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El Libro empieza con una breve biografia, donde nos se;ala que nacio en 1888 cerca de

Járkov (Ucrania), Antón Semiónovich Makárenko se instruyocomo maestro, generando un


conocimiento profundo de alguna en especial, relacionada con las humanidades,
adquirido mediante el estudio directo de textos y fuentes, donde pronto comprendió que
no era lo más importante a la hora de transmitir conocimientos. En el año 1920 su vida
cambió cuando el delegado de Instrucción Pública del gobierno soviético le propuso la
tarea de rehabilitar a jóvenes delincuentes. A partir de ese momento, Antón se esforzó a
lo largo de nueve años tratando de enseñar el arte de vivir a los muchachos y muchachas
que le encomendaban en la que bautizó como colonia Maksim Gorki. Ésta tuvo varios
emplazamientos, y fue una experiencia desarrollada por ensayo y error cuyas vicisitudes
están descritas en Poema pedagógico, publicado en tres volúmenes entre 1933 y 1935, y
que Akal acaba de reeditar en castellano. Ayuno de elucubraciones teóricas, el libro narra
la apuesta por una educación empírica y humanista, que entrelaza pupitre y trabajo y hace
a los jóvenes asumir su destino de forma autogestionada y con énfasis en el
compañerismo, la emulación y el fortalecimiento del espíritu de comunidad. Aunque éste
es su libro más celebrado, Antón S. Makárenko es autor de una amplia obra basada en sus
labores pedagógicas. Divergencias con Stalin lo llevaron a residir bajo vigilancia especial en
Moscú, donde falleció de un infarto en 1939.
Primer Libro
El libro empuieza se;alando los difíciles tiempos durante de la colonia Gorki. A cargo de
media docena de holgazanes irreductibles, Antón se desespera y busca refugio en librotes
de pedagogía hasta que un día en un arranque de cólera abofetea a uno de los
desobedientes. A partir de entonces, los muchachos empiezan a colaborar. Él impone
unas normas a los que quieran quedarse: reparto equitativo de los trabajos,
obligatoriedad de asistir a la escuela y necesidad de su permiso para ir a la ciudad. Le
resulta triste comprobar que el látigo es bienvenido en espaldas acostumbradas a la
servidumbre, y se resiste a perseverar en ese camino. Pronto son ya unos treinta los
educandos y aumenta la plantilla docente, aunque ropa y comida escasean y exigen
peregrinaciones agobiantes por tortuosos senderos burocráticos. Por otra parte, la pesca y
donativos más o menos voluntarios de los campesinos ayudan a la manutención. Cuando
se producen algunos robos en la colonia, el culpable es descubierto y juzgado por un
tribunal popular; tras unos días a pan y agua, se reintegra corregido en la comunidad.
Durante los dias y las mediante labores compartidas aumenta el espíritu de la colonia
Gorki, que se llega a ser una especie de hogar para todos los que residen en ella. Para la
primavera de 1921 logran que se autorice su traslado a una amplia propiedad cercana de
ahi, y sus actividades, con alguna ayuda y mucho animo, se amplian hacia agricultura,
carpintería y herrería, por tanto el número de personas se incrementa con los más jóvenes
de los prisioneros de las últimas operaciones de la guerra civil. Antón y los otros
educadores deben combinar amor y firmeza para que embriaguez, antisemitismo, naipes y
reyertas no desvíen el rumbo de la nave, y así logran sacar de los infelices seres golpeados
por la vida que les han sido encomendados lo mejor que yace escondido en ellos. La prosa
cuidada y precisa de Makárenko, siempre abierta al humor y la ironía, nos hace partícipes
de alegrías y amarguras. En el otoño de 1921, los gorkianos siembran centeno en la
segunda colonia, que se esfuerzan en acondicionar y esperan ir a habitar en breve; los
alumnos más instruidos ponen sus anhelos en ingresar en el Rabfak (universidad obrera).
