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ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE LA ECONOMÍA AMBIENTAL: INTRODUCCIÓN AL

NÚMERO ESPECIAL
Author(s): Ignacio Perrotini and Martin Ricker
Source: Investigación Económica , enero-marzo, 1999, Vol. 59, No. 227 (enero-marzo,
1999), pp. 15-25
Published by: Facultad de Economía, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)

Stable URL: https://www.jstor.org/stable/42842387

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Investigación Económica, vol. LIX: 227, enero-marzo de 1999, pp. 15-25

ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE LA ECONOMÍA AMBIENTAL:


INTRODUCCIÓN AL NÚMERO ESPECIAL

Ignacio Perrotini* y Martin Ricker**

La tierra constituye con mucho la


parte más grande, más importante
y durable de la riqueza de un país
Adam Smith
(Kirkaldi, Escocia, 1723 -1790)

La única riqueza es la vida


John Ruskin
(Londres, Inglaterra,1819-1900)

El presente número especial de la revista Investigación Económica tiene


su origen en un seminario sobre economía ambiental realizado en mayo
de 1997 en la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Eco-
nomía de la Universidad Nacional Autónoma de México. Los trabajos
incluidos abordan sólo algunos de los temas de que trata la economía
ambiental. En esta introducción, de un modo complementario, expresa-
mos algunas reflexiones de carácter general sobre la relación entre la
economía y el medio ambiente.

* Profesor de Economía de la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Economía, Universidad


Nacional Autónoma de México (unam). Facultad de Economía, edificio anexo, oficina 213, Ciudad Univer-
sitaria, delegación Coyoacán, México D. F., 04510, México. Correo electrónico: iph@servidor.unam.mx
** Investigador del Jardín Botánico del Instituto de Biología, UNAM, apartado postal 70-614, delegación
Coyoacán, México D. F., 04510, México. Correo electrónico: mricker@servidor.unam.mx

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1 6 Ignacio Perrotini y Martin Ricker

The MIT Dictionary of Modem Economics def


estudio de la manera en que la humanidad se
el problema básico de la escasez" (Pearce, 199
La misma definición se aplica para la econom
que ésta se especializa en los recursos y valores
En consecuencia, podemos definir la economía a
dio de la manera en que la humanidad se organi
blema de la escasez de la naturaleza ".
La economía ambiental más convencional aplica las herramientas del
análisis de demanda y oferta a los recursos naturales en el mercado. Un
buen ejemplo de cómo desarrollar un modelo econométrico a la manera
clásica y aplicarlo a datos empíricos para llegar a conclusiones relevantes
para la política ambiental, es la contribución a este número de Galindo y
Montesillo, "La demanda de agua potable en México: Estimaciones pre-
liminares."
Mientras los análisis de valores comerciales son importantes, una gran
parte de la problemática ambiental se debe a la falla del mercado libre de
no tomar en cuenta valores no-comerciales, como por ejemplo el aspecto
estético de un paisaje o el aire no-contaminado en la Ciudad de México.
Así, un reto principal de la economía ambiental como ciencia consiste en
cuantificar valores no-comerciales para poder incluirlos en el análisis de
costo-beneficio. Para este propósito se han desarollado nuevos métodos,
como la valoración contingente, de la cual presentan un ejemplo Álvarez
et al. en su contribución "Beneficios económicos de una reducción de la
contaminación atmosférica en Santiago de Chile."
Dada la dificultad de cuantificar con exactitud precios que no están
representados en un mercado, vale la pena primero ver si el sistema eco-
nómico actual está en su punto óptimo en lo que se refiere al aprovecha-
miento comercial de los recursos con el mínimo deterioro ambiental.
Frecuentemente existe la posibilidad de no sólo mejorar la situación am-
biental de un sistema productivo, sino además ahorrar costos o aumentar
ingresos, es decir, aumentar la eficiencia del sistema productivo. Ricker
et al. en su artículo demuestran que la continua deforestación de las sel-
vas tropicales en México representa un desperdicio. Por ejemplo, en Ve-
racruz un sistema de enriquecimiento con árboles de mamey, implemen-

