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República Bolivariana De Venezuela

Ministerio Del Poder Popular Para Las Relaciones Interiores, Justicia Y Paz
Ministerio Del Poder Popular Para La Educación Universitaria, Ciencia Y Tecnologia
Universidad Nacional Experimental De La Seguridad
Centro De Formacion Zulia
Academia Del Cuerpo Policíal Nacional Bolivariano (CPNB)

Primeros Auxilios Hemorragias Y Heridas

Pnf: Policía Nacional Bolivariana


Ambiente Profesional I-2021

Estudiante:
Marilin Desiree Galue Rujano
C.I V.-20.858.591

San Francisco 28 Días Del Mes De Febrero Del 2021


INDICE

1.) Hemorragias

2.) Definición Y Conducta Ante Las Heridas


A.) Cortantes
B.) Punzantes
C.) Escoriaciones
D.) Desgarrantes
E.) Amputaciones

3.) Vendajes

4.) Torquinetes

5.) Shock Hemorrágico

6.) Quemaduras

7.) Grados de Quemaduras

8.) Control y Atención de Quemados

6.) Regla de los 9


DESARROLLO

1.) Hemorragias

Una hemorragia es la salida de sangre del espacio intravascular al extravascular,


produciendo una pérdida de sangre.

Clasificación:

Por su origen

Hemorragia interna no exteriorizada: Generada por la rotura de vasos sanguíneos


en el interior del cuerpo sin que la sangre salga fuera del cuerpo.

Hemorragia interna exteriorizada: Generada por la rotura de vasos sanguíneos en


el interior del cuerpo, en la que la sangre fluye al exterior través de orificios naturales del
cuerpo (oído, boca, nariz, ojos, recto, uretra, entre otros).

Hemorragia externa: Pérdida de sangre asociada a heridas abiertas.

Según el tipo de vaso sanguíneo roto

Hemorragia capilar: La más frecuente y menos grave (caudal discontinuo y presión


baja).
Hemorragia venosa: Caudal continuo, baja presión, sangre de color rojo oscuro.

Hemorragia arterial: La más grave, caudal y presión altos, sangre de color rojo
claro.

Por la gravedad:
 Clase I: Pérdida de sangre de unos 750 ml (15%)
 Clase II: 20-25% (1000-1500 ml)
 Clase III: 30-35 % (1500-1800)
 Clase IV: 40-45% (2000-2500)

2.) Definición Y Conducta Ante Las Heridas


A.) Cortantes: son aquellas que son producidas por objetos con extremos filosos como
latas, vidrios, cuchillos, que pueden seccionar músculos, tendones y nervios. Los bordes
de

la herida son limpios y lineales, la cantidad del sangrado depende del lugar y la cantidad
de los vasos sanguíneos lesionados.

La conducta que se debe tomar ante la herida cortante son las siguientes:
 Lavarse las manos con jabón.
 Luego, lave completamente la herida con agua y un jabón suave.
 Realice presión directa para detener el sangrado.
 Aplique un vendaje limpio que no se pegue a la herida.
 Si es necesario coloque mariposas para cerrar la herida.

B.) Punzantes: Son producidas por objetos puntiagudos, como clavos, agujas, anzuelos o
mordeduras de serpientes. La lesión es dolorosa, el sangrado puede ser escaso y el
orificio de entrada es poco notorio; es considerada la más peligrosa porque puede ser
profunda, haber perforado vísceras y provocar hemorragias internas. Son heridas de fácil
infección, ya que la limpieza de la herida se dificulta o no es atendida como debe ser. Una
complicación común es el tétanos.

La conducta que se debe tener ante la herida punzante son las siguientes:
 Lavarse las manos: esto ayuda a prevenir infecciones.
 Frena la hemorragia y aplica presión suave con una venda o un paño limpios.

