Está en la página 1de 2

Después de tratar de reconstruir su democracia, Perú todavía sigue luchando por encontrar una

fórmula que le permita al gobierno funcionar sin corrupción. En los últimos años, una sucesión de
presidentes peruanos está prófugos o en prisión. Permítanme comenzar haciendo la siguiente
pregunta: ¿por qué tantos de nosotros estamos interesados en la democracia y, a partir de allí, en
la promoción de instituciones más abiertas a la ciudadanía o en la celebración recurrente de
discusiones públicas? Sé cuál es la repuesta en este momento y sería muy irónica mi pregunta
¿Verdad? Se acerca las lecciones 2021, una nueva fecha para cruzar los dedos porque la persona
que elegíamos no termine envuelta en los escándalos o se vuelva un títere más de nuestro querido
congreso. El expresidente Ollanta Humala intentará por tercera vez llegar a la presidencia. Pero
porque pienso que esta persona no debería participar de las elecciones y porque no me convence
que tomaremos las decisiones adecuadas. Ollanta Moisés Humala Tasso fue presidente del Perú
de 2011 a 2016. Nació en 1962 e incursionó en la política luego de protagonizar, junto a su
hermano Antauro, el levantamiento de Locumba (Tacna) en el 2000. Fundó el Partido Nacionalista
Peruano en el 2005. Tras finalizar su mandato, fue recluido de forma preventiva en el penal
Barbadillo en 2017, acusado de lavado de activos en agravio del Estado y de asociación ilícita para
delinquir en el caso Lava Jato. El 26 de abril de 2018, por resolución del Tribunal Constitucional del
Perú, logró llevar su proceso en libertad. Actualmente se encuentra investigado bajo
comparecencia restringida. Podemos decir que lamentablemente, Humala perdió todo aquello
que lo caracterizaba a él y a su partido, se limitó a administrar los intereses de la Confiep y a seguir
manteniendo la continuidad de la economía de los anteriores gobiernos. Esto ha afectado sus
promesas o compromisos electorales. En primer lugar, haber mantenido la postulación a la
candidatura de Nadine Heredia, lo que ha generado un ambiente de inestabilidad e incertidumbre.
Luego, haber convertido a la derecha como único interlocutor del Gobierno. Los signos de
corrupción que se hicieron públicos, porque prácticamente su gobierno estuvo lleno de escándalos
y acusaciones. El exagerado, inconveniente y quizá hasta ilegal rol de la Primera Dama ejerciendo
funciones de gobierno. Un protagonismo totalmente excesivo que desdibuja el rol de Ollanta
Humala, impide tener ministros con peso propio e incluso hace que muchos le hayan perdido el
respeto que merece la figura presidencial. Todo solamente sustenta de que los primeros siempre
se han sentido libres de hacer lo que les parezca, olvidando lo que ofrecieron y lo que la
ciudadanía les exige. En este último caso, decidieron optar por lo fácil, olvidando que se trataba de
los miembros de instituciones tutelares e importantes en una democracia. El crecimiento de la
inseguridad ciudadana, el progresivo debilitamiento de las instituciones políticas del Estado y un
preocupante aislamiento del Gobierno, cada vez más incomunicado y con problemas de ejercicio
solitario del poder. Entonces hago la pregunta, ¿Es realmente capaz de dirigir un país? Como
podemos confiar en alguien que perdió el propio respeto en sí mismo y se dejó manipular
fácilmente. ¿Cómo arriesgarnos a votar por una persona que no beneficiaría a nuestro país?
¿Deberíamos arriesgarnos a darle el beneficio de la duda? ¿Por qué molestarse en celebrar
elecciones que le dan a los político licencia para defraudar a los electores? Estamos tan cerca de
elegir a nuestro nuevo presidente, no seamos ingenuos, informémonos y eduquémonos, el
gobierno no tiene ninguna intención de educarte ni informarte porque al mantenernos en la
ignorancia es más fácil manipularnos, imaginémonos un montón de gente que vayan
cuestionando, no eso no le interesa al gobierno, por eso en el momento que aceptamos que el
gobierno nos quiere tontos, es como muy incongruente esperar que el que me quiere tonto me
eduque y ahí vienen nuestra dos opciones, cruzarnos los dedos esperando un milagro o pones la
educación en tus manos. Pongámonos en el pensamiento de nuestros expresidentes, no todos,
pero al menos de la mayoría, llego al poder y me encargo de que la educación sea obsoleta y
retrasada. Ahora como va a ganar las elecciones, digo no creo que la gente vaya a votar por él
sabiendo todo su recorrido, que está arrepentido, bajo el espíritu Santo, porque dudo que voten
por alguien que diga: “Querido pueblo, vengo aquí a postular de presidente, la verdad es que fui
una víctima, poseo baja autoestima, soy inseguro de mí mismo y le tengo pánico a tomar riesgos,
entonces como quiero ser millonario me postule para presidente, voten por mí, no se preocupen,
como son tantos pagando impuestos, ni cuenta se van a dar de que les estoy robando, así que por
favor cuenten conmigo para la próximas elecciones”, estoy segura de que nadie apostaría por él,
por eso necesitan un mecanismo, llegar a ellos, el populismo, prometen algo que no cumplirán, no
caigamos tan fácil, recordemos porque partidos no demos votar y por quienes no debemos
apostar.

También podría gustarte