TEMA 7: PRINCIPIOS Y ELEMENTOS ESTRUCTURALES DE LOS CONTRATOS
Principios de contratación pública
La LCSP establece en el art. 1 los principios generales de la contratación pública, precisamente por ello en su apartado primero señala que la norma tiene por objeto regular la contratación del sector público, para garantizar que se ajuste a los principios de: Libertad de acceso a las licitaciones. Publicidad y transparencia en los procedimientos. Igualdad de trato y no discriminación entre los licitadores. Otros principios que reconoce en el precepto son los de eficiencia, libre competencia, selección de la oferta económicamente más ventajosa y el principio de integridad. La Directiva 2014/24/UE dedica su art. 18 a los principios de la contratación, estableciendo que los poderes adjudicadores tratarán a los operadores económicos en pie de igualdad y sin discriminaciones, y actuarán de manera transparente y proporcionada. Tampoco podrá la compra pública restringir de manera artificial la competencia. Asimismo, se reconocen también los principios reconocidos en el TFUE sobre la libre circulación de mercancías, libertad es establecimiento y libre prestación de servicios. También los que derivan de los mismos: igualdad de trato, no discriminación, reconocimiento mutuo, proporcionalidad y transparencia. El TJUE ha destacado la obligación de respetar los principios de objetividad, imparcialidad y no discriminación siendo la esencia de la regulación de los contratos. Delimitacion de los tipos contractuales Todo contrato ha de tener un objeto determinado correspondiendo su fijación a la entidad contratante en función de la modalidad contractual de que se trate. Los contratos de obras, concesión de obras, concesión de servicios, suministro y servicios se regirán conforme a las normas del art. 12 y ss. LCSP. Los demás dependerán de la norma de derecho administrativo o privado de aplicación. Contrato de Obras ¿Qué se entiende por obra? El resultado de un conjunto de trabajos de construcción o de ingeniería civil, destinado a cumplir por sí mismo una función económica o técnica, que tenga por objeto un bien inmueble. También se considerará «obra» la realización de trabajos que modifiquen la forma o sustancia del terreno o de su vuelo, o de mejora del medio físico o natural. Son contratos de obras aquellos que tienen por objeto uno de los siguientes: La ejecución de una obra, aislada o conjuntamente con la redacción del proyecto, o la realización de alguno de los trabajos enumerados en el Anexo I de la LCSP. La realización, por cualquier medio, de una obra que cumpla los requisitos fijados por la entidad del sector público contratante que ejerza una influencia decisiva en el tipo o el proyecto de la obra. Contrato de Concesión de Obras La concesión de obras es un contrato que tiene por objeto la realización por el concesionario de algunas de las prestaciones previstas en el contrato de obras, incluidas las de restauración y reparación de construcciones existentes, así como la conservación y mantenimiento de los elementos construidos La contraprestación a favor de aquel consiste, o bien únicamente en el derecho a explotar la obra, o bien en dicho derecho acompañado del de percibir un precio. El derecho de explotación de las obras deberá implicar la transferencia al concesionario de un riesgo operacional en la explotación de dichas obras abarcando el riesgo de demanda o el de suministro, o ambos. Se entiende por riesgo de demanda el que se debe a la demanda real de las obras o servicios objeto del contrato y riesgo de suministro el relativo al suministro de las obras o servicios objeto del contrato, en particular el riesgo de que la prestación de los servicios no se ajuste a la demanda. Se considerará que el concesionario asume un riesgo operacional cuando no esté garantizado que, en condiciones normales de funcionamiento, el mismo vaya a recuperar las inversiones realizadas ni a cubrir los costes en que hubiera incurrido como consecuencia de la explotación de las obras que sean objeto de la concesión. La parte de los riesgos transferidos al concesionario debe suponer una exposición real a las incertidumbres del mercado que implique que cualquier pérdida potencial estimada en que incurra el concesionario no es meramente nominal o desdeñable. Contrato de prestación de servicios Son contratos de servicios aquellos cuyo objeto son prestaciones de hacer consistentes en el desarrollo de una actividad o dirigidas a la obtención de un resultado distinto de una obra o suministro, incluyendo aquellos en que el adjudicatario se obligue a ejecutar el servicio de forma sucesiva y por