Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
2 Transformamos la violencia
redteologaslp@gmail.com
Facebook: Red-Ecuménica-de-Teólogas-La-Paz
ÍNDICE
5
Ponentes
Presentación 9
Introducción 11
GENEALOGIA DE LA VIOLENCIA
Ivone Gebara ¿Cómo Entender la Violencia Religiosa 17
Contemporánea? Una Perspectiva Feminista
Cesar Augusto Barahona Feminismo como Identidad y como Cultura: Retos para 67
Nuevas Teologías
TEOLOGIA FEMINISTA
Ivone Gebara Mi Cuerpo, Mi Lucha, Mi Verdad: Un Ensayo Sobre 81
Antropología Feminista
4 Transformamos la violencia
Sandra Nancy Mansilla Dignidad y Libertad: Una Relectura de Juan 8,31-47 145
frente al Delito del Tráfico de Mujeres con fines de
Explotación Sexual
Ecoteología Feminista
Ivone Gebara Espiritualidad Ecofeminista: La Relacionalidad de la 161
Vida a Partir de lo Cotidiano
PONENTES
Ivone Gebara es monja católica con un doctorado Sara Pamela Choque es pastora laica de la Iglesia
en filosofía y otro en ciencias de la religión. Durante Evangélica Luterana Boliviana, miembro de la Red
18 años, enseñó teología y filosofía en el Instituto Ecuménica de Teólogas La Paz, docente del Semi-
de teología de Recife. Ha sido profesora invitada en nario Teológico Bautista. Obtuvo su licenciatura en
universidades nacionales e internacionales. Es auto- teología de la UBL de Costa Rica. Actualmente co-
ra de libros y artículos de teología y filosofía en la labora como subcoordinadora del programa de becas
perspectiva feminista. Actualmente vive en São Pau- infantiles de la IELB en El Alto, Bolivia.
lo, Brasil. Le gusta ir al cine, leer novelas, cocinar y
estar con jóvenes y personas que revelan otra cara de Gaby Quispe Abalo es educadora y enfermera,
un mundo diferente al suyo. trabaja más de 13 años en proyectos sociales, ac-
tualmente en ProMujer Bolivia. Esto le permitió ver,
Natalia Salas Molina es magíster en género y cien- comprender y ser parte de realidades muy duras. Es
cias sociales de la Universidad de Chile, licenciada en una mujer comprometida con el servicio a su próji-
psicología de la Universidad Bolivariana, relaciona- mo. Es miembro activo de la iglesia de Jesucristo de
dora pública de la Universidad Diego Portales e IPE- los Santos de los Últimos Días.
VE, bachiller en teología. Pertenece a la comunidad
teológica evangélica de Chile, es pastora de la Iglesia Caroline Sölle de Hilari llegó hace 33 años a
Metodista Pentecostal San Bernardo La Portada 2002 Bolivia de Alemania, de profesión médico salubrista.
hasta hoy, y directora administrativa academia de teo- Trabaja en la ONG internacional Save the Children,
logía femenina María Magdalena desde 2013. asesorando proyectos de salud y nutrición. Es parte
6 Transformamos la violencia
Católica Argentina, especializada en estudios bíbli- directora de Católicas por el Derecho a Decidir Co-
cos por ISEDET. Desempeña la docencia teológica lombia, integrante del grupo asesor de sociedad civil
en diversas instituciones. Colabora especialmente en de OnuMujeres -Colombia; Defensora de los Dere-
la formación de promotores bíblicos, agentes de pas- chos Humanos, feminista.
toral; asesora y anima espacios de Lectura Popular
de la Biblia. Miembro de la Comunidad Teológica Efraín Vasquez Mamani es sacerdote claretiano
“Rajab” y del Equipo Género y Biblia. boliviano, hoy vive en Sri Lanka como misionero en
formación de los nuevos misioneros, se dedica a re-
Sandra Mazo Cardona es lingüista y politóloga; flexionar sobre ecoteologia.
8 Transformamos la violencia
Memorias del X Encuentro de Teología Feminista en BOLIVIA 9
PRESENTACIÓN
D
esde la Red Ecuménica de Teólogas La Paz pública para el cambio social y celebramos nuestra
(RETLP) nos complace poderles compartir las fe. Nuestra visión son iglesias y sociedad bolivianas
memorias del Xmo Encuentro de Teología Fe- con equidad de género, igualdad y justicia social.
minista en Bolivia realizado del 9 al 11 de agosto de
2019 con la participación de la invitada especial, Ivo- La Red Ecuménica de Teólogas La Paz realiza esta
ne Gebara. En las tres temáticas del evento, junto a publicación después de varias otras publicaciones
las ponencias magistrales de Ivone, participaron expo- entre libros y cartillas que, en los últimos cuatro
nentes de Bolivia, México, Colombia, Chile, Argen- años, nos han permitido realizar innumerables talle-
tina y Perú en paneles y mesas de trabajo. De todas res con grupos de fe en parroquias, iglesias cristianas
las exposiciones, 14 de ellos accedieron a enviar una y espacios laicos sobre el patriaricado, la violencia
versión final de su ponencia para la publicación. simbólica, la sororidad y la relectura bíblica desde
una postura feminista. Agradecemos a Mensen met
La RETLP es un colectivo de teólogas, teólogos y een missie por el apoyo continuo en este andar. Se-
líderes de diferentes iglesias cristianas; en base a la guimos con la confianza de que Dios nos mira a no-
teología crítica feminista de la liberación hacemos sotras, ve nuestras realidades, la violencia vivida y
reflexión, producción bíblica-teológica, incidencia nos da la sabiduría para cambiarla.
10 Transformamos la violencia
Memorias del X Encuentro de Teología Feminista en BOLIVIA 11
INTRODUCCIÓN
C
omienzo con esta cita bíblica que ha corres- culiza el caminar, las entradas, y el peso de la misma,
pondido a la celebración final de nuestro X sobre nuestros cuerpos. Y así fue nuestro encuentro;
Encuentro de Teología Feminista (XETF) cris- la etapa preparatoria fue dura, tal como iban las mu-
talizado en agosto del 2019. El mismo se ha realiza- jeres en el texto bíblico, a la tumba, con la pregunta
do después de 6 años desde el último encuentro rea- “¿quién podrá correr la piedra de la entrada?” Preo-
lizado por la RETLP en 2013. El tiempo transcurrido cupaciones y angustias. Hubo trabajo arduo de pla-
fue de trabajo cotidiano, persistente, quizá silencioso nificación, de debate, de sororidad entre las mujeres
pero constante, como una buena comida que se coci- que conformamos en ese momento la RETLP y que
na a “fuego lento”. La gestación del XETF, tuvo su no éramos muchas.
propio ritmo, pues la RETLP venía celebrando los
encuentros cada dos o tres años, más el décimo tomó Ya en el encuentro sentíamos que la “piedra se co-
más tiempo del esperado, una espera propicia. rrió” y de esa forma se tuvo acceso a la alegría del
Resucitado, a los cuerpos danzando la vida. Era una
Estos versículos bíblicos eran la metáfora perfecta alegría encontrarse con tantos rostros de mujeres de
del momento que vivíamos en el XETF. En esta cita Bolivia y de otros países, y como nunca antes se tuvo
bíblica se tiene la metáfora de la “piedra” que obsta- un alcance internacional.
12 Transformamos la violencia
Este encuentro fue honrado con la presencia de nues- ponencias, y hoy te presentamos este libro que re-
tra querida Ivone Gebara, que convocaba a tanta gen- coge –precisamente- esos conversatorios y debates.
te. Fue un homenaje a su gran aporte a la teología fe-
minista latinoamericana. Estuvimos profundamente Este encuentro fue la apuesta más clara de la RETLP
felices de escucharla y aprender “a los pies” de esta por el quehacer de la teología feminista. Sabíamos
maestra, una experiencia grata y feliz para muchxs. con nitidez que el largo caminar previo desembocaba
en una querencia concreta, dedicar nuestros esfuer-
Y así, sin piedras que se interpusieran en el camino, zos a la teología feminista. Seguir aportando a esta
accedimos a la alegría del encuentro. Con algunas teología que sintetiza nuestra opción de fe (somos
mujeres era el momento para el reencuentro, pues mujeres creyentes y no nos vamos de nuestras igle-
siempre nos mantuvimos en el camino, en la mis- sias) y somos feministas, cristianas, aunque muchxs
ma lucha por la utopía. Con otras personas, era la identifiquen en ello una incoherencia, pero nosotras
oportunidad de conocerse, de intercambiar puntos de reafirmamos que es posible soñar y trabajar por igle-
vista de enriquecernos mutuamente. sias plurales, igualitarias y democráticas, al estilo del
discipulado de iguales. Este libro es testimonio de
Al finalizar del encuentro, y siguiendo el texto bíbli- ello.
co, resonaba el anuncio del ángel: “No se espanten.
Buscan a Jesús Nazareno, el crucificado. Ha resu- El libro está estructurado en tres capítulos, siguien-
citado, no está aquí” (Mc 16:6). Era la alegría del do también las temáticas del encuentro. Los aportes
anuncio de lo vivido, era al mismo tiempo el envío no son equitativos con las temáticas, hay temáticas
a seguir a la raíz y principio de nuestra fe, Jesús. Era con muchos aportes y otras con menos. También este
el momento de partir con el corazón alegre y sintién- encuentro es un aprendizaje a tomar en cuenta para
donos un poco más livianas, un poco más libres, un nuestro trabajo futuro.
poco más articuladas, un poco más animadas a le-
vantar las piedras del camino para encontrarnos con El primer capítulo se habla de la “genealogía de la
la vida, la vida digna. violencia”. Son seis artículos que corresponden a:
Ivone Gebara, Natalia Salas, Pamela Choque, Gaby
Ya “el cuerpo no estaba allí”, era el momento de se- Quispe, Caroline Sölle y Augusto Barahona. Resul-
guir camino misionero con nuevos aprendizajes, de- tó un capítulo muy provechoso para el análisis del
safíos, herramientas y tantos rostros en la memoria origen, la génesis de la violencia que hoy en día se
de ese “hasta pronto”. Se tuvo el tiempo de procesar despliega en contra de las mujeres. Pues, desde esa
el encuentro, de rumiar enseñanzas y de sistematizar realidad se construye una crítica a la justificación re-
Memorias del X Encuentro de Teología Feminista en BOLIVIA 13
ligiosa de esa violencia, es una mirada a la luz de sapiencia de proponer cambios profundos a nuestra
nuestros tiempos y con el firme deseo de que busca- identidad cristiana sobre el cuidado de nuestra casa
mos un contexto social y eclesial más humano, más común. Si bien la demanda ambiental es un grito
igualitario y equitativo de todos y todas. profético de nuestros días, también se hace necesa-
rio llevar la misma al campo religioso y cristiano,
En el segundo capítulo recoge los aportes sobre porfiar cambios urgentes en nuestro modo de vivir y
“teología feminista”, es el capítulo más rico en apor- estar en el aquí y ahora.
tes pues contiene ocho artículos de: Ivone Gebara,
Fernando Torrez, Marcela Soto, Elizabeth Gareca, El presente libro es un lindo material de uso para
Yovanka Antezana, Erlini Tola, Sandra Mansilla y toda la gente que fue parte del encuentro. Será la
Sandra Mazo. En este segundo capítulo se encuentra oportunidad perfecta de hacer memorias lentas, es-
reflexiones sobre el quehacer de la teología feminis- pero lo disfruten. Para la gente que no estuvo en este
ta, aportes desde diferentes perspectivas que enri- encuentro será propicio para conocer aportes frescos,
quecen nuestra reflexión y praxis. nuevos, de personas que están en el camino inten-
tando tejer sentí-pensares, ensayando nuevos pasos,
Finalmente, el tercer capítulo está dedicado a la poniendo el cuerpo en la teología feminista. Ojalá
“ecoteología feminista”. No se denomina ecofemi- también sea un pretexto para que en el futuro tejamos
nismo porque este concepto no acuña la parte teoló- juntxs, nos “enredemos”, nos aliemos en contra del
gica y religiosa, tampoco lo llamamos simplemente patriarcado, acuerpemos el cuerpo del Resucitado,
“ecoteología” porque esta teología tiene un apellido, soñemos juntxs iglesias cristianas democráticas e
se llama “feminista”. Este capítulo tiene dos apor- igualitarias ¡la utopía es nuestra!
tes: Ivone Gebara y Efraín Vásquez. Dos aportes
que parecieran sabor a poco, pero que contienen la Elizabeth Gareca, a nombre de la RETLP
14 Transformamos la violencia
Memorias del X Encuentro de Teología Feminista en BOLIVIA 15
GENEALOGÍA DE LA VIOLENCIA
16 Transformamos la violencia
Memorias del X Encuentro de Teología Feminista en BOLIVIA 17
M
uchas personas religiosas se asombran proceso evolutivo. La religión fue una respuesta a la
cuando la palabra violencia se asocia con violencia y los miedos que observamos en nosotros
religión. Tenemos dificultad para relacionar mismos y fuera de nosotros. Y desde allí también se
esas dos palabras. Es como sí una estuviera muy le- ha usado la violencia contra los llamados enemigos,
jos del universo de la otra, como si una representara así como contra lo que llamamos maldad en noso-
el bien y la otra el mal. Asimismo, las figuras religio- tras mismas. Nuestras deidades son nuestra cara y
sas importantes son confiables y se colocan del lado luchan por nosotros y contra nosotros, dependiendo
del Bien, y los no religiosos muchas veces se ubican de dónde nos encontremos y de las situaciones que
del lado del Mal. vivamos. Desde esta perspectiva, se puede decir que
la violencia es una expresión de la vis, término que
Sin embargo, tenemos que admitir la interrelación etimológicamente viene del latín y significa ‘fuerza’.
que existe entre múltiples experiencias y las pala- Esta fuerza vital que nos constituye adquiere aspec-
bras Bien y Mal, y entre violencia y religión, desde tos de negatividad y positividad, crueldad y bondad,
los albores del surgimiento de los seres humanos. miedo y seguridad, ternura y violencia, según las
Esta interrelación se expresa de varias formas en los situaciones y los tiempos en los que aflora a nues-
mitos y las prácticas religiosas de muchas culturas. tra conciencia. Al afirmar esta mezcla de nuestras
Ambas, violencia y religión, son resultado de nuestro energías vitales y, por lo tanto, de lo que llamamos
18 Transformamos la violencia
su polo positivo y negativo, estamos superando los que en el “sí” habita el “no” y viceversa. Por lo tanto,
paradigmas tradicionales de oposición dualista en- es necesario plantear una nueva comprensión de lo
tre lo verdadero y lo falso, lo bueno y lo malo, lo que llamamos violencia.
divino y lo humano, la ciencia y la ficción, la reli-
gión y la ciencia. Estamos afirmando que, aunque En esta perspectiva, también situamos a las religiones,
las distinciones y los análisis sean necesarios, y las que antes considerábamos fuente de verdad absoluta
diferentes ciencias tengan sus reglas, siempre existen y que ahora se ven reducidas a mezclarse con las in-
un “no saber”, una mezcla y una imprevisibilidad en seguridades de la vida a pesar de los sentidos y las
todo, fronteras que se tocan y actividades engañosas. protecciones que ofrecen. Todo nos invita a vivir en lo
Siempre quisimos entender este acertijo y darle res- provisorio, aunque siempre aspiremos a lo definitivo.
puestas. A veces unimos los que nos parecen polos Todo nos invita a percibir la diversidad de la llamada
opuestos, otras los separamos radicalmente, y otras unidad en su continua interrelación con nuestras vi-
veces aun simplemente los acercamos. Seguimos das, aunque nuestras emociones hayan sido educadas
esta dinámica en diferentes tiempos y culturas. para aspirar a la permanencia y la continuidad de las
cosas buenas. Por lo tanto, estamos invitadas a buscar
Hoy podríamos decir que la percepción de la vio- en la impermanencia y la mezcla continua de todo, en
lencia dentro y fuera de nosotros requiere un nuevo el mestizaje, en la historia temporal que nos consti-
paradigma interpretativo que incluye la imprevisi- tuye, en las nuevas formas de convivencia y de res-
bilidad y la incertidumbre que nos caracterizan, así peto colectivo e individual para que podamos seguir
como la mezcla e interdependencia de estos aspectos viviendo en la sociedad de la mejor manera posible.
entre sí. Sin duda estamos en un terreno cambiante, El desafío del momento es comenzar a entendernos
es decir, ya no nos movemos en las certezas cogniti- nuevamente para reorganizar las relaciones.
vas y éticas dualistas y excluyentes, sino que estamos
en el terreno de la diversidad de posibilidades. No En esta línea, quiero recordar algo de la cuestión de
avanzamos hacia una dirección fija, aunque percibi- la violencia religiosa de los orígenes o de los mitos
mos las vueltas que tenemos que dar en el laberinto de los pueblos antiguos, que nos ayudan a reflejar de
de la vida. Quienes adherimos a estos paradigmas o manera más amplia la violencia del mundo contem-
referencias no queremos encontrar la verdad absolu- poráneo. Tal procedimiento permite que la teología
ta porque nos damos cuenta de que esa pretensión era feminista amplíe sus interpretaciones más allá de los
parte del viejo paradigma que afirmaba que siempre límites consagrados por las tradiciones patriarcales
caminamos en una especie de linealidad y que el Bien institucionalizadas. Por lo tanto, el propósito no es
se encontraría siempre más adelante. Hoy hablamos resolver los enigmas que nos habitan, sino responder
de evolución e interdependencia. Hoy encontramos a las injusticias históricas que, debido a la natura-
Memorias del X Encuentro de Teología Feminista en BOLIVIA 19
lización de ciertas interpretaciones, nos convierten ción nos ayudaría a desarrollar procesos educativos
en mujeres sumisas y cautivas de mandamientos y y sociales que puedan abordar mejor nuestra realidad
órdenes consideradas superiores. relacional y nuestros límites.
duciendo luego gradualmente en los diferentes con- Más adelante, en el capítulo 3 del Génesis, tenemos
textos patriarcales. la narración del drama humano, la expulsión del pa-
raíso, la maldición al hombre y a la mujer, así como
“Y Yahveh Dios le dio al hombre un mandamiento; la maldición a la serpiente. La maldición es la ex-
le dijo: ‘Puedes comer todo lo que quieras de los ár- presión de la transgresión de los límites necesarios
boles del jardín, pero no comerás del árbol del bien y para la convivencia, y de la posesión indebida de los
del mal…”. (2, 16-17) secretos de la vida.
He aquí la introducción de los límites, es decir, lo hu- En la maldición a la mujer, se expresa su sumisión
mano surge de la vida, pero no es la vida toda. Toda a los deseos del marido, es decir, el escritor del tex-
la vida está simbolizada por las consonantes que for- to reproduce algo que ya existe en la historia de las
man la palabra Yahveh. Somos de la tierra y somos relaciones de ese pueblo y es leído como un límite a
soplo de Vida, pero no tenemos todo el poder sobre ser observado. El mito no es histórico en el sentido
ella. La prohibición es la expresión de la conciencia de los acontecimientos, sino que expresa a través de
de nuestros límites, que son requeridos por y para la su simbolismo comportamientos y realidades histó-
convivencia en común, pero se ha convertido en ley ricas. La maldición al hombre es similar, aunque no
masculina de unos sobre los otros y otras. se dice que estará sujeto a su mujer. Y la maldición
a la serpiente —aunque remita a las deidades aladas
Seguimos más adelante: de Mesopotamia como Astarté— indica que, cuando
nacemos, la tentación, el mal, el deseo de poder ya
“Dijo Yahveh Dios: ‘No es bueno que el hombre esté están en el mundo humano, los encontramos porque
solo. Le daré, pues, un ser semejante a él para que nos precedieron y los continuamos como parte de
lo ayude’ […]. Le sacó una de sus costillas […] for- nuestra herencia antropológica.
mó una mujer y la llevó ante el hombre. Entonces el
hombre exclamó: ‘Esta sí es hueso de mis huesos y En este punto, vuelvo a llamar la atención sobre la
carne de mi carne’…”. (2, 8, 21-23) “vis”, la fuerza vital que se manifiesta primero en
Yahveh al crear todo lo que existe, y a continuación
Sin duda aquí hay una clara jerarquía cultural de pre- en el hombre (para arar la tierra) y la mujer como
domino masculino. Aunque se puede decir que Adán “auxiliares”. Existe cierta sumisión en el término au-
es la tierra, la arcilla…, simplemente, nacimos de la xiliar, pero no nos detendremos en este punto.
tierra, sin embargo, las traducciones e interpretacio-
nes posteriores fueron sexualizando la tierra y jerar- Esta fuerza vital (vis) característica de Yahveh no es
quizando a los seres nacidos de ella. necesariamente masculina o femenina, aunque siem-
Memorias del X Encuentro de Teología Feminista en BOLIVIA 21
pre la hayamos leído como masculina desde el con- del orden en nosotros, es quien impone el castigo, o
texto patriarcal. sea, “aquello que es”, la Vida es la que impone el
castigo y los límites.
Es Yahveh —todo lo que es, la vida— el que impone
la primera prohibición: “… no comerás del árbol del En el mito aparece que solo el diálogo franco es in-
bien y del mal”. ¿Qué sentido tiene esta prohibición? suficiente para mantener el orden social. El yo es in-
Mucho se ha escrito sobre ella, pero solo quiero ex- fractor. El yo humano es tentado y cede a la tentación
presar un aspecto de su significado, que es que los de apoderarse del orden prohibido que podría servir
seres humanos no poseen el bien y el mal. Esto signi- a todos, pero quiere someterlo a sí mismo, a sus inte-
fica en cierto modo la relatividad del bien y del mal, reses individuales.
su sumisión a las muchas circunstancias, épocas y
culturas, personas. La mujer y el hombre comen de Para la restauración y el mantenimiento del orden se
este fruto y sufren por la violencia divina y por su apela a la violencia, al castigo que, de hecho, se torna
propia violencia. Expulsados del paraíso, se convier- parte de la condición humana, aunque susceptible de
ten realmente en seres humanos, debiendo cada uno modificación.
a su manera y con los condicionamientos de su cir-
cunstancia enfrentar la multiplicidad de violencias. Antes de que comieran del fruto del árbol del bien y
del mal, el mito revela el “estado de la naturaleza”,
Pero, ¿por qué son expulsados? La expulsión es sim- el estado imaginario en el que se cree en la armonía
bólicamente la salida de un lugar bueno y protegido de todas las cosas. De la naturaleza pasamos a la His-
a otro de andar errante, de búsqueda continua. En toria, y ahí la realidad conflictiva de nuestra vida se
la realidad, hombres y mujeres son expulsados del manifiesta de múltiples formas.
útero, símbolo de protección y alimento, para salir a
luchar por la vida y vivir esa condición día tras día, y La violencia en sentido amplio es una realidad en
esta es una aventura histórica multifacética. nosotros y en el mundo. Está presente en mí y en
toda nuestra galaxia. La diferencia es que en tanto
Si analizamos la conversación de Yahveh con el humanos somos conscientes de ello y esa conciencia
hombre y luego con la mujer (ninguno todavía tiene es, al mismo tiempo, nuestro privilegio y nuestro tor-
nombre), queda claro que hay una especie de acusa- mento. Por eso es bueno tener claro que no podremos
ción del hombre a la mujer y de la mujer a la serpien- acabar con la vis —la fuerza vital—, pero podemos
te. Existe una especie de irresponsabilidad colectiva sí ejercer control sobre las radicalizaciones de nues-
manifestada por el mito frente a la necesidad del or- tros comportamientos como las diversas formas de
den social. Somos desobedientes. Y Yahveh, símbolo violencia que ejercemos contra los demás.
22 Transformamos la violencia
en los siglos XX y XXI comenzaron a manifestarse nosotros. Me refiero de manera particular a la dimen-
como un fenómeno de conciencia social mundial. sión ética presente en la tradición cristiana y que la
teología feminista viene intentado rescatar. Se trata
Como es sabido, en todos los movimientos históri- de un llamado interno y externo a luchar por la digni-
cos, son los esclavos los que se rebelan contra los dad de todos y todas. Desde esta perspectiva, la ética
amos, los trabajadores contra los patrones, los ciu- cristiana se encuentra con otras éticas y tradiciones de
dadanos contra los gobiernos, y así en más. Nosotras sabiduría en la medida en que estamos buscando salir
las mujeres nos estamos afirmando frente a una so- de las dominaciones patriarcales y fomentar sororida-
ciedad que ha naturalizado nuestra opresión a partir des y fraternidades entre nosotros.
de diferentes banderas de lucha y especificidades.
Hablamos como mujeres negras, indígenas, mesti- En este sentido, el feminismo y especialmente las
zas, lesbianas, transgénero, pobres, ricas y muchas teologías feministas han enfatizado su lucha con-
otras fragmentaciones de nuestra causa fundamental, tra la violencia religiosa simbólica, así como contra
que es la afirmación de nuestra dignidad y los de- una concepción jerárquica y excluyente de nuestros
rechos de ciudadanía. Y en esa afirmación estamos cuerpos, corroborada en particular por las religiones
descubriendo hasta qué punto el discurso y la simbo- monoteístas. Asimismo, han propuesto un diálogo in-
logía de las iglesias cristianas fortalecen la domina- terreligioso teniendo conciencia de la importancia del
ción femenina. Estamos descubriendo también que fenómeno religioso en la cultura de todos los pueblos.
la esencia del mensaje cristiano no es necesariamen- Han trabajado por los derechos legales de igualdad so-
te la centralidad de la figura de sus protagonistas del cial y salarial y tratado de garantizar a través de diver-
pasado o del presente, interpretada a partir de una sas leyes la dignidad de los cuerpos femeninos.
clave patriarcal. Esta clave se rige por una lógica
dualista que excluye a aquellas personas considera-
das más débiles e inferiores, aunque el discurso ofi-
cial pretende ser inclusivo y defensor de la justicia. Conclusión
Estamos en un universo de tradiciones e interpreta- Para finalizar, quiero subrayar el intento de los fe-
ciones. Estamos en el juego de los conflictos de in- minismos de superar los dualismos y oposiciones a
terpretación y los poderes que usaron la Biblia para menudo simplistas. En este sentido, ser feminista no
oprimir, dominar, prohibir u otorgar favores. Pero hay quiere decir eliminar otros mundos que no son como
una dimensión de significado fundamental que puede el nuestro, ni convertirse en la visión predominante
ayudar en la construcción de los sentidos de nuestras universal, ni tampoco pretender excluir diferentes
vidas y, por lo tanto, de las relaciones sociales entre visiones masculinas o de otro tipo. Se trata de abrir
24 Transformamos la violencia
diálogos y nuevas formas de vivir juntos en la com- Es desde esta perspectiva que me atrevo a afirmar
pleja mezcla de la vida. De intercambiar con otros al feminismo y, en particular, a la teología feminista
espacios para construir un mundo diferente donde como una teología herética en relación con el orden
podamos vivir con más dignidad y respeto mutuo. patriarcal y el dogma religioso. El dogma (dokeo =
enseñar lo que se debe creer) necesita de la herejía
No creemos en el fin de la violencia ni de los conflic- (airesis = algo que se discute), es decir, el dogma
tos entre nosotros; si así fuera, correríamos el riesgo nace de la herejía y la herejía se opone al dogma. Es
de negar la historia misma. Buscamos formas razo- por eso que se puede discutir el dogma, y las mujeres
nables de convivencia, diálogos plurales y leyes que y otros grupos tienen derecho a refutarlo y expre-
garanticen los derechos de unos y otras en las dife- sarlo de otro modo más adecuado a nuestro tiempo.
rentes dimensiones de la vida. El dogma es algo nuestro, aunque afirmemos que
procede de Dios. Esta posición nos permite darnos
Los ideales feministas no son el fin de la historia. cuenta de que en todas las creencias religiosas exis-
Solo somos constructoras de nuevas relaciones, in- te siempre la posibilidad del disenso y de la crítica,
terceptadas por otras novedades y hábitos milena- porque después de todo hay que volver a recordar
rios, teniendo un rumbo renovable que llamamos que las religiones y las teologías han nacido de nues-
respeto a las personas y al planeta donde somos ape- tros cuerpos, son lenguajes que vienen de nosotros,
nas una especie o una dimensión importante del con- son interpretaciones de sentido que nos habitan y nos
junto. Estamos invitadas a mantener la biodiversidad ayudan a vivir. Las religiones y las teologías no están
animal, vegetal y humana sin pretender ser dueñas de exentas de la violencia contra los otros y otras, no
la verdad de nuestro tiempo, pero con la aspiración son ajenas a la tentación del poder, las seducciones
de ser sensibles a los dolores de unos y otras y res- de este mundo y las muchas máscaras que usamos en
ponder a ellos. beneficio propio.
Memorias del X Encuentro de Teología Feminista en BOLIVIA 25
Liderazgo femenino y
violencia eclesial
Natalia Salas
CHILE
E
l trabajo eclesial femenino es un tema invisi- Los conceptos de violencia espiritual y violencia
bilizado a través de la historia de las religio- eclesial están arraigados en las prácticas religiosas,
nes; aun cuando ha estado presente, la escritura quienes a su vez se fundamentan en las lecturas y
misógina ha promovido que permanezca en el ano- exégesis bíblicas misóginas, que encuentran una
nimato. Según lo plantea Tamayo1, “las religiones tierra fértil en las culturas patriarcales presentes en
son uno de los lugares donde las mujeres sufren una Latinoamérica. versículos y citas bíblicas recurren-
de las experiencias más radicales de silenciamien- temente.
to, discriminación e invisibilización.” Este hecho se
acentúa tanto en la tradición oral como escrita, de- “…De un modo u otro favorecerían una primacía del
bido a que la mayoría de las religiones monoteístas varón sobre la mujer y la dependencia de esta hacia
insistentemente plantean que los actores principales el sexo masculino… son tomados fuera de contexto
de las comunidades ordenadas por Dios son hombres y utilizados de una forma abusiva sin consideración
y no mujeres. de la realidad histórica ni de la tendencia sexista que
se observa en muchas traducciones bíblicas”, explica Así, muchas lideresas cristianas, predicadoras, can-
Núñez2, cuya finalidad es doblegar la voluntad de la tantes, comunicadoras, biblistas, pastoras u obispas
persona en favor de sus propios intereses, que pue- son denostadas por el espacio eclesial donde desa-
den ir escalando desde una pequeña intencionalidad rrollan sus ministerios, ya sea a través de los propios
impositiva o coercitiva hasta forzar u obligar perver- canales de comunicación religiosos o comunidades
samente a alguien. Ejemplo de ello son los bullados eclesiales por el sólo hecho de ser mujeres, debido a
casos en los medios de comunicación de la iglesia que su trabajo no se mide por sus competencias aca-
católica y de la iglesia evangélica, respecto a los abu- démicas, dones, talentos o productividad, sino sólo
sos sexuales y a la desvalorización de lo femenino. por su género.
Históricamente, los liderazgos religiosos cristianos La mujer como sujeto eclesial activo está permanen-
han sido encarnados por figuras masculinas en des- temente en un juego contradictorio, “En la Iglesia, la
medro de las femeninas. Tamayo3 subraya, “en los mujer está masivamente presente, pero está ausente
primeros siglos del cristianismo hubo mujeres sacer- en la orientación y dirección de la institución”6 ma-
dotes, diaconisas y obispas que ejercieron funciones nifestó hace 4 décadas María Clara Bingemer (1979).
ministeriales y tareas directivas hasta que la Iglesia Esto genera un contrasentido toda vez que una mujer
se jerarquizó, clericalizó y patriarcalizó y las mujeres decide empoderarse en el espacio eclesial y necesita
fueron reducidas al silencio.” Perrot4 agrega que, aun asumir roles de liderazgo al mismo nivel que un hom-
cuando las mujeres se han incorporado a los diversos bre, y podría ser fácil ya que ellas son numéricamente
espacios públicos, el ámbito religioso sigue siendo superiores en las bancas y realizan trabajos tanto do-
el más cerrado para el ingreso femenino. Y aquella mésticos como espirituales, no obstante, en la toma de
que ha logrado alcanzar este lugar explica Tauro- decisiones están impedidas de participar por ejemplo
ni5, “para integrarse, se ha tenido que masculinizar señala Hernández7, a “la única alumna de bachiller en
por ende debemos seguir hablando de desigualdad teología, del Seminario de Estudios Bautistas en San-
o falsa igualdad” en la esfera pública reconocida. tiago, de la promoción 2018, no se le asignó ninguna
2 Núñez, Miguel. 129 conceptos básicos sobre violencia domésti- so masculino. El Plural (17 julio 2019). Recuperado el 19 de
ca. 2015, Santiago, Editorial PAS, p.10 julio de 2019 de https://tribunafeminista.elplural.com/2019/07/
los-rincones-femeninos-y-el-universo-masculino/
3 Tamayo, Juan José. Mujeres Diaconisas: Cristianas Subalternas.
Recuperado el 8 de junio de 2019, de http://www.sancarlosbo- 6 Bingemer, María Clara. Citada por De Freitas, Carmelita. La
rromeo.org/docs/MUJERES%20DIACONISAS.pdf mujer latinoamericana en la sociedad y en la iglesia. Recupera-
do el 1 julio 2019, de http://servicioskoinonia.org/relat/174.htm
4 Perrot, Michelle. Mujeres en la ciudad. 1997, Santiago, Edito-
rial Andrés Bello, p.139 7 Entrevista Inédita a la Teóloga Susan Hernández Bugueño. Rea-
lizada el 6 de julio de 2019.