 Limpia la herida y enjuaga la herida con agua limpia durante cinco a diez minutos. Si
queda polvo o cualquier partícula de suciedad en la herida, usa un paño para frotarla
suavemente. Consulta a un médico si no puedes eliminar todo el polvo o cualquier
partícula de suciedad.
 Aplica un antibiótico: plica una capa delgada de una crema o ungüento antibiótico
(Neosporin, Polysporin). Durante los primeros dos días, vuelve a lavar el área y a
aplicar el antibiótico cuando cambies el apósito.

Determinados componentes de algunos ungüentos pueden causar una erupción


cutánea leve en algunas personas. Si aparece una erupción cutánea, deja de usar el
producto y busca atención médica.
 Cubre la herida. Las vendas ayudan a mantener la herida limpia.
 Cambia el apósito. Haz esto a diario o siempre que la venda se moje o se ensucie.
 Está atento a las señales de una infección. Consulta a un médico si la herida no se
está curando o si notas un enrojecimiento que se propaga, dolor que va en aumento,
pus, hinchazón o fiebre.

C.) Escoriaciones: es la producida por un roce de la piel sobre superficies duras. Son los
clásicos raspones, producidas en caídas. Este tipo de herida es dolorosa, hay sensación
de ardor, el sangrado es escaso. Sin la limpieza y atención adecuada se puede infectar
con facilidad.

La conducta que se debe tener ante Escoriaciones son las siguientes:


 Detenga el sangrado con presión directa en la herida.
 Determine si han sido lesionados otros tejidos, como vasos sanguíneos, nervios,
tendones, ligamentos, articulaciones, huesos u órganos internos.
 Determine si es necesario que lo evalúe o lo trate un médico.
 Limpie la herida y elimine toda la suciedad o todos los residuos para prevenir
infecciones (tanto las infecciones bacterianas de la piel como el tétanos, o trismo),
reducir la cicatrización y evitar que la piel quede "tatuada". (Si no se eliminan la
suciedad y otros desechos del raspón, la piel nueva sana encima de estos. Como
resultado, la suciedad puede verse por la piel y suele parecer un tatuaje).
 Determine si requiere una vacuna antitetánica.

D.) Desgarrantes: Es producida por objetos con dientes en su parte cortante, como una
motosierra. Los bordes son irregulares.

La conducta a tomar ante una herida desgarrante son las siguientes:


 Lavarse las manos.
 Calzado de guantes.
 Evite hablar, toser o estornudar al momento de tratar una herida (utilizar mascarilla).
 Lavar la herida y sus alrededores con suficiente agua y jabón (No detergente).
 Seque la herida con una gasa estéril o un paño limpio.
 Si es necesario coloque mariposas para cerrar la herida.
 Cubra la herida con gasa estéril.
 Procure asistencia médica, si el caso lo amerita

E.) Amputaciones: Es la pérdida de una parte del cuerpo, generalmente un dedo de la


mano o del pie, un brazo o una pierna, que ocurre como resultado de un accidente o
lesión.
Por lo general, las amputaciones traumáticas son el resultado de accidentes con
herramientas eléctricas, de fábricas o de granjas o por accidentes automovilísticos.
Asimismo, los desastres naturales, la guerra y los ataques terroristas pueden causar
amputaciones traumáticas.
En una amputación parcial, queda parte de la conexión de tejidos blandos. Según la
gravedad de la lesión, se puede o no volver a conectar la extremidad parcialmente
cercenada.
Se pueden presentar complicaciones cuando hay amputación de una parte del
cuerpo. Las más importantes son la hemorragia, el shock y la infección.

La conducta a tomar ante una herida de amputación son las siguientes:


 Examine las vías respiratorias de la persona (ábralas, si es necesario); verifique la
respiración y circulación y, de ser necesario, inicie respiración artificial, RCP o control de la
hemorragia.
 Llame para pedir ayuda médica.
 En lo posible, trate de calmar y darle seguridad a la persona.

