
estaba para mucho, su pequeño portátil de parece bien, los consideraré minucias.
pulsera se iluminó con su tono rosado. —Me parece perfecto.
¿Quién sería? —En fin, usted sabe que ya no tiene muchas
opciones de que ninguna compañía de vuelo
La verdad, es que no recordaba mucho de la le contrate... Así que le propongo un trato
conversación... Un tipo de una tal Empresa extraordinario. Más bien diría yo que no lo
Naschy necesitaba de alguien para tripular puede rechazar.
cierta nave y parecía que iba a pagar bien. —¡Al asunto! ¿Qué tipo de contrabando?
Abel, no podía negarse. Se estaba quedando —Así me gusta, señor Abel, con energía....
sin blanca y eso no era nada bueno. Así que, con energía...
con la lengua enredada, dio un sí.
Se estaba masturbando, en su escondite,
¿A qué hora había quedado? A las siete o a para pasar el rato, cuando vio llegar el
las ocho. Aquello se había perdido entre sus convoy de camiones oruga. El capitán dejó
neuronas desquiciadas. El hangar parecía lo que tenía entre manos y se puso en los

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ojos su prismático visor. Los vehículos se —Ah, perdón. Disculpe, ha sido un
detuvieron al lado de la rampa de la nave e malentendido.
inmediatamente un grupo de esbirros —La nave debe de partir dentro de media
vestidos con trajes de aislamiento hora. Sugiero que entremos y pongamos en
anaranjados tomó posiciones con sus rifles marcha el protocolo de despegue.
de asalto. Después otro grupo empezó a —Ah, sí, sí. El protocolo —Abel se quedó
descargar metódicamente un montón de unos instantes con la mirada perdida,
cajas herméticas de aluminio. “Bueno, pensando en aquella mole de mujer que le
bueno... Esto se pone interesante”. Los hacía empequeñecer a su lado—.
camiones descargaban su cargamento y Pongámonos en marcha.
desaparecían rápidamente para dejar paso
al siguiente. “Bien... Bien,... ¿pero qué Mientras caminaban hacia la nave la inmensa
oxtias es eso?” Y Abel reguló la calidad de la mujer le preguntó:
visión para poder ver mejor. Había llegado
un último camión que era diferente al resto. —¿Tiene usted mucha experiencia?
Era más grande, de color opaco y parecía —¿El qué?... Yo... Sí, sí. Bastante.
disponer de un armazón ultrablindado.
“¡Ajá! Ya sabía yo que había gato encerrado Y después no intercambiaron ni palabra
aquí. ¡Je, je!” Un brazo articulado se movió hasta que llegaron a la puerta de la entrada
en la parte superior de la caja del camión y de la nave de carga. Allí, uno a cada lado,
extrajo un contenedor que despedía briznas estaba el resto de la tripulación. “¿Dos? Esto
de vapor. “¡Joder!” La grúa lo dejó en el comienza mal... Y qué dos...”
suelo y a continuación un vehículo elevador
lo recogió y lo introdujo en el interior de la Uno era un arcaico robot que parecía una
nave. Después todo el convoy y los esbirros lata cuadrada. El otro era un tipo de
desaparecieron silenciosamente. mantenimiento. Tenía el rostro blanco y
mostraba unas pronunciadas ojeras; y, para
El capitán sonrió. Ya tendría tiempo después completar su rostro de poca confianza,
de hacer una visita a las bodegas. Oh, sí. llevaba una desaliñada barba que se
“En fin, voy a continuar con lo que estaba contraponía con su cabeza calva y
haciendo”. Y justo en aquellos momentos: reluciente.

—¿Capitán Abel? —Buenas tardes, capi. Me llamo Teo —dijo


—Eh... sí... sí. Soy yo —se subió la bragueta jocosamente—. La tripulación del Pingüino
y disimuló. Loco II le recibe y se pone a su disposición.
—Soy su ayudante de vuelo, señor —y alguien —Buen... as... tar... des... tar... des... —dijo
salió de entre las sombras haciendo un gesto el robot, que utilizaba un programa de
con las manos. simulación para poder hablar que parecía
—Oh, vaya. Encantado —y el capitán le fallar.
ofreció la mano. —Son las pilas —dijo Teo.
—Eh... sí... tanto gusto. Ejem.
El Capitán Abel se llevó las manos a la
Abel retiró la mano, mientras le lanzaba una cabeza. Sin saber cómo, la resaca se le
sonrisita. había ido de golpe.