5 Esther, Tauroni Bernabeu. Los rincones femeninos y el univer-
Memorias del X Encuentro de Teología Feminista en BOLIVIA 27
iglesia para realizar su práctica pastoral. A diferencia sido un tema de fuerte discusión, pero su exclusión
de sus compañeros varones quienes fueron ubicados tiene raíces profundas en los escritos con pluma mas-
en iglesias.” Dando cuenta de que los estudios supe- culina, en el siglo I, el filósofo judío Filón, influyente
riores no garantizan por sí mismos el acceso al poder tanto para los teólogos cristianos como judíos, plan-
religioso para una mujer. teó un contraste entre “la vida del mundo” asociada
a lo femenino y “la vida del espíritu” vinculada a lo
Las iglesias al igual que otras instituciones, volun- masculino, donde esta última se asocia a la mente y
taria o involuntariamente, legitiman la violencia, la actividad intelectual considerada muy superior a
según plantea Corsi8 “reproducen en su funciona- lo pasivo, corpóreo y perceptible a los sentidos, re-
miento el modelo de poder vertical y autoritario; de ferentes del mundo y lo femenino explica Baring y
alguna u otra manera, terminan usando métodos vio- Cashford10. En la iglesia católica el Papa Francisco
lentos para resolver conflictos institucionales”, así ha cerrado la puerta al diaconado femenino y sen-
los cuerpos femeninos que circulan bajo estas orga- tenció: “hasta este momento no va”11, por ende, ni
nizaciones eclesiales son fácilmente maleables para pensar en el sacerdocio para mujeres.
los fines patriarcales, prueba de ello son las cuotas
de poder diferenciadas para hombres y mujeres de Algunas iglesias protestantes han iniciado los nom-
acuerdo a los estatutos en algunas denominaciones bramientos de pastoras, obispas, presidentas como,
evangélicas, por ejemplo, según ilustra la teóloga por ejemplo, la iglesia luterana, anglicana, el Ejército
Susan Hernández,9 ”en el pentecostalismo, los lide- de Salvación, entre otras. No obstante, en casi todas
razgos femeninos generalmente están a la sombra de las iglesias evangélicas el trabajo eclesial femenino
los masculinos, tienen un peso cultural distinto, por está presente, con mujeres lideresas, pero la mayo-
ejemplo, en la Alianza Cristiana y Misionera hasta el ría de las veces sin el título y reconocimiento corres-
año pasado, a las mujeres se les llamaba obreras, en pondiente, este hecho se ve reflejado en los medios
vez de pastoras.” de comunicación como: revistas de dichas iglesias,
donde los nombres, rostros y funciones espirituales
El tema de las dignidades eclesiales femeninas ha de ellas quedan invisibilizadas y se destacan las fun-
8 Corsi, Jorge. La violencia hacia la mujer en el contexto do- Pottecher. 2014, Madrid, Ediciones Siruela, p.690.
méstico. Recuperado el 9 mayo 2019 de http://www.tiva.es/
11 Aciprensa. Infovaticana (8 de mayo 2019). El Papa sobre
articulos/www.corsi.com.ar.pdf
la ordenación de diaconisas: «Hasta este momento no va»
9 Entrevista Inédita a la Teóloga Susan Hernández Bugueño. Recuperado el 29 de junio de 2019, de https://infovaticana.
Realizada el 6 de julio de 2019 com/2019/05/08/el-papa-sobre-la-ordenacion-de-diaconi-
sas-hasta-este-momento-no-va/
10 Baring, Anne; Cashford, Jules. El mito de la diosa. Traducido
por: Andrés Piquer, Isabel Urzáiz, Pablo A. Torijano, Susana
28 Transformamos la violencia
ciones laborales de los liderazgos masculinos. Las ra y ungida diaconisa, es decir, que Raquel seguiría
mujeres sólo son exaltadas cuando ocurre un evento siendo la diaconisa en su calidad de ex esposa y no
único en su denominación, por ejemplo, la hermana de pastora, pero a su vez él tendría una nueva esposa,
Elena Laidlaw y su participación en el avivamiento Ruth quien ejercería sólo el rol de esposa pastora.
pentecostal de 1909. Otro ejemplo es cuando el reco- Esta idea, que no prosperó, pero que se planteó, de-
nocimiento de ellas es en relación con la publicidad de vela un sustento patriarcal operando en la cultura y la
su esposo, este año, en la Catedral Evangélica de San- religión actual, donde los hombres tienen el derecho
tiago, el ícono de las iglesias evangélicas en Chile, su sólo por su género de decidir el futuro de las mujeres
máximo líder, el obispo Eduardo Durán fue destituido y su ubicación en las posiciones sociales designadas
por la hermandad de su propia iglesia, por acusaciones para mantener sus liderazgos.
de malversación de fondos e infidelidad. Respecto a
esto último, llama poderosamente la atención, cómo Este caso, permite visibilizar y vincular la violencia,
dicho líder públicamente manifiesta que contraerá ma- el liderazgo y la espiritualidad. Raquel es una mujer
trimonio con su amante; a través de un programa de que encabeza uno de los grupos femeninos de evan-
televisión pública:”…les informó a los asistentes que gélicas más numeroso de Chile, que hasta antes del
estaba solucionando su situación personal, lo que con- escándalo televisivo su liderazgo solo era reconocido
sistía en aceptar su nueva relación afectiva, separarse en el mundo cristiano evangélico. Es un ejemplo de
legalmente de su actual esposa y casarse con su nuevo cómo las mujeres son abusadas en ámbitos eclesia-
amor, Ruth Sepúlveda. Y también aclaró que Raquel les, manteniéndolas en un sufrimiento silencioso.
seguiría siendo la diaconisa de la Catedral12.”
El adulterio ha sido castigado severamente a través
Esta última, su esposa legítima, ha ejercido la labor de la historia, era un pecado mayúsculo en la anti-
de pastora y lideresa de la iglesia desde cuando su güedad, sin embargo, esclavas y concubinas estaban
esposo fue nombrado pastor y obispo. No obstante, permitidas. Además, para las mujeres era más severo
este hombre creyó que podía seguir siendo un líder en algunos periodos explica Sotomayor13: “El casti-
espiritual y sustentaba el poder para cambiar la per- go de los adúlteros, en muchos casos, lo ejecuta el
sona en uno de los roles establecidos estatutariamen- marido por su propia mano, cosa prohibida siempre
te para la esposa del pastor y obispo, llamada pasto- a la mujer. El marido está obligado a denunciar a su
mujer adúltera. La mujer no sólo no lo está: no puede “Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre,
denunciarlo ante los tribunales.” y se unirá a su esposa, ¿y los dos llegarán a ser un
solo cuerpo”? Así que ya no son dos, sino uno solo.
Esta mudez de las mujeres tiene como raíz el ideal ro- Por tanto, lo que Dios ha unido, que no lo separe el
mántico y religioso de que el matrimonio es para siem- hombre.
pre, donde no importa el costo que implique mantener
en apariencia una relación, sino que se debe cumplir lo A pesar de lo anterior, en Chile, aclara Barrenechea,
esperado según las enseñanzas bíblicas fundamentalis- “según datos del Registro Civil, el número de divor-
tas. Además, en el caso de Raquel denunciar a su ma- cios ha alcanzado su valor más alto en los últimos 6
rido implicaba que no sólo él cesaba en sus funciones años”15. No se sabe exactamente cuántas mujeres de
sino, por consecuencia, también ella. La idea enseñada iglesia conviven o están divorciadas, ya que las igle-
respecto a la fidelidad ciega en el matrimonio choca con sias presentan en sus cuentas públicas, el número de
los verdaderos principios del evangelio. matrimonios y bautizos, no de miembros divorciados
de hecho o legalmente.
Las mujeres que viven en relaciones de infidelidad,
permanecen en el matrimonio para mantener el prin- Otra explicación para mantener o terminar un ma-
cipio bíblico respecto a lo que Dios ha unido debe trimonio se relaciona con la feminización de la po-
permanecer así, según se fundamenta en el evangelio breza, esta obliga a muchas mujeres a permanecer
de Mateo 19: 3-614: en un mal matrimonio, ya que al separarse ellas en
muchos casos serán el sostenedor económico del
3 Algunos fariseos se le acercaron y, para ponerlo a hogar, esto significa que un divorcio podrá dilatarse
prueba, le preguntaron: debido a que el marido sostiene una familia. No obs-
tante, afirma Barrenechea, las mujeres “ahora tienen
— ¿Está permitido que un hombre se divorcie un mayor acceso a estudios superiores que hace 10
de su esposa por cualquier motivo? años. El estar más capacitadas les permite volverse
independientes, siendo capaces de sostener un hogar.
4 — ¿No han leído —replicó Jesús— que en el prin- De hecho, cada vez más mujeres se unen a la fuerza
cipio el Creador “los hizo hombre y mujer”, y dijo: laboral, donde su participación llega casi al 50%”16.
15 Universidad Bernardo O’Higgins. Recuperado el 15 de junio 16 Universidad Bernardo O’Higgins. Recuperado el 15 de junio
de 2019 de https://www.ubo.cl/hasta-en-un-20-aumento-el-
de 2019 de https://www.ubo.cl/hasta-en-un-20-aumento-el-
numero-de-jefas-de-hogar-en-santiago/
30 Transformamos la violencia
Este hecho permite a una mujer contar con más y señanza superior completa de acuerdo con Acuña y
mejores herramientas para su sustento. otros18. No se conocen los niveles de estudio de las
pastoras. En la gran mayoría de las denominaciones
En Latinoamérica ha habido un aumento conside- donde ambos trabajan en el ministerio pastoral en al-
rable de denominaciones e iglesias evangélicas. En gunos casos se sugiere y en otros se impone como
Chile, la mayor población evangélica se encuentra en requisito no dedicarse a otro trabajo secular.
las clases medias y bajas, siendo mayoritario el géne-
ro femenino, según el Instituto Nacional de Estadís- En consecuencia, el bajo nivel educacional de al-
ticas en el censo del año 200217. En general, en estas gunos líderes y lideresas, sumado al hecho que en
iglesias sus líderes son matrimonios pastorales y por muchas iglesias sus integrantes permanentes son nu-
definición son una pareja casada, modelo instaura- méricamente escasos, con bajo poder adquisitivo o
do el siglo pasado. Las mujeres en un matrimonio con una situación acomodada -pero sin una conducta
pastoral están sujetas económicamente a su cónyuge donativa-, promueven que las personas que lideran
toda vez que no manejan independencia económica sus congregaciones tarden muchos años en adquirir
y/o no poseen estudios formales. Además, no es un un patrimonio propio que les permita vivir holgada-
requisito en la mayoría de las denominaciones evan- mente y en algunos casos que renuncien. Además,
gélicas poseer estudios teológicos formales para el respecto al tema de liderazgo femenino y economía
ejercicio del pastorado. en las iglesias, Susan Hernández recalca, “En mis in-
vestigaciones encontré que los diezmos eran del pas-
En la denominación donde fueron pastores Eduar- tor y las ofrendas en algunos casos para las pastoras,
do y Raquel se hizo un estudio para medir el nivel pero se usaban para los gastos de la casa. Además,
educacional de los pastores varones, de un univer- vivían en la casa pastoral que no les pertenecía.”19
so de 290 pastores de todas las regiones del país, el Situación que deja a las mujeres desprovistas de he-
rango de enseñanza básica incompleta fue un 29,3%, rramientas y muy vulnerables para salir de una situa-
seguida de un 27,9% correspondiente a 81 pastores ción de violencia en caso de padecerla.
que cuentan con enseñanza media completa. Cabe
destacar que un 9.3% de los pastores cuenta con en- Bajo este encuadre, las lideresas evangélicas, prin-
17 Instituto Nacional de Estadísticas. Censo 2002. Características Palma, M. (2004). CARACTERISTICAS SOCIOECONOMI-
Sociales y Culturales. Síntesis de resultados. Religión. Recu- CAS DE LOS PASTORES DE LA IGLESIA METODISTA
perado el 19 de julio de 2019 de http://www.ine.cl/cd2002/ PENTECOSTAL DE CHILE. Obispado de la IMPCH.
religion.pdf
19 Entrevista Inédita a la Teóloga Susan Hernández Bugueño.
18 Acuña, R.; Candia, G.; Cerda, E.; Durán, P.; Marambio, M.; Realizada el 6 de julio de 2019
Memorias del X Encuentro de Teología Feminista en BOLIVIA 31
cipalmente de clases medias y bajas, conviven con transmitir mayormente valores patriarcales, mante-
lecturas misóginas y grandes dificultades para su niendo vivo el círculo de la violencia referente a la
independencia económica, las barreras para el em- discriminación, sometimiento y subordinación del
poderamiento y liderazgo femenino religioso son género femenino en aquellos espacios que debieran
tangibles, ya que cada una debe superar uno o más ser de liberación y dignidad, seguridad, integridad
obstáculos que operan concretamente en la actuali- moral y nunca de opresión.
dad. El caso de Raquel probablemente es la punta del
iceberg de una violencia especialmente de mujeres Para salir de estas posiciones de víctimas e invisibles
mayores, de la cual no se habla, donde las mujeres y lograr un empoderamiento genuino es necesario
anónimas predican la libertad en Cristo, pero practi- rehacer las exégesis bíblicas respecto a las construc-
can el sometimiento cultural religioso, ya que sí ellas ciones de género, en los trabajos científicos respec-
denuncian cualquier tipo de maltrato, deben abando- to a las relaciones de género del Nuevo Testamento
nar la honra que Dios les dio y son desleales no sólo “las conclusiones cuentan con un amplio consenso
a su marido sino también a su iglesia, a su vez, al no entre los investigadores: Jesús de Nazaret formó un
denunciar, son tildadas de aprovechadoras por tener movimiento contrahegemónico igualitario de hom-
el reconocimiento público y material de su trabajo, bres y mujeres que lo acompañaron por los caminos
entonces quedan atrapadas porque en cualquiera de de Galilea, compartieron su estilo de vida itinerante
los dos casos siempre serán víctimas. y asumieron responsabilidades sin discriminación
alguna por razones de género20”, indica Tamayo,
Las mujeres en las iglesias ejercen papeles relaciona- dando cuenta que ningún ser humano debe maltratar
dos con lo doméstico reproductivo, y junto con ello, y violentar a otro. El liderazgo femenino es necesa-
en estas últimas décadas, las lideresas se desenvuel- rio en la actualidad en un mundo que promueve el
ven cada vez más en la esfera pública eclesial, sin empoderamiento femenino y la igualdad de género
embargo, el poder que sustentan ha sido usado para como una forma de servir a Dios.
Bibliografía
Aciprensa. Infovaticana (8 de mayo 2019). El Papa https://www.latercera.com/la-tercera-pm/noticia/la-
sobre la ordenación de diaconisas: «Hasta este mo- noche-los-amores-del-obispo-duran-hicieron-tem-
mento no va» Recuperado el 29 de junio de 2019, blar-templo/620822/
de https://infovaticana.com/2019/05/08/el-papa-so-
bre-la-ordenacion-de-diaconisas-hasta-este-momen- Corsi, Jorge. La violencia hacia la mujer en el con-
to-no-va/ texto doméstico. Recuperado el 9 mayo 2019 de
http://www.tiva.es/articulos/www.corsi.com.ar.pdf
Acuña, R.; Candia, G.; Cerda, E.; Durán, P.; Maram-
bio, M.; Palma, M. (2004). Características Socioe- Hernández Bugueño, Susan. Entrevista Inédita a la
conómicas de los Pastores de la Iglesia Metodista Teóloga Susan Hernández Bugueño. Realizada el 6
Pentecostal de Chile. Obispado de la IMPCH. de julio de 2019.
Baring, Anne y Cashford, Jules. (2014). El mito de la Instituto Nacional de Estadísticas. Censo 2002. Ca-
diosa. Traducido por: Andrés Piquer, Isabel Urzáiz, racterísticas Sociales y Culturales. Síntesis de resul-
Pablo A. Torijano, Susana Pottecher. Madrid: Edi- tados. Religión. Recuperado el 19 de julio de 2019
ciones Siruela. de http://www.ine.cl/cd2002/religion.pdf
Bingemer, María Clara. Citada por De Freitas, Car- Núñez, Miguel (2015). 129 conceptos básicos sobre
melita. La mujer latinoamericana en la sociedad y violencia doméstica. Santiago: Editorial PAS.
en la iglesia. Recuperado el 1 julio 2019, de http://
servicioskoinonia.org/relat/174.htm Perrot, Michelle. (1997). Mujeres en la ciudad. San-
tiago: Andrés Bello.
Chekh, Eva Luna; Rodríguez, Sergio; Matus, Javie-
ra. La noche en que los amores del obispo Durán hi- Sotomayor, Manuel. (1982). Las infidelidades y el
cieron temblar el templo. En: Diario La Tercera (18 cristianismo. En: Diario el País. Recuperado el 10 de
de abril 2019). Recuperado el 12 de julio de 2019, de julio 2019, de https://elpais.com/diario/1982/02/14/
Memorias del X Encuentro de Teología Feminista en BOLIVIA 33
I
iglesia y desarmar ideologías que son transversales
ntroducción en la cotidianidad de cada uno de nosotros y cada
una de nosotras. La sociedad en su conjunto está a
Siguiendo el objetivo general del presente en-
la expectativa de encontrar nuevos caminos alterna-
cuentro en crear propuestas para promover la
tivos que eliminen la violencia de género que se ha
erradicación de la violencia de género, mi ponencia
incrementado y es asumida como situación normal.
manifiesta una reflexión desde el rol de la iglesia y
su misión, recobrando los valores de las primeras co-
munidades que Jesús motivó, para ver que desde el
rol eclesial se puede trabajar este tema en el marco
Rol de la Iglesia
de la justicia, equidad e igualdad. La visualización
de la violencia debe ser un tema que esté presente
Desde la experiencia evangélica y desde la perspec-
ahora más que nunca en nuestros contextos dentro y
tiva de la iglesia protestante luterana, comprendemos
fuera de la iglesia.
que el fin principal del mensaje del texto bíblico,
considerada como la palabra de Dios, es proclamar
El tema es profundamente desafiante, porque signifi-
“la Salvación” de Jesucristo hacia la humanidad en-
ca hacer un análisis introspectivo del quehacer de la
tregada por gracia divina, y encontramos en ella la
36 Transformamos la violencia
base para nuestra misión según Mateo 28:19-20 crecer diferentes tipos de violencia, vividos y asu-
midos como normales por los hermanos y las her-
Por tanto, id, y haced discípulos a todas las manas; desde la violencia psicológica, pasando por
naciones, bautizándolos en el nombre del Pa- la violencia simbólica, formando una cadena de se
dre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; desarrolla impune y lista para ser replicada dentro y
fuera del núcleo familiar.
enseñándoles que guarden todas las cosas
que os he mandado; y he aquí yo estoy con
vosotros todos los días, hasta el fin del mun-
do. Amén. Lectura Popular de la Biblia
Versión Reina Valera 1960 Desde la “lectura popular de la biblia” vamos recu-
perando la esencia del quehacer de Jesús con las per-
Esta perspectiva nos llama a proclamar desde la coti- sonas más desprotegidas. Nuestra realidad debería
dianidad, la vivencia de Jesús, la esperanza que mo- ser confrontada constantemente con aquel o aquellos
tivó en las primeras comunidades y el desafío de vi- mensajes del texto bíblico, para que estos nos lleven
vir en el contexto actual con directrices que marquen a una convivencia fraterna y armoniosa procurando
una vivencia solidaria, sororal, compasiva y miseri- la igualdad y equidad. Los textos bíblicos no deben
cordiosa, pero ante todo que ayude a la convivencia usarse para fortalecer los sistemas de dominación
en armonía con toda la creación de Dios. que sostienen situaciones y vulneran los derechos
humanos tipificados mundialmente, al contrario,
Lastimosamente la realidad de nuestro contexto la- desde nuestra fe debería fortalecer las convivencias
tinoamericano y boliviano es preocupante debido a sanas y edificantes para una sociedad diferente.
los intereses que prevalecen al mensaje antes men-
cionado y es dejado de lado, olvidado y quizás con- Un paso importante es permitirnos tener una lectura
siderado poco práctico ante una sociedad que es am- bíblica y reflexionarla en comunidad para escuchar-
pliamente corrupta e inhumana, que demuestra con nos y dialogar juntos y juntas. De esta manera en-
actitudes sistemáticas que fomentan los diferentes contrarnos con el Dios de la vida guiadas y guiados
tipos de violencia. por el Espíritu Santo, encontrarnos con aquel Dios
que se dirige a su pueblo, lo acompaña, fortalece y lo
Desde los diversos espacios en los que se predica el revitaliza para seguir viviendo en dignidad tomando
evangelio, ya sea con adultos varones y mujeres, jó- aquel rol de profetas anunciando las buenas nuevas y
venes y niños/as, existe un silencio que ha dejado denunciando las injusticias.
Memorias del X Encuentro de Teología Feminista en BOLIVIA 37
como sujetos de nuestra realidad e historia. La Red Sucedió que mientras hablaban y discutían
de Teólogas La Paz es un espacio en que las mujeres entre sí, Jesús mismo se acercó, y caminaba
dialogan, reflexionan, cuestionan y proponen nuevas con ellos.
actitudes para luchar contra los diferentes tipos de
violencia. Mas los ojos de ellos estaban velados, para
que no le conociesen.
Presento a la red como un ejemplo de un camino am-
plio que se ha venido tejiendo, desde las diferentes Y les dijo: ¿Qué pláticas son estas que tenéis
confesionalidades de fe: católica, luterana, metodis- entre vosotros mientras camináis, y por qué
ta etc. El compartir inquietudes, preguntas, frustra- estáis tristes?
ciones desde nuestra praxis, es compartir también
riqueza espiritual de compañerismo y encontramos Respondiendo uno de ellos, que se llamaba
en la otra los lazos que nos unen y desarma los lazos Cleofas, le dijo: ¿Eres tú el único forastero en
que nos separan, nos fortalecemos sororalmente, al Jerusalén que no has sabido las cosas que en
unirnos en diálogos, intercambiamos experiencias y ella han acontecido en estos días?
como un don maravilloso, el evangelio se hace carne
en medio de nuestro caminar. Entonces él les dijo: ¿Qué cosas? Y ellos le
dijeron: De Jesús nazareno, que fue varón
No es un camino sencillo, desde mi práctica pastoral profeta, poderoso en obra y en palabra de-
ha resultado un desafío constante leer el texto bíblico lante de Dios y de todo el pueblo;
y plantearme problemáticas del cotidiano vivir para
confrontarlas con las lecturas bíblicas y descubrir y cómo le entregaron los principales sacer-
mensajes que no aprisionan mi ser, sino más bien, dotes y nuestros gobernantes a sentencia de
fortalecen la fe al encontrarme con mensajes que son muerte, y le crucificaron.
liberadores, que promueven paz, solidaridad, com-
promiso con acciones concretas de cambio y trans- Pero nosotros esperábamos que él era el que
formación. había de redimir a Israel; y ahora, además de
todo esto, hoy es ya el tercer día que esto ha
Lucas 14:13-45 acontecido.
E iban hablando entre sí de todas aquellas Aunque también nos han asombrado unas
cosas que habían acontecido. mujeres de entre nosotros, las que antes del
día fueron al sepulcro;
Memorias del X Encuentro de Teología Feminista en BOLIVIA 39
y como no hallaron su cuerpo, vinieron di- Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro
ciendo que también habían visto visión de corazón en nosotros, mientras nos hablaba en
ángeles, quienes dijeron que él vive. el camino, y cuando nos abría las Escrituras?
Entonces él les dijo: ¡Oh insensatos, y tardos que decían: Ha resucitado el Señor verdade-
de corazón para creer todo lo que los profetas ramente, y ha aparecido a Simón.
han dicho!
Entonces ellos contaban las cosas que les
¿No era necesario que el Cristo padeciera es- habían acontecido en el camino, y cómo le
tas cosas, y que entrara en su gloria? habían reconocido al partir el pan.
Un acto también importante es celebrar juntas en co- Mujeres que nos cuentan que sus vivencias de mujer no
munidad, compartir este tiempo y sentirnos acompa- son tan alejadas a las nuestras, que tienen las mismas
ñadas y que a pesar de que nuestro caminar ha sido inquietudes, que quizá sufren muchas de las circunstan-
por diferentes rutas nos encontramos en el camino y cias que vivimos nosotras, pero que con la fe en aquel
podemos proyectar un caminar juntas, acompañadas Cristo que permite la libertad y salvación, logran tejer
y seguir adelante. redes de esperanza y propician nuevos escenarios para
reinventarse como seres humanos cada día.
Muchas mujeres que nos anteceden en este caminar,
son mujeres que cada día viven y luchan desde dife- Mujeres como las que nos antecedieron en la Red
rentes espacios para lograr la inclusión y propagar de Teólogas La Paz, mujeres que nos alientan a mi-
nuevas herramientas para eliminar la violencia ba- rar más allá de las realidades establecidas y vividas,
sada en género. Mujeres como Ivone Gevara que, que nos motivan a desarmar estructuras desde donde
desde su reflexión teológica, sus escritos y conferen- vivimos nuestra fe. Propiciando nuevos escenarios,
cias, no sólo nos ayudan a reflexionar sino desde su alentándonos para buscar dignidad en lo cotidiano
caminar en el acercamiento personal al texto bíblico y proyectando nuevos espacios de diálogo familiar,
son cuestionadas y hasta excluidas por generar pen- eclesial y político.
Memorias del X Encuentro de Teología Feminista en BOLIVIA 41
De la Economía Feminista a la
Economía del Cuidado
Gaby Quispe
BOLIVIA
Fuente: Elaboración propia en base a artículo: Diversas Perspectivas del Marketing por
Germán Velásquez Vargas.
46 Transformamos la violencia
En la tabla la economía del cuidado se encuentra di- cuelas de pensamiento. Esta autora realiza una crí-
mensionada en el marco de la microeconomía debido tica particular a la teoría neoclásica, hoy paradigma
a que analiza los comportamientos de los individuos, dominante en la disciplina y denuncia el sesgo an-
la familia, empresas y mercados en función a la ad- drocéntrico de esta mirada que atribuye al hombre
ministración y gestión de los recursos. económico (homo economicus) características que
considera universales para la especie humana, que
sin embargo son propias de un ser humano varón,
blanco, adulto, heterosexual, sano, de ingresos me-
De la Economía Feminista a la dios. La naturalizacion de la mujer en el rol del cui-
Economía del Cuidado dado es la critica mas importante del feminismo, a
traves de muchas mujeres se busca que la economia
Economía feminista, como feminismo, son concep- redefina su enfoque social hacia un enfoque de gene-
tos en evolución. Carrasco (2011) señala que “El ro que visibilice el “cuidado” como un tiempo que
pensamiento económico se desarrolla en paralelo a la tiene costo no remunerado y que debe ser ejercido
economía feminista”. A partir de los años setenta se por hombres y mujeres.
inicia una importante elaboración teórica propia y un
cuerpo de análisis empírico alrededor del trabajo de Para Rodríguez (2015), “La racionalidad del hombre
las mujeres, este movimiento cuestiona la definicion económico, esencial para las decisiones económicas
de la economia y busca visibilizar la contribucion de que toma (como participar en el mercado laboral o no
la mujer a la economia de la sociedad y las familias hacerlo), no se enfrenta con las condicionantes que
a traves del cuidado, siendo que la teoría feminista impone vivir en un mundo racista, xenófobo, homo-
es una corriente de pensamiento que pone énfasis fóbico y sexista. Por el contrario, cuando se reconoce
en la necesidad de incorporar las relaciones de gé- y visibiliza la relación entre las relaciones sociales
nero como una variable relevante en la explicación (y en este caso particular, las relaciones de género) y
del funcionamiento de la economía, y de la diferente la dinámica económica, queda en evidencia el sesgo
posición de los varones y las mujeres como agentes androcéntrico de la mirada económica convencional,
económicos y sujetos de las políticas económicas. y por ende su incapacidad para explicar apropiada-
mente el funcionamiento de la realidad y contribuir
Para Rodríguez (2015), la economía feminista cons- con relevancia a los debates de políticas públicas”.
truye críticas y reflexiones en todos los campos te- La autora hace una fuerte crítica a la economía y su
máticos de la economía, en los niveles de análisis: concepción para enmarcarla en una economía femi-
micro y macro y en relación con las distintas es- nista, así se tiene claramente identificado que la eco-
Memorias del X Encuentro de Teología Feminista en BOLIVIA 47
nomía no reconoce el rol de la mujer y su aporte a la ca desde la postura del feminismo y complementan
misma, entonces, es imperante medir la participación la ideología de género. La economía feminista es la
económica de las mujeres, en particular revelando principal base para desarrolla la economía del cui-
los mecanismos de discriminación en el mercado la- dado en términos conceptuales. A este análisis se
boral y midiendo la participación en el cuidado del suma la crítica de Corina (2005), quien refiere que
hogar tanto de hombres como de mujeres. el término economía del cuidado se ha difundido
de manera relativamente reciente para referirse a
Otro autor que analiza este enfoque es Esquivel un espacio bastante indefinido de bienes, servicios,
(2016) quien señala que “La economía feminista en actividades, relaciones y valores relativos a las nece-
América Latina se inscribe en una perspectiva es- sidades más básicas y relevantes para la existencia y
tructuralista del funcionamiento de las economías de reproducción de las personas, en la sociedad. Es un
la región y de la ubicación diferencial de mujeres y concepto aún en construcción, Corina argumenta que
varones en ellas, y contribuye a expandir los análisis “La realidad de toda actividad humana tiene como
tradicionales”. Por lo tanto, las conceptualizaciones objetivo final la propia reproducción, como personas
de la economía feminista han contribuido al avance y como sistema social con sus ambigüedades y limi-
de la agenda del cuidado y de las políticas sociales taciones”. Confirma la necesidad de seguir estudian-
en la región, aunque han sido menos influyentes en do la economía del cuidado para poderla posicionar
la política macroeconómica. En el último tiempo, en los aspectos más básicos de la micro economía,
ha habido cruces con otras corrientes críticas en la pero también de la macroeconomía al “ser una reali-
construcción de una lectura feminista de la economía dad humana y de reproducción”
social y solidaria.
Para hablar de economía del cuidado, debemos en-
Rodríguez (2015) define a la economía feminista tender lo que es el cuidado. Batthyany (2004) de-
como “Una corriente de pensamiento que se preocu- fine: “El cuidado refiere a los bienes y actividades
pa por visibilizar las dimensiones de género desde la que permiten a las personas alimentarse, educarse,
dinámica económica y sus implicancias para la vida estar sanas y vivir en un hábitat propicio. Abarca por
de las mujeres”. Esta autora construye la noción de tanto al cuidado material que implica un trabajo, al
“economía del cuidado” que ha contribuido a actua- cuidado económico que implica un costo y al cui-
lizar el debate feminista sobre las formas de organi- dado psicológico que implica un vínculo afectivo”.
zación de la reproducción social y a reconocer el im- Entonces, cuidar no es sólo proveer económicamente
pacto de estas en la reproducción de la desigualdad. dinero a la familia, se entiende el cuidado desde una
dimensión integral donde se involucra lo psicológico
Estos conceptos abordan la investigación económi- y afectivo, por ende, el cuidado en la familia no es
48 Transformamos la violencia
del cuidado es parte de la microeconomía, centrada munerado y la economia de la familia prioriza la ad-
en la administración de los recursos de las familias ministracion del dinero que hacen a las necesidades
y generalmente la persona que realiza el trabajo del familiares siendo en la sociedad que el hombre es
hogar. Estas actividades involucran prácticamente considerado el principal proveedor de este etipo de
todos los elementos de la economía, como la fuerza economia.
laboral, el tiempo, la distribución de recursos y la ad-
ministración”. De esta manera se hace imperante ha- Este concepto revela que las funciones de la eco-
blar de la economía de las familias al involucrar los nomía familiar son más complejas que sólo la dis-
recursos que se administra al interior de las mismas. tribución de los recursos en las necesidades de las
familias y que existe también un trasfondo de admi-
Para Facua (2010), la economía de las familias tiene nistración. Es así que la economía del cuidado que
por objeto una adecuada gestión de los ingresos y no tiene remuneración se asocia a la participación de
los gastos del núcleo familiar haciendo una correcta la mujer y la economía de las familias respecto a la
distribución de los primeros, permitiendo así la sa- administración de los ingresos económicos se refiere
tisfacción de sus necesidades materiales, atendiendo al hombre como principal proveedor, prevaleciendo
aspectos fundamentales de su desarrollo, como la ali- de esta manera roles de género desiguales en ambas
mentación, la ropa o la vivienda. Este autor pone én- concepciones económicas.
fasis en que esta gestión es responsabilidad de todos
los miembros del núcleo familiar, que deben conocer
todos los componentes de dicha economía: el traba-
jo, los ingresos, los gastos y el ahorro. Por lo tanto, La Humanización de la Economía a
la economía familiar es entendida también como una través del Nacimiento de la Economía
microeconomía.
del Trabajo
La función de los administradores de un hogar es
La humanización de la economía es un nuevo con-
complicada, no sólo conlleva herramientas econó-
cepto relacionado a humanizar la economía de las
micas y administrativas, sino también humanas, de
familias y a la economía feminista (del cuidado),
interrelaciones con la familia en la distribución de
sus preceptos según Altus (2016) indican: “Cuando
los ingresos. Se cuestiona la participacion de la mu-
pienso en humanización vista desde la economía, lo
jer en la toma de decisiones de los ingresos, gastos
primero que se me ocurre es el valor que tiene cada
y ahorros de la familia ya que en la economia del
individuo, pero no un valor en dinero, sino el valor
cuidado claramente se entiene que este rol es no re-
que tiene cada ser humano por el sólo hecho de ser
50 Transformamos la violencia
persona, lo cual las sitúa por sobre cualquier monto equitativa tanto a hombres como mujeres siendo que
monetario, y los hace merecedores de respeto, trato este no es remunerado.
justo y libertad. Vivimos en una época donde se ha
permitido que los valores que rigen el mercado se
impongan a la sociedad dejando de lado los valores
humanos, provocando que la percepción que tienen El Trabajo Doméstico como un
las personas de esta herramienta económica se vea Principio Económico de Igualdad
de mala manera, producto de las repercusiones nega-
tivas que han tenido en sus vidas”. Poniendo como El trabajo doméstico comprende las actividades re-
trasfondo una nueva concepción de la economía, más queridas para el mantenimiento cotidiano de las fa-
humana y equitativa y no solo atándola a una econo- milias, la crianza de niñas y niños, los quehaceres
mía del cuidado o una economía familiar, sino con- propios del hogar, el cuidado de personas ancianas y
ceptualizando una economía del trabajo en el hogar. enfermas o con capacidades diferentes. Para Inamu
(2014) “El trabajo doméstico puede ser de dos tipos:
Para la economía el trabajo forma parte de uno de remunerado y no remunerado. El hecho de que el
los tres factores de la producción, junto con la tierra trabajo doméstico no remunerado sea ejercido prin-
y el capital. Trabajo significa que una persona realiza cipalmente por las mujeres, a lo largo de todo el ci-
un conjunto de actividades, gracias a lo cual recibe a clo de vida, encuentra su explicación, en la división
cambio un sueldo, es decir, el trabajo tiene un precio, sexual y social del trabajo. Esta división, lejos de ser
que se verifica en forma de salario. Trabajo y em- un hecho natural, es un hecho socialmente construi-
pleo no siempre son sinónimos intercambiables. Para do, que asigna espacios, roles y prácticas para las
Graus (1999), “Trabajo es una tarea que no necesa- mujeres y los hombres, creando así, una separación
riamente da al trabajador una retribución económica. artificial entre el mundo de lo femenino y el mundo
Empleo, por su parte, es una posición o cargo que un de lo masculino”. Lo crítica más importante de este
individuo ocupa en una empresa o institución, donde autor y su concepto, es que el reconocimiento del
su trabajo (físico o intelectual) es debidamente remu- trabajo doméstico no es un tema de género, sino un
nerado”. El concepto de empleo, en este sentido, es tema de responsabilidad, ya que desarrollar este tipo
mucho más reciente que el de trabajo, surgió durante de trabajo también implica cierta preparacion con las
la revolución industrial y se expandió junto con el actividades que se realizan a lo largo del dia sean
capitalismo. Por tanto, el reconocimiento del trabajo hombres o mujeres. El cuidar a los niños o personas
en el hogar es parte integral del trabajo que compe- con discapacidad por parte de una madre no significa
te a todos los integrantes de la familia y de manera garantía, ya que la madre no nace con estos cono-
Memorias del X Encuentro de Teología Feminista en BOLIVIA 51
cimientos, o el hecho de haber procreado tampoco tiende como el tiempo invertido en las actividades
la hace experta en estos temas. Sin embargo, el re- laborales no remuneradas y la influencia que tiene
conocimiento al trabajo doméstico se hace plausible en las actividades laborales remuneradas. Para el
cuando estas personas son responsables de lo que ha- PNUD (2017), “Las actividades que día a día reali-
cen de una manera organizada y con la distirubcion zan las personas y cuánto tiempo dedican a ellas es-
de tareas para asumir iguales responsabiliades en el tán condicionadas por una serie de factores sociales,
cudiado de la familia. culturales, económicos e institucionales, que dife-
rencian, entre grupos sociales, las pautas de estructu-
Otro autor que coincide conceptualmente con Inamu ración del tiempo cotidiano, el tiempo que tiene cada
(2014) es Morena (2016) al definir que el “El trabajo persona representa un factor económico influenciado
doméstico es el conjunto de tareas para el cuidado de por estudios, la propia generación de ingresos, las la-
los hijos, las personas adultas mayores y con disca- bores domésticas y de cuidado y a la recreación, la
pacidad y las relativas a la limpieza y mantenimiento cual varía según su edad y ciclo de vida, el territorio
de la vivienda, compra y preparación de alimentos, y el nivel socioeconómico”. Esta definicion es la mas
cuidado de bienes y enseres, etc…”. En esta rela- atinada sobre los temas que definen el uso del tiempo
ción se hace inminente recordar lo que dice Gargallo en los hogares, lo primero que se establece es que
(2007) desde su mirada de género quien conceptuali- podrian ser muchas las actividades que se realizan
za el trabajo doméstico como la “Actividad humana en el hogar y que estas dependen de una serie de fac-
que otorga lugares diferenciados en la sociedad a las tores sociales y de territorio, sin embargo todas ellas
mujeres y los hombres, con base en el valor social se traducen en costos, concluyendo asi que el tiempo
que esa diferencia confiere al trabajo mismo”. Esta es dinero indistintamente donde, como, o con quien
definición es la más pertinente a los fines del trabajo, lo inviertas. Ahora nos toca cuestionarnos como so-
ya que contempla el tema económico y el tema de ciedad el valor que le damos al cuidado del hogar y
género, traduciendo la inequidad social de ser mujer como traducimos este costo desde la contribucion de
e invisibilizando su rol productivo en la economía. la mujer.
ciales, la participación social y el ejercicio pleno de equidad de genero, están al servicio de muchas muje-
la ciudadanía de las mujeres, son las encargadas de res y su visibilizacion desde el trabajo y contribucion
velar el marco de un ejercicio de gobierno municipal desde la economia del cuidado y desde la economia
democrático, incluyente, justo y con una ciudadanía familiar.
activa. Son instituciones que trabajan en busca de la
Bibliografía
Ajenjo Cosp, G. R. (2014). Cambios en el Uso del lud180.com/salud-dia-dia/que-estresa-mas-estar-en-
tiempo de las Parejas. Revista Internacional de Socio- tu-casa-o-trabajo
logia, 453-476.