Para el a;o de 1922 durante la primavera una horrible epidemia de tifus se presenta y
varios son hospitalizados, auqnue son atendidos sufren pero logran recuperarse
favorablemnte. En esos mismos a;os, la hostilidad que se genera entre algunos prebostes
el experimento pedagógico de Antón, tildado de autoritario, está a punto de dejarlo, pero
con el animo y y apoyo de las personas logra salir adelante. Por otro lado, las relaciones
con los campesinos se vuelven difíciles por los hurtos y robos que proliferan. Esto se
resuelve de momento, pero en otoño obliga a la expulsión de dos educandos, uno de los
cuales volverá corregido en unos meses. Muvhas veces el desanimo se hace presente,
pero ese año de 1922 comienza ya el traslado a la nueva colonia, donde se labora la tierra
con bestias o caballos observados por la Inspección Obrera y Campesina. La actividad es
febril, pero los domingos hay diversión y baños en el río, los piojos son apenas ya un vago
recuerdo y hasta tienen un piano que aporrea una de las educadoras y se las arreglan para
conseguir una segadora. Se une a ellos además E. N. Shere, un experto agrónomo,
hiperactivo y flemático, que revoluciona las labores y se convierte en un ídolo para los
muchachos.
Como habíamos comentado llegaba el a;o 1923, la colonia decide o genera diversoso
ragos militarizados, como una gran organización en la zonas. Los persdonajes o jefes de
aquí son rnombrados por Antón, posteriormente pasarían a ser elegidos
democráticamente, para poder formar lo que todos anhelaban un consejo con poder
ejecutivo, el sóviet de jefes. Se decía qye era un gobierno mixto, constituidos para una
tarea concreta y dirigidos por alguien propuesto por el sóviet de jefes, daba pauta a que
se fiueran rolando en el mando, lo que unido a que éste no otorgaba ningún privilegio,
impidió que se formara entre los educandos una casta dirigente. En el verano, con la
ayuda de unos amigos de la GPU, los jóvenes logran vencer las dificultades que les
confiere su condición de exdelincuentes, y comienza a funcionar en la colonia una célula
del Komsomol a la que se asigna un instructor político. El sueño de todos se materializa
solemnemente el 3 de octubre de 1923, cuando desfilando marcialmente en pos de su
roja bandera, con tambores y trompetas, los ochenta colonos toman posesión del nuevo
hogar.
Segundo Libro
Se generan nuevos asentamientos mas idoenos, con excelentes edificios amplios y tierras
fertiles, localizados al margen del Kolomak. La Ayuda a la Infancia de Ucrania financia el
acondicionamiento, pero pone ciertos puntos donde se tiene a admitir a otros cuarenta
educandos y hace indispensable que las actividades agrícolas se respartan. Makárenko nos
visualiza de una forma amorosa a los habitantes de la colonia, surtido de edades y
caracteres ligados en una vida de trabajo y estudio en la que no falta la diversión. Ésta
tomó aquel invierno la forma sobre todo de actividades teatrales, que acabaron
convirtiéndose en un trabajo más, y no de los menos importantes. De los asentamientos
cercanois e incluso de la ciudad llegaban todos los sábados gentes alegres que deseaban
observar el extenso repertorio del arte dramático ruso y ucraniano. Antón solía hacer de
apuntador y director de escena, y entre los espectadores no se toleraba la embriaguez, ni
las pipas de girasol. La fiesta del cumpleaños de Gorki abre la primavera y marca el fin de
la temporada teatral.
En 1924 se obsera el arribo de peronas nuevas que compran vacas, ovejas y nuevos
caballos, al mismo tiempo se genera la cría de cerdos y obtiene que podanmo=s tener un
molino próximo; la economía por lo que se ve, es buena para esta epoca. En julio, se da
una gran trilla , de mucho trabajo, pero frutifera, que congrega a todos trabajadores de
los campos de los más variados cereales, y en agosto se celebra la boda (sin popes) de una
chica de la colonia, a la que ésta dota espléndidamente, con un campesino. Un invitado
manifiesta extrañado: -“Muchachos, ¿y es verdad que vosotros sois aquí los amos?”.
-“¿Pues quién si no?”, le responde uno. Poco después se despide dolorosamente a los que
van a estudiar al Rabfak de Járkov. Ante inspectores que les visitan, Antón expresa sin
reparos su desprecio a la pedagogía oficial y defiende la necesidad de recurrir a castigos
como arrestos o trabajos extraordinarios; la comunidad autogestionada y bien
cohesionada que ha conseguido habla en su favor y a pesar de las críticas que suscita, el
proyecto es respetado. En la pascua y el verano de 1925 los rabfakianos vienen de
vacaciones y traen a todos noticias de un lejano mundo que aguarda.
Mucho se ha dicho cual ha sido el éxito de la colonia, pues debido a este gran éxito de la
colonia Gorki busca que se genere un nuevoemplazamiento que le de nuevos horizontes.