3.) Vendajes
Los vendajes son los refuerzos o contenciones realizados con un material indicado
para ello, con el fin de envolver una extremidad u otras partes del cuerpo humano
lesionadas. En Primeros Auxilios se usan especialmente en caso de heridas, hemorragias,
fracturas, esguinces y luxaciones.
El vendaje se utiliza para: Sujetar apósitos, fijar entablillados y fijar articulaciones.
Las vendas son tiras de lienzo, estas varían en tamaño y en calidad del material. Las
más utilizadas son las siguientes: venda elástica, venda de crepe, o venda elástica
cohesiva.
Tipos de vendajes:
El tipo de vendaje dependerá de múltiples factores, como el nivel del daño o el
estado del paciente.
Existe una gran variedad de técnicas que mejoran el estado de las afecciones
sufridas. Sin embargo, estos procedimientos pueden practicarse en situaciones de
emergencia por parte de un individuo fuera de este ámbito. Entre los tipos de vendaje que
se utilizan con más frecuencia, se encuentran los siguientes:
En ocho: por lo general, se emplea para inmovilizar articulaciones como el codo, la
rodilla, el tobillo, la muñeca, entre otros. Se lleva a cabo entrecruzando las vueltas de las
vendas, similar a la forma de un ocho.

Protectivo: este tipo de vendaje se usa a modo de prevención frente a posibles


agentes patógenos que pudieran entrar en la herida.
Contentivo: se desarrolla para curar heridas y quemaduras de forma rutinaria.
Compresivo: se emplea con más frecuencia para contener una hemorragia o una
pérdida de sangre en alguna región corporal.
En espiral: por lo general, se aplica en las extremidades para protegerlas y realiza
una función compresiva. Las vueltas sucesivas se superponen parcialmente a medida que
se recubre progresivamente la zona afectada.
Circular: se protegen y sujetan regiones del cuerpo como los dedos de las manos,
el antebrazo, el muslo, etcétera.
Simple: en este caso, cuando se envuelve una zona corporal, las tiras de venda se
superponen completamente.

4.) Torquinetes: el torniquete, compresor elástico, banda elástica o brazalete de presiones


es un instrumento médico de primeros auxilios utilizado para comprimir una vena, por
diferentes motivos, para detener una hemorragia, o para diferenciar una vena o vaso para
extraer sangre.
Por otra se puede decir que es un instrumento para comprimir un vaso sanguíneo o la
circulación, en general, de un miembro, que se aplica alrededor de este, a fin de detener la
circulación e impedir el flujo de la sangre hacia la región distal o desde la misma. Los
torniquetes son de diversas clases. El torniquete se puede improvisar en una emergencia
con una tira de trapo, con una lazada a través de la cual se introduce un palo corto con el
fin de retorcer la lazada.

5.) Shock Hemorrágico


Es un shock hipovolémico caracterizado por una pérdida extravascular de sangre,
importante y rápida, que induce una disminución del volumen sanguíneo circulante.

6.) Quemaduras

Las quemaduras son lesiones producidas en los tejidos vivos, por la acción de
diversos agentes físicos, químicos o biológicos que provocan alteraciones que varían
desde un simple enrojecimiento hasta la destrucción total de la estructura afectada. La
gravedad de la mayoría de las quemaduras se relaciona con el tamaño y la profundidad de
la lesión.

7.) Grados de Quemaduras

Quemadura de primer grado


Las quemaduras de primer grado se limitan a la capa superficial de la piel epidermis,
se les puede llamar eritema o epidérmicas.3 Este tipo de quemadura generalmente las
causa una larga exposición al sol o exposición instantánea a otra forma de calor (plancha,
líquidos calientes).

Signos clínicos:
 Ampollas intradérmicas (microscópicas).
 Enrojecimiento de la piel, piel seca.
 Descamación y destrucción de las capas superficiales o solo enrojecimiento.
 Dolor intenso tipo ardor. Inflamación moderada. Gran sensibilidad en el lugar de la
lesión.
 Tarda en irse unos días a lo mucho un mes, ya que solamente es superficial.

