Está en la página 1de 11

Investigación Clínica

ISSN: 0535-5133
riclinicas@gmail.com
Universidad del Zulia
Venezuela

Montiel-Nava, Cecilia; Peña, Joaquín A.


Déficit de atención e hiperactividad en los trastornos del espectro autista.
Investigación Clínica, vol. 52, núm. 2, 2011, pp. 195-204
Universidad del Zulia
Maracaibo, Venezuela

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=372937684009

Cómo citar el artículo


Número completo
Sistema de Información Científica
Más información del artículo Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal
Página de la revista en redalyc.org Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto
Invest Clin 52(2): 195 - 204, 2011

Déficit de atención e hiperactividad


en los trastornos del espectro autista.
Cecilia Montiel-Nava1,2 y Joaquín A. Peña3.
1Departamento de Psicología, Escuela de Educación, Facultad de Humanidades y Educación.
2Clínica de Trastornos del Espectro Autista.
3Departamento de Clínica Pediátrica, Facultad de Medicina, Universidad del Zulia.

Maracaibo, Venezuela.
Palabras clave: trastorno por déficit de atención-hiperactividad, trastornos del
espectro autista, trastornos generalizados del desarrollo, autismo,
TEA, TDAH, comorbilidad

Resumen. De acuerdo al DSM-IV-TR los síntomas de falta de atención e


hiperactividad son frecuentes entre los individuos con Trastornos del Espectro
Autista (TEA). Estas aseveraciones están reflejadas en a observación clínica y
la valoración formal. Sin embargo, el diagnóstico de TEA aún continúa dentro
de los criterios de exclusión para el Trastorno por Déficit de Atención-Hipe-
ractividad (TDAH). Dicha exclusión ha ocasionado controversia e interrogan-
tes con respecto a la necesidad y el beneficio de mantener o no estas separa-
ciones; tanto así, que los criterios propuestos para el DSM-V eliminan dicho
criterio de exclusión. Es necesaria una clara comprensión de la comorbilidad
entre ambas entidades para realizar una secuencia óptima y apropiada de los
objetivos de la intervención. Es por esto, que si se considera la falta de aten-
ción e hiperactividad en individuos con un diagnóstico asociado de TEA como
una representación de un diagnóstico comórbido de TDAH, los planes de tra-
tamiento serán más apropiados y con mayor impacto en su funcionamiento
adaptativo.

Autor de correspondencia: Cecilia Montiel-Nava. Calle 79 No. 3E-31, Sector La Lago. Maracaibo 4002-A, Vene-
zuela. Telefax: + 58-61-7916847. Correo electrónico: ceciliamontiel@gmail.com
196 Montiel-Nava y Peña

Attention-deficit / hyperactivity disorder in autism spectrum


disorders.
Invest Clin 2011; 52(2): 195 - 204

Key words: attention-deficit/hyperactivity disorder, autism spectrum disorders,


pervasive developmental disorders, autism, ASD, ADHD, comorbidity.

Abstract. According to the DSM-IV-TR, symptoms of inattention and hy-


peractivity are frequent in children with Autism Spectrum Disorders (ASD).
This statement is supported by clinical observation and formal assessment.
However, ASD diagnosis is still among the exclusion criteria for the Atten-
tion-Deficit/Hyperactivity Disorder (ADHD). Such exclusion generates contro-
versy and questions regarding the need and benefits of maintening or not
these separations; so much so, that the proposed criteria for the DSM-V elimi-
nate that exclusion condition. It is necessary a better understanding of the
comorbidity between both entities in order to be able to have an appropriate
sequence of the intervention goals. For that reason, if inattention and hyper-
activity in individuals with ASD are considered as a representation of a
comorbid diagnosis of ADHD, treatment plans for this group would be better
adjusted and more likely to offer a real benefit in the outcome of their adap-
tive functioning.

Recibido: 23-11-2010. Aceptado: 31-03-2011.

