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REGISTROS, Ma r del Piala, año 10 ( n . ll) : 72-97.

Julio 2014 ISSN 2250-8112

Alma de arquitecto. Conformación histórica del


"habitus" de los proyectistas del habitat
Soul of Architect. The historical formation of the "Habitus" of Habitat
Designers

Graciela Silvestri
Unive rsid a d Na ciona l de La Pla ta , Arge ntina

Abstra ct Resumen
Conside ring the biogra phy of Ma rio Core a , the El a rtículo a na liza , a pa rtir de la biogra fía de
a rticle a na lyze s se vera l subje cts introduced in Ma rio Core a , a lgunos tema s a rquitectónicos
the '6 0, tha t a re still present in the a rchite ctura l que , intro d ucid o s en la década de l 6 0,
debate (scales of inte rve ntion, wa ys of tra ining, continúa n presentes en el debate d isciplina r
re la tionships between politica l postula tes a nd (esca la s de tra ba jo, forma s de ense ña nza ,
actua l projects). re la c io ne s e ntre p o stula d o s p o lític o s y
proyectos con cre tos).

a rchitecture - biogra phy - recent history a rquitectura - biogra fía - historia reciente

Arquitecto UBA. Doctora en Historia FFYL/UBA. Profesora titula r ordina ria de Teoría de la
Arquitectura.Investigador Independiente CONICET/HITEPAC/FAU/UNLR

Recibido el 21 de enero de 2014 Aceptado el 23 de ma yo de 2014


G. SILVESTRI, Almo de arquitecto. Conformación histórica del "hábitos" de los proyeclisla s del habitat

No pocos veces me ha sorprendido lo a mbiguo ha bita t. Así, indica al menos como intención
sensa c ión de estor en rig or observa ndo más bien o que no se trata sólo de se guir el hilo de la s
un conjunto de idea s que se apoderaron de unos ide a s, sino de e nga rza r esta s re fle xione s con
hombres y, a i ha cerlos c reer lo que creyeron, los
e spa cios concre tos, socia le s y ma te ria le s.
hic ieron se r lo que fueron (TERá n , 2012, P.45).
Fina lme nte : entra ndo por la s historia s de vida ,
en luga r de a na liza r sólo obra s e institucione s,
supuse que podría e vita r la unive rsa liza ción de
1. Introducción
los principios te óricos, mostra ndo cómo e llos
Me había propuesto re a liza r, unos a ños a trás, están suje tos a los complica dos hilos de la
una biogra fía colectiva en base a e ntre vista s a historia sin borra r a los suje tos o a gentes que,
un grupo de a rquite ctos de cierta re leva ncia , se gún la tan difundida cita ma rxia na , no lo
pertenecientes a una misma "ge ne ra ción" (con sa ben, pero lo hacen.
todos los re ca udos que esta pa la bra supone ):
Las vida s que había elegido seguir, atravesadas
la que, forma da en lo s prime ros a ños de la
por los tumultuosos hechos históricos, eran
fa culta d post-pe ronista , fueron a tra ve sa dos
todas vida s via je ra s. Se trataba de distintos tipos
por los tumultuosos debates políticos pos­
de via je s: académicos; de placer y a prendizaje,
te riore s a 1966.
como los orga niza dos por los estudia ntes al
El proyecto de prosopopeya no fue re a liza do; fina liza r la ca rrera ; de emigración volunta ria o
pe ro de los ma te ria le s que re uní surgie ron de obliga do e xilio político. No existen estudios
mucha s pre gunta s. Entre e lla s, la que surge de comprehensivos sobre el papel de los via je s en la
ve rifica r que, a pesa r de lo s e norme s ca mbios conforma ción del campo arquitectónico local,
cultura le s, técnicos y productivos del último que se complejiza más considerando que buena
cua rto de siglo , a pena s han tra nsforma do parte de los que accedieron a la s ca rrera s
a lguna s convicciones profunda s a senta da s en universita ria s en los a ños sesenta fueron hijos de
a que llo s a ño s, a l me nos en la práctica otra s emigra ciones. El contraste con el tipo de
corrie nte del a rquitecto riopla te nse . via je actual -ta n fluid o y relativamente accesible,
apoyado por infinida d de becas e institucione s-
Si d e finir "Arquite cto" e s d e finir la d isciplina , no se me pasaba por alto en el momento de
re sulta te nta dor entonces poner en rela ción formula r el problema . Para el objetivo de esta
esta forma histórica y loca lmente determina da ponencia, se guir el hilo de los via je s me permitió
de la s práctica s, con los principios te óricos q ue poner en cuestión los límites de la misma idea
se suponen unive rsa le s. De a hí el título de la con que había inicia do la investiga ción -la
ponencia : "Alma de a rquite cto". Podría ha ber posibilida d de comprender una se nsibilida d
ree mpla za do a lma por "ca be za " o "ce re bro ", específicamente "riopla te nse "-.
ya que buscaba a na liza r una forma ca ra c­
Del clima de idea s que a tra viesa lo s a ños
te rística de pensa r, hacer y tra nsm itir el oficio.
juve nile s del grupo que estudia ba surgió como
Pero, a demás de no e sta r fa milia riza d a con el
de te rmina nte la conflictiva re la ción entre
a rse na l de instrume ntos cie ntíficos ba sa dos en
a rquitectura y política . Como es sa bido, lo
el d e sa rrollo reciente de la s te oría s cognitiva s,
político a tra ve só, con esca sa s media ciones, la
el título ya e xistía (Ma llgra ve , 2009). Alma , en
cultura de los a ños poste riore s a I96 0 y, por
ca mbio, con su sa bor a rca ico, incluye a fectos,
ende, los pla nteos de re nova ción disciplina r.
p a s io n e s , g u s t o s , lu g a re s c o m u n e s,
Pero la misma idea de lo polític o e s va ga y
re gula rida de s e inclina cione s id iosincrática s.
ca mbia nte, especia lmente en el ca so de la
Para evita r cua lquie r ma le ntendido meta físico,
a rquitectura , que carece de se nsibilid a d para
a compa ñé la metáfora con la vie ja noción de
los tie mpos cortos de la acción huma na . Así, es
ha bita s (propuesta en el se ntido a bie rto y lábil frecuente que lo político se ide ntifique sin más
de Pa nofsky, a ntes que en el sociológico de con lo soc ia l, tema que permanece de d istinta s
Bourd ie u).' La pa la bra ha bitus juega con otra fo rm a s en la m ira d a d e l "a rq u ite c to
p a la b ra inte g ra d a a n u e s tro a rs e n a l a rge ntino", que se sie nte parte de un ca mpo
conceptual desde media dos de lo s a ños 6 0: prog re sista .

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Mucho se ha a va nza do en los e studios de este a rquitectura y horizonte científico-te cnológico,


pe ríod o, lo que permite a soma rnos a la que un ala importa nte de la izquie rda mai>:ista
conforma ción, desde la nueva izquie rda , a un no estaba dispuesta a a ba ndona r. Los tra ba jos
comple jo de id e a s loca l que conforma n de Corea nos permiten profund iza r de qué
pa tc hworks a veces sorpre nde nte s. A inicios de ma ne ra el pe nsa m ie nto a na ló g ic o d e l
1970, ya están de splega da s casi toda s la s a rquitecto enfocaba este recla mo de cienti-
refere ncia s filo sófica s que constituyen nue stro ficida d, a rticulándolo con la biología y la
pre se nte - in c lu s o en lo s te xto s so b re cibernética (teoría de siste m a s), y con la
a rquite ctura , libre me nte convoca da s pa ra a ntropología y la lingüística e structura l. Corea
a rticula r la s propue sta s. Sin e mba rgo, no a borda este recla mo de ma nera idiosincrática ,
existen tra ba jos que enfoquen la s ma nera s en más inclina do a la a rgumenta ción dia léctica (y
que el a rquitecto ha re a liza do la s d ive rsa s por lo ta nto: "cie ntífica " en la mira da de la
ope ra cione s que permiten a socia r métodos, época), que a los e studios de la forma o a la s
e stra te gia s proyectua le s y form a s a a quel cla ves a ntropológica s que suste nta ría n los
entra ma do de opciones intelectua les. a nálisis de la "vid a cotidia na ". Pero, a unque su
compromiso político pa reciera inclina rlo a
Para e vita r a firma cione s poco ma tiza da s, me
privile gia r el avance productivo como clave de
centro en el ca so de Ma rio Core a . No toda s la s
la Re volución, ta nto Corea como sus compa ­
cue stione s menciona da s han sid o enfoca da s
ñe ros te ndie ron a ignora r la expe rimenta ción
por este a rquitecto rosa riño, pero la s a use ncia s
en cue stione s técnico-inge nie rile s (un recha zo
me pa re cie ron ta n e locue nte s como la s
que pe rsiste ).
p re se n c ia s, ya que e lla s sub ra y a n la
coexistencia de dive rsa s se nsibilid a d e s en una El te rce r tema a borda la s cue stione s de
misma "época ". enseña nza y tra smisión d isciplina r: se tra ta del
mítico Ta lle r Tota l, en cuyo d e sa rro llo y
El prime r tema que a tra vie sa de d istinto s
discusión Core a jugó un papel importa nte. La
modos el d iscurso de Core a está lla ma do a
ilusión de inte gra ción de los d ive rsos sa bere s
re solve r un vie jo problema : el de la escala de
que concurren al proyecto -n o la mecánica
inte rvención del a rquite cto. Corea a siste , en
instituc io na l, ra d ica lme nte d e m ocrática -,
Ha rva rd, a la instituciona liza ción del urba n
perma neció en los últimos 5 0 a ños. El ta lle re s
de sign, que intenta cubrir la brecha entre
la pieza clave de lo que de finimos hoy como
pla nning (de esca la te rritoria l) y a rquitec tura ,
"d isciplina a rquite ctónica ". La s pa ra doja s que
centrada en la e dilicia . Aunque la emergencia
de esto se deriva n no han sid o re visa da s, tan
del urba n design devenía de preocupa cione s
"na tura le s" parecen. Ta mpoco lo fueron en los
de la rga data, su impulso desde fine s de lo s 5 0
momentos en que se ensa yó con más empeño
lo entronca con la s más tempra na s crítica s al
la re nova ción de la disciplina en función de la s
mode rnismo, a tra vés de te ma s ca ra cte rísticos
prome sa s re voluciona ria s.
como "e l cora zón de la ciuda d", el tra ta mie nto
de lo s espa cios a bie rtos, el "d e scubrimie nto" El hecho de que Core a haya perma necido,
de la ca lle , etc. Esto nos pe rmite tra za r luego del inte rre gno dicta toria l, como refe­
re la c io ne s e sp e c ífic a s con lo s nue vo s rencia en la cultura a rquitectónica a rge ntina ,
significa d os otorga dos al espa cio público en la pe rmite re fle xio na r ta nto a cerca de la s
década de 198 0 en Arge ntina , e incluso con la modula ciones histórica s de los tema s que he
idea de "proye cto urba no" que pe rmitirá un propue sto, como ta mbién acerca de la s
pa rticula r a ncla je de la profe sión loca l en la s ma nera s especifica s en que va gos e nuncia dos
tra nsforma cione s de la ciuda d. se convierten en obra s concreta s, ilumina d a s
por los matices de una se nsibilid a d .
El se gundo tema que Corea a borda re sulta ba
especia lmente productivo a fine s de lo s 6 0,
pe ro va pe rd ie nd o e ntid a d ha sta ca si
desa pa recer (aunque ha re emergido en los
últimos a ños). Se trata de la rela ción entre

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2. Prime ros via je s: un siste ma entre el Plan a rquite ctos eligen la esta día nortea merica na .'1
y el Objeto Sin emba rgo, recién en la década del 6 0 se
produce el giro que coloca rá a Ne w York como
De la biogra fía de Ma rio Luis Corea Aie lo nos
exitosa suce sora de Pa ris. Sólo a fine s de los
ce ntra re mos en su itine ra rio juve nil, que
6 0, la costa Este comienza a importa r. Dia na
culmina en el e xilio en Ba rcelona -e l luga r
Ag rest y Ma rio Ga nde lsona s llega n a Ne w York
donde se a se nta rá d e finitiva m e nte pa ra
en 1971, después de una esta día en Pa ris; un
d e sa rro lla r una profe sión que a ntes sólo había
itine ra rio pa recido es el de Rodolfo Ma cha doy
pra cticado como emplea do en oficina s a je na s.
Jorge Silve tti. Ninguno de e llo s, a unque
Su prime r via je fue en 196 2, en el mismo a ño socia lmente progre sista s, se destaca en su
que se titula en la Fa cultad de Arquitectura de inte rés político.
Rosa rio, para cursa r una Ma e stría en Urba n
Como d ijim o s, no existen e studios sobre la s
De sig n en la Gra dua te School of De sign (GSD,
condicione s, carácter y propósito de estos
Ha rva rd ). Tie ne a pe na s 23 a ños. Se ha
tra sla d os que permita n ha ce rnos una idea
forma d o como ba chille r en el pre tigio so
precisa del "ca non" que se ma teria liza ba a
Cole gio Na ciona l n° 1, en donde cursó
tra vés de e llo s. Sí es se guro que e stos via je s se
a signa tura s que ya no se dictan más, como
orie nta ba n sobre todo hacia la vie ja Europa
lógica e historia del a rte. Re a lizó sus e studios
-a pe na s ma tiza dos, desde fine s de los 6 0, por
de a rquitectura en una facultad nueva, cuyo
la "inic ia c ió n la tino a m e rica na ", comple ­
cuerpo docente fue forma do por profe sore s de
menta ria al via je e urope o, hacia el Cuzco.
Bue nos Aire s: Jua n Ma nuel Bortha ga ra y en el
Ingla te rra (no USA), constituyó la meca para
proyecto de l últim o a ño; C a rlo s Ménde z
muchos. ¿Qué o bra s, qué e stud io s, qué
Mosque ra en Visión; Fra ncisco Bull rich en
ciuda des se visita ba n? La pregunta no es
Histo ria ; Jorge Enrique Ha rdoy en Urba nismo.
se cunda ria : es el via je el que consolida el
Ha rdoy es quien vincula a Core a con José Luis
canon clásico y mode rno. Esto va le incluso
Se rt, por entonces decano de la GSD. Core a
para a que llos a rquite ctos (muchos e xitosos,
tra ba ja rá en el e studio de Se rt, y lue go -gra cia s
como Justo Solsona ), que pueden ca lifica rse
a su me d ia ción-, en el de Paul Rudolph.
como se de nta rios y monolingüe s: la s forma s
196 2 e s una fecha problemática en la historia en que "e l via je de la s id e a s" se produce en el
a rge ntina : el a ño del golpe que acaba con la río de la Plata ta mbién es vía tra ducciones,
pre side ncia de Fro nd izi, lue go de que el se lecciones e d itoria le s, contactos pe rsona le s;
pe ronismo proscripto triunfa ra en diez de la s y sobre todo: imágenes publica da s.
catorce provincia s, incluida Bue nos Aire s. Pero
"Arquite cto" era título máximo: de manera que
no fue esto lo que impulsó a Core a a via ja r. El
quie ne s se decidía n por obte ner un diploma de
rumbo del via je (Esta dos Unid o s) parece
posgra do era n ma yormente a que llos que se
e xtra ño a p rim e ra v ista . C o re a ha bía
orie nta ba n hacia la novel disciplina de la
ma nife sta do una tempra na inclina ción política
Pla nifica ción. Y U SA , como de mue stra la
más o menos a fín con la izquie rda , y la s postu­
tra yectoria de Ha rdoy, era un obje tivo clave. En
ra s a ntiimpe ria lista s circula ba n a sidua me nte
los a ños que a na liza mos se produce el pasaje
en los me dios inte le ctua le s/ Apena s un a ño
del urba nismo a la pla nific a c ión, cua ndo la
después del via je de Corea a Ha rva rd, en
e cua ción ind ustria liza c ió n -urb a niza c ió n-
196 3 , un grupo importa nte de a rquitectos
mod e rniza ción, y sus te ma s-proble ma : la
a rge ntinos via ja a Cuba , en oca sión del V il
concentra ción, la s migra cione s rura l-urba na s,
Congre so de la UIA.3
los e stímulos al d e sa rrollo, se pla sma n en la s
Cua ndo Corea llega a Ca mbridge en 196 2, de ma nda s formula da s a la historia económica
son pocos los a rge ntinos que han opta do por y a la demogra fía (Novick, 2004). Aún nose ha
este ca mino. Esta dos Unid o s había sid o una opera do la crítica del Plan desde la s te oría s de
opción dura nte la segunda gue rra (es el ca so la de pe nde ncia , ni se ha e xte nd id o, en
de Ed ua rd o Sa c riste ). Más ta rd e , o tro s Arge ntina , el pa sa je del urba nismo CIAM a La

