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INCREÍBLE: ¡CATÓLICOS Y PROTESTANTES ENSEÑAN

QUE LOS IMPÍOS TAMBIÉN TENDRÁN VIDA ETERNA!


Por Mario A Olcese

La Doctrina popular de la Cristiandad sobre el Destino


final de los Impíos

El finado ministro Metodista Leslie Weatherhead (1893-1976)


escribió lo siguiente:

"Grandes padres de la iglesia, los reformadores, y las iglesias


históricas, con sus sucesivas translaciones de las Cartas enviadas a
ellas por los Apóstoles, además de en sus liturgias e himnos de
alabanza; junto a los grandes teólogos evangélicos contemporáneos,
eruditos bíblicos, con sus gramáticas, diccionarios, comentarios y
sistemas clásicos, TODOS están de acuerdo en que las Sagradas
Escrituras enseñan que los malvados que mueran en tal condición
sufrirán por una eternidad. " Tomado de Leslie D. Weatherhead,
After Death (Después de la Muerte), New York, Abingdon Press, 1936.
Página 19.

El Concilio IV de Letrán (1215) declaró: «Aquellos [los réprobos]


recibirán con el diablo suplicio eterno» Dz 429; cf. Dz 40, 835,
840.

Gregorio el Grande creía que en el infierno "existe un fuego que no


puede ser extinguido, un gusano que no muere, un olor que
insoportable, una oscuridad que se puede sentir, un tormento por
manos salvajes, y la absoluta desesperanza de que surja algo bueno”.

Estos testimonios nos dicen que los impíos sufrirán un tormento


eterno, sin fin, para siempre, en un lugar de fuego, oscuridad,
lamento, suplicio, y de absoluta desesperanza.

¿Inmortalidad para los Impíos Impenitentes?

La idea del infierno tal como es concebida tradicionalmente y que


está reflejada en La Divina Comedia de Dante presupone que el reo
impenitente tendrá una vida inmortal para que pueda ser castigado
o atormentado por los siglos de los siglos en un lugar tétrico y
pavoroso llamado “infierno”. Y es que nadie puede ser castigado por

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la eternidad si antes no se le concede tener la vida eterna como
atributo de su ser. ¿Pero es posible para un impío recibir la
inmortalidad o la vida eterna en el infierno por parte del Creador?
¿Es la inmortalidad también un regalo o un don para los que
hicieron el mal? ¡La Biblia nos cuenta otra cosa muy distinta de lo
que muchos suponen.

El Testimonio de Jesucristo sobre la vida eterna

En Juan 5:28,29 Jesús dice lo siguiente: “No os maravilléis de esto;


porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros
oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a
resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a
resurrección de condenación”. Acá nuestro Señor enseña que los
que hicieron lo bueno—y sólo lo bueno—saldrán a resurrección de
vida eterna, en tanto que los que hicieron lo malo, a una
resurrección de condenación. Esta condenación no puede significar
una resurrección de vida eterna en el infierno, pues Jesús está
diciendo que sólo los que hicieron lo bueno saldrán a una
resurrección de vida (eterna). Debemos entender que la vida eterna
es un regalo del Señor para los buenos— ¡no para los malos
impenitentes! Si esto no queda bien claro y establecido en nuestras
mentes, entonces caeremos en el error de las falsas doctrinas que
aseguran y pregonan la supervivencia eterna de los inicuos.

El Testimonio de San Pablo

El apóstol Pablo es claro al afirmar que Dios pagará a cada hombre y


mujer conforme a las obras efectuadas. Estas son sus palabras:
“El cual pagará a cada uno conforme a sus obras: 7 vida eterna a
los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e
inmortalidad” (Romanos 2:6,7).

Está claro que Pablo creía en la importancia de efectuar buenas


obras, y para aquellos que perseveran en hacer el bien recibirán la
vida eterna (o ‘vida de la era o siglo [aión] venidero’—Lucas 18:30)
así como la inmortalidad, es decir, la vida inmortal del siglo
venidero, ¡la edad del Reino de Dios! De modo que sólo los que
obran el bien podrán disfrutar de la vida inmortal en la edad del
Reino. Aquellos que no obren el bien y persistan en su mal hacer,
definitivamente no podrán recibir la vida inmortal de la era
venidera. Simplemente no vivirán para siempre— ¡y morirán
eternamente!