INTRODUCCIÓN síntomas clásicos de estas entidades (alte-


raciones en la comunicación e interacción
Tanto el diagnóstico del Trastorno por social, y patrón restringido de conductas).
Déficit de Atención-Hiperactividad (TDAH) Con mucha frecuencia encontramos que los
como el de los Trastornos del Espectro Au- pacientes con diagnóstico de TDAH presen-
tista (TEA) están basados en síntomas con- tan sintomatología similar a la de aquellos
ductuales. Mientras los TEA están caracteri- con TEA y viceversa, de forma tal que la di-
zados por alteraciones en el funcionamien- ferenciación entre ambos grupos diagnósti-
to social, en la comunicación y patrón de cos se torna difícil. De acuerdo al Manual
conductas restringidas y repetitivas, el Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos
TDAH se manifiesta como dificultades para Mentales, Cuarta Edición, Texto Revisado
sostener la atención, patrones de conducta (DSM-IV-TR) los síntomas de falta de aten-
impulsiva e hiperactiva. Las personas con ción e hiperactividad son frecuentes entre
diagnóstico de alguno de los TEA (Autismo, los individuos con TEA (1). Sin embargo, el
Síndrome de Asperger, Síndrome de Rett, diagnóstico de alguno de los TEA es consi-
Trastorno Generalizado en el Desarrollo-No derado como criterio de exclusión para el
Especificado y Trastorno Desintegrativo de TDAH (1). Recientemente un grupo impor-
la Niñez), manifiestan una combinación sin- tante de estudios y reportes ha retado esta
gular de conductas que comúnmente invo- noción, documentando la alta comorbilidad
lucran impulsividad, agresión, e hiperactivi- entre ambos trastornos (2-3).
dad; las cuales a su vez acompañan a los

Investigación Clínica 52(2): 2011


Trastornos del espectro autista 197

Cada día existe mayor controversia e cado, consulten inicialmente por los sínto-
interrogantes con respecto a la necesidad y mas relacionados al TDAH (8).
el beneficio de mantener o no estas separa- Las dificultades en cuanto a la diferen-
ciones (4). Debido a que individuos con ciación entre estos dos grupos diagnósticos
TEA pueden exhibir un número significativo han causado que muchos estudiosos de es-
de síntomas parecidos al TDAH (hiperactivi- tos desórdenes propongan la necesidad de
dad, impulsividad, falta de atención), algu- redefinir las etiquetas diagnósticas para
nos investigadores han cuestionado la prác- permitir la identificación de aquellos indivi-
tica de excluir el diagnóstico comórbido de duos que manifiestan síntomas de ambos
TDAH y han comenzado a realizar dicho grupos. Ya no es posible seguir ignorando la
diagnóstico en situaciones en las cuales in- cantidad de pacientes que comparten dicha
dividuos con TEA presentan suficientes sín- sintomatología, y otorgar un sólo diagnósti-
tomas como para garantizar un diagnóstico co sobre la base de los criterios de exclu-
adicional de TDAH (5). Estos autores sugie- sión especificados en los manuales diagnós-
ren que la remoción de los criterios de ex- ticos (9). El objetivo de este trabajo es pre-
clusión podría ser de ayuda para el manejo sentar una revisión de la información actua-
y tratamiento de los pacientes con TEA, lizada acerca de la evidencia de comorbili-
abriendo de esta forma un abanico más am- dad entre ambos trastornos.
plio de opciones terapéuticas para el abor-
daje de este grupo de pacientes que de por TRASTORNO POR DÉFICIT
sí es complejo y heterogéneo. Dentro de las DE ATENCIÓN-HIPERACTIVIDAD
etiquetas diagnósticas sugeridas para este
grupo, Kaplan y col. (6), proponen el uso El TDAH es un desorden mental cróni-
del término desarrollo cerebral atípico para co caracterizado por patrones persistentes
referirse a la serie de trastornos en el desa- de falta de atención, impulsividad, y exceso
rrollo en vez de utilizar el término comorbi- de actividad motora. Los síntomas deben
lidad. Por su parte, Gillberg (7) hace uso estar presentes en dos o más ambientes
del déficit en atención, control motor, y (ej., casa, colegio, actividades comunita-
percepción (DAMP, por sus siglas en inglés) rias), tener una edad de aparición menor a
para describir aquellos individuos que exhi- los 7 años, y causar deterioro en el funcio-
ben alteraciones en las relaciones sociales, namiento del individuo (1).
problemas en la semántica pragmática, y Desde que Still en 1902 (10) describió
patrones de conducta restringidos-estereo- por vez primera un grupo de 20 niños con
tipados-repetitivos-obsesivos. Ambas no- diversos grados de agresión, hostilidad, con-
menclaturas coinciden en lo difícil que es ducta desafiante, rango de atención corto,
establecer límites claros entre estos desór- e hiperactividad, los intentos por concep-
denes del desarrollo. Al aplicar los criterios tualizar y validar un síndrome que pueda
de exclusión actuales, se deja fuera aquel agrupar este conjunto de síntomas no han
grupo de individuos con TEA quienes tam- tenido fin. Las etiquetas diagnósticas em-
bién cumplen criterios para TDAH y que, pleadas han ido variando a medida que los
usualmente manifiestan alteraciones gene- científicos buscan obtener una explicación
rales más severas. Es frecuente que perso- convincente acerca de la etiología y sinto-
nas con formas más leves de los TEA, tales matología de este trastorno; ocasionando
como Síndrome de Asperger o Trastorno que entre 1902 y 2000 (año de publicación
Generalizado en el Desarrollo-No Especifi- del DSM-IV-TR), se hayan acuñado términos

