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LA LUZ Y EL COLOR

 LA LUZ
La luz es biodinámica  por lo que afecta profundamente al sistema endocrino y
a través de él a todos los sistemas biológicos. La luz hace mucho más que
simplemente permitirnos ver el mundo, nos ayuda a regular los niveles
hormonales y los ritmos circadianos
El ciclo circadiano de la luz, noche-día, produce una estimulación cíclica de los
neurotransmisores. Nuestro reloj biológico responde a la luz.

Para diferenciar la noche del día, los receptores sensibles a la luz en nuestros
ojos, la melanopsina, sintonizan nuestro ciclo de sueño-vigilia  para que
coincida con el día de 24 horas. Estos receptores responden a toda la luz
visible, pero son más sensibles al azul,  picos de luz natural del sol al mediodía.
Cuando se detecta esta luz azulada, el cuerpo responde suprimiendo la
producción de la hormona melatonina que induce el sueño, y nos hace sentir
alerta.  Desde el mediodía hasta el anochecer, el azul se va desvaneciendo
entre la luz natural, y es reemplazado por un tono rojizo que frena la supresión
de la melatonina, esto reduce nuestro estado de alerta y nos permite estar
preparados para el descanso.
EL COLOR
La luz es la parte del espectro de radiaciones electromagnéticas que percibe el
ser humano; comprende la luz infrarroja, que reconocemos como calor, todo el
espectro visible, con los siete colores del arco iris y los rayos ultravioletas, La
luz es la que nos permite ver el color.

Poseemos fotorreceptores en toda la extensión de nuestra piel que perciben las


ondas electromagnéticas de la luz asociada a los colores, y se ha demostrado
que son capaces incluso de variar nuestra temperatura corporal: un ambiente
decorado con colores fríos como azul, índigo, violeta y verde puede bajar
nuestra temperatura y uno con colores cálidos como rojo, naranja o amarillo,
subirla.
De esto, deducimos que no puede ser aleatorio el color con el que iluminamos
nuestras casas, decoramos las paredes, el de telas y alfombras o incluso el
color de nuestros vestidos.

La percepción de los colores varía de una persona a otra. Depende totalmente


de la sensibilidad del ojo, la cual es función de la longitud de onda de la
radiación visible percibida.
Sobre ésta percepción influye directamente el color de la luz que actúa de
manera importante sobre la sensación de confort visual asociada.
Por otro lado el color posee una temperatura o apariencia que permite 
clasificarla en fría, intermedia o cálida. Para que se produzca un confort visual
ha de existir una proporción adecuada  entre la temperatura del color y la
iluminación.
Por último, señalar el concepto de contraste  derivado de la relatividad del
color. Cuando miramos un objeto de un color determinado fijamente unos
segundos  y después miramos una zona en blanco, aparece un cierto colorido
con la forma del objeto y con el complementario del color anteriormente visto
sobre esta zona

blanca, que desaparece a los pocos instantes. Este fenómeno visual se


llama persistencia de la imagen o contraste simultáneo, y es por  el que los
seres humanos al mover la vista unimos e influenciamos los colores de un
conjunto
LUZ ES COLOR: LA ILUMINACIÓN
 En arquitectura bioclimática, para diseñar un ambiente debemos estudiar
previamente la cantidad de luz biodinámica (la que produce el mismo estímulo
neurofisiológico que la luz del sol), la calidad de esa luz, y especialmente su
color, contraste  y distribución espacial, de acuerdo a las actividades que se
vayan a realizar en cada  espacio.

COMBINACION Y ELECCION DE COLORES EN UN ESPACIO :


La elección de la tonalidad no es una cuestión tan importante como la elección
de las cualidades reflectantes apropiadas de una superficie. Según el
Enciclopedia de la Salud y Seguridad en el trabajo existen varias
recomendaciones que pueden aplicarse a las superficies de trabajo:
Techos: la superficie de un techo debe ser lo más blanca posible (con un factor
de reflexión del 75%), porque entonces reflejará la luz de manera difusa,
disipando la oscuridad y reduciendo los brillos de otras superficies.
Paredes y suelos: las superficies de las paredes situadas a nivel de los ojos
pueden provocar deslumbramiento. Los colores pálidos con factores de
reflexión del 50 al 75 % suelen ser adecuados para las paredes. Aunque las
pinturas brillantes tienden a durar más tiempo que los colores mate, son más
reflectantes. Por consiguiente, las paredes deberán tener un acabado mate o
semibrillante. Los acabados de los suelos deben ser de colores ligeramente
más oscuros que las paredes y los techos para evitar brillos. El factor de
reflexión de los suelos debe oscilar entre el 20 y 25 %.
Los colores también afectan al nivel de estímulo de una persona: los colores
cálidos tienden a activar y relajar, mientras los colores fríos se utilizan para
inducir al individuo a liberar su energía. El color de la luz, su distribución y los
colores utilizados en un espacio determinado son, entre otros, los principales
factores que influyen en las sensaciones que tienen las personas. Dados los
muchos colores y factores de confort existentes, es imposible establecer
directrices precisas, especialmente teniendo en cuenta que todos estos
factores deben combinarse de acuerdo con las características y necesidades
de un determinado puesto de trabajo. Por lo demás, es posible citar varias
normas prácticas básicas y generales que pueden contribuir a crear un
ambiente habitable.
 Los colores brillantes provocan sentimientos de confort, estímulo y
serenidad, mientras los colores oscuros tienden a tener un efecto
deprimente.
 Las fuentes de luz de colores cálidos ayudan a reproducir bien los
colores cálidos. Los objetos de colores cálidos son más agradables a la
vista con luz cálida que con luz fría.
 Los colores claros y apagados (como los pasteles) son muy apropiados
como colores de fondo, mientras que los objetos deben tener colores
ricos y saturados.
 Los colores cálidos excitan el sistema nervioso y transmiten la sensación
de que aumenta la temperatura.
 Los colores fríos son preferibles para objetos. Tienen un efecto calmante
y pueden utilizarse para producir el efecto de curvatura.
 Los colores fríos contribuyen a crear una sensación de descenso de la
temperatura.
 La sensación de color de un objeto depende del color de fondo y del
efecto de la fuente de luz sobre su superficie.
 Los ambientes físicamente fríos o calientes pueden atemperarse
utilizando iluminación cálida o fría, respectivamente.

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