Darwin Fabián Toscano Ruíz, H. A.-R. (2017). Eu-
Altus, Mauricio. (2016). La humanización de la eco- cacion Solidaria. Universidad Técnica de Babahoyo,
nomía. Página interactiva, Instituto de Bioética. 17-21.
Astudillo, M. (2012). Fundamentos de economía. Delgado Choque, J. “. (26 de Octubre de 2011). Obte-
México. nido de Banca Comunal y Microfinanzas: http://www.
bancoscomunales.org/editorial2.htm
Batthyany, K. (2004). Cuidado infantil y trabajo ¿Un
desafío exclusivamente femenino? Uruguay: Cinterfor. Dornbusch, R. (2005). Economía. Mc Graw - Hill
Companies.
Carrasco, C. (2011). La economía del cuidado: plan-
teamiento actual y desafíos pendientes. Economía Enríquez, C. R. (2015). Trigésima octava reunión de
Crítica, 208. la Mesa Directiva. caribe: VERSIÓN PRELIMINAR.
rado (amas de casa). Psicologia Iberoamericana, 22-29. Leiva Gomez, S. R. (2016). Migracion circular y tra-
bajo de cuidado. Psicoperspectivas, 56-66.
Garcia Calvente, M. d. (22 de Abril de 2018). Impact of
caregiving on women´shealth and quality of life. Obte- Morena. (2016). ¿Qué es el trabajo del hogar? Mexico.
nido de Scielo: http://scielo.isciii.es/scielo.php?scrip-
t=sci_arttext&pid=S0213-91112004000500011&ln- Parkin, M. (2010). Economía. México: Pearson.
g=es&tlng=en
PNUD. (1995). Construcción de indicadores de em-
Garcia, C. (2015). Instituciones de la mujer. poderamiento de las mujeres. Barcelona: Documento
de Trabajo CIAT.
Garcia, P. O. (2014). El trabajo a tiempo parcial ¿Una
alternativa para la mujer en tiempos de crisis? Socio- PNUD. (2017). Mujer y trabajo: Uso del tiempo y la
logia del Trabajo, 73 - 88. urgencia por. Santiago.
Gargallo, F. (2007). El trabajo y las mujeres. Rodriguez, E. C. (2015). Economía feminista y eco-
nomía del cuidado. Nueva Sociedad, 34.
Graus. (1999). Trabajo en la economia.
Rosario Aguirre, F. F. (2014). Las Encuestas Sobre
Guzmán, C. (2013). Economía del cuidado. Supuestos uso del Tiempo y Trabajo no remunerado en America-
- Revista económica. Latina y El Caribe. Santiago de Chile: CEPAL.
Inamu. (2014). Valorización del trabajo doméstico no Ura, K., Alkire, S., & Zangmo, T. y. (2012). The Centre
remunerado-TDNR. ertr. for Bhutan Studies. Disponible. Buta,: Center Butan.
Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Villatoro, P. (2017). Indicadores no Monetarios de Po-
(2014). Encuesta Sobre Trabajo No Remunerado y breza. Indicadores no monetarios de Pobreza; Avances
Uso del Tiempo. Buenos Aires: INDEC. y desafios para su medicion (págs. 57-65). Santiago de
Chile: Naciones Unidas - CEPAL.
Katerinne, B. (2015). Los tiempos del Bienestar So-
cial. Uruguay: UdelaR. Zamora, E. J. (2013). La Economía del Cuidado. La
Paz: Álvarez Virreira.
54 Transformamos la violencia
Memorias del X Encuentro de Teología Feminista en BOLIVIA 55
Caroline Sölle
BOLIVIA
L
a educación socio-emocional se refiere a la
promoción de destrezas intra e interpersona-
les de niños y niñas. La psicología incluye seis
1. Las habilidades o destrezas para la vida
habilidades para la vida, independientes del contexto
cultural: autoconciencia, autorregulación, concien-
En este artículo, utilizo los términos destrezas, habi-
cia social, comunicación positiva, determinación, y
lidades y competencias de manera indistinta. El de-
toma responsable de decisiones. Estas competencias
bate sobre qué deberían aprender las niñas y niños es
harán que los NNA (niños, niñas y adolescentes)
tal vez tan antiguo como la humanidad misma. Desde
sean socialmente responsables, balanceen sus pro-
finales de los años 1960’s, aparece el término habili-
pios intereses con los demás y sean resilientes frente
dades o destrezas para la vida, en contraposición a la
a la adversidad. En esto, la ciencia psicológica y pe-
mera adquisición de la lecto-escritura y la aritméti-
dagógica generalmente ignora la perspectiva de gé-
ca en las escuelas. Desde entonces, existen un sinfín
nero, la relación con la violencia y también el fondo
de listas de diferentes organizaciones, que tratan de
religioso de estas destrezas. La educación religiosa
definir y enumerar las cinco, siete, diez, diecisiete o
podría jugar un rol fundamental en transmitir las
56 Transformamos la violencia
dieciocho habilidades para la vida (Heckman 2013). impulsada desde el punto de vista económico, no
Durante cuarenta años, la discusión estaba impulsada tanto de salud ni de educación. En este giro, el Ban-
fundamentalmente en la esfera pedagógica. La meta co Mundial entra como líder de investigaciones y
de estas habilidades fue un mejor clima escolar (sin proyectos pilotos (UNICEF 2012). Ahora la meta ya
violencia y bullying), por lo cual se han realizado no es el clima escolar ni la felicidad del individuo,
varios estudios (Cohen 2009, Cohen 2010, Jimerson sino el futuro éxito en el mercado laboral (Dweck
2012, Shinde 2018, Bonell 2018). 2006, Guerra 2014, Kautz 2014). Los NNA deben
convertirse en miembros resilientes frente a la adver-
En 1999, la Organización Mundial de la Salud (OMS sidad, estarán en control de sí mismos en tanto que
1999) se adueña de la discusión, las llamó “compe- logran balancear sus propios intereses con los demás
tencias psicosociales” y las definió como “la habili- (Durlack 2011). Aún se habla de que sean social-
dad de una persona para enfrentarse exitosamente a mente responsables, involucrados, preparados y pre-
las exigencias y desafíos de la vida diaria”. Con este ocupados por su comunidad, pero la palabra “éxito”
giro, se individualizan las competencias, y la discu- toma preponderancia frente a las palabras “felicidad”
sión fue liderada por profesionales del ámbito de sa- o “convivencia”.
lud mental o psicología. En base a la psicología posi-
tiva y cognitiva (Duckworth 2007), la investigación En el siguiente análisis, y para reducir la comple-
y evidencia internacional gira en torno al desarrollo jidad, me baso en el esquema de seis habilidades:
de habilidades socioemocionales (Cunha 2006), la autoconciencia, autorregulación, conciencia social,
resiliencia y la atención plena (CASEL 2003). comunicación positiva, determinación y toma res-
ponsable de decisiones (Chaux 2008). Estos fueron
Nuevamente hay un giro en los últimos cinco años, definidos y explicitados en la siguiente esquematiza-
más cuando el debate sobre esta educación ha sido ción del Banco Mundial (2016):
Memorias del X Encuentro de Teología Feminista en BOLIVIA 57
En un sentido más positivo y desde una postura de fe o el budismo, desde una distancia cuasi zoológica.
cristiana, existen muchas propuestas de cómo ense- Se debería buscar la reflexión sobre las prácticas y
ñar “Religión” sin caer en la instrucción dogmática. creencias desde la perspectiva émica (desde aden-
tro), e impulsar que las niñas y niños encuentren y
En un contexto cristiano como el de Bolivia, los ni- comprendan las raíces de su propia cultura.
ños y niñas experimentan en sus familias y barrios
expresiones de fe cristiana de diversa índole. Por La Biblia judeo-cristiana se constituye, en un contex-
tanto, no se puede ni se debería enseñar sobre el cris- to cristiano latino-americano, en una bellísima fuen-
tianismo con la misma postura que sobre el judaísmo te para ejemplificar a las “habilidades para la vida”.
60 Transformamos la violencia
Obviamente, un personaje bíblico puede ejemplificar la siguiente correlación puede parecer un tanto ecléc-
varias habilidades, como también una habilidad pue- tica o subjetiva; y sirve más que todo como ejemplo.
de ser ejemplificada en varios personajes. Por tanto,
Desde un punto de vista de la pedagogía, la meta 1) Explotación de Género: toma ventaja de normas
debería ser fortalecer justamente aquellas habilida- rígidas y desigualdades de género existentes y
des que son culturalmente débiles en un género. Por puede resultar en una mayor explotación de niñas
ejemplo, sí las niñas tienen menos confianza en sí y mujeres.
mismas que los varones, la escuela debería hacer un
esfuerzo específico para promover esta auto-confian- 2) No Conscientes del Género: diseñado sin tomar
za entre las niñas. en cuenta las necesidades específicas de niñas,
niños, mujeres y varones. Puede inadvertidamen-
En la institución de desarrollo y ayuda humanitaria te reforzar desigualdades de género.
“Save the Children”, se utiliza una escala de análisis
de género para proyectos, de cuatro valores (Save the 3) Sensible al Género: identifica y toma en cuenta
Children sf): las diferentes necesidades, habilidades y oportu-
62 Transformamos la violencia
nidades de niñas, niños, mujeres y hombres. laic@s católic@s. Much@s de ell@s, especialmente
en colegios fiscales de convenio con instituciones
4) Género Transformativo: promueve la igualdad católicas, simplemente pasaron a ser docentes de la
de género. Identifica, trata y transforma positiva- materia “Valores, espiritualidades y religiones”.
mente las causas principales de la desigualdad de
género. Por ende, no es de extrañar que no existe un lente de
género, ni siquiera a nivel “sensible al género”, hacia
Según la escala de Save the Children, las propues- la educación religiosa. Sí combinamos la enseñanza
tas de “habilidades para la vida” son, a lo mejor, no de las “habilidades para la vida” con la educación
conscientes del género. Específicamente, ignora la religiosa, encontramos por ejemplo, que la “motiva-
perspectiva de género, la relación con la violencia, al ción de logro, impulsarnos a triunfar”, típicamente
utilizar mucho los términos “éxito” y “superación” asociada a una cualidad masculina, es ejemplificada
y “triunfo”. con figuras como Abraham, Moisés o el Rey David.
Por otro lado, la “empatía: ponerse en el lugar del
Además, en tiempos de crisis ecológica, no valora otro, caminar en sus zapatos” es típicamente asocia-
como habilidades importantes aquellas que son de do a una cualidad femenina, ejemplificado con figu-
cuidado, como saber producir alimentos, cocinar, ras como Ruth, la virgen María o María Magdalena.
cuidar a enfermos, ancianos y niños, convivir con Por tanto, la educación religiosa se cualifica como
plantas y animales etc. La psicología positivista ge- explotación de género, ya que refuerza y se aprove-
neralmente también ignora la conexión espiritual y el cha de las desigualdades existentes.
fondo religioso de estas habilidades. Eso, de por sí,
es una actitud patriarcal, porque deja “lo espiritual” a
la esfera femenina y niega su importancia.
5. Hacia una nueva enseñanza
de “habilidades para la vida” y
valores
4. Crítica feminista a la educación
religiosa Para transformar esta enseñanza de “habilidades para
la vida”, se requieren “ojos feministas”. Sin aquello,
Hasta hace pocos años, los docentes de la materia tan solo cimientan lo que de todas maneras la socie-
“Religión” en el sistema público de educación boli- dad ya se encarga de enseñar: reproducir patrones de
viana fueron generalmente sacerdotes, religios@s o roles de género que violentan a las niñas (y niños)
Memorias del X Encuentro de Teología Feminista en BOLIVIA 63
en sus potencialidades plenas. He aquí una lista de dríamos analizar a la Samaritana (Jn 4, 1-42),
postulados que veo necesarios para combinar la en- donde el uso del agua es concreto en un contex-
señanza de “valores” con las competencias psico-so- to de sequía y al mismo tiempo simbólico.
ciales en un sentido transformador de género:
• Analizar con lente de género las historias bíbli-
• Analizar la categoría de género y desigualda- cas, especialmente aquellas que ejemplifican
des de poder entre varones y mujeres en rela- valores o habilidades para la vida.
ción a cada una de las habilidades para la vida.
Ejemplo: En vez de ver a Moisés como ejemplo
Ejemplo: La habilidad para la vida “Asertivi- de “Perseverancia”, resaltar mujeres importan-
dad” es algo que debe ser enseñada con énfa- tes en la Biblia, que ejemplifiquen esta misma
sis a las niñas, para contrarrestar la tendencia habilidad, como Abigail en el AT (1 Sam 25,
cultural que las mujeres y niñas no abogan por 1-44) o la sirofenicia en el NT (Mt 15, 21-28 o
sí mismas con seguridad y honestidad. Al con- Mc 7, 24-30).
trario, el “Manejo de conflictos” es algo que se
debe enfocar mucho en los varones, ya que en • Basado en el conocimiento del contexto histó-
sus familias no aprenden a resolver conflictos rico, pero también en la perspectiva de mujeres
de otra manera que no sea por violencia física. de hoy, reinterpretar los relatos bíblicos para
redescubrir su mensaje de liberación.
• Reescribir las habilidades de la vida para refle-
jar lo que se requiere hoy para sobrevivir ma- Ejemplo: en vez de ver en María de Nazaret
ñana en un mundo ecológicamente habitable y un ejemplo de abnegación, pureza y ausencia
equitativo, sin violencia patriarcal. de sexualidad, ver en ella su decisión propia
al aceptar el embarazo, su valentía en la boda
Ejemplo: En vez de “motivación al logro: im- de Caná, su enseñanza a la comunidad cristiana
pulsarnos a triunfar” deberíamos fomentar después de la ejecución de Jesús.
“convivir con la naturaleza: buscar prácticas
sostenibles del diario vivir”.
no, y es justo y necesario que sean incorporadas en Sin embargo, sin análisis de género y las diferencias
los sistemas educativos. Uno de las asignaturas que de poder entre los géneros, ambos enfoques edu-
podrían fomentar estas competencias es la asignatu- cativos, el socio-emocional y el religioso, tan solo
ra “religión” o sus variantes laicas. En el contexto reproducen estereotipos limitantes en la futura gene-
cristiano latino-americano, la Biblia proporciona ración. Para que realmente puedan contribuir a una
muchos ejemplos de estas competencias socio-emo- sociedad más equitativa y menos violenta para las
cionales a través de narrativas que son parte del ima- niñas y mujeres, se requieren re-análisis de la des-
ginario cultural desde la colonia. La conexión entre igualdad de género, re-definición de las habilidades
las historias bíblicas y la educación socio-emocional para una vida futura sobre el planeta, re-lecturas y
no es difícil. re-interpretaciones de la Biblia que reflejen nueva-
mente el Evangelio liberador.
Bibliografía
Banco Mundial Perú (2016): Paso a Paso, Programa Chaux, E., Bustamante, A., Castellanos, M., Jiménez,
de educación socio-emocional, Guía para docentes, M., Nieto, A.M., Rodríguez, G.I., Blair, R., Molano,
Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento / A., Ramos, C., & Velásquez, A.M. (2008). Aulas en
Banco Mundial Banco Mundial, Oficina Lima, Perú Paz: Estrategias pedagógicas. Revista Interamerica-
na de Educación para la Democracia, 1, 2, 123-145
Betto, F. (2011) Espiritualidad y religión. http://
segundacita.blogspot.com/2011/12/espirituali- Collaborative for Academic, Social, and Emotional
dad-y-religion.html Citado en: Ministerio de Educ- Learning (2003). How Evidence-Based SEL Pro-
ción, 2016 grams Work to Produce Greater Student Success
in School and Life. Retrieved from http://casel.org/
Bonell, C et al (2018) Effects of the Learning To- wp-content/uploads/academicbrief.pdf
gether intervention on bullying and aggression in
English secondary schools (INCLUSIVE): a cluster Cohen, J., McCabe, L., Michelli, N., & Pickeral, T.
randomised controlled trial. The Lancet http://dx. (2009). School climate: Research, policy, practice
doi.org/10.1016/S0140-6736(18)31782-3
Memorias del X Encuentro de Teología Feminista en BOLIVIA 65
and teacher education. Teachers College Record, cial de Bolivia, Ley 070 https://cedib.org/post_type_
111(1), 180–213. leyes/ley-070-educacion-avelino-sinani-diciem-
bre-2010/
Cohen, J., & Greier, V. (2010). School climate re-
search summary: January 2010. New York: Center Guerra, N., Modecki, K., & Cunningham, W. (2014).
for Social and Emotional Education. Developing social-emotional skills for the labor mar-
ket: The PRACTICE model. Policy Research Wor-
Conferencia Episcopal Española, Comisión Epis- king Paper. Washington, DC: World Bank
copal de Enseñanza y Catequesis. https://confe-
renciaepiscopal.es/wp-content/uploads/2014/10/ Heckman, J., & Kautz, T. (2013). Fostering and Me-
comisiones_ensenanza_Categorizacin_Religion_ asuring Skills: Interventions That Improve Character
Primaria.pdf and Cognition. In: Heckman, J., Humphries, J.E., &
Kautz, T. (Eds.). The Myth of Achievement Tests:
Cunha, F., Heckman, J. J., Lochner, L., & Masterov, The GED and the Role of Character in American
D. V. 2006. Interpreting the evidence on life cycle Life. Chicago: University of Chicago Press.
skill formation. Handbook of the Economics of Edu-
cation, 1, 697-812. Jimerson, S., A. Nickerson, M. Mayer, & M. Furlong
(2012). The handbook of school violence and school
Duckworth, A., Peterson, C., Matthews, M., & Kelly, safety: International research and practice (2nd Ed.).
D. (2007). Grit: Perseverance and passion for long- New York: Routledge.
term goals. Journal of Personality and Social Psy-
chology, 92(6), 1087. Kautz, T., Heckman, J. J., Diris, R., Ter Weel, B., &
Borghans, L. (2014). Fostering and measuring skills:
Durlak, J., Weissberg, R., Dymnicki, A., Taylor, R., Improving cognitive and non-cognitive skills to pro-
& Schellinger, K. (2011). The Impact of Enhancing mote lifetime success. (No. W 20749). National Bu-
Student’s Social and Emotional Learning: A Me- reau of Economic Research
ta-Analysis of School-Based Universal Interven-
tions. Child Development, 82(1), 405-432 Ministerio de Educación Estado Plurinacional de
Bolivia (2011) PROGRAMA DE ESTUDIO NIVEL
Dweck, C. (2006). Mindset: The New Psychology of DE EDUCACIÓN PRIMARIA COMUNITARIA
Success. Random House. VOCACIONAL
Estado Plurinacional de Bolivia (2010). Gaceta Ofi- Ministerio de Educación Estado Plurinacional de
66 Transformamos la violencia
Bolivia (2016). Unidad de Formación Nro. 12 “Va- Save the Children (sin fecha) Generando El Cambio
lores, Espiritualidad y Religiones - Espiritualidad y Transformacional. Guía y Kit de Herramientas del
religiones en el conocimiento humano”. Cuadernos Programa de Igualdad de Género de Save the Chil-
de Formación Continua. Equipo PROFOCOM. La dren https://onenet.savethechildren.net/whatwedo/
Paz, Bolivia. Valores Espiritualidad y Religiones - genderequality
profocom - Ministerio de Educación
Shinde, S et al (2018) Promoting school climate and
Organización Mundial de la Salud (OMS) (1999). health outcomes with the SEHER multi-component
Guidelines: Life Skills Education Curricula for secondary school intervention in Bihar, India: a clus-
Schools. Ginebra, Suiza. ter-randomised controlled trial. The Lancet http://
dx.doi.org/10.1016/S0140-6736(18)31615-5
Organization for Security and Co-operation in Euro-
pe (OSCE) (2007) Consejo Asesor de Expertos sobre United Nations Children’s Fund (2012) Global eva-
Libertad de Religión o Creencia: Principios Orienta- luation of life skills education programmes. New
dores de Toledo sobre la Enseñanza acerca de Reli- York. www.unicef.org
giones y Creencias en las Escuelas Públicas. https://
www.osce.org/es/odihr/29155?download=true Vivanco JL (2017) ¿Por qué se enseña religión en
las escuelas de Perú? La Mula https://laicismo.org/
Pérez Sánchez S (2012) Educación laica en el sis- por-que-se-ensena-religion-en-las-escuelas-de-peru/
tema educativo mexicano: Entre la omisión, la am-
bigüedad y el conflicto. En Páginas de Educación Wikipedia (2019) Asignatura de religión en España.
On-line versión ISSN 1688-7468 Pág. Educativas. Accedido 7.8.2019
vol.5 no.1 Montevideo
https://es.wikipedia.org/wiki/Asignatura_de_reli-
gi%C3%B3n_en_Espa%C3%B1a
Memorias del X Encuentro de Teología Feminista en BOLIVIA 67
E
s verdad que para hablar de identidad feminis-
ta debemos empezar por las mujeres, sin em-
Quisiéramos subrayar las diversas historias en las
bargo, no sólo a partir de ellas. La identidad
que se ha ensayado tantas veces destruir la identidad
feminista participa de algo más global y por ello no
de la mujer feminista mediante diversos “tipos de
sólo se debe partir de las mujeres, sino también des-
destrucción” no sólo míticas, sagradas, o filosóficas.
de todo aquello que esté impregnado de identidad
Se ha aceptado construir formas necesarias de des-
feminista.
trucción de la identidad de la mujer sin dudar de sus
formas. Destruir a la mujer ha tenido éxito y tal des-
Desde esta perspectiva ampliada cabe convocar –in-
trucción es una construcción vigente; ha sido necesa-
cluso obligar– a varones, mujeres y demás identida-
rio destruir cruelmente tal identidad e identificación
des, a repensar una identidad feminista vivida y acep-
con ella y es por eso que desde esta primera paradoja
tada desde el punto de partida de la honda experiencia
de aceptar la permanente construcción destructora
del misterio de sí misma, identidad feminista como
de la mujer es que tendríamos que repensar y resi-
radical experiencia mística, ética y política, personal
tuar una identidad feminista, sin revictimizar o urdir
68 Transformamos la violencia
en las cicatrices. La segunda paradoja sería aún más - ¿Lo feminista como procedente de “la fuerza
desconcertante teniendo en cuenta que sí una iden- del fuego”, por ser las mujeres fuertemente
tidad feminista aboga hoy por la mujer, lo cierto es concupiscentes3?
que aún no se aboga cabalmente al apreciar formas
de construcción destructora en activo (y destructiva - ¿Cabe afirmar o suponer que la hembra es “más
en pasivo) de lo mujer1 y “sus diversos etcéteras”. libidinosa que los machos”4?
Nos preguntamos por lo que quizás todavía nos mo- - ¿Qué significa, significó y significará, ser he-
lesta de la mujer y de lo mujer, produciéndonos hasta tero-normativa o naturalizadamente una “mu-
hoy intolerancia, repulsión, escándalo o ira, porque jer” (cuerpo subalterno, deformación de la
además de habernos dispuesto consciente o incons- anatomía masculina, varón fallado, con pene
cientemente a destruir la imagen o la ficción que nos invertido), por lo menos desde hace algo más
hicimos y nos hacemos de ellas. de trescientos años?
Tal vez la identidad feminista tenga que pasar aún - ¿Sólo los varones pueden dar “testimonio”
por el filtro de las siguientes preguntas, heredadas de porque esencialmente tienen “testículo”, y sólo
siglos pasados y de la actualidad, solidificadas hasta ellos pueden decir la verdad; la mujer feminista
hoy en el imaginario esencializado de lo femenino, no, porque no serían de creer?
con graves consecuencias hacia la mujer y lo mujer:
- ¿Qué significa hablar de “femenino” o de “mu-
- ¿Feminista fundado sobre “lo femenino” como jer como ficción política [médico, o jurídica]”
fides minus, menor fe o menor fidelidad (según (B. P. Preciado), o mujer como ficción teológi-
el Malleus Maleficarum2), sugiriendo lo infra- co-político-colonial que acaba “inscribiéndose
valorativo de una específica identidad? en el cuerpo [y] tomando la forma de la subje-
tividad” (Ibid.)?
1 “Lo mujer” en este artículo es un intento de verbalizar los diver- 2 Cfr. KRAMER, Heinrich y SPRENGER, Jacob. (1487 D.C.).
sos cuerpos inscritos en los procesos histórico-subjetivos, para- Malleus Maleficarum [Martillo de las Brujas]. Universidad de
lelos a la “mujer” heteronormativa. En tales procesos lo gay o lo Colonia, Alemania.
lésbico (en conjunto con los otros diversos cuerpos) son apenas 3 Cfr. SAN ISIDORO DE SEVILLA. (627-630 DC.). Etymolo-
pequeños capítulos identitarios (pero fundamentalmente vigen- giarum XI, II, 24. Zaragoza, España.
tes). Es evidente que “lo mujer” se trata de una construcción en y 4 Ibid.
desde todas las identidades, cuerpos, y espacios posibles, aunque
se opine a veces que eso sólo sea propio de mujeres; craso error.
Memorias del X Encuentro de Teología Feminista en BOLIVIA 69
- ¿Cómo replantear, reconstruir o repensar una mentos críticos, nuevos lenguajes y gramáticas, pero
identidad feminista desde la mujer, lo mujer, seguimos en la espera de nuevos feminismos desde
junto a otras identidades feministas y nuevos la mujer y lo mujer. Tales micro-sujetos se encuen-
feminismos como aporte a la reconstrucción tran poco formados en teología política, y esto puede
del cosmos, de la creación, la ciudad, el campo, impedir un proceso pendiente con los nuevos femi-
la red social o la conciencia? nismos teológicos y políticos desde América Latina.
Primero, “sujeto” como agente y no como paciente Luego de colonizaciones externas e internas, de exo-
de los mismos discursos teológicos y políticos. Se- colonialismos y autocolonialismos, impregnados en
gundo, sujeto “teológico-político” porque se trata de la identidad de las y los diversos creyentes coloniza-
reevaluar el fundamento teológico y político (con su dos, estos tres feminismos mencionados (inventados
prolongación institucional, económico-administrati- y construidos durante el reciente pasado siglo XX),
va, programático-educativa) en el que hasta hoy se podrían asistir a la desconcertante postulación del
inscriben ciertas identidades feministas sin dudas ni dios/a/e aún por inventar, desde el punto de vista de
murmuraciones. Y tercero, sujeto “desnaturalizador” que el Dios técnicamente inventado ya se había hecho
porque es un sujeto/a/e consciente de los discursos presente desde la llegada del paradigma colonial en
feministas con fundamentos teológicos y políticos en 1492. Partimos del presupuesto de que teológicamen-
los que lo natural no logra distinguir lo naturalizado te nada ha podido creerse, contemplarse, admitirse o
de lo re-naturalizado, sin preguntarse antes “sí existe adherirse, sin las huellas inventivas del lenguaje hu-
algo natural en sí mismo”. mano, dejando a su paso dioses peor y mejormente in-
ventados; detrás de cada Dios siempre habrá la huella
Ya existen sujetos políticos feministas (mujeres, indeleble de un dios inventado, sin negar el intento de
varones), pero aún no “sujetos teológico-políticos ayudar con ello a alcanzar la radical experiencia de lo
desnaturalizadores” de los propios feminismos. Se Divino en total apertura y asombro.
podría apelar a movimientos feministas LGTBI o
feministas Qeer, identificados como “micro-sujetos Teológicamente ha sido tal la contundencia de la
excluidos” capaces de desnaturalizar críticamente identidad inventada del dios extranjero y del dios lo-
los feminismos sobre la mujer, con nuevos instru- cal-adquirido de acuerdo a las delineaciones del ser
70 Transformamos la violencia
Una libre determinación del territorio-cosmos-natu- cuerpo, inventados, construidos, teologizados, identi-
raleza, en el marco de una cultura feminista, requie- taria y culturalmente contra su voluntad.
re transgredir la invisibilizada participación histórica
de la mujer y lo mujer. Una cultura feminista así po- Debemos proponernos por lo menos cuatro fuentes
dría anticipar el reordenamiento político y teológi- posibles desde donde asumir una libre determinación
co del territorio-cosmos-naturaleza con lentes de la territorial del cuerpo de la mujer (y lo mujer), siendo
mujer y lo mujer, territorio-cosmos constantemente pendientes de ser replanteadas social, cultural, polí-
re-ordenable y planetariamente reinventable. tica y teológicamente. A saber:
b) Desde el punto de vista de una cultura feminista, • El territorio corporal de la mente, los pensa-
necesitamos recorrer también el cómo ha sido in- mientos, lo racional o intelectual: el rol de las
tervenida, colonizada, proyectada, introyectada, creencias, los valores morales, las ideologías, los
programada, ideologizada y direccionada, la libre principios, los fundamentos, los argumentos, las
determinación del territorio del cuerpo de la y lo doctrinas, los dogmas, para poder ser.
mujer, al que pertenecemos y “no nos pertenece”,
bajo el siguiente posible hilo conductor: • El territorio corporal de los afectos y los senti-
mientos o lo emocional: el rol de los apegos, los
Mujer mítica (Eva, Mama-Ocllo, o Vagina Dentada), gustos, las identificaciones, el sentido de defensa,
Prostituta sagrada, Impura menstruante, Virgen mu- el abrazo, la protección, el amar.
chacha, Discípula sumisa, la monja orate del Desierto
cristiano, la Santa, la Bruja, la De fe-menor, la Va- • El territorio corporal de los deseos y atracciones
rón-fallado con pene invertido, la Re-productiva des- o lo sexual: el rol de los placeres, el dar a luz, el
de el s. XIX, Mujer histórico-científico-moderna pero sentido de clímax, orgasmo o éxtasis, las condi-
de casa, Doméstica[da] hasta avanzado el s. XX, la ciones sexuales.
que vota libremente, la andina que decide desde casa,
la que ejerce iguales Derechos, la que usa idioma y • El territorio corporal de las acciones concretas y
vestimenta originarios, la que marcha políticamente y realizaciones materiales: el rol de empezar a ocu-
moviliza, la que es Presidenta o Funcionaria de Es- par, y reivindicar territorios nunca ocupados.
tado, la sacerdote y pastora, la deportista medalla de
oro, la trabajadora, la madre soltera, la madre de al- En cada una de estas fuentes, la libre determinación del
quiler, la trans-sexual, la lesbiana, la rara, la enferma, territorio-cuerpo, de la mujer y lo mujer, ha ido evolu-
la asesinada, la propiedad del marido, la no persona, cionando según las circunstancias y el rol implícito en
la no mujer... lo mujer y lo no mujer. Territorios del cada una de ellas, con retrocesos y saltos cualitativos.
