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2. Llamado de Egipto
- Llevado a Egipto
Llevado por José la misma noche que recibió en sueños tal orden de Dios (13-
14). El mensaje fue dado de noche, la obediencia de José fue inmediata para salvar al Niño de
las intenciones asesinas de Herodes. La huida (φεύγω) tenía que ser inmediata, urgente para
salvar la vida. De Jerusalén a Belén, un caballo podría galopar 8 km en 2 horas
aproximadamente. No había lugar tranquilo en Judea para el Niño. Ahora, en su humanidad,
el Creador tenía que huir de la malvada criatura. Tuvo que abandonar pronto a quienes fueron
indiferentes a Su venida.
En Egipto, no se encontraría totalmente extranjeros, estaría entre judíos refugiados. Allí había
una importante colonia judía desde los tiempos de los profetas (Jer 43:7; 44:1). La familia de
Jesús podía estar allá en contacto con casi un millón de compatriotas. Herodes no tenía
ninguna autoridad en Egipto.
- Permaneció en Egipto
Hasta la muerte de Herodes (15). Quien murió el 4 o 5 d.C. de manera ignominiosa.
Hasta que un ángel en sueño le dio la orden de Dios a José para retornar a
Israel (19). Jesús llegó a Egipto cuando era un bebé y era un chico pequeño cuando volvió.
- Llamado de Egipto
Para que se cumpliese la profecía (15). La huida a Egipto haría posible el
cumplimiento de la profecía de Oseas 11:1: “… de Egipto llamé a Mi hijo.” Dios había
librado a la nación de Israel de la esclavitud y de la opresión en tierra de Egipto; ahora
llamaba al Libertador que ahora estaba en Egipto para librar a su pueblo que estaba en Israel.
Faraón intentó destruir a Israel, Herodes intentó destruir al Mesías; Dios protegió a Israel,
Dios protegió a su Hijo. El éxodo de Israel tuvo su perfecto cumplimiento en el éxodo del
Niño desde Egipto para cumplir el ministerio que le había sido encomendado. Si Israel
hubiese sido destruido en Egipto, las profecías mesiánicas (Gn 22:18; 26:4; 28:14; 49:10) no
se habrían cumplido. Cuando Israel fue llamado de Egipto, Cristo también fue llamado.
3. Llamado nazareno