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TOMATE

Es difícil encontrar a alguien a quien no le guste el tomate, y es que el tomate, no sólo


enriquece nuestras recetas sino que aporta muchos beneficios para la salud. Esta fruta es
originaria del continente americano y en Europa, en sus inicios fue utilizada como
planta ornamental y no fue hasta finales del siglo XVIII cuando se cultivó para su
consumo. En el mundo se han desarrollado más de 20.000 variedades de tomates con
formas, colores y aromas peculiares. La mayoría son rojas, pero también las hay
amarillas, naranjas, rosadas, púrpuras, verdes o incluso multicolores y rayadas gracias a
los pigmentos llamados carotinoides como el licopeno (unos 3.000 mcg/100 g), el
cual le proporciona ese característico color rojizo y ostenta propiedades
antioxidantes que se encargan de proteger las células del organismo, y minerales
como el magnesio, fosforo, manganeso y el potasio, siendo estos dos últimos
minerales los que se localizan en una mayor concentración (un aproximado de 5%
cada uno, lo que equivale a 0,114 mg de manganeso y 237 mg de potasio).

Las recomendaciones alimentarias establecen que


deben comerse frutas y verduras cinco veces al día, alternando las crudas con las
cocidas. El tomate es una fruta que se puede consumir tanto en su forma cruda en
recetas de ensaladas o gazpachos, como transformado en salsa de otros alimentos o en
sopa, ademas es una excelente manera de aprovechar las propiedades del licopeno. De
cualquier forma su gran versatilidad hace que sea más fácil alcanzar la ingesta del
número de raciones recomendadas.

En cuanto a su composición nutricional, el tomate es una fruta muy recomendable para


cualquier persona sana, niño o adulto, y encaja a la perfección en las dietas de control de
peso, gracias a las pocas calorías que aporta (unas 22 Kcal/100 g) y la gran cantidad
de agua que contiene (94 g/100 g), que nos ayuda a estar bien hidratados, ademas
tambièn contiene Proteínas 1g, Grasas totales 0,11, Hidratos de carbono 3,5,
Fibra (g) 1,4, Calcio (mg) 11, Hierro (mg) 0,6, Magnesio (mg) 10, Zinc (mg) 0,22,
Sodio (mg) 3, Potasio (mg) 290, Fósforo (mg) 27, Vitamina B6 (mg) 0,11, Vitamina
C (mg) 26, Vitamina E (mg) 1,2.

Es importante conocer que gran parte de las vitaminas y minerales que contienen los
tomates se encuentran en su piel, por lo que si pelamos esta fruta podríamos estar
tirando a la basura gran parte de sus nutrientes. Si no te molesta o si va a ir triturado lo
mejor es que consumas el tomate entero, sin pelar. Sus propiedades y beneficios ayudan
a Proteger la vista, Mejora la circulación sanguínea, Cuida la piel, Evita el
estreñimiento, es Diurético y Antioxidante gracias a su conocido pigmento
carotenoide. El tomate Tambièn posee una cantidad moderada de ciertas vitaminas
del grupo B, donde la vitamina B1 o tiamina se encuentra en un 3% (es decir en un
0,037 mg), la vitamina B3 o el niacina se encuentra en un 4%, lo que equivale a 0,594
mg, y la vitamina B6 o la piridoxina se representa un 6% de su composición,
equivalente a 0,08 gr por cada porción de 100 gr de este fruto; se encuentra presente en
un pequeño porcentaje la vitamina E, ya que solo representa un 4% de su composición,
es decir, unos 0,54 mg; y finalmente la componen la retinol y la betacaroteno en un
porcentaje considerable, un 5% (42 μg) y un 4% (449 μg) respectivamente.

Tomar 200 gramos de tomate cubre el 80% de las necesidades diarias de vitamina
C, el 27% de las de vitamina A y el 13% de la vitamina E. Las tres vitaminas previenen
la degeneración de los tejidos, el envejecimiento prematuro y colaboran con el sistema
inmunitario.

Destaca el contenido en vitaminas del grupo B, más alto que el de otras hortalizas, en
especial de vitaminas B1, B6 y sobre todo de ácido fólico (200 g cubren el 25% de las
necesidades). Estos nutrientes favorecen la obtención de energía de los alimentos y
benefician al sistema nervioso.

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