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Prof Maite Ramos Ore ESPA 3201 Inroducién alos gener Werarios i ___ SRORETO ¥ NARRACION. 1 i XN x : ‘Hay una evestiin en la que resulta vtil detonerse ara enfrentar los problemas de la relacién entre el euento y la nouvelle, Ia novela corte, ese género {ncierto que no termina de encontrar su definicién y ‘quo, quia lefdo en relacién con el euento, so abra a algun tipo de hipétesis sobre su especificidad. Me refiero «Ia distincién entre enigma, misterio y secre: ‘a, tres formas en las que habitualmente ee codifica la {informacién en el interior de loe euentos!, 245301 2 apne pe Rew FE Union Anam das aa sane Sa Soa wy a eh a eg Crs in Sa ae Seiya ae {be Gat cra cn Gers res Brn Arn, Bi emetic ‘cele trhisur art mene SS neo om eee ees Sud ttn monte Sic ioaors Coleccién Voces / Ensayo 72 ‘Madrid, 2006 bes FL ARQUERO naIOVIL Entonces, ol enigma seria, como sabemos, incluso or etimologiat, 1a existencia de algdn elemento puede ser un texto, una situacién.. que encierra un sentido que es necesario deseifrar, Un ejemplo de ‘enigma se encuentra, desde luego, en La muerte y la bnijula: Lénmrot trate de comprender el sentido encriptado en esa serie de muertas que él relaciona ‘con una secta que esti sigulendo cierts cl z ERO nla escena de o que l con sidara que es el cuarto cimen, se encuentra con Scharlack, el asesino, y se da cuenta de que toda esa, historia do la secta es una ficcién que esto ha cons ‘ruido para atrapario. Esto es, lo que hace Borges en este texto os mostrar cémo alguien le construye a otro ‘una fioc{én cuyo micleo enigmétioo le sirve para cap. turarlo, Por eso, al avanzar en el deseilramiento do eee enigma, en realidad lo que Lonnrot eaté reallzan- o 8 su propio destine, quel lleva a la muerte, ‘EL misterio, en cambio, saya un elemento que no se ‘comprende porque no tiene explicacién, o que al menos xo la tiene en Is ligica dentro do la eval nosotros nos ‘mangjamos. Porque, yo dirfa, quo levanten la mano ‘eo ex crn cos quo unt historia gues ent do un modo eng ‘mito, La extratgin dal relat est puesta al crit de oan nae ‘cig eliredn, (Cito cntar una hitorn mientras se ext na do otra? Bsn rogunta sittin lo prelomas bl ts tae el cuenfo que ven da Choy, elnrine Mansisld, Sherwood Andorson,y dsl Jaye do Dubie, abe dona lial serpresve yl etrsctrs cara eebaje lennon nie las doe historias sn ealvers mina, La histarta seen ‘sania de un modo cad ves aa esi, El cuenta dio le oo ‘ontaba una historia anueiando gun habla ora cuenta der, ‘bo oentn dos hstriae coma earn uo slan, 2 Rniema. Lat aenigma. Tomade del gr. niga, -atn, tase uivca w oscur,deivade de ainiromall, dar elonde? | 8 | ICARBO PICA todos los que ereen en fantasmas...igemos que la idea de que los muertos regresan os un maistero, tn aconte- ‘imiento euya explicacién pertenoce aia orden wjeno al ‘habitual. Muchos relatos do Cortdzar pertenecon a ese orden con toda claridad. {Qué explicaciin darle si no a laaparicién de Celina en la milonga, en Las puertas del cielo? Tenemas aqui, en este relata, a un_abogedo ‘mundo de las clases populares, y este hombre tiene un amigo, Mauro, que esta casado con una milonguera, ‘come se dioe en Buenos Aires, os decir, que secs a tuna ‘muchacha do la milonga y se la llevé a vivir con él; pero Celina, la muchacha, aiioraba ol bale, ia mela vide, y or eso su historia cotidiana de amor no funcionaba ‘muy bien. ¥ ella muere; on reslidad, cuando empieza el relato la muchacha ha muerto, y el narrador, tun poco Para acompatiar