Vol. 52(2): 195 - 204, 2011


198 Montiel-Nava y Peña

como: defectos en el control moral, síndro- mas de falta de atención, hiperactividad, e


me de inquietud, trastorno de conducta impulsividad, para un grupo de individuos
postencefálico, disfunción cerebral mínima, uno u otro patrón es predominante. Para
reacción hiperkinética de la niñez, y tras- tal fin, el DSM-IV-TR (1), propone tres sub-
torno por déficit de atención-hiperactivi- tipos del trastorno: a) Tipo Combinado
dad, entre otros (1, 10-13) (Tabla I). (TDAH-Com): esta categoría debe usarse
El TDAH, ha sido definido como un cuando el individuo presenta seis o más sín-
trastorno del autocontrol, caracterizado clí- tomas de falta de atención y seis o más sín-
nicamente por dificultades en el rango de tomas de hiperactividad/ b) Tipo Predomi-
atención, exceso de actividad motora y defi- nantemente Desatento (TDAH-D): esta ca-
ciencias en el control de los impulsos (14). tegoría se aplica cuando se evidencian seis
Es considerado como el trastorno mental o más síntomas de falta de atención pero
más común de la niñez. Las cifras de preva- menos de seis síntomas de hiperactividad/
lencia varían ampliamente como función de impulsividad y c) Tipo Predominantemente
los criterios diagnósticos empleados, pero Impulsivo/Hiperactivo (TDAH-H): esta clasi-
los estimados razonables sugieren que en- ficación se debe usar cuando existen seis o
tre un 3% y un 5% de los niños están afecta- más síntomas de hiperactividad/impulsivi-
dos (1). En Venezuela, la prevalencia ha dad, pero menos de seis síntomas de falta
sido estimada en 10,03% para la muestra de de atención.
niños de 4 a 12 años (15). Este trastorno es
responsable de una gran proporción de to- TRASTORNOS DEL ESPECTRO AUTISTA
das las referencias a los servicios mentales y
de un costo económico y de sufrimiento hu- Según el DSM-IV-TR (1), los Trastor-
mano causado por los trastornos mentales nos Generalizados del Desarrollo, reciente-
de la niñez (16). Los síntomas primarios del mente llamados Trastornos del Espectro
TDAH incluyen hiperactividad, falta de Autista (TEA) se caracterizan por una alte-
atención, e impulsividad. Los individuos ración generalizada de varias áreas del desa-
con TDAH pueden demostrar 1, 2, o los tres rrollo. Dichas áreas incluyen las habilidades
grupos de síntomas, tal y como lo define el para la interacción social, habilidades para
DSM-IV. la comunicación o la presencia de conduc-
Aunque la mayoría de las personas con tas restrictivas, estereotipadas, o intereses
un diagnóstico de TDAH manifiestan sínto- circunscritos. Estas alteraciones son clara-

TABLA I
EVOLUCIÓN DE LA NOSOLOGÍA DEL TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN

Etiqueta diagnóstica Autores


Defectos en el Control Moral Still, 1902
Inhibición de la Voluntad Still, 1902
Síndrome de Inquietud Levin, 1938
Trastorno de la Conducta Postencefálica Strauss y Lehtinen, 1947
Disfunción Cerebral Mínima Clements, 1966
Reacción Hiperquinética de la Niñez DSM-II, 1968
Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad DSM-III, 1980
Trastorno por Déficit de Atención-Hiperactividad DSM-IV, 1994