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Ciuda d. Si se guimos la s hipóte sis de Adrián la a rquitectura y no al pla nning . Se rt ya había


G o re lik, nota re mos que el progre sismo loca l propuesto la crea ción de la sub-d isciplina del
a ún no había roto la nza s con lo s Esta dos "d ise ño urba no" en una conferencia de 195 6 ,
Unid o s, que tenía en su ha ber una la rga con la pre se ncia de Ja ne Ja cobs, Ga rre t
tra dición del Town pla nning con figura s que Eckbo, y Lewis Mumford (Krie ger, 2005 ). La
perma necen hoy como re fe re ncia s -Le w is propue sta pre te nd ía sup e ra r la d iv isió n
Mumford , Jane Ja cobs (Gore lik, 2012). No ca ra cte rística de la po sgue rra e ntre la
sólo Ha rdoy, sino ta mbién Luis Ainste in (en "e d ifica ción conside ra da como a rte " y la
C o rne ll); José Luis Cora ggio y Ale ja nd ro "na tura le za sistémica del Pla n", cubrie ndo el
Rofma n (en Pennsylva nia ), Ca rlos Yuvsnovslcy, va cío esca la r.
por cita r a a lgunos, se de spla za ron a USA. En
El dise ño urba no fue de finido por Se rt como
to d o c a so , e m e rg e una s e n s ib ilid a d
(...) fbaf p a rí o f city pla nning which de a ls with
activamente inte rd isciplina ria en los a suntos
the physic a l form o f the c ity, y lo considera
del Pla n, guia da po r la e conomía , que
como (...) the most c reative pha se o f city
esta blece los núcleos de ava nzada en los
pla nning, in which ima gina tion a nd a rtistic
p rim e ro s 6 0. Si v o lv e m o s d e sd e e sta
c a pa c ities pla y the importa nt pa rt (Krie ger,
perspectiva a l '62 a rge ntino, este fue el a ño en
2005 , p. 206 ). Se rt intenta a rticula r una base
que Ha rdoy creó el Instituto de Pla nea mie nto
común para el tra ba jo conjunto del a rquitecto,
Urba no y Re giona l en la Unive rsid a d del
el pa isa jista y el pla nifica dor. Como presidente
Litora l, que después se convirtió en el C EU R
del CIAM entre 194 7 y 195 6 , conocía bien los
(Ce ntrode Estud ios Urba no sy Regiona les).
antecedentes de la propuesta . Pero lo que me
En e stos e piso d ios pode mos nota r cómo interesa se ña la r a quí e s la exc entric ida d de la
cie rta s ca sua lida des epoca les modula n la s tra ye ctoria de Core a con re specto a sus
voca ciones inicia le s. Porque Core a podría compa ñe ros a rquite ctos o pla nifica dore s, que
ha be r toma do el ca mino de la pla nifica ción, oscila rán por una década más entre el objeto
pero a terriza en Ha rva rd en el momento en q ue a rquite ctónicoy el plan a bstra ctoy ge nera l.
el urba n design se está conforma ndo como
Entre la s contribucione s de Corea en su estadía
áre a p a rtic ula r d e ntro de la d isc ip lina
en Ca mbridge , se destaca el tra ba jo re a liza do
a rquitectónica .
como d iscípulo de Fumihiko Ma ki, tra ducido
La pre se ncia de José Luis Se rt hace la un par de a ños después (Ma ki et a lt, 1968). El
diferencia para quie n, aún inme rso en el clima texto constituye un documento importa nte para
mode rniza dor de la pla nifica ción, dedica rá sus compre nder lo que luego se dio en lla ma r
re fle xione s prime ro, y su activida d de spués, a a rquitec tura de siste ma s.

Fíg .l .a Sistema de te rmína le s a bierta s Fíg .l .b City Room, en Fumihiko Ma ki, Ma rio Corea et a li.
Siste ma s de movimie nto en la ciudad GSD/A&f? 1968.

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La inve stiga ción se inicia e xponie ndo un p sic o ló g ic o -e sp a c ia l que ne ce sita se r


siste ma espa cia l de te rmina le s a bie rta s -e n re formula da .
a bierta referencia al "urba nism o e spa cia l"
Esta forma ción académica enra íza en Corea
fra ncés. Pero el peso de la s d isquisicione s
una ma nera de pe nsa r ordena da , rigurosa ,
m e tod ológica s no borra lo s a n á lisis de
"siste m á tic a ". Pe ro debe sum a rse a sus
fa ctibilida d (Boston e s a na liza da de cerca), ni
he rra mie nta s del pe nsa r el tra ba jo que rea liza
lo s lla ma dos a spectos huma nos (sic) que solía n
en el e studio de Se rt -e l proyecto de Peabody
ignora rse en lo s procedimie ntos más a bs­
Terra c e. Se trata de una inteligente va ria nte de
tra ctos. Se intenta , a unque de ma nera tosca ,
la Unida d de Ma rse lla , enrique cida por los
e nla za r el movimie nto urba no (entendiendo
debates acerca del "cora zón de la ciuda d", el
p o r e sto la s d iv e rsa s m o d a lid a d e s de
espa cio público,y la "e sca la huma na ". Ningún
tra nsporte ), con tipo lo gía s a rquite ctónica s
p into re sq uism o - s ó lo la ca pa cida d de
lla ma da a re solve r lo s nudos (que enla za ba n
va ria ción del siste ma de módulos e spa cia le s-,
lo s d istin to s su b siste m a s). Entre e llo s ,
otorga va rieda d al conjunto, esca pa ndo a sí de
d e sa rrolla n el lla ma do City room, el nudo que
la a utorre fe re ncia lida d y objetua lida d e dilicia .
concentra ba la ma yor cantidad de pea tones de
Sin emba rgo, es necesa rio conside ra r que
la ciud a d , pro po niénd o lo como ám bito
e stos dise ños-me cca no se a rticula n fue rte ­
inte rca mbia dor e informático, remeda ndo en
mente con la propuesta del hospita l de Venecia
otro le ngua je la s gra nd e s e sta cione s de
-introd ucie nd o una lógica clave para a que llos
fe rroca rril decimonónico. El City room, que
a ños, especia lmente para quie nes se a dentran
ilustra la portada del documento, no constituye
en los progra ma s hospita la rios, como Core a .
ni una mega estructura indete rmina da , ni una
a puesta irónica y pop. Si consid e ra mos que Corea llega con esta forma ción a Londre s en
Ma ki era crítico de sta ca d o y o ca sio na l 1970, luego de un breve pa so por Arge ntina ,
pro ye ctista de l m o vim ie nto m e ta bo lista obteniendo en la Archite ctura l Associa tion (AA)
ja ponés, sorpre nd e la a use ncia de o tra s otro diploma en Urba n De sig n. En el mismo
hue lla s de la s ge ome tría s comple ja s que la q ue a ño, Tony Día z (otro prota gonista de lo s a ños
rige la ma je stuosa esca lera helicoida l -ce ntro ve nid e ros) obtie ne en la misma se de su
simbólico, c himenea de l hog a r- que en su diploma en pla nning . La AA se ha convertido
forma a lude a la estructura del AD N, descripta en referencia ine ludible para los a rquitectos
pocos a ño s a nte s. Este C ity ro o m , de a rge ntinos, conde nsa ndo los nue vos ca minos
a rca iza nte monumenta lida d, se encuentra en lond ine nse s, y a sí su fa ma permanece mucho
la línea ka hnia na -a lg o que Corea recha za rá después de que la a rquitectura ingle sa deje de
pronta mente. Me interesa subra ya r que la propone r a lte rna tiva s. Como el a rquitecto
espera da contribución del "p a isa jism o " al Berdichevsky comentó una ve z, cada vez que
dise ño urba no e s nula -com o puede nota rse se eva lua ba un proyecto sin d e ma sia d os
en el tra ta mie nto de lo s espa cios a bie rtos: ha lla zgos se decía : Está bien, pero no e s para
a necdóticos jue gos de sola dos. te le g ra fia r a Londre s.

Más impa cto tendrá en la obra poste rior de Entre 1971 y 1972, Core a es becado por el
Core a el pla nteo del "corre d or de la ciuda d", A STE F (a socia ción dependiente del Ministe rio
de finido como río que c orre a tra vés de la de Rela cione s Pública s y Coopera ción Técnica
ma triz de la textura urba na . Se tra ta de una de Francia ) para re a liza r un se mina rio sobre
a ctua liza ción del tema "ca lle re a l", la punta de proyectos urba nos y re giona le s. En e stos a ños
la nza contra el urba nismo CIAM. La tipología se produce un d e sa rro llo nota ble en la s
line a l se rá una de la s más re curre nte s en e stos inve stiga cione s urba na s en Fra ncia , ba sa do en
a ños, y perma nece firm e en la obra del la e xte ndida volunta d de re nova ción del
rosa rino. Que da flota ndo la pregunta acerca conocimiento critico acerca de lo s procesos de
de la importa ncia de la "ca lle -co rre d or" en la urba niza ción. A llí tra ba ja n Ma nue l Ca ste lls,
experiencia riopla te nse , en el se ntid o de ma triz Ala in Toura ine , los e structura lista s fouca ul-

