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Introducción 1
Objetivos 1
Clasificación 1
Incidencia 2
Fisiopatología 2
Correlación clínico-fisiopatológica 3
• Pequeña 3
• Mediana 4
• Grande 4
• Grande y síndrome de Eisenmenger 5
Evolución natural 5
Diagnóstico 6
• Auscultación 6
• Radiografía 6
• Electrocardiograma 8
• Eco-Doppler 9
Tratamiento 10
Conclusiones 12
Bibliografía 12
La comunicación interventricular (CIV) es la cardiopatía congénita más frecuente, si se la considera como cardiopatía
aislada (solamente es superada por el ductus arterioso cuando nacen en la altura, a más de 2000 metros sobre el
nivel del mar).
Se define como un defecto en la tabicación del septum interventricular que determina un cortocircuito dependiente
entre ambos ventrículos.
La etiología es multifactorial, generalmente está asociada a síndromes genéticos o a noxas múltiples, durante las
primeras ocho semanas de gestación.
OBJETIVOS
CLASIFICACIÓN
INCIDENCIA
Si se la considerara como parte de cardiopatías complejas (como la doble salida ventricular derecha, la atresia
tricuspídea, la tetralogía de Fallot, la trasposición completa de los grandes vasos con comunicación interventricular),
seguramente su incidencia superaría el 60-70% del total de las cardiopatías.
FISIOPATOLOGÍA
Tal como se ve en la figura 2, el defecto está ubicado a nivel del segmento ventricular y el cortocircuito generalmente
es de izquierda a derecha.
CORRELACIÓN CLÍNICO-FISIOPATOLÓGICA
Pequeña
La comunicación interventricular pequeña o enfermedad de Roger (nombre que se puso en homenaje al primer
médico que describió el defecto del septum interventricular) es la más frecuente, con un 65% de los casos. Cursa
sin repercusión hemodinámica.
Cursa clínicamente sin insuficiencia cardíaca. Se ausculta un soplo sistólico regurgitativo de cinco a seis en
seis en las comunicaciones pequeñas o de uno a dos en seis protosistólico en las comunicaciones
interventriculares en cierre.
Se palpa un frémito en las que tienen el soplo intenso, que no es más que la palpación vibratoria de un soplo
intenso en el precordio; el segundo ruido será normal.
Mediana
La CIV mediana constituye el 20% del total de las CIV en cuanto a tamaño. Es semirrestrictiva, esto quiere decir que
el cortocircuito va a ser mayor de 1,5, pero no va a superar de 2 a 1.
Si no disminuye en la evolución y permanece mediana, se debe reparar, ya sea quirúrgicamente o si se puede por
cateterismo terapéutico entre el año y los 2 años de vida.
Clínicamente, presentan un soplo sistólico de 3 a 4 en 6 holosistólico con un segundo ruido que puede estar
ligeramente aumentado de acuerdo con el grado de hipertensión pulmonar que tenga, a expensas del componente
pulmonar del segundo ruido.
En algún momento de su evolución, puede tener insuficiencia cardíaca. Presenta una cardiomegalia moderada en
la radiografía de tórax y puede auscultarse un tercer ruido con soplo mesodiastólico.
Grande
La comunicación interventricular grande no restrictiva representa el 14% en frecuencia en cuanto a tamaño:
→ Es una comunicación interventricular donde el Qp/Qs es mayor de 2.
→ Las resistencias pulmonares en relación con las resistencias sistémicas van de 0,3 a 0,7.
→ La presión sistólica en la arteria pulmonar con respecto a la presión sistólica en la aorta está entre 0,8 y 1.
Estos pacientes requerirán cirugía dentro de los primeros meses de vida, generalmente alrededor de los 6 meses o
antes y siempre antes del año de vida.
Clínicamente, van a presentar para el diagnóstico un soplo sistólico de tres a cuatro en seis protomesosistólico con
un segundo ruido muy aumentado a expensas del componente pulmonar del segundo ruido.
En la radiografía se va a encontrar una cardiomegalia grave con signos de hipertrofia biventricular con la
punta levantada y redondeada (punta biventricular), saliencia del arco medio y signos de hiperflujo pulmonar.
Este síndrome se produce cuando se llega tarde al diagnóstico y los cambios histológicos en las arteriolas pulmonares
hacen que esta hipertensión pulmonar sea irreversible.
La cirugía está contraindicada en estos pacientes. La única solución que puede encontrarse es el trasplante
cardiopulmonar.
Clínicamente, se va a auscultar un «soplito» protosistólico de uno en seis. El segundo ruido va a estar muy
aumentado y se va a auscultar único, por el componente pulmonar.
En la radiografía de tórax va a haber una leve cardiomegalia con un arco medio muy saliente y las
características de los hilios que se ven como amputados por la gran hipertensión pulmonar.
EVOLUCIÓN NATURAL
La CIV grande con síndrome de Eisenmenger evoluciona a la muerte entre los 20 y los 40 años de la vida.