Quemaduras de segundo grado

Las quemaduras de segundo grado se dividen en:


Superficiales: Este tipo de quemadura implica la primera capa y parte de la
segunda capa. No se presentan daños en las capas más profundas, ni en las glándulas de
sudor o las glándulas productoras de grasa. Hay dolor, presencia de flictenas o ampollas.

Profunda: Este tipo de quemadura implica daños en la capa media y en las glándulas de
sudor o las glándulas productoras de grasa. Puede haber pérdida de piel, carbonización.
Causas:
 Principalmente por líquidos calientes o sustancias químicas cáusticas.
 No hay un cálculo estimado en la pigmentación, después de la quemadura.

Quemaduras de tercer grado

Una quemadura de tercer grado penetra por todo el espesor de la piel; incluyendo
terminaciones nerviosas, vasos sanguíneos, linfáticos, etc. Se destruyen los folículos
pilosebáceos y las glándulas sudoríparas, se compromete la capacidad de regeneración.
Este tipo de quemaduras no duele al contacto, debido a que las terminaciones nerviosas
fueron destruidas por la fuente térmica.

Signos:
 Pérdida de capas de piel.
 A menudo la lesión es indolora, porque los nervios quedan inutilizados (puede que el
dolor sea producido por áreas de quemaduras de primer grado y segundo grado que
a menudo rodean las quemaduras de tercer grado).
 La piel se ve seca y con apariencia de cuero.
 La piel puede aparecer chamuscada o con manchas blancas, cafés o negras.
 Ruptura de piel con grasa expuesta.
 Edema.
 Superficie seca.
 Necrosis.
 Sobre infección.

Causas:
 Fuego.
 Exposición prolongada a líquidos u objetos calientes.
 Contacto con electricidad.
 Explosiones.

8.) Control y Atención de Quemados

Una quemadura leve que no requiere atención de urgencia puede consistir en lo siguiente:

 Enrojecimiento superficial similar a una quemadura por el sol.


 Dolor.
 Ampollas.
 Una zona de menos de 3 pulgadas (aproximadamente 8 centímetros) de diámetro

Tratamiento de quemaduras leves

En el caso de quemaduras leves:

 Enfría la quemadura. Coloca la zona afectada por la quemadura bajo agua corriente
fresca (no fría) o aplica una compresa húmeda y fresca hasta que se alivie el dolor.
 Quítate los anillos u otros artículos ajustados de la zona afectada por la quemadura.
Intenta hacerlo de manera rápida y cuidadosa, antes de que la zona se hinche.
 No explotes las ampollas. Las ampollas llenas de líquido brindan protección contra
las infecciones. Si se revienta una ampolla, limpia la zona con agua (el uso de un
jabón suave es opcional). Aplica un ungüento antibiótico. Pero si aparece un
sarpullido, suspende el uso del ungüento.
 Aplica loción. Una vez que la quemadura se haya enfriado por completo, aplica una
loción, como una que contenga aloe vera o un humectante. Esto ayuda a prevenir la
sequedad y brinda alivio.
 Coloca una venda sobre la quemadura. Cubre la quemadura con una venda de gasa
estéril (no uses algodón). Envuélvela de manera holgada para evitar ejercer presión
sobre la piel quemada. El vendaje evita que la zona entre en contacto con el aire, lo
que reduce el dolor y protege la piel ampollada.
 Si es necesario, toma un analgésico de venta libre, como ibuprofeno (Advil, Motrin IB
u otros), naproxeno sódico (Aleve) o paracetamol/acetaminofeno (Tylenol u otros).