Investigación Clínica 52(2): 2011


Trastornos del espectro autista 199

mente impropias para el nivel de desarrollo to. El diagnóstico de este síndrome exige la
o edad mental del individuo. Esta categoría presencia de un coeficiente intelectual den-
incluye el síndrome autista, síndrome de tro del rango promedio, así como un desa-
Rett, trastorno desintegrativo infantil, sín- rrollo del lenguaje normal o cercano a nor-
drome de Asperger y trastorno generalizado mal.
del desarrollo no especificado (Tabla II). A
continuación se describen brevemente las Síndrome de Rett
características de cada uno de ellos de Es caracterizado por una evolución
acuerdo a los criterios diagnósticos estable- normal inicial seguida por la regresión del
cidos en el DSM-IV-TR (1). desarrollo. Un indicador clave es la pérdida
del uso voluntario de las manos, movimien-
Síndrome autista tos característicos de las manos, un creci-
Las características esenciales de este miento retardado del cerebro y de la cabe-
trastorno son la presencia de un desarrollo za, dificultades para caminar, pérdida de las
marcadamente anormal o deficiente de la habilidades verbales ya adquiridas, convulsio-
interacción y la comunicación social, reper- nes y discapacidad intelectual. El síndrome
torio sumamente restringido de actividades afecta casi exclusivamente a niñas y mujeres,
e intereses, así como también conductas re- y es causado por mutaciones (alteraciones o
petitivas y estereotipadas. Los movimientos defectos estructurales) en el gen MECP2,
repetitivos tipo manierismos, acompañan que se encuentra en el cromosoma X.
este síndrome con frecuencia.
Trastorno desintegrativo de la niñez
Trastorno de Asperger Implica una pérdida de funciones y ca-
Se caracteriza por problemas en la in- pacidades previamente adquiridas por el
teracción social, sin presentar retraso signi- niño. La pérdida tiene que producirse des-
ficativo en las habilidades cognoscitivas y pués de los 2 años y antes de los 10, y tiene
en las verbales, y presentan preocupación que establecerse con garantías que antes de
absorbente por uno o más temas en concre- la regresión había un desarrollo claramente

TABLA II
CARACTERÍSTICAS DIFERENCIALES ENTRE LOS OTROS TRASTORNOS DEL ESPECTRO AUTISTA

Trastorno Características diferenciales


• Afecta mayormente a niñas.
• Desaceleración del crecimiento de la cabeza.
• Pérdida de las habilidades de la motricidad fina, habilidades
Síndrome de Rett
cognitivas y sociales.
• Regresión en el desarrollo.
• Movimientos incoordinados de tronco y de la marcha.
Trastorno desintegrativo de la niñez • Regresión después de al menos dos años de desarrollo normal.
• Desarrollo del lenguaje apropiado o con afectaciones
mínimas.
Síndrome de Asperger
• Inteligencia normal.
• Aparición tardía de síntomas.
• Conductas atípicas sin la severidad, ni la frecuencia necesaria
Trastorno generalizado en el
para un diagnóstico de los otros síndromes.
desarrollo no especificado
• Desarrollo ligeramente atípico.

Vol. 52(2): 195 - 204, 2011


200 Montiel-Nava y Peña

normal de competencias de lenguaje, comu- psiquiátricos. Estos trastornos incluyen


