No cabe lugar a dudas, que la pérdida de fundamentos morales es una de las causas de la

corrupción en el Perú. Estos actos corruptos en contra del Estado generan como efecto
inmediato, una administración pública ineficiente, la cual se aprecia por el inadecuado
manejo que se realiza de la cosa pública, la pérdida de la confianza entre ciudadanos y
Estado, lo que influye notoriamente en las relaciones de poder, así como una Inadecuada
política criminal contra la corrupción, lo que deviene en muchos de impunidad.

Por otro lado, el Uso del poder en beneficio propio determina en el plano económico, el
Predominio de los grupos de poder económico en a la toma de decisiones, lo que afecta la
cohesión social, provocando una escasa participación ciudadana en los asuntos políticos y
sociales. Esto se ve agravado por la ausencia de una política regulatoria de los mercados por
parte del Estado, lo que conlleva un clima de verdadera anarquía que favorece conductas
indebidas y enriquecimiento de pequeños grupos.

Todo lo señalado genera graves efectos en la vida política, económica y social del país,
produciendo una seria afectación de los propios fundamentos del Estado que le dan sentido y
razón de ser.