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22   CU LT U R A  R E F OR M A -  Martes 9 de Febrero del 2010

Premian novela crítica sobre la clase media


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Obtiene Saccomanno
Nombre: Guillermo Saccomanno Víctor Jiménez
Lugar y fecha de nacimiento:
Buenos Aires, 1948.

¿Obra
Trayectoria: Fue creativo publicita-
rio y guionista de historietas. Desde
hace varios años reside en la ciudad
costera argentina de Villa Gesell. Entre

el Biblioteca Breve
sus libros destacan “Situación de peli-

histórica?
gro”, “Bajo bandera”, que fue llevado
al cine por Juan José Jusid, “Animales
domésticos” y “El buen dolor”.

El autor habla de la
d El escritor argentino narración antiutópica mediante narra la peripecia de un profesio- “Es una clase social que, en la trilogía que forman “La lengua carencia del sentido
la que hace una feroz crítica de nal cualquiera que camina hacia su afán de trepada y con tal de no del malón”, “Un amor argentino”
gana con ‘El oficinista’, la clase media argentina. el trabajo en una ciudad arrasa- descender un peldaño en la esca- y “77”, con el que obtuvo el Pre- de la ‘Estela de Luz’
El jurado, formado por Jo- da por hordas de hambrientos y la social, se identifica con sus ene- mio Dashiell Hammett 2009 en la
un ‘Blade Runner’ sé Manuel Caballero Bonald, Pe- por atentados. migos, los ricos, es decir, el poder”, Semana Negra de Gijón.

