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ARTICULO DE OPINION

MARIA JOSE SUAREZ PEDROZA

ID 676168

RODRIGO ANDRES CASTRO

RESOLUCION DE CONFLICTOS

NRC 4578

CORPORACION UNIVERSITARIA MINUTO DE DIOS – UNIMINUTO

CONTADURIA PUBLICA

ABRIL DE 2020

VILLETA
COMO EL MAL INFLUYE EN EL SER HUMANO

“La capacidad infinita de la mente humana para convertirnos a cualquiera de nosotros en amable
o cruel, compasivo o egoísta, creativo o destructivo, y de hacer que algunos lleguemos a ser
villanos y otros a ser héroes” (Zimbardo, 2007)

En primer lugar, se puede remarcar que cuando se habla del efecto lucifer, es más bien una
explicación basada en la convicción de que en muchas ocasiones la maldad viene de los malvados,
estereotipándolos como si fueran cierta cantidad de personas, pero no es así.

Todos los seres humanos podemos pasar de ser los más benévolos, a ser el más malvado; en los
seres humanos se podría dar una explicación de lo que encierra el comportamiento malvado, si se
toma de modo extremista, se puede obtener una visión de que hay gente mala (como
característica fija) se estaría frente a factores disposicionales de la conducta y determinantes para
dicha situación.

Si se da un giro para ver desde otro punto de vista se puede entender la maldad como una noción
incremental, un mal paulatino, extremo y variado. Los individuos actuarían mal por todas las
experiencias y por lo que han visto desde la infancia, esto sería causado por las circunstancias de
dichas conductas.

Desde este punto de vista, la confrontación de lo anteriormente dicho se enfocaría en un punto


intermedio que no es necesariamente equidistante, se da como explicación lo que se vio en la
prisión de Stanford; Zimbardo en sus investigaciones de psicología social, sobre todo en los
orígenes de lo que impulsa a las personas a hacer el mal, se formula la siguiente pregunta ¿qué
puede impulsar a una persona integra a llevar a cabo los más horribles actos de crueldad?

El lado oscuro, los niños no nacen con maldad, si no con registros mentales para hacer cosas
buenas y malas, y todo esto es influenciado por el entorno de su desarrollo.

También se podría percibir que incluso en ambientes que carecen de discrepancia, los niños
pueden empezar a hacer cosas malas por presión del grupo de amigos que proponen reglas para
ser aceptados en el mismo.

En esencia Zimbardo nos plantea que la primera y paradigmática fuerza del sistema que nos rodea
es capaz de fomentar en las personas la maldad dando procedimientos eficaces para inducir la
imaginación al punto de hacer que cualquier persona renuncie a su bondad y actúe de manera
instintiva.

La mente juega un papel importante en el comportamiento de cada individuo, por tal razón y
desde mi punto de vista la mente puede jugarnos malas pasadas, donde las emociones en dichas
circunstancias nos pueden llevar a conductas que ni siquiera podríamos pensar, porque cuando no
hay razón se considera que podríamos hacer algo malo, normalmente los hechos buenos se hacen
en pleno uso de la razón.

Y para culminar con este artículo se podría decir que el bien y el mal son dos estados muy
diferentes en que cada uno de nosotros puede elegir estar, siempre de la mano o influenciados
por la conciencia y las emociones.
"El hombre nace bueno y la sociedad lo corrompe" Jean-Jacques Rousseau .

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