Está en la página 1de 5

El taxi tuvo serios contratiempos dejándole en medio de una carretera desierta; varado por un

problema del motor que, a juzgar por la expresión del chofer, parecía algo serio. El castaño sin un
cigarro, sin carga en su móvil y con un aspecto desdeñado, solo le quedaba esperar. El chofer
intentó hacer algunos chistes para tratar de reducir tensiones, pero el joven Diversión no estaba de
humor y termino ignorándolo por completo. Acostado con brazos y piernas abiertas, tendido sobre
el asfalto contempla las nubes intentando hallar figuras en ellas.

Después de casi dos horas de haber experimentado una gran desesperación, el auto hecho andar. El
chofer alagándose así mismo tras lograr ajustar la falla del motor, baja el capó y entrando en el auto
se pone en marcha al puerto más cercano. Durante el largo viaje el Castaño aprovechó para
descansar en el asiento trasero. Levantando la cabeza, contempla arrugando sus párpados el
crepúsculo hasta que, al final, el sol terminó escondiéndose en el horizonte de Atlus.

-¿Que dices? Debe ser un error, revise bien. Necesito zarpar cuanto ante.

Alzando la voz hace resaltar cierta inconformidad al empleado de la taquilla de ventas para pasajes
de navegación marítima.

-Lo sentimos caballero debe esperar al amanecer-

Amablemente le responde el empleado quien finge una sonrisa. El barco para Turkas no zarparía
hasta el amanecer y esta noticia no fue del agrado de Diversión. Se sentó en un banco intentando
calmar la impaciencia. Llevaba días fuera de palacio y ahora sin tener noticias ni de su padre, ni de
sus hermanos. Saco de su bolsillo su dispositivo móvil y le pidió ayuda al empleado para
restablecer la energía en dicha tecnología. Con la carga suficiente procedió a iniciarlo. El
dispositivo mostraba el logo del clan Mitsui en blanco sobre un fondo completamente negro.
Apenas inicio su sistema operativo y agarro conexión satelital, entraron cuatro notificaciones que
cambio el semblante del masculino.

El joven Diversión recibía la recompensa de su última misión. Junto con ella una nueva misión un
tanto perturbadora, tras una ojeada simple a sus objetivos. Pero fueron los dos últimos textos los
que le animaron. Se puso en pie, se subió encima del banco al tiempo que abría sus brazos y cerraba
sus ojos musitando entusiasmado:

-Siii! Al fin, es tiempo de que Diversión se divierta.

El joven Mitsui había recibido un contrato con uno de los gremios más fuerte de la liga de otoño.
Aquella noche parecía interminable. Termino establecido en una cafetería cerca del puerto y
mientras cenaba dibujaba en la servilleta, el rostro de una chica que le pareció interesante. Le
pareció un rostro familiar pero no alcanza a recordar. El Castaño poseía un talento innato por la
pintura y el dibujo. Siempre valoraba la idea de convertirse en un gran artista de la plástica, pero el
que escribe el destino no siempre tiene los mismos planes. El rostro de la chica poseía una simetría
que a los ojos apreciativos del masculino la hacían bella, eso sin resaltar la forma tan sensual que
acompañaba sus gestos al hablar. Compro cigarros para el camino y tras pagar su cuenta se acercó a
la mesa de la chica. Con un ademan de cortesía puso sobre la mesa su dibujo.

Se acostó en aquel viejo banco de listones de madera con soporte metálico, ya gastado por el salitre
del mar. Todo ardía en fuego abrasador, sentía un calor infernal. Su corazón palpitaba a un ritmo
anaeróbico. En aquel momento sintió que no se podía mover, como si estuviera paralizado. Gritaba
un nombre buscando una inmediata salida, un nombre desconocido. Llevo su mano a la espalda y
su tesoro no estaba. Se llenó de un horror cuando inminente una gigantesca boca de dragón, llena
de colmillos afilados sobre su cuerpo intentaba acabar con su vida. Sobresaltado abrió los ojos y
saco un cuchillo de su antebrazo en el suelo poniéndose a gata. Al mirar a su alrededor se da cuenta
de su soledad. Se había caído del banco al experimentar una terrible pesadilla. Se fue al muelle a
escuchar el sonido del agua en la madrugada y ya relajado seguía pensando en los objetivos de su
misión.

