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Treno a las víctimas de Hiroshima

Kristoff Penderecki

Esta obra compuesta para 52 instrumentos de cuerda frotada está claramente


estructurada en tres secciones, una primera sección en la cual los violines comienzan con
una especie de lamento, la cual se mantiene por un lapso de un minuto para posteriormente
comenzar con una sección percusiva. Una segunda sección media, totalmente contrastante
de la anterior, este cambio de sección es un poco ambiguo, ya que se siemte solo un cambio
de textura dado por un solo de violoncelo, hasta realizar unos segundos de silencio. Y una
tercera sección, en donde la música retorna a su principio, o así parece, estas secciones
segunda y tercera, están superpuestas, es decir parece difícil definir el principio y final de
ellas, respectivamente.

La obra está escrita a manera de canon, es decir, hay una sección de la orquesta que le
responde a la otra, de manera exacta a una distancia de doce compases, pero con los
instrumentos distribuidos de manera distinta, este suceso se repite a lo largo de toda la obra.
En la Primera sección los violines comienzan realizando notas disonantes con distancias de
cuartos de tonos entre ellas, para aproximadamente después de un minuto introducir un
elemento rítmico, el cual está realizado por el mismo cuerpo, como por los arcos de los
violines, cellos etc. Esto crea una sensación de desorden el cual sugiere un aleatorísmo
dentro de la obra, como por ejemplo cuando cada instrumento toma uno de los cuatro
grupos definidos, y es ejecutado de la manera más rápida posible, así mismo hay un trabajo
irregular en las ejecuciones de los trémolos y los vibratos. Hecho curioso porque al mismo
tiempo se nota un trabajo serialísta, debido a las estrictas indicaciones de las alturas a
utilizar, los tiempos controlados entre otros aspectos más. Entonces se pudiera hablar de
aleatorísmo controlado. Otra característica de la obra es el uso de Closters sobre todo al
final de la misma y lo contrastante con los sonidos definidos que utiliza, los cuales evoca al
puntillismo.

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