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Sin embargo, la mayoría de los predicadores del catolicismo y del
protestantismo nos vienen con la enseñanza de que los impíos
también recibirán la vida inmortal en el infierno para ser torturados
por los siglos de los siglos. ¿Pero tiene sentido esto? ¿Se puede
sostener esto con las Escrituras realmente? No lo creemos.

El Evangelio y la Inmortalidad

Es a través del Evangelio que Dios sacó a la luz la vida y la


inmortalidad, pues Pablo dijo: “…nuestro Salvador Jesucristo, el
cual quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el
evangelio” (2 Timoteo 1:10). Es decir, nadie tiene la vida inmortal de
manera inherente desde que nace, sino sólo aquellos que creen en el
mensaje del evangelio de Cristo, “el cual es poder de Dios para
salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también
al griego” (Romanos 1:16). Así que sólo aquellos que creen en el
evangelio y perseveran en el bien hacer, serán recompensados con la
vida inmortal. Aquellos que rechazan el evangelio, y continúan en el
pecado, serán privados de ese regalo tan preciado que es la
inmortalidad.

Los Impíos impenitentes no vivirán para siempre porque


serán Destruidos

El Salmista en el Salmo 37:2-36 nos dice cuál es el destino de los


justos e injustos con estas palabras:

“No te impacientes a causa de los malignos, Ni tengas envidia de


los que hacen iniquidad. 2 Porque como hierba serán pronto
cortados, Y como la hierba verde se secarán… Porque los malignos
serán destruidos, Pero los que esperan en Jehová, ellos heredarán
la tierra. 10 Pues de aquí a poco no existirá el malo; Observarás su
lugar, y no estará allí. 11 Pero los mansos heredarán la tierra, Y se
recrearán con abundancia de paz. Mas los impíos perecerán, Y los
enemigos de Jehová como la grasa de los carneros Serán
consumidos; se disiparán como el humo. 21 El impío toma
prestado, y no paga; Mas el justo tiene misericordia, y da. 22
Porque los benditos de él heredarán la tierra; Y los malditos de él
serán destruidos… Porque Jehová ama la rectitud, Y no desampara
a sus santos. Para siempre serán guardados; Mas la descendencia
de los impíos será destruida…34 Espera en Jehová, y guarda su
camino, Y él te exaltará para heredar la tierra; Cuando sean
destruidos los pecadores, lo verás. Vi yo al impío sumamente

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enaltecido, Y que se extendía como laurel verde. 36 Pero él pasó, y
he aquí ya no estaba; Lo busqué, y no fue hallado. Mas los
transgresores serán todos a una destruidos; La posteridad de los
impíos será extinguida”.

Es muy fácil darse cuenta que el salmista no creyó que los impíos
sobrevivirán en un infierno por toda una eternidad a través de sus
“almas inmortales”. Las expresiones “serán cortados”, “se secarán”,
“serán destruidos”, “no existirán”, “perecerán”, “serán consumidos”,
“se disiparán como el humo”, “pasarán”, “ya no estarán”, “no fueron
hallados”, y “serán extinguidos”, pueden significar únicamente la
aniquilación o destrucción total de todo el ser (cuerpo, alma y
espíritu).

El Mundo Venidero y los Impíos

En Apocalipsis 21:8 dice: “Pero los cobardes e incrédulos, los


abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras
y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con
fuego y azufre, que es la muerte segunda”. Aquí, contrario de lo que
muchos creen, los pecadores incorregibles tendrán su parte en el
fuego consumidor de Dios que devorará a los adversarios, y que es
el fuego del Gehenna, y que simboliza la muerte segunda, la muerte
definitiva de los pecadores impenitentes. Hebreos 10:27,29 dice: “…
una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de
devorar a los adversarios… porque nuestro Dios es fuego
consumidor”. ‘Devorar’ y ‘consumir’ es todo lo contrario a un
castigo sin fin por los siglos de los siglos de los adversarios
impenitentes. Definitivamente se cumplirá el castigo prístino de
Dios que dice: “Polvo eres y al polvo tornarás” (Gén. 3:19).
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