en ol duelo a su amigo, qu esta deves- prado, lo invita a que vayan a la milonge, Hasta aqui se trata de una historia realita, pero resulta que zn ‘medio del baile aparece el fantasma de la mujer, ex decir, aparece un final fantdstio inesperado, como una coda. Esta muchacha, esta proetituta, imaginaba el paraiso no bajo In especie de una biblioteca, como docia ‘Borges, sino bajo la especie de una milonge, donde ella estuviera siompre bailando. Cortazar trabaja aqui una e las relaciones posibles entre Ia forma breve y 10 {fantdstico, donde lo fantstico aparoceligado a la reso. wre forma breve, al final sorpresivo del cuento. Algo lovemente distinto ccurre en Casa temads uno do ‘sus primeros relatos. Aquf Cortdzat cuetta la historia de una pareja de hermanos, que parecen personajes de ‘James, solteres, que viven juntos en tm mundo ‘muy cerrado, la casa que han heredado Je ous ances. tros, y que de pronto empiozan a sentir que ese espacio ‘esta siendo invadido, cada ver ee recluyen en euartos | 189 | EL ARQUERO ROOM, ICARDO PICLIA ‘més interiores, sienten ruides, la situacién se les hace jnaguantable y por fin salon do le casa y tiran la lave fen tuna alcantarilla, Esto, que inmediatamente fue interpretado como una alogoria de la sensacién que tenian ciertos soctores sociales frente a la ireupeién de Jas clases populares que habia propiciado el peronismo, fen verdad sitta al texto dentro de la tradieién de las Iaistorias de fantasmas, Cualouier eid To ceuenios do Cortdzar sabe quo, an realidad, los que cestdn avanzando sobre esa parefa son los fantasmas de Jos muertos familiares. Otra forma, entoneas, de incor- porar en la historia una motivacién perteneeiente aun orden inexplicable, La tinies explieaeién que podemos darle a este tipo de soontecmiantos se resume en un pleonasmo, en una tautologia, Celina estd muerte pero ‘esta viva; esta muerta poro It vemos bailando —In ve el amante desesperado y In ve sambién Hardoy, el narra dor, luego no se trata de une alucinacién sino estricta- ‘mente de una aparicién—. Los dos hermanos de Casa tomada viven solos pero estin acompaiiados. Situacio: nes sin resolucién posible; sneillamonto, las acepta- ‘mos o no las acoptamos. En cuanto al secret, so trata también de un vacio de significacién, es algo que se quiere saber y no se sabe, ‘como el enigma y el mistoric, pero en este caso os algo ‘que alguien tiene y no dice. Bs docx, el seeroto es en ver. ded un sentido sustra por alguien, Entomol texto por lo que genera inmediatamente uns serie bien cono- ida, se asimila oon al chiamo, con las dstintes versio- nes que circulan de una misma historia: quién sabe qué, quién no lo sabe... ‘Como deci tal ver esta distincién entre qué cosa es-un enigma, y qué un misterio y un aecreto pueda servirmos para pensar en la particulariad de la now- velle frente al cuento. vamoi di os grandes fextos que so han escrito en esta lengua, también en cualquier otra, que se llama Los adioses, de Juan Carlos Onetti, un relato cuyo sentido se des: plaza continusmente, wna extraordinaria nouvelle, casi un ejemplo de lo que podomos entender por now velle, de la misma forma en que alguno de los relatos que hemos diseutido podrian servimos de ejemplo de ‘qué entendemos por cuento, ina? ‘A propésita de estas cuestiones yo recordat {ntervencién muy interesante de Hitehcock en las Conversaciones con Truffaut, wn Vibro lindisimo que cesté leno de pequefias precisiones sobre qué es un relato, emo se narra, cémo so eonstrcyen Ins intri- gas... Hitchcock