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RESPONSABILIDAD CIVIL MÉDICA ORIGINADA EN LA MUERTE SUBITA DE

PACIENTE
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL
RESPONSABILIDAD CIVIL EXTRACONTRACTUAL
ARTÍCULO 16

TRIBUNAL SUPERIOR DEL DISTRITO JUDICIAL


DE BOGOTA – SALA CIVIL

Bogotá D.C., veintiuno de enero dos mil cinco.

REF: PROCESO ORDINARIO DE BLANCA ALCIRA BARAHONA


Y OTROS Vs E.P.S. FAMISANAR LTDA. RD. 10570.

Magistrada Ponente: RUTH MARINA DIAZ RUEDA

Discutido y aprobado en Sala del 10 de noviembre de 2004. Acta


No. 046.

I.-A S U N T O

Resuelve el Tribunal el recurso de apelación que la parte actora


interpuso contra la sentencia proferida el 16 de abril de 2.004 por el
Juzgado Octavo Civil del Circuito de Bogotá.
II.-A N T E C E D E N T E S

Asumió mediante reparto el Juzgado Octavo Civil del Circuito de


Bogotá, el conocimiento del proceso ordinario de responsabilidad
civil promovido por Blanca Alcira Barahona, Guillermo Castro, Franz
Mauricio y Giovanny Andrés Castro Barahona, frente a la E.P.S.
Famisanar Ltda. en el que impetran se declare a la demandada
responsable por la muerte del joven Rudy José Castro Barahona,
acaecida el 8 de noviembre de 1.996, por descuido de los
empleados, a consecuencia de una trombosis venosa MM II que
venía padeciendo desde hacía ocho días y que la entidad no pudo
superar, condenándosele a pagar los daños materiales y morales
derivados del hecho generador de la obligación de resarcimiento.

La actora cimentó sus pretensiones en los hechos que procede a


compendiar la Sala así:

1.- El 14 de mayo de 1.996, Rudy José Castro Barahona, de 20 años


y 4 meses de edad, ingresó a la E.P.S. Famisanar en estado de salud
estable, logrando restablecerse luego de controles y chequeos, por
lo que el médico Armando Vargas reconociendo la mejoría del
paciente, el 28 de octubre del año en cita le formuló 60 cápsulas de
dicloxacilina por 500 grms, diclofenaco 50 mg, y laxis de 40 mg.

2.- El 5 de noviembre del mismo año Rudy José presentó una


inflamación en su pierna izquierda, siendo atendido por la doctora

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Teresa Ramos en la Clínica E.P.S. Famisanar Ltda. y
proporcionándole algunos medicamentos.

3.- El ocho del mentado mes y año se agravó la dolencia antes


mencionada, por lo que su hermano Giovanny Andrés lo trasladó al
dispensario a las 7:45 A.M. siendo atendido a partir de las 8.00 A.M
y luego de una serie de intríngulis y peripecias por la deficiente
atención brindada por la “accionada clínica” falleció.

4.- Los demandantes Blanca Alcira Barahona Orjuela, Guillermo


Castro, Franz Mauricio y Giovanny Andrés Castro Barahona accionan
los dos primeros en su condición de padres del occiso; y los últimos
en calidad de hermanos del mismo.

Una vez subsanada la demanda fue admitida mediante auto del 8 de


mayo de 1998 (Fol.52), proveído que fue notificado personalmente
al representante legal de Famisanar quien a través de apoderado
judicial replicó oportunamente la demanda, oponiéndose a todas y
cada una de las pretensiones deprecadas, negando todos los hechos
y proponiendo las excepciones que denominó: “Falta de legitimidad
en la causa", sustentándola en el hecho que a la demandante no le
asiste el derecho sustancial para obtener sentencia favorable, toda
vez que no se apoya en unos hechos ni en unas normas que den
lugar a ello. El segundo medio defensivo de “Genérica” lo
fundamenta en que si en el curso del proceso se comprobare
excepción que desestime las pretensiones de la demanda solicita
pronunciarse al Juez en ese sentido.

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Agotadas la etapas procesales de rigor, el A - quo dictó sentencia el
16 de abril de 2004, declarando: negar las pretensiones propuestas
en la demanda y condenando a la actora en costas procesales.

