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LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

Historia del Suboficial Hershel W. Williams

Para Williams, fue como ser liberado de una condena de muerte en la que había vivido desde
principios de año, cuando vivió los horrores de la batalla en Iwo Jima.

“No es posible describir el infierno de Iwo Jima”, señala Williams, de 96 años, la última
persona con vida que recibió la Medalla de Honor del Teatro de Operaciones del Pacífico. “A
menos que lo hayas vivido en persona, no hay modo de entenderlo verdaderamente”.
El 23 de febrero de 1945, el cabo Williams destruyó varias posiciones japonesas con un
lanzallamas arriesgando su vida repetidamente mientras los jóvenes fusileros a su alrededor
morían en una de las batallas más sangrientas de la guerra. El mismo día, desde lejos, vio
flamear la bandera de Estados Unidos en la cima de Mount Suribachi.

Williams dice que sobrevivió gracias a su increíble entrenamiento y la firme convicción de que
llegaría con vida hasta el final. “Nunca me permití pensar que no iba a sobrevivir. Escuchaba
que los infantes de marina decían ‘no voy a llegar’, y no llegaban”.

En Iwo Jima murieron casi 7,000 estadounidenses, y otros 20,000 resultaron heridos.

En octubre de 1945, Williams recibió la Medalla de Honor de manos del presidente Harry S.
Truman en la Casa Blanca. Durante muchos años padeció el trastorno por estrés
postraumático. Comenzó a recuperarse cuando renovó su compromiso con el cristianismo, y
luego durante 35 años se desempeñó como capellán de la Congressional Medal of Honor
Society.

Casi todos los días siente que la guerra está muy lejos: “He intentado borrar de la memoria
las cosas malas que sucedieron”. Pero el recuerdo que no puede borrar son los rostros de dos
jóvenes infantes de marina que murieron luchando a su lado. “Se sacrificaron por mí”, dice.
“Me he preguntado miles de veces, ¿por qué yo? ¿Por qué fui elegido para recibir la Medalla
de Honor y todos los elogios cuando ellos dieron todo lo que tenían, dieron su vida?”.

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