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Dietrich Bonhoeffer, un teólogo alemán que luchó por seguir a Cristo en medio del gobierno nazi, fue

el autor de uno de los grandes libros cristianos del siglo XX. Allí escribió que el primer llamado que
experimenta todo cristiano es «el llamado a abandonar lo que lo liga al mundo». El tema del libro se
resume en una potente oración: «Cuando Cristo llama a un hombre, le pide que venga y muera»11.
Bonhoeffer tituló de manera muy adecuada su RADICAL: VOLVAMOS A LAS RAICES DE LA FE 10
ejemplar de muestra - adquiere el original en tu libreria amigalibro El costo del discipulado.
Basándonos en lo que nos dicen los Evangelios respecto a Jesús, debemos estar de acuerdo en que
el costo del discipulado es grande. Entonces, me pregunto si el costo de la falta del discipulado no es
incluso mayor. Sin duda, el precio es alto para la gente que no conoce a Cristo y que vive en un
mundo donde los cristianos escapan de la fe que lleva a negarse a uno mismo y se acomodan en una
fe que les permite la complacencia propia. Mientras los cristianos deciden pasar la vida cumpliendo
el sueño americano en lugar de entregar sus vidas para proclamar el reino de Dios, literalmente
miles de millones de personas necesitadas del evangelio permanecen en la oscuridad. Pocos meses
antes de ser pastor, me paré en lo alto de una montaña en el corazón de Hyderabad, India. Este
punto alto de la ciudad albergaba un templo para los dioses hindúes. Olía las ofrendas que se les
habían ofrecido a los dioses de madera que tenía detrás de mí. Vi multitudes de personas delante de
mí. En cualquier dirección que girara, podía ver un centro urbano con millones y millones de
personas. Fue entonces cuando me di cuenta. La abrumadora mayoría de esta gente nunca había
escuchado siquiera el evangelio. Ofrecen sacrificios religiosos todos los días porque nadie les ha
dicho que, en Cristo, ya se ofreció el sacrificio definitivo en su favor. Como resultado, viven sin Cristo
y si nada cambia, también morirán sin Él. Mientras estaba parado allí en esa montaña, Dios dominó
mi corazón e inundó mi mente con una palabra resonante: «Despierta». Despierta y date cuenta de
que hay cosas infinitamente más importantes en tu vida que el fútbol y una cuenta de ahorros.
Despierta y comprende que hay batallas reales que pelear, diferentes por completo a las «batallas»
superficiales e insignificantes en las que te concentras. Despierta a las incontables multitudes que
hoy están destinadas a una eternidad sin Cristo. El precio de nuestra falta de discipulado es alto para
quienes están sin Cristo. También es alto para los pobres de este mundo. Considera el costo cuando
los cristianos pasan por alto que Jesús les manda a vender sus posesiones y darles a los pobres y, en
cambio, deciden RADICAL: VOLVAMOS A LAS RAICES DE LA FE 11 ejemplar de muestra - adquiere el
original en tu libreria amigagastar sus recursos en mejores comodidades, casas mayores, autos más
bonitos y más pertenencias. Considera el costo cuando estos cristianos se reúnen en los templos y
deciden gastar millones de dólares en bonitos edificios donde reunirse, en sillas mullidas donde
sentarse y en interminables programas para disfrutar. Considera el costo para las multitudes
muertas de hambre que quedan fuera de la puerta de la opulencia cristiana contemporánea.
Recuerdo cuando me preparaba para hacer el primer viaje a Sudán en 2001. El país todavía estaba
en guerra y la región de Darfur, al oeste de Sudán, había comenzado a salir en los titulares. Un par
de meses antes de partir, recibí una publicación cristiana de noticias en el correo electrónico. La
portada tenía dos titulares uno al lado del otro. No estoy seguro de si el editor planeó poner estos
titulares en particular uno junto al otro o si, en realidad, se le pasó por alto y cometió un grave error.