La parte demandante a través de apoderado judicial, interpuso el


recurso de apelación, acto de impugnación que dio génesis a esta
segunda instancia, que entra a resolver la Corporación.

III.-FUNDAMENTOS DE LA SENTENCIA DE PRIMERA


INSTANCIA

Luego de relatar los antecedentes que dieron origen a la iniciación


del proceso, referirse a las incidencias más relevantes de la
tramitación, se ocupa el sentenciador de primer grado de establecer
primeramente que tradicionalmente la doctrina y la jurisprudencia
han sostenido que la responsabilidad civil de los médicos se
fundamenta en la culpa probada, dado que si es responsabilidad
contractual las obligaciones contraídas son de medio o si se trata de
responsabilidad de extracontractual sería injusto que sobre el
médico pesara una presunción de culpa.

Posteriormente anota que los fundamentos básicos de la acción


carecen de soporte probatorio, dado que las declaraciones rendidas,
en la etapa probatoria, no tienen la virtualidad de llevar al

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convencimiento de la ineficiente atención o el descuido de los
empleados y contrario a ello los médicos que lo atendieron y el
hermano que lo llevó al dispensario sostienen que se le prestaron
los cuidados pertinentes y necesarios de acuerdo a la locación, y no
fue posible estabilizarlo para remitirlo a un hospital.

Considera que de las constancias procesales no se evidencia que la


muerte de Rudy José Castro Barahona, haya tenido como causa
fundamental la deficiente atención por parte de los médicos que lo
trataron o del centro asistencial a donde acudió, o a un descuido de
los empleados del dispensario; por lo tanto no se encuentran
satisfechos los elementos axiológicos de la responsabilidad: culpa,
daño y nexo de causalidad entre los dos primeros.

Finalmente, establece que dentro del plenario no existen siquiera


indicios de que la atención recibida por el paciente haya sido
deficiente o demorada, o que no se haya tratado de enviarlo a un
hospital; según los médicos ante la gravedad se ordenó enviarlo a
un hospital pero no fue posible ante la ocurrencia de varios paros
cardíacos y el hecho de no poder estabilizarlo.

IV. -DEL RECURSO

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Dentro de la oportunidad de ley, la recurrente manifestó su
inconformidad con el fallo de primer grado, por considerar que el
paciente fallecido no fue asistido de manera inmediata y
trascurrieron cuatro horas para que lo atendieran, sin que le
fueran brindados eficientes servicios que ameritaba de manera
inmediata el ser trasladado a un hospital.

Resalta que si el centro médico no tiene U.C.I., cómo es posible


que no remitan al paciente de manera inmediata al hospital que la
tenga, sin necesidad de esperar tres horas a que se agrave y de
esta forma no encontrar cómo estabilizarlo de manera idónea.

Añade, que el nexo de causalidad se encuentra inmerso en la razón


por la cual fue demorado el paciente por más de tres horas sin que
lo atendieran; que los médicos pretendieron rehabilitarlo sin la
existencia de medios idóneos para ello, lo que indica la negligencia
de la E.P.S.

Por último, expresa que el A- quo no analizó la hora de llegada ni


de atención al paciente en el centro hospitalario, soportando dolores
y desatenciones con los respectivos desenlaces fatales.

A su turno la parte demandada solicita se confirme en su integridad


la sentencia del A-quo, centrándo sus argumentos en que la
demandante no logró probar la culpa, ni los demás elementos que
constituyen la responsabilidad por parte de la pasiva.

V. CONSIDERACIONES

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Acreditados los requisitos llamados doctrinaria y
jurisprudencialmente presupuestos procesales, de demanda en
forma, capacidad para ser parte, capacidad procesal y competencia,
indispensables para que la controversia pueda ser decidida en el
fondo y descontada la existencia de vicios invalidantes de la
actuación surtida, corresponde al Tribunal acometer el examen de la
cuestión litigiosa.

La acción ejercitada a través del presente proceso se encamina a


obtener se declare responsable civilmente a la entidad “Famisanar
Limitada” por la muerte de Rudy José Castro Barahona causada por
descuido de los empleados, a consecuencia de una trombosis
venosa MM, que venía padeciendo ocho días atrás y que la entidad
no pudo superar.