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tiernos, todos te nsa dos de una u otra ma nera 3. Se nsibilida d política y a rquitectura
hacia la c ritique ne o-ma rxista . Entre e stos
A'le hice de izquie rda en Londre s, en e l AA: no
re fe re nte s, se destaca He nry Le fe vre , por
p o r mis profe sore s, sino por mis compa ñeros,
entonces profe sor en Na nte rre -uno de los
en e spec ia l lo s ita lia nos (Corea , 2009). Corea
centros de la fa mosa revuelta de ma yo. Entre
se re fie re indirecta me nte a un pa sa je clave en
196 8 (El derecho a la c iudad) y 1978 (De
los e sca sos a ños que pasa en Arge ntina : su
l'Efa f), Lefevre d e sa rrolla en se is libro s su te oría
a dhesión milita nte al recientemente funda do
de la producción espa cia l, centrada en el
PCR (1968), una de la s ta nta s e scisione s que
hecho urba no (Sta nek, 2011). Los prime ros
se producen en el PC a rge ntino debido a la
te xtos del pe nsa dor fra ncés constituirán una
irrupción de la "nue va izquie rd a ". Ta mbién
referencia centra l en la s propuesta s de Core a
a lude a sus prime ra s vincula cione s con la s
en la Argentina del 72 al 75, pero no sólo de
líne a s del PC ita lia no que lleva rán adelante
él: son pieza cla ve, por e je mplo, de lo s e scritos
rup tura s d e c isiv a s en la s c o nviccio ne s
de Ma rcos Winogra d y de sus d iscípulos. Por fin
mode rnista s (Ca rio Aymonino y Ald o Rossi son
la "nue va izquie rda " ma ixista ha encontra do
la s d os fig ura s cita da s en la e ntre vista ).
un a poyo te órico sofistica do para pe nsa r la
Pa ra lela mente, Corea a prende en e stos a ños
ciuda d concreta -re so lvie nd o , al menos en
lo que ya resulta ba un luga r común ta nto en
a pa rie ncia , proble ma s de la vida cotidia na
Ita lia co m o en su te m p ra na v e rs ió n
que la pla nifica ción y la a rquite ctura no
la tinoa me rica na : el luga r y la función que
acertaban a enfocar.
Antonio Gra msci otorga ba al intelectua l, de lo
Core a había re a liza do en el AA dos cursos que podría de riva rse una "nue va figura " de
simultáne os: uno sobre positivismo lógico y Arquite cto. El compromiso político implicó,
otro sobre ma rxismo. Según su propio re la to, fina lme nte , la posibilid a d de una rela ción
el e ntusia smo por el ca mpo de la cibernética , activa con los intelectua les que, en Arge ntina ,
liga do al curso de positivismo lógico, lleva ba a opera rán el pa sa je del ma ixismo ec onómic o al
lo s profe sore s a rquite ctos a e nse ña rle s a tos ma ra smo c ultura l en la década del 70.
a lumnos pe rfora r ta rje ta s (lo que nos hace
Podemos ponde ra r este horizonte a tra vés de
pe nsa r en la s de riva ciones a tra bilia ria s de los
una revista de referencia en la época , Los
de scubrimie ntos cie ntíficos en a rquite ctura ,
lib ros, cuyo acápite fue, precisa mente, "pa ra
lle g a nd o ha sta el p a ra m e tric ism o ). Se
una critica política de la cultura ". Los Lib ros
comprende la obse sión con que Corea intenta
inicia su publica ción en 196 8 , y es cla usura da
e nsa mbla r luego, en Arge ntina , e stos mundos
en 1976 . Corea escribe en 1974 sobre el
contra sta nte s, a tra vés de la rgos y complica dos
proceso de urba niza ción en Rosa rio, en un
te xtos "m e to d o ló g ic o s", pe ro sin d e ja rse
núme ro dedica do a te ma s de urba nismo en el
se ducir por la e xhibición cibernética (ya sea n
que ta mbién pa rticipa n Da nte Schulma n y Jua n
la s vía s metodológica s de "ca ja tra nspa re nte ",
C a rlo s Lópe z (Lo s L ib ro s, 1974) . Pa ra
como a pa rece en lo s tra ba jos de Arturo
entonces, el conse jo e ditoria l está forma do por
Monta gu, ya sean la s vía s pop-mediática s). De
Be a triz Sa rlo , Ca rlos Alta mira no y Rica rdo
hecho, su tra ba jo de te sis en el AA e s sólo
Piglia , reconociendo un de spla za mie nto desde
e scrito, como después se rá de uso entre el 73 y
la más va ria da convoca toria de los prime ros
el 75 en ta nta s fa culta des -ca si a testigua ndo
a ños (con dire cción del cordobés H e d o r
que no era el medio iconográfico el más
Schmucle r, cola bora ba n Da vid Viña s, Noé
a d e cua d o pa ra d e sa rro lla r lo s d e ba te s
Jitrik, Elise o Ve rón; en uno de lo s núme ros
políticos que, cada vez con más de sconsue lo,
d e d ica d o a la a rq uite c tura , c o nvivía n
verifica ba n que no existía ninguna a rquitectura
Fra ncisco B uIIrich y Jua n Molina y Vedia), hacia
p o sib le pa ra a q u e lla c o nce p ció n d e
la s c o n trib u c io n e s firm a d a s s ó lo p o r
"Re volución".
intelectua les de la misma área c hina -Pa rtid o
Comunista Re voluciona rio (PCR) y Va ngua rdia
Comunista (VC).

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A pesa r de los límite s de esta ca ra cteriza ción


logocéntrica , los e studios clásicos sobre los 6 0
re ma rca n c ue stio ne s que no s a yuda a
co m pre nd e r la s d istin ta s se n sib ilid a d e s
política s con que los a rquite ctos a fronta ron la
"pue sta al d ía " de los a suntos d isciplina re s. En
principio, la a pertura por parte de la nueva
LA U R B A N IZ A C IO N D E P E N D IE N T E
B U EN O S A IR E S / RO SA RIO izquie rda hacia muy dive rsa s corrie nte s de
pensa miento -e n disidencia explícita con la
ortodoxia del PC a rge ntino -, hizo que la
heterogeneida d de re ferencia s inte le ctua le s,
incluso contra dictoria s, no re sulta ra extra ña .
Esta heterogeneidad podría de sa fia r la lógica
científica , pero no el clima cultura l.

w i i-; L A IN T E R N A C IO N A L Un e je mplo de eclecticismo a rgumenta tivo lo


f TÍ . ' C O M U N IS T A Y L A
~ C U E S T I O N C O L O N IA L constituye n lo s te xtos de Cla ud io Ca ve ri,
SOBR E NOVELA a rquitecto reconocido desde su exquisita obra
A R G E N T IN A
CORTAZAR / de la igle sia de Fátima (1959), pero ta mbién
• f- S A B A T O / P U IG
a pre cia d o por su se nsib ilid a d po pulista .
CUESTIONES Enrola do en el cristia nismo te rce rmundista ,
DE PLANEAMIENTO cita en su libro Los siste ma s soc ia le s a tra vés de
Y VIVIENDA la a rquitec tura (1976) a Cla ude Levy Stra uss;
Fia 2. Revista Los Libra s, 3 6 , núme ro dedica do a Rosa rio. Jean Pia get; Louis Althuse r. Rodolfo Kusch;
Incluye una intro d uc c ió n ele Jua n C a rlo s Lópe z Jean Paul Sa rtre ; Miche l Fouca ult; Ema nuel
(Urba niza ción: te oría y práctica) y el a rtículo Rosa rio: un
proceso de urba niza ción pendiente, de Ma rio Corea . Levina s y C a rlo s Ma rx. Junto a e stos nombre s
conte mporáneos, aparecen la rgos pa sa je s de
Ahora bien, los inte rrumpid os a ños en que los Eva nge lios, Sa nto Tomás, el ca lifa O rna r y
Core a perma nece en Arge ntina re sulta n se r los Confucio. Ca veri se había convertido en una
más turbule ntos en los ca minos de la nueva de los referentes a sid uos del ala huma nista de
izquie rda . Los e studios sobre la década del 6 0, la a rquitectura , fuertemente tra ma da con el
ma rca dos por una perspectiva inte le ctua l cristia nismo post concilia r. En su papel de
ma triza d a po r la s hum a nid a d e s, sue le n intelectua l comprometido con el mundo de la
esta blece rse entre el 66 y el 6 9 un corte política , Ca ve ri no te mía re unir filó so fo s
a brupto con el movimie nto de idea s a nte rior críticos y re ferencia s pía s con la rga s citas de
-e n a pa rie ncia más rico y múltiple , menos Eva Perón, con la s que remata el libro. Este
so m e tid o a lo s a va ta re s de la po lítica re ma te po d ría pa re ce r d e lira nte si no
re voluciona ria y pra gmática . De a llí que los supiéra mos que lo s inte le ctua le s políticos
d e sa rrollos suce sivos a pa rezca n como pálida s loca les tenía n como núcleo de su agenda la
réplica s de te ma s ya v isita d o s, o -m á s c uestión del pe ronismo (más precisa mente, la
dra mática me nte - suprim id os por la e spira l de a utoculpa biliza ción por no ha be r nota do que
viole ncia que a rra sa ba con cua lquie r re fle xión. el pue blo era pe ronista , tra ta ndo de ima gina r
Sin que fa lten ra zone s para ta l ca ra cte riza ción, m o d e lo s lo c a le s que re c up e ra ra n la s
ella parte de una ma nera de enfoca r la historia conexiones del intelectua l con -pa ra d e cirlo en
de la s idea s en la que la productivida d está pa la bra s de e ntonce s- "lo s de spose ídos de la
so lo liqada a la ma triz linqüístico-a rqume n- tie rra ").
ta tiva , sin consid e ra r de qué ma nera su
exte nsión y lectura s (a unque mucha s veces De este e je mplo se deriva n otra s cue stione s. La
pla na s e incluso "e rróne a s" desde la lógica primera tiene que ve r con este fe stiva l de cita s,
a rgume nta l), tra nsforma n otra s ma nera s de más poéticamente inspira d ora s que progra ­
pensa mie nto, producciónya cción. mática s y a rgumenta tiva s. No extra ña , ya que

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el a rquitecto no ima gina la forma de ma nera ya ha bía sid o tota lmente re ba lsa do no sólo por
lógica (la s a rgumenta ciones y cálculos sólo la vía a rma da , sino ta mbién por el peso de los
definen el horizonte en el cual su ima gina ción d iscursos de ra íz huma nista y cristia na en la
puede moverse). Por otro la do, con la posible socieda d, a doptado por toda s la s va ria nte s del
excepción de Sa rtre , re sulta nota ble que el pe ronismo, al que jóvenes ca si a dolescentes
re sto de la s re fe re ncia s perma nezca n hoy no podían se r más proclive s.
a ctiva s en nue stro mundo de idea s. Y si Sa rtre
Alguna s te nsione s pla ntea da s por Corea en los
d e sa pa re ció como re fe re ncia culta , no
documentos de e sos a ños son en extremo
desa pa re ció su idea más difundida : la de
inte re sa nte s, pue sta s en re la ción con la
"co m pro m iso ".
práctica de la a rquite ctura . Core a enfrenta dos
Dicho e sto, cua ndo volve mos a Core a y a su proble ma s: la a rticula ción de la a rquitectura
activida d en los prime ros 70, no nota mos una con el cambiante horizonte cie ntífico-técnico, y
dife re ncia con Ca ve ri en el pla no de lo s la posibilid a d de tra ducir lo s pre supue stos
referentes te óricos, sino una diferencia de metodológicos ge ne ra le s a forma s concreta s
se nsibilid a d . Mie ntra s Ca veri representa un que no bloque a ra n una práctica so cia l
e nfo q ue e x is te n c ia l, p o p ula r, in c lu s o re nova dora . En unode los documentos, Corea
se ntime nta l, en el a cerca miento a la política , ca rtogra fía la s tendencia s presentes en los
Core a esta ble ce su a ctivida d en d iálogo p rim e ro s 70 (C o re a , 1 972) . Un a la
a rgume nta tivo con la s tra d icio ne s de la c ie ntific ista , que busca tra nsp a re nta r y
izquie rd a , a ún cua ndo esté política me nte a ctua liza r el intuitivo proce so de d ise ño,
a bie rto, como su propio pa rtido, a toda s la s ma rcada por la cibe rnética , lo s mode los
ne go cia cio ne s p o sib le s con "e l ca mpo ma temáticos de jue go, etc., se empa lma con
popula r". Así, no extra ña la volunta d que los se miolog isfa s, he re deros prácticos de la
campea en sus textos y no en los de Ca veri y sus re volución e structura lista de lo s prim e ro s
oca siona le s compa ñeros: la de re a liza r una sesenta (un ca so cla ro: Césa r Ja ne llo). Pero
sínte sis entre el positivismo funciona lista y la s Corea sa be que la línea más fuerte e s la que
nueva s propuesta s cla sista s, que no a ba ndo­ de nomina dise ña dore s visib ilisfa s -a q ue llo s
nan el esquema clásico de Ma rx. que se preoc upa n p o r la revoluc ión del gusto,
de la s forma s visua le s- some tie ndo a e lla s el
Una de riva ción de esta pe rspe ctiva , que
re sto de la s c o nsid e ra c io ne s. El ca so
intenta desple ga rse de ma nera coherente en
pa ra digmático en a que llos a ños e s el del
a ños tan d ifícil e s para sug e rir ma tice s y
e studio cuya cara más visible e s la de Justo
a rgume ntos comple jos, la presenta el gra do de
Solsona (MSSSG ). Se trata de una se nsibilid a d
a b stra c c ió n de s u s p ro p io s te xto s. Su
domina nte en la s d isciplina s del dise ño, a la
intervención en los concursos de profe sore s en
que genérica mente lla ma re mos moderna .
Córdoba , en 1972, lleva el a tra bilia rio título El
d ise ño tra nsfunc io na l. La e struc tura p o si­ Ha sta el 6 9, lo s mod e rnos no pa re cía n
bilita nte (Core a , 1973). A diferencia del libro p ro ble m a tiza d o s po r la p o lític a : cre ía n
de C a v e ri, e ste a p a re ce firm e m e n te firmemente en el progre so en ma nos de la
orga niza da en introducción, ma rco te órico, ciencia o la técnica , consid e ra d a s como
ca mpo m e to d o ló g ico , ca mpo pe d a gó- ne utra le s. Por otro la d o, se e ncontra ba n
gico/didáctico, y pe rtine nte s nota s a l pie comprometidos con una idea de va ngua rdia
(G ra m sci, Le fe vre , a de más de re fe re nte s que sutura ba , en el propio te rrito rio , la
d isciplina re s, como Christophe r Jone s). La a lie na ción del intelectua l oa rtista con respecto
única referencia extemporánea e s la de Ma o a la socieda d. Las a rma s de la s va nqua rdia s
Tse Tung (que cumple el luga r de Evita en el parecían ta nto política s como mora le s: ¿no
texto de Ca ve ri: una decla ra ción política ). Me había proba do la experiencia histórica del
pregunté si la nota ble a bstra cción de lo s te xtos na zismo y el sta linismo que el Movimie nto
de Co re a no re sp o nd ía , ta m bién, a la Mode rno era conte sta ta rio, democrático y
excentricida d de un proyecto de izquie rda s que progre sista ? Ta l idea se ma ntuvo mucho más