Memorias del X Encuentro de Teología Feminista en BOLIVIA 73
Dijimos arriba que lo senti-pensante es uno de esos el territorio de la conciencia también puede ser el
indudables logros de la identidad feminista; hoy los eslabón de una nueva humanidad culturalmente fe-
pensamientos y sentimientos de las culturas feminis- minista, abierta a una mejor conciencia cultural de
tas irrumpen con voz propia acallando al androcen- los múltiples cuerpos humanos, divinos, y cósmicos.
trismo colonial-patriarcal, sin camino de retorno que
lo pueda restituir. Sin embargo, parece que seguimos
ocultando lo deseante y lo necesitante de las otras
dos fuentes en tan amplio territorio-cuerpo, sobre el Cultura feminista como
cual queda la tarea de aspirar al equilibrio y la armo- reconstrucción de un árbol
nía entre las cuatro fuentes. genealógico
c) Desde el punto de vista de una cultura feminista, Dejaremos planteadas algunas claves para que una
la libre determinación del territorio de la con- cultura feminista intervenga en la reconstrucción de
ciencia es un terreno ya bastante explorado por su propio árbol genealógico feminista, en el tiempo
las ciencias de la Psicología y de la Academia, y en el espacio que más le convengan. Subrayamos
pero también un terreno donde de nuevo no asis- la necesidad de curtir el sentido pertenencia, reali-
tió tan visible, ni oficial ni participativamente la zación y de expansión de conciencia de los actuales
mujer (y lo mujer) a lo largo de más de seis mile- feminismos para futuros progresos, aspiraciones y
nios de historia. desarrollos. Un árbol genealógico insiste en hacer
contacto con los ancestros y ancestras de anteriores
El territorio de la conciencia es una gran posibilidad generaciones de feminismos; eximirnos de respon-
de libre determinación territorial para una cultura fe- sabilidad respecto de las diversas genealogías, sólo
minista como la de hoy. Se trata de una verdadera traerá repeticiones compulsivas en los inmediatos
integridad territorial-conciencial para con el plane- feminismos del futuro. Tomemos en cuenta nuestra
ta, los cuerpos, y los diversos ámbitos de la concien- más profunda procedencia genealógica, pendiente de
cia donde cabrían muchísimos otros territorios, y no ser reconciliada. Venimos de algo o de alguien, ape-
sólo bajo la responsabilidad de una cultura feminista. lando al lado feministamente metafórico, mágico,
poético, teatral, simbólico, intuitivo, milagroso, ar-
Hoy la libre determinación del territorio de la con- quetípico, de ese ramificado inconsciente por donde
ciencia como logro alcanzado por las culturas fe- podrían estar discurriendo los orígenes antecedentes
ministas merece ser revisado y reevaluado, para de las actuales y futuras culturas feministas.
identificar qué es lo que se sigue reproduciendo y
re-naturalizando colonial o hegemónicamente. Pero Toda cultura feminista es dinámica, movilizada y
74 Transformamos la violencia
movilizadora, recreada y recreadora, actora de sus (anotado arriba) podríamos identificar en qué gene-
propios cambios y transformaciones, ejecutora de ración familiar hay bloqueos inconscientes que impi-
sus muertes y renacimientos, inventiva y re-inven- den la fluidez de fuerzas o por el contrario afluentes
tiva de sus propios dioses y ateísmos, generadora de libres alrededor de éstas. No obstante, en genealogía
nuevos y viejos feminismos de acuerdo a sus múlti- asumimos el riesgo de podernos equivocar.
ples sueños y aspiraciones, bajo la movediza balanza
del consciente y el inconsciente.
temeridad para el sexo débil (Edad Media). por la ciencia y la razón (finales s. XX).
g) La mujer es varón fallado, con pene invertido e) Hoy la Psicología acepta la complementarie-
(quizás hasta antes del siglo XVII). dad entre lo racional y lo sentimental.
h) La mujer debe criar los hijos en casa, limpiar f) Hoy surge una revaloración de lo emocio-
la casa, y no salir de ella. nal, un interés histórico sobre este ámbito (s.
i) La mujer no debería estudiar: de nada le ser- XXI).
viría en la vida. g) ¿Atendiendo al papel social de las emociones,
j) La mujer es un cuerpo subalterno, deforma- cómo éstas aportan a una cultura feminista?
ción de la anatomía masculina (B. P. Preciado). h) ¿Quién se emociona o siente, desde dónde y
bajo qué condiciones, como mujer y lo mujer?
Feminismos Abuelas/os/es
Feminismos Madres-Padres
En concordancia con las fuentes del territorio emocio-
nal, sentimental o afectivo, este feminismo abarcaría En concordancia con las fuentes del territorio sexual,
una antigüedad de al menos dos generaciones familia- deseante, atrayente, y creativo, este feminismo es-
res (o cronológicas) anteriores a la actual, es decir, un taría caracterizado por una cierta mayoría de edad
feminismo abuela y maternal un poco más cercano a respecto al presente y por todo lo inmediatamente
las culturas feministas de hoy en día, en los siguientes anterior a las actuales culturas feministas. Este fe-
términos que pueden abolirse o conservarse para una minismo estaría conformado de enamoramiento,
futura intervención de las culturas feministas: erotismo, atracción, éxtasis, clímax, placer eróge-
no, producción y reproducción, de satisfacción pero
a) Lo religioso debe reprimir la expresión de los también de creatividad e invención para dar a luz
sentimientos de toda edad (Antigüedad). nuevas respuestas y soluciones:
b) Emoción o sentimiento deben ser entendidos
como irracionales o animales (Edad Media). a) El placer sexual es moralmente desordenado
c) La Psicología ha usado discursos médico-jurí- cuando es buscado por sí mismo.8
dicos y técnico-científicos sobre lo emocional. b) El uso deliberado de la facultad sexual fuera
d) Lo emocional debe ser ignorado o marginado de relaciones conyugales normales contradice
después del anterior puede generar “conflic- pechada, pero nunca absoluta: una intervención fe-
tos inconscientes” con aquél? minista sobre la naturaleza puede llegar a intervenir
g) ¿Qué consecuencias habrían entre feminis- incluso dentro o fuera de la propia “naturaleza”.
mo-hijo-único y feminismos-hermanos-varios?
h) ¿A qué “herencias universales e imprescripti- Las nuevas culturas feministas ocuparán los amplios
bles” están expuestos hoy los feminismos-hijo? territorios-cuerpo que reclaman ser descolonizados
y re-gestionados, ser des-evangelizados con urgen-
cia en lo que reclamen ser des-evangelizados.
Bibliografía
BIBLIA (de Jerusalén); PANIKKAR, Raimon; RAE; KRAMER, Heinrich, y SPRENGER, Jacob;
DE LA VEGA, Garcilaso; PRECIADO, Beatriz SAN ISIDORO DE SEVILLA.
Paul; FOUCAULT, Michel; DICCIONARIO de la
78 Transformamos la violencia
Memorias del X Encuentro de Teología Feminista en BOLIVIA 79
TEOLOGÍA FEMINISTA
80 Transformamos la violencia
Memorias del X Encuentro de Teología Feminista en BOLIVIA 81
Ivone Gebara
BRASIL
L
a afirmación “mi cuerpo, mi lucha, mi verdad” feminismo comunitario de las mujeres indígenas en
ha sido una expresión pública de muchos gru- los países andinos, hablan del cuerpo como territorio.
pos feministas que, al darse cuenta del uso y “Mi cuerpo, mi territorio” es una expresión que indica
abuso de los cuerpos de las mujeres en las sociedades la apropiación de mi cuerpo como el primer lugar a
patriarcales, reclaman su propiedad, subrayando la partir del cual vivo y siento el mundo. Mi cuerpo, mi
importancia de su lucha social, política y religiosa, así territorio como expresión de la tierra, la cultura en la
como la verdad de su conocimiento de ellas mismas. que vivo y de la promoción de la historia y la vida
En otras palabras, quieren pasar de una visión antro- de las mujeres. Mi cuerpo, cultura dinámica influen-
pológica jerárquica patriarcal, en la que los cuerpos ciando y sufriendo las múltiples influencias del mun-
eran explicitados y definidos a partir de la prioridad do, reconociendo la belleza y los límites de muchas
dada al hombre macho heterosexual, más allá de una tradiciones.
escala de clasificaciones que ubicaron a las mujeres,
especialmente a las más pobres, en los últimos niveles La propiedad masculina de las mujeres es una forma
sociales y como propiedad masculina. En la misma compleja de propiedad, ya que se manifiesta en formas
línea, algunos grupos feministas, particularmente el supuestamente ordenadas según la naturaleza o Dios
82 Transformamos la violencia
o las tradiciones culturales diversas. Estas formas se tarios que intentan con éxito asumir el lugar de nues-
mezclan aparentemente con buenos comportamien- tros antiguos dueños. Formas sutiles de dominación se
tos, respetando las tradiciones y costumbres, la divi- filtran en nuestra vida cotidiana como si recuperaran
sión social del trabajo y una serie de naturalizaciones nuestro deseo de servicio y nos sedujeran para caer en
culturales que nos colocan casi siempre como seres de los brazos de nuevos verdugos. Existe una acomoda-
segunda categoría, a menudo enmascarados en idea- ción, un propósito declarado, una protección incons-
lizaciones de nuestros roles familiares. A medida que ciente en la servidumbre aceptada e idealizada. Esta
naturalizamos estos comportamientos, no llegamos a servidumbre se presenta como novedad y promete
percibir hasta qué punto nos quitan nuestra capacidad transformar los cuerpos y ayudarlos a salir de las anti-
de pensarnos a nosotras mismas y el mundo, de actuar guas prisiones. La sutileza de estos artificios que tocan
y de hacer una contribución social propia, así como la subjetividad se ve reforzada por el hecho de que
de desprendernos de la culpa emocional que nos apri- desconocemos nuestra debilidad e incluso nuestro de-
sionó y nos obstaculizó en el pasado y aún nos sigue seo de tener dueños, aunque los nuevos dueños sí co-
impidiendo dar pasos mayores de emancipación. La nocen nuestra vulnerabilidad y por ella nos someten.
domesticación de la cultura, del “deber ser”, del ideal Los nuevos dueños que se imponen a nuestra voluntad
establecido, de la obediencia al orden natural y so- pueden ser llamados mercaderes o funcionarios del
cial, nos cegaron ante nuestros propios sufrimientos. Mercado. Actúan haciéndonos odiar nuestros cuerpos,
Asumimos un destino predeterminado, una obedien- nuestra ropa, nuestros alimentos para venderles a ellos
cia a sus reglas, silenciando los susurros de libertad nuestra alma y nuestro cuerpo. Nos avergonzamos de
en nuestros corazones y en nuestro pensamiento. Nos nuestros cuerpos, llegamos a amar un cuerpo esbelto
sometimos a la ciencia masculina, a las creencias que que nos es ofrecido como ideal de vida para las mu-
nos presentaban como verdaderas incluso cuando en jeres. Es por eso que nos sacrificamos para llegar al
el interior de nuestros cuerpos dudábamos de sus cer- cielo de los bellos cuerpos, un ideal frágil que perece
tezas. Nos callábamos públicamente… “Una mujer no rápidamente. Una vez más sucumbimos al sacrificio
debe manifestarse en público” y si lo hace, la palabra de la nueva dominación de nuestros cuerpos, nos aho-
“público” adquiere otro significado. Se convierte en gamos en las culpas narcisistas que ellos nos imponen.
una palabra fea, atribuida a las mujeres, sinónimo de Las viejas renuncias al placer en sus diferentes for-
prostitución, uso y abuso de muchos hombres. Este mas, las culpas que se has acumulado en nuestro cuer-
viejo pasado sigue todavía vigente en nuestro presente po, los miedos a desobedecer los ideales de la religión
aunque se expresa de formas diversas. y la sociedad parecen no haber sido suficientes para
nosotras. El capitalismo patriarcal nos hace renovar
La novedad es que hoy convivimos con otros propie- las formas de dependencia y de sometimiento a sus
Memorias del X Encuentro de Teología Feminista en BOLIVIA 83
deseos. La vieja sumisión del esclavo a su señor se cuerpos revelan límites inherentes a nuestras vidas.
renueva como una tensión y un conflicto renovado en Sabemos que tener la plena propiedad de nuestro
nuestra historia. cuerpo, de nuestra lucha y de la verdad es algo que la
simple vida cotidiana revela sus límites. ¡Con qué fre-
En los tiempos actuales, se nos imponen nuevas ilu- cuencia nuestros cuerpos se niegan a sí mismos cuan-
siones y, como garantizan su éxito mediante una be- do las circunstancias externas así lo exigen! A pesar
lla propaganda, creemos en ellas y nos sometemos del hambre, no comemos cuando no hay alimento…
acríticamente. Internalizamos los nuevos ideales re- Nos negamos a descansar ante las urgencias de traba-
lacionados con la nueva mujer que pretenden hacer jo, renunciamos a algunos placeres y tantas cosas más.
de nosotras. La conciencia crítica vuelve a llamar a En la enfermedad sabemos que nuestro cuerpo no nos
nuestra puerta y nos hace despertar en relación con los obedece, que existe algo en él que se resiste a nues-
nuevos somníferos y trampas en las que nos hemos tros deseos y esperanzas… ¡Y qué decir de la muerte
dejado enredar. súbita o de la esperada! Tenemos pues conciencia de
nuestra contingencia. Sin embargo, es en ellas que
Por eso, una vez más, reivindicamos la propiedad de sustentamos públicamente la propiedad de nuestros
nosotras mismas en relación con los viejos y nuevos cuerpos, pero estas afirmaciones de apariencia categó-
dueños. Esto significa que reivindicamos nuestros rica no son más que gritos de dolor en lo inmediato de
cuerpos, nuestras luchas, nuestros derechos, nuestras la vida, necesidad de aire puro para respirar, deseo de
emociones, nuestra capacidad crítica de pensar la vida. reconocimiento social de nuestras luchas.
No se trata aquí de una reproducción de la propiedad
privada de los bienes de una minoría —propiedad tan Por todo esto, sabemos hasta qué punto nos necesita-
común en el capitalismo—, sino de un derecho a la mos unas a otras y los otros necesitan de nosotras. Co-
dignidad de nuestros cuerpos, un derecho a la ciuda- nocemos la complejidad de la vida biológica y social.
danía plena y la participación en la construcción polí- Experimentamos la fragilidad de nuestros cuerpos,
tica, social y cultural de nuestros países. pero sin embargo nos preguntamos una vez más: ¿De
dónde vienen estas afirmaciones categóricas contem-
Si este es una cara de la moneda de nuestra lucha, so- poráneas “de propiedad” que parecen negar los límites
mos conscientes de que hay otra cara, quizás más di- inherentes a nuestros cuerpos? ¿De dónde viene esa
fícil de formular. Se trata de la interpenetración de los nueva antropología que parece confundir las adquisi-
diferentes aspectos y manifestaciones de la vida. Y, a ciones y las comprensiones filosóficas del pasado?
partir de ellos, sabemos bien que de forma categórica
esas mismas demandas de propiedad sobre nuestros Ellas surgieron en nosotras como fruto de la evolución
84 Transformamos la violencia
de nuestra conciencia personal y colectiva que nos ser consideradas como naturaleza fija o como volun-
llevó a percibir progresivamente que la concepción tad divina. Esta esclavitud modela nuestra subjetivi-
jerárquica de la humanidad que presidía los sistemas dad, nuestro yo, nuestros valores, nuestras emociones
filosóficos que influyeron en las religiones —o de las individuales. Por esta razón, el movimiento feminista
religiones que influyeron en los sistemas filosóficos— ha dedicado un gran esfuerzo al proceso de reeduca-
no responden a nuestros anhelos ni alcanzan a explicar ción de las mujeres, de resocialización de nuestras
lo que estamos viviendo. Por ejemplo, las viejas dis- emociones. Sin duda, esta tarea es la más difícil, pues
tinciones binarias entre hombres y mujeres, espíritu implica acoger una revolución interna que significa
y materia, natural y artificial, bondad y maldad, ver- enfrentarnos a las esclavizaciones sociales y cultura-
dad y mentira, han sufrido fragmentación de sentido les que fueron modelando nuestras emociones y nues-
e interpenetraciones recíprocas que nos invitan a una tros cuerpos. Sin la conciencia de esta dominación
nueva comprensión de nosotras mismas. Hablamos interna, que toma distintas formas, no tenemos fuerza
ahora de géneros, sexualidades, identidades múltiples, en nuestras aparentes luchas externas. Sin embargo,
identidades híbridas, pluralidad. lo interior y lo exterior se encuentran, se sostienen, se
modifican, se confunden, se alimentan mutuamente.
En el presente, nuestras afirmaciones aparentemente Además, nos muestran que las luchas por la emanci-
categóricas sobre la propiedad de nuestros cuerpos na- pación duran toda la vida y, por lo tanto, deben reno-
cen de la conciencia de que, en su diversidad, ellos ya varse continuamente dentro y fuera de nosotras como
no quieren ser esclavizados por otros. Ya no queremos un proceso unificado y continuo.
una norma única que nos defina, aunque recatemos la
dimensión ética de la convivencia plural respetuosa. Un ensayo de antropología feminista significa en esta
perspectiva un intento de comprendernos a nosotras
Podríamos usar la palabra esclavitud para tratar de mismas y al mundo a partir de diferentes referencias,
explicar este proceso por el que estamos atravesando. y esta comprensión no es inmediata, no se logra con
En primer lugar, la esclavitud parece ser algo que pro- un solo curso, con una única participación en una
viene de afuera e interfiere en la vida cotidiana de las conferencia o con la lectura un texto. Es un proceso
mujeres, en sus cuerpos, quehaceres y emociones. Es- programado para toda la vida, ya que el patriarcado
clavitud es quizás una palabra dura, pero socialmente que vive en nosotras tiene profundas raíces secula-
explica muchas formas de dominación, de coerción, res. Por lo tanto, es necesario desaprender actitudes
de sometimiento forzado de las cuales queremos li- y comportamientos que reproducen viejos patrones.
berarnos. Pero existe también una esclavitud interior, Necesitamos deconstruir las jerarquías que nos han
íntima y personal, un tipo de sumisión a las formas de permeado y los análisis que ya no se ajustan a la rea-
Memorias del X Encuentro de Teología Feminista en BOLIVIA 85
lidad en que vivimos. No debemos arrodillarnos ante Estas afirmaciones explicitadas y actualizadas son las
las divinidades que nos han presentado como verda- que nos darán lo que llamo nuevos fundamentos an-
deras y poderosas. Solo es posible desaprender si nos tropológicos. Fundamentos, porque proporcionan una
enamoramos de otros caminos no transitados, llenos base, un sustento para los caminos de nuestra historia.
de sorpresas y piedras preciosas, caminos que con- ¿De dónde nos vienen ellos? Vienen de la observa-
tienen novedad, asombran y reavivan la curiosidad y ción de nuestro sufrimiento y el de tantas personas.
la creatividad. Los viejos caminos de la antropología Del dolor ajeno, el dolor de los otros, de nuestro do-
patriarcal y jerárquica parecen reproducir en nosotras lor, como base de una necesaria transformación de la
círculos viciosos que no nos ayudan a avanzar. Es por vida. Somos vivientes, y los vivientes cambian para
eso que ser feminista es más que ser parte de un mo- estar bien o incluso mejor, se mueven en busca del sol,
vimiento social. Es una opción interna inclusiva que de abrigo, alimento, agua. Y los vivientes pensantes
se manifiesta exteriormente. Es una lucha externa que como nosotros hacen lo mismo. Huimos de la muerte
modifica mis entrañas. gradual que nos imponen muchos sistemas como los
animales huyen de sus depredadores. Despertamos
Desaprender parece imposible cuando hemos aprendi- ante la acción de los depredadores, las trampas que
do algo. Sin embargo, los nuevos hábitos hacen olvi- construyeron para nosotras, las seducciones que nos
dar los viejos. Las comidas diferentes van preparando convirtieron en presa fácil de sus camas y sus mesas.
el cuerpo para apreciar nuevos sabores. Las lenguas Y al despertar deseamos otras relaciones, pero ellos no
diferentes nos enseñan otras lógicas. Y esto se debe a quieren entenderlas. Es más fácil para ellos comer que
que la vida en nosotras no es estática, no es solo repe- preparar la comida. Es más fácil leer solos que enseñar
titiva de manera regular y monótona, no se mantiene a leer. Es más fácil convivir entre iguales que entre
solo en lugares puros como un laboratorio bien orga- diferentes. Es mejor repetir lo mismo que arriesgarse
nizado y limpio, sino en medio del barro, de la basura a la novedad. Es más fácil entender a los de la propia
que producimos y de las flores que plantamos. La vida cultura que intentar comprender a los de otra. No se
continúa, comenzando y terminando en cada indivi- trata de un nuevo discurso moralizante, pues recono-
duo en permanente interdependencia y mutación has- cemos las dificultades de cambiar, pero si retomamos
ta la muerte individual y la muerte del planeta, como la historia de nuestra vida personal nos damos cuenta
anuncian algunos científicos. de los cambios que se operaron en nosotras. Somos el
mismo yo, pero cambiado cada nuevo día. La vida es
Somos seres vivientes, mezclados, en mutación, se- cambio. En esta línea, es preciso decir también que
res de comunicación, complejos e interdependientes, la ciencia de hoy en sus muchas manifestaciones nos
seres mortales. obliga a repensarnos como seres humanos desde otros
86 Transformamos la violencia
referentes. Las nuevas ciencias de la comunicación necesidad de la superación de las jerarquías sexuales,
nos revelan una increíble ubicuidad virtual desde la las etnias fijas, los colores incluidos o excluidos, las
cual podemos estar presentes en muchos lugares como sexualidades diferentes en lo que respecta a los dere-
nuestros dioses. En la misma línea podemos observar chos y la equidad que proviene de ellos. Después de
nuestro cuerpo material desde adentro, podemos foto- todo, ¿quiénes somos como seres humanos? Tenemos
grafiar nuestras entrañas y modificarlas. Nos hemos que hacernos esta pregunta para no caer en las trampas
convertido en cuerpos poderosos de otra manera. Es del antropocentrismo y del androcentrismo. Se trata
necesario pensar todo esto, ya que modifica y afecta de una interrogante que nos obliga a pensar sobre las
nuestros cuerpos, las creencias sobre nosotros y nues- creencias que tenemos sobre nosotras mismas, que
tras religiones. Nuestros dioses se transforman y nos nos reubica como seres creadores de nuevos sentidos
invitan a comprenderlos y explicitarlos de otras for- en el presente y en el futuro, más allá de las repeticio-
mas. nes de una concepción dogmática de la vida.
El gran desafío que enfrentamos hoy es aprender a Es desde esta perspectiva que el pensamiento feminis-
vivir aquello que podemos experimentar como espe- ta es crítico de los conceptos universales tal como son
cie humana. En este sentido, existe una gran distancia usados en el mundo patriarcal. En general, los concep-
entre pensar la vida éticamente y vivirla éticamente. tos universales como justicia, libertad, verdad, amor
Éticamente quiere decir simplemente permitir que to- aparecen como ideales intangibles, como realidades
das las personas tengan lo necesario para sus vidas. sobrehumanas o metafísicas. Nos dicen que tenemos
Éticamente significa que nuestras costumbres, nues- que ser libres, verdaderos, justos. Pero, ¿quién define
tro ethos, nuestras relaciones no sean depredadoras de los sentidos de estas palabras bonitas? Para el femi-
unos y otras. nismo, estos conceptos universales solo tienen una
función directiva simbólica y es por eso que en cada
El feminismo contribuye al nacimiento de una nueva momento de la historia humana, de acuerdo a los di-
antropología filosófica, es decir, una nueva sabiduría ferentes grupos y contextos, es necesario explicarlos
y un nuevo conocimiento sobre nosotros mismos. Un y ajustarlos a lo que se está viviendo. Una mujer que
conocimiento que afirma la interconexión entre los había sido analfabeta afirmó que se sintió libre cuan-
diferentes ámbitos de vida y entre las diferentes for- do aprendió a leer… Otra dijo que vivió por primera
mas de opresión. Entonces, al pensarnos como muje- vez el sentido de la justicia cuando compartió con una
res sujetos de derechos, estamos yendo más allá del vecina lo que ganó en una jornada de trabajo… Otra
segundo sexo, del sexo opuesto, de los seres subor- expresó que vivió la justicia cuando su marido abusa-
dinados que hemos creído ser. Estamos afirmando la dor fue a la cárcel.
Memorias del X Encuentro de Teología Feminista en BOLIVIA 87
Es en el hoy de nuestros cuerpos, nuestras luchas, actuales, está proponiendo una nueva comprensión y
nuestras diversas circunstancias que hablamos y da- relación entre los seres humanos, una nueva antropo-
mos significado a lo que vivimos. El pasado sin duda logía filosófica y cultural, simple y modesta como la
cuenta como referencia y tradición, pero es siempre vida de cada día.
un pasado reinterpretado en el presente. Y el presen-
te es esa fluidez a la que tenemos que responder para No olvidemos que “el Verbo” que se hace carne en el
mantenernos en el momento vital que nos es dado. Es prólogo del Evangelio de Juan es la palabra, el pen-
en el presente que de cierta forma ya estamos viviendo samiento, el sentido, y es nuestra carne de hombres y
y anunciando el futuro. Por eso decimos que el femi- mujeres cambiante, sin duda, pero siempre llamada a
nismo, junto con otros movimientos y pensamientos una renovada libertad.
88 Transformamos la violencia
Memorias del X Encuentro de Teología Feminista en BOLIVIA 89
Despatriarcado Joanico
Impulsos Pedagógicos para el Discipulado de Iguales
Fernando Torres
COLOMBIA
E
n 1964 Jean Vanier, después de haberse despoja-
munitarias de vida antagónica al pater-familiae, co-
do de su carrera militar y de haber abandonado
menzando por la traducción del “logos” – del prólogo
su brillante carrera académica, crea la primera
del evangelio -como “Sabiduría” o como “Palabra”
comunidad de El Arca en Trosly, Francia, con un gru-
para describir la actividad creadora de vida prove-
po de varones en situación de discapacidad mental a
niente de la Divinidad. Así podemos leer los primeros
quienes invitó a vivir con él en una casita medio arrui-
cinco versículos:
nada del pueblo. Allí aprendió que en la vulnerabili-
dad y la debilidad se forjan lazos firmes de amigos que
“Antes que existieran todas las cosas,
crecen juntos, es el “nosotros” con vulnerabilidades.
existía la Palabra
y la Palabra o Sabiduría estaba con Dios
En esta revolución de la ternura nacerá su re-lectura
(o vuelta hacia Dios,
del evangelio de Juan “Acceder al misterio de Je-
en la presencia de Dios,
90 Transformamos la violencia
tina, Siria, Grecia, Asia Menor y Roma, desafiaba y se como punto de partida dos datos acerca del ambiente
oponía al ethos patriarcal dominante mediante la pra- de la situación:
xis del discipulado de “iguales” (E.Schüssler Fiorenza
1989, 188). Con lo que concluimos que sin praxis del v.1 Tres días después se celebraba una boda en Caná
discipulado de iguales no hay despatriarcalización, de Galilea y estaba allí la madre de Jesús.
pero también podemos preguntar ¿cuál es la construc-
ción pedagógica necesaria para que suceda tal praxis? v.2 Fue invitado también a la boda Jesús con sus dis-
Consideramos junto con Carmen Bernabé Ubieta, que cípulos.
“en el evangelio de Juan aparecen reflejadas una serie
de valores que podríamos denominar contraculturales El v.1 el simbolismo de “tres días” evoca la Pascua
porque iban a contracorriente de los establecidos en de la resurrección de Jesús como inauguración de un
aquella sociedad patriarcal, y que explican la preemi- nuevo tiempo y nacimiento de un nuevo proyecto de
nencia del discipulado de iguales en este evangelio y humanidad junto a una boda contracultural en una al-
en la comunidad que él refleja” (C.Bernabé Ubieta dea galilea posiblemente relacionada con el cultivo de
2006, 45). De tal manera que el evangelio de Juan se la vid y la producción del mejor vino en Palestina. Li-
constituye como la expresión más desarrollada de la gar la memoria femenina de la Pascua, con un lugar de
praxis del discipulado de iguales y la pedagogía dia- producción del mejor vino, con una boda contracultu-
lógica que lo produce. Es lo que quiero mostrar en el ral y con la presencia de la madre de Jesús, mencio-
abordaje del primer signo “La boda de Caná” como nada antes que la presencia de Jesús y sus discípulos,
puerta de entrada a la experiencia que tendrá su desa- constituye un marco narrativo relevante para el desa-
rrollo a lo largo de los siete signos. El foco de lectura rrollo de la trama despatriarcal.
tiene dos énfasis hermenéuticos: el de las masculini-
dades no patriarcales (Revista Ribla 56) y el de las La situación del problema es presentado dentro de este
pedagogías dialógicas. marco: en la tierra de producción del mejor vino…¡¡¡
no hay vino!!!
BODA DE CANÁ (Jn 2:1-12) v.3 Y, como faltara vino, le dice a Jesús su madre: “No
tienen vino”2
El relato evidencia una pedagogía dialógica que tiene
La paradójica situación es presentada a Jesús por su
8 Joaquín González Echegaray menciona la gran cantidad de tie- sin interrupción durante diez meses” (J. González Echegaray,
rras dedicadas al cultivo de viñedos en la Galilea y la produc- 2001,p.73)
tividad de éstas a tal punto que la uva y el higo “se producen
92 Transformamos la violencia
madre. Es un asunto de sensibilidad y a la vez ¿de de- amenaza que puede significar para el status quo, sí se
nuncia femenina? ¿Por qué la madre presenta a su hijo le permite su continuidad. El proceso comunitario ini-
el grave asunto? ¿Es un asunto a ser resuelto sólo por ciado en Caná vive una tensión interna entre la lectura
los varones en sociedades patriarcales como aquella? del problema que se hace desde la mirada femenina y
¿Qué hay detrás de esta crisis de escasez de vino en la lectura que se hace desde la mirada masculina.
plena boda? ¿Crisis de vino y crisis de boda al mismo
tiempo? ¿Qué es aquello que está en crisis cuando de- Pudiendo quedar estancado, el proceso avanza gracias
cimos “crisis de vino”? ¿Qué es aquello que está en al dinamismo creador femenino que encuentra una sa-
crisis cuando decimos “crisis de boda”? Evidentemen- lida. La madre sigue al frente y pone a andar el proce-
te, hay una intención pedagógica de conectar lo uno a so hacia el inédito viable, en expresión de Paulo Freire
lo otro… ¿por qué y para qué? en la Pedagogía del Oprimido (1970). Se trata de im-
plementar alternativas de vida antagónicas al mode-
La pedagogía dialógica no sólo presenta la situación lo patriarcal dominante. El proceso se mueve en esa
del problema, sino que además llama la atención ha- dirección valiéndose de un protagonismo inesperado
cia la lectura que hacen del problema la comunidad o pero conocido por la madre. Ella sabía por experiencia
las personas involucradas en el mismo. Explicitar esta dónde y con quienes construir alianza favorable. Es lo
lectura permite el acceso a los esquemas de interpreta- que tenemos en el v.5:
ción en los que se mueven ideológicamente las perso-
nas y las comunidades. El proceso educativo buscará v.5 Dice su madre a los servidores: “Hagan lo que él
incidir en esos esquemas si de verdad espera cambios les diga”
sustantivos a lo largo de su desarrollo.
Un “decir” femenino nuevamente aparece, esta vez
En el relato en mención, la lectura del problema está junto a un sujeto colectivo aliado, “las y los servido-
en el v.4: Jesús le responde “¿Qué tienes conmigo, res”. No se entiende este “decir” si no hay una rela-
mujer? Todavía no ha llegado mi hora”. De esta ma- cionalidad cómplice entre ellas y ellos que la propicie.
nera Jesús expresa la visión patriarcal introyectada en ¿Qué tipo de complicidad es? ¿Qué historia hay detrás
su ser de varón judío-galileo, resistiendo, en un primer de este “decir” empoderado y movilizador de la ma-
momento, a desatar el proceso despatriarcalizador que dre?
le propone su madre, quien percibe la hondura de la
crisis; y que a la postre llevará, al cabo de los siete La conexión funciona y tiene como objetivo mover la
signos, a la condena de muerte por parte de las es- voluntad de Jesús. Lo hacen de manera sutil y sabia.
tructuras patriarcales y coloniales que identifican la Buscan su adhesión poniéndose a su servicio y po-
niéndolo activo en la implementación de alternativas.