El art. 177 de la ley 100 de 1.993, preceptúa: “ Las Entidades


Promotoras de Salud son las entidades responsables de la afiliación,
y el registro de los afiliados y del recaudo de sus cotizaciones, por
delegación del Fondo de Solidaridad y Garantía. Su función básica
será organizar y garantizar, directa o indirectamente, la prestación
del Plan de Salud Obligatorio a los afiliados y girar, dentro de los
términos previstos en la presente Ley, la diferencia entre los
ingresos por cotizaciones de sus afiliados y el valor de las
correspondientes Unidades de Pago por Captación al Fondo de
Solidaridad y Garantía, de que trata el título III de la presente Ley”.
A su turno, el artículo 178 regula sus funciones entre la cuales se

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encuentran: “2. Promover la afiliación de grupos de población no
cubiertos actualmente por la Seguridad Social. 3. Organizar la forma
y mecanismos a través de los cuales los afiliados y sus familias
puedan acceder a los servicios de salud en todo el territorio
nacional. Las Empresas Promotoras de Salud tienen la obligación de
aceptar a toda persona que solicite afiliación y cumpla con los
requisitos de Ley. 4. Definir procedimientos para garantizar el libre
acceso de los afiliados y sus familias, a las Instituciones Prestadoras
con las cuales haya establecido convenios o contratos en su área de
influencia o en cualquier lugar del territorio nacional, en caso de
enfermedad del afiliado y su familia.”. El art. 179 consagra: Para
garantizar el Plan de Salud Obligatorio a sus afiliados, las Entidades
Promotoras de Salud prestarán directamente o contratarán los
servicios de salud con las Instituciones Prestadoras y los
profesionales. Para racionalizar la demanda por servicios, las
Entidades Promotoras de Salud podrán adoptar modalidades de
contratación y pago tales como captación, protocolos o
presupuestos globales fijos, de tal manera que incentiven las
actividades de promoción y prevención y el control de costos. Cada
Entidad Promotora deberá ofrecer a sus afiliados varias alternativas
de Instituciones Prestadoras de Salud, salvo cuando la restricción de
oferta lo impida, de conformidad con el reglamento que para el
efecto expida el Consejo Nacional de Seguridad Social en Salud. El
art. 183 prohíbe a las Entidades Promotoras de Salud “en forma
unilateral, terminar la relación contractual con sus afiliados, ni
podrán negar la afiliación a quien desee ingresar al régimen,
siempre y cuando garantice el pago de la cotización o del subsidio
correspondiente, salvo los casos excepcionales por abuso o mala fe

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del usuario, de acuerdo con la reglamentación que para el efecto
expida el Gobierno Nacional.”

La responsabilidad civil contractual como es bien sabido se origina


en una obligación o vínculo previamente establecido, y por
consiguiente tiene su fuente en la voluntad de las partes, por ello
cuando se incumple o se ejecuta defectuosamente un contrato, la
obligación correlativa de indemnizar perjuicios emana del contrato
mismo. A su turno, la responsabilidad civil extracontractual surge
cuando sin mediar vinculo obligacional alguno se causa perjuicio,
infringiéndose así el deber general de conducta de no causar daño a
otro, so pena de reparar perjuicios; siendo diferente el régimen
legal aplicable a una y otra, así como sus consecuencias, lo
concerniente a la prueba, el tratamiento de la culpa y los términos
de prescripción.

El artículo 1.604 del Código Sustantivo Civil, consagra las reglas


generales sobre la responsabilidad del deudor por incumplimiento de
su obligaciones, previendo que responde de la culpa leve en los
casos en que los contratos se hacen para beneficio recíproco, siendo
modificadas unas veces por vía legal y otras convencional, bien sea
para agravar esa responsabilidad, para atenuarla y aún para eximir
de ella al mismo obligado, con las limitaciones que impone el orden
público y las buenas costumbres; previendo que el deudor no se
hace responsable del caso fortuito.