DIAGNÓSTICO
Auscultación
A la auscultación, se diferenciará (figura 3):
→ CIV en cierre: soplo sistólico protosistólico con un desdoblamiento del segundo ruido normal y con una
intensidad del segundo ruido normal.
→ Pequeña: soplo sistólico cinco en seis o seis en seis, holosistólico con un componente del segundo ruido
también normal y el desdoblamiento normal.
→ Mediana y grande: soplo sistólico protomesosistólico con acmé (pico de mayor intensidad) mesosistólico con
un segundo ruido aumentado a expensas del componente pulmonar; también se puede auscultar un tercer
ruido con soplo mesodiastólico.
→ Síndrome de Eisenmenger: ruido de eyección pulmonar que se ausculta como un desdoblamiento del primer
ruido y con un pequeño soplo sistólico protosistólico y un segundo ruido muy aumentado en intensidad, único,
a expensas del componente pulmonar.
Figura 3. Auscultación.
Radiografía
A continuación, se puede observar la radiografía de un lactante, con cardiomegalia grave, insuficiencia cardíaca e
hiponeumatosis del lóbulo superior derecho (figura 4) y cateterismo en donde se observa el pasaje a través de una
comunicación interventricular subaórtica (figura 5).
En el lactante se ve el pedículo vascular más ensanchado, la punta levantada y redondeada y signos de hiperflujo
pulmonar (figura 6). En cambio, en el niño se observa un pedículo vascular más angosto y una cardiomegalia leve a
moderada con una punta levantada y redondeada; se ve también un mayor realce del arco medio en el niño y signos
de hiperflujo pulmonar (figura 7).
Figura 6. Rx lactante.
Figura 8. Se observa una radiografía con una cardiomegalia moderada, punta levantada y redondeada,
arco medio saliente, signos de hiperflujo pulmonar y signos de hipertensión venocapilar pulmonar.
Electrocardiograma
Lo característico de los electrocardiogramas de la CIV es la sobrecarga auricular izquierda que se observa mejor
en D1 con ensanchamiento de la onda P, llamada también P mitral, la cual sobrepasa los 0,09 segundos de duración.
También se ve en precordiales, complejos isopotenciales (isodifásicos) y en las derivaciones intermedias.
El eje QRS puede estar a la izquierda (figura 9) o puede también verse a la derecha de acuerdo con los distintos
grados de hipertensión pulmonar que el paciente tenga.
Eco-Doppler
En la figura 10, se puede observar un eco-Doppler color de una CIV perimembranosa subtricuspídea que se ve
mejor en el eje de cuatro cámaras. Aparece un gradiente de 98,3 mmHg y el tamaño era de 2,3 mm, es decir, que se
trata de una comunicación interventricular restrictiva o enfermedad de Roger.
En la figura 11, se observa una comunicación interventricular perimembranosa, pero, en este caso, se extiende
al tracto de salida del ventrículo. Tiene una extensión subaórtica y esto se ve en el eje largo o eje mayor del
ecocardiograma.
Este tipo de CIV debe ser monitorizada, ya que, aunque sean pequeñas y no tengan repercusión hemodinámica, en
la evolución pueden provocar insuficiencia aórtica y deben ser cerradas.
Figura 12. CIV muscular de la punta, restrictiva con un gradiente de 56 mmHg en un paciente de 2 años.
Figura 13. CIV de la figura anterior. Aquí se observa que mide 1,1 mm (pequeña).
TRATAMIENTO
Cuando esté presente, se tratará la insuficiencia cardíaca; recuerde que, generalmente, las comunicaciones
interventriculares grandes o medianas pueden presentar dicha evolución dentro de los primeros 3 o 4 meses de vida.
Pasado este tiempo es difícil que suceda, ya sea porque en la evolución estas comunicaciones interventriculares
se fueron reduciendo o porque empezaron a desarrollar distintos grados de hipertensión pulmonar.
Por último, se realizará tratamiento quirúrgico oportuno entre los 3 meses y el año de vida en los defectos grandes,
y entre el primer año y el segundo año en los defectos medianos. Algunas CIV pueden cerrarse por cateterismo,
sobre todo los defectos musculares alejados del septum membranoso para evitar efectos secundarios adversos
como la evolución o un bloqueo auriculoventricular completo (figura 14, 15 y 16).
La mortalidad quirúrgica de las CIV varía de acuerdo con los distintos centros, pero en general es menor del 3%.
CONCLUSIONES
En esta clase se ha definido la comunicación interventricular, conociendo sus tipos de acuerdo con el tamaño del
defecto.
También se ha descrito su posible evolución y se han señalado los métodos diagnósticos más convenientes junto
con el tratamiento indicado para cada caso.
BIBLIOGRAFÍA
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Pérez-Lescure Picarzo J, Albert Brotons DC. Park’s pediatric cardiology for practitioners. Elsevier España; 2015.
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