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a llá de su productivida d intelectua l, ignora ndo La dicta dura que se inicia con Onga nía se
la s denuncia s que ya en los 6 0 esta ban a la enfrenta a los va ria dos enfoques re nova dore s
orde n del d ía ; continua rán en forma de (desde la persecución del "pe lo la rgo " y la
a ta ques contra el posmoc le rnismo - lo que minifa ld a , al inte rca mbio de los unive rsita rios
Core a suscribe en su e ntre vista -; y perma ne­ con los sectores popula re s, e incluso a la
cen hoy, si pe nsa mos que el último escánda lo sospecha ante cua lquie r re fle xión intelectua l).
en el mundo de la cultura a rquitectónica loca l, A sí, re úne a muchos que tra nsita ba n por
tan poco proclive a la crítica fe roz, fue el del dife re nte s ca minos, y tensa la crítica de quie ne s
neoclásico e dificio Gra nd Bourg. pretendía n a rticula r a rquitectura , política y
so cie d a d . Lo s a rq uite c to s re nunc ia ro n
Lo s m o d e rno s no só lo conquista ba n el
ma siva mente a sus ca rgos en la Unive rsida d
te rrito rio de la a rquite ctura a tra vés de
después de la Noche de lo s ba stones la rgos
p ub lic a c lo ne s como Sum m a ; ta m b ié n
( I96 0) . Pero siguie ro n tra ba ja ndo en sus
esta blecía n re la cione s con la s a rte s visua le s
e studios priva dos y no recha za ron lo s gra ndes
que la s otra s ve rtientes ignora ba n; y no tenía n
e nc a rg o s, la m a yo ría im p u lsa d o s po r
pro ble m a s pa ra tra b a ja r ba jo cua lquie r
concursos esta ta les.
gobie rno, sie mpre y cua ndo pudiera n eje rcer
el control forma l sobre la obra . ¿No lo había Cie rta s zona s de la moderniza ción vincula da s
he cho, a ca so, el héroe de la d isciplina con el a pa ra to productivo, pero ta mbién la
moderna , Le Corbusie r? "mode rniza ción de la ciuda d", que implica
d ire cta me nte la a ctua lid a d de l le ngua je
Pod ría mos e nte nde r más acerca de esta
a rquitectónico, no fueron atacadas por el
p sic o lo g ía cua nd o co nsta ta m o s que el
re a cciona rismo socia l de la s dicta dura entre el
a rquitecto se había convertido, ¡unto con el
66 y el 73. Fue nota ble la obra de Sa turnino
psicoa na lista y el sociólogo, en uno de los
Monte ro Ruiz en Bue nos Aire s (quien dura nte
pe rsona je s que más cabalmente representa ba
Onga nía se desempeña ba como dire ctor del
la mode rniza ción socia l para la socieda d
Ba nco Municipa l, y ba jo la presidencia de
a rge ntina . Quie ne s e studia ron la se nsibilid a d
La nusse , como Intendente de la Ciuda d de
de la década del 6 0 hacen eje en una re vista
B ue no s A ire s ) . Su e m pe ño im p lic ó a
del nuevo pe riod ismo, Prime ra Pla na ; en el
a rquite ctos y dise ña dore s pre stigiosos: M SSSG
ámbito de la a rquitectura podría mos suma r a
en la re modela ción y construcción de los
Summa . En a mba s re vista s, a unque con
e dificios del Ba nco Ciuda d, el Pla n visua l
dive rso acento, parece impone rse el impulso
d e sa rro lla d o p o r Sha ke p e a r en 1 971 .
de moderniza ción socia l a la pa r de un a pena s
Eje mplos de este tipo de compromiso pueden
oculta ble compromiso milita rista en lo político.
m ultiplica rse , a bord a ndo grupos de muy
Summa no se expresa ba a bierta mente como
d istinta se nsib ilid a d (vg. Fe rm ín Estre lla
Prime ra Pla na : pero para los profe siona le s del
continuó su tra ba jo para el Ministe rio de
Pla n, que ha sta a va nza dos los 6 0 hacían
Obra s Pública s de Río Ne gro, desde 196 8 en
tá ndem c on lo s "d ise ña d o re s v is ib ilis ta s "
a dela nte, d e sa rrolla nd o la s inve stiga cione s del
(pe nse mos en el papel de O d ilia Suáre z como
grupo IRA). Para compre nder la situa ción, es
jura do en ta ntos concursos de a rquitectura ), la
necesa rio re corda r que la presencia de los
convicción de que la moderniza ción del pa ís
milita re s en el gobie rno del pa ís constituía la
debía e sta r en ma nos fue rte s, no en la s débile s
norma -d e ma nera que, si se perse quía la
de la s democra cia s, a tra vesaba no sólo va sta s
c o nstruc c ió n de p ro g ra m a s de inte ré s
ca pas socia le s media s y a lta s, sino ta mbién
sim b ó lic o o so c ia l, e l c o m p ro m iso e ra
una íntima convicción del a rquitecto. Quie ne s,
inevita ble. (Una de la s pre gunta s que queda
como Core a , pretendía n esta blecer re la cione s
flota ndo es si el ¡oven Core a , con su insiste ncia
con la e structura e co nóm ico -so cia l, lo s
en la coherencia política en toda s la s esca la s
ca minos e spe cífica me nte p o lític o s, y la s
del proce so, no hizo lo único que podía
forma s a rquite ctónica s, debía n e nfre nta rse
ha cerse en vista s de una hipotética a rqui­
con la hegemonía de esta se nsibilid a d .
tectura re voluciona ria : e scribir).

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En todo ca so, el Arquitecto construyó por re sto de la s ma te ria s al ta lle r, en función del
entonces una coartada nota ble, modula da en e je rc ic io p la nte a d o . La id e a pa re cía
dos tie mpos: el Arquitecto debe re nuncia ra sus ortodoxa mente mode rna , en el esquemático
ca rgos públicos toda ve z que se produce una se ntido en que en Argentina se interpreta ba ,
inte rvención dicta toria l; pe ro puede se guir enfrentada explícita mente con el a ca demi­
tra ba ja ndo en su e studio priva do, sin e vita r c ism o sup ue sta m e nte im p a rtid o en la s
enca rgos esta ta les. La percepción de que la s fa culta des pe ronista s -re cord e mos que a ún, a
obra s perma necen más a llá de los gobie rnos fine s de los 5 0, no se ha bía n hecho la s cuentas
-e s decir: la de que los tie mpos de la política con el pa sa do inmedia to, y a sí el mode rnismo
no son los de la a rquite ctura - fa voreció ta le s se constituyó como una punta de la nza
inte rpre ta cione s, que no se han puesto en ta mbién polítíca y mora l.
cue stión ni siquie ra para lo s a ños de la última
En Córdoba , se gún sus propios prota gonista s,
d ic ta d ura m ilita r. Y e s c ie rto que la s
el ta lle rtota l ha bría comenza doa e nsa ya rse e n
inte rpre ta cione s po ste rio re s pocos fue ron
a ños ta n te mpra nos como el 6 2/ 6 3 . La
capaces de tra za r re la cione s específica s entre
re estructura ción del a pre ndiza je de a rquite c­
la s forma s concreta s de la a rquitectura y la
tura e ra pla nte a d a , en lo s d ocume ntos
bruta lida d de la s política s lleva da s a cabo
inicía le s, para supe ra r la d ivisión de la s
(Sí Ive strí, 2012).
a sig na tura s e ntre te ó ric a s y prá ctic a s,
c o nsid e ra nd o práctica s lo s ta lle re s de
composición, plástica o urba nismo -e sto s dos
3. ElTa lle rTo ta l
ú ltim o s de a p a ric ió n a le a to ria en lo s
No extra ña , pue s, que quie nes vayan a busca r progra ma s. La s a signa tura s te órica s se regía n
experimenta ciones ra dica le s, la s encuentren por el siste ma de cla se s ma gistra le s, y se rvía n
en el breve período que va entre 1972 y 1974 de a poya tura a la s práctica s. Pe ro lo s
en el área de la enseña nza de a rquite ctura , y proble ma s continua ba n, y la d ivisión por áre a s
no e n la s p rá c tic a s p ro f e s io n a le s , hacía 196 5 (tecnológica s, histórico cultura le s,
ine vita ble me nte a tra ve sa da s por lo s com­ plástica y composición) no ha bría hecho sino
promisos con el Ca pita l o con el Esta do. Es en a centua r la pa rcela ción. No poca s veces la
la Unive rsid a d donde se a posta ba a una facultad a sistió a una verda dera pugna entre
tra nsforma ción que, para se r comprendida los docentes de uno y otro grupo, por lo que se
como re voluciona ría , debía inicia rse en la ima gina ron suce siva s a lterna tiva s -e ntre e lla s,
ca beza del propio suje to que d e finía la la intentada en 1970 por un grupo de docentes
d isc ip lina - e s d e cir, en la ca be za d e l formula ndo lo que se conoce específica mente
A rq uite c to . El m o d e lo que a d o p ta rá n como ta lle r tota l. El ta lle r total suponía la
Córdoba , Rosa rio, Bue nos Aíre s y La Plata e s el d ivisión en e quipos de tra ba jo de docentes y
del Ta lle r Tota l. a lumnos, a su ve z orga niza dos en comisione s,
a boca dos vertíca lmente (de 2o a 6 ° año) a una
La idea de ta lle r tota l ancla sus ra íces loca le s
misma problemática , a bsorbie ndo toda s la s
en la re nova ción de la s fa culta des y e scuela s
área s en la re a liza ción del proyecto. Por otro
post-pe ronísta s. Pero no fue en Bue nos Aíre s,
la do, fue en Córdoba donde poco más tarde
sino en Ro sa rio , desde 195 6 , donde lo s
se lle vó al extre mo la democra tiza ción de la
pro fe so re s porte ños e nsa ya ron el nue vo
conducción de l ta lle r, co nvírtíénd o la en
progra ma didáctico -b a jo el cual Core a se
colectiva , y e limina ndo los ca rgos je rárquicos.
fo rm ó . Se ím p le m e nta ro n lo s ta lle re s
(Informe a ca démico, 1971) (Ma le ckí,2012).
ve rtic a le s, in sp ira d o s en el m od e lo de
la b o ra to rio v e rtic a l de la Fa culta d de Para entonces, el tema d e forma r un modelo de
Monte vide o, que acapa raba cua tro de los a rquitecto comprometido con la s condicione s
cinco d ía s de e nse ña nza , d e ja nd o la s de un pa ís subc ie sa rrolla c io, e ludie ndo ta nto la
"ma te ria s te órica s" re sumida s en un único día . forma c ión enc ic lopédic a e sfe fic isfa como la
La a spira ción declarada era la de inte gra r el te cnocrátíco-e fícíe ntísta , re e mpla za ba la s

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re fo rm ula c io ne s de la déca da a n te rio r detalla da crítica a los procesos line a le s ad


(ma rca da s por el iluso rio pa ra le lo con la Ne w usum ("positivista s"), a sí como ta mbién al
Ba uha us y otra s experie ncia s sim ila re s, y por lo moderno "ma pa me todológico" y otra s so fisti­
ta nto sujeta a la s misma s crítica s a la s que se cadas he rra mie nta s de "ca ja tra nspa re nte ",
some tía n los dise ña dore s visib ilisfa s forma dos que pretenden incluir la inde te rmina ción -la
en ella ) (Informe a ca démico, 1971). pa la bra reempla za a quí la s más ca rga da s
idea s de "cre a ción" o de "no ve d a d "-, para
En cua nto a la s forma s de ense ña nza , se
c o nc luir sin e m ba rgo que lo s ca m ino s
apoyaba n en la s nueva s propue sta s peda gó­
vincula dos con a porte s del e structura lismo, la
gica s que fa vorecía n el proyecto educa tivo
se miología y la cibernética sólo consolida n
desde dos te ma s clave: la impugna ción de la
una posición ide ológica previa , a leja da de los
pa rc ela c ión de conocimie ntos y la impugna ­
proble ma s "re a le s". ¿Cuál se ría entonces el
ción del "e nciclope d ismo", proponie ndo que
método? Por supue sto: el vie jo y genera l
este tipo de tra smisión constituía al estudia nte
re curso del ma te ria lismo dia léctico. Corea
en suje to pa sivo.5 La me moria y la norma , que
expondrá a tra vés de "pa re s contra dictorios"
tie nd e n a se r d e sca rta d a s en tod a s la s
la s posibilid a de s que surge n en lo s ca minos del
insta ncia s de la educa ción a fa vor de la
TT. A sí, la s crítica s re a liza da s a la experiencia
crea tivida d y la ruptura , son a socia da s con el
se colocan en un pla no utópico: la integra ción
univ e rso a ca démico -in e rte , no rm a tivo ,
del conocimie nto no podrá se r producida
re p e titivo . Pe ro ta mpoco se a lie nta la
hasta e limina r la d ivisión del tra ba jo.
cre a tivida d sin obje tivos socia le s pre cisos
-o bje tivo s que inmedia ta mente pasa rán a se r No era ha bitua l en la Arge ntina de entonces,
políticos en el se ntid o más re stringid o del como d ijimos, que se buscara tal gra do de
término. coherencia (el método dia léctico pretendía
a sum ir el de toda s la s ciencia s; sólo hoy
En 1972, Corea participa en Córdoba como
pod e mos re conoce r e l sa lto de fe que
jura do en un concurso de profe sore s, de lo q ue
significa ba el horizonte de la revolución). Pero
se de riva n la s "no ta s para la d iscusión",
s í resulta ba extendida la idea de tota lida d, que
menciona da s más a rriba , solicita da s por los
a h o ra no s pa re ce e xte m p o rá ne a . De
cordobe se s. El mismo a ño había publica do,
necesidad de te oría s tota liza dora s ha blaba n
ta mbién en Córd oba , el libro Ha c ia una
desde José Aricó ha sta O sca r Ma sotta : Hoy se
dime nsión soc io-polífic a de la a rquitec tura y el
sabe que el c ora zón de la vida es tota lita rio,
urb a nism o . (Core a , 1972, 1973 } Core a
que toda verda d e s sínte sis, rec upera c ión
introduce el debate a tra vés de un ma rco
g lob a l de la tota lid a d de lo s nive le s de
te órico ge nera l, en el que coloca al proceso de
existenc ia históric a (Terán, 2012, p. 62). En
dise ño de ntro del proceso histórico de la
este ma rco, el Pue blo constituía ya una
construcción del hábitat -re inte rpre ta ndo a
tota lida d a mbigua , inocenta da , sin bordes
Lefevre y a centua ndo el papel ide ológico de
pre cisos. De tota l se ca lifica el ta lle r sin que
lo s mode rnismos en el ciclo ca pita lista ta rdío.
a sombre a nadie esta volunta d omnívora .
Al a rquitecto, como intelectua l orgánico al
Todos repetía n con He ge l: Lo verda dero e s e l
se rvicio de cla se, le cabe d e finir sólo (...}
todo.
a que llos e le mentos mínimos, de orga niza c ión
espa c ia l y func iona l, a l mismo tiempo que una Ta mbién es importa nte a na liza r el susta ntivo
e stru c tu ra de re la c io n e s, e stru c tu ra ta lle r, que continua mos a socia ndo con la
p o sib ilita nte ... que de ntro del proceso de "práctica ". Su se ducción se a ncla en la
a propia ción del espa cio perma nezca a bierta a evocación del ta lle r medieva l -la cantera
la tra nsforma ción -supe ra nd o, se gún Core a , propia mente dicha , sin a pa rente dire cción
el mero funciona lismo a -ide ológico. unívoca -, re interpreta do va ria da mente por los
mode rnismos como punta de la nza contra el
Los ca minos metodológicos era n centra le s
a ca demicismo y la e spe cia liza ción. No extraña
para Core a . En el libro de 1973 , re a liza una
que el ta lle r constituyera la pieza centra l de la