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La Jurisprudencia de la Corte, a partir de sus sentencia de 5 de
marzo de 1.940, ha sostenido de manera general que la
responsabilidad de las clínicas, hospitales, médicos, está regida en
la legislación patria por el criterio de la culpa probada, salvo cuando
se asume una expresa obligación de sanación y ésta se incumple,
cual sucede por ejemplo, con las obligaciones llamadas de resultado.
Entonces si se asume, acorde con el contrato de prestación de
servicios celebrado, el deber jurídico de brindar al enfermo
asistencia profesional tendiente a obtener su mejoría y el resultado
obtenido es la agravación del estado de salud del paciente, que le
cause un perjuicio específico, este debe, con sujeción a ese acuerdo,
demostrar, en línea de principio el comportamiento culpable del
obligado.

En el caso sub-judice la demandante señala que Rudy José Castro


Barahona ingresó a la E.P.S. de Famisanar Limitada en un estado
de salud estable y luego de una serie de controles y chequeos logra
restablecerse, recetándole el médico Armando Vargas, diclozacilina,
diclofenaco y laxis, presentando días mas tarde una inflamación en
su pierna para lo cual le proporcionaron otros medicamentos y a los
3 días siguientes es trasladado al dispensario por padecer un fuerte
dolor y luego de una serie de intríngulis y peripecias por la deficiente
atención brindada por la accionada se produce el fallecimiento de
aquel, aduciendo como pruebas demostrativas de sus aserciones :

DOCUMENTAL:

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Sendos certificados de incapacidad, ordenes de interconsulta,
expedidos por Famisanar Ltda, formulación de medicamentos
emanados de I.P.S. Cafam y de la Nueva Clínica Magdalena;
exámenes de laboratorio, flebogamagrafia de Medicina Nuclear del
Occidente; Historia clínica de servicios de urgencia del Hospital
Universitario de San Ignacio.

TESTIMONIAL:

Se halla conformada por las versiones de Alicia Teresita del Niño


Jesús Ramos Gómez, Armando Vargas Pérez. Veamos:

La testigo Alicia Teresita del Niño Jesús Ramos Gómez, de profesión


médica, empleada de Cafam, relata haber atendido a Rudy Castro
dos meses antes de producirse su deceso, en razón de padecer
neumonía, restableciéndose totalmente de esa enfermedad, empero
le apareció un aumento de volumen en una pierna y al sospechar
que podía tratarse de una flebitis le ordenó practicarse una
flebrografía venosa con isótopos radiactivos, enterándose luego
cuando llegó a trabajar sobre su muerte. Añade que la causa de la
fallecimiento fue probablemente una embolia pulmonar aguda,
cuadro clínico que puede presentarse repentinamente o con
secuencia de corta duración. Ulteriormente al ser interrogada sobre
el procedimiento clínico que se utiliza en el centro de atención
secundaria Kennedy de Cafam para la atención de urgencias como
la de este caso, replicó que es un centro ambulatorio de consulta
externa, por lo que cuando se requiere para el paciente una
institución hospitalaria se hacen los contactos pertinentes y se

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remite, conducta esta que se cumplió con el señor Castro,
precisando que en este tipo de centro de atención ambulatoria no
existe unidad de cuidado intensivo. (Fls 84-86 Cdno No 1º).

Armando Vargas Pérez, de profesión médico, empleado de Caffam,


declara que el joven Ruddy José Castro Barahona presentó una
celulitis de miembros inferiores, habiéndolo recibido personalmente
por posible trombo embolismo pulmonar, prestándole atención hasta
el momento que se produjo su fallecimiento. Agrega que venía
siendo atendido en la Clínica Magdalena y Hospital San Ignacio y
ellos lo remitieron a la Fundación Shaio a donde no se logró llevar
por no poderse estabilizar el cuadro. Precisa que la atención
otorgada por él consistió en efectuar apoyo diagnóstico y tratar de
mantener una estabilidad vital, sacándolo de ocho paros cardiacos;
que dicho centro es de atención secundaria, esto es, solo presta
servicio de consulta externa de medicina general y especializada,
sin que esté dotado para atención de urgencias vitales. Expresa que
el equipo multidisciplinario atendió oportunamente al joven,
prestándole el apoyo debido tal como oxigeno, terapia, entubación
oro traqueal, reanudación cardio pulmonar( Fls 87-89 Cdno No 1º).

