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Jornadas Conmemorativas Cincuentenario de la Escuela de Psicología –

Universidad Kennedy – La Psicología del Siglo XXI . Actualizaciones,

Problemáticas y Desafíos – Buenos Aires, 2014.

Título del Trabajo: El movimiento menor y su relación con lo traumático – ¿ Una

investigación que abre puertas?

Autoras: Lic. Marcos Mariel – Lic. Wachter Cecilia Eje Temático: Diagnóstico y

Evaluación

RESUMEN

El presente trabajo tiene como finalidad dar cuenta del recorrido, en su primera

etapa, de la investigación titulada: “ El movimiento menor (m) y su relación con lo

traumático en el Psicodiagnóstico de Rorschach”.

Intentaremos tomar como eje central el concepto de movimiento menor puro (m),

ligados a los contenidos perturbadores. Ambos signos Ro, revelan a nuestro

entender, en el funcionamiento del aparato psíquico, que algo no ha sido tramitado

debido a la intensidad de la carga pulsional.

En este caso al no ser posible la operatoria de enlace del proceso normal del

pensar – asociada a determinantes con la participación de la Forma – que

permiten la ligazón de la moción pulsional, se torna insistente, generando una

tensión en aumento que evidencia el intento del aparato de ligar lo imposible de

tramitar, a semejanza de las neurosis traumáticas, donde se produce una marca

en el aparato psíquico que luego deviene repetición.

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El movimiento menor y su relación con lo traumático – ¿ Una investigación

que abre puertas?

Iniciar un trabajo de investigación implica realizar un recorrido teórico donde

la interrogación permite atravesar los límites de los conocimientos ya establecidos.

Por tal motivo nuestro trabajo intenta articular conceptos enunciados, que a

partir de una recopilación de datos, nos permita la relectura de los mismos, para

así arribar a nuevas interpretaciones.

Nos abocaremos a revisar, desde el psicoanálisis, conceptos tales como:

la constitución del aparato psíquico y los principios que lo gobiernan, la teoría de

las representaciones, la represión primaria, como fundante del aparato, la

represión secundaria y su enlace con la representación palabra, pulsión, repetición

y trauma. Y desde los diferentes autores que aportan al estudio del

Psicodiagnostico Rorschach, tomaremos como eje central el concepto de

movimiento menor puro (m), sin dejar de lado el enlace con el determinante Forma

(Fm-mF).

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En este sentido, el Psicodiagnóstico de Hermann Rorschach, es el método,

que en su carácter proyectivo de exploración, más ha mostrado su eficacia y

posibilidad de profundidad interpretativa.

Las manchas de tinta se presentan al entrevistado como un material

ambiguo desprovisto de toda estructura previa, favoreciendo la regresión y la

asociación libre. Es así que las láminas impactan en los procesos primarios del

aparato psíquico -que tienden a establecer la identidad de percepción - fundados

en el principio de placer-displacer-; generándose un enlace con los procesos

secundarios -fundados en la identidad de pensamiento y el principio de realidad-

que forjan el texto a ser interpretado.

Didier Anzieu (1961) expone el concepto de proyección, de la siguiente

manera:

Freud se refirió a la proyección en dos etapas distintas de su obra y desde

dos perspectivas bastante diferentes, pero que mantienen una continuidad

entre ellas. La primera se sitúa en 1896 […] La paranoia se explica por un

deseo homosexual reprimido y proyectado. […] La proyección es aquí la

expulsión de un deseo intolerable y su rechazo fuera de la persona; hay

proyección de aquello que no se quiere ser.

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En una segunda etapa Freud efectuó una ampliación que contiene el

germen de las técnicas proyectivas. La proyección es, entonces, el simple

desconocimiento (y ya no la expulsión) por el sujeto, de deseos y

emociones que no acepta como propios, de los que es parcialmente

inconsciente y a los que considera como pertenecientes a la realidad

externa. (p.17)

Más adelante plantea:

La proyección es un proceso psíquico primario de índole similar a la

realización alucinatoria del deseo en el sueño o en la transferencia

psicoanalítica. Los procesos psíquicos primarios obedecen al principio del

placer; tienden a establecer la identidad de percepción; así el aparato

psíquico busca reencontrar el objeto al cual asoció la satisfacción por

primera vez (principio de placer). Por el contrario, los procesos psíquicos

llamados secundarios tienden a lograr la identidad de pensamiento y de

palabras (principios de identidad y de realidad) y fundamentan el

pensamiento y la conducta racionales: deben hacer un gran esfuerzo para

evitar las alteraciones permanentes a causa de los procesos primarios. (p.

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En relación a la situación proyectiva del psicodiagnóstico en sí, señala que:

Esta situación vacía reaviva los conflictos psicológicos del sujeto

examinado, y desencadena angustia y regresión. La angustia esta asociada

a representaciones fantasmaticas inconscientes, que se transparentan,

pues, en el contenido de las respuestas del sujeto, mientras que los

mecanismos de defensa del yo contra la angustia y los fantasmas se

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manifiestan preferentemente en las características formales de las

respuestas. […] El psicoanálisis distingue tres aspectos en la regresión

psíquica: 1) Un aspecto formal. Hay regresión del pensamiento racional y

conceptual al pensamiento por imágenes, a la representación figurativa. 2)

Un aspecto cronológico. Hay regresión del estado adulto a la primera

infancia o, si el sujeto es un niño, regresión a estadios anteriores del

desarrollo pulsional. 3) Un aspecto tópico. Hay regresión del yo al ello.