—Ah, vale. Usted debe de ser Fernando, ¿no? Las pulgas mutantes que habían estado
—Fernanda, señor. chupando la sangre de Teo a través de la piel
—¿Cómo? se inflaron de hemoglobina contaminada; y
—Auxiliar de vuelo Fernanda para servirle. enseguida, sus pequeños metabolismos
empezaron a reaccionar
Y el capitán se dio cuenta que el tipo con el descontroladamente. Las ansias de apareo
que estaba hablando era en realidad una empezaron a dominar todas las funciones
mujer. primarias, y en aquel estado alterado

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abandonaron el cuerpo del hombre, saltando Bien, es hora de sintonizar otra canción.
al suelo. Y allí, se persiguieron unas a otras, Aquella música humana le agradaba. Era lo
intentando copular desesperadamente. único que le gustaba de aquella escoria. Y a
Confusas, cayeron por una rejilla hasta dar lo largo de los siglos las había ido captando
con un largo cable de fibra óptica... de los satélites de comunicaciones y
grabando en su organismo. Ummm... Sí...
Yamalkaroth, el ser andrógino, se llevó un Pondré esta.
dedo morado de su mano tridáctil, y
contempló sonriendo cómo el humano se —Señor, sería mejor que pidiéramos ayuda a
revolvía en el suelo mientras se sodomizaba la base —dijo Fernanda.
con el brazo del robot desguazado. De su
culo, un enorme borbotón de sangre iba Aquello no le gustaba para nada al Capitán
saliendo y manchando el suelo metálico. No Abel. Era lo mismo que reconocer que era un
se detendría, él lo sabía. Ahora el placer inepto, y eso no era nada bueno para su
sexual le dominaba tanto que ni tan siquiera futuro inmediato. ¡No le iban a contratar en
sentía dolor. Aquella escoria no pararía de ningún lugar! Por otra parte, debido al tipo
clavarse el improvisado consolador hasta la de carga que portaban, había que ser lo más
muerte. discreto posible. Las comunicaciones podían
estar interferidas por empresas rivales, que
¿Acaso pensaban que aquel cubo en donde lo podían estar al acecho, esperando cualquier
habían encerrado iba a ser suficiente? problema para...
¡Necios! La raza humana era una pandilla de Abel cerró los ojos y suspiró. Se lo pensó dos
estúpidos. Y aquellos magnates de Empresas veces y luego dijo:
Naschy todavía más. ¿Qué se proponían?
¿Convertirlo en un cobaya? ¿Experimentar —Está bien, nos pondremos en
con sus fluidos vitales, que al parecer eran comunicación.
afrodisíacos? Ignorantes engreídos… —Muy bien, capitán.
Sinceramente, él se había dejado atrapar en
aquel satélite de Symcrania. Los humanos “Esto se me está escapando de las manos.
eran una raza muy inferior, presa de sus ¡Maldita sea!”
instintos básicos, y además, con una codicia
que no tenía límites; lo cual era muy —Aquí Pingüino Loco II, a base Naschy. Aquí
bueno... Si se miraba detenidamente, eran Pingüino loco, a base Naschy. ¡Contesten!
muy fácilmente manipulables. ¡Y eso era
realmente bueno! Y entonces, la música brotó interfiriendo por
los intercomunicadores.
El humano pataleó unos instantes y después
quedó tendido, inerte. Aquel ya estaba fuera —¡Otra vez la mierda esa! —exclamó Abel.
de combate. Después, la extraña criatura —Sí, señor. No deja establecer
puso su atención en el mazo de cartas que comunicación.
había sacado de una caja acorazada de la —¿Pero de dónde viene?
bodega. Aquello también debía de ser parte —No tengo ni idea, a lo mejor hay algún
del contrabando que portaba la nave. Fue satélite artificial que está emitiendo cerca
pasando una a una toda la baraja, mirando de aquí.
las extrañas imágenes, hasta que se detuvo —Eso es imposible, esta ruta no es...
en la última. La imagen le llamó la atención, comercial.
en ella estaba escrita la frase LOS —¡Apague eso, ya!
ENAMORADOS y había dibujado una especie —A la orden — Fernanda cortó las
de cupido que apuntaba con su arco a un comunicaciones y la extraña música
trío de personas que parecían estar dándose despareció.
amor mutuamente. ¡Vaya, vaya! A —¡Por Diox!
continuación el alienígena, ya aburrido de —Señor, esa música me recordaba a las
las cartas, tiró al suelo el Tarot. canciones clásicas de la antigua Tierra. Ya