precio unitario. No podrán ser objeto de estos contratos los servicios que impliquen ejercicio de la autoridad inherente a los poderes públicos. El contrato de concesión de servicios. El contrato de concesión de servicios es aquel en cuya virtud uno o varios poderes adjudicadores encomiendan a título oneroso a una o varias personas, naturales o jurídicas, la gestión de un servicio cuya prestación sea de su titularidad o competencia, y cuya contrapartida venga constituida bien por el derecho a explotar los servicios objeto del contrato o bien por dicho derecho acompañado del de percibir un precio. El derecho de explotación de los servicios implicará la transferencia al concesionario del riesgo operacional. El contrato de suministros. Son contratos de suministro los que tienen por objeto la adquisición, el arrendamiento financiero, o el arrendamiento, con o sin opción de compra, de producto o bienes muebles. Aquellos en los que el empresario se obligue a entregar una pluralidad de bienes de forma sucesiva y por precio unitario sin que la cuantía total se defina con exactitud al tiempo de celebrar el contrato, por estar subordinadas las entregas a las necesidades del adquirente. Los que tengan por objeto la adquisición y el arrendamiento de equipos y sistemas de telecomunicaciones o para el tratamiento de la información, sus dispositivos y programas, y la cesión del derecho de uso de estos últimos, en cualquiera de sus modalidades de puesta a disposición, a excepción de los contratos de adquisición de programas de ordenador desarrollados a medida, que se considerarán contratos de servicios. Los de fabricación, por los que la cosa o cosas que hayan de ser entregadas por el empresario deban ser elaboradas con arreglo a características peculiares fijadas previamente por la entidad contratante, aun cuando esta se obligue a aportar, total o parcialmente, los materiales precisos. Los que tengan por objeto la adquisición de energía primaria o energía transformada. Los contratos mixtos Se entenderá por contrato mixto aquel que contenga prestaciones correspondientes a otro u otros de distinta clase. Solo podrán fusionarse prestaciones correspondientes a diferentes contratos en un contrato mixto cuando esas prestaciones se encuentren directamente vinculadas entre sí y mantengan relaciones de complementariedad que exijan su consideración y tratamiento como una unidad funcional dirigida a la satisfacción de una determinada necesidad o a la consecución de un fin institucional propio de la entidad contratante. Sujetos de los contratos La entidad contratante: órgano de contratación, mesas de contratación y el responsable del contrato. Las entidades del sector público actúan en materia de contratación a través del correspondiente órgano de contratación. Dicho órgano tiene atribuidas las competencias para aprobar los pliegos de condiciones del contrato y para proceder a la convocatoria de la licitación. También pueden adjudicar el contrato y adoptar las decisiones que procedan en fase de ejecución. Los órganos de contratación deberán de difundir en Internet en su perfil del contratante, la información suficiente para relacionarse con él y sobre los pormenores de su actividad que ha de estar siempre justificada. Como órganos de asistencia se prevén las llamadas Mesas de Contratación. La LCSP ha creado la figura del responsable del contrato y del director facultativo. El responsable del contrato es la persona física o jurídica encargada de supervisar la ejecución del contrato y de adoptar las decisiones y dictar las instrucciones precisas para que se lleven a cabo de manera correcta las prestaciones contractuales. El director facultativo asume las facultades del responsable del contrato en los contratos de obras. Los contratistas: requisitos para contratar. Para poder contratar con el Sector Público es preciso que el contratista reúna una serie de requisitos. Se encuentran previstos en el art. 65 LCSP como condiciones de aptitud. Se trata de que las personas naturales o jurídicas, españolas o extranjeras: Tengan plena capacidad de obrar. Acrediten su solvencia económica, financiera, técnica o profesional. No estén incursas en prohibiciones de contratar. Si estos requisitos no se cumplen y se celebra el contrato, éste será nulo de pleno derecho. La capacidad de obrar de las personas jurídicas españolas se acredita mediante la escritura de constitución o modificación inscrita en el Registro Mercantil. Si son empresas comunitarias dichas empresas deben acreditar su inscripción en un registro profesional o comercial si ello viene exigido por su legislación. En relación con la