Está en la página 1de 1

Reforma Militar

Durante el bienio progresista (1931-1933) se realizó una reforma del ejército con el objetivo de
crear un ejército profesional y democrático. Las medidas fueron varias: se exigió a los militares
fidelidad a la República y al ordenamiento constitucional; se ofreció el retiro a todos los jefes y
oficiales que voluntariamente lo desearan (la Ley de Retiro de la Oficialidad), conservando
íntegramente el sueldo; se clausuró la Academia General Militar de Zaragoza, vivero de los
sectores más reaccionarios del ejército. Se suprimió el sistema de ascensos por méritos de
guerra e incluso se revisaron ascensos de militares africanistas aplicando nuevos criterios para
degradar a los militares; se suprimió la mitad de las regiones militares y se eliminaron los grados
de teniente general y capitán general. La reacción por una parte importante del ejército que
calificó la obra de Azaña como "campaña de trituración del ejército" y provocó el levantamiento
de Sanjurjo en agosto de 1932.

En materia policial, se creó la Guardia de Asalto, una fuerza de orden público fiel a la República,
especialmente preparada para intervenir en las ciudades

En el bienio conservador (1933-1936) se aprobó una amnistía para los sublevados con Sanjurjo
en 1932 el cual se instaló en Portugal.

Con el frente popular (1936) se concedieron destinos alejados de Madrid a militares


considerados antirrepublicanos: Franco a Canarias y Mola a Navarra.

Se declaró ilegal la Falange Española y su líder, José Antonio Primo de Rivera, fue encarcelado.
Ante el clima de violencia social, la Falange Española y otros grupos de extrema derecha
formaron patrullas armadas que iniciaron acciones violentas contra líderes de izquierda. Parte
de los oficiales del ejército comenzaron a planificar un levantamiento armado liderado por
Sanjurjo y organizado por Mola, ante la posibilidad de una revolución bolchevique. Defendían la
restauración del orden, la unidad de España, la religión católica y un carácter antidemocrático y
anticomunista. No tenían unos objetivos claros. El 17 de julio se produciría la sublevación militar
iniciada en Marruecos, acelerada por el asesinato de José Calvo Sotelo en venganza por el del
teniente Castillo. Esto daría inicio a la posterior Guerra Civil Española.

El ambiente político y social se fue tensando pues ya desde los inicios del año 1936, grupos de
militares se habían reunido para planear un golpe de Estado en el caso de que los partidos de
izquierdas ganaran las elecciones. El pronunciamiento se inició el 17 de julio en los cuarteles de
Melilla.

Durante la Guerra Civil Española, en el bando republicano se decretó la disolución del ejército
tradicional y la creación de batallones de voluntarios, en los que debían integrarse las milicias
populares.

También podría gustarte