El barco zarpo al amanecer como lo previsto, recorriendo los océanos de los grandes continentes
hasta llegar a Turkas. Se cuestionaba su poca estancia en palacio. No había tenido tiempo de
compartir con sus hermanos. El viaje fue igual de monótono, frio en la noche, cálido en la mañana.
A unas milla de Turkas se alcanzaba a ver las miniaturas de su esplendor. Sofisticada, ecléctica,
llena de encantos, donde fue adoptado en joven Diversión. En Turkas podía o no, estar su destino,
pero prefería dejarlo en mano de los Dioses.

Tomo un tren que le llevo al destino deseado. De pie, absorto como aquel día en que pisó por
primera vez el palacio Mitsui. Una sensación de alivio recorrió su cuerpo al tiempo que avanzaba
por las habitaciones del suntuoso palacio. No se percató por la emoción que sus pisadas marcaban
de barro las losas brillantes del pasillo. Llego a su habitación y con un suspiro el masculino inicio
de forma épica un movimiento con su pierna derecha para sacarse del pie isquierdo la bota. Repitió
la acción con la pierna descalza, esta vez para quitar la bota derecha de su pie. Coloco su tesoro con
delicadeza para terminar de desvestirse ante el espejo. Se acercó considerando su rostro mientras
palpaba su barbilla.

[una buena rasurada no me vendría mal. Creo que necesito un buen baño y un gran descanso.
Mañana será un buen día para completar mi misión]

El Joven Diversión experimentaba por primera vez la verdadera comodidad del palacio Mitsui.
Aquella cama tan suave no tardo en propiciar un profundo sueño para el joven que sin definir un
punto exacto se quedó dormido. El reflejo mostraba una ligera distorsión por ser la superficie
convexa de una enorme pupila rasgada. Parecía existir un abismo en su interior. Le volvió a inundar
la sensación paralizante del miedo. Pestañean dos parpados en sentido contrario al unísono con los
parpados ásperos del exterior del ojo del dragón. El iris cambia su textura como un bosque ardiendo
en llamas. El masculino intenta mover sus brazos inútilmente, se da cuenta que está prisionero en la
garra de la mágica Criatura. El Dragón aleja su cabeza humeante y sin articular la mandíbula se
comunicaba con el joven.

Telepáticamente una voz reverberante se prolonga en su mente.


-Te puedo ver joven Diversión, te estamos esperando.

Sobresaltado abre sus ojos mientras le corría el sudor por su frente. Esta vez la pesadilla se sintió
más real, como si se trátate de una visión. Con su torso desnudo, ligeramente inclinado en la cama,
se alcanza a ver colgando de su cuello una bruñida cadena de finos eslabones que sujetaban un
medallón. Un botín de guerra de su última batalla.

Frota su cuello por la zona del tatuaje con su diestra. No pudiendo conciliar más el sueño se vistió.
Colocó sus armas blancas en las correas y fundas. Tomo una capa nueva y poniéndola sobre sí tomo
su tesoro dispuesto a partir. Se movilizo hasta la estación de trenes a las cuatro de la madrugada,
hora de Turkas, para viajar a Moto. Aquel viaje se le hizo muy raro. Las personas le miraban con un
brillo inusual en sus ojos como si de ventanas se tratasen y alguien lo espiara a través de ellos.**_

Adentrándose en las montañas de Moto al amanecer, con su rostro serio y su mano en su dispositivo
móvil buscaba el objetivo de su misión. El mapa virtual indicaba la presencia de un pequeño
poblado no muy lejos de su posición. Tras una escalada difícil, abatido por el viento recio que
agitaba su capa carmesí. En la sima de la montaña y aun respirando agitado con sus manos
apoyadas en las rodillas; encorvado, contempla el terrible panorama delante de él.