solvencia económica, financiera y técnica, los requisitos mínimos se indicarán en el anuncio previo de licitación y se especificarán en el pliego del contrato, debiendo estar vinculados a su objeto y ser proporcionales al mismo. – Para celebrar contratos de obras cuyo valor estimado sea igual o superior a 500.000 euros será requisito que el contratista esté clasificado. Una clasificación que asegura la aptitud técnica necesaria de cada contratista para hacer frente a la ejecución y que es otorgada por la Administración. – Si la previa clasificación no es obligatoria, la solvencia económica y financiera deberá acreditarse por alguno de los medios de los arts. 87 y ss., como por ejemplo, el volumen de negocios, contratos de seguro de responsabilidad civil o el patrimonio neto. Además de lo anterior, es imprescindible que el contratista no esté incurso en ninguna causa que le impida contratar. Dichas causas se encuentran previstas en el art. 71 LCSP. Tales causas se refieren, por ejemplo: Casos de condena penal en sentencia firme por la comisión de cierto tipo de delitos, como de carácter patrimonial y laboral. Si media un proceso concursal. Si se han impuesto sanciones firmes en materia tributaria o con ocasión del otorgamiento de subvenciones. Incurra en supuestos de incompatibilidad. Son una serie de causas que tienen por finalidad evitar que la Administración termine contratando con sujetos que por su trayectoria previa cabe presumir que no son los más idóneos para hacerlo. No procederá la declaración de prohibición de contratar si la persona que incurre en causa de prohibición acredita el pago o compromiso de pago de las multas e indemnizaciones de las que derive la prohibición y la adopción de medidas técnicas, organizativas y de personal apropiadas para evitar la comisión de futuras infracciones. Esta declaración puede ser revisada en cualquier momento mientras se encuentre en vigor, siempre que se acredite el cumplimiento de las determinadas exigencias. Elementos objetivos de los contratos Objeto del contrato Todo contrato ha de tener presupuestada su cuantía en el momento en que se convoca la licitación, lo que es fundamental para determinar el tipo de contrato (verificar si está sujeto a regulación armonizada) y el procedimiento de licitación. El objeto del contrato admite la división en lotes, queda prohibido su fraccionamiento cuando como consecuencia de la disminución de la cuantía, su finalidad sea eludir requisitos de publicidad o del procedimiento de adjudicación exigible. Precio El precio se fija en el acto de adjudicación del contrato y no debe confundirse con el valor estimado, y debe ser como regla general, un precio cierto fijado en euros. Esta regla debe adaptarse a los contratos en los que la entidad contratante no abona precio alguno al contratista en aquellos casos en los que la retribución consiste en el derecho a explotar la obra o servicio durante un tiempo determinado. Puede fijarse a tanto alzado o por precios unitarios referidos a los distintos componentes de la prestación o unidades que se ejecuten o entreguen, algo habitual en los contratos de obras y en alguna modalidad del contrato de suministro. Debe abonarse el precio a medida que el contrato se ejecuta, la regla general es la inadmisión del pago aplazado. El precio puede ser objeto de revisión con arreglo a determinados índices de precios y formulas previstas en los pliegos y en el propio contrato, aunque esto se encuentra sometido a importantes limitaciones. Duración de los contratos El plazo debe establecerse atendiendo, como reglas generales, a la naturaleza de las prestaciones, a las características de su financiación y a la necesidad de someter periódicamente a concurrencia la realización de dichas prestaciones. En cualquier caso, la Ley establece directamente los plazos máximos de duración para determinados contratos. Los contratos de suministros y de servicios de prestación sucesiva tendrán un plazo de duración máximo de cinco años incluidas las posibles prorrogas. En algunos supuestos se puede establecer un plazo superior, como por ejemplo, cuando sea necesario para la continuidad de los tratamientos en el contrato de servicios relativos a las personas. No podrán superar los cinco años, incluyendo las prorrogas, los plazos de duración de los contratos de arrendamiento de bienes muebles. Para los contratos de concesión de obras o concesión de servicios, aunque el plazo de duración de cinco años también se contempla como una excepción, en la medida en que no podrá exceder el tiempo que se considere razonable para la recuperación de las inversiones. No podrá superar cuarenta años en la concesión de obras y e los contratos de concesión de servicios que comprendan la ejecución de las obras y la explotación de servicios.