es un extraordinario narrador que esti muy en sincro con Borges, {no?, asi es como yo lo veo; él tiene una frase que podria ser de Borges: fren- tea Ia idea del relato como un trozo de vida esta idea de la novela naturalista, la novela clésiea, de que la Merstura no hace ers cosa qu rcarta un fagmen- podria haber dicho: e¥o, an lugar de un teas do vida ice, yo prefiero un trozo de torta», como diciendo, prefiero algo bien hecho, algo construido, Eso que Borges llamaba la tensién entre la catselidad real y la causalidad migica, Hitchcock lo reproduce con esta metéfora. Los dos prefieren buscarle la \gica interna, la propia narracién y no reproducir de una manera, perio en que vengoreiléndom ene la pera ddad de remitimos a algo que est guardado ~y aqui otra ‘vez 6s pertinente Ia etimalogia de la palabra secret, 8. Secreto. Lat, secretus,csparai, aslo, remot partisiio de soerers, opera, alsar, darvaio de crnrg, "ating, cor ner | 190] EL ARQUERO IMO. IcaRBO PIGLA ‘mecdinica In sucesién de los acontecimientos tal cual ‘estamos acostumbrados a experimentarlos en la reali- dad, Entonces, en esa conversacién con Truffaut, hey lun momento en que Hitchcock establece la distineidn ‘entre suspenso y sorpresa, y dice: hay suspenso cua. do el espeetadar sabe que detréa de la puerta que va & abrir la heroina hay um loco con un hacha; entonees yo ‘torentre tr heroin y eT asesino, ¥e90 es suspenso, En cambio, hay sorpresa exando ni el espectador ni la hheroina saben, dice Hitchcock, y entoncos si ella abre Ia puerta e irrumpe este hombre con el hacke, la sor- presa lo es al mismo tiempo para el personaje y para el espectador, Este ejomplo me sizve para hablar de luna cuestién que como varemos es fundamental para Ja comprensién del funcionamiento de la nouvelle: ‘enigma, seereto, misterio, suspenso y sorpresa son for- ‘mas de conceimiento que condicionan al desarrollo de las historias, quin sabe qué, qué es lo que eada uno do ellos va subiendo, A voces el narrador sabe lo que ‘sabe el lector, pero no lo que saben los personajes, « ‘vooes un personaje sabe algo que otro no sabe, y sobre esto se construyen las redes y relaciones que confor- ‘man las intrigas. En el easo de Loe adigees, el esclare- simiento de estas cuestiones ha sido central en el Aebate crition sobre el texto: no solamente qué es lo ue saben los personajes scbre esa extraiia intriga {te eseribe Ia historia, hay una delogecién hacia el. que narra la histori : toria debe. Antes de entrar a disoutr ol propio relato de Onetti 7auS es lo que pasa on ose historia tan Curb, ten hhemmétice-, seria bueno recordar que tno do low flea que prineipalmento so manifieeta en uns erisis del narrador omnisciento, pensamos en Joyce, en, Proust, en Kafke, pero nos olvidam Onetti tenis el secreto y queria o no decltlo, Hay todo ‘un debate, al que el propio Onettiha ealaborado, sobre sion cote rolato hay algo que lad no ae termina de doseifrar. Entonces, tendriamos que agrogar aqui otra figura més que serie la figura del eautor», entre com as, gno?, tondriamos al autor, al narrador, aloe per- sonajes y al lector como I pequelia comunidad en el | 192 | 198 | EL ARQUERO INMOL trata de descifrar, Estoy pensando en textos que, primera vista, no paresen asociados a los grandes ‘mmamton do renoracn wo enol igus ene ‘apiz o Los papeles de Aspern, de Honry James, o tam- bién en EU corazdn de las tinieblas, de Conrad, 0 Bl «gran Gatsby, de Fitzgerald. Textos donde vemos a un narrador que trata de entender, quo esté enfrentado com un