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SESIÓN 11: PORTAL EN TÚNELES

GENERALIDADES

El portal es el área de entrada y salida de acceso al túnel, la cual pude ser natural o
artificial; por seguridad se recomienda que los portales sean artificiales, cuya longitud
fluctuara entre 15 a 30 m para suelos y 5 a 15 m en rocas, considerando el diseño
geométrico de la vía.

El hecho que los taludes queden debilitados por la excavación del túnel en su base y que
la excavación del túnel pierda su efecto frente (talud frontal), por la proximidad del talud,
hace que sea la zona más débil de todo el túnel.

A estas circunstancias debe añadirse que el portal está próximo a la superficie y el macizo
rocoso suele estar más alterado, cualquier inestabilidad en el frente, en el portal se
multiplica sus efectos, ya que puede transformarse en chimenea y salir a superficie,
provocando daños graves. En un portal típico podríamos definir las siguientes zonas:

Figura: Perspectiva de un emboquille en trinchera

Figura: Sección de un portal con la restitución de la ladera

SITUACIÓN DEL PORTAL

La elección de la posición del portal es importante, ya que una mala elección puede
comprometer la viabilidad de la obra. Para una buena elección de la ubicación del portal
deberá tenerse en cuenta los siguientes criterios:
Condicionantes geológico - geotécnicos

Para una correcta ubicación es importante conocer las características geomecánicas del
macizo rocoso donde se proyecta ubicar el portal, para identificar inestabilidades, zonas
de falla, materiales superficiales, zonas alteradas, y presencia del nivel freático. Para
llevar a cabo esta caracterización geológica y geotécnica se hace necesario un estudio
detallado de la zona del portal.

Condicionantes geométricos

El trazo debe proyectarse en la zona del portal, lo más perpendicular posible a las curvas
de nivel del macizo rocoso, en caso contrario, se crean asimetrías en el talud frontal que
se traducen en empujes y solicitaciones asimétricas en el sostenimiento de los primeros
metros del túnel, debiendo ser lo más simétricos posible para facilitar los trabajos de
restauración de la ladera preexistente de la zona del portal. En trazos sinuosos donde no
haya muchas alternativas de variabilidad, los condicionantes geométricos deben tenerse
muy presentes, para evitar grandes taludes y sobre todo asimetrías en el talud frontal.

Cobertura

Para iniciar la excavación de un túnel se precisa de una altura de terreno sobre la clave
que asegure la excavación, esta altura dependerá básicamente de la competencia del
terreno y la calidad geotécnica. Se recomienda establecer un adecuado proceso
constructivo a fin de garantizar el sostenimiento.

Condicionantes medioambientales

Se deberá minimizar el impacto visual de los portales integrándolos al entorno. Para


reducir el impacto medioambiental, se tiende a minimizar la altura de los taludes para
poder restituir la ladera que previamente existía. Para lograr restituir la altura deseada se
diseña un falso túnel, normalmente prefabricado. Se optimiza una longitud suficiente para
restituir un talud 3H/2V, capaz de mantener una capa vegetal donde realizar hidrosiembra
y plantaciones.

Figura: Restitución de la ladera preexistente

Condicionantes económicos

Atendiendo a los condicionantes anteriores se pueden diseñar varias alternativas


posibles, que deben valorarse económicamente para decidir la mejor ubicación. La
excavación en desmonte siempre es más económica que la ejecución de un falso túnel,
pero se recomienda que los taludes no excedan 30 m de altura de desmonte. Debe
tenerse en cuenta que, a mayor altura de desmonte, menor factor de seguridad y sobre
todo mayor problemática para solucionar cualquier incidente que ocurriera.

Teniendo en cuenta que debe realizarse la restitución de la ladera previa al desmonte,


debe contraponerse la valoración del conjunto: desmonte, protección del desmonte y falso
túnel con la ejecución del túnel, y así optimizar la relación túnel desmonte. (ver video)

Figura: Encaje de un portal

INESTABILIDAD EN LOS PORTALES

La interacción del talud frontal con la excavación del túnel hace que sea una zona de
especial atención, por lo que, en la ejecución de los trabajos, se requiere adoptar las
máximas medidas de seguridad a efectos de controlar la inestabilidad del terreno y
posibles accidentes.

La problemática de los taludes en los portales, dependerá del tipo de material que se
encuentre. Pero el hecho que sea una zona de paso (entrada y salida al túnel), lugar
donde se instalan casetas de obra o se acopian materiales, implica que debe minimizarse
posibles incidentes en los taludes, de cualquier movimiento de masa.

Al iniciar la excavación del túnel se debe tener especial atención en la estabilidad del
frente, sobre todo en portales asimétricos, llevando un control detallado de las
deformaciones del túnel, como parte del seguimiento de auscultación que debe realizarse
en el talud frontal.