–No podrán superar los veinticinco años los contratos de servicios salvo que tengan por objeto la prestación de servicios sanitarios, en ese el plazo se reduce a diez años. Los contratos menores no podrán tener una duración superior a un año ni ser objeto de prorroga. Salvo los contratos menores, podrán preverse prorrogas en los contratos siempre que sus características permanezcan inalteradas durante su duración. Garantías contractuales Garantias exigibles Una de las características tradicionales de la contratación pública es la de exigir al contratista la prestación de garantías, con lo que se trata de asegurar la perfección del contrato y su correcta ejecución posterior El sistema de garantías es una pieza clave en la contratación pública, pudiendo ser provisionales y definitivas. La garantía provisional La garantía provisional, que no es necesaria en todos los casos (y el órgano de contratación, en el caso de establecerla, deberá motivar la decisión) pretende asegurar la seriedad de las ofertas y el cumplimiento de la obligación del adjudicatario de formalizar el contrato. Cuando los pliegos exijan garantía provisional todos los licitadores deberán prestarla, procediéndose a su devolución una vez que el contrato haya sido adjudicado. La prestada por quien resulte adjudicatario se mantendrá como garantía de que concurrirá a la formalización del contrato. El importe se fijará en los pliegos, no pudiendo exceder de un 3% del presupuesto. La garantía definitiva La función de la garantía definitiva es cubrir las penalidades impuestas al contratista y resarcir a la Administración por los daños causados en la ejecución y por demora. La garantía definitiva será incautada cuando el contrato se resuelva por incumplimiento culpable del contratista sin perjuicio de que deba indemnizar a la Administración por los daños y perjuicios ocasionados en lo que excedan del importe de la garantía incautada. La garantía lo será por el 5% del importe de la adjudicación, excluido el IVA aunque puede llegar hasta el 10% si así lo disponen los pliegos. Será devuelta una vez quede aprobada la liquidación del contrato y transcurrido el periodo de garantía, o cuando haya transcurrido un año desde la terminación del contrato y vencido el plazo de garantía, sin que la recepción formal y la liquidación hayan tenido lugar por causas no imputables al contratista. Ambos tipos de garantías pueden constituirse de diversas formas: Depósito. Valores de deuda pública. Aval. Seguro de caución Cabe que sean prestadas por terceros, en cuyo caso serán éstos considerados parte interesada en los procedimientos que afecten a la garantía. La Administración goza de preferencia sobre cualquier otro acreedor en orden de hacer efecto la garantía. Perfeccion y formalizacion Una vez se ha adjudicado el contrato, su perfección se materializa con ocasión de su formalización. Se excepcionan algunos contratos, como los menores o los basados en acuerdos marco. La formalización deja constancia del contrato en un documento administrativo, lo que permite su inscripción en cualquier registro público. Cabe también la formalización mediante escritura pública a la que solo se accederá cuando lo solicite el contratista, corriendo de su cargo los gastos. La formalización del contrato presenta gran importancia, pues si no se procede a la misma dentro del plazo previsto por causas imputables al adjudicatario, la Administración le exigirá como penalidad el 3% del presupuesto base de la licitación, que se hará efectivo contra la garantía definitiva si se hubiera constituido. Si no se formaliza por causas imputables a la Administración, se indemnizará al contratista de los daños y perjuicios que la demora le pudiera ocasionar. Debe formalizarse en los quince días hábiles siguientes a aquel en que se realice la notificación de la adjudicación, si bien, cuando el contrato sea susceptible de recurso especial en materia de contratación, no podrá realizarse antes del transcurso de quince días desde la notificación de la adjudicación. Transcurrido ese plazo, sin haberse interpuesto recurso, se requerirá al adjudicatario para formalizar el contrato en plazo no superior a cinco días. La regla general es que no puede iniciar la ejecución del contrato sin su formalización previa. La formalización del contrato debe publicarse en el perfil del contratante del órgano de contratación y además en el BOE si lo celebrara la AGE o en el DOUE si estuviera sujeto a regulación armonizada.