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Hemorragias
Hemorragias
Ministerio Del Poder Popular Para Las Relaciones Interiores, Justicia Y Paz
Ministerio Del Poder Popular Para La Educación Universitaria, Ciencia Y Tecnologia
Universidad Nacional Experimental De La Seguridad
Centro De Formacion Zulia
Academia Del Cuerpo Policíal Nacional Bolivariano (CPNB)
Estudiante:
Marilin Desiree Galue Rujano
C.I V.-20.858.591
1.) Hemorragias
3.) Vendajes
4.) Torquinetes
6.) Quemaduras
1.) Hemorragias
Clasificación:
Por su origen
Hemorragia arterial: La más grave, caudal y presión altos, sangre de color rojo
claro.
Por la gravedad:
Clase I: Pérdida de sangre de unos 750 ml (15%)
Clase II: 20-25% (1000-1500 ml)
Clase III: 30-35 % (1500-1800)
Clase IV: 40-45% (2000-2500)
la herida son limpios y lineales, la cantidad del sangrado depende del lugar y la cantidad
de los vasos sanguíneos lesionados.
La conducta que se debe tomar ante la herida cortante son las siguientes:
Lavarse las manos con jabón.
Luego, lave completamente la herida con agua y un jabón suave.
Realice presión directa para detener el sangrado.
Aplique un vendaje limpio que no se pegue a la herida.
Si es necesario coloque mariposas para cerrar la herida.
B.) Punzantes: Son producidas por objetos puntiagudos, como clavos, agujas, anzuelos o
mordeduras de serpientes. La lesión es dolorosa, el sangrado puede ser escaso y el
orificio de entrada es poco notorio; es considerada la más peligrosa porque puede ser
profunda, haber perforado vísceras y provocar hemorragias internas. Son heridas de fácil
infección, ya que la limpieza de la herida se dificulta o no es atendida como debe ser. Una
complicación común es el tétanos.
La conducta que se debe tener ante la herida punzante son las siguientes:
Lavarse las manos: esto ayuda a prevenir infecciones.
Frena la hemorragia y aplica presión suave con una venda o un paño limpios.
Limpia la herida y enjuaga la herida con agua limpia durante cinco a diez minutos. Si
queda polvo o cualquier partícula de suciedad en la herida, usa un paño para frotarla
suavemente. Consulta a un médico si no puedes eliminar todo el polvo o cualquier
partícula de suciedad.
Aplica un antibiótico: plica una capa delgada de una crema o ungüento antibiótico
(Neosporin, Polysporin). Durante los primeros dos días, vuelve a lavar el área y a
aplicar el antibiótico cuando cambies el apósito.
C.) Escoriaciones: es la producida por un roce de la piel sobre superficies duras. Son los
clásicos raspones, producidas en caídas. Este tipo de herida es dolorosa, hay sensación
de ardor, el sangrado es escaso. Sin la limpieza y atención adecuada se puede infectar
con facilidad.
D.) Desgarrantes: Es producida por objetos con dientes en su parte cortante, como una
motosierra. Los bordes son irregulares.
3.) Vendajes
Los vendajes son los refuerzos o contenciones realizados con un material indicado
para ello, con el fin de envolver una extremidad u otras partes del cuerpo humano
lesionadas. En Primeros Auxilios se usan especialmente en caso de heridas, hemorragias,
fracturas, esguinces y luxaciones.
El vendaje se utiliza para: Sujetar apósitos, fijar entablillados y fijar articulaciones.
Las vendas son tiras de lienzo, estas varían en tamaño y en calidad del material. Las
más utilizadas son las siguientes: venda elástica, venda de crepe, o venda elástica
cohesiva.
Tipos de vendajes:
El tipo de vendaje dependerá de múltiples factores, como el nivel del daño o el
estado del paciente.