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prime r Ba uha us -e scue la de a rte s y oficios y no na cía , sino que continua ba ma nteniéndose en
de a rquite ctura . En sus formula cione s más base a la misma d ivisión entre tra ba jo concreto
recientes, que sirvie ron de referencia para los y tra ba jo a bstra cto: ta nto Albe rti como Vitruvio
ca mbios progra máticos de spués del 5 ó (la se pa ra ron explícita mente al a rquitecto del
Ne w Ba uha us en Chica go, Bla c k Mounta in, ope ra rio. Para Vitruvio, la coherencia de la
etc.}, la te nsión hacia la integra ción de la s a rquitectura desca nsa en la s lla ma da s por los
a rte s, incluida música y da nza , despla za ba al grie gos íc/eas (la pla nta , la vista , el corte y la
Arquite cto como único agente del proceso. perspectiva ); su instrume nto e s la geometría ,
Pero lo más contra sta nte con esta s e xpe rie n­ que en el siglo XIX se convierte definida mente
cia s era el ca rácter ma sivo de la s fa culta de s en proyectiva -como aclara Eva ns: óptica y no
loca le s, que impedía n un contacto dire cto, háptíca, a centua ndo la rela ción con la ima gen
cotidia no, entre ma estro y a lumno, lo que se del objeto a ntes que con el objeto en s í (Eva ns,
inte nta sub sa na r con la tra sm isió n d e l 1995). Ambos hacían corre sponde r la teoría a
conocimie nto desde a lumnos más a va nza dos la composición o proyecto no aún ma teria ­
h a c ia m e n o s a v a n z a d o s , y c o n la liza do (de a hí que Vitruvio a dvirtiera contra la s
simplifica ción extre ma de lo s principios y sombra s de la teoría indepe ndiza da de la
moda lida des. construcción re a l, tema que se reproduce a
tra vés de los siglo s y llega hasta hoy).
Pero e xiste un problema de fondo, y e s que el
"t a lle r" en la m od a lid a d a rge ntina (de Pero no ne ce sita mos via ja r tan le jos en el
composición, de dise ño, de proyecto, hoy tie mpo. Lo que en Argentina se re produce es la
frecuentemente identifica do sólo como Ta lle r mecánica del ta lle r Bea ux A rts, eminentemente
de a rquitectura ) no e s un ta lle r práctico, sino profe siona l; cua ndo la s e scue la s se convierten
teóric o, en el se ntido en que no se tra ba ja con en fa culta des, los ta lle re s se a rticula n con la
la s ma nos sino con la cabeza. Por cie rto, estructura de cátedra s, ta mbién de udora s de la
podemos a mplia r la idea de práctica como se tra dición fra ncesa . El proble ma , vagamente
utiliza actua lmente en ciencia s socia le s, pero ide ntifica do desde los inicios de la ínstítucío-
en este ca so ta mbién ha bla ría mos de práctica na líza cíón de los progra ma s "m o d e rno s", es
re firiénd onos a la historia o la crítica de la que m ie ntra s el v ie jo ta lle r a ca d émico
a rquite ctura . Sin duda , los instrume ntos de funciona ba en base a una se rie de recetas
e sta s práctica s son muy d ive rso s, como cimenta da s por la historia , la volunta d de
ta mbién sus proble ma s y forma s de tra sm isión: novedad de lo s mode rnismos, a nsiosos por
pero al no se r a cla ra do el esta tuto pa rticula r a comoda r sus re puesta s a l mundo ca mbia nte,
que posee el ta lle r, mucha s cue stiones quedan esta ba a tra ve sa da po r una ca ntida d de
oscure cida s. solicita cione s d isím ile s, tra ducida s por otra s
ta nta s d isciplina s de gra n comple jida d y
Por e je mplo, el ta lle r no elude la d ivisión del
m éto d os a utó no m o s. Pa ra co m pre nd e r
tra ba jo que explica , en clave ma rxista , la
me d ia na me nte a lgo de la va rie d a d de
pa rce la ción d iscip lina r. Por el c o ntra río ,
d isc ip lina s que se deben m a ne ja r pa ra
refuerza el luga r del Arquitecto como ga ra ntía
c o n stru ir e l e spa cio ; inc luso só lo pa ra
de control de obra s que, en su ma te ria liza ción,
esta blecer un diálogo productivo con la s otra s
deben corre sponde r exactamente, para se r
forma s de de scripción del mundo, es nece sa rio
consid e ra d a s a rquite ctura , con la s líne a s
compre nder la s lógica s en que se mueven,
dibuja da s. Una consecuencia impensa da de
bien dife re nte s de la lógica proyectua l. El costo
e sto e strib a en la id e ntific a c ió n de la
de no esta blecer e stos d iálogos e s a lto, en una
Arquitectura con el proyecto (a lgo que muchos
disciplina que aún a spira a re unir técnica , uso
se p ro p u sie ro n c o m b a tir s in m a yo re s
socia l y forma simbólica : la repetición de la
re sulta dos).
mecáníca ya a prendida .
Sólo hubiera ba sta do le e r lo s tra ta dos clásicos
No fueron e sca sos los debates de e stos a ños
para compre nde r que la disciplina no sólo
acerca de esta posibilid a d de inte gra ción

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d isc ip lin a r. Da n te stim o n io de e sto la esta líne a , induda blemente, el a rquitecto se


me nciona da e ntre ga "s ó lo e sc rita " pa ra convertía en irre le va nte .
subra ya r la imposibilid a d de cua lquie r forma
Se objeta rá que una de la s vía s que con ma yor
novedosa a ntes de la re volución; el tra ba jo
fuerza penetró en esta s fa culta des, el lla ma do
co njunto con lo s ha bita nte s de la v illa
a la pa rticipa ción y la s inve stiga cione s sobre
e xte nd id a a la práctica de t a lle r; la
a utoconstrucción, tema s que parecen propios
introducción de lo s a spectos constructivos a
de los vie ntos re voluciona rios la tinoa me ri­
tra vés de la edifica ción de pa redes o sola d os
ca no s, ta m bién d e spla za la fig ura del
en la misma fa culta d, pero sie mpre era el
a rq uite c to . ¿ No fue a ca so ra d ic a l la
Arquite cto el que se imponía como o rga ni­
e x p e rie nc ia que in ic ia C a v e ri con la
za d or de la forma .
Coope ra tiva Tie rra en More no en la primera
Existía otra a lterna tiva para quie ne s a dhe ría n mita d de los 70? El tipo de a rquitectura de
a l mundo socia lista , pero ella significa ba el producción colectiva se a semeja ba más a la s
suicid io del a rquitecto. Aunque la re ferencia a experimenta ciones te cno-hippie s de la Costa
la Unión Soviética resulta ba ya imposible para Oe ste nortea merica na , que a otra s ve rsione s
lo s a rquite ctos a rge ntinos, ine vita ble me nte del a cerca miento a la tie rra o a l pueblo. Pero,
"m o d e rno s", a llí estaba Cuba : ¿qué podía a demás de que ya era evidente que ta l recha zo
a prenderse de esta insólita experiencia en ra dica l no funciona ba en la ciuda d contem­
términos d isciplina re s? El e dificio de la escuela poránea , me nos funciona ba para el gusto
de d a nza s de Po rro , en cuya s bóve da s contenido de los a rquitectos a rge ntinos.
ca ta la na s el crítico Fra ncisco Bullrich creía ve r
No podía se r este un ca mino didáctico, en la
motivos se xua le s y a fro, carecía de descen­
medida en que la disciplina debía perma necer
d e ncia . Es cie rto que Fra ncisco G a rcía
como sa be r a cadémico supe rior. Por cie rto, los
Vázque z había mostra do, en su difundid o libro ,
ta lle re s inte gra le s de a rquitectura intenta ron de
la productivida d de otra línea de construcción
d istinta s forma s hacer luga r a la pa rticipa ción
c ub a na : la p ro d uc c ió n de v iv ie n d a s
del usua rio (no del cliente, de spla za ndo la
corre spondie nte con el pla nea mie nto (otra
pertenencia de cla se), que en lo s a ños de breve
tota lid a d ) (Ga rcía Vázque z, 196 5 ). Pe ro
democra cia se ma te ria liza ba en la figura de
pla nea mie nto no era a rquitectura , a unque
a lgún delega do ba rria l.” Algunos ta lle re s de
muchos a rquitectos se inclina ron por él. Por
Bue nos Aire s, como el del a rquitecto Alfre do
otro la do, la estrecha rela ción productiva de
Moffa t, a lumno de Pichón Riviére , inte gra ron a
Cuba con la Unión Soviética implica ba que, en
la idea de pue blo-usua rio un motivo poco
ma teria de vivie nda , una política centra liza da
tra ba ja do en la época, el de los otros outsid e rs
indica ba la moda lida d de la "fábrica s de
del siste ma , cla sifica dos ba jo el rótulo de
vivie nd a s": en 1975 e xistía n en Cuba una s 22
loc os. Pero, a unque el ca mino de Moffa t se
con ca pa cid a d de pro d ucción de 5 00
re ve la pro d uctivo en el e spa cio e xtra ­
vivie nda s a nua le s, ejecuta da s rea da pta ndo el
a rquitectónico (la Coope ra nza en el Borda , la
siste ma de gra nde s pa neles para logra r ma yor
ra dio comunita ria La Colifa ta , El Ba nca de roe n
ligere za y sim plifica r el deta lle de la s ¡unta s,
Once ) re sultó un fra c a so en té rm in o s
utilizánd olo repetida mente en bloques de 4
didácticos.
pisos (Segre, 2005 ). Ya fuera por la urge ncia
de la provisión ma siva de a lbe rgue, por el El ta lle r tota l, en su moda lida d cordobesa ,
bloqueo norte a me rica no, o por una vie ja intentaba lle va r al extre mo la democra cia en la
convicción de la ortod oxia ma rxista con tra sm isió n de l conocimie nto. Funciona ba
respecto a los a spectos supe re sfruc tura le s del como mode lo ideal de un posible y futuro
hábita t, en Cuba no se rozó siquie ra el debate funciona mie nto socia l: fueron a bolida s la s
de posguerra acerca de los proble ma s de la je ra rquía s entre profe sore s, a demás de ope ra r
pre fa brica ción pesada y de lo s proyectos en la conducción de ma nera a sa mble ística , a
se gre ga dos del te jido de la ciuda d. De se guir tra vés de de lega dos. Se intenta ba con e llo

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subsa na r la rígida je ra rquía del ta lle r vertica l disciplina histórica , pero que al mismo tiempo
(del que en ca mbio se toma ron, como vim os, fuera se nsible a la se nsibilid a d "cie ntífica ",
o tro s in s u m o s } . La m e cánica re s u lt ó parecía ser, en e sos a ños, la vía sistémica .
complica da , y no volve rá a se r suge rida en la
Tome mos como e je mplo un te mpra no e je rcicio
re nova ción democrática de la unive rsida d,
de vivie nda , producido por a lumnos de la
de spués de 198 3 . Perma neció, en ca mbio, el
Escuela de Arquitectura de la UML y a se sora do
ta lle r en su moda lida d ve rtica l, con sus
por Core a , premia do en el IX de la U IA en
a spira cio ne s de tota lid a d : una hip ó te sis
Pra ga . (AAW, 196 7} La supe rposición de
pira mida l de la tra nsm isión, que a se guró -p o r
tra ma s deja de la do la promesa espa cia l: se
ra zone s instituciona le s, de esta bilida d la bora l,
trata del pa sa je lite ra l del dia gra ma a la
y de costumbre en lo s concursos públicos- la
pla nta ; la proyección en corte se deduce
la rga perma nencia del titula r de finie ndo la s
directa mente de este juego. La ma lla ortogona l
líne a s genera les a veces por más de 40 a ños.
que a lberga la s célula s de ha bita ción es
Existie ro n otra s e xpe rime nta cione s en la s exte nsible , idea lmente, a l infinito, a unque se
forma s de orga niza ción del ta lle r tota l. En pro po ne una o rg a niza c ió n de c luste rs
Bue nos Aire s, ta nto en los inicia le s ta lle re s de (a socia ciones socia le s básica s); la estructura
la Federa ción, como en los Ta lle re s na ciona le s que a rticula lo s c luste rs e s la "c a lle ",
y popula re s (Tanapo) de 1973 -74, ba jo la comprendida como espina longitudina l. La
hegemonía del pe ronismo de izquie rda s, se a bstra cción e s extrema : el espa cio en que esta s
ensa yó una última forma de a rticula ción entre unida des se extienden es ima gina do como
política y a rquite ctura : a una e stre lla moderna ne utro ; "e l siste m a v e rd e " ca re ce de
se le suma ba , en la conducción de la cátedra, especifica ción. Aunque ya es de uso comenta r
un com isa rio político. Ya e sta mos en un en la memoria el contra ste entre la s se ductora s
mome nto en el que fra ccione s, se ctore s o ciuda des pre mode rna s (la s hill towns, la s
pa rtidos a tra vie sa n sin media ciones el debate: p ia zza s ita lia na s, etc.}, el pa sa do no ha
esta e s la e xpe rie ncia que , lue go de la penetra do en el dise ño (ni siquie ra en la forma
intervención de la s fa culta des a fine s de 1974, a rca iza nte y e stiliza da a lusiva que podemos
lleva rá a grupos como el que más ta rde crea rá id e ntifica r, por e je m plo, en el d ifund id o
La e sc uelita a re nuncia r a sus posicione s en la proyecto de Tolouse le Mira il). Es inexiste nte la
fa culta d -no fa lta n ra zone s para inte rpre ta r la re fe re n c ia a la s c o nc re ta s c iud a d e s
insiste ncia en la a utonomía d isciplina r como la tinoa me rica na s.
una reacción ante este pa sa do inmedia to.
Es posible a firma r que -con va ria cione s, pero
Va le la pena a na liza r con más detalle la no me nor a bstra cción- quie nes se forma ron en
posición de Core a ante la s dive rsa s ve rsione s los nue vos ta lle re s entre lo s a ños 196 9/75
del ta lle rto ta l, especia lmente en rela ción a los forma ron su breve voca bula rio a rquitectónico
conte nidos de la e nse ña nza . Por un la do, en la s redes del "siste m a ", eventua lmente
re cha za e xplícita me nte la s conce pcione s que bra do por a lgún obje to de cua lid a d
pa rticipa tiva s de la construcción del hábita t, a estética, a l que se siguió identifica ndo como
la s que ca lifica de "sim p lista s" y "e sponta - a rquitec tura .
ne ísta s", subra ya ndo el luga r del dise ña dor en
su función ta nto te órica como práctica .
Aunque en el menciona do libro del 73 cita 4. Dos te sis a rquitectónica s: el complejo
e logiosa me nte a Turne r y su descripción de la s pasa je de la s pala bras a la s forma s
ba rria da s lime ña s, sólo la s considera como un En 1972, un equipo forma do por Adrián
e je mplo mínimo de loque el urba nismo podría Ca ba lle ro, Ja ckie Monzón y Ma rio Core a
significa r como una pra xis en una nueva presenta una propuesta para la remodela ción
socieda d. La vía más adecuada para una del área centra l de Sa ntia go de Chile . Es una
e nse ña nza ma siva , que no re nuncia ra al oca sión inme jora ble , consid e ra ndo que el
lla ma do al orden que aparece en la ba se de la concurso e s im pulsa d o por el gobie rno