nicación no verbal, juego, relaciones socia- trastorno oposicional-desafiante (ODD),
les y conductas adaptativas. trastorno de conducta (CD), ansiedad, pro-
blemas afectivos y problemas de aprendiza-
Trastorno generalizado en el je, entre otros. Existe una gama de combi-
desarrollo-no especificado naciones de tratamientos dependiendo de si
Cuando existe una alteración grave y un individuo presenta alguno de estos tras-
generalizada del desarrollo de la interac- tornos puro o si existe algún otro trastorno
ción social recíproca, de las habilidades de psiquiátrico asociado (17). En la concep-
comunicación no verbal o cuando hay inte- tualización de la comorbilidad del TDAH
reses y habilidades estereotipadas, y no se con los TEA, ha existido mucha controver-
cumplen los criterios de un trastorno gene- sia, la cual ha sido mayormente alimentada
ralizado del desarrollo específico. por la falta de estudios suficientes que com-
Al hacer uso del término Trastornos paren los diferentes patrones comórbidos
del Espectro Autista (TEA) se incluye un en individuos con TDAH, en especial cuan-
grupo de entidades que, a pesar de compar- do se trata de los TEA. Algunos estudios
tir los tres grupos principales de síntomas han encontrado que existes factores genéti-
(alteraciones cualitativas en la comunica- cos y familiares similares para el TDAH y los
ción e interacción social recíproca, restric- TEA (18, 19).
ción de intereses y conductas estereotipa- Existe evidencia que demuestra que las
das), pueden variar de extremo a extremo alteraciones en la atención y alerta pudie-
en cada una de dichas características. Por ran estar involucradas en los mecanismos
ejemplo, es posible tener un individuo ver- de neurodesarrollo subyacentes al autismo
bal con un trastorno generalizado en el de- (20, 21). Wainwright y Bryson (21), han su-
sarrollo sin dificultades marcadas en el len- gerido que las personas con autismo pre-
guaje, mientras que podemos tener un indi- sentan deterioro en el procesamiento bási-
viduo con autismo no-verbal incapaz de co de información y en las operaciones
emitir ninguna palabra o aproximación a la atencionales de forma tal que las respuestas
misma. Mientras que uno de los pacientes a la estimulación sensorial pudieran estar
puede presentar conductas estereotipadas o demoradas o atenuadas, razón por la cual
rituales muy marcados, existen otros que podrían experimentar problemas para selec-
no manifiestan ninguna alteración dentro cionar y prestar atención a la información
de este rubro. Asimismo, individuos muy so- relevante de su ambiente (22). Al ser estos
ciales que les gusta interactuar pero no sa- síntomas prevalentes en individuos con
ben cómo, y sus intentos son tomados como TEA, es de vital importancia desarrollar hi-
extraños o inusuales; y en el otro extremo pótesis diagnósticas apropiadas al momento
individuos que activamente ignoran la pre- de considerar las opciones de tratamiento
sencia de otras personas. Por tal motivo, el para individuos con TEA que también pre-
tratar de englobar los TEA dentro de cate- sentan síntomas de TDAH comórbidos. Esta
gorías es una tarea muy difícil, ya que los práctica garantizará que dichos pacientes
TEA desafían la generalización (Tabla I). no tendrán mayor riesgo de desarrollar pro-
blemas más severos (4).
TDAH y TEA Los individuos con TEA frecuentemen-
te prestan atención a estímulos inapropia-
Tanto el TDAH como los TEA co-ocu- dos y no significativos, y raramente concen-
rren frecuentemente con otros trastornos tran su atención en estímulos normales. La