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sabe el rock, el pop y esas cosas. —Hasta que el código 13 no sea solucionado,
—¿Esa basura? Pues seguramente lo sea, por esta nave permanecerá a la espera. Espero
la manera de sonar... no causar demasiadas molestias.
—¿Señor? —Fernanda, ¿y no hay manera de
—¿Qué? desbloquear el maldito código de fallo?
—Estamos en un serio aprieto. —Yo no lo sé, capitán.
—No me joda, Fernanda.
Abel fue al monitor en el que se mostraba,
Y la ayudante de vuelo le miró fijamente. parpadeante, el error, y empezó a golpearlo
con los puños desesperadamente.
—Eh... Esto... No... Bueno, que vamos a
tener que mirar las bodegas nosotros —¡No haga eso, señor! ¡Tranquilícese!
mismos. —¡Maldito ordenador! ¡No pares la nave! ¡No
la pares!
—¿Y dejar en piloto automático este
cacharro? Y Fernanda, en vista de que el nerviosismo
—Pues no queda más remedio. del capitán podía causar alguna otra avería,
—Señor, ¿y si nos quedamos aquí en el centro se lanzó sobre él y le hizo una llave
de mando? Por lo menos estaremos seguros. inmovilizadora. Bajo el peso de la fornida
ayudante, Abel pudo oler el tufo que
El Capitán Abel sopesó la posibilidad. Por un despedían las axilas de la mujer y se las
lado sería lo mejor, pero por otro... Si le imaginó llenas de tupido vello.
pasaba algo a la mercancía, se la iba a
cargar. Entonces recordó cuando estuvo —Levántese capitán —dijo Fernanda
fisgoneando en la bodega. Aquella caja extendiéndole la mano.
grande hermética negra no le gustó nada; y —¡Déjame a mí! —y Abel se alzó por sí solo.
menos cuando al tocarla algo hizo vibrar las —Sugiero que vayamos a comprobar las
paredes como respondiendo. Alucinaciones, bodegas.
pensó. —Está bien... Está bien...

Y el ordenador de vuelo, que tan solo Las pulgas mutantes, bajo el efecto de la
funcionaba hasta ese momento con los hormona sexual, se habían apareado
sistemas básicos, pareció recuperar otras descontroladamente y después sus
funciones que habían permanecido organismos habían sufrido otra aceleración
detenidas. metabólica... Empezaban a reproducirse
geométricamente... Y en aquel estado
—Fallo 13, fallo 13. Una hora desde su alterado, la plaga comenzó a mordisquear
activación. No resuelto. Aplico protocolo peligrosamente todo lo que había a su
establecido y detengo la nave. lado...
—¿Eh? ¿Pero qué dice esta mierda de
ordenador? El capitán y su ayudante tomaron el ascensor
—Capitán, está aplicando las funciones de y descendieron. Abel empezó a sudar
seguridad... copiosamente. Fernanda tenía la vista
—Ordenador, no puedes hacer eso. ¡Aquí perdida.
mando yo! Te ordeno que prosigas al rumbo
establecido. —Señor, estoy asustada — dijo ella.
—Lo siento, señor. Las órdenes son claras y
taxativas. Yo tengo prioridad en este caso, Aquel comentario le preocupó mucho al
Ley de Seguridad en el Trabajo 69. Capitán Abel.
—¡NO!
—Mira, Fernanda... Hablemos claro...
Pero la pesada nave ya se estaba deteniendo Estamos de mierda hasta el cuello. Esta nave
sin remedio. oficialmente no existe, así que estamos