En Caso De Quemaduras Graves

Debe enfocarse inicialmente al paciente quemado de la misma manera que cualquier


individuo politraumatizado, dejando el manejo de las quemaduras para cuando ya se
encuentre estabilizado. Los primeros auxilios incluyen: extinguir la fuente de la quemadura,
enfriar el área lesionada con agua fría por 10-15 minutos en los 30 primeros minutos
después del accidente para disminuir el edema y el dolor, sin descuidar el riesgo de
hipotermia sistémica especialmente en niños y ancianos. Los pacientes se pueden cubrir
con sábanas secas y se debe evitar remover la ropa quemada especialmente la que se
encuentra adherida a la piel.
Una vez que se ha hecho la evaluación inicial se debe establecer un plan estratégico
de manejo con cordante con los cambios fisiopatológicos, lo cual permite crear diferentes
etapas en el tratamiento.
Fase Prehospitalaria

a. Vía aérea: la primera prioridad es garantizar una vía aérea adecuada; se evalúan la
expansión de la caja torácica, la frecuencia respiratoria y los ruidos respiratorios; la
intubación se requiere en pacientes inconscientes, cuando hay presencia o inminencia de
falla respiratoria y en pacientes hemodinámicamente inestables que no responden al
tratamiento; de lo contrario, se debe administrar oxígeno por máscara.

b. Circulación: la segunda prioridad es comenzar la resucitación con líquidos


administrados por dos venas periféricas.

c. Analgesia: el tercer aspecto fundamental es el control del dolor. Pueden usarse los
analgésicos no opiáceos como la dipirona y el acetaminofén, pero no los AINE por el
riesgo de nefrotoxicidad; si el dolor persiste, se puede recurrir a la morfina o a la
meperidina y si el paciente presenta ansiedad generalizada están justificadas las
benzodiacepinas.

d. Transporte: el último aspecto es el traslado a un centro de referencia cuando esté


indicado.

Fase hospitalaria

1. Fase de resucitación temprana: Fase de resucitación temprana: 0-24 horas

Durante este período existe inestabilidad cardiopulmonar por la pérdida de líquido


del espacio intravascular y por el daño directo de la vía aérea que lleva a insuficiencia
respiratoria; ésta causa el 50% de las muertes. Los aspectos más importantes en esta
etapa son el control de la vía aérea y la restauración y mantenimiento de la estabilidad
hemodinámica.

Indicaciones de intubación

• Estridor, retracciones y estrés respiratorio


• PaO2 < 60 o PaCO2 >55 mm Hg
• Quemaduras profundas en cara y cuello

En esas condiciones se debe intubar inmediatamente usando el tubo más grande


disponible; en caso de encontrar dificultades en el procedimiento, se deben buscar signos
de lesión de la vía aérea y si ésta se sospecha, debe confirmarse con una laringoscopia
indirecta para definir la intubación; si persisten las dudas, se realiza una fibrobroncoscopia.
Se debe descartar la lesión por inhalación en pacientes expuestos al fuego en áreas
cerradas, con quemadura facial, destrucción de las vibrisas nasales, depósitos de carbón
en la orofaringe y esputo carbonáceo. La mayoría de las muertes en los incendios ocurre
por asfixia o intoxicación con monóxido de carbono en cuyo caso el tratamiento consiste en
suministrar oxígeno al 100% .

Acceso vascular: se deben mantener dos venas periféricas con catéter grande,
idealmente en áreas no quemadas. La vía central se reserva para cuando no es posible
cateterizar las venas periféricas y para medir la presión venosa central (PVC). La línea
arterial se emplea cuando no se puede monitorizar en forma no invasiva la presión arterial
o si se requieren dosis altas de inotrópicos.

Resucitación con líquidos: los pacientes con quemaduras menores del 20% de la
SCT sólo necesitan rehidratación oral excepto en condiciones especiales como niños,
ancianos o personas con comorbilidades importantes. La administración de líquidos
parenterales debe ser con soluciones cristaloides isotónicas; se prefiere el lactato de
Ringer (Hartman), pero también se puede utilizar el suero salino normal. No se debe
administrar dextrosa, para evitar los riesgos de intolerancia a la glucosa y el edema tisular.
Los coloides no se justifican en las primeras 24 horas ya que pueden extravasarse en los
sitios lesionados y empeorar el edema. Los derivados sanguíneos solo se usan para
corregir trastornos hemorrágicos establecidos.