Un pueblo completamente en llamas y allí estaba sobre su cielo escupiendo fuego, un fuego que
aun cuando consume todo sigue ardiendo. Oscuro como una sombra volando con sus enormes alas.
Tras la última bocanada de fuego sobre el poblado, extiende hacia adelante sus patas traseras al
tiempo que frena su impulso con sus alas para quedar sobre la torre más alta afincando con sus
garras.

Aquella criatura aparentaba tener al menos quinientos años. Un dragón maduro, experimentado y
conocedor de grandes batallas épicas de la humanidad. Torturaba con fuego a todo un poblado de
inocentes. Era una criatura colosal y pesada. Poseía un enorme pecho que parecía estar al rojo vivo,
rematado con un cuello largo y ondeado.

Su piel azabache brillante, con grandes escamas flexibles y duras como las rocas. Un arma común
no podría herir a esta la Mágica Criatura. Exhibía erizada una cresta de huesos puntiagudos desde
la cabeza a la espalda. Su boca abierta, humeante, deja ver un su interior una luz que emite
resplandor en su garganta. Grandes colmillos que brillan rojo-cobrizo por la alta temperatura.

Su rostro serpentino tiene una mirada cruel e insensible, transmitía seguridad y astucia. El castaño
toma una posición erguida mientras le inunda aquella sensación paralizante como en los sueños,
pero esta vez es diferente. Lleva su diestra a la empuñadura de su tesoro y allí estaba. Vibro el poder
de Besta recorriendo todo su cuerpo. A pesar del miedo su voluntad permanecía intacta. Era
exactamente el Dragón que soñó. Y le llamo la atención un detalle que faltaba, y que claramente
especificaban los objetivos de su misión. El Castaño no planeo estrategia, esta vez solo eran él y su
tesoro.

-Mitsui Diversión has llegado-


El dragón hablaba en la mente del joven mientras emanaba una niebla espesa, muy negra, como una
energía maldita que iba llenando el área a su alrededor. El cielo se tornó cada vez más oscuro hasta
llegar a volverse negro como el abismo.

-Un aura de maldad se percibía en el ambiente.

-Después de diez años de aburrimiento arremetes de nuevo contra inocentes. Solo para alimentar tu
ego y escuchar historias que hacen sobre ti y tu hermano. No me parece justo Dragón Negro. Eres
tan despreciable que al parecer ni tu gemelo se te acerca. ¿Me pregunto dónde estará?

Musito el Castaño ante la presencia del mal. El cuerpo del Dragón negro se volvió una sombra
intangible. Manifestando su enorme cabeza como una nube negra, se materializó a un costado del
Castaño. Este desenfundo la espada Besta mientras la apretaba y sentía el fluir del poder del sol.
Las escleróticas de sus ojos brillaron cual luz desapareciendo sus pupilas. Su piel como el fulgor
del astro sol. La espada emanaba haces brillantes de luz volviéndole una extensión más del sol.

Las profundas tinieblas fueron esparcidas ante la repentina formación de un sol a gran altura sobre
ambos. Bruscamente hace que la cabeza materializada del Dragón negra se vuelva oscuridad
nuevamente y retroceda por la luz solar. Fuertes hondas de calor emanaban de este sol artificial en
la estratosfera. Aumentaban cada vez más la temperatura y ya para cuando se materializa por
completo el dragón en la distancia, este humeaba y sus escamas tenían un color rojo-cobrizo.

-Que, me mataras con fuego joven Mitsui, no te parece que me facilitas el trabajo

Le habla el Dragón a la mente de Diversión mientras las tinieblas se dispersaron completamente.


En la espalda del joven se manifiestan enormes alas de fuego que se materializan dándole un
aspecto angelical. Transfigurado en llamas se eleva ante el maligno Dragón Negro. El portador del
poder del sol se moviliza hacia a la criatura que, abriendo esta sus alas elevo vuelo en dirección a la
figura angelical. La velocidad del joven fue tal, que justo cuando iban a impactar en los aires ambas
fuerzas destructivas, se perdió delante de los ojos entreabiertos del dragón por la intensa luz.