seereto, 08 dectr, con algo que se trata de alean- “zr, de llegar hasta ahi para ver si se puede descifrer vordaderamente el sentido de la historia. En El gran Gatsby, en Bl corazin de las tinieblas, 020 secreto eat ‘enearnado en un personaje. Kurtz, eve tipo deapétieo ue est en el Africa y que es una especie do concen tracién del conquistador inglés, del eomereiante inglés ‘que ha Ilegado hasta allf para traficar eon marfil pero que luego so ha convertido en tn demonio absoluta- mente excesivo y autoritario, y del cual legan varsio- nes que no se termina do saber si son ciertas; y el ‘arradot de Conrad, Marlowe, en su viaje por el rfo se ‘va avereando a esa histori, ova acereando a le figu- va de Kurts, al duefio del socreto. Como sabemes, en cl final de a novela de Conrad, en verdad lo nico que {Kets « Manion cuando por Sn Jo enounir 1o que le pasé a este hom- bore culto, especie do fldsofo kantiano, que se fue a Africa y terminé convertido en un déspota esclavista? ‘clara, La novela corta, la nouvelle, y eso e3 El corazén de las tinieblas, nunca doseifra por completo los enigmas que plantea. Una historia simetvica a cesta, y sin duda Fitzgerald tenia muy clara esta rela ign, es BI gran Gatsby, donde también Nick, el narra dor, intenta descifrar el enigma que esta detrés de Gatsby, esa figura magnifica do pasado ignoto que se [4] rcaRDO Pca hha convertido en uns especie de nuevo rico que trata do seducir a Ia muchacha que amé en la juventud, y cuya vida entera as um secreto. Pero podriamos poner ejemplos parecidos en la lite. ratura de Amériea Latina. Un caso claro de eate tipo do narrador débil esta on Borges. Si bien en Borges el dor-ntenes-wabey mse Bit ar ema posiaign Wa pose ‘imperial de cietios narradores, por ejemplo los de Fuentes, o los de Garcia Marquez mismo, donde uno vve que el narrader se impone, que impone el arden del ‘mundo y define bs valores, siempre del lado donde las cosas deben aclerarse de’ este modo o del otro, El narrador de Borges es un narrader mucho més incier- te, Pijémonos en HI Sur, En el momento en el que Dahimann sube ia escalera donde va a suttir el a dente y siente un roco en la frente, el narrador dice: <@Un murcislago, um péjaro?. Es decir, el narrador se soloce en una posicién de inoertidumbre y trata de ‘avanzar on la historia a vor si puede deseifrar lo que std pasando, En el temitorio de la nouvelle, desde luego, ol narradcr de Los adioses eaté constraido do esa manera. Es wn narrador que no sabe lo que pad, ‘que narra a parér de intentar desolfrar lo que pasé, Otro ejemplo extraordinario se encuentra en Pedro Paramo, De nuevo la misma légioa: el narvador inten ‘a descifrar ese sersato que s0-on ele fig Pedro Péramo, un personaje también este la ver dospético y enigmitico, Y lo mismo podiamos docie do Tar invencién de Morel, coa magnifica nouvelle de Bioy. Casares que nos enfronta con Ia extraia figura do ‘Morel, creador de esa méquina para construlr reali. dades. Otro ejemplo, otra nouvelle notable escrita en lengua castellana, es Bl persesuidor, de Cartizar, donde se repite lamisma estructura. Ahi el seereto es Lvs] EL ARQUERO IMME ‘el seoreto del artista, ahi el quenarra a quien trata do ‘entender es este artista que vive en un mundo exce- sivo, extremo, ligado a la droga. Hl debe do tenor ol ecreto, 61 debe de tener el soerato de lo que es el arte, 210 08 cierto? ‘Podriamos entonces hacer una lista de textes que estén estructurados de esta. manera, Todos :ionon dems una earacteristicn que es nportante wemar~ car, yes