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Introducción 17

tado en la selva natural,


suelo en pastizal de ganado
La economía ambiental es
relaciona con las ciencias
Ricker et al., "Daños a la
dad de México y una prop
senta el problema de la c
médico y toxicológico. Así
tificación al economista
mercado libre, propuesto
colaboración en este núme
La importancia del valor d
trategias y políticas para e
No obstante la creciente
deterioro ambiental y a l
teoría económica de los r
la praxis del análisis eco
de decirse que por lo comú
"más elementales están a
las crisis energéticas recu
en las últimas décadas y la
industriales. En efecto, en
tados como meros supuest
sumo. La cuestión ecológic
ejemplos, temas y autore
mado por algunos "el Malt
para el caso de la conside
curriculares de las institu
En lo que sigue, a manera
se hace una revisión del desarrollo histórico de la economía ambiental
actual. Abrigamos la esperanza de que el presente número de Investiga-
ción Económica contribuya a colmar el foso que aún separa dos campos
que deberían relacionarse más, la economía y la ecología.

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1 8 Ignacio Perrotini y Martin Ricker

Los INICIOS DE LA ECONOMÍA AMBIENTAL EN LA

Los primeros aspectos de la economía ambiental


vación de que los recursos naturales pueden li
mica y la riqueza de la sociedad. La idea de qu
renovables y no-renovables restringen la produ
largo plazo, se estableció muy temprano en la c
economistas clásicos (François Quesnay, 1758
Adam Smith, 1776; David Ricardo, 1817; Tho
John S. Mili, 1848), al surgimiento de la teoría
Jevons, 1871; Karl Menger, 1871; León Walr
diversos intentos por suministrar una base físi
mía. La Secte des Economistes, los fisiócratas,
( physis ) la fuente del valor y la riqueza (Quesn
Para los clásicos, la escasez de tierra es la princi
mía, a medida que el progresivo incremento en
la renta diferencial del suelo que ella determina
ganancia del capital al punto de hacer que, eve
neto íntegro se resuelva en costos de producció
steady state ("estado estable") (Smith, 1776;
1820; Mill, 1848). Mill (1848) habla incluso de
stock ("existencia") de recursos no-renovables. L
rro añade Galiani (1751), es acaso el único at
delo clásico de "la acumulación de capital"
Schlüpmann,1991; Kurz y Salvadori, 1995).
No hay pues en el paradigma clásico una teorí
rales que sugiera un análisis integral de la inter
ambiente. El análisis clásico de los límites al c
elocuencia por Mili (1848) en su teoría sobre el s
una concepción pesimista del futuro del capit
que el stock de recursos naturales no-renovables
crecimiento igual a cero, el flujo de energía aso
nómica no es parte de su objeto de estudio prin
soluta al crecimiento estaría dada por la escas
minas (Ricardo, 1817; Mili, 1848).

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Introducción 19

La visión de Karl Marx (


no-ricardiana le lleva a atr
virtudes mesiánicas, de s
un carrusel de insumo-pro
cia"; de otra, ratifica el pe
vertir premonitoriamente
técnico en un modelo econ
es fuente del valor de ca
realizar un estudio sistem
El Capital se hallan barr
afirman Martínez-Alier
más economicista [en e
energetista, los valores qu
mercado], ni cuentan ni s
Después de sucesivas cri
intensivo de combustibles
por la máquina de Watt.
mo "la mecánica de la utili
tico y planteó que el límit
de carbón (en contraste, n
una barrera a la expansión
tativo de la contabilidad e
las regalías a medida que
plica cómo se relaciona l
Percibió y aun describió e
(1931, véase más adelante
Jevons, la cuestión de la e
economía en el análisis m
impacto ambiental de la
sólo trata el problema de l
Con respecto a los recurs
clásico en economía fore
fue uno de los primeros e

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20 IGNACIO PERROTTO! Y MARTIN RlCKER

desde el punto de vista de un inversionista. Calculó el val


boscosa con base en el flujo de dinero que proporciona
madera desde el presente al infinito, descontando el tiem
la tasa de interés. El ciclo óptimo de cosecha de los árbole
valor presente neto y se da cuando el bosque como ca
crece a una tasa inferior a la que se puede obtener al cor
invertir el dinero en el banco o en otro proyecto de inve
artículo sobre manejo forestal en este número).