Memorias del X Encuentro de Teología Feminista en BOLIVIA 93
v.6 Había allí seis tinajas de piedra puestas para la La lógica en la que está imbuido “todo el mundo” es
purificación de los judíos…. de suma perversidad. Se trata de crear “borracheras”
dionisiacas a fin de producir engaños colectivos que
¿Por qué la ruta comienza por aquí? ¿Qué tiene que fácilmente pueden presentarse como “consenso” o
ver este ritual con la legitimación religiosa del patriar- como “sentido común”. Todo el mundo, mediante en-
cado judío? El diseño de la ruta le da preeminencia a gaño ideológico, puede llegar a trastocar su criterio de
un factor religioso: a los rituales de purificación de los discernimiento ético: lo que es mal puede ser asumido
judíos. Allí hay algo que no puede quedar en segundo como bien y al contrario. En estado de borrachera co-
plano intacto. Los rituales pueden producir buena con- lectiva “todo el mundo” puede llegar a afirmar como
ciencia, satisfacción plena, inescrupulosidad, actitud verdad incontrovertible que el peor vino es óptimo. Es
de superioridad, exclusión, exaltación de la opresión, lo que pasa con el machismo en sociedades patriarca-
etc., llevando a instalar en la interioridad humana la les o con el neoliberalismo en sociedades capitalistas.
legitimación del patriarcado como designio divino. La
ruta diseñada está en coherencia con la crítica profé- El proceso educativo despatriarcalizador revierte la
tica al culto de los opresores. La purificación, con sus lógica de crueldad y recupera el discernimiento co-
tinajas y sus aguas, requiere ser transformada y pues- herente sobre el bien y el mal teniendo como base la
ta al servicio del proyecto alternativo que tiene como justicia y el derecho de quienes habían sido sometidas
principio la boda en Caná. y sometidos al trastocamiento ideológico. Guardar el
vino bueno para la hora cierta connota relaciones de
En la pedagogía dialógica se busca producir desequi- confianza, honestidad, transparencia, respeto hacia la
librios conceptuales y su consiguiente desestabiliza- otra y el otro. Es evidente que el proceso aquí pro-
ción ideológica, necesarios para generar rupturas y duce crisis, pues el patriarcado introyectado hasta la
94 Transformamos la violencia
médula, requiere ser desestabilizado para poder ser crece el proceso, así mismo crece la animadversión y
transformado. Los criterios para discernir y decidir la adversidad por parte de las estructuras patriarcales
han sido puestos en su lugar, se les ha dado la vuel- que pronto advertirán el peligro. Es cuando la luz de
ta, lo que el mundo andino denomina “pacha-kuti” o Caná no puede dejar de brillar.
lo que los movimientos feministas gritan en las calles
latinoamericanas: “¡el patriarcado se va a caer, se va v.12 Después bajó a Cafarnaúm con su madre y los
a caer!”… hermanos….
como rol dominante en el patriarcado. nuevas “salidas” a fin de sostener la luminosidad dina-
mizadora de nuevos lugares desestabilizadores del pa-
La nueva realidad es un lugar – una eutopía – donde triarcado. La comunidad constituida en Caná va a vivir
es posible vivir una aproximación a la utopía y pro- un segundo aprendizaje despatriarcal con la curación
ducir interpelación profética como luz en medio de la del hijo del funcionario real (Jn 4:46-54). El punto de
oscuridad. Es el punto de llegada del proceso, pues es partida requiere dos signos despatriarcalizadores distin-
necesario tener puntos de llegada y saber hacia dónde tos y complementarios que le den la solidez de platafor-
se quiere ir a partir de estos, pero también es punto de ma de lanzamiento del despatriarcado joánico.
Resumen
D
esde un contexto que se mueve entre lo global en que las mujeres estemos presentes en las mesas teo-
y lo pequeño, entre textos digitales y en papel, lógicas, haciendo camino junt@s, en donde sea posi-
entre mujeres y varones… sentémonos a la mesa ble el compartir el pan de la palabra y la vida, la escu-
común como expresión de sinodalidad: la teología fe- cha y la comprensión de nuestras formas de expresar
minista y la teología de la liberación. Conversemos los saberes… la reciprocidad de la vida favorece la
sobre el modo de hacer teología y la experiencia espi- equidad y la armonía.
ritual de Dios en el pobre y en el oprimido, revelándo-
se como lugar teológico de la presencia de Dios. Los
pobres y oprimidos, tienen rostro e identidad de mu- Introducción
jer, de ahí que urge visibilizar una realidad con nuevos
aportes, reflexiones, desde donde brotan nuevos desa- Soy una mujer amerindia, religiosa dominica que
fíos y nuevas preguntas teológicas. camina por la vida serenamente inquieta, resistiendo
a los esquemas y modelos patriarcales, clericales y
La liberación de mujeres y varones sigue siendo el machistas que perduran en nuestra sociedad latina y
sueño de Dios…desde estas tierras amerindias insisto eclesial.
98 Transformamos la violencia
Canto con Isabel Parra el camino no está lleno de ro- ha invisibilizado y ha abusado de nuestra dignidad…1
sas…el camino es largo, yo lo voy a andar porque Resistiendo, transformando y a veces muriendo para
estoy segura que voy a llegar a esa mesa compartida dar vida.
de tejidos de humanidad y de creación. Lo hago junto
a otras mujeres que se adelantaron, otras con quienes Este es nuestro contexto, el aguayo, manta o poncho
nos encontramos en el camino de la vida y otras que que expone la realidad de exclusión y violencia que
están por venir. Mientras vamos descubriendo rutas de vemos cotidianamente y compartimos junto a los pue-
liberación, escritos en donde una se encuentre con su blos indígenas que son arrinconados, a quienes les ro-
identidad y dignidad… ban sus tierras, los engañan con ofertas, les destruyen
sus tradiciones, sus organizaciones y su cultura; esto
acontece hoy, no sólo hace más de quinientos años,
son nuestros propios hermanos, vecinos los que go-
Contexto global excluyente… que biernan y explotan en nuestro nombre; junto a los que
genera más pobres y violencia huelen mal…los pobres empobrecidos por un único
sistema económico internacional que además exclu-
Hace un tiempo atrás decía ¿cómo predicar desde la ex- ye y descarta…dentro del fenómeno de globalización
clusión y las minorías? Hoy podría preguntarme ¿Cómo que no se detiene e incluso nos entusiasma ante las
predicar en tiempos de exclusión y de violencia? ofertas del mercado. Y la escandalosa pobreza (ES-
PEJA, JESÚS 2012:cap.4) también crece inhumana-
Las que estamos aquí presentes, conocemos de exclu- mente a vista de todos. Como afirma G. Gutiérrez, los
sión y de violencia, porque somos mujeres, es parte de pobres siguen siendo los grandes “ausentes” de la
nuestra experiencia, de nuestra vida ¿Por qué insistir escena histórica de la humanidad, anónimos duran-
en hablar de exclusión? Porque es una realidad que te sus vidas y después de la muerte (GUTIÉRREZ,
no podemos negar que las mujeres somos histórica- GUSTAVO2013:113). El silencio, el encubrimiento,
mente seres que hemos experimentado la exclusión la corrupción de los sistemas, insensibilidad, impuni-
en lo social, lo económico, en lo político y en lo re- dad, todo ello deshumaniza. Desde la realidad en don-
ligioso. Como ya se ha ido denunciando en distintos de he vivido y en la actualidad, me desespera y siento
espacios las mujeres vivimos no sólo la exclusión y impotencia.
marginación, sino la violencia que ha tomado el ros-
tro femenino, además es un sistema injusto, que nos Junto a los migrantes, refugiados y desplazados, nos
asombra, duele y angustia ver esta realidad por las ca-
1 Charla en Encuentro taller de JP Dominicana de países boliva- lles de las ciudades de los países de América Latina
rianos. Predicando en tiempos de sequía.Cbba., 10-12/11/17. como Bolivia, Perú, Chile, ellos no han salido de su
Memorias del X Encuentro de Teología Feminista en BOLIVIA 99
tierra porque sencillamente les guste o quieran, pa- Las estadísticas no dicen todo, destacan cifras, núme-
reciera que salen a buscar el sueño de esa tierra sin ros, porcentajes, nos asombran y generan expectativas
mal, pero en realidad han sido empujados desde sus o miedos, pero no alcanzan, no tocan lo más profundo
tierras de origen en donde los gobiernos no velan por de la vida, los sistemas que animan al ser humano, a la
el bienestar de su pueblo, más bien están ahogando sociedad en los distintos rincones del mundo, por ello
a su gente por la mala administración que va de la nos encontramos que la desigualdad crece, la injusticia
mano con la corrupción, el despilfarro de los bienes crece, la mentira crece, la violencia crece…pueblo en-
comunes, el abuso de poder, generando inseguridad teros que huyen o sencillamente buscan una vida mejor
y violencia, dejando actuar al narcotráfico, para todo y se encuentran con otras culturas, con otros modos
negocio ilícito como la trata de personas que son las de vivir; la pluralidad y la diversidad matizan los ros-
nuevas realidades de muerte, en donde principalmente tros… y las creencias… nos podemos preguntar como
sufren las mujeres. Y nuevamente aparece el rostro de el salmistas ¿dónde está tu Dios?2
las mujeres marginadas y oprimidas, (GUTIÉRREZ,
GUSTAVO 1986:19), doblemente violentadas hasta Esta exclusión y violencia se vive no sólo en la socie-
la muerte con el crudo crecimiento de las víctimas dad sino también en nuestras Iglesias. Hago memoria
de feminicidios y de los abusos sexuales de niñas/os, de esa experiencia de las mujeres que, luego de un
adolescentes y jóvenes. tiempo epifánico vivido junto a Jesús, continuó en los
primeros años de las comunidades cristianas, como
En estas experiencias vive el sufrimiento, fruto de novedad y aporte al mundo, para luego dar marcha
la violencia, según Erich Fromm es lo que habita en atrás. Esta primavera terminó pronto, haciendo volver
el corazón del ser humano, además es lo que hemos a las mujeres al silencio, al servicio “doméstico” ecle-
construido como sociedad, en donde la economía es sial, a la sacristía. Así pasaron muchos siglos, sin em-
dueña de la vida y se ha extendido por este fenómeno bargo, existieron mujeres creyentes que en diferentes
que nos ha invadido o atrapado: la globalización, la épocas se expresaron desde su identidad, buscando ca-
que tiene un aliado económico neoliberal que domina minos inéditos y después de los 60’s, el Concilio Vati-
a nivel global. Pareciera que no hay nada que hacer, cano II y otros espacios serían los que nos permitieron
esta economía manda y se adueña de los ríos, los bos- salir a la luz nuevamente, poco a poco con voz propia,
ques, los océanos, los cuerpos de niños/as, jóvenes y a veces sólo como un susurro, con timidez, hasta ir po-
ancianos/as. sesionándonos de la vida nuestra, para hacerla propia.
cios propios, desarrollamos nuestras habilidades sin se formula como una teología crítica de la liberación.
miedo, generamos vínculos, redes y ello se nos viene Otro punto convergente que nos permite continuar
como otra amenaza, la violencia que no respeta a nada en la mesa común es la referencia a la experiencia, la
ni nadie, aumentado las agresiones, el abuso sexual praxis, hablamos de palabras vinculadas con la prác-
hasta la muerte, feminicidios que superan las cifras tica liberadora o feminista concreta. Otro aspecto es
cada día. Un poder que está en las manos de un hom- la contextualidad de la opción teologal por los margi-
bre, que se siente dueño de otra vida. nados, los empobrecidos, en donde la mujer es una de
ellos, históricamente reconocida.
3 Consuelo Vélez concibe a la teología como fruto de diversas eso se hablan de teologías y de enfoques teológicos, que son
operaciones que relacionadas entre sí producen resultados acu- perspectivas, punto de vista global, la óptima dominante que
mulativos y diversos, de una palabra sobre Dios que hace sig- orienta el trabajo de un teólogo o teóloga. (Método Teológico,
nificativa la experiencia de Dios en cada cultura particular, por P.U. Javeriana de Bogotá)
Memorias del X Encuentro de Teología Feminista en BOLIVIA 101
pastoral: ver – juzgar – actuar, pero que en la teología mujer adquiere derecho de ciudadanía en las ciencias
de la liberación se habla de mediaciones: la socio ana- sociales, en la política, en la religión, en la teología, en
lítica, la hermenéutica y la práctica. la sociedad y en la Iglesia. A partir de los años sesenta
la mujer tiene acceso a las facultades de teología y se
La tarea de la teología de la liberación continúa, aun- abre el camino de una reflexión teológica feminista,
que necesita nuevas estrategias, conocimiento y repen- en donde la experiencia de las mujeres (SALAS
sar la teología teniendo en cuenta otros sectores de la CURSACH 2004:17-32) se convierte en fuente de
sociedad, los cambios sociales, económicos y políticos contenido y criterio de verdad, en lugar teológico, en
y especialmente una tecnología, un mundo digital que sujeto de interpretación (VELEZ, CONSUELO 2008:
aborda y desborda la vida del ser humano, un deterioro 244) y teológico, desarrollando la teología desde su
del medio ambiente que nos obliga a repensar nuestro experiencia y con una perspectiva crítica.
estilo de vida. Por lo que no podemos taparnos los oí-
dos para escuchar los clamores de los pobres y de la No podemos negar que la teología feminista con ros-
tierra nos interpelan, como titula un texto de Amerin- tro amerindio tiene sus raíces en la teología de la li-
dia que recoge lo que fue el III congreso Continental de beración. Se realiza a partir del reconocimiento de las
Teología Latinoamericana y Caribeña. mujeres cristianas por el compromiso con aquello que
transforme los mecanismos de opresión y marginación
de las mujeres, es “una reflexión crítica sobre la prác-
tica liberadora de las mujeres cristianas, en y dentro de
La teología feminista la cual, las mujeres descubren la presencia de la acti-
vidad de Dios (AQUINO M. PILAR 1994:64). La mu-
Este enfoque teológico, que tiene su antesala en los jer asume el protagonismo de su propia existencia, ella
movimientos y las luchas feministas, en la teoría crítica sabe que no sólo tienen existencia, útero y voto, sino
feminista y en la teología de la mujer o feminidad, que también tiene voz, palabra y una forma de estar pa-
surge alrededor del siglo XIX, aunque comienza rada en la historia (SOTO, MARCELA 2015:91-92).Y
incipientemente a finales del siglo XVIII, apuntando aquí toma distancia con la teología de la liberación, da-
a un objetivo común que es la liberación, todas mos razón de nuestra esperanza a partir de la realidad
ellas forman parte de un único movimiento plural y concreta como mujeres, muchas de ellas empobrecidas,
de búsqueda de unas relaciones menos jerárquicas, oprimidas, excluidas y violentadas, enfrentando un sis-
más igualitarias y menos basadas en la “sumisión” tema patriarcal que domina y niega nuestro aporte, in-
(ARANA, MARÍA JOSÉ 1997:12). De este modo, cluso en el desarrollo de la teología.
su ausencia se hace presencia, aparece la otra voz
de la teología (ELIZONDO, FELIZA 1993:199), la Hoy, sigue creciendo la diversidad de rostros pobres,
102 Transformamos la violencia
sufrientes y excluidos, es más claro y extenso…por- La teología feminista se presenta como una búsqueda
que también son pobres, entre otros, las mujeres que profunda de la dignidad y el lugar de la mujer en la so-
sufren una doble exclusión: económica y de género; ciedad, además del papel que ha de desempeñar y los
los negros, víctimas del racismo aún no superado to- “derechos” que ha de ejercer en la comunidad eclesial.
talmente; los niños/as condenados a trabajos y res- (VIVAS, M. DEL SOCORRO 2001:23)
ponsabilidades que no corresponden a sus edad; y
los indígenas, primeros herederos de este continente, Como subraya Pilar Aquino, la práctica liberadora de
pero sin garantías para preservar sus pueblos, sus las mujeres se convierte en el horizonte hermenéutico
tradiciones y sus tierras (VÉLEZ,OLGA 2008:188). (68) para la lectura e interpretación de la acción del
Entonces, se puede comprender la afirmación de Jon Dios liberador en la realidad presente de las mujeres,
Sobrino, fuera de los pobres no hay salvación (SO- es el criterio hermenéutico para reencontrar, recons-
BRINO, JON 2009), el nivel de deshumanización es truir y descubrir el itinerario como memoria histórica
grande, despojando de la vida a muchos y para el dis- y espiritual de las mujeres y a partir de esta práctica
frute, el éxito y el vivir bien de unos pocos. Esto es aborda y enfoca los temas teológicos, adquiriendo un
real y verdadero. También podríamos decir que fuera valor epistemológico.
de las mujeres no hay salvación o como en el año 1998
impulsaba la campaña mundial el Centro de Lideraz- Y seguimos hermanadas colaborando hacia una teo-
go Global de la Mujer “Sin derechos de las mujeres no logía liberadora desde la sabiduría de las mujeres
hay derechos humanos”. con rostro amerindio
En una realidad global en constante cambio, comple- Lo necesitan nuestras iglesias, la sociedad, la familia,
ja y diversa, acompañada de una economía neoliberal las culturas, la vida religiosa… desde un camino de si-
que domina, excluye, mata y destruye las pequeñas glos en donde hemos sido: silenciadas, ausentes, nega-
vidas que brotan gratuitamente, nosotras vamos ela- das, violentadas, usadas, descartadas, invisibilizadas,
borando este pensar la fe, desde el entender y el sentir, asesinadas…damos un salto cualitativo: con derecho
ofreciendo procesos liberadores para mujeres y hom- a voz, presentes, afirmadas en nuestro ser, reflexiona-
bres. Al entrar en esta ruta teológica, personalmente, mos desde lo que somos, visibles, elaboramos teología
me han ayudado las teólogas Elisabeth Fiorenza, Eli-
zabeth Johnsson, Regina Coll, cada una aporta pasos Y continuamos tejiendo, amasando, regando, sem-
en el método teológico feminista, además desde Amé- brando, bailando, marchando…en los barrios, en las
rica Latina: María Pilar Aquino, Ivone Gebara, Ana comunidades, en el trabajo, en el estudio, en las orga-
María Tepedino y otras. nizaciones.
Memorias del X Encuentro de Teología Feminista en BOLIVIA 103
Desde la experiencia, vamos caminando junto a un Pero el camino no está lleno de rosas…el camino es
grupo de mujeres, algunas de ellas profesionales, otras largo, yo lo voy a andar porque estoy segura que voy
dueñas de casa, laicas, religiosas, solteras y casadas, a llegar, y seguimos, la liberación de mujeres y hom-
separadas con o sin hijos… mujeres de fe, creyentes bres continúa siendo el horizonte, que en lo cotidiano
con tradiciones y espiritualidades como la carismáti- disfrutamos como pedacitos de pan, de ese sueño de
ca, franciscana, dominica, de Larrañaga. Hemos ini- Dios. Desde estas tierras amerindias insisto en que las
ciado el proceso de lectura bíblica con ojos de mujer, mujeres estemos presentes en las mesas teológicas,
siguiendo un proceso desde la teología feminista, pe- de hacer camino sinodal, de “caminar juntos” (PAPA
queños pasos y actualmente nos dejamos acompañar FRANCISCO 2019,113), en donde sea posible el ge-
por un texto que ofrece Sofía Chipana. Así, vamos nerar vínculos, compartir el pan de la palabra, la escu-
leyendo, estudiando y reconociéndonos en textos con cha y la comprensión de nuestras formas de expresar
títulos de nombres de mujer, con las matriarcas, con los saberes… la reciprocidad de la vida que favorece
profetizas presentes en la biblia. Hemos comenzado la equidad y la armonía.
a estudiar a María en los evangelios. Un camino, en
donde se desarman creencias, descubrimos posibili- Nada fácil, porque los teólogos no quieren sentarse a
dades impensables, cada una se reconoce con su po- la mesa, lo ven como pérdida de tiempo, no hacen nin-
tencial y también con sus fragilidades, celebrando con gún esfuerzo por conocer o abrirse a otra forma de re-
otros y otras…sin apurar procesos, porque cada una flexionar, de pensar y construir saberes colectivos. No
tiene su historia y su ritmo. Humildemente vamos sis- comprenden que existen preocupaciones comunes,
tematizando nuestra reflexión. que nos hermanan y nos permite entrar en dialogo,
sentarnos a la mesa de la vida y de la Palabra encar-
Por ello, confirmo que las mujeres latinoamericanas, nada en medio de l@s migrantes, de l@s excluidos de
en su experiencia de fe, colocan la liberación de la una vida digna, de l@s sufrientes en el túnel oscuro
mujer dentro del proceso de liberación histórica, eco- de la trata, la violencia. Lo mismo con las diversas
nómica, política y social de América latina. Aprenden culturas, espiritualidades y religiones que trae consigo
que la liberación de los marginados es una conquista la movilidad humana forzada. El desafío es abrirnos
de cada día, un proceso dinámico y creativo que ellos a esta posibilidad, en donde las mujeres seamos parte
mismos comienzan. Esto significa que la liberación en la vida sinodal de la Iglesia es un deber de justicia
tiene que pasar necesariamente por la intimidad de la (DOC.FINAL SÍNODO 2018:130), para seguir te-
vida cotidiana y afectiva (TEPEDINO ANA Y RIBEI- jiendo espacios liberadores.
RO, MARGARITA 1990:288). Las luchas feministas
se viven en el día a día.
104 Transformamos la violencia
Elizabeth Gareca
BOLIVIA
RESUMEN
E
l presente trabajo plantea la necesidad de recu- estremecen las entrañas. Identificamos al sistema pa-
perar una mirada holística al entretejido humano triarcal como una matriz articuladora de injusticias de
que componemos todos y todas, considerando género y nos proponemos combatirlo a partir de una
que con la postmodernidad hemos perdido la cons- ética del cuidado, en donde cada ser humano pueda
ciencia de sentipensarnos como interdependientes responder por sus prójimos y prójimas. La propues-
tanto entre nosotros, nosotras como también del uni- ta: releer la parábola del “prójimo” de Lc 10,27-35 en
verso. Vivimos en una sociedad enferma en varios clave de cuidados que nos debemos entre todos y to-
sentidos, lo que merece una actitud compasiva de das. El campo de acción de la teología feminista está
parte de los seres humanos. Asimismo, no perdemos en los cuerpos como territorios en búsqueda perma-
de vista la situación de vulnerabilidad permanente que nente de salvación/liberación. Finalmente, remarca-
tenemos las mujeres en nuestro contexto actual consi- mos la doble dimensión de los cuerpos: individual y
derando las cifras de violencia y feminicidios que nos colectivo o social; trabajamos en ambos componentes
106 Transformamos la violencia
para un enfoque integral y político, de ahí que se abor- ventaja social, personas de “tercera edad”, sin men-
da el auto y socio cuidado como una forma concreta cionar cuáles son las de “primera y segunda edad”;
de compasión. se tiene todavía la división de razas como forma de
clasificación por el color de la piel, se tiene sujetos
con culturas altamente reconocidas y otros con cultu-
ras indígenas despreciadas y violentadas; y podríamos
Introducción seguir con las categorías discriminatorias. Esta forma
de organizar el mundo incuba injusticia y por ende
Jesús en el pasaje de Lc 10,27-35 nos relata una pará- violencia, esto nos desvela un cuerpo social enfermo.
bola para enseñar a un erudito de la Ley quién es su
prójimo y cuál es la forma de encontrar la salvación. Una concreción de ese sistema de injusticia es el pa-
Sólo mediante una decisión de hacerme prójimo o triarcado, como medio que crea relaciones de género
prójima de quiénes lo necesitan, decisión que pasa por basadas en la supremacía masculina, una matriz arti-
una compasión profunda ante los cuerpos sufrientes y culadora de sentidos, dejando al descubierto los an-
concretos de hoy, logro la salvación en una sociedad damiajes androcéntricos de nuestra sociedad. Atingi-
que vive presa de un apuro permanente, de un no-im- da y conmovida con este sistema y su producción de
portismo hacia las realidades más duras, pues hemos violencia mayormente hacia las mujeres y desde mi
perdido la mirada compasiva hacia los y las demás. identidad feminista, no puedo vivir la opresión aman-
do las cadenas y asumiendo la injusticia como si fuera
Este individualismo lo podemos ubicar dentro de las natural, porque a mí “ya me nació la conciencia”, pa-
lacras que han devenido con la postmodernidad. Tam- rafraseando a Rigoberta Menchú.
bién nos atinge la dificultad que tiene la humanidad
de interactuar entre iguales con valores sociales que Como teóloga y biblista, estoy comprometida a se-
permitan relaciones sanas en todos los sentidos. Estas guir descolonizando la Biblia y sus interpretaciones
relaciones son portadoras de violencia en la mayoría misóginas, repensando los dogmas y las doctrinas en
de los casos: en el lenguaje, en las conductas y los contra de la justicia de género, poniendo bajo la lupa
afectos, son algunos ejemplos. de la igualdad los discursos de los líderes religiosos,
demandando una iglesia democrática que se haga
Esto puede deberse, entre otros factores, a que el mun- cargo de la cuota de responsabilidad en la violencia
do ha sido ordenado y jerarquizado bajo un “orden que viven hoy miles de mujeres. Pero, fundamen-
natural”, de carácter “divino” para algunas personas. talmente soy cristiana, creyente, lo que me obliga a
Esto se da por ejemplo en las sociedades organizadas repensar mi fe y mi compromiso cristiano con este
con varones con privilegios y mujeres todavía en des- cuerpo social al cual pertenezco, desde los principios
Memorias del X Encuentro de Teología Feminista en BOLIVIA 107
evangélicos que me inspiran de Jesús. ética del cuidado, se convierte en una apuesta po-
lítica de protección tanto personal como social, un
Al respecto, es importante tener una doble dimensión estado de alerta por cuidarme y cuidarnos, la única
de pensarse en el mundo, desde la individualidad a la forma posible de salvación.
comunidad; y de ésta nuevamente a la persona indivi-
dual, como un proceso constante de habitar estas dos
dimensiones de la vida para tener consciencia del aquí
y ahora, no quedarse en el pensamiento fragmentario 1. Relectura bíblica de Lc 10,25-37,
e individualista, sino asumir al mundo como integral la compasión
y holístico con conocimiento de la individualidad y de
la colectividad. Quizá la huella colonial o postmoder- Hay un texto de la Biblia que interpela mi quehacer
na que nos habita nos acostumbró a una mirada reduc- cristiano, el texto de Lucas 10, 25-37 referido al “buen
cionista de la realidad, de ahí la tendencia constante samaritano”, suelo pensar en mujeres al leer este texto,
al individualismo, lo cual nos limita para la acción mujeres en el papel del hombre que cayó en “manos de
colectiva, la propuesta es recuperar la dimensión in- salteadores”, pues nosotras estamos siempre en peligro:
dividual de la persona como parte de un cuerpo social acosadas, violadas, golpeadas, asaltadas y con frecuen-
o comunitario. Vivir con la consciencia de que somos cia asesinadas. El texto sirve para enseñar a un experto
seres interconectados entre nosotros mismos, nosotras en legalidad religiosa, cuál debe ser el proceder de una
mismas y con el universo entero. persona ante la necesidad de compasión de otra: el ha-
cerse prójimo auxiliando y actuar desde una ética del
A partir de este análisis planteamos la necesidad de cuidado, el hacerse cargo de cuidar al otro y a la otra.
una ética feminista que responda a la justicia de gé-
nero, para cambiar el paradigma de desigualdad e En el texto bíblico Jesús construye un relato contra-
inequidad actual. Proponemos cambiar nuestras rela- cultural en su contexto, pues es un varón encargán-
ciones humanas desde el auto y socio cuidado, reco- dose de los cuidados de un cuerpo malherido, cuando
nociendo que los cuerpos individuales y el colectivo eran las mujeres las encargadas, cultural y religiosa-
requieren atención terapéutica urgente, es decir, una mente de los cuidados. En este caso, se trata de un
ética del cuidado que demanda poner atención a los hombre capaz de limpiar el cuerpo y curar las heridas,
cuerpos individuales en primera instancia y luego una propuesta de asumir otra forma de masculinidad
a los cuerpos de los prójimos y las prójimas, vale para el cuidado de la vida, de los cuerpos; una mascu-
decir, de la Otredad, porque con cada ser humano linidad contracultural y liberadora de los estereotipos
formamos un tejido social, un cuerpo social que tam- sociales.
bién es sagrado y debemos cuidar. Siendo así, esta
108 Transformamos la violencia
1 Pero ella dijo. Prácticas feministas de interpretación bíblica (1996). Editorial Trotta. España. Pag 35-78
2 https://www.paginasiete.bo/sociedad/2016/1/3/mujeres-enfrentaron-violencia-guerreras-82190.html
Memorias del X Encuentro de Teología Feminista en BOLIVIA 109
sus ojos hasta dejarlos tapados por la hinchazón. Las Cochabamba y le prohibía que Emilia se acercara a
patadas en su cuerpo también eran parte del violen- la terminal, porque le daba vergüenza que lo vieran
to repertorio de aquel extraño que llegaba de vez en con ella. En una ocasión Emilia lo descubrió en plena
cuando para recordarle a Emilia que ella le pertene- infidelidad, lo que él hizo fue golpearla por buscarlo.
cía y no podía tener una vida al margen de los límites
que él imponía. Prometía cambiar, pero las golpizas se hacían cada
vez más crueles. El día que uno de los hijos de la pa-
La suegra de Emilia fue la mujer que más la expuso reja se casó, Emilia cocinaba y su esposo fue a recla-
ante su marido y siempre sin fundamentos. Ellos vivie- marle por qué no les servía a los parientes de él en
ron catorce años en Oruro y luego se mudaron a Co- forma oportuna. El hombre la golpeó en el rostro con
chabamba, donde Emilia soportó otros veintiún años tal brutalidad que le fracturó la nariz y ella perdió el
de violencia psicológica, física, económica, porque no conocimiento. Los familiares de él lo ayudaron a es-
había amor entre ambos y porque este hombre resultó capar. El hijo recién casado tuvo que emplear el dine-
ser muy violento. ro que le regalaron en la boda para pagar la dolorosa
cirugía de su madre.
Ella no se animaba a romper su matrimonio, para que
su familia y la gente no la juzgue. Además, no tenía a Es entonces que Emilia decidió ponerle un alto a tan-
dónde ir, habría tenido que dejar a sus hijos porque no to dolor. Buscó ayuda. Un policía que la vio desespe-
podía mantenerlos ella sola y no se imaginaba la vida rada esperando a un médico forense le dijo: “Sí no
sin sus wawitas”. tienes plata, andá y búscale a la Julieta Montaño”.
Sin dinero, Emilia caminó varios kilómetros hasta la
En una oportunidad, doña Jacinta, una vecina que oficina Jurídica para la Mujer. Era su única esperan-
quería como a una hija a Emilia, le salvó la vida za para que se acabe tanto maltrato. Llegó y encontró
y ella cuenta: “Todo el tiempo quería matarme ese las respuestas, afirma: “Estaba muerta, ahora vivo”
hombre y ese día llegó con una pistola que puso a mi pero lo más importante es que “me enseñaron que las
cabeza, mi hijita había corrido a llamar a mi vecina mujeres no debemos aguantar la violencia. Tenemos
y ella con otros del barrio patearon la puerta y en- derechos. No somos propiedad de los hombres y tene-
traron a salvarme”. mos que querernos y ayudarnos entre nosotras” (Pá-
gina siete, 3 enero del 2016)
En Cochabamba, Emilia descubrió las infidelidades
de su esposo y la existencia de otros hijos en distin- ¿Quién de todos te parece que fue prójimo de esta mu-
tas mujeres y en su trabajo, él se identificaba como jer? Y el sabio Pastor contestó; la vecina Jacinta que le
viudo ante los demás. Era chofer interprovincial en salvó la vida junto a los vecinos, su hijo que se casaba,
110 Transformamos la violencia
que al ver la violencia la salvó, el policía que le indicó los signos de los tiempos. Esto implica leer la violen-
el proceso y le animó a denunciar, la oficina jurídica de cia que se despliega en contra de las mujeres como
la Mujer en Cochabamba….todos y todas aquellas que un fuerte llamado a aportar hacia otros fundamentos
se compadecieron de esta pobre mujer. Jesús le dijo, religiosos que respondan a la igualdad y la equidad de
vete y haz lo mismo, ocúpate de tus prójimos y prójimas género, a lo cual vamos a llamar justicia de género.
que sufren, sólo así, alcanzarás la salvación.
Algunos discursos religiosos han enfatizado a un ser
divino alejado de las realidades temporales o terrena-
les “….el señor que habita en los cielos, en las altu-
2. Un cuerpo social enfermo, tarea ras…” pues como toda divinidad habita en “lo alto”,
de la teología feminista toda cuestión terrena, incluyendo el cuerpo, será me-
nospreciada o infravalorada. La TF demanda la aten-
Bolivia y el contexto global, manifiestan una realidad ción sobre el cuerpo como locus (espacio) de salva-
de constante riesgo para las mujeres, niños y especial- ción, en contra de la visión filosófica y moral de que
mente niñas, situación que debe movernos a la acción el cuerpo es “la cárcel del alma” (Platón) por lo que
urgente. Esta realidad nos interpela social, religiosa, corresponde disciplinarlo y dominarlo.
cultural y políticamente a aliarnos desde los sufri-
mientos más profundos, en este caso, el de las mujeres Este planteamiento ha llegado hasta el siglo XX, por
lo tanto, tenemos una deuda histórica con los cuerpos
La violencia es concretizada en los cuerpos de las mu- vistos como lugar de perdición, de lujuria y pecado.
jeres cada vez con mayor crueldad, a lo que no pode- Desde la TF intentamos emancipar los cuerpos, es-
mos ser indiferentes. La teoría feminista ha develado pecialmente los cuerpos de las mujeres; convencidas
un sistema de opresión en razón de género, el patriar- de que el cuerpo es nuestro locus teológico de libera-
cado; nos corresponde a todos y todas hacerle frente ción, un territorio sagrado y soberano a defender por
con acciones concretas y desde los diferentes espacios encima de dogmas y/o interpretaciones fundamenta-
en los cuales estemos. listas de la Biblia.
La teología también se suma a este esfuerzo, median- Muchas mujeres no encuentran espacios de liberación
te la teología feminista, como una forma de hacer en las religiones e iglesias y ante el contexto violento
reflexiones sobre Dios desde una perspectiva crítica de hoy prefieren abandonar la fe y tildar a las mujeres
pero también liberadora. La teología feminista (TF) creyentes de “ignorantes” e incapaces de pensamiento
desenmascara al patriarcado dentro del campo religio- propio. Ven en las religiones más cadenas de opre-
so para proponer una nueva praxis religiosa acorde a sión, porque resulta que desde este espacio religioso
Memorias del X Encuentro de Teología Feminista en BOLIVIA 111
ahora, realza la creación divina en toda su integralidad munidad (socio) a la que pertenecemos; de ahí que se
y propugna la salvación/liberación corporal. convierte en una apuesta política de SANACIÓN/LI-
BERACIÓN del cuerpo social, desde una visión más
Soñamos con iglesias y líderes promoviendo el bienes- integradora de la vida.
tar de los cuerpos individuales y del cuerpo social, otro
sistema que ordene el mundo con justicia y nos muestre Ninguna cultura, ninguna religión deja al cuerpo hu-
que la salvación es colectiva, jamás individual. mano a su libre albedrío (Universidad Granada 2011,
p. 49), sin embargo hoy más que nunca, rige un siste-
ma hegemónico global al que le urge controlar a los
cuerpos, es el mejor dispositivo que atrapa a la hu-
3. Propuesta socio política: manidad dentro sus engranajes sociales, es el mejor
compasión por el cuerpo social/ mecanismo de control social3; me refiero específica-
mente al control de su biología, de su consumo, de su
colectivo
reproducción, de su sexualidad, de su imagen estética,
«Y nadie existe en soledad;
de su trabajo y rendimiento, etc. La humanidad es pre-
el hambre no deja opción
sa de este dispositivo de opresión.
al ciudadano ni a la policía;
debemos amar al prójimo o morir» (Auden)
Nuestro habitar en el mundo es corporal, nos relacio-
namos y exploramos nuestro alrededor a través de los
Hablamos de un cuerpo social enfermo viviendo en
sentidos. Nuestra identidad esta ceñida a la experiencia
trauma constante, por lo que en nuestro programa de la
de vivir desde/siendo un cuerpo. El cuerpo nunca es
COMUNIDAD BOLIVIA LIBRE DE VIOLENCIA,
una materia neutra, ya que responde a las historias per-
hemos optado por hacer carne del AUTO Y SOCIO
sonales y colectivas, también expresa elementos de la
CUIDADO (ASC) de los cuerpos humanos para que el
cultura y de los contextos históricos en los que vive. En
tejido social pueda estar sano y salvo de todo maltrato.
todas las sociedades y épocas se han generado sistemas
La propuesta de ASC está compuesta por las dos articulados de significados, conocimientos y prácticas
dimensiones citadas al principio de este trabajo, co- en torno al cuerpo, como mecanismos que posibilitan
menzamos por el cuerpo individual de cada persona su regulación y control. De ahí la importancia de re-
(auto) y continuamos por el cuerpo colectivo de la co- pensar nuestros cuerpos individuales interconectados a
un universo mayor mediante la cultura y la religión que
proveen de significados a nuestros cuerpos.
