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Ne Froe Sclerosis
Ne Froe Sclerosis
En estos casos, la presión arterial más baja o diastólica, que normalmente debe estar en
alrededor de 80 mmHg, a menudo está por encima de 130 mmHg.
Contenido
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1 Causas
2 Patología
3 Síntomas
4 Pruebas y exámenes
5 Tratamiento
6 Pronóstico
7 Posibles complicaciones
8 Cuándo contactar a un profesional médico
9 Prevención
10 Fuentes
Causas
Este trastorno afecta aproximadamente al 1% de las personas hipertensas, tanto en niños
como adultos. Es más común en adultos jóvenes, fundamentalmente en los hombres
afroamericanos.
Insuficiencia renal.
Hipertensión renal causada por estenosis de la arteria renal.
Patología
En el caso de la hipertensión arterial benigna, se acumulan en los riñones un material
hialino, o sea, amorfo y homogéneo, sobre todo en las paredes de las pequeñas arterias y
arteriolas, lo cual permite que sus paredes se vuelvan más gruesas y la luz del vaso más
angosta, es lo que se denomina arteriolosclerosis hialina. Consecuentemente, la isquemia
produce atrofiamiento tubular en el riñón, así como fibrosis intersticial y otras alteraciones,
unas leves y otras escleróticas, pero que en la mayoría de los casos por lo general se
produce un daño paulatino, evolutivo y sintomáticamente silencioso. Cuando esta patología
presenta un estado avanzado, las lesiones pueden producir insuficiencia renal.
Síntomas
Visión borrosa
Cambios en el estado mental como:
Ansiedad
Confusión
Disminución de la lucidez mental, reducción en la capacidad de
concentración
Fatiga
Inquietud
Somnolencia, estupor, letargo
Pruebas y exámenes
La hipertensión maligna es una emergencia médica. Un examen físico con frecuencia
muestra:
Un examen exhaustivo de los ojos puede revelar cambios que indican la presencia de
hipertensión arterial, entre ellos:
Sangrado de la retina
Estrechamiento de los vasos sanguíneos en el área ocular
Inflamación del nervio óptico
Otros problemas con la retina
También se puede presentar insuficiencia renal, así como otras complicaciones. Los
exámenes que el médico indicará para determinar el daño a los riñones pueden abarcar:
Gasometría arterial
BUN
Creatinina
Análisis de orina
Una radiografía de tórax puede mostrar congestión pulmonar y agrandamiento del corazón,
si los hubiere.
Los exámenes siguientes, también pueden revelar afectaciones causadas por esta
enfermedad.
Nivel de aldosterona
Enzimas cardíacas (marcadores de daño cardíaco)
Tomografía axial computarizada del cerebro
Electrocardiografía
Nivel de renina
Sedimento urinario
Tratamiento
El paciente con esta patología deberá permanecer en el hospital hasta tanto la hipertensión
grave esté bajo control, para lo cual, se le administrarán medicamentos por vía intravenosa
para reducir la presión arterial.
Pronóstico
Cuando se está en presencia de una presión arterial elevada, muchos sistemas corporales
pueden estar en serio riesgo, ya que el daño puede aparecer en múltiples órganos del
cuerpo, entre ellos, el cerebro, los ojos, los vasos sanguíneos, el corazón y los riñones.
Consiguientemente, los vasos sanguíneos de los riñones son muy propensos al daño
causado por la presión. Se puede desarrollar insuficiencia renal que puede ser permanente y
requerir el uso de diálisis.
Posibles complicaciones
Daño cerebral
Daño cardíaco, incluyendo:
Ataque cardíaco
Angina (dolor torácico a consecuencia del estrechamiento de los vasos sanguíneos o
el debilitamiento del miocardio)
Perturbaciones del ritmo cardíaco
Insuficiencia renal
Ceguera permanente
Edema pulmonar (líquido en los pulmones)
Prevención
Si usted presenta hipertensión arterial, debe someterse al monitoreo cuidadoso de su
presión arterial y el hecho de tomar los medicamentos en forma apropiada ayuda a reducir
el riesgo, otro aspecto de suma importancia, es consumir una dieta saludable que sea baja
en sal y grasas.
Existen dos formas de esta enfermedad, una es la nefroesclerosis maligna que produce
necrosis (muerte celular) en las arteriolas y se asocia a HTA grave e insuficiencia renal.
Causas
Este trastorno afecta aproximadamente al 1% de las personas hipertensas, tanto en niños
como adultos. Es más común en adultos jóvenes, fundamentalmente en los hombres
afroamericanos.
Insuficiencia renal.
Hipertensión renal causada por estenosis de la arteria renal.
Patología
En el caso de la hipertensión arterial benigna, se acumulan en los riñones un material
hialino, o sea, amorfo y homogéneo, sobre todo en las paredes de las pequeñas arterias y
arteriolas, lo cual permite que sus paredes se vuelvan más gruesas y la luz del vaso más
angosta, es lo que se denomina arteriolosclerosis hialina. Consecuentemente, la isquemia
produce atrofiamiento tubular en el riñón, así como fibrosis intersticial y otras alteraciones,
unas leves y otras escleróticas, pero que en la mayoría de los casos por lo general se
produce un daño paulatino, evolutivo y sintomáticamente silencioso. Cuando esta patología
presenta un estado avanzado, las lesiones pueden producir insuficiencia renal.