EL DESARROLLO DE LA ECONOMÍA AMBIENTAL EN EL SI

En el siglo XX ha habido una variedad de avances en l


biental. Hotelling (193 1) fue uno de los pioneros al coloc
escasez clásica más allá de la estrecha acepción malthus
Hotelling sostiene que para que sea óptima la trayectoria
extracción de un recurso no-renovable, el precio neto de
nente (no-extraído) tiene que aumentar con la tasa de int
libre y perfecto ajusta automáticamente los precios de es
telling se centra decididamente en la utilización intertem
sos no-renovables y en la evolución óptima de sus precios
tula que el modelo de laissez-faire garantice el mejor y m
del recurso en sí.
La teoría económica neoclásica y keynesiana supone q
la posibilidad de aumentar el bienestar económico puede
de hecho ha sido sorteada, mediante el progreso tecno
que el avance técnico confiere sustancial elasticidad a la o
sos naturales. El modelo Harrod-Domar muestra una
crecimiento máximo está limitado sólo por la población o
de trabajo, en donde la inversión, espontánea o inducid
restricciones biofísicas (Harrod, 1939; Domar, 1946). Po
modelo neoclásico (Solow, 1956; Swan, 1956; Hicks, 19
una función de producción en la que la proporción de rec
vos, capital y trabajo, varía en forma infinita y flexible
trayectoria de expansión económica sin ningún tipo d
ambientales. En estos modelos la preocupación central

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Introducción 21

de la tasa de crecimiento y
en los precios.
La preocupación medular
biente ponía límites infran
nestar económico, y de ahí
límites naturales al crecimiento renació en la década de los setenta del
presente siglo, después de casi treinta años de optimismo keynesiano
fundado tanto en la supuesta abundancia de factores de producción, co-
mo en la sobreacumulación de capital e insuficiencia de demanda efecti-
va que habría provocado la gran depresión económica de 1929-1933. En
abierta oposición a las teorías keynesiana y neoclásica que sugieren em-
patia entre crecimiento y medio ambiente, los neomalthusianos enfatizan
el conflicto entre ambos y proponen que la expansión económica y de la
población deben restringirse con el fin de conservar los ecosistemas,
porque de lo contrario el steady state de Mill (1848) será alcanzable sólo
a costa de deteriorar el medio ambiente (Meadows y Meadows, 1972).
El mérito del neomalthusianismo estriba en que advierte los riesgos
ambientales asociados a la actividad económica e incorpora a los recur-
sos naturales como un factor adicional a considerar en la teoría de la pro-
ducción y del consumo. Estas contribuciones sin duda influyeron en el
surgimiento de una gama de modelos que analizan trayectorias de eco-
nomías con oferta limitada de recursos naturales. Por ejemplo, Ricker
(1997) analiza los límites al crecimiento económico con un modelo com-
putacional de equilibrio general que integra los límites de recursos, las
preferencias de la sociedad y las posibilidades de producción. Muestra
que se pueden tratar los valores comerciales y no-comerciales de mane-
ra conceptualmente igual para encontrar un equilibrio macroeconómico
óptimo, solamente que en la práctica falta la cuantificación de los precios
de bienes no-comerciales. Llega a la conclusión de que todo tipo de cre-
cimiento físico expresado en valor monetario es limitado, pero que, in-
dependientemente, el avance tecnológico puede llevar a la sociedad a un
mayor bienestar. Este mejoramiento no necesariamente se puede expre-

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22 Ignacio Perrotini y Martin Ricker

sar en valor monetario y, por tanto, lo llama p


miento exclusivo de la satisfacción").
En el presente siglo se empezó a reconocer
miento económico no son el único problema
tiene que enfrentar y estudiar. Cada vez ha sid
minación ambiental puede disminuir notablem
ciedad, aun si hay crecimiento económico com
el análisis de las externalidades (Pigou, 1932;
La teoría económica ambiental en su forma a
setenta y ochenta. Georgescu-Roegen (1971
rectificar la función de producción neoclásica.
en los insumos y analiza la relevancia de las
el proceso económico (véase número especial so
Nicholas Georgescu-Roegen en Ecological
Boulding (1978), en cambio, sustituye los facto
capital y tierra, los cuales no son sino "agrega
los tres factores reales, conocimiento, energía
En 1987 se fundó la International Society f
que con su revista Ecological Economics prop
continua plataforma de discusión. Otra revista
Environmental Economics and Management. A
han publicado libros de texto especializados en
ejemplo, Tietenberg, 1988; Pearce y Warfor
1995). La tendencia actual es que la econom
economía clásica, pero incluye en el análisis
del ambiente y reconoce explícitamente la exist
sibles, por ejemplo, el de la destrucción de la b
de estos análisis hay una creciente reflexión s
lo podemos cuantificar.

Bibliografía

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Introducción 23

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Introducción 25

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