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socia lista . En la perspectiva de la época, la que se publica - como te sis c rític a . La clave
inusua l experiencia de Chile se comprendía radica en la coherencia de la pre senta ción,
como pieza clave del impa ra ble movimie nto que se de clina sin sa ltos en la s d ive rsa s
hacia el so cia lism o de La tinoa mérica -u n esca la s, utiliza ndo en toda s la s insta ncia s los
"so cia lism o re a l" sin los costos soviéticos- y no mismos instrume ntos. Este es el pa so, dice Jua n
una promesa futura . Ya no se tra ta , entonces, Ca rlos Lópe z, (...) del eje téc nic o-estétic o que
ni de utopía , ni de e je rcicio peda gógico sup one la id e o lo g ía func io na lista a l e je
-a unque lo s a utore s de sliza n cla ra me nte una c ie ntífic o so c ia l. El ca rácte r pro ce sua l
crítica al proceso chile no. Sin emba rgo, de la s pla ntea do, insta la do como d iscurso cie ntífico,
1 12 ca rilla s de la s que consta la propuesta , 97 supone la a bsorción de la s tra nsforma cione s
son dedica da s a la funda menta ción teórica en el tiempo (lo que avala la inde te rmina c ión, y
(Corea e ta lt, 1974). a sí una posible pa rticipa ción futura ). Hoy
sa be mos que la homoge ne ida d de e stos
La a mbición e s desme sura da , y no está sólo
pla nte os, en cuyas pre misa s está incluida la
re gistra da en el texto e scrito: la "propue sta
solución futura , e limina n el tie mpo: este afán
e spe cífica " se inicia con d ia gra ma s que
de tota lida d e s el más discutido en el pe ríodo
ilustra n la escala na ciona l, para pa sa r luego a
que, inicia do a tra vés de débile s crítica s a fine s
la e sca la re giona l y a l te jid o urba no, y
de lo s 70, se extiende en la s convicciones
fina lm e nte a la célula básica . Aunque
d isciplina re s desde los 8 0.
a ccidentes ge ográficos como el río Ma pocho
apa recen en la maqueta fina l, carecen de El breve pero inte nso compromiso con lo que
importa ncia en la determina ción del proyecto; en Argentina se lla mó a rquitectura de siste ma s
en cua nto al pa sa do de la ciuda d, e s reducido ma rcó los a ños a ca ba llo entre el 6 8 y el 76.
a lo s e sque ma s de "ciud a d c o lo nia l" (la No era Corea el único que impulsa ba esta
cua drícula con la s subd ivisione s a ctua les), y a tendencia , a unque era quien con más empeño
lo s lote os e specula tivos. La grilla propuesta es la funda menta ba por e scrito, nombrándola de
dire cciona da , potencia lmente line a l; a cen­ otra s ma ne ra s. Es posible compre nder la s
tua ndo la importa ncia de esta e structura va ria c io ne s d e ntro de l ge nérico ma rco
básica , a pena s se entrega documenta ción q ue sistémico compa ra ndo a lguna s propuesta s de
sugie ra forma s a rquitectónica s concreta s. No Corea con la s de otros e studios que, a unque
existen perspectiva s, la clásica ma nera del inevita blemente implica dos en la activida d
a rquitecto de re ducir la inna ta a bstra cción del política , intenta ba n que la siste ma tiza ción
pla no a rquite ctónico para pre se nta r ya sea un a pa re cie ra (...) como re sulta d o de una
jue go de volúme ne s en el espa cio, ya sea la c oncepción a rquitec tónic a a ntes que c omo un
posible vita lida d futura de los ámbitos. esquema impue sto desde a fue ra ; desde la
a rquitec tura , a ntes que desde la c ienc ia . La
Es que la propuesta debe leerse -a l decir de
fra se está publica da en un a rtículo muy
Jua n Ca rlos Lópe z, en el prólogo al libro en
d ifund id o del e stud io BDELV, Una a proxi­
mac ión siste má tic a a l d ise ño, que re sume la
postura a rticula ndo dive rsa s obra s propia s en
una misma perspectiva conceptual (Summa
8 5 , 1975). El acceso a la a rquitectura está
a va la do por la idea de tipología , interpreta da
como esquema espa cia l del progra ma . Resulta
e lo cue nte de la a p ro xim a c ió n a e sto s
proble ma s la perspectiva a xonométrica del
proyecto para la fa culta d de Cie ncia s Exa cta s
de La Pla ta : de ntro de una tra ma definida ,
Fig. 3. Eje rcicio de vivie nd a . Tra ba jo ele a lum no s a lg una s de la s tip o lo g ía s se d e duce n
a se sora do po rMa rio Core a , presenta do en el IX Congre so
de la U IA (T 967) directa mente del esquema pre vio, linda ndo

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13m con el a nonima to; o tra s, en ca mbio, se

U1 a tr- D pre se nta n como e d ificio s bie n d e finid o s


fo rm a lm e nte , que e sca pa n a la s re gla s
SU __ 3 ¡ i L .h ge ne ra le s de orga niza ción. Ta l e s el ca so del
inte rna c ió n o fic in a s
e dificio de la bora torios que remeda , ca si con
ü u tr~ir~P e xa ctitud , el mod e lo de la fa culta d de

ni___ il
unid a d e nfe rm e ría
d_ii_h
re lig io s a s
Inge nie ría de Leiceste rde Ja mes Stirling -quie n
a su ve z a lude al club obre ro de Melnicov,
icono de la s va ngua rdia s soviética s. La lógica
IT I □ que gobie rna el proceso de ideación de los
la bora torios es inoculta ble : sus ca ra cterística s
Ü - J ___ Ll
p a tio re sid e n te s están de finida s en a na logía con obra s de la
tra dición mode rna , y no deducida s de la s
re gla s ge ne ra le sde orga niza ción.

De ntro de la obra de Core a , el pa sa je a una


a rquitectura posible lo constituye el a borda je
de los progra ma s hospita la rios. Son, en efecto,
ide a le s para ensa ya r un dise ño cie ntífico, en la
medida en que la sobre de te rmina ción del uso y
de la s técnica s deja esca so espa cio para la
forma e stética . Pa ra Co re a , a d e más, la
importa ncia del uso de riva en que los e dificios
hospita la rios re sulta n me nos merca ncía o

6 ) axonometría

detalle estructura y cubierta


Fíg. 4. o y 4. b Estudio poro hospita le s. De sa rrollo de a lterna tiva s específica s para Misione s y Formosa

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me rca ncía a te nua da (Co re a , 1974). La de te rmina ción. Pero en la definición de los
extrema complejida d del tema permite e lud ir el usos no glorifica rán la cotidia neida d popula r:
debate acerca de la pa rticipa ción, subra ya ndo tra nsforma n, no re escriben. Así, la a rquitectura
la ta rea del a rquitecto como un pa rticula r sistémica puede aún prese nta rse como una
científico socia l (no muy d istinto a l médico). La s supera ción del m o d e rnism o -sin a ba ndona r el
a lte rna tiva s publica d a s (el proye cto del lema "la forma sigue a la función".
hospita l Ra món de Ma da ria ga en Misio ne s y el
Hospita l Ce ntra l de Formosa ), parten de una
ma lla ge nérica , ma rco ord e na d or de lo s 5. Exilio y "re gre so": pa sa jes a la forma
e spa cios, que avala la mecánica de a dición de concreta
un id a d e s c o n s titu tiv a s en la s c ua tro
Deja do cesante de sus ca rgos en 1975 , Corea
orie nta cione s. La pre cisión a rquitectónica , q ue
consulta a Se rf acerca de la posibilid a d de
otorga cierta ca ra cteriza ción a la s na ves, pasa
re gre sa ra U S. Este la desa conseja por ra zone s
por la re solución de la s condiciones climática s
política s, pero lo introduce en la oficina de sus
(doble techo shed y a ventóna miento eleva do);
socios e urope os, Fa rga sy Tous, en Ba rcelona .
el fa vore d miento de cie rta s condiciones de uso
A pesa r del e xilio forza do, un via je en nada
(como la a mplitud de la circula ción); y la
pa recido a l a nte rior via je de e studios, Corea se
elección de un siste ma constructivo económico
adapta bie n: a unque sigue reconociéndose
y se ncillo, adaptable al cre cimiento modula r.
como a rge ntino, carece de la se nsibilid a d
Impa cto en e sto s e je m p lo s la pe rfe cta
nostálgica y folclórica que Sola na s representó
a rticula ción e ntre lo s m últip le s siste m a s
en E l e xilio de Ga rde l. Ba rc elona e s mi c iuda d,
supe rpue stos, que sostie ne n principa lmente
dirá en una entrevista poste rior (AAW, 2006 , p.
d o s p re o c up a c io ne s: lo s m o v im ie nto s
494).
huma nos ma sivos y el cre cimie nto por eta pa s
del conjunto. En 198 1, Corea esta blece su propio e studio,
con Edga rdo Ma nnino y Fra ncisco Ga lla rd o.
El uso se convierte en el tema domina nte .
Desde entonces, su tra ba jo se rá de na tura leza
D e spla za la s técnica s de c o nstruc c ió n,
distinta a la s inte rve ncione s intelectua les de sus
consid e ra da s en el proyecto como e sfe ra
últim o s a ño s en A rge ntina . N o só lo su
pa siva , sin busca r e xhibición ni innova ción.
situa ción ha ca mbia do -su e studio se consoli­
Esto coloca a los proyectista s en un luga r
da con importa nte s enca rgos profe siona le s-,
d is t in t o a l de q u ie n e s in te rp re ta n la
sino que, en pocos a ños, se producen ca mbios
a rquite ctura sistém ica desde la pre cisión
m a yúsculo s en la cultura a rquite ctónica
constructiva . Ta mpoco la forma , en se ntido
globa l. Sin e mba rgo, cua ndo se obse rva su
simbólico, aparece en el centro. Sin emba rgo,
obra en conjunto, sorpre nde una coherencia
queda cla ro que la s célula s de 1 3 x ó m,
d ifícil de ha lla r en una a ctivida d sie mpre
a unque obe dientes a la orga niza ción ge ne ra l,
a tra vesada por tan dive rsa s volunta de s, que
e stán insp ira d a s en la d ifund id a célula
exceden con mucho a la de lo s a utore s-
prototipo de l Ho spita l de Venecia de Le
a rquitectos.
Corbusie r.
Pareciera fácil tra za r una línea coherente entre
En la s célula s, el módulo en el que se llega a la
los tra ba jos de los 70 y la producción de
m a yo r c o nc re c ió n, e l uso e s d e finid o
Ba rce lona . En todos puede reconocerse una
dime nsiona lme nte (a grega ndo un esquema
geometría cla ra , nítida , legible con los ojos de
básico de a sole a mie nto y visua le s), y en su
la ra zón; una tra ma ge ne ra l pa sible de se r
a rticula ción con la s v ía s de circula ción
d ivid id a ha sta a rrib a r a la célula ; una
ge ne ra l. Para e stos ma rxista s a rge ntinos, a
condensa ción tipológica en estricta rela ción
quie ne s no les era a jena la polémica que
con los uso s; una delibera da renuncia a hacer
re nue va la izq uie rd a , y que la se pa ra
de la e x p re sió n fo rm a l una v a ria b le
drástica mente de los ca minos prod ud ivista s de
independiente. Sin e mba rgo, como ve re mos,
la vía soviética , el "va lo r de uso " rige toda

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Core a va a da pta ndo instrume ntos y principios se gund a mita d de la déca da de l 70 y


a lo s ca mbios que se suceden. media dos de los 8 0.