Medidas de corrección y protección del talud

Para minimizar las inestabilidades en los taludes podríamos clasificar los siguientes
trabajos:

a) Modificación de la geometría del talud: Siempre que haya terreno suficiente y no


haya problemas de espacio, es una medida efectiva que no implica mayores costos. Las
acciones más frecuentes son:

• Disminuir la inclinación del talud


• Escalonamiento (ejecución de bermas intermedias)
• Desquinche (zonas superficiales)
• Relleno en el base del talud

b) Mejora del drenaje: En general, la disminución de la presencia de agua mejora la


estabilidad, con la disminución de la presión intersticial del terreno.

Los sistemas de drenaje se clasifican en superficiales y profundos; el drenaje superficial


evita las infiltraciones en discontinuidades y sobre todo la erosión superficial, para lo cual
se puede disponer de: cunetas perimetrales, zanjas de drenaje y otros. El drenaje
profundo rebaja el nivel freático y conduce el agua hacia el exterior, para lo cual se utilizan:
drenes sub horizontales, pozos verticales, pantallas drenantes, y otros.

Figura: Drenes sub horizontales

c) Elementos estructurales resistentes: Para estabilizar el terreno se puede incorporar


elementos estructurales resistentes, tales como:

• Anclajes pasivos, pernos de anclaje


• Anclajes activos
• Pantallas de micropilotes o pilotes
• Columnas de jet-grouting

Dentro de los anclajes pasivos, se consideran los pernos de anclaje cuando la longitud no
excede normalmente de los 6 m que se denominan anclajes pasivos de baja capacidad.

Los pernos de anclaje se utilizan principalmente en taludes rocosos, para evitar la caída
de rocas de manera puntual. También utilizados de manera sistemática por patrones (1x1,
2x2 u otros) en suelos o rocas de menos competencia y normalmente acompañados de
otras medidas complementarias. Las barras de acero (ø25-ø32) se introducen en la
perforación y se anclan normalmente con lechada de cemento, alcanzando hasta 15 t de
resistencia a tracción.

Los anclajes son elementos (barras de acero, cables, tendones y otros) que fijados a
zonas estables del terreno proporcionan tensiones mayores que los pernos de anclaje,
entre 60.00 y 120.00 tn, con longitudes comprendidas entre los 10 y 40 m. Se dividen en
activos, iniciando su resistencia desde su instalación, o pasivos que inician su resistencia
solo al producirse movimientos en el talud; estos anclajes son utilizados sistemáticamente
en taludes rocosos, de manera individual o arriostrados por una viga, también se utilizan
en combinación con otras medidas correctoras en suelos o rocas de baja competencia.

Figura: Portal mediante pantalla de pilotes anclada

Figura: Protección del talud con la combinación de pernos de anclaje, mallazo y


concreto proyectado

d) Muros y elementos de protección: Cuando se requiere reforzar la base del talud y


se dispone de espacio suficiente las medidas más utilizadas son: muros de escollera,
muros de gaviones, muros de concreto anclados y otros.

Teniendo en cuenta el criterio estético y medioambiental, los muros de escollera o de


gaviones facilitan su integración en el entorno haciendo que su impacto visual sea mínimo.

Figura: Protección del talud con muros de gaviones


e) Protección superficial: Las medidas de protección superficial tienen como objeto
evitar las caídas de rocas, evitar la meteorización, estabilizar roturas superficiales, evitar
erosión, etc. El concreto lanzado o shotcrete, la colocación de mallas de doble o triple
torsión, la hidrosiembra, etc. son técnicas utilizadas para estos fines.

Cuando los taludes son rocosos y altamente fracturados, la colocación de malla metálica
de doble o triple torsión evita la caída de rocas, conduciéndolas al pie del talud. El
shotcrete o colocación de concreto proyectado, es una técnica que se utiliza para evitar
la meteorización de la superficie del talud, y las erosiones en macizos de calidad baja a
media. También para prevenir el desprendimiento de rocas y fracturas en macizos de
calidad media a alta. No es conveniente su utilización, sin tener prevista la restauración
de la ladera en el portal, ya que su impacto visual es elevado.

Normalmente, suele ir combinado con otros elementos y en espesores a partir de 5.00 cm


se recomienda la colocación de una malla como armadura para evitar retracciones.

Figura: Protección del talud con la combinación de pernos de anclaje, mallazo y


concreto proyectado.

Una técnica que utiliza la combinación de varios elementos de sostenimiento es el soil -


nailing. Es un método de refuerzo, que utiliza pernos de anclaje que, sin tensionar,
aumenta la resistencia interna del macizo. Superficialmente se coloca una capa de
concreto proyectado para dar continuidad a los refuerzos.

Su modo de ejecución, que es de arriba hacia abajo, por banquetas, permite ir


auscultando el talud a medida que se ejecuta el soil - nailing, corrigiendo y adaptándose
a las características de la obra si fuera necesario.