Investigación Clínica 52(2): 2011


Trastornos del espectro autista 201

serie completa de síntomas en la sección de niños con TEA también cumplían criterios
falta de atención de los criterios de TDAH diagnósticos para el TDAH (4). En otro es-
es muy difícil de aplicar en individuos con tudio también con población clínica, se en-
TEA. La falta de reciprocidad social signifi- contró que el 40% de preescolares y 50% de
ca que no podemos juzgar la falla de un escolares con TEA también cumplían crite-
niño para seguir instrucciones u obedecer rios del DSM-IV para el TDAH y la severidad
una orden como signos de distractibilidad de los síntomas fue parecida para los subti-
(23). Es muy probable que un niño con TEA pos de TEA (25-26).
no pueda escuchar atentamente a instruc- Gadow y col. (26) reportaron que ni-
ciones, y esta conducta pueda deberse a sus ños con TEA quienes también cumplían cri-
déficits en la comunicación y no exclusiva- terios para TDAH, experimentaban más difi-
mente en su dificultad para mantener la cultades que aquellos niños sin TDAH. Ni-
atención. De igual forma, un individuo con ños con el subtipo combinado y TEA pre-
una estereotipia motora específica como sentaron mayor afectación que aquellos con
movimientos en las manos o girar en su eje, los otros dos subtipos, mientras que niños
no cumpliría con los criterios de inquietud con el subtipo hiperactivo presentaron sín-
de acuerdo al DSM-IV. Por el contrario, la tomas menos severos que los niños con los
persona que se trepa en todas partes, salta otros dos subtipos. Los autores sugirieron
incesantemente en el mobiliario o se atra- que la mayor severidad en los síntomas de
viesa impulsivamente las calles y avenidas los TEA para los subtipos combinados y de-
no está manifestando sólo estereotipias y satentos pudiera ser el resultado del rol pi-
no debieran estas conductas ser considera- votal de la atención en el desarrollo social y
das como parte del TEA. Gritos, risas exage- de lenguaje. Por lo tanto, los niveles de sin-
radas y escandalosas y cambios de humor tomatología autista se corresponden con el
frecuentes son también signos de TDAH subtipo de TDAH, en los cuales niños con
muy frecuentes en personas con TEA (23). subtipo combinado de TDAH presentan ma-
Prevalece entre los clínicos una creen- yor cantidad de síntomas autistas, mientras
cia que sugiere que la falta de atención y la que los del subtipo hiperactivo menor canti-
hiperactividad son características asociadas dad de síntomas (27).
de los TEA. A este respecto, Frazier y col. Este cúmulo de evidencia ha llevado al
(24), demostraron que muchos niños con grupo de trabajo de trastornos del neurode-
TEA quienes exhibían adicionalmente sínto- sarrollo del DSM-V (28) a plantearse la mo-
mas parecidos de TDAH cumplían los crite- dificación de este criterio de exclusión, ar-
rios del DSM-IV para el TDAH. Un análisis gumentando que no existe evidencia que el
comparativo sugirió que estos dos síndro- diagnóstico de TDAH sea inconsistente con
mes debían ser considerados como indepen- el diagnostico de TEA, y que la asociación
dientes entre sí. Un estudio en el cual se entre TDAH y TEA no es universal; cuando
realizó análisis factorial con rotación de va- esta existe, responde a tratamientos simila-
rimax con 30 ítems (12 de TEA y 18 de res a los del TDAH sin TEA.
TDAH) encontró que no existía superposi- Este mismo grupo advierte, sin embar-
ción de criterios diagnósticos entre TDAH y go, que no existe claridad con respecto a si
TEA (19). Otros trabajos han dado soporte la neuropatología de la falta de atención e
a la co-ocurrencia de los TEA y el TDAH; hiperactividad son similares en personas
así, investigaciones recientes basadas en con o sin TEA. Los autores indican que es
muestras grandes de niños evaluados clíni- muy probable que la falta de atención ob-
camente reportan que entre 41-78% de los servada en ambientes escolares en niños