Existe una gran variedad de técnicas que mejoran el estado de las afecciones
sufridas. Sin embargo, estos procedimientos pueden practicarse en situaciones de
emergencia por parte de un individuo fuera de este ámbito. Entre los tipos de vendaje que
se utilizan con más frecuencia, se encuentran los siguientes:
En ocho: por lo general, se emplea para inmovilizar articulaciones como el codo, la
rodilla, el tobillo, la muñeca, entre otros. Se lleva a cabo entrecruzando las vueltas de las
vendas, similar a la forma de un ocho.
6.) Quemaduras
Las quemaduras son lesiones producidas en los tejidos vivos, por la acción de
diversos agentes físicos, químicos o biológicos que provocan alteraciones que varían
desde un simple enrojecimiento hasta la destrucción total de la estructura afectada. La
gravedad de la mayoría de las quemaduras se relaciona con el tamaño y la profundidad de
la lesión.
Signos clínicos:
Ampollas intradérmicas (microscópicas).
Enrojecimiento de la piel, piel seca.
Descamación y destrucción de las capas superficiales o solo enrojecimiento.
Dolor intenso tipo ardor. Inflamación moderada. Gran sensibilidad en el lugar de la
lesión.
Tarda en irse unos días a lo mucho un mes, ya que solamente es superficial.
Profunda: Este tipo de quemadura implica daños en la capa media y en las glándulas de
sudor o las glándulas productoras de grasa. Puede haber pérdida de piel, carbonización.
Causas:
Principalmente por líquidos calientes o sustancias químicas cáusticas.
No hay un cálculo estimado en la pigmentación, después de la quemadura.
Una quemadura de tercer grado penetra por todo el espesor de la piel; incluyendo
terminaciones nerviosas, vasos sanguíneos, linfáticos, etc. Se destruyen los folículos
pilosebáceos y las glándulas sudoríparas, se compromete la capacidad de regeneración.
Este tipo de quemaduras no duele al contacto, debido a que las terminaciones nerviosas
fueron destruidas por la fuente térmica.
Signos:
Pérdida de capas de piel.
A menudo la lesión es indolora, porque los nervios quedan inutilizados (puede que el
dolor sea producido por áreas de quemaduras de primer grado y segundo grado que
a menudo rodean las quemaduras de tercer grado).
La piel se ve seca y con apariencia de cuero.
La piel puede aparecer chamuscada o con manchas blancas, cafés o negras.
Ruptura de piel con grasa expuesta.
Edema.
Superficie seca.
Necrosis.
Sobre infección.
Causas:
Fuego.
Exposición prolongada a líquidos u objetos calientes.
Contacto con electricidad.
Explosiones.
Una quemadura leve que no requiere atención de urgencia puede consistir en lo siguiente:
Enfría la quemadura. Coloca la zona afectada por la quemadura bajo agua corriente
fresca (no fría) o aplica una compresa húmeda y fresca hasta que se alivie el dolor.
Quítate los anillos u otros artículos ajustados de la zona afectada por la quemadura.
Intenta hacerlo de manera rápida y cuidadosa, antes de que la zona se hinche.
No explotes las ampollas. Las ampollas llenas de líquido brindan protección contra
las infecciones. Si se revienta una ampolla, limpia la zona con agua (el uso de un
jabón suave es opcional). Aplica un ungüento antibiótico. Pero si aparece un
sarpullido, suspende el uso del ungüento.
Aplica loción. Una vez que la quemadura se haya enfriado por completo, aplica una
loción, como una que contenga aloe vera o un humectante. Esto ayuda a prevenir la
sequedad y brinda alivio.
Coloca una venda sobre la quemadura. Cubre la quemadura con una venda de gasa
estéril (no uses algodón). Envuélvela de manera holgada para evitar ejercer presión
sobre la piel quemada. El vendaje evita que la zona entre en contacto con el aire, lo
que reduce el dolor y protege la piel ampollada.