Figura: Protección del talud con soil - nailing


Medidas de refuerzo en túneles

Estabilizados los taludes del portal y con el seguimiento debido de auscultación, al iniciar
la excavación del túnel se deben adoptar medidas que no pongan en riesgo la estabilidad
del portal en los primeros metros que son los más críticos (15 a 30 m), entre las que se
puede mencionar las siguientes:

a) Excavación y sostenimiento de la sección: Para afrontar estos primeros metros del


túnel se realizarán particiones de la sección de excavación, se consigue así minimizar
deformaciones y posibles incidentes al reducir la sección de ataque, que es práctica
habitual para minimizar riesgos, sobre todo si no se dispone de experiencia en terrenos
similares. El sistema de excavación también es más conservador que en un frente en el
interior del túnel, que dispone del efecto tridimensional del frente. Por ejemplo, aunque la
calidad de la roca permitiese la excavación mediante perforación y voladura, los primeros
pases se excavarían mecánicamente con retroexcavadora y martillo picador, lo que
permite ocasionar menos daños en el macizo.

Los pases de excavación se iniciarán con distancias cortas (0.5 a 1 m) aunque por calidad
geotécnica pudieran ser mayores, en tanto que los frentes se protegerán con tratamientos
de estabilización como: sellado con concreto proyectado en ejecución de machón central,
pernos de anclaje del frente y otros. Los sostenimientos aplicados en estos metros
iniciales suelen ser sostenimientos pesados para evitar deformaciones.

Figura: Excavación del frente en los primeros metros estabilizando el frente


mediante machón central

b) Paraguas en el portal: La ejecución de un paraguas es una práctica obligatoria,


excepto en casos de muy buena calidad geotécnica del macizo rocoso.

Un paraguas consiste en el pre sostenimiento del frente por delante de la excavación,


minimizando deformaciones a la hora de excavar, lo que se consigue mediante la
perforación e introducción de barras de acero o micropilotes en la zona perimetral superior
de la sección. En función de la calidad geotécnica del macizo rocoso, se definirá el tipo y
diámetro del elemento que se usará como paraguas. También en suelos se puede realizar
un paraguas mediante el jet-grouting.
Figura: Replanteo del paraguas

Figura: Ejecución del paraguas mediante micropilotes

c) Viseras: Se denomina visera a la inclinación del talud frontal que crea una zona de
transición, donde el terreno no envuelve al túnel en su totalidad; es la zona de paso del
falso túnel al túnel natural. Serán utilizadas durante la fase de construcción.

Figura: Visera, zona de transición

Su construcción se realiza con cerchas, separadas entre 0.50 – 1 m, en combinación, a


modo de encofrado con chapas tipo Bernold, a todo el conjunto se le aplica concreto
proyectada hasta el espesor deseado.
Figura: Ejecución de la visera mediante cerchas y chapas tipo Bernold

Al no realizar ningún tipo de cimentación en las cerchas, es importante que siempre la


base de la cercha esté incluida dentro del túnel natural. De acuerdo al diseño geométrico
se deberán tomar las consideraciones del caso para que estas viseras garanticen la
estabilidad del portal durante la ejecución de la excavación del túnel.

TIPOLOGÍA DEL PORTAL E INTEGRACIÓN EN EL ENTORNO

Siendo los portales la parte visible del túnel desde el exterior, se hace imprescindible
criterios estéticos y diseño como también de integración con el contorno, para que su
impacto visual sea agradable para el usuario. A continuación, exponemos los tipos de
portales más utilizados:

a) Portal natural: Es una solución utilizada normalmente en túneles sin revestir, en


macizos de buena calidad. Utilizada en la actualidad en vías con poco tráfico.

Figura: Portal natural

b) Portal de mampostería: Se encuentran casi en desuso por su elevado costo y la


dificultad de su ejecución. Constan de un muro de mampostería en el talud frontal que a
la vez refuerza el pie del talud; una solución similar es la utilización de bloques de
escollera, que a la vez que refuerza el talud se integra con el entorno.
Figura: Portal de mampostería

c) Portal en pico de flauta: Es una solución efectiva ya que como prolongación del túnel
permite la restauración de la ladera original, suelen ser de concreto que facilita su
ejecución; se dividen en pico de flauta normal (terminación descendente) y pico de flauta
invertido o pico de pato (terminación ascendente, contraria a la pendiente del talud).

Figura: Portal en pico de flauta

d) Portal con edifico de entrada: Normalmente utilizados en grandes túneles de


infraestructuras principales, aprovechando que se necesita un centro de control para el
mismo túnel.

Figura: Portal con edificio de entrada


e) Portal que protegen el talud: Este tipo de solución se utiliza cuando la caída de rocas
sobre la calzada es recurrente y se aplica colocando muros laterales en el talud, sobre
todo en túneles de montaña cuando el trazo es cuasi paralelo al macizo rocoso a
atravesar.

Figura: Portal con protección lateral del talud

f) Portal arquitectónico: Utilizados donde se requiere remarcar la singularidad del túnel,


y está integrado con elementos arquitectónicos (columnas, dinteles, etc.).

Figura: Portal arquitectónico

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