Se posicionó sobre la espalda de la Criatura entre sus alas. Dió unos pasos sobre las escamas que
como acero en fuego de fragua se encontraban por el poder de Besta. Tomo su tesoro con ambas
manos colocando el filo hacia abajo y arremetió con el máximo poder del sol contra el cuerpo del
dragón Negro. La espada traspaso la anatomía de la Criatura destrozando todo en su interior y
liberando el haz por su enorme pecho hasta impactar en la tierra estremeciéndola y provocando un
enorme cráter.

-Maldito Diversión, no creas que matando borraras mi existencia. Mi energía espiritual vivirá
dentro de ti, soñaras todos los días de tu vida con dragones.

Fue lo último que escucho en su mente antes de empezar a caer en picada sobre el cuerpo sin vida
del dragón. Se elevó mientras contemplaba como caía la colosal criatura mágica sobre la tierra
resplandeciente. Causó un gran estruendo la caída. Un rugido al unísono se escuchó en la distancia
sobre una montaña, a espaldas de la figura angelical. Cuando este se volvió allí esta erigirá muy
furiosa. Exactamente igual a su gemelo el Dragón Negro, pero este era completamente blanco
marfil. Apenas se definían sus contornos por la intensa luz.

El portador del poder del sol atacó primero, pero se detuvo abruptamente a pocos metros en el aire
sintiendo un estruendo como de pasos de dragón por la tierra, que provenían del lugar donde había
caído el Dragon Negro. Volteando su cabeza no podía creer lo que estaba sucediendo. El Dragon
Negro se había levantado nuevamente aun con el pecho destrozado. Parecía estar fuera de sí, no era
el mismo de antes. Sus pupilas estaban emblanquecidas y ya no parecía tener vínculo con
Diversión.

El joven comprendió de inmediato lo que estaba sucediendo. El Gemelo Blanco tenía el poder de
reanimar a los muertos.

Diversión se concentró en el Dragon blanco, pero recibió un ataque combinado desde dos flancos.
Voló mas alto y ambas bocas de dragones completamente abiertas intentaban tragarle. Libero de la
palma de la mano una honda solar muy poderosa cuya curva era lo suficientemente extensa por la
distancia entre ambos, para dañar ambas bocas de gemelos al impactar. Estos enfurecidos tras
recibir el golpe pierden el control. La figura angelical del joven Diversión desciende como un
cometa para realizar un corte transversal en la cabeza del Gemelo Blanco con el máximo poder de
Besta. Siguió su recorrido hasta caer flexionando ligeramente sus rodillas en el suelo. La tierra se
hundió ligeramente y a su alrededor la energía residual creo una honda devastadora. Delante del
joven caía la Cabeza de gemelo blanco. A su derecha el cuerpo y a su izquierda el cuerpo del
Gemelo Negro.

Se cercioró unos segundos de que todo había terminado y enfundo su espada volviendo de su
transfiguración. Respiraba agitado al tiempo que confundido. Se resistió pero no pudo, cayó
desmayado al suelo entre los cuerpos de la bestia. Nunca había tenido que usar tanto el poder de
Besta. Cuando despertó estaba bañado en sangre de Dragon. Se escurrió un poco las manos y saco
su dispositivo móvil. Le tomo fotos a los objetivos de su misión. Aprovecho y se hizo un selfi.
Mando un texto al encargado de las misiones de clan Mitsui y adjunto una foto. Al comprobar si lo
había hecho bien noto que había enviado la foto incorrecta y su rostro se ruborizo. Rápidamente
procedió a borrarla, pero era tarde, estaba enviada. Así que pidió disculpas en SMS, y envió la
correcta.

[-ahora que pensara el encargado de las misiones de mí, como se me ocurre tener fotos de chicas en
el móvil]

También podría gustarte