1 Michel Foucault, habla del BIOPODER (1992)taron-violen-
cia-guerreras-82190.html Tengamos presente también que el sistema capitalis-
Memorias del X Encuentro de Teología Feminista en BOLIVIA 113
ta, materialista y patriarcal ha sido perverso con los Una ética feminista será consciente de esta realidad
cuerpos en general, pero especialmente con el cuerpo del cuerpo individual y social y acogerá a todos los
de las mujeres. El cuerpo es la categoría más usada cuerpos con COMPASIÓN efectiva y demandará
por el mercado estético, el mismo que se esfuerza por hacernos cargo de todos ellos. La ética feminista se
probar a diario que le falta o le sobra algo, que nun- siente identificada con la Ética del Cuidado, concep-
ca es perfecto y que por lo tanto hay un permanente to acuñado por Carol Gilligan (1982) y que podemos
sometimiento al sufrimiento en aras de cumplir los definir como aquella ética convencida de que el mun-
estándares de belleza. do es una red de relaciones en la que todos y todas
estamos inmersas y de donde surge la consciencia de
Urge ser responsables con nuestros cuerpos de cara a que hay una responsabilidad social hacia los otros y
su emancipación. Nuestro cuerpo es integral: físico, las otras. El compromiso hacia los demás se entiende
sexual, conductual y emocional, desde ese auto reco- como una acción concreta en forma de ayuda y hasta
nocimiento podemos pasar al cuerpo social y político. de obligación humana (Pag.32).
Para enfrentar las enfermedades del cuerpo social, es
preciso comenzar diagnosticando sus múltiples dolen- Esto quiere decir que cada ser humano se haga cargo
cias y heridas sociales. Las violencias hacia los cuer- de los suyos y las suyas, que seamos capaces de dar
pos son explícitas e implícitas (sutiles) pueden venir cuentas a la divinidad cuando nos conmina a hacer-
de otros y otras, pero también de nosotras mismas, de nos prójimos y prójimas. Que el trabajo del cuidado
ahí es importante estar en permanente alerta al cuida- de la otredad no sea un rol sólo realizado por las mu-
do de nuestros cuerpos. jeres, sino que sea responsabilidad de todo ser huma-
no. Y así como hemos leído en el texto bíblico sobre
El mandamiento hacia la fraternidad/sororidad indica: hombres cuidando a hombres, es probable que este
“ama a tu prójimo, como a ti mismo”, pero como ha- sea un mandato urgente, puesto que históricamente
cer carne de este mandamiento, sí todavía no nos ama- no lo hicieron. Ni los hombres se mostraron vulne-
mos de verdad a nosotras mismas, nosotros mismos, rables ante los contextos ni tampoco han cuidado de
no cuidamos nuestra salud integral, no prestamos otros hombres, por miedo a los prejuicios que pesan
atención a los lenguajes de nuestro cuerpo, descono- sobre los roles sociales. Esta ética del cuidado, trans-
cemos nuestras intuiciones y emociones; cuánto más ciende los roles de género asignados y nos compro-
nos costará acercarnos a otros seres humanos y sentir mete a toda la humanidad a responder por nuestros y
compasión por el cuerpo social. Hoy es un buen día nuestras prójimas. Todos y todas estamos conmina-
para comenzar con la compasión corporal. La com- dos a ¡cuidarnos o perecer!
pasión tiene una dimensión corporal innegablemente,
no es abstracta. Una frase de Gilligan que ilustra mucho mejor esta
114 Transformamos la violencia
idea dice: “… (la ética del cuidado) es un ANTÍDO- de nuestros cuerpos, estaremos acuerpando nuestro
TO para la violencia: es difícil destruir lo que hemos quehacer cristiano y nuestra teología, esta será mucho
CUIDADO” más plena, efectiva, solidaria, evangélica, más del
aquí y ahora.
Por último, recordemos que nuestros cuerpos están
creados para el placer, el goce y el disfrute. El cuerpo La iglesia dice: El cuerpo es una culpa.
debería ser un territorio en libertad y no un territorio La ciencia dice: el cuerpo es una máquina.
amurallado por dogmas y mandatos eclesiales. Sí La publicidad dice: El cuerpo es un negocio.
actualizamos el mandamiento de la projimidad des- El cuerpo dice: Yo soy una fiesta. (Eduardo Galeano)
BIBLIOGRAFÍA
Gilligan Carol. (2013). La ética del cuidado. Cua-
dernos de la Fundación Víctor Grífols i Lucas N°30.
Barcelona
Placeres…
El cantar de nuestros cuerpos
Yovanka Antezana
BOLIVIA
E
l Cantar de los Cantares1 describe una historia de y auténtico. Esta historia está al margen de las nor-
amor que es tomada actualmente como un canto mas hebreas de noviazgo y matrimonio de la época.
de bodas. Sin embargo, percibo dos historias di- El noviazgo de la sociedad hebrea no implicaba amor,
ferentes, una de ellas un canto de nupcias con referen- era un acuerdo entre las cabezas de familia2. La mira-
tes como por ejemplo el velo, el huerto cerrado, la pa- da que se tenía del matrimonio en ese entonces, hasta
labra novia. La segunda historia es de dos pastorcitos incluso finales del siglo XIX d.C., era un mandato di-
que se expresan mutuamente un amor puro, confiado vino: tener hijos y que la hija tuviera un hombre que
1 El Sir ha-Sirim, Cantar de los Cantares (genitivo hebreo que de Brouwer, S.A.; 1998;http://www.scielo.org.co/pdf/cteo/
expresa el superlativo: el cantar más bello. Introducción al v38n89/v38n89a06.pdf
Cantar de los Cantares, Biblia de Jerusalén, Editorial Desclée
116 Transformamos la violencia
cuidara de ella. Las hijas nacían básicamente para ser visita encuentra su paralelo en el libro del Cantar,
esposas y madres, era el cumplimiento de un destino narrado a través de la Sunamita Ct 2,9; 5,2 – 5 como
que no obedecía al amor3. el deseo de encuentro. Ya no es el hombre el que se
ocupa de condenar el cuerpo de la mujer, es ella mis-
Para respaldar mi hipótesis, compararé Pr.7, el Can- ma la que narra desde su propio cuerpo y experien-
tar; Pr 31 y las bodas sefardíes. Esto último servirá cia. Pr 7, 11 – 19 denuncia, en desaprobado tono, la
para constatar que las canciones de boda tenían el actitud descarada de la mujer bullanguera que sale
propósito de describir las labores femeninas de la no- de casa exhibiéndose en busca del joven, para luego
via, narrar las expectativas de ambos, la ceremonia o “agarrarlo” y llevarlo a su lecho. En Ct 3,1 – 4; 8,1 -
rito nupcial con sus personajes; cánticos picarescos, 3 la Sunamita narra su desvelo y nostalgia, busca a su
conversaciones cantadas, elogios y reclamos, presu- amado en las calles y en las plazas hasta encontrarlo,
mir regalos, resaltando dotes de buena ama de casa. “agarrarlo” y meterlo en la alcoba de su madre (Dt
En siete de los ocho capítulos del Cantar no encon- 22,23 - 24). En Proverbios la mujer seductora está
tramos estas acciones descritas como parte de un rito casada y es tildada de prostituta.
nupcial, ninguno de ellos encaja en este molde. Las
ricas metáforas alusivas al amor secreto, cómplice y El autor de Proverbios enfatiza la imprudencia y des-
subversivo nos muestran la enorme búsqueda de la atino que esta mala conducta conlleva, abogando a su
persona humana por descubrir el amor divino en la vez por las normas de recato y moral. El amor en las
pareja. Las leyes dictaminadas como decreto divino mujeres está descrito como la perdición de su com-
son denunciadas a través de la lógica del amor que se postura, casada o comprometida, su comportamiento
hace carne en el dulce enamoramiento. es errado. También se observa que el joven de Pro-
verbios es incauto y cae debido a la seducción de la
mujer atrevida. Sin embargo, en el Cantar, el varón es
descrito como un enamorado, un apasionado pastorci-
La Mujer Seductora Pr 7 y la to que busca y espera a su amada en cualquier rincón.
Sunamita del Cantar
Los cantos pudieron ser recopilados por mujeres
En Pr 7, 6 – 12 un observador narra las acciones in- para mantener vivas las historias de amor imposibles
correctas de un joven y una mujer seductora. Esta y denunciar la triste suerte de la imposición patriar-
2 1 Mb 10,58 “El rey Alejandro fue a su encuentro, y Tolomeo 6,13; Lv 21,13-14; I R 1,2 Biblia de Jerusalén, 1998, Editorial
le entregó a su hija Cleopatra, y celebró la boda en Tolemaida Desclée De Brouwer S.A.
con la gran magnificencia que suelen hacerlo los reyes”; Tb 3 El libro del Gn 1,28; 1 S 1,10 ss; Gn 20,18; Sal 127,5; Eclo 42,
Memorias del X Encuentro de Teología Feminista en BOLIVIA 117
cal y sus costumbres. Si bien, por un lado, hombres En el interior del matrimonio el sexo era considerado
como mujeres no tenían opción de elegir pareja, den- con visos de santidad y las búsquedas de placer para
tro del hogar existía sólo una subordinada. La Biblia la mujer eran de suma importancia5. Se considera que
bebe de dos fuentes teologales que cruzan y entrete- durante la unión amorosa Yahvé mismo se encuentra
jen los libros sagrados, dos historias paralelas y has- presente. De aquí a pensar que el amor previo no te-
ta en ocasiones contradictorias. Este mismo espíritu nía mucho sentido. En el Ct 2,16 y 6,3 “Mi amado
inspira al libro sagrado del Cantar, el mismo que fue es mío y yo de mi amado que pasta entre azucenas”
ensamblado con el mismo quehacer escribano. En nos muestra la correspondencia mutua del amor de
palabras de Cossette Galindo parafraseando a Fray los pastorcitos. También se menciona en el cap. 7,11
Luis de León dice: “…yo soy para mi amado objeto de su deseo”, texto
que hace cuestionar a Gn 3,166 “…Hacia tu marido
“Alegóricamente hablando, parecería irá tu apetencia y él te dominará”. Acá vemos otra
que el amor puede tener una naturaleza crítica al sistema religioso legalista.
humana o divina, diferenciándose cada
una en el grado de perfección, donde
el amor humano sería más defectuoso Puente Histórico Patriarcal y
que el amor divino. Pero quizá esta Mujeres Valientes
diferencia de grados bastante relativa,
no haga justicia a la idea del amor que Para hablar de las canciones de boda sefardíes, es ne-
fray Luis realmente tiene. Aquel amor cesario adentrarnos en la descripción de la indumen-
taria y las costumbres propias de esta celebración,
como atributo de Dios con el que inicia
como también ver los compromisos previos que se
su comentario es la cualidad del amor asumían en la pedida de mano. Por razones descrip-
en sí, que el hombre es capaz de encon- tivas en sus cánticos nupciales, cada acontecimiento
trar gracias a su semejanza divina. Por importante, ya sea por medio de alegorías cantadas u
tanto, el amor humano no puede ser más oraciones pronunciadas, describe lugares, ritos, sig-
que divino cuando es verdadero”4 nos, sentimientos y acciones. Este tema es útil a la
hora de identificar el libro del Cantar de los Cantares
4 Nueva Revista de Filología Hispánica, “Fray Luis de León y Ayala, 2017, pag. 454”
el Cantar de los Cantares, paradigma místico-erótico en la tra- 5 https://es.slideshare.net/criverosr/la-mujer-en-el-judaismo28
dición judeocristiana y clásica grecolatina, Cossette Galindo
6 Ibid. Comentando a Karl Barth muy acertadamente.
118 Transformamos la violencia
como un ensamblado de dos historias entretejidas. sufrimiento, silenciamiento y resignación. Por otro
lado, estos cantos de boda son similares al Cnt 4,1-
Actualmente esto puede pasar inadvertido, pero para 5,1 único poema dentro del libro que hace alusión a
aquellas épocas y actualmente para varios pueblos, las bodas.
el casamiento fue y es una imposición religiosa. La
elección de la pareja por amor no es un acto banal, es
fundamental. El derecho de amar es la esencia misma
de nuestro existir. Para ello recurro a las tradiciones Costumbres y Canciones de boda
sefardíes creando un puente histórico hacia la época Sefardíes 7
en la que probablemente fuera escrito el Cantar. Si
bien estoy consciente de los siglos que separan a este En las bodas sefardíes resaltan los ritos judíos como
pueblo de su historia en la Biblia, quedaron bastantes por ejemplo que los novios deban seguir los ritos de
costumbres arraigadas en la memoria de los judíos purificación y ayuno días antes de la celebración y
de las diásporas. Las similitudes en cuanto al matri- el baño ritual (mikve) de la novia de acuerdo a las
monio, el trato en la convivencia y roles de género normas religiosas. La boda se celebra en el domicilio
fuertemente marcados, nos reflejan la vida dura que ya fuese del novio o de la novia, donde se prepara la
las judías tuvieron que soportar durante siglos. hupá (tálamo), el cual evoca al pueblo judío nómada
que habitaba en tiendas. La novia es llevada a la tien-
Este es mi horizonte de mira, el que bebe también del da del novio para casarse e integrarse a su familia. El
libro de los Proverbios y su descripción de la mujer rabino recita un quidúsh o bendición sobre una copa
ideal, es un puente de conexión con las costumbres de vino que ambos toman, simbolizando el compartir
sefardíes. La mujer ideal fue el modelo para todas las de sus vidas, luego el novio coloca en el dedo de la
mujeres en esos tiempos y siglos posteriores, inclu- novia un anillo de oro diciendo “he aquí que tú es-
so hasta fines del S. XIX, una vida dura plagada de tás consagrada a mí por este anillo, según la ley de
7 Este término proviene del topónimo Sefarad, lo encontramos desató el llamado criptojudio o judíos escondidos, quienes nun-
en la Biblia Ab 1, 20. Durante la Edad Media el término Sefa- ca dejaron su religión de lado, con el tiempo se unieron a comu-
rad se usó para señalar al extremo occidente, es decir la Penín- nidades sefardíes de Italia, Imperio Turco y Norte de África. En
sula Ibérica, debido a ello se denomina sefardíes a los judíos estas regiones el judeoespañol como lengua perduró en la lite-
expulsados de la Península a finales de la Edad Media. Saliendo ratura y su habla durante siglos. Pero fue cambiando tanto por
de las Coronas de Castilla y Aragón en 1492 se dirigieron al la influencia de los idiomas de los países en los cuales residían
Sur de Francia, Italia Portugal, al Norte de África y al Imperio como por la lógica evolutiva en el lenguaje.NelaKovacevic,” El
Otomano (actualmente Turquía, Grecia y los Balcanes) buena mundo sefardí en la obra de Laura Papo y el lugar de la mujer
parte de Oriente Medio y del Nordeste de África. En 1531 en en él”, Editorial de la Universidad de Granada, 2014;http://di-
Portugal fueron obligados a convertirse al cristianismo, lo que gital.csic.es/bitstream/10261/8660/1/prendas_novia.pdf
Memorias del X Encuentro de Teología Feminista en BOLIVIA 119
El Baño
El Regateo de las Consuegras Que si fueres
Poco le das, la mi consuegra, A bañar, novia,
Poco le das a vuestra hija, Lleva a tu madre,
Vuestra hija la querida. No vayas sola.
-Li daré siete camisas, Para quitarte
Una que se troqu”a cada día. La tu camisa
Yinés poco, mi consuegra, Para meterte
Poco le das a la vuestra hija En l”agua fría.11
Vuestra hija la querida.
Li daré un yerdán de oro El velo mencionado en el Cantar nos describe a una
joven que probablemente permanecía bajo la tutela monios modernos de amor no son diferentes a los
de los padres. En 4,1.5, 1 es el único poema donde la matrimonios concertados, porque la ceremonia de
Sunamita es descrita como novia. bodas igualmente era alegre y feliz.
Las madres enseñaban a sus hijas a ser sumisas y propiedad material. Como ejemplo tenemos
admirar al marido en todo, adularlo, alabarlo, com- el décimo mandamiento “no se debe codiciar
placerlo y agradarlo. Este era un modelo transmitido a la mujer de otro hombre, así como ninguna
por generaciones de madres a hijas14. Sin embargo, de sus propiedades”…”en las escrituras
este era el hecho que lograba que el matrimonio post bíblicas la mujer fue excluida de la vida
fuera duradero, la capacidad de aguantar y alabar al pública, de los estudios y no tenía parti-
marido a pesar de todo15. La mujer fingía que tenía cipación en el Sidur. Muchas de las leyes
un matrimonio feliz y un marido perfecto ante los talmúdicas que mantienen separadas a las
demás. En Pr 31, 30 el capítulo finaliza indicando mujeres de los hombres en las sinagogas…
la obediencia de la mujer a Yahveh, después de ha- se basan en un intento por liberar al hombre
ber descrito la ardua labor de la mujer en su casa. de la tentación causada por la presencia
Cosa curiosa, las mujeres dentro de las normas judías de mujeres en los alrededores (Mishná Avot
tienen muy pocas exigencias religiosas, absueltas de 1:5). Esto la convirtió en un recipiente vacío.
una obediencia directa a Yahvé, ya que el marido te- Sólo podemos destacar algunos preceptos
nía que encargarse de instruir a la mujer. relacionados con el tiempo que tienen que
ser realizados por mujeres, como son encen-
der las velas de Jánuka (Talmud Shab 23a)
“En los tiempos bíblicos la mujer estaba ex- o escuchar la historia de Esther en Purim
cluida y se consideraba “posesión del hom- (Talmud Meg. 4a)”16
bre”. Por esta razón el Tanaj o Pentateuco
incluye la protección de la mujer, como En este sentido podemos percibir que el Señor de la
refiriéndose a la protección de cualquier mujer que manda Proverbios obedecer, no es a Yah-
14 Este modelo perduró incluso en épocas de Laura Papo finales XXI escasamente tuvieron posibilidad de confrontación con el
del S. XIX, quien narra la historia sefardí desde el lugar de las sistema con el cual pueden o no sentirse a gusto, como en otros
mujeres. Ibíd. aspectos normativos…debemos decir claramente que no toda
costumbre conocida por el público, por más que la hayamos
15 Si los negocios del marido quebraban, las mujeres tenían que
heredado, es necesariamente correcta, y puede hasta contrade-
vender entre alimentos y ropa elaborados por ella, incluso tra-
cir incluso el espíritu de la Halajá y de la Torá y por lo tanto del
bajaba de sirvienta. Ibíd.
valor al cual se aspira. Sin embargo, sus costumbres erróneas
16 file:///G:/la-mujer-en-el-judaismo.pdf, debemos mencionar de o no prevalecen a lo largo del tiempo, debido a malas interpre-
manera urgente que las disposiciones Halájicas judías relacio- taciones que se hacen impositivas como si fueran legalmente
nadas a la regulación del papel de la mujer, la vida familiar etc. instruidas. https://es.slideshare.net/criverosr/la-mujer-en-el-ju-
Como muchas otras, deben entenderse también en un contexto daismo28. Nuevas lecturas van sumándose para dar reinterpre-
progresivo, y en un sistema de jurisprudencia que parte siempre taciones más equitativas y abiertas para la mujer.
de los antecedentes conocidos. La mujer y hombre judíos del S.
122 Transformamos la violencia
vé, sino al señor marido (Dt 24,17,19,20; 26,12). aquella hija digna de la divinidad. Su derecho de ele-
“No participaban de la esfera pública, carecía de li- gir por amor a su compañero es ejercido sin permiso,
bertad social y económica, no tenía derechos políti- en ella manda su corazón, no su señor padre, ni el
cos. Solo aparecía en público respetando las normas patriarca, ni el marido. No tiene un marido que sea
de separación y recato, como cubrirse el rostro con su dueño, tiene más bien un compañero que la ama.
un velo y no hablar en la calle”17. Su espíritu es libre, lo ha descubierto al reconocer
la hermosura de la naturaleza, toda ella como parte
suya, la creación en su más bello esplendor. Agrade-
ce su existencia al amar y ser amada, no son los hijos
Conclusión que nacerán, los que le darán razón a su existencia,
sino el amor en sí mismo. El cantar se despoja de
La importancia de mencionar estos hechos es para toda forma de sometimiento hacia la mujer, trascien-
remover la historia desde el cuerpo de las mujeres. de su cultura y se profundiza en el corazón como
Negar la posible existencia de dos historias en el li- idioma universal.
bro del Cantar es negar la realidad de la sociedad
en aquella época y negar, a la vez, los sentimientos El amor es el deleite más codiciado de la existencia
del ser humano. Una historia oficial y una historia del ser humano. Un amor real y auténtico, que es le-
subyacente que coexiste independiente y subversiva. gitimado con la presencia misma de Yahvé, porque
Como entender las sanciones violentas infringidas el lugar mismo de lo sagrado reside en el corazón.
hacia las mujeres y las normas nupciales tan duras El amor humano es descrito de manera armoniosa y
y carentes de sentimiento, como si ello no reflejara reconciliadora en torno a nuestros cuerpos y sus pla-
desesperanza, imposición y carencia de amor. ceres para redefinir la presencia divina en la humani-
dad. La mujer es capaz de reconocer a la divinidad en
Cuando hablamos de la Sunamita hablamos desde su propia sexualidad como en el cuerpo de su amado,
el cuerpo de las mujeres, de sus emociones, de sus queda reconciliada con la naturaleza y a la vez consi-
anhelos y expectativas. Pero, también en el marco go misma. El cuerpo, el placer, el amor, la entrega y
de búsqueda de justicia, la mujer se manifiesta a tra- la apertura nos obsequian el regreso al paraíso.
vés de su cuerpo en el mundo, no como una fuente
impura por su menstruación y sus partos, sino como La cultura patriarcal perduró a través de costumbres
erradas, ya sea por ignorancia o por control de los y violan los derechos de las personas, su libertad y
hijos. capacidad individual.
El judaísmo no es una religión monolítica basada ex- Siglos de miopía han obligado a miles de mujeres
clusivamente en la Torá. Para proteger y entenderla a la resignación, sin embargo, entre ellas hubo vo-
mejor se redactaron las leyes tomadas de la tradición ces disidentes, que fraguaron sus acciones para ser
oral, llamadas Halajá. En ella se encuentran conte- consideradas parte del canon; sus voces no duermen,
nidas las normas sobre las mujeres. También trata resuenan en nuestras vidas. Estas mujeres como la
sobre la autoridad del padre sobre sus hijas y su ca- “Sunamita” impulsaron a los juristas judíos a reinter-
samiento. En el Talmud (300 – 600 e.c.) se restringe pretar las normas. Aunque la Halajá lo refleje como
la autoridad del padre, otorgando a la hija la potestad el Talmud, las costumbres machistas se impusie-
para elegir pareja (Talmud Babilónico, tratado de Ki- ron mediante la ignorancia. Las mujeres no podían
dushin 81b)18. Muy a pesar de esta disposición y los aprender a leer, no pudieron empoderarse y fueron
llamados poskim19, imperó la costumbre que ya se sometidas. Expongo estos procesos para reflejar la
encontraba bastante extendida; mucho más para los lucha permanente de mujeres que profundizaron a
judíos de la diáspora, ignorando nuevas lecturas rea- Yahvé, que a pesar de todo no renunciaron a su fe
lizadas en el campo jurídico judío. Estas costumbres y amaron. El libro del Cantar de los Cantares nos da
son llamadas minhag, consideradas también como la certeza de que el amor humano irradia tanta luz
una ley, pero no todas son aceptadas como tales. El y tanta dicha que es imposible no relacionarlo con
caso de la imposición del matrimonio formaría parte lo divino. Quiero enfatizar este punto del placer no
de las minhag-taut o “costumbre errada”, que bien como una liberación sexual, pues sería incoherente
puede ser practicada por la mayoría del pueblo, pero con este poema de amor, sino comprender el placer
que a la vez es fundamentada en una errónea inter- como un regalo, el elemento que nos humaniza y di-
pretación de la fuente halájica u otro texto sagrado. viniza al unísono.
Esto es importantísimo saber, ya que lo jurídico es de
conocimiento sólo de los entendidos en el tema. Las Me viene a la memoria la película de Norman Jewi-
costumbres llegan a ser erradas cuando sobrepasan son, “El Violinista en el tejado”, basada en una no-
vela del escritor ruso Sholem Aleijem, titulada Las so. Y he aquí la magnífica obra que refleja a su vez
hijas de Tevye. Esta obra maestra del séptimo arte la búsqueda perenne de las reinterpretaciones de las
cuestiona las normas de convivencia y elección de leyes judías, a través de la reflexión sobre la vida
pareja para las hijas. El tema del amor será puesto misma. Es decir que es tarea del pueblo elaborar una
por sobre los bienes materiales, el prestigio y la mis- verdadera minhag.
ma palabra empeñada como un sello de compromi-
Bibliografía
Biblia de Jerusalén, Editorial Desclée de Brouwer, https://es.slideshare.net/criverosr/la-mujer-en-el-ju-
S.A.; 1998.http://www.scielo.org.co/pdf/cteo/ daismo28
v38n89/v38n89a06.pdf
Nela Kovacevic, El mundo sefardí en la obra de
file:///D:/38226-Texto%20del%20art%C3%ADcu- Laura Papo y el lugar de la mujer en él, Editorial de
lo-44181-1-10-20120113.pdf la Universidad de Granada, pag. 211, 2014.
https://paginasarabes.com/2011/12/12/el-matrimo- http://digital.csic.es/bitstream/10261/8660/1/pren-
nio-en-la-antiguedad/ das_novia.pdf
Erlini Tola
BOLIVIA
1. Encuadre general
E
n la historia de la humanidad, el cristianismo es vés de la palabra escrita, un bagaje de extensa simbo-
una de las más grandes religiones, siendo acti- logía como parte de su tradición y dogmas: “El sím-
va e influyente en diversos procesos, aspectos bolo se expresa en formas arquetípicas, en diferentes
y fenómenos: religiosos, político-ideológicos, econó- procesos culturales, se reinterpreta y se integra en las
micos y socioculturales, que se dieron en diferentes experiencias individuales” (Tokarski, 2007, p. 36).
etapas de la historia eclesial en el mundo antiguo y el
así llamado nuevo mundo. La iglesia, en su fundamental pertinencia con relación
a lo sagrado, ha logrado traducir esencialmente a tra-
En el lenguaje religioso se ha ido estructurando, a tra- vés de símbolos aquello que el ser humano no alcanza
126 Transformamos la violencia
a comprender o ciencia no probada, llamado misterio. como opresora y criticada fuertemente” (p. 6)
La iglesia administró estos símbolos y monopolizó
en gran parte el arte de su tiempo, haciéndolo su ins- La evangelización sistemática y la teología acompa-
trumento para explicar, catequizar y socializar. Este ñaron en todas las empresas de la historia de las con-
imaginario cristiano derivó también en expresiones quistas y cruzadas, yendo así de la mano una cultura
estéticas que han sido plasmados en manifestaciones ideológica y religiosa. Desde el punto de vista antro-
sublimes de glorificación, en procesos evangelizado- pológico, como fenómeno socio-cultural; se formaron
res de educación e identidad cristiana en contexto, otras “combinaciones”, sincretismos y celebraciones
con el objetivo de anclar el pensamiento y el sentir religiosas.
de la sociedad de su tiempo y realidades contextuales
en hábitos religiosos y “civilizatorios” en un tiempo y De ahí que religión y arte llevan similitudes en cuanto
espacio lineales de un sistema intencionado de simbo- a nombrar lo innombrable, dar forma a un pensamien-
lismo y acompañado de imágenes, objetos rituales que to, un sentir y principalmente a crear posibilidades
evocan adoración e identificación, siendo impuestas o (buenas o malas); esto toca la realidad y los cuerpos,
adaptadas en proceso de inculturación. los alienta para construir seres corporificados de sig-
nificado.
A esto podemos acotar la experiencia e interpretación
protestante del Siglo XVI, en el marco de la Reforma
y Contrareforma, que en su inquietud de volver a las
expresiones de la vida de comunidad cristiana primi- 2. Desarrollo y Experiencia Estética
tiva también realizó ruptura y limpieza de imágenes. de las Pinturas Murales
Así tenemos una referencia del significado del imagi- El proceso del montaje pictórico de las pinturas mura-
nario religioso en la historia, que marca la relación de les en la iglesia de la comunidad Santiago de Okola en
los feligreses con su tradición, en el caso cristiano y de 2018 se logró en consenso, en varias instancias y con
comunidades de fe. autoridades comunitarias y religiosas. Como un hito
en el tiempo y el espacio, emergiendo y desplegándo-
En las épocas moderna y contemporánea están pre- se pictóricamente: “Pintando a María en los Andes”
sentes estas manifestaciones, como señala Schüssler es una representación y diálogo ejecutados en un con-
(2013) “…la Virgen María, también ha sido desecha- texto concreto: Okola, comunidad aimara a orillas del
da por el protestantismo y cuya teología, la mariolo- Lago Sagrado, “El Titicaca.”
gía, es considerada por muchas feministas católicas
Memorias del X Encuentro de Teología Feminista en BOLIVIA 127
En el plano externo, respecto a los muros de la iglesia periencia pictórica, abordada en diferentes etapas y
como espacio, se respetó también la distribución del participando también en la vida y celebraciones co-
mismo compartido entre varones y mujeres. Al lado munitarias en Okola, desde la idea iniciada por los
izquierdo están las mujeres y al lado derecho los va- anfitriones hasta la culminación en una celebración
rones; así como están organizados y ubicados en un religiosa comunitaria.
espacio donde se reúnen en las asambleas y reuniones
de la comunidad. Los elementos dispuestos aquí, denotan la importan-
cia de construir una realidad que no solo se quedó en
La imagen de María en los murales está contenida en un nivel de abstracción. En el tiempo compartido en
elementos culturales y significados religiosos y socia- esta experiencia, fuimos mujeres dialogando conjun-
les. Ella lleva la vestimenta como mujer de la comuni- tamente con María, acuerpadas de significados viven-
dad, en el paisaje del lugar siendo acompañada por la ciales y utopías proyectadas e imaginadas.
riqueza de la flora y la fauna exuberante y vital de la
tierra sagrada de Santiago de Okola. Como una experiencia de iglesia, fuimos un cuadro
vivo de mujeres en movimiento, formando parte de
El proceso mismo de los murales, que en esencia son momentos comunes, personales y abiertos. El cuadro
experiencias socializadoras, da inició a un proceso de se conectó con una reflexión contextual en sus dimen-
reflexión, con puntos de vista encontrados, desencon- siones socioculturales y teológico-feministas. Nuestra
trados y enriquecidos. Un ciclo de escucha y pregun- naturalidad de ser tejedoras de reciprocidades, sorori-
tas que nos permitió interactuar de forma creativa y dad de mujeres, ha removido la tierra dura para flore-
sugerente en un mismo paisaje cultural urbano-rural. cer en diversas formas de ser, sin querer homogenei-
zar, forzar, ni de convertir, excepto que se lo permita
Los espacios recreados para conversar con “María” y los tiempos de una misma.
con mujeres aimaras y no aimaras de distintas ocupa-
ciones profesionales, cristianas católicas y evangéli-
cas de las ciudades de El Alto y Viacha se realizaron
mientras estábamos preparando el lienzo, muro donde 3. Los Murales de María
se proyectaría la obra final de los encuentros y desen-
cuentros internos y externos. Los títulos que se desarrollan son las situaciones de
María en sus diferentes estaciones de vida social-cul-
Se dialogó desde los saberes y la espiritualidad de tural y en los ciclos biológico, teológico y tradicional
cada una, construyendo las propuestas-bocetos. Así, en la comunidad.
obtuvimos los hilos de distintos colores para esta ex-
128 Transformamos la violencia
a) Anunciación de María
C
ontrastamos con situaciones de embarazo adoles-
cente, la violencia sexual y el debate sobre el abor-
to desde la cultura aimara. Cada día, nacen 105
bebés de madres adolescentes, mayormente de familias
pobres y del área rural. 35 de estas mujeres son menores
de 15 años. Sí la madre es menor de 15 años, legalmente
se considera violada, tiene derecho a abortar, pero, casi
nunca puede realizar su derecho.
b) Madre de Dios
C
ontrastamos con el feminicidio, pero también con
la mortalidad materna y la deficiente atención obs-
tétrica.
c) Huida a Egipto
Memorias del X Encuentro de Teología Feminista en BOLIVIA 133
C
ontratamos con la migración ya sea in-
El rey Herodes se puso furioso terna del campo a la ciudad, pero tam-
al escuchar que un niño había bién internacional, en su mayoría de
nacido y que iba a ser más mujeres que se convierten en sustento de ho-
poderoso que él. Por tanto, gar a través de remesas. 2.5 Millones de boli-
mandó matar a todos los niños vianos viven en el exterior: 70% son mujeres
menores de dos años que (Coordinadora de la Mujer, 2011). El 90% de
vivían en Belén y sus alrededo- las mujeres que van a España, se emplean en
res. Un ángel se le apareció en labores domésticas. Muchas son ilegales, tie-
sueños a José, y le dijo: “Le- nen miedo a la deportación, no cuentan con
vántate, toma al niño y a su seguros de salud
madre, y huye a Egipto. Qué-
date allí hasta que yo te avise, La huida a Egipto se recuerda en fecha 28 de
porque Herodes va a buscar diciembre con el nombre “Día de los Inocen-
al niño para matarlo.” José tes”. En diciembre, los niños en la comuni-
se levantó, tomó al niño y a dad elaboran animales de barro para Navidad
su madre, y salió con ellos de y desean que se multipliquen sus rebaños
noche camino a Egipto, donde para su familia. (Fuente, Catálogo: Pinturas
estuvieron hasta que murió murales en la Iglesia “Señor de la Pasión”,
Herodes. Mateo 2, 13-23 Comunidad Santiago de Okola).
