UNIVERSIDAD EXPERIMENTAL DE LOS LLANOS OCCIDENTALES
EZEQUIEL ZAMORA (UNELLEZ)
La Vía Ejecutiva y el Procedimiento Ordinario
¿En qué se diferencian?
PROFESOR: ESTUDIANTE: DR. ANTONIO A. FRANCO OSWALDO LIRA V-28225913
Mayo 14, 2020
A efectos de ampliar el conocimiento sobre el procedimiento ordinario, en este estudio haremos referencia al supuesto, como caso el cobro de la deuda reconocida por el deudor, si bien conocemos la acepción de un procedimiento ordinario, durante el desarrollo de este ensayo haremos una comparación entre el procedimiento ordinario que lleva el cobro de deuda y las medidas preventivas para garantizar su cumplimiento, con la vía ejecutiva como procedimiento especial, si bien ambos procedimientos buscan que se cumpla la obligación de pagar la deuda, ¿Qué diferencia hay entre uno y otro?, ya veremos posteriormente qué nos establece la norma procesal al respecto. Ahora bien, con relación a la vía ejecutiva ahondaremos más sobre dicho procedimiento, temas como; qué lo fundamenta y cómo el actor puede hacer ejercicio de tal derecho, examinaremos a continuación, en relación a la vía ejecutiva; qué formalidad y/o requisitos son requeridos para la procedencia de la misma, asimismo, veremos el inicio de la preparación de la vía ejecutiva, ante qué juez se puede interponer y la prescripción del ejercicio de dicho procedimiento. Al hacer referencia al procedimiento ordinario, tanto la norma como las doctrinas sostienen que por el mismo se entiende al procedimiento fijado para la solución de controversias a las que la ley no les establezca un procedimiento específico o determinado. Asimismo, por el procedimiento ordinario se puede entender que regula el proceso para disputas generales las cuales no guardan algún procedimiento especial. Entonces, para dar inicio a un procedimiento ordinario, en algunos casos se requiere que se medie entre las partes para lograr una conciliación, si dentro del trámite de la conciliación las partes no concuerdan o no llegan a algún acuerdo, dará inicio el procedimiento ordinario mediante la demanda (artículo 339 CPC), la cual me deberá estar correctamente revestida por las formalidades que establece la ley (artículo 340 eiusdem). Hasta este punto hemos tenido en observación la esencia del procedimiento ordinario, y pues, éste rige las relaciones jurídica, controversia, cualquier supuesto de carácter general; La otra cara de la moneda son los procedimientos extraordinarios que fijan una vía especial para la resolución de un conflicto específico, por lo que vemos algunos casos como los es el juicio por rendición de cuenta, procedimiento de intimación, la vía ejecutiva, y así entre otros muchos; En esta oportunidad estudiaremos la Vía Ejecutiva como procedimiento especial y en qué se diferencia con el procedimiento ordinario; pero antes conozcamos la vía ejecutiva y cómo se ejerce dicho derecho. Se denomina vía ejecutiva al procedimiento especial que busca ejecutar al deudor responsable por el incumplimiento de la obligación de pagar. El procedimiento parte con la acción ejecutiva del demandante quien deberá fundamentar su escrito con instrumentos públicos y auténticos (el título ejecutivo, el cual es un requisito sine qua non) o algún instrumento privado firmado y reconocido por el demandado en concordancia con el artículo 1.368 del Código Civil, que contenga clara y expresa la obligación de pagar. Asimismo, el demandante por solicitud, acordará inmediatamente el embargo ejecutivo de los bienes que sean necesarios para satisfacer la deuda. Como se puede observar en este procedimiento, partiendo de la introducción de la demanda, pude el demandante solicitar que se ordene el embargo ejecutivo sobre los bienes del deudor como medida cautelar; seguidamente se procederá a publicar y hacer la notificación al demandado, y se realizará prudentemente el avalúo para calcular los bienes que cubrirán las costas de la deuda (art. 630 CPC). En cuanto a la vía ejecutiva, el artículo mencionado nos establece cuales son los requisitos para que la acción tenga procedencia. El artículo 630 establece; "Cuando el demandante presente instrumento público u otro instrumento auténtico que pruebe clara y ciertamente la obligación del demandado de pagar alguna cantidad líquida con plazo cumplido; o cuando acompañe vale o instrumento privado reconocido por el deudor, el Juez examinará cuidadosamente el instrumento y si fuere de los indicados, a solicitud del acreedor acordará inmediatamente el embargo de bienes suficientes para cubrir la obligación y las costas, prudentemente calculadas". En virtud del señalado artículo ubiquemos los requisitos para que proceda la vía ejecutiva; primero, la demanda ha de consistir en una obligación de pagar dinero; segundo, que la cantidad sea liquida y se encuentre vencido el plazo para pagar la deuda; tercero, dicha obligación debe fundamentarse en un documento público y auténtico o algún instrumento privado reconocido por el deudor; cuarto, el instrumento presentado debe probar clara y ciertamente