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Discurso de Apertura: 

El investigador de la Human Rigths Watch saluda a los honorables jueces de la corte

interamericana de derechos humanos, a la delegación del estado de Colombia, a la

relevante representación de las víctimas y demás participantes en la sala.

“A Jefferson lo esperábamos con vida, pero nos lo arrebataron, lo desaparecieron y

lo asesinaron de manera vil. No se detiene el genocidio social ni con el nuevo, ni con

el viejo, ni con todos los gobiernos pasados.”.     

Aída Yolanda Avella Esquivel (Presidenta de la Unión Patriótica) 

Honorable corte, el presente caso se relaciona con la insuficiencia y responsabilidad

internacional del Estado Colombiano frente al caso de Jefferson Andrés Arévalo

Robayo. Para empezar, Jefferson Andrés Arévalo Robayo fue un líder social, militante

del partido de la Unión Patriótica, líder campesino, sobreviviente del genocidio del

partido político de la Unión Patriótica y participe de la Corporación Reiniciar capitulo

Meta con la cual el centro de memoria histórica ha venido trabajando para el

esclarecimiento y cumplimiento de una sentencia del consejo del estado en el caso de

Josué Giraldo, líder de la UP asesinado en 1996. Cabe recalcar que la víctima Jefferson

Andrés Arévalo Robayo fue anteriormente victima en otro caso de desaparición


forzada en el año 2003, donde Luz Marina Robayo lideresa de la Unión Patriótica y

madre de Jefferson, fue encontrada muerta en el “Rio la Cal” Siendo los presuntos

culpables del crimen las Autodefensas del Bloque Centauro. En este caso el grupo al

margen de la ley realizo este atentado con el fin de continuar con el asesinato

sistemático de líderes, lideresas y políticos de la Unión Patriótica, que en consecuencia

desembocaría en el genocidio político más grande registrado hasta el momento en

Colombia, y uno de los genocidios más grandes en Latinoamérica.


En el marco de la acción social y benéfica para la comunidad de Puerto rico meta

ejercida por Jefferson Andrés Arévalo Robayo junto a su esposa Gladys Tirado, el 21

de Agosto de 2018 en horas de la mañana, hombres encapuchados llegaron a la

propiedad “Finca las Cruces” lugar de residencia de las victimas del suceso, ubicada

en la vereda El Danubio, raptando a el campesino y líder social Jefferson Andrés

Arévalo Robayo y llevándolo a un rumbo desconocido, este suceso ocasionaría

consecuentemente al abuso sexual de la esposa de la víctima y el intento de asesinato

de la misma. Causando heridas físicas y psicológicas graves en Gladys Tirado. Este

hecho desemboco en la participación del ejército de Colombia, el CTI y la fiscalía en la

búsqueda de Jefferson Andrés Arévalo Robayo. Esta situación generó una fuerte crítica

y demanda por parte de la familia de la víctima la cual asegura junto a diferentes

líderes políticos de gran influencia en el pais, la presencia de 7ª Brigada con la Móvil

#4 del ejército nacional en el territorio donde residía Jefferson. Realizando un llamado

al gobierno sobre su labor de protección a la comunidad y ciudadanos del pais,

calificándola como ineficiente. Esta situación evidencia la irresponsabilidad del estado

colombiano con la protección de los líderes sociales y diferentes líderes comunales que

constantemente están expuestos a amenazas y atentados en contra de su vida y la de sus

familiares. Finalmente, este hecho trágico finalizo en la localización del cuerpo del
líder social, el cual no fue encontrado por las autoridades colombianas, sino por parte

de unos ciudadanos campesinos de la vereda el Danubio, que apresuradamente

realizaron el llamado a las autoridades colombianas para realizar los diferentes

procesos de investigación e información para la opinión pública y la familia de la

víctima. Ocasionando que en el 21 de noviembre se diera con el paradero de dos de los

presuntos implicados en el caso Edison Quijano “Alias el Goyo” y Guillermo Ariza

Vargas, perteneciendo estos dos sujetos a las disidencias de las FARC, llevando este

caso a la fiscalía decima especializada, donde se les imputaron cargos a los implicados

de delitos de homicidio agravado y acceso carnal abusivo, delitos que no fueron


aceptados por los dos implicados. Concluyendo el proceso jurídico con el dictamen de

un juez en Puerto Rico Meta, de una medida de aseguramiento intramuros para Edison

Quijano y Guillermo Ariza Vargas, debido a que para el juez no fueron suficientes las

diferentes pruebas expuestas.

En la perspectiva judicial, este caso se hace evidente la privación grave del derecho a

la libertad, el derecho a la vida, tortura, violación sexual, falta de garantías judiciales,

falta de seguridad social y la Desaparición forzada. Siendo todos estos crímenes

mencionados anteriormente, considerados como tal por el DIH y la constitución

política de Colombia. La ineficiencia de los actores del estado en este caso, es de gran

visibilidad, puesto a que se pone en evidencia la falta de capacidad de las fuerzas

armadas de Colombia para la protección de líderes sociales y comunales, el abandono

por parte del estado hacia la comunidad rural, la incompetencia por parte de las

instituciones judiciales las cuales no brindaron diferentes penalizaciones y ordenes con

el fin de reparar a las víctimas de este caso, agregando que las mismas no han

cumplido en su totalidad con la investigación del caso, ocasionando que dos de los 3

presuntos agresores estén bajo una medida temporal de aseguramiento y no existan los

factores claros del asesinato de Jefferson Andrés Arévalo Robayo, y no se tome en


cuenta la historia familiar y de violencia sufrida por la familia de Jefferson la cual

vivió y sigue viviendo el asesinato sistemático de integrantes familiares y de su

afiliación política. Donde se pone en evidencia un abandono de estos casos por parte

del estado que pueda bien perpetuarlos o ignorarlos.

Por esta razón, la comisión considera que la corte interamericana de derechos

humanos, debe ejecutar y penalizar con órdenes y leyes provisionales la protección de

no solo la familia de Jefferson Andrés Arévalo Robayo sino que también a los

diferentes líderes sociales que están expuestos día a día con la realidad de la violencia
del contexto colombiano perpetuada por el estado y organizaciones al margen de la ley.

Posicionando en el 2019 según la ONG irlandesa “Front Line Defenders” a el pais

como el lugar del mundo donde más líderes sociales son asesinados. Finalmente, la

comisión considera que el estado colombiano debe ser penalizado con sanciones por el

incumplimiento de la protección social y las garantías judiciales hacia esta familia y

decenas de familias más que siguen siendo afectadas y perseguidas por el conflicto

armado colombiano, con el fin de generar estrategias eficientes, profundas y útiles para

acabar este periodo oscuro de la violencia colombiana.

Muchas gracias por su atención, la delegación cree firmemente en que la diversidad en

los discursos construye nuevas versiones y narrativas que enriquecen y favorecen el

conocimiento. 

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