134 Transformamos la violencia
d) Piedad Dolores
C
ontrastamos con la violencia estatal durante las
épocas de dictaduras en Bolivia, pero también la
represión hoy en día y la violencia criminal cre-
ciente. En 1970, 67 jóvenes guerrilleros del Ejército de
Liberación Nacional viajaron a Teoponte. Secuestraron
a 2 técnicos alemanes de la South American Placers In-
corporated, la empresa extranjera que explotaba el oro
de la región, y los canjearon por 10 presos políticos.
El presidente Alfredo Ovando Candia dijo: “no quiero
presos”. 58 murieron, en su mayoría fusilados, otros,
como Néstor Paz Zamora, por hambre. La ASOFAMD
(Asociación de familiares de detenidos, desaparecidos
y mártires por la liberación nacional) sigue en búsqueda
de la entrega de sus restos.
e) María Reina
M
aría es emblemática de mujeres líderes que su-
fren violencia política. Sólo el 14% de los adul-
tos mayores cuenta con jubilación (INE 2014).
Más de la mitad de los adultos mayores son pobres, la
situación se agrava para las mujeres y más aún sí son del
área rural.
el Señor es contigo;
f) María Asunta
N
os habla de la concepción cultural de la muerte,
que es parte del continuo de vida, y de la deficiente
protección del adulto mayor con pobreza mayor-
mente femenina.
Desde esta conexión maravillosa, cada una enrique- Y nos preguntamos ¿con cuál luz nos hemos mirado?
ce así este proceso desde su experiencia de mujer en ¿Qué medidas o paradigmas estéticos hemos “usado”
ciclos biológicos, socio-culturales, tradiciones y reli- o no “usado”? ¿Hemos reconocido una o varias imá-
giosidad, parecidos a los de María; como niña, hija, genes de “Marías”? ¿Nos hemos sorprendido, o des-
adolescente, joven, tía, madre, yerna, abuela, judía, cubierto, o redescubierto en ésta presencia cristiana
aimara, campesina, maestra, etc. como experiencia estética-teológica? Como dice el
dicho “peor ciego es el que no quiere VER”.
Es así que cada una pudo auto-proyectarse conscien-
temente y auto-renovarse, de ser posible, en la imagen En mi experiencia estética como artista también recu-
que pudo mirarse en ella y poder a la vez transformar- rrí profundamente a mis intuiciones femeninas. Me vi
la y dialogar desde esta experiencia estética vivida, envuelta o fui parte de una instalación completa del
Memorias del X Encuentro de Teología Feminista en BOLIVIA 141
mundo mujer. Asumí la experiencia como oportuni- ¿Necesito realmente de un dios masculino para existir?
dad de dialogar en diferentes voces y sentires, con la
intensión de respirar un aire fresco, encontrar una pa- Jesús, como ser que trascendió sus tradiciones y sus
labra nueva, exponiéndome agradablemente a conver- “necesidades” humanas y garantías de un techo sim-
sar y en riesgo de cambiar mis creencias. Me quedé bólico y concreto (clase, género, familia, tradiciones
además con estas preguntas: y costumbres, etc.) en gran parte construidas, pudo
renunciar a estos constructos no por desprecio a lo
¿Tengo por Dios a un Creador? ¿Temo o amo a un humano en sus dones, sino que sintió ir más allá, abra-
dios creador? zando compasivamente todo, es decir entrando a ser
parte del eterno volver-espiral y abrió una gran opor-
¿He sido adiestrada para agradar a un dios masculi- tunidad de ser quien realmente nos permitamos ser.
no-patriarca?
Poema dialogante
“Iglesias, iglesias e iglesias…religión de varones y la culpa,
Escalafones sellados por su dios creador masculino,
Aferrados a su barquito por el miedo a la otredad y al misterio…
¡Más dichosos los que pueden sentir el Agua y ser el Agua misma!
Resumen Introducción
A
partir de las palabras de una mujer víctima de Carta abierta a los expertos y expertas en trata.
trata y que pudo liberarse, creando conciencia
para sí y para quienes buscan comprometerse No me dicen nada sobre mí cuando hablan de
en la abolición del sistema prostituyente de la trata de “trata”.
personas, proponemos una relectura del mensaje de Me dicen mucho de la doble moral de ustedes
Jesús sobre la dignidad y la libertad que como cristia- y del maquillaje y del uso que hacen de nosotras.
nos estamos llamados a construir.
Este gran circo al que llaman
“lucha contra la trata”
y del que ustedes son dueños,
me dice mucho sobre la creación
y fortalecimiento de una nueva “zona roja”
y de ese hacer para no cambiar nada.
146 Transformamos la violencia
jer en estado de prostitución no puede hacerlo. Hay y desde una libertad conquistada en el riesgo. La vida
un gran silencio acerca del cuerpo propio entre las de Sonia como tantas otras irrumpe como la mujer
prostitutas porque la palabra está exiliada del cuerpo que se erige en el medio de la escena de los varones,
de la prostituta. Son otros los que lo nombran, lo cali- del relato del Juan 8,1-11; como un relato desubica-
fican y lo cotizan. Y en esa escisión entre el cuerpo y do, extraño, disruptivo, que nos interpela en la posible
la palabra de la mujer prostituida opera el sistema su hermenéutica del mensaje de Jesús hablando a los cre-
dominación de intercambio, de transacción, de prác- yentes, y no tantos, del resto del capítulo 8. Así pues,
ticas prostituyentes con nombres de fantasía: “media con la palabra de Sonia en el telón de fondo haremos
francesa”, “una francesa”, “un completo”, fantasía el esfuerzo por decir algo nuevo sobre la Dignidad y
para referirse a qué partes del cuerpo se tiene derecho la Libertad a partir de la lectura de Juan 8,31-47 ante
de acceder según el precio acordado. Un cuerpo que el escándalo del tráfico de personas para fines de ex-
seccionado en partes ya deja de ser un cuerpo para plotación sexual.
ser una cosa, un artefacto. Y a ese cuerpo entonces
fragilizado se lo incorpora a un sistema corporativo de
intercambios y acuerdos implícitos acerca del valor,
del status y del poder de unos cuerpos sobre otros. 1.1 “Si os mantenéis en mi Palabra, seréis
verdaderamente mis discípulos, y
Donde Sonia habla, ella instala una voz disruptiva en
conoceréis la verdad y la verdad los
el escenario de especialistas sobre trata y prostitución.
hará libres” (v.31-32)
Disruptiva digo porque ella ha pasado por la experien-
cia, cosa que la mayoría de los especialistas no han
La investigación de los últimos años ha llegado al
hecho. Su palabra truena con autoridad porque ella co-
consenso de que el evangelio de Juan, así como otros
noce bien la trama que sostiene el maldito sistema. En
textos, ha sido compuesto no de una sola vez, sino
la urgencia de su voz, ojalá reaccionemos, por alguna
sobre la tarea de una redacción larga y compleja. La
vez tengamos dudas y sospechemos de todo aquello
perícopa de la adúltera (cf. 7,53–8,11), que ciertamen-
que repetimos y creemos conocer acerca de este mun-
te no pertenece al texto original, da cuenta de tales
do que nos es tan ajeno.
anomalías en la sección de los capítulos 7-8 en el es-
cenario del Templo de Jerusalén durante la fiesta de
Dignidad y libertad en Sonia fueron lecciones apren-
los Tabernáculos. Las soluciones propuestas, desde
didas desde el cuerpo y la palabra, desde la experien-
la teoría de la redacción o de las fuentes y ediciones
cia y el discurso, desconstruidos y reconstruidos. Sus
múltiples son esfuerzos para valorar una ardua obra
palabras hablan desde una verdad puesta al desnudo
redaccional, y tal como concluye Stef van Tilborg “es
148 Transformamos la violencia
necesario decir que el evangelio muestra una gran embargo, nos mira desde el textus receptus y enrique-
unidad de inspiración teológica que plasma tanto la ce el sentido del capítulo en su vertiente retórica. En
articulación sincrónica de la obra como su proyecto tal sentido, no abordaremos en este estudio la crítica
global”. (2005 p.7). textual de tales pasajes, sino que aplicaremos una lec-
tura del texto canónico en su redacción final, según
El curioso tratamiento de esta perícopa nos ha llevado el abordaje del análisis sincrónico, en particular del
a indagar algo en la historia de la interpretación para método retorico. De tal manera que el dialogo de Jesús
saber que el pasaje es reconocido por Papías1, discípu- de Juan 8,31-47 ofrezca también un sentido referido a
lo de Juan, de modo que el relato es conocido ya en el la escena de la mujer sometida a juicio de los vv 1-11
siglo I. Por otra parte, Agustín de Hipona es el mayor en tanto situación retórica, es decir una situación que
defensor de la genuinidad del pasaje2. Éste dice “Y al- da pie a tales diálogos de Jesús y sus interlocutores.
gunos de poca fe, o, mejor dicho, enemigos de la ver-
dadera fe, temiendo, según creo, que se conceda a sus ¿Acaso hoy ciertas situaciones disruptivas de la vida
mujeres la impunidad en el pecar, arrancaron de sus de las personas y en particular de las mujeres víctimas
códices aquella escena en que el Señor perdonó a la de trata no están exigiéndonos hablar-de-ciertas-co-
adúltera.3 Como hace notar Hendriksen (1981), “ín- sas, a tiempo y destiempo, como para fortalecer nues-
timamente relacionado con esto está el hecho de que tra teología en clave de liberación? Con esta inquietud
el ascetismo desempeñó un papel importante en la voy a concentrarme en el estudio de los versículos
era subapostólica. De ahí que no se pueda descartar 31-47, sin perder de vista aquel marco redaccional
totalmente la sugerencia de que esta sección (7:53- para volver posteriormente sobre él. De este modo la
8: 11) formaba en otro tiempo parte del Evangelio de expresión “la verdad os hará libres” será una prome-
Juan para ser quitada del mismo más tarde”4. sa que nos llena de esperanza y audacia por su entera
realización, como una luz que lucha por no apagarse y
Aquella escena que la mayoría de los comentarios que lleva en sí misma la fuerza para continuar ilumi-
considera extrapolada y extraña para el evangelio de nándonos en las peores oscuridades.
Juan, por ser omitida en los códices más antiguos y
desplazada por otros, porque de-ella-no-se-habla, sin
1 Eusebio. Historia Ecclesia. III. 39, 17 en http://escrituras.tri- 3 Agustín. De adulterinisconjugiis, II, 7 en http://www.augusti-
pod.com/Textos/HistEcl03.htm última visita 30/6/2019 nus.it/spagnolo/connubi_adulterini/connubi_adulterini_2_li-
bro.htm última visita 30/6/2019
2 Agustín. In IoannisEvangeliumtractatus. Tr 33:4-8 en https://
www.augustinus.it/spagnolo/commento_vsg/index2.htmultima 4 Hendriksen, Guillermo. (1981) o.c. pág. 299.
visita 30/6/2019
Memorias del X Encuentro de Teología Feminista en BOLIVIA 149
cumplido nuestra parte, pensando como los judíos del garantía y la medida entera de nuestra dignidad y de
relato que somos linaje de Abraham porque tenemos nuestra libertad, para nosotros y para toda creatura.
claras las causas y los poderes que intervienen en el En Cristo somos liberados de toda falsa dignidad y
sistema de opresión. Pero esa razón se convierte en adoptados como hijos en la dignidad del Hijo, en eso
palabra muerta si no ponemos en acto esa dignidad. consiste la verdad a la que adhiere la fe cristiana y por
Puede suceder que nuestra dignidad de creyentes sea la que somos definitivamente liberados para operar li-
un gran título anquilosado sí es que no se convierte beración en su nombre.
en verbo, en acción de dignificar. Cualquier título
pierde legitimidad si no se traduce en acciones y así v. 37 Ya sé que ustedes sois descendencia de
puede sucedernos también a los cristianos. En ese Abraham; pero tratáis de matarme, porque mi Pala-
caso nuestra omisión estaría poniendo al descubierto bra no halla acogida en vosotros.
nuestra hipocresía, nuestra corrupción; en términos bí-
blicos, nuestro pecado, porque “todo el que obra pe- Ante sus interlocutores, que quieren matarle, Jesús re-
caminosamente es un esclavo” (v.34), que ni siquiera conoce en el sentido histórico y físico, que todos ellos
ha logrado la libertad para sí mismo. Puede suceder son descendencia de Abraham, lo que incrementa la
según expresa la sentencia final precedida por un ro- perversidad de sus propósitos y la esclavitud mani-
tundo Amén, Amén, que llamarnos tranquilamente fiesta de un corazón pecaminoso, quizá por eso no
cristianos en un continente marcado por la opresión, la los llama hijos de Abraham sino sperma, esperma de
corrupción y la indiferencia se vuelva en nuestra con- Abraham. “No cabe duda que descendían de aquel en
tra para acusarnos, cuando llamándonos cristianos no quien se inició la nación de Israel, pero no son espiri-
ponemos en acto la verdad y la libertad que caracteri- tualmente sus descendientes porque la fe de Abraham
za nuestra fe. De hecho, el esclavo puede ser echado está ausente de sus corazones y no son conducidos por
en cualquier momento de la casa, mientras no así los ella”. (Pérez Millos 2016, p.866)
hijos que permanecen, meno, en la Palabra del Hijo.
Quienes quieren matar a Jesús hoy son aquellos que
v. 36 Si el Hijo los hace libres, ustedes serán desde la esclavitud de su corrupción oprimen la ver-
realmente libres, dad, la de una dignidad que todavía no hemos alcan-
zado más que en promesa. Permanentemente estamos
La verdadera libertad se nos manifiesta en Jesús y amenazados de muerte, incluso hasta por quienes te-
en nadie más. En Él reconocemos la suma dignidad niendo algún poder dilatan la puesta en acto de la ver-
que estamos llamados a realizar y la cual debemos dad, porque la Palabra no halla acogida. El clamor es
construir para toda la humanidad y, en ella, para toda urgente y brota de los sótanos clandestinos donde se
la creación, en términos paulinos. Jesús es, pues, la ejerce opresión sobre los más débiles, por ser pobres,
Memorias del X Encuentro de Teología Feminista en BOLIVIA 151
migrantes, explotados, vendidos, traficados, prostitui- recuerda al pueblo reunido en el desierto, recibiendo
dos, olvidados. la ley que rescata de la esclavitud para hacer hijos de
Dios, pueblo libre al servicio de la vida. En una fiesta
v. 44 Vosotros sois de vuestro padre el diablo donde las luces son el signo principal, Jesús se pre-
y queréis cumplir los deseos de vuestro padre. Este senta como la luz verdadera. El hilo de la narración
era homicida desde el principio, y no se mantuvo en no obstante desemboca en el rechazo y nos muestra
la verdad porque no hay verdad en él: cuando dice la a los adversarios de Jesús buscando una trampa para
mentira dice lo que le sale de dentro, porque es menti- acusarle y matarle. ¿Acaso situaciones de suma grave-
roso y padre de la mentira. dad como las que diariamente nos dejan sin palabras,
situaciones que delatan la crueldad y la deshumaniza-
En este momento la sentencia de Jesús se radicaliza ción de un sistema criminal no desafían la tenacidad
diversificando dos proyectos, el de los hijos de Dios de nuestros estudios y reflexiones a fin de dejarnos sin
y el de los hijos del diablo. El diablo, asesino desde el argumentos? ¿Ante cada víctima, acaso no sentimos la
origen y hasta el final. Enemigo de la vida, de la ver- desazón de retirarnos entre cascotazos (v.59) para no
dad, de la dignidad y de la libertad que buscamos los ser del todo derrotados a fin de volver más tarde con
hijos de Dios. ¿Qué más claridad necesitamos para en- otros argumentos más convincentes?
tender el lugar que estamos llamados a ocupar como
verdaderos creyentes ante un plan sistemático de se- En el plano de los hechos, como ante el juicio de la
cuestro, explotación prostituyente y muerte de tantos mujer adúltera, cualquier solución que se proponga
y tantas hermanos y hermanas victimas del crimen de puede ser para perjuicio propio y de la víctima, tal vez
trata y explotación sexual, y en ellos de toda domina- por eso Jesús no aborda el asunto en términos lega-
ción egoísta de cuanta creatura es usada como objeto les, sino que encamina la salida por el lado práctico y
de consumo y descarte? por el de la interpelación hacia quien tiene el poder de
arrojar la primera piedra. Nuestro argumento también,
como en el caso de Jesús, puede ser paliativo, momen-
táneamente eficiente en tanto ponemos el foco sobre el
1.3 Libertad y verdad amenazadas rescate de la víctima, pero queda aún el andamiaje del
sistema que seguirá matando, robando, esclavizando
Recordamos nuevamente el contexto donde ocurren hasta tanto podamos robustecer el poder liberador de
todas estas escenas y diálogos que nos trae el evan- nuestra dignidad y de nuestra verdad.
gelio de Juan, la fiesta de los tabernáculos, la que
152 Transformamos la violencia
Conclusión Bibliografía
La comunidad de Juan representada en el relato ha he-
cho una clara ruptura y ha entrado en conflicto en sus SANCHEZ, Sonia. La puta esquina. Campo de
propias bases judías. Ha enfrentado agudamente a sus concentración a cielo abierto. Bs.As. Ed. La Minga
adversarios y conoce bien cuáles serán las consecuen- 2018
cias, nunca menores a la suerte de su Mesías.
VAN TILBORG, Stef. Comentario al Evangelio de
Así también Sonia, y lo que su discurso representa, Juan. Navarra Ed Verbo Divino 2005.
nos coloca en el lugar incomodo, con la misión de
elaborar también un pensamiento incómodo y un ac- HENDRIKSEN, Guillermo. El evangelio según san
tuar consecuente, permanentemente provocativo a la Juan. Subcomisión Literatura Cristiana, lglesia Re-
sociedad y especialmente dirigido a quienes tienen el formada. Michigam USA. Grand Rapids, 1981
poder de cambiar las cosas. ¿Seremos capaces de per-
manecer, mero, en esta Palabra y esta actitud, la que PÉREZ MILLOS, Samuel. Comentario exegético
confiesa nuestra fe? al texto griego del Nuevo Testamento. Juan. Bar-
celona, CLIE, 2016
El evangelio es un anuncio humanizador y dignifica-
dor para todo ser humano, en especial para los más
pobres y necesitados que no pueden esperar más. El
llamado de Sonia nos interpela, como en el juicio a la
mujer adúltera, el llamado es a una politicidad creyen-
te que sea menos principista y más pragmática, menos
religiosa y más efectiva. El tiempo es muy corto y la
situación es demasiado grave. Las piedras están sobre
nuestra cabeza.
Memorias del X Encuentro de Teología Feminista en BOLIVIA 153
Sandra Mazo
COLOMBIA
E
l Cuerpo y la Sexualidad de las mujeres NO es y simbologías que a partir de creencias, mitos, prejui-
una temática nueva, ni mucho menos inexplo- cios, valores, estigmas y paradigmas, especialmente
rada a nivel histórico; pero SI ocupa un lugar religiosos, justifican la naturalización de las violencias
predominante hoy en día. De un lado, como un im- contra las mujeres, pretendiendo así, despojarlas de su
portante campo de incidencia hacia el reconocimiento dignidad y de su libertad como agentes morales capa-
de derechos; y del otro, como un ámbito de debate en ces de tomar decisiones basadas en su propia concien-
la esfera de lo público - político, teológico, jurídico y cia sobre asuntos que fundamentalmente tienen que
socio – cultural. ver con su cuerpo, su vida, su libertad y su derecho a
decidir sobre su sexualidad y vida reproductiva.
Sin duda, la vigencia de este debate ha estado princi-
palmente permeada por la fuerte y persistente injeren- En este sentido, traer el tema del cuerpo y la sexua-
cia fundamentalista religiosa que se resiste a perder el lidad de las mujeres, es una oportunidad para resig-
control del cuerpo y la autonomía de las mujeres, es- nificar categorías de análisis, ampliar semióticas y
pecialmente en el ámbito de la sexualidad y la repro- retomar sentidos que nos permiten desde el género,
ducción. Es así como se instalan múltiples narrativas el feminismo y la teología, avanzar en sus contenidos
154 Transformamos la violencia
y estrategias a pesar de estos contextos adversos, que nista de Católicas por el Derecho a Decidir, uno de
buscan sin duda retrotraer los alcances que las mujeres nuestros principales horizontes es el rescatar el sen-
hemos logrado a través de la historia y que nos plan- tido - valor de esta triada entre cuerpo, sexualidad y
tean enormes desafíos en este complejo y conservadu- género para dignificarlo, desculpabilizarlo y liberarlo,
rizado escenario político, social y cultural. pero también para denunciar el histórico sometimien-
to y dominación que por siglos el patriarcado nos ha
Silenciar el cuerpo, limitar la sexualidad, imponer la impuesto a través de múltiples formas y violencias.
reproducción como fin único y natural, y restringir la
capacidad de decidir de las mujeres, han sido propó- Por ello, nos situamos desde una visión liberadora y
sitos centrales de este modelo de poder patriarcal que positiva de nuestro cuerpo que promueva una sexua-
ha encontrado en el pecado, la condena y culpabiliza- lidad placentera y sin violencias, un ejercicio autóno-
ción, una de sus principales estrategias, donde la reli- mo, deseado y no impuesto de nuestra reproducción;
gión como parte del campo cultural ha sido uno de los en suma, hablamos desde un lugar que se rebela y se
instrumentos predilectos del poder, el que inspirado y resiste a los mandatos que vulneran nuestra digni-
legitimado en las violencias simbólicas, ha justificado dad. Esta es una apuesta para desheredar el encarce-
la dominación y el control de la vida y las decisiones lamiento y las historias de represión y opresión que
de las mujeres. por tantos siglos hemos cargado en nuestro cuerpo,
nuestra alma y en nuestra esencia de mujeres; busca-
En tal sentido, hemos vivido bajo el imaginario del mos, reivindicar nociones e imaginarios del cuerpo y
cuerpo femenino tristemente reducido al pecado, al la sexualidad desde la libertad y el derecho a decidir.
castigo, a las prohibiciones, a las culpas, al sacrificio Es que el cuerpo y la sexualidad han sido los luga-
y a todo tipo de vejámenes sustentados en la violen- res predilectos del patriarcado para ejercer todas las
cia y la discriminación. Mucho se ha escrito, hablado, relaciones de poder, que se alimenta de imaginarios,
pensado y realizado con respecto al cuerpo y la se- normas, mitos, creencias y patrones socioculturales
xualidad de las mujeres, pero pocos esfuerzos se han para reproducir, naturalizar y justificar la discrimi-
concretado para enseñarnos a conocer nuestro propio nación y las violencias contra las mujeres. De ahí
cuerpo, apreciarlo, valorarlo, sentirlo, resignificarlo y que éste sea un camino para transformar la visión
vivirlo como una parte integral de nosotras mismas. retrógrada que se ha impuesto sobre lo femenino y
de la mujer como cuerpo disciplinado para la repro-
¡Hay tantas historias, caminos y sabidurías entrelaza- ducción, y avanzar hacia una noción sobre el cuerpo
das en nuestra piel! ¡hay tanto por descubrir, apreciar que decide, siente y trasciende.
y recorrer en nuestro cuerpo! Por eso, desde un femi-
nismo teológico y desde esta apuesta teológica femi- En este sentido, no cabe duda sobre la presencia y la
Memorias del X Encuentro de Teología Feminista en BOLIVIA 155
Damos testimonio sobre un “antes” y un “ahora” con En este contexto, la invitación es a pensarnos de ma-
respecto a la manera como se ha transformado la ca- nera crítica y creativa en las relaciones que existen en-
tegoría de la sexualidad en general; sin embargo, la tre la tríada cuerpo, sexualidad y género y cómo esto
noción del cuerpo de las mujeres y la vivencia de su tiene un impacto directo en la construcción de ciertas
sexualidad no experimenta aún grandes cambios con subjetividades que hoy persisten como debates crucia-
respecto a un “antes” y a un “ahora”; por lo cual, ca- les que imponen modelos morales únicos, como por
bría preguntarse: ¿Qué será necesario hacer para que ejemplo, frente a la maternidad, el cuidado, la identi-
nuestras sociedades, culturas y hasta sistemas políti- dad, la familia, la función simbólica de lo femenino,
cos estén dispuestos a revisar sus imaginarios, normas de la masculinidad y otras nociones que hay que trans-
y pensamientos acerca del cuerpo y la sexualidad de formar semántica y semióticamente de acuerdo a los
las mujeres? ¿Qué se requiere para que, desde las di- signos de los nuevos tiempos.
ferentes teologías, rompamos la doctrina del pecado
frente al cuerpo, la sexualidad femenina y la autono- Tenemos también que construir una hermenéutica di-
mía reproductiva, y reconozcamos nuestra realidad ferente, cercana, oxigenante y entendible, que incluya
como seres sexuados? la necesidad de instalar estos temas social y cultural-
mente en nuestras iglesias, a partir de una conexión
Frente a preguntas como éstas, se hace necesario “re- con nuestras espiritualidades, desde una teología fe-
minista y de un feminismo teológico que nos permitan Sexuales y los Derechos Reproductivos desde una
reconocer ampliamente la importancia de estos asun- perspectiva teológica feminista y desde un feminismo
tos desde un ejercicio que experimente el evangelio y teológico, estamos hablando nada más y nada menos
una comprensión de Dios que incluya estas nociones que de nuestra experiencia como seres humanos, de
de cuerpo, sexualidad y autonomía reproductiva como nuestra propia esencia de humanidad “forjada en la
palabras con poder teológico, como mensajes con una corporalidad y la materialidad de la buena creación de
profunda fuerza simbólica y religiosa que trae buenas Dios… de una teología encarnada desde la particula-
nuevas para las mujeres. Retomando algunas ideas de ridad y la materialidad de los cuerpos humanos y sus
la teóloga Nancy Bedford, es construir un “Feminis- vivencias”. De ahí que la buena noticia teológica para
mo teológico que consiste en experimentar el evange- las mujeres es que el evangelio y la construcción de
lio de Jesús como una buena noticia para las mujeres Dios nos permite ajustarnos al signo de los tiempos
– este es un buen lugar desde donde explorar cuándo que nos revelan nuevos modelos para profundizar en
y cómo la vida eclesial deja de tornarse mala noticia nuestra relación con Dios, desde espacios de igual-
para las mujeres y cómo velar para que el evangelio dad, repensando y transformando espacios vitales de
de Jesús sea verdaderamente una buena noticia para convivencia, deconstruyendo esquemas de poder asi-
todas nosotras”. métricos y discriminatorios con respecto a los roles
de género, la sexualidad, las identidades sexuales y el
Así, la teología del cuerpo y la sexualidad de las paradigma de la familia, y reafirmando la autonomía
mujeres nos debe permitir profundizar en nuevas reproductiva y el derecho a decidir de las mujeres en
dinámicas de género en nuestras iglesias, donde la todas sus dimensiones.
noción de Dios nos posibilita resignificar que somos
seres humanos a su imagen y semejanza, y que, por En suma, recogemos la propuesta de hacer feminismo
lo tanto, el cuerpo y la sexualidad es una parte cons- teológico desde la teología feminista para cargar de
titutiva de lo que soy como ser humano creado por sentido y resignificar nuestra esencia de ser mujeres
Dios. De modo que “la doctrina de Dios no es algo a la luz de las buenas noticias que nos pueda traer el
impermeable e inamovible, sino una tarea siempre evangelio y la espiritualidad, para de este modo oxi-
abierta”2 y cambiante que toma en cuenta el devenir genar la presencia de Dios, la doctrina, los ritos, las
de los tiempos y hace una teología a la altura de los creencias, los mitos y así nos reconcilien y nos reafir-
cambios que esto implica. men con nuestro cuerpo, con nuestra sexualidad y con
lo maravilloso de ser mujeres.
De este modo, cuando hablamos de los Derechos
2 Ibíd
Memorias del X Encuentro de Teología Feminista en BOLIVIA 157
Tenemos certeza que instalar teológicamente otros tructurar mentalidades y concepciones construidas por
sentidos del cuerpo y la sexualidad de las mujeres, im- el patriarcado, hacia cambios que nos permitan nuevas
plica una apuesta contracultural y contrahegemónica y liberadoras maneras de identificar la sexualidad y el
que no es para nada fácil, por lo tanto, cada vez nece- cuerpo de las mujeres como un fin en sí mismo y no
sitamos espacios más amplios, diversos e incluyentes un medio para la reproducción y las violencias. Hay
de reflexión teológica que nos permitan profundizar una valiosa oportunidad para trascender estos deba-
sororidades, trascender paradigmas, afianzar luchas, tes, pues llegará el momento, más temprano que tarde,
modificar narrativas, repensar modelos y construir en que no necesitemos de mandatos, leyes, ni normas
espacios de conversación y formación, donde la irrup- para ejercer nuestro derecho a decidir con autonomía
ción de los temas de género y de derechos sexuales y y basadas en nuestra propia agencia moral.
reproductivos se perciban y reciban como un asunto
importante en la sociedad y trascendente para alcanzar Somos seres íntegros y portadoras de nuevos mensa-
la igualdad sustantiva. jes liberadores. Forjamos con nuestras luchas ámbitos
de igualdad real y soñamos realidades que se abren
Nos asiste la convicción en torno a que en los cambios paso por la avenida de la justicia. Estamos realizando
socio – culturales y de paradigmas podemos deses- la utopía mientras desacomodamos privilegios.
158 Transformamos la violencia
Memorias del X Encuentro de Teología Feminista en BOLIVIA 159
ECOTEOLOGÍA
160 Transformamos la violencia
Memorias del X Encuentro de Teología Feminista en BOLIVIA 161
Espiritualidad Ecofeminista
La Relacionalidad de la Vida a Partir de lo Cotidiano
Ivone Gebara
BRASIL
E
l siglo XXI parece estar marcado por un malestar que estamos diseñando algo sobre una espiritualidad
generalizado en el que la búsqueda de caminos ecofeminista a partir de la cual otras espiritualidades
hacia el bien común, que incluya al planeta, pa- tradicionales podrían abrirse y beneficiarse. Decir
rece confusa y difícil. Necesitamos encontrar salidas esto significa recordar que la historia del mundo no
que nos protejan también de la destrucción de la tierra comienza con la creación narrada en los mitos bíblicos
y sus múltiples habitantes. Y estas salidas requieren y que la dimensión ética de la vida no surge con el bu-
una antropología o una comprensión amplia del ser dismo, el judaísmo y el cristianismo. El cristianismo
humano más allá del antropocentrismo que conside- tiene poco más de dos mil años…, pero el planeta, las
ra al ser humano como el primero y más importante. muchas formas de vida hasta llegar a los seres que lla-
El antropocentrismo y el androcentrismo están en la mamos humanos ha tenido un larguísimo proceso de
base de políticas y comportamientos que tienden a evolución. Es por eso que llamo la atención intentan-
jerarquizar a los seres, colocando a los humanos, es- do abrir nuestra visión más allá del aprendizaje cris-
pecialmente a los privilegiados económicamente, en tiano que hemos tenido. Este preámbulo es importante
la cima de la montaña de la pretendida superioridad para entender el ecofeminismo.
de unos en relación con los otros. Es en este contexto
162 Transformamos la violencia
dominación del mundo y la naturaleza a partir de la laxia, del planeta y de los diferentes cuerpos que viven
estructura jerárquica patriarcal excluyente que man- en él y de él. En esta línea, es necesario destacar que
tiene vivas muchas formas de dominación. Y ambos en América Latina, las cosmovisiones indígenas des-
conocimientos le dan a la teología de nuestras igle- empeñaron un papel importante en la reafirmación de
sias cristianas una base de reflexión, comprensión, ac- esta comunión e interdependencia entre nuestro cuer-
tualización y acción que no ha estado en las agendas po y el cuerpo de la Tierra.
oficiales de la teología desde su fundación hasta el
día de hoy. Nos permiten también percibir hasta qué Por esta razón, el ecofeminismo trabaja a partir de los
punto los sistemas culturales, económicos, políticos y pilares y las herencias que nos constituyeron e hicie-
religiosos están interrelacionados y se basan en cla- ron que el planeta esté viviendo la trágica destrucción
sificaciones jerárquicas, interpretaciones sexistas y en curso a través de la emisión de gases tóxicos, el ca-
exclusiones inevitables. Estos sistemas terminan ga- lentamiento global, la enorme producción de residuos
rantizando solamente la vida de una minoría humana no reciclados, la destrucción de bosques y del hábitat
privilegiada y destruyen los diferentes ecosistemas, de tantos seres vivos. Y no solo eso, sino también a
así como el complejo y exuberante mundo animal, en través de creencias que nos separan cada vez más de
nombre de una exaltación del poder del ser humano los otros seres o de las otras dimensiones, haciéndo-
como ser racional por excelencia y centro en el cual nos creer en nuestra superioridad más que en nuestra
todo debe converger. semejanza y relacionalidad. Es especialmente sobre
este último punto, profundamente conectado con los
El ecofeminismo es una parte importante de este nue- anteriores, que desarrollo mi reflexión sobre la espi-
vo emprendimiento de algunas mujeres que se centran ritualidad. Ella se limitará al cristianismo, aunque el
en las realidades de sus propias vidas y el mundo que ecofeminismo teológico tenga también representantes
las rodea. Lo real es ante todo lo que viven y obser- en otros credos religiosos.
van. Y en aquello que viven y observan hay signos de
una larga evolución histórica que nos ha hecho llegar Hace algunos años, Thomas Berry escribió que “…un
a la sensación de “malestar” en la que vivimos. Lo ser humano es menos un ser de la tierra o del universo
que es real, en la propia vida temporal y espacial, es que una dimensión de la tierra y el universo. La forma
la aprehensión de la importancia de las interrelaciones de nuestro modo de ser depende de la sustentación y la
o de la relacionalidad entre todo lo que existe hoy y orientación de este orden integral de las cosas”.
existió en el pasado. Lo que somos tiene que ver con
lo que fuimos como humanidad y más allá de ella. Lo Ser una dimensión es ser parte de otras, es convivir
que vivimos tiene que ver con la herencia cultural que y existir con otras, es ser unas para otras y ser parte
recibimos en la evolución del universo, de nuestra ga- de otras. Por esta razón, mientras tratamos de limitar
164 Transformamos la violencia
nuestro “malestar” solo a la pobre organización de reflexión es también limitada a una percepción minori-
nuestra economía, o la corrupción política de algunos, taria de la vida en el planeta y de la herencia cristiana.
o la creencia en el “pecado original” que nos marcó Estoy situada en un lugar privilegiado con respecto a
con su sello religioso desde nuestros orígenes bíbli- aquellas que tienen condiciones mínimas para pensar
cos, estamos de cierto modo limitando el hecho de ser la vida, para tratar de comprender racionalmente lo
solo una dimensión de la tierra. Y al valorar aspectos que parece comandar nuestras decisiones; en un lugar
de una dimensión en detrimento de otras, estamos im- de responsabilidad para ayudar a encontrar espacios
pidiendo la manifestación de la exuberancia de la tie- de intercambio de conocimientos y sabidurías a par-
rra y el universo, así como limitando la manifestación tir de diferentes lugares. En este sentido, hemos dado
de la dimensión humana múltiple y variada que so- con algunas compañeras algunos pequeños pasos para
mos. Con pesar, constatamos que la teología cristiana delinear dónde y cómo podríamos situar una teología
muchas veces nos segregó de la naturaleza física, in- diferente, especialmente fuera del poderoso eje patriar-
visibilizó a las mujeres o les asignó roles predefinidos, cal androcéntrico que hemos heredado y que todavía
y creó esencias que llamó también “naturaleza” como anima la teo-políticas de nuestro tiempo. Situarse fuera
modelos a los cuales había que respetar para obedecer del eje habitual es un intento de ver el mundo con otra
la voluntad divina. Creyó además que debía cristiani- mirada, y sentirlo y pensarlo de otras formas.
zar a todos los pueblos, porque creyó ser la única que
detentaba la verdad sobre Dios y la vida humana. Es en este sentido que se ha impuesto un trabajo desde
teología feminista. Su tarea es, sobre todo, deconstruir
Es desde esta perspectiva que la reflexión ecofeminis- los contenidos patriarcales que reforzaron la desigual-
ta sobre la teología cristiana pretende transformar lo dad entre hombres y mujeres, así como el desprecio a
construido para reorientarse en la difícil tarea de vivir la naturaleza. En cierto modo, es laicizar el Evangelio,
en una comunidad viva y plural a partir del rescate de no someterlo a los poderes de la religión en los que el
la tradición ética de Jesús de Nazaret en nuestros días. orden patriarcal masculino sea el conductor. Este tra-
La tarea es vasta y ardua, especialmente a medida que bajo es lento y difícil porque implica no solo la resigni-
somos cada vez más conscientes de hasta qué punto ficación de la teoría hecha por intelectuales masculinos
el cristianismo y el catolicismo se han convertido en durante siglos, sino toda una tarea a partir del imagi-
un verdadero caleidoscopio de expresiones y creencias nario popular, un imaginario religioso eminentemente
diversas. Las expresiones populares del catolicismo, patriarcal y dependiente. De ahí la importancia de in-
por ejemplo, son múltiples y variadas y a menudo troducir una formación de nuestras referencias religio-
corresponden a una respuesta inmediata ante un sufri- sas dentro de los grupos de mujeres como un elemento
miento concreto o una necesidad. En este sentido, mi importante de los nuevos procesos educativos.