Cuando el yo tiene el control del aparato psíquico, la pulsión encuentra su

expresión en la descarga motriz. Si el yo esta bloqueado, la descarga motriz

se encuentra inhibida; el “cuantum” de afecto refluye del polo motor hacia el

polo perceptivo y la pulsión encuentra su descarga de manera alucinatoria

(alucinación, sueño, ensueño, fantasía). […] De una manera general, tanto

la situación proyectiva, como la psicoanalítica provocan la regresión, en el

aparato psíquico, de los procesos secundarios –fundados en la identidad de

pensamiento y el principio de realidad- a los procesos primarios –fundados

en la identidad de percepciones y el principio de placer-displacer. […] En los

test de este tipo, la regresión es profunda y conduce al examinado a los

problemas de diferenciación de interior y el exterior, de la madre y el niño,

del objeto y el sujeto. Así las manchas de tinta del Rorschach evocan en el

examinado ya objetos exteriores, ya el interior del cuerpo. ( pp 22-25)

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A nuestro entender, en el psicodiagnóstico de Rorschach, la aparición del

determinante movimiento menor (m), revela en el funcionamiento del aparato

psíquico, que algo no ha sido tramitado debido a la intensidad de la carga

pulsional. Pensamos al movimiento menor puro (m) como efecto de la

sobreexcitación en la economía libidinal. En este caso al no ser posible la

operatoria de enlace del proceso normal del pensar – asociada a determinantes

con la participación de la Forma – que permiten la ligazón de la moción pulsional,

se torna insistente, generando una tensión en aumento que evidencia el intento

del aparato de ligar lo imposible de tramitar, a semejanzas de las neurosis

traumáticas, donde se produce una marca en el aparato psíquico que luego

deviene repetición.

Por lo tanto, podríamos anticipar que hay representaciones ligadas al

movimiento menor (m) que logran vehiculizar la carga pulsional a condición de su

carácter sustitutivo y así facilitar la detección de aquello que ha sido traumático

para el aparato psíquico.

La relación entre el análisis del contenido y el movimiento menor puro, con

la carga económica que este determinante conlleva, tienen un valor sustancial

para la comprensión de la dinámica psíquica.

Tal como plantea Mirotti (2010):

En todo contenido la afectividad juega un rol, puede estimular o perturbar la

estructuración formal de la respuesta, lo que se da particularmente cuando

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la lámina suscita en el sujeto sentimientos desagradable (...) Pero

obviamente son las respuestas originales con contenidos relevantes o

singularmente elaborados, donde es más esperable una proyección

personal importante; también cuando una respuesta aún frecuente es dada

con una fuerte carga emocional, o cuando una respuesta específica a un

tema general se repite, o se vuelve a encontrar en caso de administrarse

otra prueba de mancha. (pp.320-321)

A nuestro entender, el contenido que queda vinculado al movimiento menor,

representa aquello que bascula entre este quantum de energía asociado con el

aumento de tensión y aquella representación posible de acceder a la conciencia.

Este aumento de tensión queda íntimamente ligado al exceso que entrama,

cualquier situación de vulnerabilidad e indefensión en que queda subsumido el

sujeto desde su constitución.

Entonces, si existen representaciones que dentro de la cadena simbólica

facilitan la expresión de lo inconsciente, pensamos que en el Rorschach estos

contenidos ligados al movimientos menor, darían cuenta de la pulsión y su

insistencia en satisfacerse.

El contenido de los movimientos menores (m) serían una representación

representativa desfigurada de aquello imposible de ligar. Por la vía de la

sustitución damos cuenta de la pulsión y es por vía del lenguaje que el significante

posibilita vehiculizar aquello traumático y que requiere su elaboración.

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Entonces, en las representaciones ligadas al movimiento menor puro, se

anunciaría que algo se derrumba, que perturba, que puede destruir, una fuerza

arrasadora, incontrolable e inmanejable, para el aparato psíquico. En cambio en

otras, que asumen un valor amortiguador, señala algo de la dinámica psíquica,

que puede provocar aumento de tensión, pero no necesariamente sentimiento de

desvalimiento y vulnerabilidad.

No es lo mismo un contenido discursivo donde prima la destrucción o

derrumbe asociada a algo que perturba, que desconcierta, que destruye, que otro

contenido que asume un valor que amortigua la emergencia pulsional. Por

ejemplo:

Lámina VI, “Lo que fue oscuro se está aclarando, algo se está expandiendo,

la sensación como que algo malo se empezó a aclarar”

Lámina VI: “Una explosión”

Por lo tanto, según lo enunciado en la respuesta, el contenido asumirá un

valor amortiguador o perturbador en el procesamiento psíquico.

Tales apreciaciones son el inicio de nuestra investigación, no obstante

nuestra inquietud nos incita a seguir redescubriendo la abundante bibliografía en

torno a la aparición de este determinante, enlazando al mismo a los conceptos de

trauma y pulsión, desde la perspectiva de diferentes autores psicoanalíticos.

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

- Anzieu, D. (1961) Los métodos proyectivos. Buenos Aires: Ed. Ábaco

- Mirotti, M. A. (2010) Manual de Estudio y Practica de los test de

Manchas: Rorschach, Be-Ro, Zulliger. Pcia. de Córdoba, Argentina:

Editorial Brujas

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