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 NICHITA STĂNESCU (1933 – 1983)

         Muy valorado y apreciado desde sus inicios como poeta, y considerado, a veces, por la
critica literaria como el más importante poeta de la generación de 1960 que representa, en
Rumania, una verdadera resurrección del lirismo. Nichita Stănescu muestra a sus lectores “el
censo del amor” y “una visión de los sentimientos”, como bien lo dicen los títulos de sus
poemarios de 1960 y 1964. Después, estas expresiones de la edad temprana y de su confianza
en el tiempo que parece perdonar y permitirle todo al ser humano, su escritura se transforma
en una lírica más intelectual (11 elegí – 11 elegias, 1966), obsesionada con el símbolo de la
esfera perfecta y sus formas sobre la tierra. El mundo es un espacio de  objetos, que el poeta ve
y percibe como testimonios-formas de la situación trágica del ser humano en la época
moderna excesivamente tecnificada.

 
         Evocación

     Era linda como la sombra de una idea –

     sus espaldas olían como la piel de una niña,

     a piedra apenas rota,

     a grito en una lengua muerta.

     No pesaba... era como la respiración.

     Riendo y llorando a lagrima viva

     era salada como la sal

     que los bárbaros sirven en sus festines.

     Era hermosa como la sombra de un pensamiento.

     En todas las aguas solamente ella la tierra. 

         Emoción de otoño

     Ha llegado el otoño, por favor,


     cúbreme el corazón con alguna cosa,

     con la sombra de un árbol, o mejor con la tuya.

     A veces tengo miedo de no verte mas,

     que alas afiladas hasta al cielo me van a crecer,

     que tú misma vas a esconderte en un ojo ajeno

     y que va a cerrarse con una hoja de ajenjo.

     Y entonces me acerco de piedras y me callo,

     llevo todas las palabras y las ahogo en el mar,

     silbo la luna, la levanto yo mismo y la convierto

     en un gran amor.

         Poema

     ¿ Dime, si algún día podré coger y besar la

      planta de tu pie…

     verdad que tu  vas a cojear  un poco, después,

     con el temor de no aplastar mi beso?

        
 

        MARIN SORESCU (1936 – 1996)

    Uno de los poetas rumanos más traducidos en diferentes lenguas y muy conocido en el
extranjero. Su primer libro de versos, Poeme (Poemas, 1965) lo destaca como uno de los
escritores más importantes de su generación. Pero Sorescu prefiere seguir un camino muy
diferente y  poco conocido en el contexto de la poesía rumana: el derrotero de la parodia
poetica. Su lírica está profundamente dominada por una visión lúdica o irónico-fantástica de
la realidad.  Acento muy evidente en poemarios tales como Moartea ceasului (La muerte
del reloj, 1966), Tineretea lui Don Quijote (La juventud de Don Quijote, 1968), los
cuales le aseguran su prestigio y una gran audiencia. En estos textos, el poeta parece decir, en
cada uno de sus versos, que todo puede ser “prise à la legere”, incluso la poesía misma. 

 
         Enfermedad

     Doctor, siento algo mortal

     aquí, en la región de mi propio ser,

     me duelen todos los órganos,

     en el día me duele el sol

     y en la  noche la luna y las estrellas.

     Siento una punzada en una  nube del cielo,

     exactamente en la  que hasta entonces no había marcado

     y me despierto cada amanecer

     con una sensación de invierno.


 

     En vano he tomado medicinas de todo tipo,

     odio y amo, aprendí a leer

     e incluso leí algunos libros,

     hablé con la gente y pensé,

     fui bueno y hermoso…

     Todas esas cosas no han hecho ningún efecto, doctor.

     y he gastado en ellas mucho dinero.

     creo que un día me enfermé de muerte;

     el día

     que nací

         Capricho

    Cada noche

    cuelgo de mis vecinos

    todas las sillas disponibles

    y les leo versos.

    Las sillas son muy receptivas

    a la poesía

    si sabes como colocarlas.

    Por eso

    me conmuevo

    Y por algunas horas


    les cuento

    todo lo  bello que ha muerto en mi alma

    mientras avanza el día.

   Nuestros encuentros

   de costumbre son sobrios

   sin fervores

   inútiles.

  En todo caso

  eso significa que cada uno

  ha cumplido su deber

  Y que podemos seguir

  nuestro camino.

         Himno

     Los árboles tienen, en vez de raíces,

     Unos santos

     Que se levantan de la mesa

     Y se arrodillan debajo de la tierra

     Para rezar.

     Solamente los nimbos

     Se han quedado afuera, -

     Estos árboles,


     Estas flores.

     Nosotros a la vez también seremos

     Unos santos,

     Rezando que nuestra tierra

     Permanezca redonda y bendita

     Para siempre.               

         Bailas

     ¡ Baila, alma mía!

     Abre la puerta de la biblioteca y baila

     entre tantos hombres tan sabios

     Que han dejado  sus cabezas

     Sobre los libros

     Como sobre la bandeja de Salomé.

     Ellos son tus mejores amigos.

     Y todos te dicen ahora que bailes

     Porque solo tú eres capaz de hacer todos los movimientos

     que ellos empezaron,

     Y la belleza del juego

     No se debe perder.

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