de un puñado de hombres que por amor a la tierra, que es la nuestra, decidieron buscar la "libertad"... Muchos de ellos pudieron pensar que sería imposible, que nunca lo conseguirían y sólo hubiera sido un gran proyecto... Otros pudieron bajar los brazos a mitad de camino por tantas dificultades que se presentaron, pero esto no ocurrió, porque con todas sus fuerzas estos hombres decidieron luchar por la libertad. Hoy conmemoramos la presencia del pueblo en la plaza mayor, recordando cada paso dado para ser partícipes del Estado de derecho: a la información, ser escuchados, a la participación en la construcción de su propio destino, en suma, a la libertad. Libertad es capacidad y aptitud para elegir lo bueno y lo malo que se pone delante nuestro, la libertad es, en tus manos y en las mías, un arma que puede cambiar la historia día a día. La libertad es lo que permite que nuestra vida tenga el sentido que queramos darle. El único límite moral que puede tener nuestra libertad es el respeto por la de los demás. ¿Qué nos queda de aquel tiempo?... Un legado, una enseñanza: vale la pena luchar por los ideales que se construyen, aún ante las adversidades... Ser argentinos es reconocernos herederos de aquellos hombres que lucharon por sus ideales, que sortearon las dificultades y se congregaron, el 25 de mayo de 1810 para tomar el futuro en sus manos. Recordemos, es decir, volvamos a sentir en el corazón a aquellos hombres de claras ideas y férrero tesón patrio. Nosotros somos su legado. Seamos constructores de la Patria Grande, que soñaron aquellos que sentaron las bases para hacer de este suelo un territorio libre y soberano. Seamos dignos de su ejemplo. Para engrandecer a la Patria hace falta hacer con responsabilidad las pequeñas cosas de todos los días. Seamos personas de bien que velen por un país para todos, sólo así podremos vivir en paz y disfrutar de nuestra libertad.