F
re Gimferrer, Ricardo Menéndez “A pesar del mundo que le ro- indicó Sacomanno en el mismo De fraseología seca, “El ofici- inalmente se ha iniciado
a lo Kafka, dice jurado Salmón, Rosa Montero y Elena dea, el personaje central es capaz comunicado de la editorial. nista” –que el autor quería bauti- lo que iba a ser el Arco del
Ramírez, calificó esta novela co- de cualquier humillación con tal En cuanto a las referencias de zar como “La perspectiva Nevski” Bicentenario en Paseo de
mo un suceso literario que se que- de no perder su puesto, como mu- la obra, el Jurado mencionó coin- por esa soledad tan profundamen- la Reforma, convertido en algo a
Carlos Rubio da con el lector para siempre. chos de su clase”, agrega el comu- cidencias con Dostoievsky, en un te rusa (“existencias desesperadas medias entre el Faro del Comer-
Corresponsal Por su parte, Caballero Bo- nicado de la editorial. universo, precisaron, a lo “Blade en un mundo absurdo que buscan cio de Monterrey y una regla de
nald destacó la fuerza lingüística En ese sentido, el propio Sac- Runner” escrito por Kafka. la destrucción del sujeto”)– pin- plástico escolar. En todo caso la
de esta novela, la cual, dijo, no po- comanno, que por motivos de sa- El galardonado, quien se ha ta como “una novela aterradora” comparación con la Columna de
MADRID.- El escritor argentino dría haberse escrito de otra ma- lud no pudo asistir a recoger su hecho acreedor a 30 mil euros (Rosa Montero), “desasosegante” la Victoria (eso es la mujer alada
Guillermo Saccomanno obtuvo nera y que, en su opinión, desta- premio, lo que hizo en su nom- con que está dotado el Premio (Elena Ramírez), “la historia de de arriba: una Victoria) levanta-
“por unanimidad” el Premio Bi- ca por su estilo severo y escueto, bre su compatriota Rodrigo Fre- Biblioteca Breve, nació en Bue- un extraviado por la vida” (José da muy cerca de ahí por Porfirio
blioteca Breve 2010 por su nove- de frases cortas y telegráficas, pe- sán, expresó que si hay una clase nos Aires en 1948, ha sido creativo Manuel Caballero Bonald), “que Díaz no le va a resultar favora-
la “El oficinista”, que presentó al ro que encierra una parábola mo- social que conoce y repudia es la publicitario, guionista de comics reivindica la necesidad del amor” ble. Poco versados en cuestiones
galardón que convoca la editorial ral ambigua. clase media, a la que pertenece y y es autor de novelas y libros de (Pere Gimferrer). simbólicas, los asesores del go-
Seix Barral bajo el seudónimo de “El oficinista”, señaló en un co- a la que definió por su capacidad cuentos como “Situación de peli- bierno actual perdieron de vis-
Calemo, y en la que presenta una municado la editorial Seix Barral, de sometimiento y traición. gro”, “Roberto y Eva”, “El pibe” y Con información de Carles Geli, de El País ta que es insuficiente erigir una
pieza decorativa vacía de signi-
ficado: el cambio de Arco a Re-
gla no puede ser más sintomáti-
co de la frivolidad subyacente en
todo esto.
El monumento de Díaz
conmemora una cruenta gue-
rra concluida con buen resulta-
do. La cultura de la época exigía
esta forma de recordarla, inicia-
da por los romanos y recupera-
da por la Europa de las monar-
quías. Para acentuar su carácter
solemne nuestra Columna tam-
bién es un mausoleo, nada me-
nos que de los personajes humi-
llados por los españoles al colgar
sus cabezas en las esquinas de
la Alhóndiga de Granaditas. Es
un asunto serio. La Independen-
cia no resultó gratuita en sangre
y penalidades de todo tipo para
los mexicanos, pero como resul-
tado fuimos por un tiempo
(muchos creemos que ya no,
en absoluto) una nación libre
e independiente.
Tanta sangre para nada, po-
dríamos decir. Quizá sea esta
asociación la que el gobierno de
la derecha no desea, ni por aso-
mo, evocar, y por eso adoptó con
gusto algo carente de significado.
Pero tal vez tampoco quiera que
pensemos, al mencionar la Gue-
rra de Independencia, en la ac-
tual y mal llamada “guerra” con-
tra el crimen, que ha bañado en
sangre a México sin resultado
alguno (excepto en spots cada
vez más irritantes). Hasta la pa-
labra “guerra” se ha corrompi-
do, porque al crimen se le com-
bate en los tribunales (es decir,
si se desea ir a las cabezas), no
sólo a balazos en calles y con-
dominios. Con jueces y senten-
cias. Lo sabían los mafiosos sici-
lianos cuando asesinaron al juez
Falcone.
Si partimos de la cifra de
muertos que esta matanza ha
causado en los tres años del
actual régimen, unos 16 mil, te-
nemos que hay criminales ahí
(no sólo asesinados entre ellos
mismos como se nos quiere
hacer creer; de algunos cabe
pensar que fueron víctimas de
ejecuciones extrajudiciales),
sí, pero también periodistas,
militares, policías, familias caí-
das en retenes y, emblemática-
mente, los jóvenes de Ciudad
Juárez... Incluso los criminales
asesinos de sus iguales deberían
ser perseguidos legalmente
(no hay matarifes buenos y
malos).
El resultado de este fracaso
de la justicia no es fácil de per-
cibir, pero intentaré, como ar-
quitecto que soy, dar mayor vi-
sibilidad a su saldo. Un cuer-
po de adulto tiene, en promedio,
unos cinco litros de sangre. Si
los multiplicamos por el núme-
ro de víctimas tendríamos 80
mil litros vertidos, hasta aho-
ra, en esta “guerra” que se pare-
ce cada vez más a la de Iraq en
origen (elecciones cuestionadas)
y resultado: el desastre total. Un
lago de una hectárea de super-
ficie (un cuadrado de cien me-
tros de lado) y ocho centímetros
de profundidad equivaldría a to-
da esa sangre... Podría llegar a
diez u once centímetros de fon-
do a finales de 2010 y, como ca-
da año supera al anterior, alcan-
zaría los veintitantos al térmi-
no del cruento sexenio actual.
¿Merecemos esto? Y, sobre todo,
¿cómo convendría recordar es-
ta “guerra” en un futuro? ¿O se-
rá olvidada?
El Monumento a la Revolu-
ción resultó de una iniciativa de
Carlos Obregón Santacilia, ar-
quitecto, para evitar la desapa-
rición de la estructura de hierro
del frustrado Palacio Legislativo
porfiriano. Consiguió financia-
miento para revestirla de piedra
y ornamentarla con esculturas
que celebraban los que entonces
se creían logros duraderos de la
Revolución.
¿Cómo se recordará la actual
“guerra” contra el crimen? ¿Con
un estanque?

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