El prime r problema que debe e nfre nta re s el de Esto s ca mbios globa le s, que implica n la
la ma lla genera tiva a bierta e indiscrimina da . d e construcción profunda de l Mo vim ie nto
Buena parte de la s crítica s a l Movimie nto mode rno, a dquieren infle xione s pa rticula re s
mode rno, en pa rticula r de a que llos que no se gún la s dive rsa s tra dicione s y situa cione s
sie ndo a rquite ctos ha lla n en la Arquite ctura loca les. Corea se encuentra en Ba rce lona ,
una condensa ción de los proble ma s de la ciuda d que ha pa sa do a se r re fe re ncia
socieda d contemporánea , provienen de la o b lig a d a de lo s e s tu d io s u rb a n o s y
impugna ción de la ge ome tría e uclide a na , a rquite ctónicos; pero no ha roto re la ciones
re pre senta da , precisa mente, como homogé­ con el pa ís que dejó.
nea m a lla o rto g o na l y d e sc ua lific a d a ,
Repa semos brevemente lo que ocurre en la
impuesta sobre un te rritorio pensa do como
cultura a rquitectónica en Argentina en los a ños
"va cío ". El instrume nto geométrico supone el
de la última Dicta dura milita r. Los tra ba jos
control total del entero proceso por parte de la
impulsa dos por Tony Día z en La esc ue lita
figura del Arquitecto, un tema que los e nsa yos
constituyen lo s e je mplos más re currid os. Día z,
cultura le s ponen en boga.
de forma ción de izquie rda sim ila r a la de
En este punto pueden id e ntifica rse dos vía s Core a , insiste en ma ntener ge ome tría s pura s y
cla ra s de crítica , que parten de re fle xione s ya sin a nécdota s, pero cerra da s, e quilibra da s y
presentes a fine s de los 6 0. La primera es la q ue no e xte nsible s, liga nd o la s propue sta s al
prosigue el ca mino del a nálisis lingüístico de la corpus clásico que vuelve a re visa rse . El centro
forma , la que Core a colocaba en línea con el de la investiga ción en a rquitectura se despla za
"cie ntificism o ", negándole ma yore s consid e ra ­ de finida mente a los tema s del lengua je -lo s
ciones. La identifica ción del lengua je icónico e je rc ic io s de a rq uite c tura sin p ro g ra m a
con el le ngua je propia mente dicho, ya sea en tra ba ja ba n en este se ntid o-; y e s proba ble
la vertiente se miológica de Peirce, ya sea en la que , ta nto la m e nciona d a p o litiza c ió n
v e rtie n te fra nc e sa (fund a m e nta lm e nte pa rtidista de los prime ros 70, como la censura
logocéntrica ), continúa n su ca mino para ha lla r del mundo d icta to ria l, ha ya n lle va d o al
sus mome ntos de ma yor productivid a d y e xtre m o e sta s p o stu ra s, que co rta ba n
exte nsión en la década de 1990. Pero el a brupta mente con el re ina do del uso socia l en
ta la nte de Corea no lo inclina hacia los a nálisis la de finición de la forma .
forma le s.
Sin e mba rgo, e sta s ge ome tría s pura s se
La segunda vía de crítica ya estaba in nuce en a rticula ba n bien con la forma re gula r de la s
Ja ne Ja cobs y H e nry Le fe vre , y coloca ciuda des de ma triz hispánica , que están le jos
proble ma s a la s ve rtie nte s me todológica s de los contra stes que proponen los centros
desde otro ángulo: la presencia de la c iuda d históricos de mucha s ciuda des europe a s, de
re a l. La dife re ncia , como bien notará Ma rio g e ne ra c ió n la b e ríntic a y s e n s ib ilid a d
Ga nd e lsona s a ños más ta rde, consiste en el pintore sca ; le jos ta mbién de la s de sa rma da s
pa sa je de la s propue sta s de tra nsforma ción ciuda des nortea merica na s. Es a síque e l pasaje
"mod e rna " de la ciuda d a la lectura de la de más alcance tempora l hacia la lectura de la
ciuda d tra diciona l, y la consecuente sum isión ciuda d no se esta bleció en la vertiente pop a la
de la obra nueva a l conte xto e d ifica d o Ve nturi, ni ba jo lo s a ma ble s conse jos de
(G a nd e lso na s, 2007) . Me m o ria , lug a r y Gordon Culle n (si bien el impa cto de a mbos
"e spa cio público" como condensa dore s de la a utore sfue considera ble ).
historia -to d o s tema s que hoy forma n parte
La ra ciona lida d de la ciudad histórica continua
e sta ble en la pe rce pción de la ciud a d ,
en la obra de a rquitectura , severa y despoja da ,
e xce d ie nd o con cre ce s la d is c ip lin a -
a fia nza ndo la idea de que la ra zón sigue en el
a dquieren su se ntido contemporáneo entre la
coma ndo, pe ro de sde e ntonce s a ncla da

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ta mbién en la historia . Sugie re que es la misma que la ca rga de hue lla s te m po ra le s; el


ciuda d, la obra de a rfe c olec tiva , la que habla de spla za mie nto de la tra ma a bstra da a la
en luga r del a utor-d e sma rcánd ose a sí de lo s lectura de la stra m a sque sugie re la ciuda d.
jue gos pura mente morfológicos. Rossi está a
Tome mos como e je mplo la a mplia ción del
ma no para a va la r esta vía a usente en la s
Hospita l Verge de la Cinta , un monumenta l y
fa c ulta d e s inte rv e nid a s ha sta 1 98 3 , y
burocrático e d ificio de la época ta rd o -
so sp e c h a d a p o r una c rític a que a ún
fra nquista . La se nsibilid a d de Corea lo sepa ra
id e ntifica ba m o d e rnism o con pro gre so y
de cua lquie r monume nta lida d, como ta mbién
liberta d. Ma rina Wa isma n, que tan fe rvie n­
de una a rticula ción pa siva con el "o rd e n"
temente se había opuesto a Corea en su
a nte rio r, ma rca do por la s circunsta ncia s
experiencia cordobesa , prefería a da pta rse a
histórica s. La Histo ria e s para Corea una
lo s nue vos vie ntos d isciplina re s desde la s
va ria nte a lusiva , no lite ra l. La a mplia ción del
inte rpre ta cione s (supue sta mente) heidegge-
e dificio promete un nuevo ord e n, que se
ria na s del lug a r -p o r lo que el héroe de los
d e sa rro lla rá en d os eta pa s (fle xibilid a d y
a ños dicta toria le s fue su profegée Migue l
cre cimie nto continúa n sie ndo va ria ble s de
Ángel Roca.
importa ncia , pero esta ve z concreta s y no
¿Cómo enfre ntó Core a en Ba rcelona (ya no hipotética s). La fachada primitiva daba la
como intelectua l orgánico de un pa rtido, ni espa lda a la ciuda d. Ella se de spla za a l inte rior
co m o te ó ric o o p ro fe s o r, s in o co m o del comple jo, y se propone una nueva fachada
profe siona l), e stos controve rtidos impulsos q ue pública -se ve ra , longilíne a , tra nspa re nte . Para
e ro sio na n e l co rp us de la a rquite ctura que la tra ma no disue lva la idea de luga r,
moderna ? Cie rta me nte , se encuentra más Corea y sus socios insta la n una dia gona l que
cerca no a Tony Día z que a Roca -pe ro , como fija un cie rre pa ra so ste ne r el e q uilib rio
ve re m o s, muy le jo s en a lg uno s punto s ge ométrico, que se corre spond e con la s
ese ncia le s. direccione s básica s identifica da s en el pla no
del se ctor, re pre se nta do en la a fortuna da
El se vero ra ciona lismo ita lia no, extendido en la
figura ción de No lli (negro sobre bla nco; lle nos
Espa ña posfra nquista , le permite a Core a
y va cíos; ha bita ción y circula ción). El cie rre es
opera ciones de pa sa je entre sus propue sta s de
crea do por una elega nte infle xión de la misma
principios de lo s 70 y la s obra s firma da s por su
cinta , que se ¡unta en los extre mos forma ndo el
e studio. En términos ide ológicos, crea una
pa tio (tipología bien espa ñola ).
ilusión de continuida d entre lo s postula dos de
la nueva izquie rda y los ma tices del ecléctico Con ma yor economía de re cursos, como si
m o vim ie nto co m unista ita lia no . Pe ro a re gre sa ra a los e strictos pla nte os sistémicos
diferencia de Día z, quien en Bue nos Aire s pero a rticulándolos con la ciuda d re a l, Corea
a dhiere sin re squicios a la fe ndenza , Core a tra ba ja en 1998 en el proyecto de centros
vive en la flore cie nte Ba rcelona . Se tra ta de una cultura le s para Rosa rio. Para entonces, su
de la s ciuda des clave en la Espa ña de la nombre ha sid o re cupe ra d o como una
re insta ura ción de la s liberta des civile s, una referencia importa nte en la disciplina loca l, en
ciuda d que pone a punto una se rie de principio a tra vés de a lgunos compa ñe ros y
e s tra te g ia s que se rá n a s u m id a s con d iscípulos (Ge ra rdo Ca ba lle ro y Arie l Jiménez).
e ntusia smo en la Argentina post-dicta toria l. Los jóvenes lo reintroduce n en la Bie na l de
Espa ña , vía Ba rcelona , parece brinda r un Arquitectura de 1996 ; Da nie l Silbe rfa de n, en
nue vo ho rizo nte a la a rticula ción p o líti- Bue nos Aire s, le dedicará un núme ro de la
ca /a rquitectura . revista de la Unive rsid a d de Pa le rmo. Su fluida
re la ción con el gobie rno so cia lista -que
En términos e spe cíficos, lo s ra ciona lismos
continúa la s política s urba na s de la década
m e d ite rrá ne o s a va la n d os o p e ra c io ne s
a nte rio r- lo convierte en un referente clave del
re a liza da s por Core a : el pasa je de una idea
Plan Director.
esquemática de tipología a una interpreta ción

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de stina dos al más a mplio uso público. Core a y


sus socios en el plan crea n, en efecto, un
siste ma del que la pieza a rquitectónica forma
parte, idea lmente sin sa ltos bruscos entre la
ope ra ción técnica del plan y la lógica del
ed ifico.

Corea se encarga del centro municipa l del


d is t rit o O e ste . El b a rrio , s in m o tiv o s
re conocible s, e s le íd o en su d ispo sición
geométrica , y en la a rticula ción de lo s usos en
func ió n de la s a ctivid a d e s urb a na s ya
e sta ble cida s. Dos tira s pa ra le la s, ce rra da s
ortogona lme nte por un pórtico tra nspa re nte de
acceso, conforma n virtua lme nte un patio. La
identifica ción del con ¡unto desca nsa en la torre
de a gua , como de cla ra ndo que ninguna
estructura vacía de uso debiera d isturba r la
a rticula ción e ntre forma y ne ce sida d. En
cua nto a l dise ño de lo s espa cios públicos,
ta nto el pa tio como la s dos pla za s proyectada s
son se cos, con excepción de la a rboleda linea l
ca ra cterística de la s vereda s a rge ntina s. La s
d os pla za s están d e finid a s por la tra ma
Es en el Pla n donde pueden identifica rse otros
preexistente - lo que no hace el propio e d ificio-
ind icios para tra za r continuida des y ruptura s
pe rmitie ndo su enga rce con el siste ma o de
con la s ma ne ra s de ponde ra r los hechos
ca lle s y ma nza na s, recorta da s por la s vie ja s
urba nos y a rquite ctónicos de sus a ños de
vía s de fe rroca rril y la s ma rca s de a ccesos ya en
forma ción a ntes del e xilio. La a rquitectura
de suso, que re sistie ron a la cua drícula base. La
a rgentina ya ha incorpora do en la década del
ope ra ción podría a dhe rirse al vie jo moto de los
90 la im po rta ncia de la s e sca la s más
a pre he nsible s por la experie ncia cotidia na
-a que lla s que, como reclamaba Se rt, debía n
se r re sue lta s por el urba n de sig n, y que en
nuestra ve rsión se condensa rán en la idea de
"proye cto urba no". En Rosa rio, la gra n pieza
a rq u ite c tó nic a de Pa rque Esp a ña ha
come nza do este im pulso desde a nte s de
fina liza r la Dicta dura . Pero a diferencia de lo
que sucedió en otra s ciuda des a rge ntina s, en
d ond e el e ntusia sm o po r e l fra gm e nto
de spla zó una pondera ción tota liza dora sobre
la ciuda d, el plan rosa rino re propuso -a l
me nos hasta la c risis del 2001 - una mira da
inte gra l, crea ndo nue vos d istrito s para corre gir
la oposición conce ntra ción/difusión.

La clave de la tra nsforma ción física de e stos


d istrito s desca nsa ba en la creación de una
Fíg. 5a . y 5.b Amplia ción de Hospita l Vie rge de la Cinta
e s tru c tu ra a rq u ite c tó n ic a d is t in t iv a ,
(Tortosa , Espa ña , 1985) y esque ma circula torio de
ma te ria liza d a en lo s ce ntros municipa le s, Hospita l Principes d'Espa nya (20011

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ja rd ine s ita lia nos: lo c onstruido es supe rior a lo


pla nta do. En otra s pa la bra s: la ra zón huma na
e s supe rior.

En fin: a unque el gobie rno rosa riño optó más


ta rde por e nca rga r a a rquitec tos e stre lla (todos
discre tos), el proyecto de lo s otros centros
m u n ic ip a le s, p o d ría m o s in te rp re ta r la
propuesta inicia l de lo s centros como nodos
c ondensa dore s de informa c ión, recorda ndo el
citado tra ba jo de Core a con Fum ihiro Ma ki
(Mala, 1968).
Q uisie ra subra ya r una última cuestión que
otorga un a lto gra do de continuida d a la obra
de Core a a tra vés de ta n a ccid e nta dos
tie mpos. Se tra ta de la insiste ncia en la
d isponibilida d de la forma para orga niza r los
usos, que puede inte rpre ta rse en secuencia
con sus pla nteos de tra nsfunc iona lida d. Con
poca s excepciones, la inte rroga ción sobre el
uso a pena s ocupó luga r en los d e sa rrollos de
la a rquitectura en la Argentina en el fin de siglo
pa sa do. Se daba por desconta do, como parte
6. Una re fle xión sobre la continuida d
de la base de tra smisión d isciplina r, sin ofrecer
la s a rista s rispid a s que había a lca nza do veinte Los te ma s que hemos revisa do, centrándonos
a ños a ntes. Ta l ve z, en el ca so de Core a , en los a ños que van desde 196 9 a 197 6, con
pesa ron los enca rgos de alta complejida d a lguna s e xcursione s hacia los a ños finise ­
fu n c io n a l, com o lo s h o s p ita le s , pa ra cula re s, perma necen hasta hoy de finie ndo el
c a ra c te riza r toda su a rq uite ctura como horizonte de la disciplina loca l, incluso en la s
máquina de funciona mie nto a ceitado. Pero en nota bles a use ncia s. El caso de Corea no hace
la elección de lo s progra ma s ya se ma nifie sta sino poner de relieve como van fundiéndose ,
una tempra na elección. en A rg e n tin a , se n s ib ilid a d e s d iv e rs a s,
desca rta ndo a lgunos ca minos y acentua ndo
otros. Cua ndo se enfrenta un ca so biográfico,

Fíg. ó.a yó.b Ce ntroMunícípa l Distrito Oeste , Rosa rio, 1999.