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jodidos. Tenemos que solucionar esto como hembras aproximarse; iban a comérselo.
sea, nadie nos va ayudar. Los hijos de puta
de Naschy se van a lavar las manos si pasa El Capitán Abel consiguió, con gran esfuerzo,
algo. Así que... propinar un puñetazo en la cara de la
ayudante de vuelo; y entonces un trozo de
—Capitán —dijo ella alzando la vista y piel se desprendió, dejando a la vista algo
fulminándolo con la mirada—, eso ya lo sé... brillante. Ella aflojó la presión de su cuello y
Y sé también lo que lleva esta maldita él pudo exclamar:
nave...
—¡Maldita puta!
Y entonces, Fernanda hizo presa con sus —Señor... Usted se ha convertido en un
grandes manos en el cuello de Abel y apretó peligro en todos los sentidos para esta
con saña. misión, así que no tengo más remedio que
eliminarlo. No se lo tome a mal, son órdenes
—¡Agggggg! y yo tan solo las cumplo.
—¡Me cago en todo...!
Yamalkaroth miró por la ventanilla. Millones
de puntos luminosos se extendían por el Y las manos de Fernanda volvieron a apretar
espacio exterior. Después, se palpó el con fuerza y Abel ya no pudo respirar. Sus
apéndice que tenía entre las piernas y tuvo pulmones se quedaban sin oxígeno y en
alucinaciones. Por momentos perdió el aquel instante pensó que su ansiado retiro
control sobre sí mismo. La excitación se iba a ser forzado...
estaba apoderando de su cuerpo,
amenazando con desestabilizarle. Intentó no Yamalkaroth despertó de la alucinación.
dejarse llevar y luchó, procurando inhibir las Estaba tirado en el suelo, en un charco de
hormonas sexuales. Pero aquella vez el flujo líquido viscoso, aturdido. Se incorporó y
había ido demasiado lejos y algo ascendió sonrió. Sus propias hormonas sexuales
rápidamente por el apéndice, que se estaban comenzando a escapar de su
retorcía sin control, y, a continuación, un control, el metabolismo estaba produciendo
líquido brillante salió expulsado... Las cantidades excesivas y aquello le alteraba
hembras le miraron con atención, bajando completamente. Sin duda algo iba mal. Se
las cabezas triangulares con un ojo conectó una canción de Guns N' Roses para
abovedado. Medían varios metros más que relajarse...
él. Pero a Yamalkaroth no le atraían sus
extraños rostros, no. Lo que él contemplaba El androide XTZ, anteriormente conocido
era lo que tenían en la parte baja de sus como Fernanda, soltó el cuerpo de Abel y
abdómenes anillados. Eran enormes vaginas éste cayó inerte al suelo. Contempló unos
húmedas y chorreantes... Y la ansiedad instantes el cadáver flácido del capitán y
sexual desbocó su mente y se lanzó excitado luego le propinó una fuerte patada para
dispuesto a aparearse. Las fabulosas asegurarse de que estaba muerto. Perfecto.
hembras le lanzaron zarpazos con sus largos Ahora debía continuar la misión; todo al
brazos repletos de protuberancias parecer marchaba según lo previsto. El
fosforescentes; pero él esquivó los golpes alienígena se había escapado de su jaula y
con agilidad y sin pensárselo clavó el seguramente su cuerpo empezaba ya a sufrir
apéndice en la entrada del sexo de la reacciones debido al ambiente rancio de la
primera que tuvo a mano. El gusto fue nave. Conectó su escáner de búsqueda al
inmediato y sus ojos se dilataron ordenador de la nave, que él había estado
extremamente. El placer era fuego que ardía saboteando a conciencia, y enseguida halló
por todo su interior, pero entonces fue el punto parpadeante que marcaba dónde
lanzado por el aire y despegado en seco de estaba su objetivo. A por él, pero antes... Se
la cópula. Cayó al suelo y después fue desprendió de la piel perfectamente
arrastrándose hacia atrás varios metros simulada, como la muda de una víbora,
hasta detenerse... Aturdido, vio a las dejando a la vista su reluciente

