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Vámonos mi negro, que hay que cosechá

Vámonos mi negro, que hay que trabajá

//Que si no trabaja te castigarán//

//A ritmo de tambó se va//

Ese es mi tambó se va

//Te castigará se va//

Hay que cosechá se va

Hay que laborar se va

Te castigará

//Vámonos mi negro, que hay que cosechá//

Y al que no recoja lo castigarán

Ritmo dramático

Pasos, aves, caballos, llaves, pasos

Respiración

Marcela: Buenos días Tomasa. Sigue (Acento español)

Tomasa: Ehhh… Acá le traigo señora Marcela

Marcela: No me digas que es

Tomasa: Sí, es la última cuota para nuestra libertad, ya Jacobo con esto termina de
pagarle

Marcela: Siéntate

Tomasa: No señora, así estoy bien

Marcela: Que te sientes, te he dicho, además, debes irte acostumbrando porque a partir
de mañana serás una ciudadana más, sólo falta la firma de un notario, para que seas
dueña de ti misma (Tomasa sonríe) y mañana mismo voy a la ciudad a hacer esa
diligencia

(Sonido de alguien escribiendo)

Tomasa: Ehhh, hay algo más de lo que quiero hablarle, quiero comprar la manumisión de
mi hija, yo sé que con mi trabajo y el de Jacobo, podemos pagarle, y solo tendríamos que
negociar el precio, es que quiero llevarla conmigo.
Marcela: Me la pones difícil Tomasa, la verdad es que tu hija Lorenza nos ha ayudado
muchísimo con la crianza de nuestra hija Ana Victoria. Yo no sé si esté dispuesta a dejarla
ir por ahora.

Tomasa: Yo sé señora Marcela, pero, yo no podría vivir sin ella, es mi familia. Piense,
como se sentiría si la separaran de la suya.

Marcela: Bueno, te prometo que lo pensaré… Va a ser muy difícil para mí, vivir sin
Lorenza, pero voy a pensarlo y en estos días te doy respuesta, ¿Te parece?

Tomasa: Si señora

(En todo ese tiempo suena música densa y ambiente de tierra caliente, pájaros y bichitos)

(Sonido de levantarse y salir de casa)

Tomasa: Muchas gracias señora Marcela.

(Pasos y otro ambiente)

Arrurrú mi niña, arrurú mi amor

Duermase la prenda de mi corazón

Si su madre quiere yo la sostendré

Mi niña preciosa, yo la arrullare

Arrurú mi niña, arrurú mi amor

Helena: ¿Por qué tanta demora hoy Lorenza?

Lorenza: Doña Helena, es que la niña amaneció con mucha hambre y eso es bueno,
quiere decir que está creciendo bien, pero ya terminamos. ¿cierto mi niña?

Helena: (Toma a la bebé debe haber el sonido, y comienza a llorar) ¿qué le pasa?

Lorenza: Es que a la niña le gusta que la coja así, doña Helena.

Helena: Lorenza, por favor, enséñame todo sobre la niña, tu la conoces mejor que yo.
Cuéntame lo que le gusta, quiero aprender todo lo que tú le haces.

(SUENA UNA CARROZA Y GENTE CAMINANDO)

Ana Milé: Marcela, ¿es cierto lo que están diciendo?

(Baja rápido Marcela)

Marcela: ¿Qué son esos gritos? ¿acaso no puedo estar un segundo con mi hija en paz?
Ana, buenas tardes, ¿se te han olvidado los modales? No sé de qué me hablas
Ana: No te hagas la loca Marcela, ya me enteré que estás dejando libres a los esclavos,
por Dios mujer, reacciona.

Marcela: Ellos han trabajado mucho y han pagado por su libertad. No estoy haciendo
nada indebido, la ley así lo dice, no los puedo tener toda una eternidad a mi lado.

Ana: ¿de qué libertad hablas? Esas bestias no tienen ningún derecho, fueron creadas
para trabajar

Marcela: Por Dios Ana, hablas de ellos como si fueran animales y no lo son… Son
PERSONAS, y merecen ser libres.

Ana: No voy a dejar que sigas cometiendo esta locura

Marcela: te pido que te vayas de mi casa Ana, no eres quién para cuestionar mis
decisiones.

Ana: Vas a pagar por esta deshonra Marcela, te lo aseguro. Fuera de esta casa hay más
gente y han escuchado todo lo que has dicho…

(Suenan muchos caballos y gritos de gente) (Los negros no tienen ningún derecho, los
negros nacieron para trabajar, no les podemos dar libertad, después quién hará todos sus
quehaceres)

Marcela: ¿Bueno, pero que está pasando aquí? Realmente, me parece increíble que
vosotros os reunáis en frente de mi casa, para este alboroto solo porque quiero darle
libertad a mis negros.

¿Hasta cuándo va a durar esto? ¿Hasta cuándo tanta indiferencia? ¿Se imaginan que
nosotros estuviésemos en su posición?

Sueño, con ver el día en que negros y blancos, podamos vivir en paz, sin ninguna
restricción, sin racismo, sin injusticias, vivir libremente, pagar salarios dignos, en este
momento me sujeto a la ley y hago lo que está estipulado, que cada negro pague por su
libertad, pero siendo honesta con ustedes, estoy harta de tanta desigualdad y
discriminación hacia una raza que nos ha servido por años, viviendo peor que los
animales… Basta ya.

Vuelve a sonar la canción del inicio, y sale la voz del narrador… NO VEMOS EN UN
PRÓXIMO CAPÍTULO DE LA RADIONOVELA MÁS ESCUCHADA POR LA
AUDIENCIA…. “ESCLAVOS, EL FIN DE UNA ERA”

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