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Oración
Oración
ORACIÓN (2)
Madre de Dios y Madre Nuestra, Virgen del Rocío,
a quien con devoción veneramos,
en la entrañable advocación del Rocío:
Manifiesta a tus hijos tu ternura,
amparando a quienes hoy, te invocan de todo corazón.
Socórrenos en nuestras necesidades,
consuélanos en nuestra aflicción.
Danos el auxilio de tu ayuda
para salir del pecado.
Y alcánzanos del Señor el perdón de las muchas culpas,
con que hemos ofendido a tu Hijo Jesús.
Señora Madre Nuestra: Intercede por nosotros,
para que, libre de los males espirituales y temporales,
sirvamos al Señor en Santidad y justicia,
todos los días de nuestra vida.
Así, bajo tu amparo y patrocinio,
llegaremos a tener parte contigo
en el gozo del reino de los Cielos.
Amén
ORACIÓN (3)
¡Oh Virgen del Espíritu Santo,
Señora de Pentecostés,
Blanca Paloma, Madre de Dios y nuestra!
Desde tu Santuario manifiestas
y extiendes tu amor
y cuidados a cuantos lo solicitan.
Bajo tu maternal protección,
Madre bendita del Rocío, pongo mi vida,
trabajos, alegrías, esperanzas,
dolores y enfermedades.
Cuanto soy y tengo
te lo presento y ofrezco,
Pastora y Reina de las Marismas,
Patrona de Almonte,
quiero ser totalmente tuyo
y hacer contigo el camino
de mi vida cristiana,
como hijo fiel de la Iglesia.
Escucha, Madre, la oración
que con filial confianza te dirijo
y preséntala ante tu Hijo,
el Pastor Divino, Unico Salvador
y Redentor de los hombres.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
Amén
Preciosísimo confesor de Cristo, glorioso San Roque, otro David de la ley de gracia por la
mansedumbre y rectitud de corazón; nuevo Tobías en el tiernísimo afecto para con los
pobres y por la constancia en ejercer las obras de misericordia; cual otro Job, prodigio
estupendo de paciencia y fortaleza en los dolores y trabajos con que el Cielo te probó:
¡Cuánto me alegro que en este mundo orgulloso, sensual y ambicioso, aparezcas Tú tan
pobre, humilde y mortificado, distribuyendo a los pobres tu opulentísimo patrimonio, y
mendigando el pan hasta Roma en traje de peregrino! Y como si nada fueran ni las llagas y
dolores, ni el hambre que te aqueja, ni el abandono en que te ves, hasta no tener a veces
más recurso ni amparo que el pan que te envía el cielo por medio de un prodigioso perro;
como si nada fuera aún el verte encerrado en un horrible calabozo cinco años enteros por tu
mismo tío, que, sin conocerte, te trata de espía; te entregas generoso a los rigores de la más
asombrosa penitencia.
¡Oh! Cuánto condena esta tu vida penitente, pobre y humilde, el orgullo, la ambición y
sensualidad de la mía! ¡Ah! no extraño seas tú visitado con indecibles favores y gracias
celestiales, al paso que yo soy castigado por la divina Justicia, con razón irritada por los
vicios y pecados míos. Pero aplácala, dulce Patrón y abogado contra la peste. Tú que
libraste a Roma, Plasencia y tantas otras ciudades de este azote devastador, libradme
también a mí y libra de él a esta tu ciudad que pone en ti toda su confianza. Cúmplase en
nosotros la dulce promesa que el Cielo dejó escrita en aquella misteriosa tabla que apareció
sobre tu glorioso cadáver: “Los que tocados por la peste, invocaren a mi siervo Roque, se
librarán por su intercesión de esta cruel enfermedad.”
(Pídase al Santo la gracia que se desea, y récense luego cinco Padre Nuestros, Ave Marías
y Gloria Patri en memoria de los cinco años que estuvo preso.)
Hazte, Señor, propicio a nuestras súplicas, y cúranos los males del alma y cuerpo, para que
alcanzado tu perdón, en tu constante bendición nos regocijemos. Así sea.
En el relato bíblico, Tobías estaba junto a un río cuando un pez gigantesco lo amenazó. El
arcángel Rafael, disfrazado de humano, lo salvó. Eduardo Rosales Gallinas / Dominio
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Tanya Torres
Updated November 01, 2019
El arcángel San Rafael simboliza el aspecto de Dios que ayuda al ser humano a sustentar el
balance de las emociones y la salud del cuerpo. Es uno de los siete arcángeles que está
frente al trono de Dios. San Rafael cuyo nombre significa "curación de Dios", es el patrón
de los novios, los médicos, los enfermos y los hospitales dado que provee la energía
sanadora y cuida las relaciones. Su historia más reconocida es la curación de la ceguera de
Tobit y por eso también quienes carecen de visión se encomienda su favor.
A continuación algunas oraciones que se pueden dedicar con fervor al arcángel San Rafael:
1. Oración de sanación
"Oh bondadoso y guía espiritual San Rafael Arcángel, yo te invoco como el patrón de
aquellos que están afligidos por la enfermedad o dolencia corporal. Me dirijo a ti,
implorando tu auxilio divino en mi necesidad actual (mencionar aquí la petición). Si es la
voluntad de Dios, dígnate a sanar mi enfermedad, o al menos, concédeme la gracia y la
fuerza que necesito para poder soportarla con paciencia, ofreciéndola por el perdón de mis
pecados y por la salvación de mi alma. Enséñame a unir mis sufrimientos con los de Jesús y
de María y buscar la gracia de Dios en la oración y la comunión. (...) Concédeme la gracia
y la bendición de Dios y el favor que te pido por tu poderosa intercesión. Oh gran Médico
de Dios, dígnate a curarme como lo hiciste con Tobías si es la voluntad del Creador. San
Rafael, Recurso de Dios, Ángel de la Salud, Medicina de Dios, ruega por mí. Amén"
Glorioso san Sebastián
que alcanzaste de Dios tanta fe y caridad,
que llegaste a sacrificar tu vida
por obedecer a Dios
y socorrer fielmente
a tus hermanos cristianos.
(Hacer tu Petición)
Amén.