INTERROGATORIOS DE PARTE.

Félix Fernando Isaza Arango, representante legal de la demandada


Famisanar informa que esta no administra clínica alguna en
particular, sino que celebra contrato de prestación de servicios con
varias para que atiendan a sus afiliados (Fls 40 a 42 Cdno No 1º).

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A su turno, el demandante Giovanni Andrés Castro Barahona,
hermano del occiso, relata que el día antes de fallecer Ruddy, se le
puso rojo un tobillo causándole dolor y en virtud de ello acudió a
donde la médica quien le formuló unas pastas que no le sirvieron y
luego le recetó unas mas fuertes que le calmaron el padecimiento
pero le aceleraron el pulso cardiaco; que como no le dieron
incapacidad fue a trabajar en ese estado; que el 8 de noviembre se
levantó muy mal, llevándolo al dispensario de Cafam Kennedy en
donde lo atendió una doctora y le dijo que volviera a la una de la
tarde que llegaba la médica que lo había visto antes, pero cuando
bajaban al parqueadero se sintió muy mal comunicándole esa
circunstancia a la doctora quien le pidió que lo subiera y cuando
iban llegando al despacho de ésta se cayó y empezó a convulsionar,
luego lo asistió un doctor quien lo sacó del consultorio en forma
grosera solicitándole la historia del paciente; que posteriormente
una enfermera le dijo que debía pagar unos exámenes, insinuándole
se preparara para algo grave pues había sufrido varios paros
cardiacos y luego salió una doctora y le expresó que lamentaba pero
su hermano se había ido; agrega que el deceso se produjo a las
doce y veinte minutos, que al dispensario llegaron a las siete y
cuarenta y cinco de la mañana, que el médico atendió a su hermano
esa mañana tres veces; que cuando regresó de buscar una silla de
ruedas como a las diez y media de la mañana lo encontró con
oxigeno, que luego lo bajaron a radiología poniéndose mas delicado,
entrando nuevamente el médico y sacándolo a él groseramente; que
al salir vio que entraron como siete doctores y enfermeras
comunicándole una de estas que se encontraba muy mal y había

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llegado una ambulancia para trasladarlo, observando que el
paramédico subía instrumentos entre ellos un resucitador, y al
momento lo llamó la trabajadora social y le hizo algunas preguntas.
(Fls 93 a 98).

Al examinar la Corporación el acervo probatorio aducido al proceso y


referenciado en lo esencial en los acápites precedentes llega a la
convicción de que la parte actora no logró acreditar la culpabilidad
de la demandada en la muerte de Rudy Castro Barahona, toda vez
que por cuenta de aquella fue atendido por los diferentes centros
asistenciales a que acudió buscando mejoría para sus
enfermedades, empero no obstante ello se produjo su defunción,
hecho este que no puede imputársele a los médicos y personal de
enfermería que trataron con sus conocimientos humanos contribuir
a su recuperación.

En este orden de ideas, y acorde con lo esbozado anteriormente se


impone la confirmación del fallo de primer grado por encontrarse
ajustado a derecho.

V.- D E C I S IÓ N

En mérito de lo expuesto, EL TRIBUNAL SUPERIOR DE BOGOTA,


EN SALA CIVIL DE DECISIÓN, ADMINISTRANDO JUSTICIA EN
NOMBRE DE LA REPÚBLICA Y POR AUTORIDAD DE LA LEY,

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VI.-R E S U E L V E

PRIMERO: Confirmar la sentencia proferida por el Juzgado Octavo


Civil del Circuito de Bogotá, el dieciséis de abril de dos mil cuatro.

TERCERO: Costas de esta instancia a cargo de la parte recurrente.


Tásense.

COPIESE, NOTIFIQUESE Y DEVUELVASE EL EXPEDIENTE AL


JUZGADO DE ORIGEN.

LOS MAGISTRADOS

RUTH MARINA DIAZ RUEDA

JORGE EDUARDO FERREIRA VARGAS

JOSE ELIO FONSECA MELO

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