En la actualidad existen muchas fórmulas para calcular el volumen y la tasa de


infusión en las primeras 24 horas. La más aceptada de ellas es la siguiente:

Parkland: 4 mL x peso ( kg) x


porcentaje de la quemadura

La mitad de los líquidos calculados se debe administrar en las primeras ocho horas
después del accidente (no del ingreso al hospital), y el resto en las siguientes 16 horas; sin
embargo, más que la cantidad, lo importante es asegurar a cada paciente una adecuada
perfusión tisular. Si se desconoce el porcentaje de superficie corporal quemada se pueden
administrar 20 mL x kg en la primera hora y luego evaluar.

Inotrópicos: en caso de no obtener buena respuesta hemodinámica a pesar de la


adecuada administración de líquidos, se inicia el soporte vasopresor con dopamina,
adrenalina o dobutamina, según sea el caso de cada paciente.

Metas de la resucitación: durante esta fase de resucitación temprana se busca


conseguir los siguientes parámetros:
• Presión arterial media: 70 mm Hg
• Presión sistólica > 90 mmHg
• Frecuencia cardíaca < 120/minuto
• PVC: 8-12 cm de agua
• Gasto urinario: 0.5-1 mL/kg/hora

Si no se alcanzan estos objetivos se administran bolos (100-150 cc) de cristaloides;


de no obtenerse respuesta adecuada de la diuresis, se usan diuréticos siempre que la PVC
sea mayor de 12 cm de agua.

2. Fase De Resucitación Tardía: en esta etapa se recomienda dar la mitad o un tercio de


los líquidos administrados en las primeras 24 horas utilizando Hartman, solución salina o
una mezcla de dextrosa y suero salino. En pacientes con quemaduras extensas puede
existir tal reducción del volumen plasmático que se haga necesario el uso de coloides, los
que, según la fórmula de Brooke, se calculan así:

Coloides: 0.3-0.5 mL x peso (kg)


x porcentaje de la quemadura

3. Fase Postresucitación: día 3-


6

Es el período de transición entre el choque y la fase hipermetabólica; hay mayor


estabilidad cardiovascular y se puede hacer un mayor énfasis en el manejo de las
quemaduras.

Líquidos: sólo se recomienda administrar los requerimientos más las pérdidas por
evaporación de agua, las cuales persisten hasta que la quemadura se cierra.

Evaporación de agua (mL/hora):


(25 + % de quemadura) x superficie corporal (m2)

La solución utilizada es dextrosa al 5%. Un error frecuente es continuar con los


cristaloides isotónicos, ya que durante esta fase no se pierde sodio y lo que se debe
reponer es el agua evaporada.
Metas Postresucitación: durante esta etapa, además de las metas anteriores, se
deben obtener las siguientes: saturación de oxígeno mayor del 95%, hematocrito entre 30
y 35 y gasto cardíaco mayor de una y media veces el normal.

Complicaciones pulmonares: se deben tener en cuenta las siguientes:

a. Obstrucción de la vía aérea superior: para evitarla se requiere mantener la intubación


hasta que esté resuelto adecuadamente el edema facial, orofaríngeo y del cuello; en los
casos de lesión de la vía aérea se debe realizar laringoscopia o broncoscopia antes de
entubar.

b. Disminución de la expansión torácica: cuando hay quemadura profunda y


circunferencial del tórax debe efectuarse escarotomía temprana.

c. Colonización bacteriana, traqueobronquitis y neumonía: no se deben administrar


antibióticos por el hecho de que haya colonización, ni de manera profiláctica, por el riesgo
de seleccionar cepas resistentes. Su uso está limitado a tratar las infecciones
demostradas.

d. Edema pulmonar por sobrecarga de líquidos o por síndrome de dificultad respiratoria


del adulto.