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exoesqueleto metálico. Los ojos rojos crítica en cadena que había aumentado la
brillaron. temperatura descontroladamente y las
explosiones empezaron a detonar. La nave
El alienígena contempló cómo el ascensor se iba a desintegrarse en minutos.
detenía y después, al abrirse la puerta, una
figura de metal apareció en el umbral. Entonces, el androide se transformó. Toda su
estructura se replegó y fue encajándose,
—¿Quién eres tú? —le preguntó. hasta formar una caja cuadrada blindada.

El androide no respondió y con rápidos Después llegó la enorme explosión y la caja


movimientos se abalanzó contra él, fue lanzada hacia el espacio. Intacta... Ya
cogiéndole por sorpresa y sin permitirle llegaría a algún lugar, era cuestión de
reaccionar... Pero en el último momento dio tiempo.
un salto ágil y pudo escapar de las manos en
forma de tenaza, que amenazaban con Carlos Daminsky. Escritor y poeta
cortarle el miembro. autodidacta, nacido en Alcoy, provincia de
Alicante (España). Confiesa estar
A continuación, las tenazas del androide se influenciado por autores clásicos y
transformaron en dos enormes pistolas y modernos. Desde Homero a Henry Millar,
después disparó a quemarropa. Las ráfagas además de por la Ciencia-Ficción, los medios
de rayos anaranjados iluminaron su audiovisulaes y el comic. Ha publicado un
exoesqueleto. poemario junto con Javier Arnau en la
editorial Erídanos (Alfa Eridiani) llamado
Yamalkaroth fue acribillado y cayó al suelo "Paraísos Cibernéticos"
lleno de agujeros humeantes. La muerte le http://eridano.alfaeridiani.com/. Este año
llegaba rápidamente, pero antes de dar el 2010 ha sido finalista a los Premios Ignotus,
último suspiro le dio tiempo a conectar en su de la Asociación de Ciencia Ficción española,
emisor orgánico una canción de Iron Maiden. a la mejor obra poética por “Emociones
Cuando empezaban a sonar las primeras Plasmáticas”. En números anteriores, Carlos
notas, falleció definitivamente sufriendo ya ha aparecido con alguna colaboración.
varias convulsiones. Actualmente, dirige Albis Ebooks, y la
revista Albis Off.
XTZ, inmediatamente, emitió una orden a la
base Naschy dando a conocer su éxito en la M.C. Carper. Escritor e ilustrador argentino
misión. Objetivo cumplido. Después, fue de Ciencia Ficción. Ganador del primer
hasta el alienígena y transformó una mano premio y el accésit en el rubro ilustración
en una gruesa aguja que hincó en su cuerpo. del PIEE 2009. Realizó el comic biográfico de
Perfecto. Ahora ya tenía el elixir sexual. Y AC/DC y un comic book sobre el Inner Circle,
en aquellos momentos algo sucedió. La nave Los Maestros del Caos. También para la
comenzó temblar extrañamente y a tornarse editora inglesa Time Bomb Studios. Ha
inestable. participado en Alfa Eridiani, Forjadores,
Axxón, NM, Planetas Prohibidos y miNAtura.
—¡Peligro! ¡Peligro! Fallos múltiples Ilustró “Escultores de Hombres de Claudio L.
integrados. Sistemas de control dañados. Anaya y el DUENDE de Ramón San Miguel
Desperfectos críticos —las alarmas habían Coca. Es el autor de la saga de space opera
saltado. “Enfrentamientos de los Dioses” y de las
aventuras apocalípticas de “Sálvat, el
Las pulgas mutantes se habían comido Nómada". En 2011 publicó la novela gráfica
literalmente todos los cables de Mortal Zombie, mientras preparaba la
comunicación de la nave, provocando edición de "LA Biblia Negra del Rock" sobre
importantes desperfectos que habían los principales intérpretes del heavy metal y
producido descargas eléctricas. la versión en historieta de Sálvat. Se dedica
Inmediatamente esto produjo una reacción a crear sus propios comics.

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