Se se;alan pautas o puntos por toda Ucrania y al fin los muchachos hacen ver su ira
involucrándose en un asunto ciertamente arriesgado. En Kuriazh, un monasterio del siglo
XVII muy cerca de Járkov, funcionaba otra colonia, con casi trescientos educandos, que era
un completo y absoluto desastre. Los gorkianos, ciento veinte por entonces, y Antón,
arrastrado por su entusiasmo juvenil, aceptan trasladarse a ella y tratar de reformarla con
plenos poderes. Lo arriesgan todo por ver el triunfo de sus ideas, mientras sus enemigos
confían en el fracaso de un proyecto que juzgan autoritario en exceso.
Tercer libro
Durante las primera vistas a Kuriazh durante el moiviemito de traslado, muestran las
terribles situaciones que allí se generan. Se requiere empezar desde el principio, construir
excusados, y comprar cucharas y platos, pero los gorkianos que arribaron de vanguardia
en un un tiempo record logran tener un censo y tener destacamentos que eligen a sus
jefes. Cuando se asignan tareas, poner en movimiento sin violencia a los que ignoran la
disciplina es complicado, pero la fiebre restauradora se extiende con fuerza y los trabajos
imprescindibles avanzan. Algunos kuriazhanos colaboran francamente y los más se
debaten expectantes.

Con alugos días ya restrasados conforme al plan se;aldao inicialemnte, esto en mayo de
1926 el grueso de los gorkianos llega a la estación de Rizhov en un convoy de cuarenta y
cinco vagones y desde ese moemnti incia el recorrido hasta Kuriazh. Antón, frente aalos
muchchos todos juntos, insta que desde ahora todos integran la colonia Gorki y redacta
las virtudes y el significado profundo de la vida que comienza. Al poco rato, en una
asamblea general se detalla la nueva organización, que fusiona sabiamente las dos
comunidades desmantelando posibles focos de resistencia, y se propone un ambicioso
plan de trabajo hasta el verano. Todo se aprueba con 354 votos a favor y ninguno en
contra.
Jabón, corte de pelo y desinfección son las prioridades. La ropa nueva y el entusiasmo
hacen el milagro y la transfiguración es pronto un hecho. Las más felices son las niñas de
Kuriazh, antes atrincheradas en el espanto y que disfrutan ahora de los vestidos que sus
hermanas gorkianas han confeccionado amorosamente para ellas. En un comedor
impoluto se celebra una comida de gala bajo retratos de Lenin y Gorki y carteles con las
consignas y saludos, como el famoso “¡No gemir!”. Se lee una carta de Gorki y Antón habla
a los muchachos de la suerte de vivir en un país donde el individuo puede desarrollar al
máximo sus cualidades sin que nadie robe los frutos de su esfuerzo. Luego todos cantan la
Internacional.
Se presentan muchos meses de gran trabajo. Antón nos se;ala de una manera muy calra
cómo se llega a corregir correctamente a los haraganes que añoran la vieja vida de
Kuriazh, reconoce que las bromas y burlas gestadas y su peculiar violencia psicológica no
son otra cosa que la expulsión fulminante del Olimpo pedagógico. Ante la verborrea allí
instalada, insiste en la necesidad primordial de educar a los jóvenes en el amor al trabajo
bien hecho y a la disciplina que éste exige, y en infundirles una imagen de sí mismos que
refleje sus anhelos más íntimos y esté adornada con el incitante estímulo que otorga lo
que es posible construir y está de alguna forma al alcance de la mano. Ése fue siempre el
hilo conductor de su labor, respetada por las autoridades, pero muy criticada por los
prebostes pedagógicos de la URSS.
Se derriban las murallas del monasterio y los ladrillos son reutilizados en nuevas
construcciones, mientras alrededor las cien hectáreas de la colonia comienzan a rendir
frutos y el estanque es vaciado y se procede a su limpieza, descubriéndose todo tipo de
objetos varados en el cieno. Para el verano ya hay electricidad, funciona la conducción de
agua y los muchachos están en sus nuevos dormitorios, cuyas camas han sido forjadas en
su herrería. Los trabajos del taller de carpintería se convierten en una fuente de ingresos,
que se trasforman en libros y en instrumentos para una banda de música. La crónica se
complementa con relatos emotivos que muestran cómo el espíritu de la colonia es capaz
de corregir la deriva autodestructiva de algunos de sus miembros. No son raros ya los
periodistas e investigadores extranjeros que vienen a visitarles.
