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Casullo, F.; Gallucci, L.; Perren, J. (2007) "Existen muchos caminos
a la verdad…" Entrevista a Eric Van Young [En línea]. Trabajos y
Comunicaciones, (32-33). Disponible en: http://www.
fuentesmemoria.fahce.unlp.edu.ar/art_revistas/pr.3331/pr.3331.pdf
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“Existen muchos caminos a la verdad…” Entrevista a Eric Van Young.
Fernando Casullo
Lisandro Gallucci
Joaquin Perren
Universidad Nacional del Comahue
TrabajosNº32/33
Trabajos y Comunicaciones (2da. Época), y Comunicaciones (2da.
- 2006/2007 - pp:Época),
00-00 -Nº32/33 - Año de
Departamento 2006-2007
Historia | 31
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación - Universidad Nacional de La Plata
Fernando Casullo, Lisandro Gallucci, Joaquin Perren
Lucas Alamán, uno de los más notorios políticos del siglo XIX y arquitecto del
conservadurismo mexicano.
Entrevistamos a Eric Van Young en ocasión de las XIX Jornadas de
Historia Económica llevadas a cabo en San Martín de los Andes (Neuquén,
Argentina) entre los días 13 y 15 de noviembre de 2004. Aprovechamos la opor-
tunidad para agradecer la gentileza del profesor Van Young para ceder parte de
su tiempo en esta entrevista.
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y Comunicaciones (2da. Época), Nº32/33 - Año 2006-2007
“Existen muchos caminos a la verdad…” Entrevista a Eric Van Young.
empresas. Estaba distraído con cosas de docencia, con familia y dispersé tal vez un poco mis
energías en artículos y cosas así. Pero lo mejor de todo esto es que en el momento de enfrentarme
con los documentos no pude explicar la participación de gente popular solamente en base a esa
situación económica y me pareció que se trataba de una respuesta posible dentro de un cierto
registro cultural. La defensa de la comunidad no era solamente desde el lado económico, sino
también desde la identidad.
Los resultados de esta investigación fueron volcados en un libro bastante voluminoso,
que ganó el premio que tenemos dentro de nuestro gremio en Estados Unidos, el Premio Bolton que
ganó también Enrique Tandeter hace algunos años. El titulo de la obra es The Other Rebellion.
Popular Violence and Ideology, and the Struggle for Mexican Independence, Mexico 1810-1821
y próximamente va a ser publicado en castellano por Fondo de Cultura Económica.
Luego me embarque en un estudio histórico de psiquiatría mexicana, tal vez por
influencia de mi mujer, que es psicoterapeuta de orientación psicoanalítica. Desde entonces siempre
me han interesado estas cuestiones. He jugado un poco con conceptos psicoanalíticos en muchas
de los proyectos que lleve adelante. De hecho, en mi libro y en algunos artículos, figura una cosa
que publiqué bajo el titulo “El Lázaro de Cuautla”,(1) donde trato de explicar la psicología
de un tipo totalmente desquiciado que andaba pintándose como Mesías en la región de Durango
hacia 1801. Por varias razones no pude seguir con ese proyecto de psiquiatría. Sin embargo,
gracias a este comencé a inclinarme hacia la interioridad. Creo que las cuestiones biográficas y
psicológicas son el punto de llegada un recorrido que comenzó en la historia económica.
Eso me lleva al presente momento, en que estoy escribiendo una biografía de Lucas
Alamán, un estadista, historiador, figura pública trascendental, importantísimo en México.
Nació en 1792 y murió en 1853. Fue muy conservador. Yo sospecho que si uno va a construir
una genealogía del conservadurismo mexicano desde el Partido de Acción Nacional (PAN)
hacia atrás, va a llegar a Lucas Alamán como una fuente de origen de todo eso. Llevo ya tres
o cuatro años de investigación de archivo y apenas estoy llegando a unos cuantos indicios sobre
la importancia de su pensamiento en el México decimonónico. Pero esto me lleva a otro tipo de
campo, otro tipo de investigación que es historia intelectual, historia de la cultura política, la
historia de su actuación como figura política y en eso estoy.
EVY- Yo siempre había pensado en estudiar en el siglo XVIII. Pero fue por David
Brading, uno de mis profesores en Berkeley y figura de renombre mundial, que comencé a darme
cuenta de la importancia del periodo que va desde mediados del XVIII hasta mediados del
XIX. El proceso de independencia no debería entenderse como una ruptura definitiva, sino
como una combinación de continuidades en ciertos aspectos y de cambios en otros. Entonces
para mí, una vez dado mi interés en la Independencia me pareció muy lógico estudiar una
figura como la de Alamán, quien además de su complejidad intelectual fue uno de los grandes
historiadores de la Independencia. Inclusive, su obra “Historia de México” todavía se consulta
por su valor documental, sino por lo interesante de sus explicaciones.
De todos modos, mi interés sobre el siglo XIX se limita solo a algunas
décadas del mismo, en particular las dos primeras. En relación a esto he escrito
varios balances historiográficos; es decir, artículos donde trato de resumir tenden-
cias y se nota que hay ciclos, por lo menos en la historiografía norteamericana,
en cuanto a los intereses en la historia de México. Tenemos una historiografía
bastante densa para el siglo XVI, sobre la época de la Conquista, Cortés, Malinche
y todo ese período. Luego para el siglo XVII hay un vacío tanto en la historia
económica como en la historia social. Se va llenando, pero está mucho menos
desarrollada. En cambio para el siglo XVIII tenemos otra densidad historiográfica
y para el siglo XIX tenemos una de esas cimas en cuanto a la Independencia, pero
desde 1821 en adelante hasta la Reforma, es decir el periodo conocido como la
Republica temprana. Entonces, trabajar el periodo de 1800 a 1821 significó para
mí la posibilidad de investigar en un campo que no se encontraba tan pisado o
tan sobreocupado.