Vol. 52(2): 195 - 204, 2011


202 Montiel-Nava y Peña

con TEA pudiera ser atribuible a bajo coefi- TDAH ha sido conceptualizado como un
ciente intelectual (28). trastorno en el desarrollo del autocontrol
(14), existe un riesgo mayor para aquellos
IMPLICACIONES CLÍNICAS individuos con ambos diagnósticos. La au-
sencia de tratamiento de alguna de estas
Al identificar condiciones comórbidas condiciones pudiera comprometer los bene-
en personas con TEA, los clínicos pueden ficios del tratamiento y causar mayor dete-
apoyarse en menor cantidad de recursos te- rioro en el funcionamiento adaptativo de
rapéuticos y períodos de tratamiento más los individuos (4).
cortos, ya que existen respuestas diferencia- Los pacientes con TEA presentan limi-
les al tratamiento como consecuencia de la taciones en diversas áreas de funcionamien-
presencia de otras entidades nosológicas to, tales como las destrezas sociales, la co-
(29-32). Un principio importante que debe municación y habilidades de auto-ayuda. El
ser tomado en cuenta es que un patrón de presentar otra condición adicional pudiera
síntomas (falta de atención, hiperactividad, afectar en gran medida el desarrollo ulte-
depresión, ansiedad, agresión, estereoti- rior de esta persona. Es por esto que los clí-
pias, auto agresión, etc.) predecirá cuales nicos deben ser muy meticulosos en el desa-
intervenciones terapéuticas son más proba- rrollo de intervenciones terapéuticas espe-
bles de ser útiles en un individuo dado (23). cíficas, efectivas y apropiadas para los indi-
Es necesario un entendimiento claro de la viduos que exhiben ambas condiciones para
comorbilidad para realizar una secuencia mejorar el pronóstico y minimizar el dete-
óptima y apropiada de los objetivos de la in- rioro en el funcionamiento global.
tervención. Por lo tanto, interpretar la falta La conceptualización de un TDAH co-
de atención e hiperactividad en individuos mórbido al TEA orientará al clínico en la
con TEA como manifestaciones de un diag- mejor selección de intervenciones terapéu-
nóstico comórbido probable de TDAH, servi- ticas, lo que a su vez impactará el desarro-
rá de guía en el desarrollo de tratamientos llo futuro del individuo, evitando el mayor
más efectivos para estos individuos (24). deterioro.
Algunos investigadores han establecido que
existe suficiente evidencia que demuestra REFERENCIAS
que personas con TEA y TDAH presentan
perfiles clínicos y evolución diferente de 1. American Psychiatric Association. Diag-
aquellos individuos con sólo TEA o sólo nostic and Statistical Manual of Mental
TDAH (8, 25, 26, 28). Disorders, Fourth Edition.Text Revision.
Los profesionales involucrados en el Washington, DC., American Psychiatric As-
sociation. 2000.
manejo de individuos en estos dos grupos
2. Sinzig J, Morsch D, Lehmkuhl G. Do hy-
diagnósticos debieran realizar una evalua- peractivity,impulsivity and inattention
ción minuciosa que permita una real identi- have an impact on the ability of facial af-
ficación de los dos síndromes como entida- fect recognition in children with autism
des independientes. Es importante diagnos- and ADHD? 2008. Eur Chile Adolesc Psy-
ticar un TDAH comórbido siempre y cuando chiatry; 17:63-72.
sea apropiado; es decir, siempre y cuando 3. Rohde LA. Attention-deficit/hyperactivity
se puedan identificar los criterios clínicos disorder in perspective. Eur Child Adolesc
necesarios para este trastorno. Debido a Psychiatry 2010; 19(10):745-746.
que los TEA han sido descritos como una al- 4. Goldstein S, Schwebach AJ. The
comorbidity of pervasive developmental
teración de aprendizaje social (33), y el
disorder and attention deficit hyperactivity

Investigación Clínica 52(2): 2011


Trastornos del espectro autista 203

disorder: results of a retrospective chart clinical practice. Washington, DC. Ameri-


