Biblioteca de la sala lugar valorado donde los niños
intercambian recomendaciones con otros lectores, organizan los materiales y su circulación en la “comunidad” del aula y de la institución. Como ocurre en el ámbito social, en ocasiones solo un silencio cómplice resulta suficiente para dar por terminado este momento de lectura. En otras ocasiones, al concluir el cuento se desarrolla un breve espacio de intercambio y discusión, a la manera en que lo hacen quienes intercambiar ideas e impactos sobre una obra conocida por todos. Propósito Generar un espacio de interacción entre lectores y textos para la construcción colectiva de sentido.
Espacio para: Explicitar impactos personales,
compartir diversas interpretaciones entre los niños y con el docente, contrastarlas, buscas pistas en el texto que las justifiquen o que las pongan en duda, considerar datos de la ilustración que pudieran resultar significativos. Cuando estos encuentros de intercambio se sostienen a lo largo de la escolaridad, los alumnos tienen mayores oportunidades de compartir emociones como lectores literarios y reconceptualizar contenidos a través del tiempo. En esta situación de intercambio los más pequeños tienen oportunidades de interactuar como lectores entre ellos, con el docente y los textos; como participan y aprenden en este espacio de construcción colectiva de sentido donde lo no evidente puede ser también objeto de discusión. Ejemplo fotocopia: desentrañar el sentido del texto considerando algunas particularidades del discurso literario, plantea verdaderos problemas a los niños. Ir y volver entre los textos, comentando y confrontando quien cuenta el cuento parece colaborar con la construcción de nuevas respuestas. Relaciones entre textos e imágenes: La posibilidad de establecer relaciones cada vez más complejas entre textos e imágenes es un desafío que enfrentan los niños en estos espacios de intercambio. Las connotaciones del texto y de la imagen son el resultado del conocimiento cultural acumulado por cada lector, quien establece analogías con otras lecturas y con otras imágenes. Las relaciones entre texto e imagen, las referencias graficas a las obras, posibilitan nuevas referencias culturales que complejizan la interpretación. La intervención de la docente ha de considerarse como condición indispensable para que lo expresado sucediera en el jardín. En el aula, los problemas que escoge para discutir con los niños se vinculan con las posibilidades que ofrecen las obras seleccionadas, desde ellas los contenidos analizados cobran sentido. También cobran sentido porque los niños pueden significarlos desde su experiencia de lector, desde su experiencia con otras lecturas y con otros lectores en la comunidad del aula. La intervención de la maestra facilita la discusión entre compañeros coordinando diversos puntos de vista sobre lo leído, aportando el propio e invitando a los niños a volver a los libros para confirmar o reformular algunas ideas. En estas clases los alumnos logran disfrutar de mundos imaginarios, ingresar una y otra vez a las obras abordando contenidos cada vez más complejos. Cuando el maestro en el jardín propone un espacio abierto de intercambio y discusión entre lectores, los pequeños tienen oportunidades de ampliar sus posibilidades interpretativas explorando algunas particularidades del discurso literario.