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Facultad: Ciencias Jurídicas y Relaciones Internacionales.

Carrera: Diplomacia y Relaciones Internacionales.


Asignatura: Historia del Estado y el Derecho.
Título: Derecho Canónico.
Integrantes: Ashley Itzayana Pilarte Zeledón.
María Vicenta Roa Aguilar.
Eli Joaquín Aznar Soza.
Carlos Fernando Pérez Romero.
Fecha:7/04/2021.
Docente: Ramiro Fernando Pozo Urbina.
Concepto de Derecho Canónico

Es el conjunto de relaciones de justicia que manifiestan la dimensión jurídica intrínseca a la


naturaleza de la Iglesia, con los factores –normas, actos, sujetos, situaciones, etc.– que las
constituyen, modifican o extinguen, en el que unos miembros de la comunidad eclesial tienen
derechos y deberes respecto a otros.

El derecho de la Iglesia está constituido por elementos divinos, que son consecuencias jurídicas
de la voluntad fundacional de Cristo y constituyen el llamado derecho divino, y elementos
humanos que se denominan de derecho eclesiástico.

El derecho de la Iglesia tiene en su propio ámbito plenitud de competencia, pues no hay


materia relacionada con el fin de la Iglesia a la que no pueda dar una solución jurídica, y de
soberanía, porque no depende de un ordenamiento superior.

Es un derecho con un esencial carácter pastoral, pues todas las instituciones se dirigen al fin de
la salvación de las almas.

Fuente: https://www.lexicon-canonicum.org/materias/introduccion-y-parte-general/dere
cho-canonico/

Segunda persona.

El derecho Canónico debe entenderse "el conjunto de leyes dadas por Dios, o por la potestad
eclesiástica, por las cuales se ordena la constitución, régimen y disciplina de la Iglesia Católica".

Por su parte, Sehling entiende por derecho Canónico "el conjunto de normas jurídicas dictadas
para el buen régimen de la Iglesia ". Para este mismo autor, el derecho Canónico debe
considerarse como una disciplina jurídica que excluye toda discusión religiosa o teológica, en
tanto que esa discusión no es inexcusable para entender sus preceptos jurídicos.

Fuente: http://www.enciclopedia-juridica.com/d/derecho-canónico/derecho-canónico.ht m

El Código de Derecho Canónico se ordena en cánones que cumplen funciones similares a los
artículos en los textos legislativos civiles y se divide en siete libros:

1. Libro Primero: De las normas generales

2. Libro Segundo: Del Pueblo de Dios

3. Libro tercero: De la función de enseñar de la Iglesia 4.

4. Libro Cuarto: De la función de santificar la Iglesia

5. Libro Quinto: De los bienes temporales de la Iglesia

6. Libro Sexto: De las sanciones en la Iglesia

7. Libro Séptimo: De los procesos

Fuente: http://www.vatican.va/archive/ESL0020/_INDEX.HTM
La iglesia en la sociedad medieval

La Iglesia en la Edad Media fue una institución muy poderosa ya que fue una época
profundamente religiosa. Por eso, la Iglesia católica tuvo mucha influencia sobre la sociedad y,
aunque existían otros credos, en el siglo XI Europa era en gran parte cristiana. Más allá de las
fronteras que separaban los reinos europeos nació un nuevo concepto de unión: la cristiandad.
A pesar de estos logros, la cristiandad se vio profundamente afectada cuando el año 1054, los
obispos bizantinos negaron la autoridad del Papa provocando el llamado cisma de Oriente.
Desde entonces, el mundo cristiano europeo se dividió en dos: Oriente optó por la Iglesia
griega ortodoxa, mientras que Occidente se mantuvo fiel a la Iglesia católica romana.

En Occidente, la Iglesia se vinculó estrechamente a la sociedad feudal; la misma Iglesia era un


gran poder feudal, pues poseía la tercera parte de la propiedad territorial del mundo católico y
entre otras cosas, tenía derecho al diezmo, que era le décima parte de las cosechas de toda la
gente. Además, muchos miembros de la nobleza llegaron a ser obispos. Ellos recibían su
diócesis como concesiones de los reyes o de otros nobles y al igual que cualquier otro señor
feudal, disponían de feudos y de numerosos vasallos. Como consecuencia de esto, la Iglesia se
secularizó y sus costumbres se relajaron.

La organización de la Iglesia en la Edad Media

La Iglesia en la Edad Media tenía mucho poder. Esto se debía a su enorme riqueza, a su clara
organización y a su importancia cultural, que se contraponía al desorden, la ignorancia y la
violencia de la sociedad feudal. Todos los miembros de la Iglesia conformaban el clero, que se
dividía en dos: el clero secular y el clero regular. El jefe espiritual de todos era el Papa.

El clero secular

Con el nombre de clero secular se designaban a aquellos miembros de la Iglesia que vivían en
el mundo, mezclados con los laicos: el Papa, los arzobispos, los obispos y los párrocos. Los
párrocos se hallaban al mando de pequeños distritos llamados parroquias. Varias parroquias
formaban una diócesis, cuyo jefe era un obispo, y varias diócesis formaban una arquidiócesis,
dirigida por un arzobispo.

El clero regular

A partir del siglo VI se organizó en Occidente el clero regular. A diferencia del clero secular, sus
miembros optaron por aislarse del mundo y vivir en monasterios regidos por un abad. Seguían,
además unas reglas específicas.

En Occidente, el monacato lo inició San Benito de Nursia, quien fundó la orden benedictina. Su
regla se basaba en el lema ora et labora, es decir, reza y trabaja. Al mismo tiempo, la orden
benedictina obligó a sus miembros a cumplir votos de obediencia, castidad y pobreza. La regla
de San Benito fue respaldada por el Papado.

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