Síntomas
Visión borrosa
Cambios en el estado mental como:
Ansiedad
Confusión
Disminución de la lucidez mental, reducción en la capacidad de
concentración
Fatiga
Inquietud
Somnolencia, estupor, letargo
Signos y síntomas
Pueden desarrollarse signos y síntomas de enfermedad renal crónica, como
anorexia, náuseas, vómitos, prurito, somnolencia o confusión, pérdida de peso y un
sabor desagradable en la boca (ver Insuficiencia renal crónica : Signos y síntomas).
Los signos de daños orgánicos relacionados con la hipertensión pueden aparecer en
la vasculatura de los ojos y en la piel, el SNC y a nivel periférico.
Pruebas y exámenes
La hipertensión maligna es una emergencia médica. Un examen físico con frecuencia
muestra:
Un examen exhaustivo de los ojos puede revelar cambios que indican la presencia de
hipertensión arterial, entre ellos:
Sangrado de la retina
Estrechamiento de los vasos sanguíneos en el área ocular
Inflamación del nervio óptico
Otros problemas con la retina
También se puede presentar insuficiencia renal, así como otras complicaciones. Los
exámenes que el médico indicará para determinar el daño a los riñones pueden abarcar:
Gasometría arterial
BUN
Creatinina
Análisis de orina
Una radiografía de tórax puede mostrar congestión pulmonar y agrandamiento del corazón,
si los hubiere.
Los exámenes siguientes, también pueden revelar afectaciones causadas por esta
enfermedad.
Nivel de aldosterona
Enzimas cardíacas (marcadores de daño cardíaco)
Tomografía axial computarizada del cerebro
Electrocardiografía
Nivel de renina
Sedimento urinario
Tratamiento
El paciente con esta patología deberá permanecer en el hospital hasta tanto la hipertensión
grave esté bajo control, para lo cual, se le administrarán medicamentos por vía intravenosa
para reducir la presión arterial.
Pronóstico
Posibles complicaciones
Daño cerebral
Daño cardíaco, incluyendo:
Ataque cardíaco
Angina (dolor torácico a consecuencia del estrechamiento de los vasos sanguíneos o
el debilitamiento del miocardio)
Perturbaciones del ritmo cardíaco
Insuficiencia renal
Ceguera permanente
Edema pulmonar (líquido en los pulmones)
a nefroesclerosis arteriolar hipertensiva benigna es una alteración renal progresiva causada por
una hipertensión crónica no controlada. Pueden aparecer signos y síntomas de enfermedad renal
crónica (como anorexia, náuseas, vómitos, prurito, somnolencia y confusión), así como signos de
daños orgánicos secundarios a la hipertensión. El diagnóstico es principalmente clínico, y se apoya
en los resultados de las pruebas de laboratorio de rutina. El tratamiento es el control estricto de la
tensión arterial y el soporte de la función renal.
Los factores de riesgo incluyen la edad avanzada, la hipertensión moderada a grave mal
controlada y otros trastornos renales (como nefropatía diabética). Las personas de raza negra
tienen un mayor riesgo; no está claro si esto se debe a que la hipertensión no tratada es más
frecuente en esta raza o porque las personas negras son más susceptibles genéticamente a sufrir
un daño renal inducido por la hipertensión.
Diagnóstico
•Antecedentes de hipertensión
El diagnóstico puede sospecharse cuando los análisis de sangre de rutina indican un deterioro de
la función renal (p. ej., creatinina y nitrógeno ureico en sangre elevados, hiperfosfatemia) en un
paciente hipertenso. El diagnóstico suele inferirse por los antecedentes y los signos de daños
orgánicos relacionados con la hipertensión (p. ej., cambios retinales, hipertrofia ventricular
izquierda) en el examen físico. La hipertensión debe estar presente antes de la aparición de
proteinuria e insuficiencia renal, y no debe haber otras posibles casuas para la insuficiencia renal.
Las pruebas de orina no deben sugerir otras causas de insuficiencia renal (como glomerulonefritis
o emergencia hipertensiva). En el análisis de orina, debe haber pocas células o cilindros en el
sedimento, y la excreción de proteínas suele ser < 1 g/día (en ocasiones es mayor, dentro del
rango nefrótico).
Se realiza una ecografía sólo si deben excluirse otras causas de insuficiencia renal. Este estudio
puede mostrar que el tamaño del riñón está reducido. La biopsia renal se lleva a cabo sólo si el
diagnóstico sigue siendo poco claro.
Cuando se está en presencia de una presión arterial elevada, muchos sistemas corporales
pueden estar en serio riesgo, ya que el daño puede aparecer en múltiples órganos del
cuerpo, entre ellos, el cerebro, los ojos, los vasos sanguíneos, el corazón y los riñones.
Consiguientemente, los vasos sanguíneos de los riñones son muy propensos al daño
causado por la presión. Se puede desarrollar insuficiencia renal que puede ser permanente y
requerir el uso de diálisis.
En general, el pronóstico depende del adecuado control de la tensión arterial y del grado de
insuficiencia renal. En general, la insuficiencia progresa lentamente; después de 5 a 10 años, sólo
un 1 a 2% de los pacientes desarrolla una disfunción renal clínicamente significativa