Si es necesario, toma un analgésico de venta libre, como ibuprofeno (Advil, Motrin IB
u otros), naproxeno sódico (Aleve) o paracetamol/acetaminofeno (Tylenol u otros).
a. Vía aérea: la primera prioridad es garantizar una vía aérea adecuada; se evalúan la
expansión de la caja torácica, la frecuencia respiratoria y los ruidos respiratorios; la
intubación se requiere en pacientes inconscientes, cuando hay presencia o inminencia de
falla respiratoria y en pacientes hemodinámicamente inestables que no responden al
tratamiento; de lo contrario, se debe administrar oxígeno por máscara.
c. Analgesia: el tercer aspecto fundamental es el control del dolor. Pueden usarse los
analgésicos no opiáceos como la dipirona y el acetaminofén, pero no los AINE por el
riesgo de nefrotoxicidad; si el dolor persiste, se puede recurrir a la morfina o a la
meperidina y si el paciente presenta ansiedad generalizada están justificadas las
benzodiacepinas.
Fase hospitalaria
Indicaciones de intubación
Acceso vascular: se deben mantener dos venas periféricas con catéter grande,
idealmente en áreas no quemadas. La vía central se reserva para cuando no es posible
cateterizar las venas periféricas y para medir la presión venosa central (PVC). La línea
arterial se emplea cuando no se puede monitorizar en forma no invasiva la presión arterial
o si se requieren dosis altas de inotrópicos.
Resucitación con líquidos: los pacientes con quemaduras menores del 20% de la
SCT sólo necesitan rehidratación oral excepto en condiciones especiales como niños,
ancianos o personas con comorbilidades importantes. La administración de líquidos
parenterales debe ser con soluciones cristaloides isotónicas; se prefiere el lactato de
Ringer (Hartman), pero también se puede utilizar el suero salino normal. No se debe
administrar dextrosa, para evitar los riesgos de intolerancia a la glucosa y el edema tisular.
Los coloides no se justifican en las primeras 24 horas ya que pueden extravasarse en los
sitios lesionados y empeorar el edema. Los derivados sanguíneos solo se usan para
corregir trastornos hemorrágicos establecidos.
La mitad de los líquidos calculados se debe administrar en las primeras ocho horas
después del accidente (no del ingreso al hospital), y el resto en las siguientes 16 horas; sin
embargo, más que la cantidad, lo importante es asegurar a cada paciente una adecuada
perfusión tisular. Si se desconoce el porcentaje de superficie corporal quemada se pueden
administrar 20 mL x kg en la primera hora y luego evaluar.
Líquidos: sólo se recomienda administrar los requerimientos más las pérdidas por
evaporación de agua, las cuales persisten hasta que la quemadura se cierra.
Consideraciones Generales
Profilaxis del tétanos: siempre que se atienda a un paciente quemado hay que
estar seguros del estado de su inmunización contra el tétanos; si tiene esquema de
vacunación previo se refuerza con toxoide tetánico y en los demás casos se aplica
simultáneamente antitoxina humana.
Profilaxis gastrointestinal: está indicado el uso rutinario de anti H2 o de inhibidores
de la bomba de protones para prevenir las úlceras de estrés, aunque el inicio temprano de
la nutrición enteral, y el adecuado manejo de la volemia y la oxigenación son la mejor
manera de evitarlas.
Protección ocular: se deben mantener bien lubricados los ojos para evitar la
ulceración corneana y la infección conjuntival.
La regla del nueve, divide la superficie corporal total (100%) en secciones a las
cuales se les asigna un valor en porcentaje, según:
La cabeza, con un 9% de superficie corporal total (SCT), dividida en un 3% cara, 3%
cuello y un 3% cuero cabelludo.
Inglés y genitales externos, con un 1% de SCT, dividido ese 1% entre las ingles y
genitales externos.
Las quemaduras graves, abarcan más de una extremidad corporal, están esparcidas
en prácticamente toda una sección corporal, de forma generalizada estas coinciden con las
quemaduras de tercer grado en daño a la dermis y dolor.