Infección: es una complicación frecuente y grave en los pacientes quemados. Los


signos locales son: eritema alrededor del borde quemado, adherencias, mal olor y
profundización de las heridas; las manifestaciones sistémicas son alteración en la esfera
mental sin causa explicable y cambios hemodinámicos; el diagnóstico se basa en cultivos
cuantitativos de tejidos con más de 105 colonias por gramo de tejido. La fiebre, la
leucocitosis y la taquicardia no son criterios útiles de infección porque se pueden presentar
por la quemadura misma. Lo más recomendable con respecto a la infección es mantener
una búsqueda permanente. En la primera semana el germen más frecuente es el
Staphylococcus aureus y después aparecen los bacilos gram negativos, entre los cuales
es muy frecuente la Pseudomonas aeruginosa.

Nutrición: el soporte nutricional se debe iniciar en el segundo día cuando esté


resuelto el íleo que se presenta en las primeras 24 a 36 horas. Se recomienda una dieta
hipercalórica e hiperproteica. La fórmula más utilizada es la de Curreri:

Kcal. diarias: Kcal. diarias 25 kcal x peso (kg) + 40 kcal x


porcentaje de quemadura
Siempre que sea posible debe preferirse la vía oral. De no ser posible o en pacientes
con quemaduras mayores del 20%, se recurre a la alimentación enteral a través de sonda
nasogástrica. La alimentación parenteral se reserva para los casos en los cuales está
contraindicada la vía enteral.

Soporte transfusional: Soporte transfusional: en este período puede presentarse


una anemia de tal magnitud que amerite transfundir sangre o glóbulos rojos para garantizar
una adecuada perfusión tisular.

Manejo de las quemaduras abiertas: lo más Manejo de las quemaduras abiertas


importante son los lavados frecuentes, diarios o cada 48 horas según las condiciones del
paciente; además se deben realizar escarectomías, fasciotomías e idealmente injertos
tempranos.
Se deben buscar signos de síndrome compartimental. Elevar las manos por encima
del nivel del corazón durante 5 minutos cada hora ayuda a disminuir el edema. Si se
sospecha compromiso vascular es importante no aplicar vendajes compresivos durante las
primeras 24 horas. Cuando hay quemadura de los genitales se requiere una sonda de
Foley para mantener permeable la uretra; el edema del escroto no requiere un manejo
específico.

4. Día 7 hasta el cierre de las heridas: es un período igualmente complicado para


manejar las grandes quemaduras porque aparecen complicaciones infecciosas originadas
en la piel, el pulmón o el catéter. Se debe continuar con el soporte nutricional y el
transfusional, la analgesia y la antibioticoterapia en casos seleccionados.

Consideraciones Generales

Pautas para todos los pacientes quemados independientemente de la etapa de


evolución de sus heridas.

Analgesia: administrar el analgésico que el paciente necesite para controlar su


dolor; la absorción subcutánea o intramuscular es errática y por eso se prefiere la vía
intravenosa.

Profilaxis del tétanos: siempre que se atienda a un paciente quemado hay que
estar seguros del estado de su inmunización contra el tétanos; si tiene esquema de
vacunación previo se refuerza con toxoide tetánico y en los demás casos se aplica
simultáneamente antitoxina humana.
Profilaxis gastrointestinal: está indicado el uso rutinario de anti H2 o de inhibidores
de la bomba de protones para prevenir las úlceras de estrés, aunque el inicio temprano de
la nutrición enteral, y el adecuado manejo de la volemia y la oxigenación son la mejor
manera de evitarlas.

Profilaxis de la trombosis venosa profunda: por el reposo obligado de los


pacientes con quemaduras extensas se debe administrar por vía subcutánea una heparina
de bajo peso molecular o dosis bajas de heparina.

Posición del paciente: es importante evitar las retracciones, deformidades y


posiciones antifuncionales de las articulaciones e iniciar tempranamente la fisioterapia. La
movilización frecuente es otra medida que previene la formación de escaras o zonas de
presión.

Protección ocular: se deben mantener bien lubricados los ojos para evitar la
ulceración corneana y la infección conjuntival.

Cuidados de la piel Cuidados de la piel: se extrae el líquido de las flictenas,


dejando la piel como apósito natural hasta que se presente renovación epitelial; el cambio
de ropas y apósitos se hace cada 2-3 días. Los antihistamínicos ayudan a disminuir el
prurito.