Memorias del X Encuentro de Teología Feminista en BOLIVIA 165
Tomando más directamente la cuestión de la espiri- las normas establecidas por la Iglesia. Había así uno o
tualidad considerada como un conjunto de valores, varios modelos reconocidos como buenos e imitables, y
actitudes, comportamientos, expresiones artísticas y cada persona debía entrenarse para experimentarlos en
culturales que nutren la vida en sus diferentes mo- su vida cotidiana. Por esta razón, incluso se puede decir
mentos, podemos decir que todos tenemos una es- que dentro de la Iglesia católica existía cierta libertad
piritualidad. La espiritualidad es más que la perte- para elegir la propia espiritualidad, pero solo dentro de
nencia a una institución o creencia religiosa. Es una los caminos y escuelas aceptadas por la institución. La
forma de nutrir nuestra vida, una forma plural y di- práctica de la libertad espiritual estaba controlada de
versa como somos nosotros. esa forma por el reconocimiento institucional.
En el fondo, el más profundo nutriente de nuestra El feminismo teológico intenta escapar de esta su-
espiritualidad no proviene hoy directamente de las jeción espiritual de los modelos establecidos. Busca
instituciones religiosas, sino de la solidaridad que volver a las fuentes de la historia de cada persona,
creamos entre nosotras, de los sentidos de las luchas preguntar por sus puntos neurálgicos, sus dificulta-
que vivimos, de los gestos amorosos que sostienen des, sus valores personales, por el tipo de búsqueda
nuestras vidas. de nutrientes que la ayudan a vivir. Esto surge de la
conciencia sobre la originalidad de cada vida humana,
Según las instituciones religiosas y sus doctrinas, las más allá de su pertenencia a una familia y una colec-
razones del individuo debían estar sujetas a una razón tividad. Esta vuelta a la subjetividad es criticada por
mayor representada por las normas de la religión ins- los defensores de modelos predeterminados de espiri-
titucional. De esta forma, la fuerza del individuo se re- tualidad a partir de los cuales se invita a los creyentes
ducía al mínimo ante la fuerza mayor de la institución a llegar a este o aquel sentimiento, a esta o aquella
religiosa que tenía la autoridad y la última palabra so- acción hacia su prójimo, a este o aquel ideal de vida. Y
bre las conciencias. aquellos que ordenan y dirigen la imitación del mode-
lo son revestidos de autoridad al igual que el modelo
El miedo al individualismo como olvido del bien co- que se propone imitar. Por esa razón, cuando se co-
mún y una posible exacerbación del egoísmo ha sido mienza a recorrer la historia de la propia vida a través
constante en las enseñanzas de la Iglesia. Si bien esto de la memoria, de la narración, de la explicitación de
puede tener algo de verdad, el desprecio de la indivi- los deseos y su interpretación como si fueran caminos
dualidad ha sido extremadamente nefasto, especial- espirituales, se instaura la desconfianza. Esta se basa
mente para las mujeres. La espiritualidad, así como la una vez más en el miedo al individuo y en la creen-
moralidad o la práctica de la caridad estaban sujetas a cia de que solo las historias ejemplares pueden ser
166 Transformamos la violencia
imitadas, mientras que las historias ordinarias tienen tro individualismo y radicalismo. La aceptación de la
poco valor. Por ejemplo, cuando se dice que es preciso subjetividad como fuente de sabiduría, como punto de
seguir los pasos de Jesús o imitar a San Francisco, o partida de nuestras opciones, como espacio reeducable
vivir la espiritualidad de Santa Teresa de Ávila o San hacia un bien mayor, sigue siendo aún una dimensión
Ignacio de Loyola, se tiene la impresión de que estos sospechosa para muchos. En cambio, partir de un ideal
personajes son reconocidos como fuentes particulares prefijado, un modelo a imitar, la vida de alguien consi-
de espiritualidad para la colectividad. De esta manera, derado victorioso parece ser un camino seguro.
cualquier persona puede considerarse inferior a estos
heraldos de la espiritualidad humana y cristiana y, de En la tradición cristiana, cuando se habla de espirituali-
cierto modo, no hacer memoria de su propia historia dad, se supone que se va a hacer explícita una relación
para comprender los sentidos de su vida, las variacio- personal con Jesucristo y cuando esto no sucede, o su-
nes de ritmo de su tiempo, las crisis, sospechas, angus- cede solo en la línea de la ética cristiana, se duda de que
tias, alegrías y esperanzas. La vida personal de cierta se trate de espiritualidad. En el fondo existe la creencia
forma debería desaparecer para que surja “la vida de en muchos de que la espiritualidad nos debería llevar
Cristo mi Señor”, como decían algunas beatas y mís- más allá de las contradicciones de la vida cotidiana.
ticas del siglo XVII. Sabemos hasta qué punto los procesos de alienación y
evasión de la realidad están presentes en nuestros días
Pero ¿por qué hacer desaparecer lo conocido o lo vi- con vestimentas deferentes a las del pasado.
vido, aquello que está a mi alcance, para abrirme a
historias idealizadas consideradas perfectas y dignas En pleno siglo XXI, cuando las estructuras cognitivas
de imitación? La respuesta parece estar en la línea metafísicas parecen colapsar, muchas personas ya no
del desprecio por la vida personal, la vida cotidiana, logran hablar de espiritualidad como una expresión
la monotonía de la vida material, la desvalorización de intimidad relacional con Jesucristo o con el Dios
de la vida terrena. El énfasis de la espiritualidad se patriarcal predefinido. Pueden hablar sobre su historia
situaba en la imitación de otras vidas, la renuncia a los personal y la influencia de la tradición cristiana en este
placeres de la vida, la afirmación de una vida según o aquel hito de su existencia. Pueden reconocer la in-
modelos de pureza considerados “voluntad de Dios”, fluencia de varias sabidurías, así como literatura de di-
la creencia en el gozo espiritual después de esta vida. versas culturas como parte de su búsqueda de sentido.
En esta dirección también la intimidad subjetiva con
Frente a la postura feminista de revalorización de nues- uno mismo tiene una gran importancia. Tiene que ver
tro camino personal y del esfuerzo por encontrar en él con nuestra historia individual, con nuestra capacidad
la fuente de inspiración para ser fieles a nosotras mis- de desarrollo personal para pensarnos y hablar con
mas, es que surgen conflictos con quienes temen nues- nosotras mismas y desde nosotras mismas. Sin lugar
Memorias del X Encuentro de Teología Feminista en BOLIVIA 167
lo que llamamos “espiritualidad ecofeminista”, con dianidad. En ella se renuevan cada día las “gracias a la
sus muchos nutrientes: una espiritualidad relacional, vida”, como expresión de la fuerza y la debilidad que
inclusiva de la diversidad de los seres vivientes, de nos constituyen. En ella invocamos a las fuerzas que
la naturaleza, del misterio, aunque jamás esté exenta nos habitan para no caer en la tentación del orgullo
de problemas, conflictos ni límites. Una espiritualidad de considerarnos mejores que los otros o con más de-
de sangre y lágrimas, de contemplación de la belleza, rechos que los otros seres vivientes, que son también
de historias provisorias en sus múltiples formas, de polvo de estrellas como nosotras.
relaciones y rupturas, de alegrías y de la simple coti-
Memorias del X Encuentro de Teología Feminista en BOLIVIA 169
Efraín Vásquez
Sri Lanka
Introducción
E
l presente artículo intenta analizar los problemas zón de carne” que integre las tres principales dimen-
de la crisis ecológica y la injusticia contra la mu- siones de la realidad: la creación o cosmos, la humani-
jer en la sociedad contemporánea, cuyas causas dad y la espiritualidad. Tanto Genesis 1-3 como Juan
principales son el antropocentrismo destructor y el an- 8,1-9 servirán como textos iluminadores para analizar
drocentrismo deshumanizante. Entre otros, estos fac- el problema y el texto de Isaías 11,1-9 como inspira-
tores son el “corazón de piedra” que están corroyendo ción profética para la propuesta de la nueva humani-
la vida en nuestro planeta y a las mujeres. Propondré dad capaz de disfrutar la paz, la armonía con toda la
una nueva forma de entender la realidad con el “cora- existencia desde un “espíritu ecológico”.
170 Transformamos la violencia
como la contaminación urbana, la cacería comercial, 1 responde a la tradición sacerdotal del siglo VI AC,
etc. Todo esto pone en serio riesgo la vida en los ni- una tradición altamente jerarquizada, que adopta la
chos de los ecosistemas bolivianos (V Informe del Mi- mitología vecina y pone al ser humano por encima de
nisterio de Medio Ambiente, 2015:32). las otras creaturas, como “imagen y semejante a Dios,
capaz de someter a las otras criaturas” (Gn 1,26-28).
En el fondo, hay una hegemonía de un paradigma de Este relato sirvió para justificar el antropocentrismo
vida construido jerárquicamente con el uso y abuso aberrante. Gn 2,4ss es el segundo relato de la creación
del poder de arriba – abajo: del ser humano sobre la y responde a la tradición Yahvista del siglo IX o X
tierra y del varón sobre la mujer. Este paradigma lle- AC, también fue usado para reforzar el androcentris-
va a la humanidad a separarse de su interdependencia mo que se valió de la frase “de la costilla de Adán la
con la naturaleza y con la trascendencia. Por tanto, el mujer fue creada” (Gn 2,21-22). Ambos relatos, a pe-
desafío más imperante es la imaginación de un nuevo sar de su carga patriarcal, podrían inspirar una visión
paradigma de vida más holístico e integral. ecológica y de igualdad entre el varón y la mujer. Por
ejemplo, el primer relato de Gn 1,27 nos puede ayu-
Según algunos especialistas como Lynn White (1967), dar a entender que la creación del varón y la mujer es
la crisis ecológica está causada, en el mundo occiden- simultánea; la vida es fruto de un largo proceso evolu-
tal, por la religión judeo-cristiana que ha desacraliza- tivo donde el ser humano es la última parte y depen-
do la tierra, persiguiendo y extirpando las espirituali- de de sus ancestros que son todos los elementos del
dades originarias de los indígenas, considerando a la cosmos. Gn 2,4-25 rompe con el carácter de orden y
tierra como objeto de explotación y dominio. El autor nos lleva a comprender a Dios como un alfarero: Dios
también sugiere que la solución a la crisis es religiosa. pone al hombre en el jardín para labrar y cuidar (Gn
El franciscano Leonardo Boff (2014) llega a consi- 2,15); comprende que los animales y plantas son los
derar que sí bien el ser humano es la consciencia del semejantes del ser humano (Gn 2,8); además, el varón
cosmos, también se ha convertido en el cáncer letal y la mujer estaban desnudos y no sentían vergüenza el
del planeta. uno del otro (Gn 2,25).
Ahora bien, es conveniente hacer una mirada crítica a El colmo del poder patriarcal llega a expresarse en el
las raíces del antropocentrismo y androcentrismo en la Gn 3,1-24 con la narración de la “caída”, donde la “mu-
Biblia, para ello nos valemos especialmente de los re- jer” Eva y la “serpiente” aparecen como transgresoras
latos de la creación y caída del ser humano en los tres desobedientes; el varón no asume su responsabilidad y
primeros capítulos de Génesis 1-3. En la cosmovisión culpa a su compañera, esta culpa a la serpiente y afortu-
judeo-cristiana, ¿dónde radica el meollo del proble- nadamente la serpiente calla. Dios se presenta como el
ma de antropocentrismo y androcentrismo? Génesis jardinero que cuida y se pasea; no es un Dios separado
172 Transformamos la violencia
que está en los cielos (Gn 3,8). En el relato, el antro- tas incorporan la interdisciplinariedad en la reflexión
pocentrismo y el androcentrismo llevan al ser humano teológica. Así, la antropología por Galey Robin, la
a sufrir las consecuencias: la expulsión del jardín del historia por Joan Scott y el psicoanálisis por Carol
Edén por la irresponsable decisión de los humanos y la Gilligan, tenemos también el trabajo de Elizabeth
estigmatización de la mujer como sujeto de tentación. Schüssler Fiorenza (1992) que analiza y pone en cues-
tión el kyriocentrismo bíblico. Esto les permite una
nueva aproximación hermenéutica al pensamiento pa-
triarcal dominante.
2. Lo que se ha hecho hasta ahora
para extirpar el corazón de piedra La iglesia católica irrumpe una voz renovadora en la
visión del Papa Francisco sobre la mujer y la iglesia.
a) Iniciativas desde dentro de las iglesias En la misa celebrada en la Casa de Santa Marta el 9 de
cristianas febrero de 2017 afirmó: “el hombre no trae la armo-
nía, la trae ella. Es ella la que trae la armonía, que nos
Los movimientos feministas esclarecen la íntima rela- enseña a valorar, a amar con ternura, y que hace que
ción de la opresión de la mujer y el planeta tierra. Así, el mundo sea una cosa hermosa”. Es muy interesante
la eco-feminista Françoise d’Eaubonne (1974) consi- como el Papa pone de relieve las cualidades más pro-
deró que “la mentalidad social patriarcal que lidera la fundas de la mujer que puede re-direccionar el mundo.
opresión de la mujer está directamente conectada con Así también en uno de los encuentros sobre la Protec-
la mentalidad social que lleva al abuso del medioam- ción del Menor, el 22 de febrero de 2019, el pontífice
biente”. En la misma línea, Gabrielle Kuby en su libro recalcó la figura de la Iglesia como mujer: “Invitar a
“The End of Patriarchal Supremacy” (1975) afirma una mujer a hablar de las heridas de la Iglesia es invi-
que la destrucción de la naturaleza representa la úl-
tar a la Iglesia a hablar de sí misma, de las heridas que
tima etapa de la supremacía patriarcal. Las teólogas
tiene. Y creo que este es el paso que debemos dar con
feministas por su parte reflexionaron la “recuperación
gran fuerza: la mujer es la imagen de la Iglesia que es
del cuerpo” como punto de partida del quehacer teoló-
gico, sobre todo el significado de la genitalidad de la mujer, es esposa, es madre. Un estilo. Sin este estilo
mujer, inherentemente relacionado con la sexualidad, hablaríamos del pueblo de Dios, pero como una orga-
el aspecto más objetivado, económicamente más co- nización, quizás sindical, pero no como una familia
mercializado, psicológicamente más distorsionado y nacida de la Madre Iglesia”.
religiosamente más diabolizado en la historia patriar-
cal de la humanidad y de la iglesia. Pero el problema de la desigualdad entre el varón y la
mujer no está resuelto. El teólogo Español Juan José
Desde la década de los noventa, las teólogas feminis- Tamayo (2019) contundentemente afirma: “En la en-
Memorias del X Encuentro de Teología Feminista en BOLIVIA 173
cíclica Inter insigniores, el papa Pablo VI cerró a cal estructuras tradicionales, se expanden para visibilizar
y canto la puerta al acceso de las mujeres al ministerio la otra cara de la realidad históricamente sometida al
sacerdotal alegando que Jesucristo sólo ordenó a va- ghetto cultural. La ruptura del monopolio de la pose-
rones. Sus sucesores han repetido tan falaz argumento sión de la “verdad” ayuda a superar el etnocentrismo
como un mantra”, refiriéndose a los papas Juan Pa- europeo y está permitiendo la apertura a las sabidurías
blo II, Benedicto XVI y Francisco. En la misma línea, de otras latitudes de la comunidad global. La nueva
Jesús Bastante considera que el Papa Francisco aún cosmología científica enseña que no hay arriba ni aba-
no podrá abrir la Iglesia oficial a la plena igualdad de jo, no hay cielo ni infierno, que todos estos parámetros
género. Hoy en día urge un cambio de paradigma que tradicionalmente manejados son elaboraciones huma-
integre al ser humano, la naturaleza o cosmos y la tras- nas desde quienes ejercen el poder de dominio. Estas
cendencia, superando los dualismos. diversas eventualidades paulatinamente trasforman la
realidad hacia algo nuevo, hacia el misterio de la rea-
lidad de la vida.
b) Las Buenas Nuevas que des-estructuran
al sistema opresivo desde afuera del
cristianismo
3. El corazón de carne:
La irrupción de los gais y lesbianas rompe la tradicio- Reintegración de la vida
nal comprensión de ser varón o mujer. Viene a ser una
voz profética que grita en el desierto de los que aún En la cosmovisión originaria de nuestras culturas au-
mantienen el corazón de piedra. De la misma mane- tóctonas está claro que la tierra es considerada como
ra, el rápido avance de la sensibilidad ecológica en el mujer, madre, fuente de vida, etc. Por ejemplo, Pa-
mundo global se convierte en voz real de la biodiver- cha-mama para los pueblos andinos (pacha-la exis-
sidad que está siendo destruida con alarmante rapidez. tencia, el universo o multi-verso; mama-la madre,
progenitora en Quechua) significa la existencia en
Gracias al avance tecnológico, la mujer, para ser ma- sentido maternal. Podemos afirmar que como huma-
dre, no necesita del varón y viceversa, pero si necesita nidad contamos con raíces profundas que integran
a quien amar; amar es salir al encuentro del otr@ o ha- las tres principales dimensiones de la realidad: natu-
llar al otr@ en el interior de un@ mism@. Así mismo, raleza, humano y divino. Esta tridimensionalidad de
la paulatina autodeterminación de las mujeres en el la realidad, según Raimon Panikkar (1999) es “la in-
mundo va forzando a las estructuras patriarcales a res- tuición cosmoteándrica de la realidad”. La tridimen-
quebrajarse. Más aún, la irrupción de los movimien- sionalidad de la realidad es parte de la intuición de
tos feministas en el mundo entero que, rompiendo las muchas religiones como el hinduismo, para ellos lo
174 Transformamos la violencia
trascendente comprende tres elementos ineludibles: en tierra, capaz de dar vida nuevamente a los cuer-
Brahma – fuerza creadora activa del universo, Vishnu pos orgánicos. Por tanto, lo que hoy se tiene puede ser
– el preservador del universo, y Shiva – el destructor transformado; lo que se considera como voluntad de
del universo en cada ciclo. Así como en el cristianismo Dios es una petrificación de ideas humanas determi-
que ha perfilado paulatinamente a Dios como Trinidad nadas por un sector en un tiempo.
o inter-relación de Padre-Madre, Hijo y Espíritu San-
to (perikoresis). Finalmente, la antropología tripartita b) El jardín y templo, símbolos opuestos. Al despun-
estaba ya muy presente entre los primeros cristianos tar la aurora, Jesús había retornado del jardín de los
como nos habla Pablo en 1Tes 5,23 que dice: “Y el Olivos al templo de Jerusalén para enseñar. El templo,
mismo Dios de paz les santifique por completo; y todo considerado como espacio sagrado, nos muestra la re-
su ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irrepren- ducción de lo sagrado a un lugar, pretendiendo mani-
sible para la venida de nuestro Señor Jesucristo”. pular lo insondable. El jardín, símbolo de la creación,
representa la “comunidad creacional” y el templo, el
Juan 8,1-11. La historia de la Iglesia muestra que tanto corazón religioso del pueblo judío. Aquí el antropo-
el antropocentrismo y el androcentrismo se asumieron centrismo adquiere características religiosas, se des-
como parte de la evangelización para someter la tierra acraliza todo aquello que no sea templo (el dualismo
y excluir a la mujer, distorsionando y domesticando de lo sagrado-profano), como hizo notar Lynn White
el mensaje del Evangelio de Jesús. Veamos ahora la (1967). Porque todo lugar o espacio es santo y sagra-
actitud peligrosa del maestro de Nazaret en Jn 8,1-11 do (sujeto, no objeto) que nos invita a acercarnos con
para nuestro intento de extirpar el corazón de piedra, reverencia y respeto (Ex 3,5).
el relato de la mujer presentada como adultera ante
Jesús por los escribas y fariseos. c) Las piedras trituradoras. Los fariseos y escribas
(varones) que se consideraban dueños de la ley y del
a) Proceso de petrificación del corazón. Los elemen- templo (piedras) llevaron con dureza a la mujer (tie-
tos orgánicos como plantas, animales y la misma tie- rra, indefensa) al templo (de afuera hacia dentro del
rra con el tiempo sufren una petrificación, una cua- recinto supuestamente sagrado) donde estaba Jesús.
lidad de dureza e impenetrabilidad (Pérez y Merino, La llevaron para probar a Jesús y matar a la mujer y a
2012). Lo mismo pasa con el corazón humano: de la Jesús (Jn 7,25; 8,6). Aquello que en su inicio era tierra,
inocencia y apertura infinita de la vida en admiración el jardín, se había petrificado y trituraba la vida entre
pasa a la dureza o inflexibilidad mental, llena de diver- piedra y piedra.
sos prejuicios. Esto sucedió con los fariseos y escribas
en aquel tiempo y pasa hoy con los líderes religiosos. e) La vida o la muerte. En ese centro y símbolo del
A la vez, hay proceso reverso y la piedra se convierte poder religioso se jugaba la vida o la muerte de una
Memorias del X Encuentro de Teología Feminista en BOLIVIA 175
mujer y un varón. El gesto de Jesús escribiendo en el mayores causas de la crisis ecológica, donde la hu-
suelo hace que la piedra del piso del templo se con- manidad queda fragmentada. El ecosistema sufre las
vierta en suelo o tierra del jardín. Jesús ayuda a palpar rupturas de su interdependencia poniendo en peligro
la tierra para que los acusadores se den cuenta que son de extinción la biodiversidad (Swimme and Berry,
también tierra - Adam. Un gesto que apacigua la ira de 1992:168, O’Murchu, 2009:31). En este contexto, la
los presentes. Los adversarios se van al “oír”; ¿quién tierra y la mujer (físico) son objetos económicos (psí-
queda presente para escuchar la misericordia y amor quico), sobre los que se impone el poder de dominio; y
de Dios? Dos cuerpos en su desnudez cultural, social son consideradas demoniacas (espíritu). Para transfor-
y religiosa: varón y mujer quedan. En esta situación la mar esta realidad necesitamos una humanidad integra-
nueva creación surge para reencontrarse con el Dios da y madura. Planteamos nuestra sugerencia inspirada
de la vida y para escuchar nuevamente la misericordia en Is 11,1-9. Humanidad nueva llena de espíritu (vs
y amor de Dios. 1-2), el nuevo brote de Jesé surge del tronco original
cuyas raíces se alimentan de la sabia de Dios. Para res-
Aunque insospechable, el antropocentrismo está ponder a esa vocación humana necesitamos despejar-
presente en este relato. Una comprensión global in- nos de todo aquello que nos impide ser lo que estamos
ter-testamentaria presenta el problema: el Jardín de los llamados a ser: los varones soltar aquello que aman y
Olivos contrasta con la artificialidad del templo de Je- creen que les da poder, pero los deshumaniza y mata,
rusalén: el jardín, testigo del sufrimiento y de la última para asumir responsablemente la identidad humana de
decisión de Jesús por la vida (Jn 18,1) es el antagónico interdependencia. De la misma manera, las mujeres,
del recinto “sagrado” y petrificado, lugar de sacrificios soltar aquello que supuestamente les protege, pero en
de animales y humanos. El androcentrismo judío salta el fondo las esclaviza y mata; ambos, desnudarse del
a la luz en la narración de Jn 8,1-11. Por un lado nos androcentrismo.
presenta una de las expresiones más letales del andro-
centrismo judío, y por otro, la alternativa auténtica de El nuevo retoño, la nueva humanidad, es consciente
los primeros cristianos inspirado en la vida de Jesús, de ser el micro-cosmos, es parte del todo y todo en
Hijo del Hombre, que superaba este mal. parte. El ser humano solo no es imagen ni semejanza
de Dios, está integrado con las criaturas, pues recono-
ce que Dios vive en ellas. Por ello requiere despojarse
de su antropocentrismo. El Hijo de Hombre es el ser
4. El espíritu ecológico para vivir la íntegro expresado en Jesús de Nazaret, quien no juz-
COMUNIDAD CREACIONAL ga por las apariencias sino comprende con sabiduría
de Dios (vs 3-4) porque su cinturón es la justicia y la
Son el antropocentrismo y el androcentrismo las verdad (comprende holísticamente), son los principios
176 Transformamos la violencia
que sostienen; “la verdad brota de la tierra y la justicia de tú a tú, de sujeto a sujeto se puede pensar y vivir la
se asoma del cielo” (Salmo 85,11). verdadera comunidad creacional.
Desde la perspectiva cristiana, Anthony De Mello El ser humano en su autenticidad o integralidad estaría
(1992) enfatiza que “ante la presencia de Jesús todo posibilitado para vivir en armonía con toda la creación
ser queda desvelado; no hay medias tintas porque Je- o cosmos. Desaparece el miedo y se reconoce a cada
sús es la plena autenticidad”. Todo aquello que no es quien como sujeto; ya no se trata del poder del más
original (androcentrismo) no resiste ante la transpa- fuerte sino de complementariedad e inter-relacionali-
rencia de Jesús, como afirma Jn 8,9 “Ellos, al oír estas dad; ya no se reduce lo sagrado o espiritual a un grupo
palabras, se iban retirando uno tras otro, comenzando ni espacio pequeño, todo lugar y todo viviente es sa-
por los más viejos; y se quedó solo Jesús con la mujer, grado, todo está vivo. El siguiente diagrama resume la
que seguía en medio.” En este encuentro en desnudez propuesta del nuevo paradigma.
Memorias del X Encuentro de Teología Feminista en BOLIVIA 177
El diagrama intenta graficar la visión de la vida pre- rompe con el nefasto dualismo que divide: blanco y
sente en las raíces de muchas culturas, religiones y es- negro, bueno y malo, etc. para abrirnos a la infinidad
piritualidades, aunque obscurecido de alguna manera de alternativas de ver la realidad. Rompe con el antro-
en las culturas racionalistas occidentales (Panikkar, pocentrismo porque la verdadera interrelación se da
1999). Se trata de recuperar la visión tridimensional en el contacto honesto de los sujetos y rompe con el
de la realidad, de la creación, del ser humano y del androcentrismo porque esta interrelación de sujetos se
mismo Dios. Apropiadamente el Papa Francisco recu- basa en la igualdad que lleva al respeto y veneración.
pera en la encíclica “Laudato Si” la visión integral del
santo franciscano San Buenaventura: “Para los cristia-
nos, creer en un solo Dios que es comunión trinitaria
lleva a pensar que toda la realidad contiene en su seno A modo de conclusión
una marca propiamente trinitaria. San Buenaventura
llegó a decir que el ser humano, antes del pecado, po- Convertir o feminizar los templos en
día descubrir cómo cada criatura «testifica que Dios jardines desde dentro
es trino». El reflejo de la Trinidad se podía reconocer
en la naturaleza «cuando ni ese libro era oscuro para Un jardín con diversidad de plantas y flores es acoge-
el hombre ni el ojo del hombre se había enturbiado». dor, así como con diversos animales, insectos y los di-
El santo franciscano nos enseña que toda criatura lleva minutos micro-organismos. Un jardín se debe primor-
en sí una estructura propiamente trinitaria, tan real que dialmente a la cualidad de la tierra (corazón de carne)
podría ser espontáneamente contemplada si la mirada y el acceso a las fuentes de agua que fluyen para hacer
del ser humano no fuera limitada, oscura y frágil. Así reverdecer (espíritu ecológico), florecer y dar frutos
nos indica el desafío de tratar de leer la realidad en que garantizan la continuidad de la vida. Un jardín
clave trinitaria.” (Laudato Si 239) donde el varón y la mujer caminan desnudos o trans-
parentemente en armonía con la naturaleza, donde en
La madurez humana se logra en la apertura e interre- cada criatura ven a Dios y su semejanza. Para ello es
lación de l@s un@s con otr@s como sujetos, “porque necesario darse cuenta que somos “tierra” Adam, par-
la persona humana más crece, más madura y más se te del cosmos.
santifica a medida que entra en relación, cuando sale
de sí misma para vivir en comunión con Dios, con los Escribir la nueva historia como Jesús
demás y con todas las criaturas… Todo está conecta-
do, y eso nos invita a madurar una espiritualidad de la Jesús disloca una postura de muerte a una de vida e
solidaridad global que brota del misterio de la Trini- igualdad, escribe una nueva historia en la vida de la
dad” (Laudato Si 240). Así, la espiritualidad ecológica mujer acusada por su condición sexual. Hoy urge es-
178 Transformamos la violencia
cribir esa historia de dignidad de las mujeres y de la y de la creación. Varones y mujeres necesitamos libe-
madre tierra. Mujeres, varones y todas las identidades rarnos de la mentalidad patriarcal, machista y antropo-
sexuales precisamos quedarnos con Jesús o con otras céntrica; liberarnos de decisiones y acciones que va-
personas inspiradoras como Buda, Lao Chi u otros, yan en contra de la dignidad de cada uno y de la tierra.
para escuchar de tú a tú la misericordia y amor de Dios
Bibliografía
Bastante, J. (2019). Al Papa Francisco se le atragan- O’Murchu, D. (2009). Reclaiming Spirituality. Que-
ta el papel de las mujeres en la Iglesia. En Religión zon City: Claretian Publication.
Digital, (19 de mayo). https://www.religiondigital.
org/vaticano/Papa-Francisco-atraganta-papel-muje- Panikkar, R. (1999). La Trinidad, una Experiencia
res-Iglesia_0_2123187668.html Humana Primordial. Madrid: Siruela.
d’Eaubonne, F. (1977).Feminsmus oder Tod. Mu- (1999). La Intuición Cosmoteándrica, las Tres di-
nich: Verlag Frauenoffensive. mensiones de la Realidad. Madrid: Trotta.
Hathaway, M. y Boff, L. (2014). El Tao de la Libe- Perez, D. (2009). Anthropocentrism and Androcen-
ración. Una Ecología de la Transformación. Madrid: trism: an Ecofeminist Connection. Hoscola:
Trotta.
Soderturn University.
Kuby, G. (1975). “The End of Patriarchal Suprema-
cy”,Frauenoffensive, No.2, April. Pérez, P.J. y Merino, M. (2015) Definición de petrifi-
Memorias del X Encuentro de Teología Feminista en BOLIVIA 179
Schüssler Fiorenza, E. (1996). Pero ella dijo. Ma- Watson, R. (2019). IPBES: América Latina per-
drid: Trota. derá 15% de flora y fauna hasta 2050. En D.W.
Ciencia y Ecología. https://www.dw.com/es/ip-
Swimme, B. & Berry, T. (1992). The Universe His- bes-américa-latina-perderá-15-de-flora-y-fauna-has-
tory: from the Primordial Flaring to the ta-2050/a-43111188
Ecozoic Era. New York: Harper Collins Publication. White, L. (1967). The historical roots of our ecologic
crisis. New York: Harper and Row.
Tamayo, J.J. (2019). Es hora de pasar de la subalter-
nidad de las mujeres a la igualdad; de la sumisión al 23 June 2011. http://www.siena.edu/ellard/histori-
empoderamiento”, en Religión Digital, (15 de mayo cal_roots_of_ou r_ecologic.htm
de 2019) https://www.religiondigital.org/opinion/
180 Transformamos la violencia
notas