que el narrador cuenta una historia que no es Jn de 61, se intoresa por una historia quo Ie es ajena: Marlowe se interesa por la historia de Kurtz, y lo ‘mismo pasa con Nick y Gatsby, con Bruno y Jabnny cn al toxto de Cortézar. Y, desde luogo, lo mismp suce- de con el narrador de Los adioses, que esti cortando ‘una historia que no e¢ ia de estd tratando de anten- der la historia de exe basketbolista enfermo y las ‘muchachas que se eruzan en su vida, también él se ‘conecta con una historia que no es la propia y trata de entender. As{ que 1a primora cuestién intoresanto seria ver eémo el narrador de este tipo de reletos se conecta con la historia, qué tipo de motivacién es la ‘que explica el hecho de que en determinados momen- {os el narrador ae conecte y quede capturado por una historia que no es la suya. Por ejemplo, en el esso de Gatsby es Ia vocindad, ;no?: «Siempre habia lus en la casa de mi vecinow; en Pedro Péramo, en cambio, 66 y Iejania: «Vengo a buscar a mi padre, un tal Pedro Péramo». Henry James ideé una muy buena matéfors para esta idea del narrador que se scerea a una historia que ya esté ahi: dice Henry James que el relato es lo que él llama «the house of fiction, ‘la casa de la fic- cién, y el narrador pasa por delante de esa casa que tiene las ventanas iluminadas y ve une escens, ve a J 96] CARDO PCL tun hombre y a una mujer que se besan, o ve a dos mujeres que se besan, y trata de entender qué ps ahi contando apenas con esa parcepein parcial a par- tir de 1a cual empieza a investigar, a averiguar, trata de entrar en la casa, aunque no siempre lo consiguo. El mocanismo narrative que describe esta metdfora 1a producdo grandes textos, ha dado lear un tina ‘ovacion de In narracién quo no tiene la visibil dad del Ulyeses de Joyce o de Hn busca del tiempo per. ido, de Proust, pero que alienta textos muy elegantes, ‘scritos con mucha concisién y que han terminado por constituir una especie de canon menor, diria yo, inte- srado por estas pequefias nouvelles que tienen, sin ‘embargo, una densidad mucho mayor que au propia dimensién fisiee. En un sentido, podriamos decir que ‘James ha hecho algo que también muchos otros escri- tores son eapaces de hacer, no todos, Borges es uno de ellos, Nabokov es otro, también, escritores que con. vierten lo que son problemas de la narracién en unéo- ota. Toman lo que es un problema, por ejemplo, qué eo que sabe el narredor, y convierten eso en una his torin determinada, Hay ‘muchas novelas cortas ‘de James que estan trabajadas de esta manera, En relacién con esta especie peculiar de espacio narrative, hay una poqueiia angedota que se cuenta de Onetti que a mi siempre me parecié muy revelado- deleccomiierad es To las afos cincuen- ‘a, Emir Rodriguez Monogal, un critico uruguayo que seguramente ustedes conocen, que se dedioé durante mucho tiempo a difundir la literatura de América Latina, uno de los grandes propulaores del boom, podria decirse, que hizo una revista muy controvert da-en Paris, Mundo Nuevo... en fin, amigo de Borges eade siempre, o conocido de Borges desde siempre, esta comiendo con Rorgna y con Onetti on wan esta EL ARQUERO NOAA. rante de Buenos Aires, un restaurante alemén al que ‘ban siompre y, entonces, cuenta Monogal en el prélo go a las Obras completas de Onetii que publios Aguilar aqui en Madrid on los aos setonta, cuenta ‘que estaban hablando de Henry James, Borges y ‘Monegal, y Onetii los escuchaba callado y, al finai, ——Cnetti-dice:-

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