El título de la izquierda decía: «Primera Iglesia Bautista celebra la inauguración de su nuevo edificio
de veintitrés millones de dólares». A continuación, un largo artículo elogiaba el nuevo y costoso
santuario. Describía en detalle el mármol exquisito, el intrincado diseño y los hermosos vidrios de
colores. A la derecha, había un artículo mucho más pequeño. El título decía: «Ayuda humanitaria de
los bautistas a los refugiados sudaneses». Como estaba a punto de ir a Sudán, este título atrajo mi
atención. El artículo describía a trescientos cincuenta mil refugiados al oeste de Sudán que morían
de desnutrición y que no podían llegar al final del año. Brevemente, explicaba sus sufrimientos y
contingencias. La última oración decía que los bautistas enviaron dinero para ayudar a aliviar el
sufrimiento de los sudaneses. Me entusiasmé hasta que llegué a la cifra. Ahora, recuerda lo que
decía a la izquierda: «Primera Iglesia Bautista celebra la inauguración de su nuevo edificio de
veintitrés millones de dólares». A la derecha, el artículo decía: «Los bautistas recaudaron cinco mil
dólares para enviarles a los refugiados al oeste de Sudán». Cinco mil dólares. Esto no alcanza para
movilizar un avión hasta Sudán y mucho menos una gota de agua para la gente que la necesitaba.
RADICAL: VOLVAMOS A LAS RAICES DE LA FE 12 ejemplar de muestra - adquiere el original en tu
libreria amigaVeintitrés millones de dólares para un adornado santuario y cinco mil dólares para
cientos de miles de hombres, mujeres y niños que morían de hambre, sin tener fe en Cristo en su
mayoría. ¿Adónde nos equivocamos? ¿Cómo llegamos al punto en que esto resulta tolerable? Por
cierto, el costo de la falta del discipulado es grande. El costo de los creyentes que no se toman en
serio a Jesús es vasto para quienes no conocen a Cristo y devastador para quienes mueren de
hambre y sufren en el mundo. Sin embargo, no son solo ellos los que pagan el costo de la falta de
discipulado. Nosotros también lo pagamos. EL LLAMADO A ATESORAR ¿Captaste lo que dijo Jesús
cuando le respondió al joven rico que abandonara sus posesiones y se las diera a los pobres?
Escúchalo otra vez, en particular la segunda mitad de la invitación de Jesús: «Anda, vende todo lo
que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo» 12. Si nos descuidamos, podemos
torcer el concepto de estas declaraciones radicales de Jesús en los Evangelios y comenzar a pensar
que no quiere lo mejor para nosotros; pero sí lo quiere. Jesús no trataba de privar a este hombre de
todo placer. En su lugar, le estaba ofreciendo la satisfacción del tesoro eterno. Jesús le quiso decir:
«Será mejor, no solo para los pobres, sino para ti también, que rindas las posesiones que te
mantienen cautivo». Vemos que lo mismo se repite en Mateo 13. Allí, Jesús les dice a sus discípulos:
«El reino de los cielos es como un tesoro escondido en un campo. Cuando un hombre lo descubrió,
lo volvió a esconder, y lleno de alegría fue y vendió todo lo que tenía y compró ese campo»13 . Me
encanta esta figura. Imagínate ir caminando por un campo y tropezarte con un tesoro que es más
valioso que cualquier otra cosa por la cual pudieras trabajar o que pudieras encontrar en esta vida.
Es más valioso que todo lo que tienes y todo lo que tendrás en el futuro. Miras a tu alrededor y te
das cuenta de que nadie más se ha dado cuenta de que el tesoro está aquí; entonces, lo cubres
enseguida y te alejas como si no hubieras visto nada. Vas a la ciudad y comienzas a vender todas tus
posesiones a fin de tener el dinero suficiente para comprar ese campo. El mundo piensa que estás
loco. RADICAL: VOLVAMOS A LAS RAI

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