Buenas noches tengan todos ustedes señores majeños.

En esta oportunidad tomo la palabra

en representación de las esposas de la familia majeña. Hoy nos encontramos reunidos para
celebrar juntos el día del padre, y damos gracias a dios por ello.

Quiero empezar con la célebre frase de Michel Levine “Tener hijos no lo convierte a uno en
padre, del mismo modo que tener un piano no te vuelve pianista”

Además que “el artesano más exquisito aprendió desechando docenas de obras estropeadas;
en cambio los padres no pueden descartar ni una sola.

Y el pintor más sublime puede corregir a último momento sus obras en cambio los padres, aun
que lo deseen de todo corazón, no pueden retroceder el tiempo para hacerlo mejor.

Hoy festejamos a los padres,

 A esos hombres que son nuestra compañía indispensable en el arduo labor de la

crianza de nuestros hijos, inculcando valores y virtudes en ellos.
 Aquellos hombres que con su esfuerzo del día a día, luchan por cubrir las necesidades
de sus hijos. Celebramos al hombre que da fortaleza y respeto a nuestros hogares. Al
hombre que se desvive y da amor a su familia.

Porque simplemente nadie nos enseña a ser padres, y ese es un aprendizaje arduo y delicado,
pero a la vez es la experiencia más hermosa y difícil de la vida.

 A esos padres, que celebran con los logros de sus hijos, y que buscan que sus retoños
se superen y logren más de lo que ellos pudieron.
 Aquellos padres que soltaron la correa demasiado rápido por el bien de ellos, y
sobreviven ante el dolor de la distancia sin mostrar debilidad.

Porque simplemente padre no es el que engendra más bien padre es el que deja huella en sus
hijos y estamos seguros que cada uno de ustedes, sabrá formar hombres y mujeres de bien.

Por todo ello, hoy quiero brindar por los padres excelentes, por los que son ejemplos de vida y
de trabajo. Por lo que siempre tienen para sus hijos palabras de aliento y por los que siempre
serán para ellos insuperables amigos y consejeros.

Es hora de agradecerles por ser amigo, compañero y esposo con nosotras y padre para sus
hijos. A todos ustedes y aquellos que por diversos motivos no se encuentran en compañía
nuestra. Nosotras vuestras esposas elevamos las copas para ser un brindis por ustedes.

Salud.