LA METAMORFOSIS DE OSPINA

Por Edwar Ferney Roldán Morales

Una mañana, tras un sueño intranquilo, Gregorio Samsa se despertó convertido en

un monstruoso insecto. Estaba echado de espaldas sobre un duro caparazón y, al
alzar la cabeza, vio su vientre convexo y oscuro, surcado por curvadas callosidades,
sobre el que casi no se aguantaba la colcha, que estaba a punto de escurrirse hasta
el suelo. Numerosas patas, penosamente delgadas en comparación con el grosor
normal de sus piernas, se agitaban sin concierto.

“Voy a cambiar y voy a cambiar con ustedes, voy a cambiar para que nuestra ciudad recupere las
sendas del bienestar y el progreso (…) El ospina quedó atrás, el ospina de la camisa azul quedó
atrás, para tener a un Jorge Iván luchando por la vida, luchando por las tareas de nuestra gente (...)”

Al escuchar estas palabras del alcalde de Cali, recuerdo uno de los cursos de argumentación
cursados en la Universidad del Valle en licenciatura en filosofía, dictado por el Maestro Adolfo
León Gómez. En este curso, el Maestro nos hablaba sobre las técnicas argumentativas y para
este caso específicamente, las técnicas argumentativas que recurren a las disociaciones.

El alcalde OSPINA tenía una dificultad- se le pueden sumar todas las que son el resultado de su
mal gobierno- producto del mal manejo que le dio a todo lo relacionado con las movilizaciones en
Cali antes y durante el Paro Nacional y debía resolverla. OSPINA lo hizo- o su equipo asesor-
recurriendo a una distinción, a una separación, a una disociación de los elementos de lo real para
llegar a su nueva organización de lo dado; es decir, separó o distinguió a OSPINA en dos; el
Ospina de la camisa azul, que no lucha por la vida, ni por las tareas de nuestra gente; y el Ospina
de la camisa blanca que sí lucha por la vida y por las tareas de nuestra gente.

Las disociaciones de nociones como técnicas argumentativas nos sirven- entre otras cosas- para
resolver incompatibilidades y no aplazarlas, pero para ello es necesario sacrificar una de las
reglas en conflicto, o por lo menos arreglarla, si es que se puede decir que es mejor el ospina de
la camisa blanca que el de la camisa azul.

OSPINA quería reconciliarse con Cali, pero debía ser otro Ospina, pues sería incompatible que
pretendiera salir a una marcha el OSPINA que dentro de sus funciones tiene la de “requerir el
auxilio de la fuerza pública siempre que resulte necesario para el ejercicio de las funciones del
Gobierno Municipal” como lo hizo y lo sigue haciendo en estos momentos con el ESMAD en
Meléndez, grupo que ha ocasionado la muerte de muchos manifestantes durante el paro nacional.

No le salió nada bien al alcalde OSPINA, la técnica argumentativa que utilizó, ni la puesta en
escena o dramatización de la misma que hizo en redes, pues una gran mayoría se la están
criticando.

Me gustaría recomendarle al señor alcalde que cuando sufra una metamorfosis o una próxima
transformación, escoja una camiseta que no tenga ningún manto de duda; por que ni al ospina
de blanco del periodo 2008 a 2011, ni al ospina de azul del periodo 2020 a 2023, le creen los
Caleños.

Una última cosa, ¿el ospina de blanco si reconocerá la cantidad real de asesinatos en Cali?