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“Existen muchos caminos a la verdad…” Entrevista a Eric Van Young.
EVY- Yo había concebido la biografía como un proyecto más factible, pero el caso
es que Alamán es el centro de una rueda. Hay muchos caminos que empiezan con él y se
abren en otras direcciones: era un gran empresario, estableció el muy famoso Banco de Avío
para promover la industria mexicana, tenía sus contactos con Europa, alentó la ciencia. Hay
muchos aspectos que podríamos ver a través de su vida y de sus ojos. Por eso he programado
una década de investigación antes de iniciar la escritura de la obra.
EVY- No veo que estén en conflicto la historia económica y cultural. Yo creo que
hay una relación de complementariedad y no de oposición. Como dije en mi conferencia, la
historia económica no se trabaja tanto entre los especialistas en América Latina. No es que
está fuera de moda, pero se ha visto algo desplazada por la historia cultural y política también.
Por ejemplo, tengo la impresión que en los Estados Unidos hemos cometido un gran error en
no brindar a nuestros estudiantes una adecuada formación en historia económica. Para hacer
historia cultural o social es imprescindible empezar por la historia económica. Pasando tanto
tiempo de nuestras vidas ganando y consumiendo que es necesario que sepamos algo de historia
económica. Mis estudiantes siempre están trabajando historia cultural y los aliento mucho en
esa empresa. Pero llegan algunas veces que les doy a leer textos económicos, pero no se conectan
muy bien con esas cuestiones y eso francamente es un error que debemos asumir.
En general veo que en el campo de la historia económica se han
producido enormes adelantos. Es mucho mas sofisticada que hace veinticinco
años y esto se refleja en la mayor densidad de su literatura. Por ejemplo, cuando
yo empecé no se empleaban las actas notariales que hoy en día son insumos
fundamentales en la historia agraria latinoamericana.
los documentos generados por la Inquisición, que sí se interesó en los procesos mentales, los
archivos con los cuales trabajé son, en cambio, mucho más parcos. Y por esta razón siempre es
necesario triangular estas fuentes con otro tipo de documentación para ingresar a ese mundo ya
desaparecido. Obviamente que en esta clase de operación juega un papel importante la imagi-
nación histórica del investigador, aunque se trata de algo que debe ser controlado. Sin duda, la
falta de documentación muchas veces es un problema. En el caso de los sectores subalternos no
disponemos de una trayectoria vital documentada como sucede con las elites. Cuando los sectores
subalternos se encuentran con el estado hay una chispa y esto es lo único que nos deja registro
documental de estos sectores sociales. Podemos hacer historias de vida pero son fragmentarias.
Es en ese sentido que nos ayuda la cuantificación. Si tenemos cien o doscientos datos ambiguos,
por lo menos, podemos construir un cierto perfil. Esto precisamente hice en mi libro, donde
dedique todo un capitulo a obtener algunos perfiles a partir de los mil doscientos individuos de
los cuales había recolectado información.
Entonces, a la hora de estudiar a los sectores subalternos, hay y no hay problemas con
las fuentes. Pero lo importante es no perder de vista que las mismas dificultades se nos plantean
cuando intentamos estudiar a las elites. Después de todo, el pasado es un país extranjero y esto
es efectivamente así. Además, para mí como norteamericano existen otros problemas como el
idioma o el desconocimiento de la cultura. Una persona es, de algún sentido, prisionera de su
propia cultura. Entonces, brincar a otra cultura para entenderlo como si uno fuera nativo es
bastante difícil.
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“Existen muchos caminos a la verdad…” Entrevista a Eric Van Young.
profundizar mucho. Recuerdo una frase de Lucas Alamán, como historiador, que dice que
antes de emprender una cosa hay que conocerla profundamente.
Entonces una amplia cultura literaria, el conocimiento del lugar y de las personas,
un profundo trabajo de archivo de textos, de la naturaleza que fueren, ya sea de biblioteca,
de archivos.
También me parece importante mantenerse abierto a otros tipos de perspectivas. Y
a eso me refería en mi conferencia cuando decía que es absurdo que los historiadores “cultura-
les” se pregunten si yo soy un historiador cultural o no. Lo que he hecho en mi libro sobre la
independencia mexicana es historia social con matices y agregados de historia cultural, aunque
algunos historiadores me consideran un historiador de la historia cultural.(3)
En fin, lo que hay que recordar es que existen muchos caminos a la verdad. Por
eso siempre hay que estar abierto a otras perspectivas.
Notas
(1) Van Young, Eric. “El Lázaro de Cuautla. Dobles subjetivos al leer tex-
tos sobre la acción popular colectiva”, en: Historia y Grafía, Nº 5, México, 1995.
También puede verse la entrevista que Antonio Ibarra realizó a Van Young,
“Identidad y mesianismo. (Conversación con Eric Van Young), en: Ojarasca, Nº
24, México, 1993.
(2) El profesor Van Young se refiere al libro del historiador mexicano
González y González, Luis. Pueblo en vilo: microhistoria de San José de Gracia, México,
FCE, 1968.
(3) Un análisis más extenso acerca de las relaciones entre historia económica
e historia cultural, en Van Young, Eric. “La pareja dispareja: algunos comenta-
rios sobre la relación entre historia cultural e historia económica”, en: Historia
Mexicana, vol. 52, Nº 3, México, 2003.