Tras el invierno, tiempo como siempre de trabajo escolar intensivo, en la primavera de
1927 llegan noticias a Kuriazh de que la GPU construye al otro lado de Járkov un lujoso
edificio con talleres anexos destinado a una comuna con capacidad para ciento cincuenta
jóvenes que llevará el nombre de Félix Dzerzhinski, el recién fallecido fundador de la
Cheká. Su puesta en marcha se encomienda a los gorkianos y cincuenta de ellos forman su
primer contingente, con Antón como director, aunque él no abandone del todo Kuriazh.
La inauguración es en diciembre, y la financiación corre a cargo al principio de los
donativos de los chequistas, homenajeados en el libro como dechados de virtudes
humanas. Ya en la primavera de 1928, la incorporación de un eficiente administrador abre
una época de febril productividad (carpintería, fundición, etc.) y bonanza económica.
Pronto los comuneros perciben un salario.
El final del libro reseña la condena pública en un congreso pedagógico del método de
Makárenko, por estar basado en conceptos como deber, honor, disciplina y trabajo. Esto
le obliga a buscar nuevos destinos para los muchachos de la colonia más próximos a él, y a
dejar él mismo su dirección, lo cual se materializa tras una emotiva visita de Gorki en julio
de 1928. A partir de aquí, Antón se refugia en el proyecto de la comuna Dzerzhinski,
dependiente de la GPU y a cubierto, por tanto, de las altas instancias pedagógicas. Esta
labor será asunto de libros posteriores como Banderas en las torres (1938), del que existe
versión castellana. Poema pedagógico concluye con un epílogo de 1935 en el que vemos a
algunos de los educandos transformados en ciudadanos ejemplares de la gran patria
soviética y se recuerdan los retos tecnológicos asumidos en la comuna Dzerzhinski, como
la fabricación de taladros y máquinas fotográficas.
………………..
En la censura de los pedagogos soviéticos al proyecto de Makárenko, se respira algo de la
vieja polémica entre colectivistas y comunistas. El recurso a premios y castigos es criticado
desde una perspectiva puritanamente comunista e igualitaria, pero tenemos la impresión
de que es el método que mejor se ajusta a la realidad de unos seres humanos que sólo
son capaces de desarrollar su personalidad con el estímulo de una recompensa. Poema
pedagógico pone de manifiesto cómo jóvenes de inclinaciones y temperamentos diversos
pueden alumbrar, en un proceso en el que es esencial su propia iniciativa, una sociedad
armoniosa y al mismo tiempo económicamente viable, que les hace crecer como
individuos. Hay sin duda una mano que dirige la experiencia, pero es la capacidad de
liderazgo de los muchachos y su afán por integrarse en una entidad que satisface sus
necesidades físicas y morales lo que determina la vitalidad del proyecto.
Entre la multitud de personajes que dan color al relato hay uno que desempeña un papel
fundamental. La colonia Gorki no se afianza en el sendero del éxito hasta que un
competente e infatigable ingeniero, Eduard N. Shere, se hace cargo de la dirección técnica
de las labores agrícolas y ganaderas. Sus milimétricos y agotadores planes de trabajo
sumergen a los muchachos en un frenesí de actividad que aceptan a regañadientes, pero
que terminan viendo que sirve para que su existencia progrese de una forma
extraordinaria. Al mismo tiempo, imperceptiblemente, trabajo y camaradería, esfuerzo y
emulación van forjando su carácter y fortaleciendo la cohesión del grupo. La importancia
de la técnica que permite al hombre adaptarse a su entorno y mejorar sus condiciones
materiales queda realzada así como un recurso educativo esencial.
Poema pedagógico nos acerca a la complejidad de la vida soviética y a sus delicados
equilibrios de poder, muchas veces sorprendentes, pero más allá de esto contiene
también algo que le otorga un valor intemporal, en su crónica de un intento afortunado
de encauzar la existencia de unos jóvenes maltratados por el destino y dotarla de sentido.
Su conclusión es que el amor es el instinto más fuerte de la vida, y que crear una
comunidad que resulte grata para los que la habitan y les ofrezca a la vez estabilidad
material y la realización de lo mejor que llevan en su interior es el instrumento idóneo
para enderezar cualquier contingencia de la forma más favorable.

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