Apoyo emocional Apoyo emocional: es un aspecto fundamental para la


recuperación y la integración a la sociedad.

Exámenes de laboratorio: al ingreso de todo paciente se deben solicitar los


siguientes exámenes: hemoleucograma, ionograma, pruebas de función renal,
hemoclasificación, citoquímico de orina y radiografía de tórax; en casos especiales se
requieren gases arteriales, electrocardiograma, carboxihemoglobina, entre otros, de
acuerdo con cada situación. El seguimiento se hace dependiendo de la evolución del
paciente.

6.) Regla de los 9

Es un método que se utiliza para calcular la extensión cutánea quemada en un


paciente. Consiste en dividir la superficie del cuerpo en áreas equivalentes al 9% de la
superficie corporal total queimada (SCTQ) o por múltiplos de 9.

La regla del nueve, divide la superficie corporal total (100%) en secciones a las
cuales se les asigna un valor en porcentaje, según:
La cabeza, con un 9% de superficie corporal total (SCT), dividida en un 3% cara, 3%
cuello y un 3% cuero cabelludo.

Tronco anterior, con un 18% de SCT, dividida en 9% tórax y 9% abdomen.

Tronco posterior, con un 18%de SCT, dividida en 9% dorso, y 9% región lumbosacra


(incluye glúteos).

Miembro superior derecho, con un 9% de SCT, dividido en 3% brazo derecho, 3%


antebrazo derecho, 3% mano derecha.

Miembro superior izquierdo, con un 9% de SCT, dividido en 3% brazo izquierdo, 3%


antebrazo izquierdo, 3% mano izquierda.

Miembro inferior derecho, con un 18% de SCT, dividido en 9% muslo derecho, 6%


pierna derecha, 3% Pie derecho.

Miembro inferior izquierdo, con un 18% de SCT, dividido en 9% muslo izquierdo, 6%


pierna izquierda y 3% pie izquierdo.

Inglés y genitales externos, con un 1% de SCT, dividido ese 1% entre las ingles y
genitales externos.

Hablaríamos de quemaduras menores, moderadas y graves, según él % de la


extensión.

Una quemadura menor, es una quemadura superficial, casi imperceptible, por su


escasa superficie corporal quemada.

Una quemadura intermedia, afectan la extensión de piel en proporción a un miembro


u órgano, es decir, la observación de la quemada permite apreciar que esta abarca gran
parte de una extremidad o en tamaño comparativo a un órgano interno.

Las quemaduras graves, abarcan más de una extremidad corporal, están esparcidas
en prácticamente toda una sección corporal, de forma generalizada estas coinciden con las
quemaduras de tercer grado en daño a la dermis y dolor.

Si tenemos un paciente con una quemadura que abarca el cuello y la mano


izquierda, hablaríamos de un paciente con el 6% de la superficie corporal quemada, ya que
haríamos la suma del 3% de cuello y el 3% de la mano izquierda, según la regla del nueve
de Wallace y la clasificaríamos en una quemadura intermedia.
Ahora, si tenemos un paciente con una quemadura del pie derecho, muslo, pierna
derecha, y brazo, antebrazo y mano derecha, tendríamos una superficie corporal quemada
del 27%, ya que la parte miembro superior derecho un 9% y miembro inferior derecho un
18% suman 27% de superficie corporal quemada, estaríamos hablando de una quemadura
grave.

Cuando una quemadura es extensa y afecta al 15% del cuerpo de un adulto o al


10% del de un niño o de una persona mayor de 50 años, se denomina enfermedad del
gran quemado.

La supervivencia de grandes quemados ha mejorado progresivamente, gracias a los


avances en la comprensión de la fisiopatología de la quemadura y el tratamiento más
agresivo de ésta. Para ello se requiere de un tratamiento hospitalario efectivo, transporte,

reanimación, sostén de funciones vitales y reparación de la cubierta cutánea especializada


en unidades de hospitalización especiales de grandes quemados.

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