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la s pre gunta s sobre la forma ción promedio son tema s clásicos de la a rquitectura -e l uso de
tan importa nte s como la s que se plantea n m a te ria le s loca le s y la concorda ncia en
sobre la s dife re ncia s idiosincrática s. Podemos ca rácter con lo s pa isa je s propios, con cierta s
supone r que, en la medida en que Core a a ctua liza cione s ma tiza da s a tra vés de la
e migró a lo s 3 7 a ños, cie rta s pa uta s ya no ción de lu g a r. Pa ra la se n sib ilid a d
esta ban tan firme me nte constituida s en su ra ciona lista de Core a , a sí como la de a que llos
fo rm a de pe nsa r, que no se a lte ra ro n inme rsos de una u otra ma nera en el clima de
susta ncia lm e nte : pa uta s m o ra le s que se idea s de la nueva izquie rda , el mismo te jido de
enga rza n con la s ide ológica s; estra te gia s de la ciuda d debía da r la clave para la obra ; de
orga niza ción del proyecto; inclina cione s de esta ma nera , la stra mos neutra s y e xte nsible s, o
gusto a pena s percibida s. la s tipología s a bstra cta s, podía n tra nsforma rse
en estra te gia s concreta s y ra ciona le s para
Me he centra do en el comple jo mundo de la s
e sta ble ce rla s re la cione s con el contexto.
d istinta s se nsibilid a d e s política s de lo s 6 0 para
a n a liza r e l sustra to id e o ló g ic o de una En este ca mino compa rtido por muchos, que
ge ne ra ción que , po r la s c irc unsta nc ia s tan bien calzaba con el gusto discre to de la
h istó ric a s, d o m inó e l pa nora m a de la tra dición moderna riopla te nse , la obra de
a rquitectura a rgentina hasta el nuevo mile nio. Corea sigue desta cándose por la clave del uso
No me detuve, por ra zone s de economía , en el , pa la bra ca rga da , a fine s de los 6 0, de
peso de la s institucione s que pe rmitie ron la va le ncia s de libera ción que se sepa ra ba n del
omnipotente presencia de esta genera ción, prod uctivísim o burocrático de l m a rxism o
a unque a lgunos de los tema s que repa sé lo ortodoxo. La orga niza ción rigurosa de los
convocan directa mente. Al se guir la biogra fía usos, que pretendía posibilita r la tra nsfor­
de Core a , quedó rea lza da una línea de la mación futura , continuó sobre determina ndo
nueva izquie rda cuya sintonía se esta blecía la forma en la s obra s de Core a , a ún cua ndo se
más d ire cta m e nte con la s a p e la cio ne s tra ta ra de progra ma s más libre s, como los
cie ntífico-técnica s y el progre sismo libe ra l, cultura le s. El gra n a usente e s el deseo de
esta bleciendo la crítica a este horizonte en el inve nción tecnológica (en la obra de Core a , y
ámbito del puro ra zona mie nto, sin conce­ en la Argentina en ge ne ra l). En la ignora ncia
sio ne s al comple jo de ide a s se ntime nta l- de la invención te cnológica , e incluso en el
populista que ya lo e rosiona ba . Esto implicó, esca so peso que tuvo la tecnología como
en la cultura a rquitectónica , la a proxima ción a insumo de la ima gen simbólica , pesan va rios
lo que en Arge ntina se cono ció como proble ma s de la historia loca l (el limita do
a rquitec tura de siste ma s, con sus prome sa s de d e s a rro llo de la in d u s tria p e sa d a , la
cientificida d y unive rsa lida d. uniformida d del uso del hormigón a rma do o el
la d rillo ; etc); pero ta mbién el recha zo a e ntra r
En todo ca so, esta se nsibilid a d ra ciona lista y
en un ámbito de moderniza ción domina do
discreta explica ta mbién d istintos pa sa je s hacia
entonces por la s figura s gemela s del Inge nie ro
la prima cía del obje to urba no. En Core a
y del Milita r.
re sulta cla ro: el pe sootorqa d oa la a bstra cción
ge om étrica se d e clinó de una m a ne ra De la s líne a s que se despliega n entre el 66 y el
pa rticula r en la lectura de la ciuda d, evita ndo 76, la que abreva de la s inve stiga cione s de la
ce le bra r la s inte rve ncione s e spontáne a s, lingüística estructura l e s induda blemente la
pintore sca s, o exte rna s al ca non a cadémico. que domina el campo a rquitectónico en el
pa sa je hacia la posmode rnida d. Core a la s
Más esca sa s fue ron, desde la d isciplina , la s
conoce; pero, como hemos visto, la insiste ncia
propue sta s que dia loga ron con los ca minos
morfológica de sus conte mporáneos no lo
incipie nte s de lo que hoy se conoce como
seduce. Ta mpoco re sulta fácil a bsorbe rla para
a mbie nfa lismo. Ha sta el nuevo mile nio, e lla s
la ma yor parte de los a rquitectos a rge ntinos,
se re d uje ron a subra ya r, como si fue ra n
que carecen de forma ción para la complicada
d e scubrimie ntos conte mporáne os, a lgunos
le ctura de lo s últim o s gra nd e s filó so fo s

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fra nce se s (que ya circula n en lo s 6 0 entre una Lópe z, insistie nd o en la prima cía del usua rio,
élite limita da ). Los ca sos en que esta marca se a h o ra c lie n te , e nc o ntró en e lla una
a dvierte de ma nera directa (vg. Dia na Agre st, justifica ción perfecta para sus shop p ing s.
Ma rio G a nd e lso na s, Rod olfoMa cha d oyJorge Podía some te rse a juicio del cliente la s más
Silve tti, que viven en US), constituyen figura s de va ria da s imáge ne s, sin a lte ra re l orden genera l
media ción entre el debate inte rna ciona l y el de la propuesta . En este punto, los ca minos de
loca l, en época s en que no e xistía Internet. Core a son contra sta nte s: a dife re ncia de
Recién desde fine s de lo s '8 0, a tra vés de la Lópe z, no abdica del control intelectua l sobre
d ifusión de tra ba jos de a lto impa cto visua l la s va ria ble s simbólica s.
como lo s de Peter Eise nma nn o, poco más
He citado más a rriba un prólogo de López,
ta rde, de Gre g Lynn y Eric Mira lle s, los jue gos
compa ñero político de Core a , que subra ya ba
de la forma aparecen directa mente liga d os a
una ve rsión crítica de la a rquite ctura . ¿En
lo s enfoques post e structura lista s, de ma nera
dónde quedó ese a dusto ceño crítico que
más meta fórica y lite ra ria que conse cuen­
lle va ba a lle na r página s y página s de
temente a rgumenta tiva . En todo ca so, e sta s
conside ra cione s cada ve z que se entregaba un
c o rrie nte s no fue ro n d o m ina nte s en la
pro ye cto ? M i h ip ó te s is , im p o sib le de
profe sión (a unque s í en los W o rksho p s y
d e sa rrolla r a quí, es que la s va lencia s crítica s
tra ba jos de te sis que florecen desde entonces).
queda ron en la historia de la disciplina y la
En re sumen: el "a rquite cto a rge ntino" sigue
ciuda d (en la vena ta furia na impulsa d a
opta ndo por la ortogona lida d, por lo que no
inicia lme nte por otro compa ñero político de
extra ña la bienvenida a Corea en época s de
Core a : Jorge F. Lie rnur). La historia crítica , en
flore cimie nto de lo in-forme .
los a lbore s de la ina ugura ción democrática en
Sin e mba rgo, la vía lingüística a va ló, en Arge ntina , entró en debate activo con quie ne s
a q ue llo s in ic io s, una le ctura de l he cho practicaban la a rquitectura . Por esta vía , la
a rquite ctónico que ha cía hinca pié en la se pa ra ción fue inevita ble, y se acentuó hasta
a utonomía de la forma . Ta l ve z fue éste el lle ga r a un divorcio casi a bsoluto hacia el fin de
punto más a rduo de aceptar por quie ne s siglo. Fue la me moria , y no la historia , la que se
ve nía n fo rm a d o s en e l c a te c ism o d e l enga rzó con la a rquitectura , para luego se r
Movimie nto Mode rno; pero proporcionó un ta mbién despla za da .
ca mino se guro para el pasa je de la izquie rda
El te jido histórico, como el político, re sulta
re voluciona ria a la izquie rda cultura l que
d ifícil de a fronta r por quie ne s pretenden
domina los a ños de la democra cia recuperada
d ise ña r e l hábita t: lo s tie m p o s bre ve s,
(una vena que fue en gra n medida lidera da por
a le a torios, provisorios y ca mbia ntes, que no
a lgunos ex compa ñe ros de milita ncia de
muestra n re gula rida de s sino después de la rgos
Core a ). En el mundo de la a rquitectura , el
ciclos, parecen la a ntíte sis de lo s la rgos ciclos
le ngua je dejó de inte rpre ta rse como ne utro,
en que se mueve el espa cio urba noy te rritoria l.
para corporiza r el dominio de un ge nérico
Por otro la do, la misma idea de proyecto,
Poder. Al mismo tie mpo, la s ciuda de s que
basada en lo s clásicos instrume ntos ge omé­
re cla ma ba n le c tura s e inte rp re ta c io ne s
tricos, supone el control sobre el futuro: ¿en
pa rticula re s e xhibía n matices que a ntes no
qué tipo de ca mbio se puede pe nsa r que no
ha bía n sid o consid e ra dos -e ntre e llo s, su
esté pla nifica do de a ntema no? Una vez ca ído
propia historia . En fin, no era necesa rio a pe la r
e l h o rizo nte re v o lu c io n a rio , ¿cómo se
a la pa la bra estética , ni mucho me nos a la
prod ucía lo nue vo? (¿qué podía lo gra r,
clásica be lle za , para re cupera r sin sobre sa ltos
entonces, la estruc tura posibilita nte ?)
la s dime nsione s simbólica s de la forma .
La e scisión entre una historia explícita mente
A pesa r de la s re siste ncia s, la a utonomía de la
negativa y una profe sión que decidió ignora rla
fo rm a (la e sc isió n e ntre sig n ific a d o y
tuvo consecuencia s d isím ile s en lo s últimos
significa nte ) ya estaba insta la da sin gra nde s
a ños. Entre e lla s, la consolida ción del ta lle r
a la rde s por vía s impe nsa da s: Jua n Ca rlos

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proye dua l con a spira cione s tota liza dora s. El Nota s


idea l de a bsorbe r dentro de la lógica del ta lle r 1 Las habit forming forces clan la clave de lectura de
la s muy dife re nte s solicita cione s que hacen a la Gothic architecture and scholasticism, y fueron
c o nstruc c ió n d e l e sp a c io no ha s id o posteriormente desa rrolla da s por Panofsky en
conmovido por los ca mbios conte mporáneos. artículos específicos, los que Bourdieu reconoce
El ta lle r fue el verda dero punto ciego de la corno fuente.
crítica en la s época s re voluciona ria s, y lo Corea había participado en el mundo de la
continua sie ndo hoy: el a rquitecto a rge ntino política estudiantil durante el colegio secundario
nunca a bdicóde l papel prom e te icoysola rque (fue suspendido de la escuela durante las luchas
ta n bie n e nca rna su e te rno héro e , Le entre "la laica y la libre"). Su sensibilidad fa milia r lo
Corbusie r. inclina hacia el ala progresista del partido radical;
sus expectativas fueron "tra iciona da s" por la misma
figura que poco antes prometía una lucha
antiimperialista, Frondizi. Se trata del derrotero de
muchos que iniciaron entonces su camino en la
nueva izquierda (vg.: los hermanos Viñas). Cf.
Silvestri (2009)
4Ver en este dossierCarranza, M. Entrelazamientos.
Cultura política y cultura del espacio en el Vil
Congreso Internacional de Arquitectos.

1Odilia Suárez, comprometida con el organicisrno,


pasó una temporada en Ta liesin West; Juan Manuel
Borthagaray, entre los fascinados por Mies, pasó un
semestre en Chicago; Eduardo Catalano enseñó en
el MIT entre el 5 6 y el 77; Cesar Pelli, que llegó a US
en 1952, trabaja todavía corno partner de Gruen;
Emilio Arnbasz, que estudia en Princeton, tampoco
ha saltado, aún, a Iestrellato.

4 Aunque los debates pedagógicos eran anteriores,


la creación del Instituto de Cie ncia s de la
Educación, reemplazando al Instituto de Didáctica
de la UBA en 1957, además del de Departamento
de Ciencias de la educación en lugar del de
Pedagogía, por impulso de Risieri Frondizi, marca
un cambio fundamental que el nombre indica: la
posibilidad de un estudio científico del hecho
educa tivo, íntima mente rela ciona do con la
creación de otras carreras nuevas corno Psicología,
Sociología y Antropología , todas claves para
comprender los rumbos de las facultades de
arquitectura en la década posterior.
4 No olvidarnos las líneas sistérnico-participativas,
corno las desarrolladas por Fermín Estrella , Horacio
Beretta, y otros arquitectos de notoria adscripción
humanista-cristiana. (Hoy sabernos cuánto le debe
a esta vertiente a las ideas norteamericanas, que se
inician en los 50 con Neutra en Puerto Rico). Pero en
pocas cátedras se desa rrolla ba n de manera
coherente.

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En la entrevista que realicé a Corea, él comenta SiIve stri, G. (2012). How violence embodies
una anécdota para subrayar su horror a la ante la a rchite cture . An e nquiry on urba n and
a utoconstrucción de l propio ha bita t, que architectural projects in Buenos Aires between
consideraba superexplotación. En ocasión de un 1975 -198 3 ", ponencia presentada en las
encargo para construir viviendas para el gremio de jornadas Visualizing Violence. Art, memory and
la carne, el delegado rechaza cualquier instancia Dic ta torship in La tin Americ a , CRASSH,
participativa: arquitecto, yo se cómo cortarle la Cambridge, UK.
carne cuando usted pide un bife de lomo. Usted me
Tercin, O. (2012). Nuestros años sesenta. Buenos
dirá que bacerpara la vivienda. (Corea, 2009)
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