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La no tan nueva caverna

Poco a poco nos vamos entregando a las sombras del engaño, la apariencia, las opiniones y
el sentido común. Es decir, a la caverna de Platón. Renunciando a estar “más cerca de la
realidad” (515 d), “la idea del bien [...,] lo recto y lo bello” (517 c).

Lo que antes pasaba desapercibido en la esquina de un barrio, en un coctel e incluso en la


barra de un bar; ahora se eleva y, si está acompañado de un puñado de seguidores y
espectadores, a verdad universal. Muchos medios de comunicación e influencers de redes
sociales, reproducen la caverna de Platón.

¿En qué consiste? En el Libro VII de La república [Platón. La república, Manual


Fernández-Galiano y José Manuel Pabón (intr., trad.), Madrid, Alianza Editorial1994] se
habla de una caverna. Es un texto clásico, siempre nos dice algo, solo es cuestión de sacudir
el polvillo, como diría Ítalo Calvino.

Podemos decir que estamos dentro de una caverna, detrás unos titiriteros pasan figurillas y
vemos así reflejado sus formas, pasamos esas sombras como objetos reales. Estamos
“atados por las piernas y el cuello de modo que tenga que estarse quietos y mirar
únicamente hacia adelante” (514 b), así somos presa de nuestra ignorancia y falta de
educación.

En una primera dimensión solo vemos las sombras, en una segunda vemos las figuras,
luego “los objetos mismos” (516 b), “lo último que se percibe, y con trabajo, es la idea del
bien”.

Salir de la caverna no nos haría mejores personas, pero sí menos tontos. Aunque al final sí.
Ya que, parafraseando a Platón, saliendo de la caverna al ver los objetos reales podríamos
contemplar el bien.  

Los medios de comunicación y las redes sociales no solo informan y socializan; muchas
veces manipulan, tergiversan, discriminan y carentes de conocimiento, emulan los
artefactos falsos y titiriteros de la caverna.

Bien pudiesen potenciar el conocimiento, el pensamiento crítico y los principios éticos,


para que todo mundo pueda pensar con su propia cabeza, como todo mundo come su
comida sin pedir a otro que se la mastique y actuáramos en función de ellos.

Algunos medios y redes sociales son un hervidero de manipulación, noticias falsas y


linchamiento. En general, mera opinión y sentido común, contrario al “buen sentido” como
diría Gramsci. Con las excepciones para confirmar la regla. Estamos ante la no tan nueva
caverna.

Abdiel Rodríguez Reyes


Profesor de Filosofía en la Universidad de Panamá

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