la obligación de pagar. Con estos elementos se cumplen los requisitos para dar inicio a la preparación de la Vía Ejecutiva. Entonces, según lo establecido en el artículo 631 del CPC; podrá el acreedor, solicitar ante el juez competente, quien a su vez es el juez del domicilio del deudor o dónde se encuentre ubicado; será citado para que de reconocimiento a los documentos que le impone la obligación de pagar; en la efectuación de la citación se le advertirá que a falta de comparecencia se dará por reconocido el instrumento, dándole fuerza ejecutiva, así como el resistirse a dar contestación afirmativa o negativamente. Ahora bien, en caso que el instrumento no fuese reconocido, el acreedor podrá ejercer su derecho mediante el procedimiento ordinario; a todas estas, por vía ordinaria el acreedor puede solicitar la medida preventiva que se requiera según lo expresado en el artículo 588 del CPC, en presunción que sea ordenado el embargo preventivo de bienes, es propio señalar que en ejercicio de esta medida el afectado no pierde sus bienes de forma inmediata, a diferencia del embargo ejecutivo; es entonces donde se dicta la medida preventiva, a través del procedimiento ordinario, como garantía de que la deuda pendiente será saldada. Por otro lado, en caso que fuere tachado de falso, sustanciándose el demandado en lo dispuesto en el artículo 1.380 del Código Civil, se seguirá el juicio pertinente con el tribunal competente. En este sentido el demandado tiene la facultad de proponer la tacha de falsedad mediante la vía incidental en cualquier estado o grado de la causa en la que se ve inmerso (artículos 348 - 349 CPC). Ahora bien, de darse el reconocimiento al instrumento público o auténtico, o al instrumento privado firmado por el deudor, continuará la vía ejecutiva. En observancia de lo referido a este procedimiento, se puede apreciar que la finalidad del mismo es la ejecución de la obligación para pagar, entonces, para preparar la vía ejecutiva es necesario que el plazo para el pago de la deuda se encuentre vencido, es el punto de partida para dar inicio a dicho procedimiento. Una vez decretado el embargo de los bienes se procederá según lo dispuesto por el Libro Segundo, Título IV del CPC, hasta que se pongan los bienes embargados a remate, a efectos de que se dicte la sentencia firme; en cuyo caso ordenare proceder con el remate se deberá anunciarse con al menos tres días de antelación. Es en cuestión, que se debe tener presente que la vía ejecutiva permite que se ejecute la medida cautelar, con el fin de poner los bienes a cargo de un depositario, a fin de esperar el dictamen de la sentencia firme que decrete el remate de los bienes embargados. Tomando en consideración un factor importante el cual es la prescripción de la vía ejecutiva; partiendo de este punto, es de gran relevancia mencionar que el derecho del acreedor para hacer uso de la vía ejecutiva prescribirá a los diez años (artículo 1.977 de Código Civil), es decir, por esto se entiende la extinción del derecho por el transcurso del tiempo, en otros términos, su ejercicio es extemporáneo. Sin embargo, aunque la vía ejecutiva haya prescrito, el acreedor puede recurrir a la vía ordinaria, la cual prescribe a los veinte años. Para concluir con al presente estudio sobre la Vía Ejecutiva y el Procedimiento Ordinario y durante el mismo hemos podido observar una serie de diferencias entre un proceso y otro, por lo que en todo el desarrollo del tema del cual hablamos se ha podido diferenciar entre el procedimiento ordinario y la vía ejecutiva; como vimos, el procedimiento ordinario es aquel que rige el proceso aplicable a situaciones generales, a aquellas controversias a las que la ley no determina un procedimiento específico. Por otro lado, la vía ejecutiva es un procedimiento especial, el cual rige una causa en específico la cual es llevar a cabo la ejecutoriedad del pago de la deuda mediante el embargo ejecutivo de los bienes. A diferencia de la vía ejecutiva que al inicio del procedimiento se puede solicitar que se decrete el embargo ejecutivo de los bienes suficientes para satisfacer la deuda, en espera de que se dicte la sentencia que decrete la orden de remate; El procedimiento ordinario solo puede dictar una medida preventiva contenida en el artículo 588 del CPC, para asegurar los bienes durante la tramitación del juicio. Teniendo esto en cuenta apreciamos la diferencia entre el procedimiento ordinario, mediante el cual se puede solicitar la medida de embargo preventiva, como garantía para el cumplimiento de la obligación; y la vía ejecutiva que permite al demandado solicitar que se decrete la medida de embargo ejecutivo. El primero busca asegurar los bienes para que se salde la deuda mientras que el segundo ejecuta la retención de los bienes hasta que la sentencia ordene el remate de los mismos para satisfacer la deuda.
Introducción al derecho internacional privado: Tomo III: Conflictos de jurisdicciones, arbitraje internacional y sujetos de las relaciones privadas internacionales