review. J Autism Dev Disord 2004; 34 (3): can Psychological Association. 1996.
329-339. 17. Pelham WE, Wheeler T, Chronis A. Em-
5. Ghaziuddin M, Tsai L, Alessi N. ADHD pirically supported psychosocial treat-
and PDD. J Am Acad Child Adolesc Psychi- ments for attention deficit hyperactivity
atry 1992; 31(3):567. disorder. J Clin Child Psychol 1998; 27(2):
6. Kaplan BJ, Dewey DM, Crawford SG, Wil- 190-205.
son BN. The term comorbidity is of ques- 18. Yoshida Y, Uchiyama T. The clinical ne-
tionable value in reference to developmen- cessity for assessing Attention Deficit/Hy-
tal disorders: data and theory. J Learn peractivity Disorder (AD/HD) symptoms
Disabil 2001; 34(6):555-565. in children with high-functioning Perva-
7. Gilberg C. Subgroups in autism: are there sive Developmental Disorder (PDD). Eur
behavioural phenotypes typical of underly- Child Adolesc Psychiatry 2004; 13(5):307-
ing medical conditions? J Intellect Disabil 314.
Res 1992; 36 (Pt 3):201-214. 19. Ghanizadeh A. Factor analysis on ADHD
8. Murray MJ. Attention-deficit/Hyperactiv- and autism spectrum disorder DSM-IV-de-
ity Disorder in the context of Autism spec- rived items shows lack of overlap. Eur
trum disorders.Curr Psychiatry Rep 2010; Child Adolesc Psychiatry 2010; 19(10):
12(5):382-388. 797-798.
9. Hattori J, Ogino T, Abiru K, Nakano K, 20. Dawson G, Lewy A. Arousal, attention,
Oka M, Ohtsuka Y. Are pervasive develop- and the socio-emotional impairments of
mental disorders and attention-deficit/hy- individual with autism. En G. Dawson
peractivity disorder distinct disorders? (Ed.), Autism: Nature, diagnosis and treat-
Brain Dev 2006: 24: 1-4. ment. New York: Guilford Press, 1989. pp.
10. Still GF. Some abnormal psychological 49-79.
conditions in children. Lancet 1902; 1: 21. Wainwright-Sharp JA, Bryson SE. Visual
1008-1012. orienting deficits in high-functioning peo-
11. Clements SD. Task force one: minimal ple with autism. J Autism Dev Disord
brain dysfunction in children. National In- 1993; 23(1):1-13.
stitute of Neurological Diseases and Blind- 22. Rincover A, Ducharme JM. Variables influ-
ness, Monograph No. 3, U.S. Department encing stimulus overselectivity and “tun-
of Health, Education and Welfare. 1966. nel vision” in developmentally delayed chil-
12. Levin PM. Restlessness in children, Arch dren. Am J Ment Defic 1987; 91(4):422-
Neurol Psych 1938; 39: 764-770. 430.
13. Peña JA, Montiel-Nava C. El trastorno por 23. Pliszka SR, Carlson CL, Swanson JM.
déficit de atención-hiperactividad ¿mito o ADHD with comorbid disorders. Clinical
realidad? Rev Neurol 2003; 36(2):173-179. assessment and management.New York.
14. Barkley R. ADHD and the nature of The Guilford Press 1999.
self-control. New York, NY. The Guilford 24. Frazier JA, Biederman J, Bellordre CA,
Press 1997. Garfield SB, Geller DA, Coffey BJ,
15. Montiel C, Peña JA, Montiel-Barbero I, Faraone SV. Should the diagnosis of atten-
Polanczyk G. Prevalence rates of attention tion/deficit-hyperactivity disorder be con-
deficit/hyperactivity disorder in a school sidered in children with pervasive develop-
sample of Venezuelan children. Child Psy- mental disorder? J Attent Disord 2001; 4
chiatry Hum Dev 2008; 39(3):311-322. (4): 203-211.
16. Hibbs ED, Jensen PS. Analyzing the re- 25. Gadow KD, Devincent CJ, Pomeroy J,
search: what this book is about. En E. Azizian A. Comparison of DSM-IV symp-
Hibbs, y P. Jensen (Eds.) Psychosocial toms in elementary school-age children
treatment for childhood and adolescent with PDD versus clinic and community
disorders. Empirically based strategies for samples. Autism 2005 (4):392-415.

Vol. 52(2): 195 - 204, 2011


204 Montiel-Nava y Peña

26. Gadow KD, DeVincent CJ, Pomeroy J, pathology: The attention deficit disorder
Azizian A. Psychiatric symptoms in pre- syndrome. J Acad Child Adolesc Psychiatry
school children with PDD and clinic and 1997; 36 (8): 1033-1035.
comparison samples. J Autism Dev Disord 31. Clarkin JF, Kendall PC. Comorbidity in
2004; 34(4):379-393. child and treatment planning: summary
27. Reiersen AM, Constantino JN, Volk HE, and future directions. J Consul Clin
Todd RD. Autistic traits in a population- Psychol 1992; 60: 904-908.
based ADHD twin sample. J Child Psychol 32. Hinshaw SP. On the distinction between
Psychiatry 2007; 48 (5):464-472. attentional deficits/hyperactivity and con-
28. American Psychiatric Association. DSM-V duct problems/aggression in child psycho
Development.http://www.dsm5.org/ pathology. Psycholl Bull 1987; 101: 443-
ProposedRevisions/Pages/proposedrevisio 463.
n.aspx?rid=383. 33. Klin A, Volkmar FR. Autism and other
29. Abikoff H, Klein RG. Attention-deficit hy- pervasive developmental disorders. En S.
peractivity and conduct disorder: comor- Goldstein y C. Reynolds (Eds.). Handbook
bidity and implications for treatment. J of neurodevelopmental and genetic disor-
Consult Clin Psychol: 1992; 60: 881-892. ders in children. New York: Guilford Press
30. Cantwell, D. Introduction. The scientific 1999.
study of child and adolescent psycho-

Investigación Clínica 52(2): 2011

También podría gustarte